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Fash, William L., Linda Schele y Barbara Fash
1992 Desafios y obras de los últimos gobernantes Copanecos. En IV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1990 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Brady), pp.255-261. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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DESAFÍOS Y OBRAS DE LOS ÚLTIMOS GOBERNANTES COPANECOS
William L. Fash
Linda Schele
Barbara Fash
La meta científica primordial del PECEMCO y del Proyecto Arqueológico Acrópolis Copan (PAAC) ha sido la de reconstruir la ideología religiosa-política, sus usos y evoluciones en el estatismo del antiguo reino de Copan, a la vez que se intenta descifrar la historia dinástica de la ciudad por medio de un nuevo estudio de las inscripciones jeroglíficas del epicentro de esta distinguida ciudad Maya antigua. Desde el inicio, la perspectiva del Co-director del Proyecto ha sido condicionada fuertemente por los años que trabajó en levantamiento de mapas y excavaciones en el valle de Copan y en las perspectivas materialistas y la concentración de los asuntos de subsistencia y patrones de asentamiento que han sido un enfoque principal de la arqueología Maya en las últimas dos décadas.
Las investigaciones dirigidas por Sanders y Webster en la segunda fase del Proyecto Arqueológico Copan (1980-1985), sobretodo, demostraron claramente que durante su apogeo en el siglo VIII DC, Copan era una ciudad llena de problemas; sobrepoblación y patrones de asentamiento mal adaptados al medio ambiente; insuficientes terrenos agrícolas para mantener la población; enfermedades y desnutrición notables en el estudio del material óseo y fuertes indicaciones de la intensificación de la estratificación social en el volumen y elaboración de la arquitectura residencial y religiosa, indudablemente producidos a un costo humano muy alto. Para colmo de males, las inscripciones mencionan que el decimotercero gobernante, llamado 18-Conejo, fue capturado y sacrificado por un gobernante rival del cercano centro de Quirigua, hecho que sin duda provocó una crisis política tremenda dentro de una sociedad que había creído que su gobernante era un dios. Tomando en cuenta estas perspectivas, la pregunta central de nuestro proyecto era la siguiente: ¿cómo lograron los gobernantes y su corte real evitar el desastre, qué medios utilizaron para mantener la unidad social y política de Copan y promover la lealtad al linaje real y sus exigencias de tributo?
Buscamos resolver esta pregunta por medio de la conservación y documentación completa del arte, la arquitectura, las inscripciones y los restos arqueológicos de las acciones tomadas en asociación con ellos en el Grupo Principal de las ruinas de Copan (Figura 1). Al combinar los esfuerzos de arqueólogos, dibujantes e historiadores del arte, epigrafistas y el arquitecto restaurador, intentamos reconstruir la historia dinástica del centro de la ciudad, la historia arquitectónica de la Acrópolis y la ideología Maya Clásica de Copan por medio del descubrimiento, documentación y análisis de los monumentos de cada gobernante en la secuencia dinástica de la ciudad. La idea era de atar las adaptaciones ideológicas a la historia de la población documentada detalladamente en la arqueología del valle por un lado y la historia política documentada en los monumentos públicos por el otro.
Nos interesaba mas que todo los sucesos en la era posterior a la muerte de 18-Conejo, ya que tanto los datos del valle como los monumentos del estado indicaban que esta era una época de crisis para Copan. Las investigaciones arqueológicas en el valle le indicaron a William Fash que hubieron intentos de parte del último gobernante, Yax Pac, de compartir el poder político con la nobleza antigua del valle de Copan.
En vez de pensar en «la rebelión de las masas», como proponía Eric Thompson, Fash propuso que hubo, por lo menos en el caso de Copan, una «rebelión de la nobleza». El incremento del poder y del prestigio de los linajes terratenientes más establecidos en el valle resultó en la reducción del poder real, y eventualmente en la incapacidad de parte de los gobernantes de mantener la unidad social que había existido antes, la cual dejó huellas claras en los restos monumentales de cuatro siglos de construcciones en el Grupo Principal.
Figura 1 Planta del Grupo Principal de Copan
Vamos a analizar los desafíos y algunas de las obras claves de los últimos cuatro gobernantes de Copan, haciendo énfasis en las Estructuras 22, 22A, 26, y 11. Estos edificios representan las obras maestras de los últimos cuatro reyes copanecos en la secuencia dinástica, ya que la 22 fue construida por el decimotercero gobernante, la 22A por el decimosexto. Además, sirven para demostrar como las adaptaciones ideológicas de los reyes y su corte cambiaba conforme los sucesos y los desafíos de sus respectivos reinados.
La Estructura 22 originalmente fue investigada por Alfred Maudslay en 1886, posteriormente excavada y restaurada en parte por Aubrey Trik de la Institución Carnegie en 1973. La simbología de la escultura que embellece el interior del edificio instó a que los mayistas se refirieran a él como el «Templo de las Meditaciones», ya que tenía imágenes cosmológicas consideradas propias como para un lugar en donde se contemplaran asuntos religiosos. A principios de la década de los ochentas, las investigaciones en la arquitectura residencial del valle y algunos trabajos epigráficos recientes, resultaron en unas interpretaciones nuevas de esta estructura. William Sanders llegó a la conclusión que se trataba de una residencia real y William Fash decía que fue construido durante el reino del decimosexto gobernante, Yax Pac.
Los trabajos más recientes han demostrado que estas interpretaciones estaban equivocadas. Linda Schele notó que el estilo de la escultura de la Estructura 22 era demasiado refinado y tridimensional como para ser del reinado del último gobernante y ella predijo que el edificio probablemente fue construido por un gobernante anterior a Yax Pac. En el PAAC realizamos excavaciones en el lado norte de la estructura, estudios de la escultura asociada, que comprobaron la hipótesis de Schele y demostraron el aspecto sagrado, no secular, que tenía éste monumento.
La inscripción jeroglífica en la recámara interior del edificio fue descifrada por David Stuart, quién notó que la estructura fue conmemorada en el aniversario de un katun de la toma de posesión del decimotercero gobernante, 18-Conejo. La estratigrafía arquitectónica descubierta por Rudy Larios en su análisis arquitectónico, demostró que la Estructura 22 fue construida por el decimoquinto gobernante, Humo Caracol. El estudio de los fragmentos de escultura tipo mosaico que descubrimos al excavar en las partes que no se había tocado del basamento en su lado norte, apoyaron las observaciones de Schele en cuanto al hecho de que la escultura no pudo haber sido tallada durante el reinado de Yax Pac.
Además, la simbología misma demostraba que la Estructura 22 fue nombrada, por los mismos Mayas, como un tun-witz -cerro de piedra- o sea un cerro sagrado. Siendo que las cuevas dentro de los cerros son el recinto de los ancestros en el Mundo Mesoamericano desde la época de los Olmecas hasta hoy en día, queda claro que la recámara interior de la Estructura 22 fue concebida y construida para dar lugar a ritos y suplicas a los ancestros y demás deidades del mundo Maya Clásico. El estudio de las esculturas de fachada nos permitirá documentar cómo los Mayas copanecos concibieron de sus cerros sagrados durante el reinado de 18-Conejo, el cual probablemente coincida con la «época dorada» de esta ciudad. Esta simbología religiosa formará la base para medir los programas religiosos y políticos de los gobernantes antecesores y sucesores de 18-Conejo. El hecho que ninguno de los gobernantes que siguieron a él modificaron esta estructura, ni su ornamentación (aparte de seguir aplicándole baños de cal para su protección), en más de cien años de historia dinástica posterior, demuestra el aprecio que tenían los gobernantes y el pueblo de Copan para este monumento.
En 1986, la dibujante en Jefe y Coordinadora de Escultura en el Proyecto, Barbara Fash, notó el diseño de petate conservado en la fachada del lado este de la Estructura 22A y el dibujo reconstructivo de Tatiana Proskouriakoff, e hipotetizó que la 22A podría representar el Popol Na mencionado por los yucatecos del siglo XVI como: «la Casa de la Comunidad» o «la Casa de los Oficiales». En 1988 decidimos probar esta nueva hipótesis por medio de excavaciones nuevas en esta estructura y la reconstrucción hipotética (en papel) de las esculturas tipo mosaico que originalmente adornaron las cuatro fachadas del edificio. Como siempre, distintas clases de evidencias fueron obtenidas y evaluadas durante el proceso de la investigación y resultaron en unas conclusiones interesantes.
La documentación cuidadosa de las posiciones caídas de los fragmentos de escultura de fachada le permitió a Barbara Fash demostrar claramente que hubo diseños de petate en las cuatro fachadas del edificio, nombrándolo de esa forma como «la Casa del Petate». Entre los diseños de petate había nueve personajes humanos, cada uno sentado en nichos encima de jeroglíficos grandes.
Los epigrafistas del proyecto lograron demostrar que los jeroglíficos no se refieren a nombres de personas, sino más bien a nombres de lugares. Actualmente los nombres de lugares en la escritura Maya antigua son un tema que está dando mucho fruto, y el caso de Copan solo es uno entre varios bajo estudio. Nuestra hipótesis es de que estos jeroglíficos nombran a los nueve lugares más importantes del antiguo reino de Copan, cada uno habiendo sido representado por un oficial que asistía a las reuniones en este edificio. Cabe la posibilidad de que los lugares referidos sean mitológicos, como hacían linajes reales o nobles en y afuera de Mesoamérica como lugares de origen. En el siglo XVI, estos oficiales se llamaban Holpop (el que está en la cabeza del petate), ya que el petate era el símbolo del poder político entre los antiguos Mayas. Esta hipótesis se podrá probar por medio de excavaciones en los sitios del valle de Copan, para descubrir otros textos jeroglíficos que tuvieran los nombres de los lugares y actualmente nos permitiría establecer la ubicación de los grupos residenciales de los distintos linajes o barrios representados en el Popol Nah.
A la par del edificio fue descubierto un basurero en su esquina suroeste y una plataforma grande de 6 x 30 m directamente enfrente. Estos datos también tienen homólogos en la literatura etnohistórica, ya que el diccionario de Motul menciona que el Popol Nah no solo fue el lugar en donde el cacique se reunía con sus representantes, sino también la sede de grandes fiestas para el pueblo y el lugar en donde se enseñaba a la gente a bailar. El análisis hecho por Kazuo Aoyama del uso evidente en las hojas de obsidiana encontradas en el basurero, demostró que la gran mayoría fueron utilizadas en la preparación de carne. Además, la cerámica encontrada en el basurero incluía vasijas tanto para preparar como para servir comestibles, precisamente lo que se esperaría en un basurero que resultara de una gran fiesta.
Creemos que la plataforma baja grande representaba la pista de baile, en donde a los antiguos Mayas se les enseñaba los bailes rituales. Nuestro colega epigrafista Nikolai Grube ha notado que todavía hay Popol Nah en uso en zonas rurales de Quintana Roo y que sin excepción las construyen a la par del templo mayor de la comunidad. Ese mismo patrón fue seguido en Copan, ya que el Popol Nah fue construido a la par del Templo 22. Esto nos da más evidencias aún que la Estructura 22 era un cerro sagrado, o sea un templo, en vez de una residencia.
Entre los demás símbolos que adornan la Estructura 22A hay unas piezas de cornisa, grabadas con el jeroglífico ahaulil (que significa gobernar) y una serie de jeroglíficos con la fecha 9 Ahau (Figura 2). Los epigrafistas han demostrado que los glifos 9 Ahau se refieren a la fecha 9.15.15.0.0 9 Ahau 18 Xul en la Cuenta Larga, la cual cayó en el año 746 DC, hacia el final del reinado del decimocuarto gobernante de Copan, Humo-Mono. Este desciframiento está apoyado por la estratigrafía arquitectónica, ya que Rudy Larios puede demostrar que la Estructura 22A fue construida después de la Estructura 22, ya que como ya hemos visto se puede fechar con certeza al reinado de 18-Conejo.
En conjunto, los datos indican que el decimocuarto gobernante se dio cuenta de que tenía que hacer un reconocimiento público del papel y de la importancia de los representantes de los diferentes barrios de la ciudad, en respuesta al sacrificio de 18-Conejo y la crisis política que ésta provocó. Decidió hacer el reconocimiento en el Popol Nah o «Casa de la Comunidad», y levantó efigies de los holpopob o representantes, sentados encima de los jeroglíficos, en la fachada del edificio, el cual también fue claramente identificado con los petates grandes y el jeroglífico para «gobernar». De esta forma, el trabajo en el Grupo Principal ha logrado información sobre la organización política de esta ciudad, sobre la ideología y sobre los lazos sistémicos entre la ideología y la organización política.
También nos ha dado la posibilidad de identificar los nombres de los lugares más destacados de la ciudad por medio de excavaciones diseñadas para encontrar los jeroglíficos de los nombres de los lugares mitológicos o reales de los linajes nobles en los asentamientos del valle.
Figura 2 Jeroglíficos Ahaulil y 9 Ahau, de la Estructura 10L-22A (dibujo de Barbara Fash)
Vale la pena señalar que el trabajo interdisciplinario permitió sacar más información que si solamente hubiéramos excavado un edificio con un basurero enfrente e interpretados los hallazgos desde un punto de vista materialista, o si hubiéramos especulado sobre la simbología y significado religioso del petate conservado en la fachada este, sin haber realizado nuevas investigaciones.
La obra del decimoquinto gobernante que vamos a tratar aquí, es la Escalinata Jeroglífica del Templo 26. La inscripción de este monumento es la más larga del Nuevo Mundo y se ha sabido desde el siglo pasado que lleva muchas fechas de la Cuenta Larga y la Rueda Calendárica y efigies de personajes humanos. A mediados de la década de los ochentas comenzamos un programa de conservación e investigación diseñado a resolver el significado de esas fechas y sobre todo a averiguar si este edificio representaba: 1) un monumento de conquista impuesto a Copan por el gobernante de Quirigua, Cauac Cielo después del sacrificio de 18-Conejo o 2) una propaganda hecha por la dinastía real copaneca indígena, con la intención de minimizar la pérdida del decimotercero gobernante y enfatizar más bien la tradición histórica tan distinguida de la ciudad antes de la muerte de 18-Conejo.
Las investigaciones fueron diseñadas para combinar las perspectivas de la arqueología materialista obtenidas a través de excavaciones de los restos de actividades asociados con la estructura y sus versiones anteriores, con las perspectivas obtenidas por medio del estudio minucioso y completo de los datos históricos e ideológicos conservados en la escalinata y el templo de este monumento singular.
Los dos tipos de información nos llevaron a la conclusión que la escalinata y su templo definitivamente no representan un monumento de conquista, sino un monumento revitalizador, exaltando a las vidas y éxitos de los antiguos gobernantes copanecos como reyes guerreros. La mayoría de las fechas se refieren a las tomas de posesión de los gobernantes copanecos, a veces a otros eventos tales como nacimientos, conquistas y muertes. Intención especial tiene el decimosegundo gobernante, Humo Imix, quien aparentemente estuvo presente en la toma de posesión del gobernante de Quirigua anterior a Cauac Cielo y que ejerció un dominio completo sobre su reino en Copan. Las excavaciones descubrieron evidencias del uso de pedernales excéntricos e incensarios de cerámica en el anexo del templo y un escondite debajo del altar en la base de la Escalinata Jeroglífica que repetía los temas de guerra y veneración de ancestros reales enfatizados en las esculturas de la escalinata y el templo.
Los objetos descubiertos en el escondite no demostraron ninguna ingerencia de parte de Quirigua y los dos jades aparentemente fueron reliquias reales fabricados a principios de la época Clásica, posiblemente siendo del mismo fundador de la dinastía real copaneca, conocido como Ma K’ina Yax K’uk Mo’. Las excavaciones demostraron que las versiones anteriores del edificio funcionaron como templos dinásticos, pero que ninguna de ellas era tan explícita ni elaborada como el templo de la Escalinata Jeroglífica.
Nuestra conclusión es que aunque la dinastía copaneca todavía mandaba después del sacrificio de 18-Conejo, no obstante ese evento provocó una crisis política que resultó en cambios drásticos dentro del sistema ideológico, de tal forma que el decimoquinto gobernante creó un homenaje a todos los ancestros reales. Nuestras investigaciones posteriores en el Popol Nah demuestran las estrategias muy diferentes del decimocuarto gobernante, quién reconoció públicamente el papel y status de los representantes del pueblo en la Estructura 22A, y la del decimoquinto gobernante, quién quizá como respuesta al incremento del poder y prestigio de los linajes terratenientes más viejos del valle, buscó reforzar el poder real y su autoridad divina, basándose en la fuerte tradición histórica de la dinastía copaneca. Los análisis del antropólogo Eric Wolf de las revoluciones populares de este siglo, demostraron que la falta de oficios políticos para los hombres de la élite, altamente calificados fue una fuerza explosiva y al parecer la misma situación existía en Copan a mediados y fines del siglo VIII DC.
El decimosexto gobernante, Yax Pac, tuvo que enfrentar éstos desafíos a partir de su toma de posesión en el año 763 DC. El monumento mayor que erigió en el Grupo Principal fue la Estructura 10L-11, la cual daba hacia la Gran Plaza y tenía el edificio más imponente de dos pisos jamás levantado en Copan. Las esculturas en mosaico que adornaron las fachadas del Templo 11 incluyen las más grandes talladas en el área Maya, con unos dioses Bacab de quizá cuatro m de altura, sosteniendo un cocodrilo celestial que posiblemente recorría todo lo largo de la fachada norte del edificio. Parece que Yax Pac quería sacar el cosmograma del interior del Templo 22 y ponerlo de relieve en la fachada más pública de la ciudad, ya que la Gran Plaza y la adyacente Plaza de la Escalinata Jeroglífica fueron los lugares de más asistencia en la ciudad.
Por medio de esta fachada, el gobernante quiso enfatizar que él tenía pleno dominio sobre las fuerzas sobrenaturales del universo, algo que quizá se ponía en duda debido a la creciente fuerza política de los linajes nobles en el valle. Adentro del templo hubo cuatro pares de paneles grabados con textos jeroglíficos que mencionaron los actos rituales y astronómicos de mayor importancia en el primer katun del reinado de Yax Pac, incluyendo un eclipse solar y la aparición de Venus. Nuevamente, vemos el esfuerzo del rey de demostrar su dominio hasta sobre los astros. Mientras tanto, en la Estructura 10L-15 Yax Pac hizo repetir los temas de guerra y veneración de los ancestros reales que Humo Caracol había enfatizado en la Estructura 26.
En el valle de Copan, Yax Pac permitió que los jefes de los linajes nobles erigieran monumentos en su propio honor (inclusive con bancas jeroglíficas muy elaboradas), siempre y cuando lo mencionaran a él y a su lugar privilegiado dentro de la sociedad copaneca. Además, Yax Pac permitió que sus hermanos tomaran posiciones políticas importantes, ya que ellos dejaron textos jeroglíficos con sus nombres y títulos respectivos. Uno de los hermanos, de nombre Yahau Chan Ah Bac, fue el Batab o gobernador del área actualmente ocupada por el pueblo moderno de Copan Ruinas, y sus éxitos fueron conmemorados en los Altares T, U, G3, y otros. En fin, Yax Pac era conservador en sus monumentos en el Grupo Principal, repitiendo los temas más exitosos de sus antecesores, pero innovador en su uso de simbología y el compartir el poder político y títulos, en el valle de Copan. Así que el trabajo que venimos realizando en el Grupo Principal de Copan demuestra que si es posible reconstruir no solo el estilo de vida, sino las relaciones del pueblo y sus gobernantes, y progresar más allá de los debates estériles sobre que es válido y que no es válido en el estudio de las culturas arqueológicas.