Descargar este artículo en formato PDF
Lou P., Brenda
1994 Antiguas rutas de comunicación e intercambio entre las Tierras Altas y la Costa Sur de Guatemala: Evidencia mineralógica en sitios del centro de Escuintla. En VII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1993 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.87-106. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
11
ANTIGUAS RUTAS DE COMUNICACIÓN E INTERCAMBIO ENTRE LAS TIERRAS ALTAS Y LA COSTA SUR DE GUATEMALA: EVIDENCIA MINERALÓGICA EN SITIOS DEL CENTRO DE ESCUINTLA
Brenda Lou P.
Debido a la diferente conformación geológica no sólo del departamento de Escuintla, sino de todos los que forman la franja costera del Pacífico de Guatemala, hace que no se encuentre aquí la variedad de recursos minerales localizados en el resto del país. Debido a esto, los antiguos habitantes de la planicie costera tuvieron que recurrir a la importación de varios minerales para satisfacer las demandas básicas del trabajo, el ámbito religioso y de las relaciones interpersonales. La planicie costera del Pacífico es de formación relativamente reciente (Cuaternario), derivado de depósitos aluviales causados por la erosión y erupción de las Tierras Altas volcánicas al Norte (Molina s.f.: 9; Ponciano 1988:61; Lou 1991:17). Lo constituyen rocas volcánicas, metamórficas y sedimentarias (Molina s.f.; IGN 1972). En estas dos regiones se encuentra la mayor parte de recursos minerales del país. Identificar y localizar los yacimientos de tales minerales haría posible el especular sobre las rutas de comercio y relaciones de intercambio que existieron entre los habitantes de las áreas involucradas.
El comercio constituye una de las actividades sociales de la economía tendente a satisfacer las necesidades materiales. Generalmente se le define como el movimiento de bienes crudos y/o procesados de un lugar a otro, los cuales son indispensables para un grupo social pero que no pueden ser adquiridos localmente (Polanyi 1975:133; Chang 1975:211). Para que se de el comercio entre dos comunidades debe existir la mutua necesidad de cierto producto no local, pero las relaciones comerciales precisan de cierta organización y de los medios para lograrlo (Renfrew 1975:4).
Un tema interesante en cuanto al intercambio de bienes, lo constituyen los minerales aquí tratados, pues entran en la categoría de materiales exóticos, siendo que no son productos locales, tienen que importarse siendo por consiguiente, escasos (Michels 1979:111). En los trabajos arqueológicos realizados en los conocidos sitios de Balberta, Bonanza, Anna y Bonampak (Figura 1) se recuperaron artefactos con minerales propios de las Tierras Altas guatemaltecas. El uso al que se han identificado son para ornamentos, herramientas y como pigmentos.
Entre los objetivos trazados para esta investigación están el intentar conocer las rutas antiguas de comunicación que unieron la Costa Sur con la tierra fría; también, conocer la importancia de las mismas dentro del desarrollo cultural de la Costa Sur y por último, determinar la utilidad y aplicación de estos minerales exóticos entre los habitantes de los sitios costeros.
Figura 1 Mapa de Guatemala, mostrando regiones geológicas, yacimientos minerales y sitios
arqueológicos
El área de investigación se concentra en toda la franja costera pero alcanza las Tierras Altas y parte oriental guatemaltecas, la primera por localizarse los sitios trabajados y en la segunda, porque es aquí donde se encuentran los yacimientos mineralógicos. En cuanto al aspecto cronológico, éste abarcará del Formativo Medio al Clásico Tardío, debido al contexto de las muestra obtenidas, aunque se hará referencia a épocas más tempranas y posteriores a las ya designadas, como en el caso de la discusión en cuanto a las rutas de intercambio o la presencia en sitios costeros, de elementos minerales foráneos.
EL ANÁLISIS DE LABORATORIO
Para la identificación de los artefactos de piedra verde y del pigmento aplicado a los entierros de Balberta, se contó con la ayuda profesional del personal y los laboratorios del Ministerio de Energía y Minas de Guatemala. Se agradece en particular a los señores Hugo Lucero, César Cisneros, Rolando Gordillo, Gustavo Recinos, Walter Zelada y Mayra Villatoro.
LOS MINERALES INVESTIGADOS
Entre éstos, únicamente se incluirán los que con mayor frecuencia han sido recuperados en los sitios aquí reportados. Con esto no se descarta la existencia de otros minerales, pero que debido a su escasez y dificultad para reconocer su uso en tiempos prehispánicos, no son aquí discutidos.
JADE
El jade ha sido uno de los minerales más usados en épocas prehispánicas para la elaboración de joyería y ornamentos (Kidder, Jennings y Shook 1946:104; Rands 1965:579) y como símbolo de prestigio, riqueza y poder no sólo en el área Maya (Rands 1965; Garber 1983:800; Schele y Miller 1986:34), sino en casi toda Mesoamérica.
Se ha aceptado que bajo el término jade se encuentran dos variedades de minerales: la jadeíta (piroxenos) y la nefrita (anfíboles), pertenecientes ambos al grupo de los silicatos (Olmedo y González 1986:76; Hurlbut s.f.:257). Son químicamente diferentes, por la forma en que las moléculas de sílice y oxígeno se encadenan entre sí, pero comparten la dureza y un color verde generalmente. La jadeíta es un silicato de sodio y aluminio. En piezas pulidas es difícil distinguir una de otra, pero puede hacerse en base al lustre, puesto que la nefrita es aceitosa y la jadeíta, vítrea, más brillante (Hurlbut s.f.; Stirling 1961:52).
En cuanto al color de la nefrita, puede variar de blanco a gris (tremolita) debido a la cantidad de magnesia en su composición, pero al disminuir ésta y aumentar la cantidad de hierro, el color va de verde claro a oscuro (actinolita). Por lo general, el color de la nefrita es más uniforme que el de la jadeíta. Esta puede llegar a tener un color verde muy oscuro (cloromelanita) por la cantidad de calcio, magnesia y sobre todo, hierro. El verde es el color con que mejor se conoce al jade, pero debido a las impurezas, existen jades de color amarillo, malva, café, azul, gris y negro.
FUENTE
La jadeíta se encuentra en zonas de gran metamorfismo asociada a concentraciones de serpentina, aunque no siempre ocurre así (Foshag 1954:11; Foshag y Leslie 1955:81; Olmedo y González 1986:80; Gasco y Voorhies 1989:59). Varios investigadores concuerdan en que el área del valle del Motagua por San Cristóbal Acasaguastlán, contiene los depósitos conocidos de jadeíta en Mesoamérica (Foshag y Leslie 1955; Parsons y Price 1971:176; Becquelin y Bosc 1973:67; Hammond et al 1977; Brown 1977; Olmedo y González 1986:78; Gasco y Voorhies 1989).
APLICACIÓN
Diversos artefactos de jade se recuperaron en los sitios de Balberta, Anna y Bonanza (Figura 1). Ornamentos como cuentas redondeadas, tubulares y de botón se tienen de jadeíta.
Existe variedad en la calidad y color de los artefactos de jade en estos tres sitios, así como de algunos otros sitios observados; esto concuerda con lo dicho por Olmedo y González (en base a Hammond et al 1977) que en el valle del Motagua explotaban varias fuentes minerales en épocas prehispánicas (1986:85).
SERPENTINA
Densa y masiva, la serpentina es el principal mineral constituyente de las rocas de serpentina, proveniente de la descomposición (es metamórfica) de rocas eruptivas básicas, debido a la acción de aguas profundas (Klockman y Ramdohr 1947:625; Hurlbut s.f.:58; Mottana et al 1987).
Su apariencia bajo el microscopio es fibrosa, escamosa y hojosa. Aunque hay de colores pardo amarillento, pardo rojizo y negro, predomina el verde en todos los tonos de pálido a oscuro (Klockman y Ramdohr 1947; Hurlbut s.f.). Después de cortada y pulida, adquiere un bello color jaspeado. Es uno de los minerales verdes más usados para imitar al jade (Foshag 1954:23-4), aunque es de una dureza muy inferior (Hurlbut s.f.).
FUENTE
Se encuentra principalmente en la franja de la Cordillera Central y poco en la parte central del cinturón volcánico guatemalteco (Ministerio de Economía 1965, 1966; Ministerio de Energía y Minas 1989).
APLICACIÓN
Al igual que el jade, en la muestra de objetos de los sitios investigados, pudo observarse que la serpentina fue utilizada para fabricar ornamentos y herramientas (hachuelas). Cuentas redondas y tubulares son las formas que predominan entre los ornamentos de esta piedra color verde, semejante al de algunos jades. Debido quizá a esto último y por el acabado lustroso al ser pulida, la serpentina fue utilizada como un sustituto de los apreciados objetos de jade, puesto que los yacimientos son más abundantes y el mineral es más fácil de trabajar por poseer una menor dureza.
GRAFITO
Mineral metamórfico transformado de depósitos carbónicos sedimentarios. Su color es gris de acero oscuro o negro opaco, con brillo submetálico. Es blando y untuoso al tacto (Klockman y Ramdohr 1947:322-3; Mottana et al 1987).
FUENTE
Se reporta entre las rocas de la Cordillera Central (Ministerio de Economía 1965).
APLICACIÓN
Usado como pigmento para decorar vasijas cerámicas de los tipos finos rojo y naranja en los sitios de Anna y Bonampak.
HEMATITA ESPECULAR
Una variedad de las hematitas, mineral muy pesado, duro pero frágil y sin exfoliación, común en numerosas rocas eruptivas como la lava, en las pegmatitas y en los filones hidrotermales, pero raro entre las rocas plutónicas. Los principales depósitos son de origen sedimentario. Al molerlo, el polvo es de un rojo cereza oscuro con diminutos cristales brillantes (Mottana et al 1987; Beaudry 1989).
FUENTE
Se localiza en la zona del Polochic entre Tucurú y La Tinta, en Alta Verapaz (Cisneros, comunicación personal 1992) y en Mataquescuintla (Lucero comunicación personal 1992). Se reporta en San Antonio La Paz, El Progreso; en Joyabaj, Quiché y en Tejutla, San Marcos (Ministerio de Economía 1965). Existe en Cubulco-Rabinal, Baja Verapaz (Figura 1).
APLICACIÓN
Como un pigmento (Mottana et al 1987), su uso se aprecia en la decoración de la mayor parte de los tipos cerámicos del Grupo Novillero en los sitios de Anna, Bonanza y Bonampak, el cual se relaciona con los materiales de la fase Conchas de la tradición Naranjo (Bove 1992). Un minucioso trabajo llevado a cabo por Beaudry y publicado en 1989, ilustra de manera amplia los sitios y las épocas en que encontró cerámica decorada con hematita especular en la Costa del Pacífico de Guatemala, discutiendo la relevancia de las relaciones entre el Altiplano y la Costa.
Por el brillante aspecto de los cristales sobre el fondo rojo bermellón, este pigmento debió dar una presencia elegante y llamativa a la cerámica decorada con ella, pues su uso, que aparece en cuencos del Formativo (Beaudry 1989; Arroyo 1992; Pye 1992) hasta el Postclásico, tiene pocas interrupciones.
CINABRIO
Este mineral tiene un origen hidrotermal a temperaturas bajas; se manifiesta en rocas de distintos tipos relacionados a manifestaciones volcánicas, como sublimado en cráteres activos. También forma depósitos químicos de las fuentes hidrotermales o fumarolas. El cinabrio es blando, frágil y pesado, de brillo adamantino si tiene forma de cristales, pero opaco si se halla en agregados de granos finos y terrosos. En ambos casos se caracteriza por su color y raya rojo, ya que al volverlo polvo presenta un color rojo bermellón. Es un mineral importante de donde se obtiene el mercurio (Klockman y Ramdohr 1947:354-5; Mottana et al 1987).
FUENTE
Se reportó la posible presencia de este mineral en Zunil, Quetzaltenango, asociado a fumarolas (Figura 1; Lucero y Cisneros comunicación personal 1992), presencia que fue confirmada por el Ing. 7Gordillo (comunicación personal 1993), quien extrajo una muestra de uno de los lados del Zunil, misma que al ser analizada resultó ser cinabrio.
APLICACIÓN
Su uso se delimitó únicamente en el sitio de Balberta, ya que aquí fue donde se reportó una gran cantidad de entierros, algunos de ellos presentaron coloración rojiza en alguna parte de los huesos y la tierra alrededor.
SITIOS EN ESCUINTLA Y LA UTILIZACION DE LOS MINERALES
BALBERTA
Sitio importante reportado por Shook en 1969 (Medrano 1988:30), el cual ha sido intensamente investigado desde 1984 hasta 1987 por Bove y colaboradores, dando a luz interesantes e importantes resultados (Bove 1988; Arroyo 1987; Arroyo y Bove 1989; Medrano 1988, 1989a, 1989b; Carpio 1987, 1989; Herman 1987; Chinchilla 1990; Lou 1987, 1990, 1991). Aunque su principal ocupación y desarrollo se observa entre el Formativo Terminal (100 AC – 200 DC) al Clásico Temprano (200-400 DC), Balberta muestra evidencias de asentamientos en el área desde el Formativo Medio (900/800 AC), con presencia incluso en el Formativo Temprano (1700-900 AC), hasta el Clásico Tardío (600-900 DC; Lou 1991).
Balberta (Figura 1) se encuentra ubicado en la planicie costera en el municipio de La Democracia, Escuintla, entre los ríos Acomé y Achiguate, distante 18 km del Océano Pacífico tierra adentro. El centro rector durante su máximo esplendor lo constituye Balberta Central (Figura 2), centro cívico-ceremonial cuya mayor estructura es una gran plataforma residencial para la élite gobernante (Medrano 1989a). A su alrededor se encuentran distribuidos gran cantidad de montículos habitacionales, donde llama la atención la concentración de los mismos en las proximidades de los zanjones naturales que riegan el área (Lou 1991).
En 1986 y 1987 se llevaron a cabo los trabajos de excavación, siendo el primer año cuando se hicieron dichos trabajos en forma más intensiva y extensiva, cubriendo el sitio central así como los montículos residenciales alrededor (Arroyo 1987; Lou 1991). La muestra de estructuras escogidas para excavar, son del Formativo Terminal y Clásico Temprano.
Entre la muestra recuperada de artefactos minerales están:
ORNAMENTOS DE JADEÍTA
Un total de ocho ornamentos hechos de jadeíta se tienen de las excavaciones. Cuatro de ellos fueron encontrados cada uno como parte de la ofrenda funeraria de igual número de entierros del Formativo Terminal (Nos. 1, 3, 11 y 16) y consistían de dos pequeñas cuentas circulares, una cuenta tubular y una orejera.
De los otros cuatro, de claros contextos del Clásico Temprano, sólo uno se asocia a un entierro (Entierro 20) y de los restantes tres, dos provenían de los montículos dentro o asociados a Balberta Central, mientras que el último proviene de un montículo de 1 m de alto y distante 2800 m del sitio central; consisten en dos pequeñas cuentas circulares (una es un fragmento) y dos cuentas tubulares. El personaje del entierro parece haber sido alguien importante allegado a la clase gobernante de Balberta Central, pues fue enterrado en un montículo al sur de éste (Arroyo 1987:35).
Resumiendo, para el Formativo Terminal y Clásico Temprano en Balberta, el uso de ornamentos de jade parece haber sido exclusivo de personajes de la élite o relacionados a ellos o artesanos especialistas con mejor posición económica y social. Esta interpretación se basa principalmente en la información de los entierros, pero las estructuras elitistas en donde se halló jade, lejos de rechazarla, confirma lo antes dicho.
ORNAMENTOS DE SERPENTINA
En Balberta se recuperaron en total siete artefactos de serpentina en las excavaciones, seis se fechan para el Formativo Terminal y una para el Clásico Temprano. De las primeras, cuatro pertenecían a ofrendas funerarias de entierros en montículos ubicados en el área habitacional de Balberta y los otros dos, entre el relleno de montículos. Sólo uno de éstos se encontró en una estructura dentro de Balberta Central.
De toda la muestra anterior, cinco piezas eran ornamentos y se hallaron en contextos del Formativo Terminal. Cuatro de ellos eran de tres entierros (dos en el Entierro 5 y uno en cada Entierro 12 y 15) y todos son cuentas alargadas y el otro, encontrado entre el relleno de la Estructura 21 de la plaza de Balberta Central, una cuenta bien pulida en forma de botón (Figura 7).
Figura 2 Mapa topográfico de Balberta
Figura 3 Mapa topográfico de Anna
Figura 4 Mapa topográfico de Bonanza
HERRAMIENTAS DE SERPENTINA
En uno de los montículos del Formativo Terminal excavado en la Brecha Norte se obtuvo un fragmento de hachuela y la única pieza del Clásico Temprano se trataba de una hachuela que formaba parte de una ofrenda mortuoria de un individuo de sexo masculino, cuyo cuerpo fue cubierto con un pigmento rojo.
PIGMENTO PARA PINTAR-DECORAR
En seis entierros de Balberta fue utilizado el cinabrio como pigmento para cubrir el cuerpo de los difuntos; se identificó en tres entierros del Formativo Terminal, en dos del Clásico Temprano y en el único del Clásico Tardío (Figura 7).
ANNA
Este sitio (Figura 1) se encuentra ubicado aproximadamente 18 km al oeste de Balberta, con una elevación de 32 m SNM y a 17 km del Océano Pacífico. Lo componen 11 montículos que cubren un área de 800 m², distribuidos de tal manera que el sitio tiene una conformación alargada en el terreno (Figura 3) y forma parte de los sitios tempranos en el área de Paryjuyu. Bove inició trabajos de mapeo y reconocimiento en esta área en 1979-80 y 1983 (Bove 1989:59), excavándose hasta 1988 en Anna. Por la cerámica y la estratigrafía, se ha llegado a conocer que este sitio surgió en el Formativo Medio tardío llegando a ser para el Formativo Tardío un centro importante (Lou 1992; Bove 1992).
ORNAMENTOS DE JADE
Unicamente una cuenta de jadeíta fue recuperada de las excavaciones en el Montículo 1, entre un relleno mezcla de Formativo Medio Tardío y Formativo Tardío.
PIGMENTOS PARA PINTAR-DECORAR
Hematita especular y grafito para la cerámica.
BONANZA
Sitio del área de Paryjuyu, que se encuentra a 500 m al sur de Anna; tiene una elevación de 30 m SNM y está a 16.3 km del Océano Pacífico (Figura 1). Sus ocho estructuras principales cubren 690 m² (Figura 4). Al igual que en Anna, Bove (1989:57-8) trabajó en este sitio en 1979-80 y 1983, pero en 1985 realizó pequeñas excavaciones que vinieron a ser reforzadas con iguales trabajos en las temporadas de 1988 y 1990. El inicio de la ocupación en Bonanza se inicia más tardío que en Anna y Bonampak, es decir, desde el Formativo Tardío (Lou 1992; Bove 1992). Pese a la cantidad de materiales cerámicos y otros artefactos recuperados de las excavaciones y reconocimientos, fueron mínimas las cantidades de ornamentos o herramientas de minerales.
HERRAMIENTAS DE JADE
Un fragmento de hachuela de cloromelanita fue encontrada en la superficie del Montículo 1 (Figura 4).
ORNAMENTOS DE SERPENTINA
Una cuenta de serpentina se encontró entre el relleno del Montículo 1, con una secuencia cronológica que va del Formativo Tardío al Clásico Temprano.
BONAMPAK
Este sitio se encuentra ubicado a 45 km al norte de Anna, a una elevación de 38 m SNM y a 21.5 km del océano Pacífico (Figura 1). Sus siete estructuras cubren un área de 600 m² (Figura 5). Los trabajos de excavación en 1988 y 1990 revelaron una ocupación que se inicia en el Formativo Medio y continúa hasta el Clásico Tardío; es en el primer periodo donde Bonampak pasa a ser un centro bajo el dominio de Anna (Lou 1992; Bove 1992).
ORNAMENTOS DE SERPENTINA
Una cuenta tubular de serpentina se recuperó de las colecciones de la superficie y otra cuenta tubular y una redondeada se obtuvo en las excavaciones del Montículo 4, con fecha del Formativo Medio y Tardío y Clásico Temprano (Figura 5).
PIGMENTOS PARA PINTAR-DECORAR
Grafito en la cerámica rojo y naranja fina y hematita especular en la cerámica del grupo Novillero, así como en varios tipos finos.
ANTIGUAS RUTAS DE INTERCAMBIO
La planicie costera puede verse como un amplio corredor natural por el que la movilización este-oeste, únicamente sería afectada por los múltiples ríos que la cruzan a todo lo ancho y que puede ser accesible desde casi cualquier parte de las Tierras Altas, por los varios corredores naturales que existen entre las montañas y volcanes o siguiendo el curso de los ríos que nacen entre las montañas y desembocan en el mar.
El conjeturar sobre dichas rutas naturales ha sido posible por datos recabados de los conquistadores y cronistas españoles, por las descripciones de los viajeros y religiosos y por los datos arqueológicos, tanto en el asentamiento de los sitios sobre las supuestas rutas así como por la distribución de ciertos rasgos estilísticos compartidos entre regiones. Además, algunos de tales caminos han perdurado hasta la actualidad, siendo aún utilizados para viajar vía Costa Sur-Altiplano y viceversa (Robinson 1990; Aparicio, comunicación personal 1992; Gutiérrez, comunicación personal 1992).
Varios pasos usados antiguamente entre las Tierras Altas hacia la Costa Sur, han sido propuestos. Seguidamente se presentarán algunas de tales rutas, como lo exponen varios investigadores quienes las recorrieron sobre el terreno al momento de hacerse los estudios correspondientes, pasando por sitios arqueológicos y/o poblados modernos y son aún utilizados. Por seguro, éstos no son los únicos que debieron existir antes de la conquista, sino otra gran cantidad de pasos importantes, así como de caminos secundarios que enlazarían poblados menores o comunicarían con lugares especiales de explotación de recursos naturales. También se expondrá la ruta seguida por Pedro de Alvarado durante la conquista del Altiplano y Costa Sur de Guatemala.
Figura 5 Mapa topográfico de Bonampak
Considerado como uno de los pasos de comunicación más importante en épocas Clásicas, el valle de Guatemala conecta la bocacosta del Pacífico con el valle del Motagua (Michels 1969; Parsons y Price 1971; Brown 1977). Desde la bocacosta hacia la planicie costera se sigue por el paso de Escuintla (Michels 1969) y desde el Motagua se puede comunicar con el Mar Caribe (Brown 1977). Es por esta vía que al valle de Guatemala van a confluir todos los productos provenientes, por un lado, de la Costa Sur y por el otro, de las Tierras Altas y Bajas mayas. En base a lo anterior, de Brown (1984:229) se presentan las dos primeras rutas hipotéticas en donde, partiendo cada una desde Guaytán:
1. La primera se dirige a cruzar el valle de Guatemala y baja hacia la Costa Sur, llamándola la Ruta del Sur o del valle de Guatemala (Figura 6).
2. La segunda sigue hacia lo largo del río Motagua buscando sus orígenes al oeste, en la cuenca de Quiché y después cruza las montañas de la cuenca de Atitlán para bajar también a la Costa Pacífica y la llama la Ruta del Valle del Río Motagua Superior del Norte (Figura 6), considerando ésta como la más antigua de ambas. Esta ruta temprana cambiaría posteriormente de importancia por la otra propuesta de Brown, la del valle de Guatemala, hacia fines del Formativo, perdurando hasta todo el Clásico Medio (Brown 1977).
3. Otro paso conocido es el llamado Pasillo o Corredor de Alotenango por Robinson, una ruta de comunicación comercial que unió la región Kaqchikel con las tierras costeras del sur y que cruza el valle formado entre los volcanes de Fuego-Acatenango y Agua (1990:9,10). Esta ruta pasaría por los poblados modernos de Antigua, Ciudad Vieja, San Miguel Dueñas y Alotenango para llegar a Escuintla (Aparicio, comunicación personal 1992; Figura 6).
4. Otra variante de la anterior que se alejaría al salir de Alotenango hacia el Occidente, es presentada por Chinchilla y Benítez (1992) en base a datos históricos de los siglos XVII y XVIII. Partiendo del desaparecido pueblo de San Pedro Aguacatepeque, pasaba por San Andrés Echanosuma (Osuna) hacia Siquinala y Santa Lucía Cotzumalguapa (Figura 6). Antes de llegar a Osuna, este camino pasa por el sitio arqueológico La Reunión; los investigadores consideran que ésta era una ruta antigua de comunicación usada por los frailes para pasar del Altiplano a la región costera en sus visitas misioneras.
5. Existe otro pasaje entre montañas en la región occidental, que enlazaría la bocacosta de Retalhuleu con las Tierras Altas de Quetzaltenango, cuyo origen se remonta a épocas prehispánicas según Gutiérrez (comunicación personal 1992). Partiendo del Asintal o si se desea desde el sitio de Tak´alik Ab´aj, seguiría el camino hacia el norte, comunicándose con Colomba, San Martín Sacatepéquez, Concepción Chiquirichapa, San Mateo hasta llegar a Quetzaltenango (Figura 6).
La conquista ocasionó profundos cambios sociales, económicos, políticos y religiosos en los pueblos que en ese momento poblaban Mesoamérica, cambios que de alguna manera alterarían las rutas de comunicación prehispánicas, al desaparecer comunidades completas y fundarse nuevas poblaciones indígenas, debido a las reducciones (Luján Muñoz 1987:309; Martínez 1979). A pesar de ello, los documentos históricos escritos por los conquistadores, cronistas y frailes que han llegado hasta nosotros, brindan valiosa e importante información, pues muchas veces tuvieron que valerse de los caminos prehispánicos en sus viajes por el territorio guatemalteco.
La descripción más temprana de los pueblos visitados por un conquistador español, se encuentran en las cartas de relación de Pedro de Alvarado escritas a Hernán Cortés en 1524.
En su primera carta de relación, Alvarado (1967:95-105) no menciona el lugar exacto por donde penetró con sus huestes conquistadoras a la Costa Sur guatemalteca, proveniente del Soconusco chiapaneco. Según se puede colegir en la descripción de Alvarado, los castellanos vinieron bordeando próximos a la bocacosta. De Fuentes y Guzmán (en Luján Muñoz 1987:111) y de Zamora Castellanos (1945) se tienen descripciones de los lugares recorridos por Alvarado en su viaje de conquista. Ambos mencionan que al salir los españoles de Soconusco atravesaron la región de Suchitepéquez, cruzando varios ríos como El Cabuz y Tilapa entre otros. También encontraron pequeños poblados abandonados antes de llegar a Xetulul, al otro lado del río Samalá. Para el día 20 de febrero de 1524 el Memorial de Sololá, fecha la llegada de Alvarado a Xetulul (bajo los zapotes; Recinos 1980:99), llamado también por los indios mexicanos Zapotitlán (lugar de zapotes; Recinos 1986:65). Después de rendir a los de Xetulul, siguieron al norte hacia Quetzaltenango, bordeando las quebradas de la margen derecha del río Samalá.
En la segunda carta de relación, Alvarado sale de la ciudad de Guatemala (Iximche) para conquistar más pueblos para la corona española, bordeando la bocacosta hasta llegar a Cuxcatlán (en El Salvador). La ruta seguida a través del pacífico es: Yzcuyntepeque (en Nahua es Izquintepec, hoy Escuintla según Feldman 1974:8), Atiepar, Tacuilula, Taxisco, Nacendelán (Nancinta en Nahua según Feldman 1974:9) y Pazaco (Pasaco), para después pasar a El Salvador (Figura 6). La actual Carretera Internacional del Pacífico continúa casi sin variación esta misma ruta.
Además de estas rutas propuestas para llevar artículos del Altiplano a la costa y viceversa, existe la posibilidad de otras rutas alternas entre los volcanes, siguiendo el curso de los numerosos ríos que surcan la planicie costera y desembocan en el mar Pacífico. Según fuentes históricas, algunos de estos ríos parecen haber sido navegables en tiempos de la colonia, por no decir en tiempos prehispánicos, donde el caudal de los ríos debió ser mucho mayor de lo observado actualmente. Por ejemplo, Crespo en 1740 describe que en el pueblo de «Texquaco» existe «un río caudalosísimo que le nombran el Río Texquaco que todo el año se maneja con canoa» (Crespo 1935:11). También narra la existencia de otros ríos caudalosos.
Figura 6 Maya de las rutas de comunicación/intercambio entre las Tierras Altas y Costa Sur de
Guatemala
APRECIACIONES GENERALES
Por la presencia evidente de estos minerales en los sitios costeros, el comercio amplio a larga distancia existió, pero los mecanismos por los cuales funcionó sólo pueden ser inferidos.
Al lograr identificar los minerales de los artefactos y pigmentos, puede localizarse la ubicación de sus respectivas fuentes o yacimientos en el territorio guatemalteco y al revisar crónicas, viejos mapas, conocer la geografía de la región y los viejos caminos que aún persisten, trazar los caminos prehispánicos por donde fueron transportados.
Figura 7 Tabla con el contexto de los minerales en Balberta
La complejidad del sistema y redes comerciales en estas áreas para el tiempo de la conquista, es sólo el resultado de un largo y continuo proceso socioeconómico y cuyos antecedentes deben buscarse en las raíces mismas al poblamiento de la región costera. El comercio e intercambio como agentes involucrados en el desarrollo de sociedades complejas, no debe descartarse al analizar dicho fenómeno.
Desde sus inicios, los pobladores de la Costa Sur de Guatemala participaron en alguna medida dentro de las vastas redes de intercambio mesoamericanas. Esto es palpable desde inicios del Formativo por la evidencia lítica (obsidiana y piedra volcánica) y en la cerámica (aplicación de hematita especular). La necesidad de satisfacer su economía familiar y la de compartir los patrones estilísticos decorativos, motivaron el creciente intercambio con sociedades de diferentes regiones y a pesar de carecer de recursos minerales apropiados, lograron proveerse de lo necesario intercambiando la gran variedad de productos propios del ambiente de bocacosta, la planicie y litoral del Pacífico. De la gran variedad de bienes importados del Altiplano, los productos exóticos formaban parte de un importante renglón en la economía local a nivel de élite.
Aunque se hablaron de algunas rutas prehispánicas de comunicación-intercambio entre las Tierras Altas-Costa Sur, también se quiere señalar que existieron los caminos que conectarían toda la planicie y bocacosta por completo. Estos son más difíciles de identificar, a diferencia de los pasos visibles y aún abiertos entre las montañas. En la planicie costera esto es más evidente pues los caminos entre la frondosa selva, algunos de los cuales conoció Alvarado, ya no existen (ni selva ni caminos).
A pesar de los dramáticos cambios operados entre la población local desde el momento de la conquista y el proceso de colonización españolas, perduran hasta nuestros días las más importantes rutas de comunicación y comercio heredadas desde épocas prehispánicas, mismas que fueron utilizadas por los conquistadores y religiosos, para transitar por unas de las regiones de mayor fertilidad y riqueza natural en Guatemala, la costa del Pacífico.
REFERENCIAS
Alvarado, Gilberto
1994 Aspectos Ecológicos del Petén, Guatemala. En Investigaciones Arqueológicas en Nakbe, Peten: El Resumen de la Temporada de Campo de 1993, editado por R.D. Hansen, pp. 113-138. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala.
Arroyo, Bárbara
1987 Patrón funerario en Balberta, Escuintla: algunas comparaciones con otros sitios e inferencias sobre su organización social. Tesis de Licenciatura, Area de Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.
1992 El Formativo Temprano en la Costa del Pacífico central de Guatemala. En V Simposio de Arqueología Guatemalteca, 1991, editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S.V. Brady, pp.61-70. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Arroyo, Bárbara y Frederick J. Bove
1989 Malacates de Balberta y otros sitios en la región de Escuintla. En II Simposio Sobre Investigaciones Arqueológicas de Guatemala, 1988, pp. 79-89. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Beaudry, Marilyn P.
1989 Investigation of Interregional Contacts: The Distribution and Use of a Specialized Pigment. En New Frontiers in the Archeaology of the Pacific Coast of Southern Mesoamerica, editado por F.J. Bove y L. Heller, pp.195-208. Arizona State University Anthropological Research Papers, No. 39, Tempe.
Becquelin, Pierre y Eric Bosc
1973 Notas sobre los yacimientos de albita y jadeíta de San Cristóbal Acasaguastlán, Guatemala. En Estudios de Cultura Maya 9:6773. Universidad Nacional Autónoma de México, México.
Bove, Frederick J.
1988 La evolución cultural de los estados tempranos en la Costa Sur de Guatemala: ideas y evidencias. Ponencia, Asociación Tikal, Guatemala.
1989 Formative Settlement Patterns on the Pacific Coast of Guatemala. A Spatial Analysis of Complex Societal Evolution. BAR International Series 493. Oxford.
1992 El Proyecto Paryjuyu: una prueba a la hipótesis de Hatch. En III Simposio de Arqueología, 1989, editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S.V. Brady, pp.299-306. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Brown, Kenneth L.
1977 The Valley of Guatemala: A Highland Port of Trade. En Teotihuacan and Kaminaljuyu: A Study in Prehistoric Culture Contact, editado por W.T. Sanders y J.W. Michels, pp.205-395. Pennsylvania State University Press, Monograph Series on Kaminaljuyu, Pennsylvania State University, Pittsburgh.
1984 Hallucinogenic Mushrooms, Jade, Obsidian, and the Guatemalan Highland: What did the Olmecs Really Want? En Trade and Exchange in Early Mesoamerica, editado por K.G. Hirth, pp.215-33. University of New Mexico Press, Albuquerque.
Carpio Rezzio, Edgar H.
1987 Análisis preliminar de la obsidiana de Balberta. Ponencia, I Simposio Sobre Investigaciones Arqueológicas de Guatemala, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
1989 Las herramientas de obsidiana en Balberta: tecnología y función. Tesis de Licenciatura, Area de Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.
Chang, Kwang-Chih
1975 Ancient Trade as Economics or as Ecology. En Ancient Civilization and Trade, editado por J.A. Sabloff y C.C. Lamberg-Karlovsky, pp.211-24. School of American Research, University of New Mexico Press, Albuquerque.
Chinchilla Mazariegos, Oswaldo
1990 Estudio nutricional de los restos óseos prehispánicos de Balberta, Escuintla, por medio del análisis de estroncio. Tesis de Licenciatura, Facultad de Química y Farmacia, Universidad de San Carlos, Guatemala.
Chinchilla, M. Teresita y José E. Benítez
1992 La Reunión. Ponencia, VI Simposio de Arqueología Guatemalteca, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Crespo, Alonso
1935 Relación geográfica del Partido de Escuintla. En Boletín del Archivo General del Gobierno, pp. 9-15. Guatemala.
Feldman, Lawrence H.
1974 Papers of Escuintla and Guazacapan: A Contribution to the History and Ethnography of South-Eastern Guatemala. Occasional Publications in Mesoamerican Anthropology, No. 7. Museum of Anthropology, University of Northern Colorado, Greeley.
Foshag, Willian F.
1954 Estudios mineralógicos sobre el jade de Guatemala. Antropología e Historia de Guatemala 6 (1):347.
Foshag, William F. y Robert Leslie
1955 Jadeite from Manzanal, Guatemala. American Antiquity 21 (1):81-3.
Garber, James F.
1983 Patterns of Jade Consumption and Disposal at Cerros, Northern Belize. American Antiquity 48 (4):800-807.
Gasco, Janine y Barbara Voorhies
1989 The Ultimate Tribute: The Role of the Soconusco as an Aztec Tributary. En Ancient Trade and Tribute: Economies of the Soconusco Region of Mesoamerica, editado por B. Voorhies, pp.48-94. University of Utah Press, Salt Lake City.
Hammond, N., A. Aspinall, S. Feather, J. Hazelden, T. Gazard y S. Aguell
1977 Maya Jade: Source Location and Analysis. En Exchange Systems in Prehistory, editado por T.K. Earle y J.E. Ericson, pp.35-67. Academic Press, New York.
Herman, Carlos
1987 Descubrimientos especiales en la plataforma de Balberta Central. Ponencia, Primer Simposio Sobre Investigaciones Arqueológicas de Guatemala, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Hurlbut, Jr. y Cornelius S.
s.f. Minerals and Man. Random House, New York.
Instituto Geográfico Nacional
1972 Atlas Nacional de Guatemala. Instituto Geográfico Nacional, Ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas, Guatemala.
Kidder, Alfred V., J.D. Jennings y Edwin M. Shook
1946 Excavations at Kaminaljuyu, Guatemala. Carnegie Institution of Washington, Pub.561. Washington, D.C.
Klockman, F. y P. Ramdohr
1947 Tratado de Mineralogía. Editorial Gustavo Gili, S.A., Barcelona.
Lou Pichiyá, Brenda
1987 Resultado de los reconocimientos: análisis preliminar del patrón de asentamiento de Balberta. Ponencia, Primer Simposio Sobre Investigaciones Arqueológicas de Guatemala, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
1990 Patrón de distribución antiguo del sitio de Balberta. Ponencia, IV Simposio de Arqueología Guatemalteca, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
1991 Un análisis del patrón de asentamiento de Balberta, Escuintla, Guatemala: perspectivas para un estudio regional. Tesis de Licenciatura, Area de Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.
1992 Investigaciones arqueológicas en el área de Paryjuyu: resultados preliminares. En Memorias Del Primer Congreso Internacional de Mayistas, 1989, 2:9-27. San Cristóbal de las Casas, Centro de Estudios Mayas, Chiapas.
Luján Muñoz, Jorge
1987 Inicios del Dominio Español en Indias. Editorial Universitaria, Colección Textos, No.4. Guatemala.
Martínez Peláez, Severo
1979 La Patria del Criollo. Editorial Universitaria Centroamericana, EDUCA, Costa Rica.
Medrano Busto, Sonia
1988 Arquitectura de Balberta, Escuintla. Tesis de Licenciatura, Area de Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.
1989a Estructura 1 de Balberta: Un Area Residencial. En II Simposio de Arqueología Guatemalteca, 1988, pp.68-76. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
1989b Balberta Central: un análisis preliminar de la cerámica. Ponencia, Primer Congreso Internacional de Mayistas, San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Michels, Joseph W.
1969 Patterns of Settlement in and Around Kaminaljuyu, Highland Guatemala. Ponencia, 134 Reunión Anual, American Association for the Advancement of Science, Boston.
1979 The Kaminaljuyu Chiefdom. The Pennsylvania State Universiy Press, Monograph Series on Kaminaljuyu, Pennsylvania State University, Pittsburgh.
Ministerio de Economía
1965 Nómina de Muestras Minerales de Guatemala. Dirección General de Minería e Hidrocarburos, Serie de Divulgación Técnica, No.4. Guatemala.
1966 Análisis de Muestras Minerales de Guatemala. Dirección General de Minería e Hidrocarburos, Serie de Divulgación Técnica, No.5. Guatemala.
Ministerio de Energía y Minas
1989 Informe Estadístico. Guatemala.
Molina González, Edgar Adolfo
s.f. Guía de investigación para bancos de materiales en el territorio de Guatemala. Facultad de Arquitectura, Universidad de San Carlos, Guatemala.
Mottana, A., R. Crespi y G. Liborio
1987 Guía de Minerales y Rocas. Editorial Grijalvo. Barcelona.
Olmedo, Bertina y Carlos J. González
1986 Áreas de actividad relacionadas con el trabajo del jade. En Unidades habitacionales mesoamericanas y sus áreas de actividad, editado por L. Manzanilla, pp.75-101. UNAM.
Parsons, Lee A. y Barbara J. Price
1971 Mesoamerican Trade and its Role in the Emergence of Civilization. En Observations on the Emergence of Civilization in Mesoamerica, editado por R.F. Heizer y J.A. Graham, pp.169-95. Contributions of the University of California, Archaeological Research Facility, No.11. University of California, Department of Anthropology, Berkeley.
Polanyi, Karl
1975 Traders and Trade. En Ancient Civilization and Trade, editado por J.A. Sabloff y C.C. Lamberg-Karlovsky, pp.133-54. School of American Research, University of New Mexico Press, Albuquerque.
Ponciano, Erick M.
1988 Un sector habitacional Clásico Tardío, sitio arqueológico Flamenco, Retalhuleu, Guatemala. Tesis de Licenciatura, Area de Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.
Pye, Mary E.
1992 Informe final del Proyecto Reconocimiento del Río Jesús, Departamento de Retalhuleu. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, Guatemala.
Rands, Robert L.
1965 Jades of the Maya Lowlands. En Handbook of Middle American Indians, Vol.3, Part 2, pp.561-80. University of Texas Press, Austin.
Recinos, Adrián
1980 Memorial de Sololá: Anales de los Cakchiqueles. Título de los Señores de Totonicapán. Piedra Santa, Guatemala.
Renfrew, Colin
1975 Trade as Action at a Distance: Questions of Integration and Communication. En Ancient Civilization and Trade, editado por J.A. Sabloff y C.C. Lamberg-Karlovsky, pp.3-59. School of American Research, University of New Mexico Press, Albuquerque.
Robinson, Eugenia J.
1990 Reconocimiento de los Municipios de Alotenango y Sumpango, Sacatepéquez: Informe Final del Proyecto Encuesta Arqueológica Kaqchikel. Reporte entregado al Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica y al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, Guatemala.
Schele, Linda y Mary Ellen Miller
1986 The Blood of Kings: Dynasty and Ritual in Maya Art. George Braziller, Inc., New YorkKimbell Art Museum, Fort Worth.
Stirling, M.W.
1961 The Olmecs, Artist in Jade. En Essays in Pre-Columbian Art and Archaeology, pp.43-59. Harvard University Press, Cambridge.
Zamora Castellanos, Pedro
1945 Itinerarios de la Conquista de Guatemala y El Salvador. Anales de la Sociedad de Geografía e Historia, Año XX, 20, 2, pp.124-41. Guatemala.