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06 El Grupo Este, Marinala, Escuintla: Análisis funcional – Mariana Sánchez – Simposio 8, Año 1994

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Sánchez, Mariana

1995        El Grupo Este, Marinala, Escuintla: Análisis funcional. En VIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1994 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.55-64. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

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EL GRUPO ESTE, MARINALA, ESCUINTLA:

ANÁLISIS FUNCIONAL

   Mariana Sánchez

El sitio arqueológico Marinala está localizado en la finca con el mismo nombre en el municipio La Gomera, Escuintla. Se encuentra entre los ríos Coyolate y Acomé, a una altura aproximada de 26 m sobre el nivel del mar y a 7 km al suroeste de la cabecera municipal (Figura 1). Se localiza dentro de la cuenca del río Acomé. Uno de los tributarios de este río, el zanjón El Para, pasa a 1.5 km al noreste del sitio.

Este sitio fue investigado por el Proyecto La Garrucha durante dos temporadas de campo, una en 1992 y otra en 1993. El proyecto se pudo llevar a cabo gracias al financiamiento de la Cátedra Kidder de Arqueología de la Universidad del Valle, la Asociación Tikal y el Museo Popol Vuh de la Universidad Francisco Marroquín. El proyecto contó con la aprobación del Instituto de Antropología e Historia y del propietario de la finca. Se llevó a cabo bajo la dirección de la Doctora Marion Popenoe de Hatch, con la colaboración de estudiantes avanzados de Arqueología de la Universidad del Valle de Guatemala.

El sitio Marinala consta de dos grupos principales de estructuras de barro: el Grupo Oeste y el Grupo Este (Figura 2). Según el análisis de la cerámica, es evidente que los pobladores del sitio estaban asociados con la tradición cerámica Naranjo (Hatch et al. 1993a:7). El Grupo Oeste se compone de cuatro estructuras (A, B, C y D) ordenadas alrededor de una plaza que hoy en día varían entre 0.75 y 2.50 m de altura (Figura 3). Al terminar nuestras investigaciones en esta sección del sitio pudimos determinar con base en el alto porcentaje de cerámica fina, un entierro con 33 vasijas y el arreglo formal de las estructuras, que se trataba de un área residencial elitista (Hatch et al. 1993a:8 y 1993b:2). Por medio de la cerámica se pudo determinar que este grupo fue ocupado durante la última parte del Preclásico Tardío.

Por el otro lado, el Grupo Este se compone de tres montículos de barro (E, F y G), que según el análisis preliminar de la cerámica, fueron ocupados durante la primera parte del Clásico Temprano (250400 DC). El ordenamiento de las estructuras es poco común, como en forma de «L», que está compuesta por una plataforma que se extiende de norte a sur. En el extremo sur de la misma está ubicado el Montículo E, que constituye la base de la «L», mientras que en el norte está localizado el Montículo F. La cercanía entre ambos montículos (85 m) y la presencia de la plataforma hacían fácil la comunicación entre éstos. El Montículo G se encuentra al este de la plataforma y es el más bajo de este grupo (Figura 4).

Después de la primera temporada, nos quedaron muchas preguntas sin responder. Una de éstas era la función del Grupo Este, ya que presentaba características muy singulares. Así fue como, durante la segunda temporada, dedicamos la mayor cantidad de tiempo y esfuerzo a la investigación en este grupo. Varios factores principales fueron tomados en consideración, entre los que estaban: (1) el ordenamiento de las estructuras en un patrón poco común en sitios de este período; (2) la presencia de dos depresiones extensas, una al norte y otra menor al sur, del grupo de estructuras; (3) la ubicación de este grupo sobre la veta, área arenosa formada cuando un antiguo río que cambió su cauce, un terreno que almacena agua en época de lluvias y que es muy seco en época de verano; y (4) la presencia de la capa negra arenosa alrededor de las estructuras, que por su carácter arenoso tiene poca capacidad de absorción de agua.

Al iniciar las investigaciones en este grupo nos habíamos planteado la pregunta de cuál había sido su función. En ese momento, nos vinieron a la mente cuatro hipótesis: (1) que el grupo había sido un observatorio astronómico, (2) que funcionó como un área residencial elitista, (3) que era un área agrícola y (4) que fue diseñado para ser un área defensiva.

Se investigó la posibilidad de que el grupo hubiese funcionado como un observatorio astronómico. Tomamos varios puntos y referencias con la brújula y el teodolito. Observamos el sol durante el solsticio, las estrellas y el horizonte y nada sugirió que ésa había sido su función.

Para poder investigar la segunda, tercera y cuarta hipótesis, fue necesario llevar a cabo varias excavaciones. Las excavaciones sacaron a luz múltiples datos importantes. Se notó que el Grupo Este, como ya dije antes, fue construido directamente sobre la veta (Figura 2). Es evidente que al momento de construir el sitio, el área estaba cubierta por arena. Sobre ésta iban a construir las estructuras, pero para hacerlo tenían que nivelar el área y poner una superficie que soportara las construcciones. Por esta razón, pusieron un piso blanquecino bastante duro que apareció debajo de las estructuras. Sobre este piso fueron construyendo las estructuras utilizando tierra caféamarillenta y cafégrisácea compactada como materia prima (Figura 5).

Decidimos excavar en lo que creíamos era la plaza para encontrar las diferentes etapas constructivas que se llevaron a cabo en este grupo. Para nuestra sorpresa, al ir profundizando en las excavaciones no se encontró la superficie de una plaza antigua. Por el contrario, encontramos sedimentos depositados por agua (Figura 6). La evidencia demostraba que la plataforma que sostenía las estructuras del Grupo Este estaba construida en un área pantanosa. Por lo anterior, parece que cuando este grupo estaba ocupado, todos los alrededores de la plataforma estaban cubiertos por arena con agua.

En el dibujo de cortes nortesur del Grupo Este se puede ver que las estructuras aparecen como una isla en el pantano (Figura 7a). Esta isla va disminuyendo en altura hacia el este (Figura 7b) y posiblemente también hacia el oeste, aunque este dato es difícil de determinar por las modificaciones recientes que ha tenido el terreno. La isla se encuentra delimitada al norte y al sur por dos depresiones grandes (Figura 7a) donde se almacenaba agua.

Al tener los datos de las excavaciones, nos dimos cuenta que el Grupo Este no podía ser un área residencial. La ausencia de caminos para atravesar el pantano, como por ejemplo entre los Montículos E y G, indica que había poco tráfico en el área; la escasez de cerámica y de otros materiales recuperados demuestra que no fue utilizado como lugar residencial. Es obvio que el carácter húmedo, con todo lo que éste conlleva (por ejemplo, mosquitos), de esta área no hubiera sido apropiado para vivir cómodamente. Por la misma razón, tampoco hubiera sido muy adecuado para agricultura. Si los antiguos habitantes hubieran deseado cultivar allí, el área pudo haber sido drenada, aunque no hay evidencia que éste fue el caso.

De las excavaciones en los alrededores de las estructuras obtuvimos un dato adicional. Sobre la capa de arena de la veta se encontró una capa de tierra muy negra arenosa (Figura 6). Esta capa es de origen volcánico, posiblemente el producto de una erupción del Volcán de Fuego o del Volcán de Pacaya, porque los vientos prevalecientes en esa área provienen del noreste. Esta capa no se encontró sobre las estructuras, lo que nos sugiere que los pobladores del área limpiaron las estructuras después de la erupción para evitar tener que caminar sobre la ceniza. Esta erupción puede ser fechada en forma muy precisa por medio de la cerámica encontrada en el Grupo Este. La construcción aparentemente empezó al inicio del Clásico Temprano (alrededor de 300 DC, equivalente a la fase Aurora de Kaminaljuyu), poco tiempo después que el Grupo Oeste (Hatch et al. 1993a: 3). El sitio aparentemente fue abandonado antes de la llegada de la influencia teotihuacana en el área (probablemente alrededor de 400 DC). Al saber que la erupción ocurrió antes que el sitio fuera abandonado, es posible fechar la deposición de la ceniza aproximadamente en 350 DC.

Queríamos saber si esta capa depositada por la erupción volcánica podría ser productiva para la agricultura. Para ello, consultamos con un especialista en suelos tropicales de la Universidad de Florida, quien nos dijo que para que una capa de origen volcánico pudiera ser utilizada para fines agrícolas debían pasar por lo menos 20 años después de haberse depositado. Esto refuerza nuestra creencia que durante la ocupación en el sitio, este suelo no era apropiado para la agricultura. Esta capa volcánica, entonces, no cambió significativamente la naturaleza básica del área pantanosa.

Para investigar más profundamente la posibilidad que el área fue estructurada con fines defensivos, hicimos un reconocimiento en los alrededores del Grupo Este, poniendo especial atención a las dos grandes depresiones, una al norte y la otra al sur de las estructuras (Figura 4). La depresión al norte, localizada a 50 m aproximadamente del Montículo F, era más grande y un poco más profunda que la localizada al sur. Observamos que en el duro invierno que pasamos en el campo, una gran cantidad de agua se almacenaba en esta depresión. Según nos dijeron los trabajadores, después de varias semanas de lluvias se llena con peces y llegan pájaros acuáticos.

En el mismo reconocimiento localizamos otra estructura que nombramos Montículo K. Decidimos que debíamos investigarla más, porque podría proporcionar nuevos datos sobre la relación entre el Grupo Este y la depresión. Excavamos un pozo de prueba en el centro del montículo. Descubrimos que éste no era una construcción formal porque todo el material era muy semejante y no había pisos o ninguna diferenciación entre estratos. Casi todo el relleno del montículo consistía en tierra cafégrisácea revuelta con trozos de talpetate provenientes de la depresión y partículas de carbón que posiblemente fueron resultado de quemar malezas en los alrededores. Por esta razón, pensamos que éste no era más que la acumulación de material extraído de la depresión por los pobladores en un intento de agrandarla y profundizarla. Supuestamente, el objetivo era almacenar más agua que, por un lado, sería aún más protección para los pobladores y por el otro, podrían proveerse de más recursos acuáticos. No se encontró mucha cerámica en este montículo, pero la poca que se encontró es contemporánea con la que se encontró en el resto del Grupo Este.

Durante los estudios llevados a cabo en el laboratorio, nos dimos cuenta que el Montículo K, a pesar de no ser una construcción formal y de estar muy lejos de las otras estructuras (255 m), está relacionado con las mismas. Una línea imaginaria que va del centro del Montículo E hacia este otro montículo, pasa exactamente por el centro del Montículo G.

La mejor explicación del patrón del Grupo Este, por lo tanto, parece ser de carácter defensivo. Este sistema defensivo brevemente se puede reconstruir de la siguiente manera. El Grupo Este fue construido después del Grupo Oeste, el grupo residencial elitista. El Grupo Este fue construido sobre un área arenosa y pantanosa, donde seguramente se estancaba el agua. No hubiera sido apropiado para agricultura ni para habitación. La localización del Grupo Este rodeado por agua, haría el acceso hacia el Grupo Oeste (donde residían los de la élite) más difícil. Es especialmente notable que la depresión mayor está ubicada hacia el noreste del grupo, la dirección hacia la cual había estado avanzando la población Naranjo y de donde se esperaría un ataque (Hatch et al. 1993a:4 y 1993b:23, 26 y 27). Esta fue la depresión que fue agrandada y profundizada por los ocupantes de Marinala. Pudo haber habido muchos objetivos para hacer esto, como por ejemplo aumentar los recursos acuáticos, pero definitivamente, dificultaría la llegada hasta el sitio. Para los ocupantes de Marinala, facilitaría su defensa al permitirles observar y anticipar el avance de cualquier agresor.

Después de varios años, incluso un siglo, de haber estado utilizando el Grupo Este, hubo una erupción que depositó una capa de ceniza bastante gruesa sobre el terreno. El hecho que los habitantes permanecieron en el área es evidente por el hecho que removieron la ceniza de la superficie de las estructuras. El depósito de la ceniza no parece haber afectado severamente el medio ambiente inmediato, que parece haber continuado siendo húmedo y pantanoso, inadecuado para agricultura o cualquier tipo de transporte a través de él, excepto donde las construcciones lo permitían.

El Montículo E, el más grande del grupo, está en el extremo sur de una plataforma sobre la que está edificado el Montículo G. Esta plataforma en cierta forma podía ser utilizada como una calzada entre ambos montículos para facilitar el traslado de uno a otro. El Montículo G, por alguna razón que se desconoce, no está unido por ningún tipo de calzada a los otros dos montículos mayores. Desafortunadamente, no tenemos suficiente información para decir que sobre la plataforma había una empalizada, aunque las huellas de poste que aparecieron en las excavaciones pudieron haber formado una especie de cerco.

El Montículo K es el resultado de la acumulación de material de la depresión al norte. Sin embargo, éste pudo haber sido utilizado como una garita de control. La evidencia que nos proporcionan las depresiones es muy importante. Estas deben haber sido parte muy importante del sistema defensivo del sitio. Obviamente, la más importante era la del norte y para cumplir mejor sus funciones defensivas, fue profundizada y ampliada. Además de las características propias del sitio, se debe tomar en cuenta el zanjón El Para, localizado al noreste del sitio, que posiblemente pudo haber formado parte de esta barrera protectora. También debe considerarse que la región de la Costa Sur estaba cubierta por bosques muy densos, como se menciona en varias fuentes etnohistóricas, que dificultaron el transporte entre las diferentes regiones y al mismo tiempo las protegieron de sus agresores.

Durante esta época (primera parte del Clásico Temprano) obviamente había problemas en la Costa Sur porque Balberta también se fortificó. Sin embargo, el sistema defensivo de Balberta es un poco diferente al de Marinala. En Balberta, la fortificación consiste de un «muro» formado por 5 montículos que protegen a Balberta Central en sus lados norte, oeste y sur, y un zanjón que la protege en su lado este (Bove et al. 1993:60). En este caso, es evidente que estaban protegiendo todas las estructuras que estaban en el interior.

En este momento no tenemos detalles sobre quiénes eran los que estaban peleando, aunque por la evidencia cerámica podría tratarse de las poblaciones asociadas con las tradiciones cerámicas Achiguate y Naranjo (Hatch et al. 1993b:26 y 27). Si tomamos esta suposición como válida, las personas que vivían en Balberta y las que vivían en lugares aledaños al sitio Marinala se estaban enfrentando. Sin embargo, en este punto debe tomarse en cuenta el área que ocupaban cada uno de estos sitios, dejando a Marinala en cierta desventaja por su menor tamaño. Por esta razón, se puede pensar que los habitantes de Marinala estaban tratando de protegerse del sitio más grande.

El Grupo Este de Marinala pudo haber tenido otras funciones, pero hasta el momento la que más se apoya por la evidencia es que era un grupo defensivo. Que había problemas bélicos en la Costa Sur durante esta época se apoya por el importante entierro en el Grupo Oeste (Figura 3), a poco menos de 300 m del grupo al que me he referido. Este, por falta de espacio, no podrá ser descrito en detalle en este artículo (Barrientos, en este tomo; Hatch et al. 1993b; Hatch et al. 1994).

Figura 1 Mapa de la sección oeste de la Costa Sur de Guatemala

Figura 2 Calco de la fotografía aérea de la Finca Marinala, La Gomera, Escuintla.

Muestra la ubicación de los grupos Este y Oeste

Figura 3 Mapa topográfico de Grupo Oeste, sitio Marinala, La Gomera, Escuintla

Figura 4 Mapa topográfico del Grupo Este, sitio Marinala, La Gomera, Escuintla

Figura 5 Dibujo de los perfiles norte y oeste de la Operación J82 ubicada en el centro del Montículo F,

Grupo Este, sitio Marinala

Figura 6 Dibujo de todos los perfiles de la Operación J83 ubicada en la supuesta plaza del Grupo Este

Figura 7 Dibujo de cortes nortesur del Grupo Este, sitio Marinala, La Gomera, Escuintla:

(7a) Dibujo de corte nortesur de las estructuras del Grupo Este;

(7b) Dibujo de corte nortesur al este de las estructuras del Grupo Este

REFERENCIAS

Bove, Frederick, Sonia Medrano, Brenda Lou y Barbara Arroyo (editores)

1993        El Proyecto Balberta: La Transición entre el Formativo Terminal y el Clásico Temprano en la Costa Pacífica de Guatemala. University of Pittsburgh Memoirs in Latin American Archaeology No. 6. University of Pittsburgh y Asociación Tikal, Guatemala.

Hatch, Marion Popenoe de, Mariana Sánchez, Tomás Barrientos, María A. Godoy y Carol de Herrera.

1993a        El Proyecto la Garrucha, Departamento de Escuintla, Junio-Julio 1992. En U Tz’ib 1 (4):1-23. Asociación Tikal, Guatemala.

Hatch, Marion Popenoe de, Mariana Sánchez y Tomás Barrientos

1993b        Evidencia de una Muerte Violenta Hace 1600 años en la Costa Sur de Guatemala. Revista de la Universidad del Valle de Guatemala, No. 3.

Hatch, Marion Popenoe de, Mariana Sánchez y Tomás Barrientos

1994        El Proyecto La Garrucha, Departamento de Escuintla. U Tz’ib  1 (6):10-34. Asociación Tikal, Guatemala.

 

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