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Brady, James E. e Irma Rodas
1992 Hallazgos recientes y nuevas interpretaciones de la Cueva de El Duende, Petén. En V Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1991 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Brady), pp.169-176. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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HALLAZGOS RECIENTES Y NUEVAS INTERPRETACIONES
DE LA CUEVA DE EL DUENDE, PETÉN
James E. Brady
Irma Rodas
Cuando el Proyecto Regional de Cuevas fue creado en 1990 uno de sus objetivos principales fue la investigación de la Cueva de El Duende, la cual había sido reportada anteriormente (Houston 1987). La cueva se encuentra dentro del sitio de Dos Pilas, al lado suroeste del cerro y del complejo arquitectónico de El Duende, el más grande del sitio. El foco del complejo es un cerro natural grande el cual fue modificado para formar una base piramidal para un templo el cual fue construido en su parte superior (Escobedo et al 1990). El complejo arquitectónico El Duende incluye un gran número de estructuras tanto de palacios como residenciales las cuales fueron construidas a lo largo de los lados este y sur del cerro.
La Entrada
La entrada de la Cueva de El Duende está localizada dentro de la plaza arquitectónica en el lado sureste del cerro y una gran estructura alineada fue construida directamente sobre la cámara principal de la cueva. La entrada de la cueva es bastante amplia en comparación con otras cuevas del lugar, esta consiste de una gran abertura circular de 7 m de diámetro con un puente natural de piedra en el lado sureste, el cual separa una abertura más pequeña en la bóveda. La entrada es de aproximadamente 12 m de largo y tiene un descenso escarpado hacia el piso de la cámara principal 7 m más abajo.
En la temporada de 1990, se reportó en ella un gran número de piedras trabajadas lo cual hizo suponer que había existido allí una estructura la cual había colapsado o los remanentes de una escalinata. Durante la temporada de 1991 se procedió a excavar un pozo de 2.50 m x 3 m con una profundidad de más de 2 m en el lado sur. Las excavaciones revelaron un gran número de piedras trabajadas, algunas cuidadosamente terminadas en tres de sus lados, indicando que estaban asociadas a arquitectura refinada. Un número de fragmentos, básicamente del Clásico Tardío, que fueron encontrados mezclados dentro de piedras y excavaciones en el suelo debajo de las piedras revelaron evidencia adicional de la utilización de la misma fechando por lo menos el Clásico Temprano. Sin embargo, la excavación no descubrió vestigios de arquitectura alguna ni de escalinata.
La Cámara Principal
La Cámara Principal es un cuarto 17 m de largo x 7 m de ancho y entre 4 y 5 m de altura localizada en la base de la entrada. En su lado sur tiene una abertura que conduce a dos túneles de menor tamaño (Figura 1). Stephen Houston (1987:383) reportó que esta cámara había sido sumamente depredada entre los años 1975 al 1980. Los pozos de depredación están a la entrada, al fondo y en el lado sur. En la temporada de 1990 se hizo recolección de superficie y se empezó un pozo de 2 x 2 m al lado del primer pozo de depredación. La superficie de esta cámara está completamente cubierta por una arcilla amarilla.
Durante temporada de 1991 se terminó el pozo que se empezó en 1990, se completó una excavación en el pozo de depredación al fondo de la cámara, hasta la roca madre y también se empezó un pozo nuevo en la parte central de la misma.
La excavación en el frente consistió de un depósito de 1.58 m de profundidad, que presentó material fechando entre el Preclásico Medio al Clásico Tardío. Esto indica que la Cueva de El Duende era importante mucho tiempo antes de que Dos Pilas entrara a su período de gran expansión. Uno de los descubrimientos más significativos fue una inscripción jeroglífica reconstruida en el borde de un cuenco Uacho Negro sobre Naranja, un tipo del complejo Tepeu I. El texto menciona a un gobernante más temprano que el Gobernante I y es, al momento, el texto dinástico más temprano del sitio (Figura 2). La más grande utilización de esta cueva fue durante el Clásico Tardío, reflejando la gran importancia de la misma durante la época de mayor florecimiento del sitio.
Figura 1 Entrada a la Cueva de El Duende
Figura 2 Vasija tipo Uacho Negro sobre Naranja de la Cueva de El Duende.
Los glifos posiblemente registran el nombre de uno de los primeros gobernantes de Dos Pilas
La excavación en el primer pozo al frente descubrió una capa de arcilla encima del nivel cultural. Fue notado que el pozo de depredación al fondo fue excavado a una profundidad de más de un metro en esta tierra estéril sin ningún signo de alcanzar la base del depósito. Por lo tanto se decidió que este pozo debía continuarse para descubrir la profundidad de la capa de arcilla amarilla. El pozo llegó a más de dos metros antes de alcanzar la roca madre. En este punto no se encontró tierra negra conteniendo artefactos, la cerámica fue encontrada directamente sobre la roca madre.
El pozo a la mitad de la cámara produjo el descubrimiento más importante. Debido a esto, decidimos seguir trabajando esta cámara para poder encontrar una respuesta, y se decidió hacer una excavación en el centro de la cámara. Esta había penetrado la capa de arcilla amarilla a una profundidad de 0.30 cm cuando se encontraron dos grandes piedras, las cuales al ser removidas revelaron el acceso a un túnel de más de 250 m de largo. Lo más importante es que este túnel pasa debajo del cerro del Duende y claramente conecta la Cueva de El Duende al cerro y al complejo arquitectónico (Figura 3). También, parece ser que la conecta con la Cueva del Río El Duende (Figura 4). Una discusión sobre la Cueva del Río El Duende está más allá del alcance de este informe, pero es importante anotar que la cueva pasa directamente debajo del templo en la parte superior del cerro de El Duende. Desafortunadamente, como sucede algunas veces, este descubrimiento fue hecho durante la última semana de la temporada, por lo que fue imposible completar el mapa y la investigación arqueológica de esta, pero la presencia de muros, cerámica y huesos humanos fueron notados en la superficie.
Figura 3 Sección de la Cueva de Río El Duende y de la Cueva de El Duende
Figura 4 Plano de la Cueva de Río El Duende y de la Cueva El duende
Observaciones
Las investigaciones en la cueva de El Duende han cambiado profundamente nuestra interpretación sobre el papel e importancia de esta cueva. Antes de esta temporada la considerábamos como una cueva pequeña, importante básicamente por su localización dentro de importantes complejos de palacio. Ahora podemos ver que la cueva está conectada con el cerro de El Duende, el lugar más impresionante del sitio. Debido a la conexión con la Cueva del Río El Duende, la cueva es en realidad parte de un sistema de más de 2 km de largo que contiene un río importante (Figura 5). La presencia de un río de tamaño considerable dentro de la cueva realza la sacralidad de este rasgo para los Mayas y hay abundante evidencia de la utilización representada en cerámica y hueso humano.
El no haber encontrado arquitectura en la entrada de cueva fue un factor importante que nos forzó a reconsiderar el papel de estas piedras en la entrada. Se observó que el nivel original de piedra era suficiente para tapar completamente la única entrada de la cueva.
También se observó que la piedra grande que cayó de la bóveda formando un hoyo en el techo se encuentra sobre material cultural indicando que esta área colapsó después de que la cueva fue utilizada. Estas observaciones sugieren que la piedra en la entrada fue tomada de otras estructuras arquitectónicas con el propósito de cerrar completamente la entrada en el momento cuando Dos Pilas estuvo en peligro de ser conquistada, alrededor del 760 DC, probablemente para proteger esta área sagrada de la profanación. Al igual que la piedra de la entrada, creemos que esta arcilla fue traída para proteger el área sagrada de la cámara principal y para esconder la existencia de la rama que pasa debajo del cerro y sigue hacia la Cueva del Río El Duende. La capa gruesa de arcilla amarilla que estaba directamente sobre el piso de la cámara principal en la cueva de El Duende es un indicativo dramático de los extremos hasta donde podían llegar los residentes del sitio para proteger su cueva de la profanación. La destrucción de arquitectura para cerrar la entrada de la cueva subraya esto demostrando claramente que la cueva era considerada más importante que la arquitectura, puesto que esta fue destruida para proteger la cueva.
Finalmente, la gran cantidad de artefactos recuperados dentro de la cueva, atestiguan su importancia en la vida religiosa Maya.
Figura 5 Plano que muestra la localización de las cuevas de Dos Pilas
Discusión
El Proyecto Regional de Investigación de Cuevas Petexbatun fue designado para investigar los conceptos de la geografía sagrada Maya, estudiando la manera en la cual la presencia de un punto sagrado en el paisaje afectaba la colocación de la arquitectura. Proponemos entonces que, en algunos casos, los Mayas seleccionaron deliberadamente un lugar en particular debido a la presencia de un rasgo en el paisaje sagrado. Sabemos por la historia y la etnografía que la opción de colocación es de gran preocupación de los pobladores y que las razones de la selección de un lugar en particular son registradas, justificadas y celebradas en la mitología local (Vogt 1976:25). Esto parece ser un fenómeno universal entre la gente que no comparte nuestra perspectiva mecánica de la naturaleza sino que miran al mundo poblado por seres sobrenaturales y fuerzas que son más interactivas con la humanidad. Campbell (1956:43) dice:
«Para una cultura que todavía se nutre de mitología, el panorama, como también cada fase de la existencia humana, cobran vida con la sugerencia simbólica. Los cerros y bosques tienen sus protectores sobrenaturales y están asociados con episodios de la creación del mundo conocidos popularmente en la historia local. Además aquí y allá, hay altares especiales. Dondequiera que un héroe haya nacido, formado, o haya pasado de regreso al vacío, el lugar queda marcado y santificado. Allí se erige un templo para simbolizar e inspirar el milagro perfecto de centrar; por que éste es el lugar de avance hacia la abundancia… Tales templos son designados como una regla, para simular las cuatro direcciones del horizonte del mundo, el altar o adoratorio al centro, siendo símbolos de un Fin Inagotable …. Ciudades antiguas fueron construidas como templos, al tener sus portales hacia las cuatro direcciones, mientras que en el lugar central tienen el sagrario mayor del fundador divino de la ciudad. Los ciudadanos viven y trabajan confinados dentro de este símbolo».
Mircea Eliade ha observado que los asentamientos son hechos como copias o modelos del universo, en el cual el sitio está conceptualmente colocado en el centro. Dentro de un mundo de dimensiones finitas, el centro es, por sobre todo, el lugar más sagrado, el lugar de prestigio, el lugar de abundancia inagotable, el lugar donde los tres niveles del universo se unen (Eliade 1958:379‑382; 1969:37‑47). La pirámide principal de la ciudad representa la Montaña Sagrada que se levanta en el centro donde se hace posible trascender niveles terrestres.
En el área Maya, donde hay considerable continuidad en sistemas de creencias, no existe duda acerca de la naturaleza de rasgos sagrados, ya que tanto la etnohistoria como la etnografía han señalado que cuevas y montañas son los rasgos más importantes en el paisaje (Vogt 1969:375). En la cosmología Maya, las montañas son lugares sagrados las cuales son concebidas como lugares santificados. Dentro de las montañas los dioses viven y almacenan el agua para la lluvia así como todo tipo de tesoros y riquezas. Donde grupos de linajes son importantes, los ancestros invariablemente viven en montañas. Si las montañas sagradas son santificadas, la concavidad dentro de ellas es una cueva y la cueva es el medio por el cual el hombre y los dioses dentro de tierra pueden comunicarse. Así, las montañas y las cuevas, mas que formar dos tipos de rasgos sagrados, están unidas en un único símbolo poderoso.
En las Tierras Bajas Mayas, donde las montañas son poco comunes, pequeños cerros y aun montículos arqueológicos tienen la misma connotación (Tozzer 1907:81). Vogt (1983:113‑114) ha argumentado que las pirámides son realmente representaciones de la Montaña Sagrada y que el interior de los templos eran cuevas simbólicas. Hay amplia evidencia en iconografía que el interior del templo en la parte superior, representa una cueva, siendo la puerta la entrada de la misma. Las cuevas, como aberturas en la superficie de la tierra, son universalmente vistas en Mesoamérica como puntos de entrada al inframundo. Por consiguiente, las montañas y cuevas, como lugares donde los niveles del mundo transcienden tienen un sentido asociado de «centrar». También tanto montañas como cuevas están asociadas con la lluvia, fertilidad y abundancia. Por esta razón la existencia de esta fue de tal importancia que realzó con la construcción arquitectónica este rasgo. Ha sido sugerido que la arquitectura fue construida con relación a cerros y cuevas debido a la propiedad de éstos, de dotar al fundador con las cualidades de poder, prestigio, abundancia y sacralidad.
Ahora existe abundante evidencia para sugerir que el sitio de El Duende fue deliberadamente seleccionado como un núcleo de sitio temprano porque encaja perfectamente dentro del sistema esbozado arriba y que construcción más tardía fue diseñada para intensificar la identificación simbólica con el agua, la Montaña Sagrada y el «centro». Stephen Houston (comunicación personal, 1991) observó que El Duende está orientado hacia un nacimiento de agua (Figura 6), el cual es una especie de cueva, usando una definición que refleja el concepto Maya. Para los Mayas, cueva es un ch’en, un hoyo, el cual incluye cueva, cenote, sumidero y una variación de rasgos geológicos que penetran la tierra. Houston (comunicación personal, 1991) ha propuesto que el glifo toponímico de El Duende se refiere a agua, lo que nuevamente está relacionado a una cueva. La Cueva de Río El Duende pasa directamente debajo del templo en la parte superior de la pirámide (Figura 4).
Figura 6 Plano del sector El Duende, Dos Pilas, que muestra el alineamiento del eje de la pirámide de
El Duende con un nacimiento de agua hacia el norte
Como el nombre lo indica, la cueva tiene un río grande que, junto con su posición debajo del cerro, parece indicar que es la cueva a la cual se refiere el nombre del glifo. Si estamos correctos que el toponímico se está refiriendo a la cueva con agua abajo de la montaña, entonces parece claro que para los Mayas el El Duende era más que solo una montaña sino mas bien consistía de tres poderosos elementos simbólicos. Primero, el cerro representa el punto más alto en el sitio, lo que naturalmente le da su significado sagrado, el segundo era la Cueva El Duende, la cual posee una impresionante y grande abertura hacia el inframundo cerca de montaña misma y finalmente la Cueva de Río El Duende que proporciona la asociación con el agua. La gran densidad de artefactos y los esfuerzos realizados para protegerla de la profanación indican que la cueva de El Duende y no la de Río El Duende, fue el foco de la vida religiosa de Dos Pilas.
Aquí tenemos, tanto en el cerro como en las cuevas, todos estos aspectos conjugados. El cerro y las cuevas representan un complejo unificado con un alto contenido sagrado alrededor del cual el sitio de Dos Pilas pudo haberse formado originalmente. La historia de Dos Pilas puede darnos una introspección del porqué este símbolo fue tan importante.
Así como con los Aztecas en el México Central, los gobernantes de Dos Pilas aparecen muy tarde en sus respectivas áreas por lo tanto no podían validar sus reclamos de poder basados en una larga historia extendida hacia atrás dentro del pasado mitológico. Los Aztecas intentaron solucionar esto re-escribiendo su propia genealogía para unirse con los legendarios toltecas, Alvarado Tezozomoc (1975:63) dice que el templo mayor fue construido en el punto donde los Mexica encontraron el águila sentada sobre un cactus deteniendo una serpiente. El cactus en cuestión fue colocado sobre una cueva de la cual nacían dos arroyos. Este último elemento fue un intento de los Aztecas de duplicar la cueva localizada debajo de la Pirámide del Sol en Teotihuacan (Heyden 1973, 1975, 1981), mientras que los gobernantes de Dos Pilas reclaman descendencia de la línea de Tikal (Houston y Mathews 1985). La analogía a México Central está siendo usada para indicar que el complejo cueva/montaña/pirámide no está limitado a los Mayas sino más bien parece ser pan‑Mesoamericano y probablemente data al tiempo de los Olmecas (Grove 1973). El significado de este antiguo símbolo en Dos Pilas es un claro medio para establecer el sitio como una entidad ordenada divinamente imbuida con una sacralidad, prestigio y legitimidad que su corta historia no le otorgaba.
REFERENCIAS
Alvarado Tezozomoc, Hernando
1975 Crónica Mexicayotl. 2da. ed. Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Autónoma de México, México.
Campbell, Joseph
1956 The Hero with a Thousand Faces. Meridian Press, New York.
Eliade, Mircea
1958 Patterns in Comparative Religion. Sheed and Ward, New York.
1969 Images and Symbols: Studies in Religious Symbols. Sheed and Ward, New York.
Escobedo, Héctor, Lori Wright, Oswaldo Chinchilla, Stacey Symonds y María Teresa Robles
1990 Operación DP8: Investigaciones en «El Duende». En Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun: Informe Preliminar No. 2, Segunda Temporada 1990 (editado por Arthur Demarest y Stephen Houston):277-333. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, Guatemala.
Grove, David C.
1973 Olmec Altars and Myth. Archaeology 26 (2):128‑135.
Heyden, Doris
1973 Un Chicomostoc en Teotihuacan? La Cueva Bajo de la Pirámide del Sol. Boletín del Instituto Nacional de Antropología e Historia 6:3‑18. México.
1975 An Interpretation of the Cave Underneath the Pyramid of the Sun at Teotihuacan, Mexico. American Antiquity 40:131‑147.
1981 Caves, Gods and Myths: World‑View and Planning in Teotihuacan. En Mesoamerican Sites and World View (editado por Elizabeth P. Benson):1‑39. Dumbarton Oaks, Washington, D.C.
Houston, Stephen D.
1987 The Inscriptions and Monumental Art of Dos Pilas, Guatemala: A Study of Classic Maya History and Politics. Tesis Doctoral, Yale University, New Haven.
Houston, Stephen D. y Peter Mathews
1985 The Dynastic Sequence of Dos Pilas, Guatemala. Pre-Columbian Art Research Institute, Monograph 1. San Francisco.
Tozzer, Alfred M.
1907 A Comparative Study of the Mayas and the Lacandones. Archaeological Institute of America, New York.
Vogt, Evon Z.
1969 Zinacantan: A Maya Community in the Highlands of Chiapas. Harvard University Press, Cambridge.
1976 Tortillas for the Gods: A Symbolic Analysis of Zinacantan Ritual. Harvard University Press, Cambridge.
1983 Ancient and Contemporary Maya Settlement Patterns: A New Look at the Chiapas Highlands. En Prehistoric Settlement Patterns: Essays in Honor of Gordon R. Willey, (editado por E. Z. Vogt and R. M. Leventhal):89‑114. University of New Mexico Press, Albuquerque.