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Bove, Frederick J.
1995 El Colapso del periodo Clásico en la Costa Sur de Guatemala. En VIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1994 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.640-653. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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EL COLAPSO DEL PERIODO CLÁSICO EN LA COSTA SUR DE GUATEMALA
Frederick J. Bove
La transición Clásico-Postclásico en Mesoamérica estuvo marcada por cambios dramáticos (Diehl y Berlo 1989). Durante este periodo existieron nuevos arreglos comerciales junto a marcadas innovaciones en religión y arquitectura. Virtualmente todos los centros de poder del periodo Clásico en Mesoamérica fueron abandonados entre 700 y 800 DC. Estas dinámicas fases transicionales son rasgos recurrentes en Mesoamérica. Este periodo robusto es similar al estrés político, social y económico encontrado en Balberta y en otros lugares en Mesoamérica durante un punto crucial más temprano como fue la transición Formativo-Clásico.
Un importante factor causal de la transición Clásico-Postclásico son consecuencias del abandono y/o colapso de Teotihuacan como fuerza integradora a lo largo de Mesoamérica. Según Diehl, este proceso trajo consigo cambios fundamentales en ideología además del incremento de la guerra. La repercusión de la caída de Teotihuacan fue tan influyente en su muerte, así como lo fuera durante su vida (Millon 1972:336). Durante y después de la hegemonía Teotihuacana existió un gran eclecticismo cultural (Pasztory 1978:21). Esto se nota particularmente como una consecuencia de la investigación que estamos realizando actualmente sobre el estilo de arte Cotzumalguapa.
Estos cambios dramáticos han sido atribuidos por McVicker (1985:82-101), entre otros, a una oleada Mayanizada-Olmeca-Xicalanca, como por ejemplo en Cacaxtla, o los Putunes-Chontales Maya. Kowalski (1989:173) señala que existieron grandes conexiones entre el norte de Yucatán (particularmente Chichen Itza), Ceibal, sitios en el valle de Comitán del sur de Chiapas, así como en Quen Santo y Uaxac Canal. Los vínculos incluyen figuras paradas con sus pies apuntando hacia el mismo lado, polainas de tela con nudos y culebras en el pelo. Muchos de estos rasgos son similares a características específicas del estilo de arte Cotzumalguapa.
Muchos arqueólogos, especialmente Mayistas, usan el término Epiclásico (750-950 DC) y lo comparan o igualan con el periodo transicional Clásico-Postclásico. Según Webb (1978:155-78), el Epiclásico exhibe grandes vínculos entre el Altiplano de México y la Costa del Golfo, Río Bec, el área Puuc del norte de Yucatán y la difusión a lo largo de Chiapas y hasta dentro de Guatemala. Sin embargo, debo mencionar que Berlo refuta fuertemente el uso del término Epiclásico, diciendo que el llamar algo con un nuevo nombre no lo convierte en algo más claro (Berlo 1989).
Marcus (1989) iguala el periodo Epiclásico con un amplio rompimiento de los sistemas políticos centralizados y la subsecuente reorganización de las ciudades estados. Estos procesos incluyen:
1. Invasiones por otros grupos étnicos o políticos.
2. El debilitamiento de la habilidad de los estados para mantener fronteras y proteger a la gente de las áreas de afuera.
3. Una decreciente habilidad para controlar grupos recientemente incorporados y poblaciones rivales.
4. Una creciente inhabilidad para legitimizar una continua expansión territorial.
5. Poca habilidad para mantener alianzas con facciones que se están separando.
Marcus señala que nosotros tendemos a supervalorar la estabilidad de sistemas políticos centralizados. Existieron facciones internas entre los linajes reales en competencia, las cuales estuvieron marcadas por intensos conflictos resultando en el incremento de la tensión política y el crecimiento de rivalidades.
Presento estos argumentos como un antecedente a mis propios intereses en el tema del Colapso (Bove 1981) y los resultados de nuestros recientes proyectos que han tocado directamente el fenómeno del Colapso y sus implicaciones en otras áreas, particularmente desde que la arqueología de la Costa Sur puede ser una metáfora para estos procesos.
Hasta nuestros proyectos más recientes en Los Chatos-Manantial y Cotzumalguapa, mi comprensión de los eventos han tendido a apoyar más o menos las creencias estándar sobre el Colapso. Estas creencias presentaban un número de similitudes con lo que se conocía antes para el Colapso Maya y mis propias concepciones.
Siguiendo a una florescencia del Clásico Medio tardío en la costa, parecía que todos los sitios centrales fueron abandonados sin evidencia de nuevas construcciones o arquitectura monumental. Estos procesos se cree que estuvieron unidos a un incremento del faccionalismo en el Clásico Terminal, el cual fue seguido de un despoblamiento rápido y severo para el Postclásico Temprano. Hace apenas unos meses escribí un resumen para esta ponencia, en donde tentativamente concluí que para 850-900 DC, no solo había ocurrido un colapso cultural elitista sino además hubo una masiva despoblación poco después. Esto se hizo ya que no fue posible identificar seguramente sitios Postclásico Tempranos. Sin embargo, en contraste con estas perspectivas estaba la presencia de una alta frecuencia de cerámica doméstica que no pudimos identificar fácilmente. Esta cerámica se encontró normalmente en, o cerca de la superficie y promovió una creciente consciencia que nos encontrábamos con un problema analítico. Aquí agrego que nuestro trabajo en el cercano sitio Postclásico Tardío de Carolina nos permitió separar claramente lo que creíamos eran cerámicas del Clásico Tardío y Terminal con las del Postclásico Tardío.
La literatura apoyaba estas creencias ya que en prácticamente todo el sur de Mesoamérica, el único buen marcador cronológico Postclásico Temprano fue el Plomizo Tohil. Este se creía, a pesar de una débil evidencia, que se fechaba únicamente a un corto periodo de unos 100 años (y personalmente creo menos) entre 900 y 1250 DC. El Plomizo Tohil fue normalmente encontrado en lotes de o sobre la superficie. Estas zonas fueron fuertemente dañadas a través del tiempo, por operaciones agrícolas modernas y saqueo. Creemos que cualquier arquitectura que hubiera existido entonces se encuentra destruida ahora. Las distribuciones de artefactos Tohil tienden a apoyar la idea de que el Postclásico Temprano fue, por cierto, una fase de ocupación frágil y corta, ocurriendo durante la masiva despoblación que se cree debió resultar.
La distribución espacial del Plomizo Tohil presentó un dilema para la mayoría de Mesoamericanistas siendo mejor ilustrado por la investigación de Voorhies (1989), en la costa de Chiapas, México. El periodo Postclásico Temprano presentó un problema analítico mayor para su proyecto regional ya que únicamente fue posible identificar cuatro sitios del Postclásico Temprano, una reducción tremenda de los 66 sitios reportados para el Clásico Tardío. Ella creyó que el problema se encontraba en la dificultad de reconocer la cerámica diagnóstica para este periodo en lugar de un declive de población mayor. Voorhies también solo pudo usar el Plomizo Tohil como un marcador cerámico del Postclásico Temprano y señaló que «el hiatus en el Postclásico Temprano es probablemente un artefacto de la investigación, más que la representación del abandono del área» (Voorhies 1989:123).
En el trabajo de Parsons en Bilbao, el solo encontró 61 tiestos de Plomizo San Juan de un total de 17,000 tiestos clasificados y un 72% de ellos fueron de un pozo de prueba (Parsons 1967). Unicamente un tiesto Plomizo Tohil fue encontrado en la superficie de Bilbao. Ninguno fue reportado por Thompson en El Baúl aunque generalmente se considera a éste como un sitio tardío (Thompson 1948). Regresaré a esta observación un poco más tarde.
Durante la última década he seguido de cerca el Proyecto Copan. Esto no solo por su orientación regional, sino también por el intento que los investigadores tenían de utilizar la hidratación de obsidiana como una técnica de fechamiento en una base regional (Webster, Freter y Rue 1993). Sin embargo, cuando inicialmente conocí los resultados de su hidratación, los observé con mucho escepticismo, aunque también nosotros iniciábamos el uso de esta técnica en una amplia escala. También tuve un bloqueo mental para aceptar las consecuencias de la idea de que la fase cerámica Clásico Tardío Coner se extendía hasta el Postclásico Temprano, infiriendo que la relativa alta densidad de población continuó viviendo en Copan y aún mucho después del cese de monumentos fechados y construcción monumental. Estoy contento de decir que me he convertido en un fiel creyente de la misma y les contaré ahora porqué.
RESUMEN DEL PROYECTO LOS CHATOS-MANATIAL Y COTZUMALGUAPA
Uno de los objetivos principales fue examinar los procesos evolutivos del estado en la costa baja de Escuintla durante el periodo Clásico y las relaciones con áreas cercanas, especialmente las zonas de Balberta, Cotzumalguapa y Tiquisate.
En Los Chatos-Manantial hemos aprendido, para nuestra sorpresa, que mucho de lo que originalmente creímos tuvo una ocupación y arquitectura Clásico Tardío, ha sido fechado hacia el periodo Clásico Medio. El papel de Teotihuacan en este desarrollo es aún especulativo mientras continuamos nuestro análisis de los hallazgos y no los discutiremos en esta ponencia. Pero encontramos evidencia segura para una fase cerámica distintiva y seguramente fechada para el Clásico Medio en la región (Medrano 1994). El complejo Los Chatos-Manantial fue un gran centro político el cual tuvo dominio sobre un área inmensa. He argumentado en ocasiones anteriores en contra del uso del término Clásico Medio, creyendo, como Shook, que este tendía a oscurecer los particulares rasgos culturales y cerámicos los cuales se pensó existieron separando el Clásico Temprano del Tardío. Otro factor fue la obvia confusión con la inserción de Teotihuacan como un fenómeno Clásico Medio o un estilo horizonte en esta concepto. Sin embargo, según nuestra investigación, no existe ninguna duda de la existencia del Clásico Medio en la Costa Sur.
Nuestros hallazgos indicaron que probablemente empezando alrededor de 700 DC hubo un rompimiento del sistema político centralizado encabezado por el complejo Los Chatos-Montana-Manantial-Paraíso-Loma Linda y una desintegración hacia pequeñas entidades políticas análogas a pequeñas ciudades estado. En nuestra región estas se distinguen por la presencia de campos de juego de pelota en sitios con una acrópolis relativamente pequeña. Estos ejemplos incluyen Bolivia (Figura 7), Lirios 3 (Figura 5) y los tardíos campos de juego de Manantial y Montana. Creo que la frecuencia y la distribución espacial de canchas de juego de pelota pueden ser utilizadas como una medida substituta del grado de centralización en la estructura política a nivel regional (Santley et al. 1991:3-24).
Con la fuerte colaboración y asistencia del Dr. Hector Neff y el Nuclear Research Facility de la Universidad de Missouri, se decidió incorporar una gran muestra de hidratación de obsidiana por la misma razón que la expuesta en Copan. Aproximadamente 1,200 muestras han sido fechadas y determinada su fuente, no solo para el área de Los Chatos-Manantial sino también El Castillo y El Baúl en la zona Cotzumalguapa, así como la zona de Parijuyu en el área de Escuintla central. Las fechas se encuentran apoyadas con fechas de radiocarbono y arqueomagnetismo de una variedad de contextos. Estas se basan en datos de celdas de temperatura y humedad del suelo, las cuales fueron enterradas por espacio de exactamente un año en 1992-1993 en cuatro diferentes niveles en los sitios de Los Chatos, Manantial, El Castillo y Tecojate. Los sitios se localizan en diferentes elevaciones y sujetos a diferentes temperaturas y condiciones.
Estoy convencido de la eficacia del método de la hidratación de obsidiana cuando se usa con cuidado. Debido a las limitaciones de espacio no puedo presentarles detalles de las fechas de radiocarbono, arqueomagnetismo e hidratación de obsidiana de excavaciones claves. Estos datos están disponibles y serán publicados próximamente. Aquí les presento los resultados preliminares del proyecto de fechamiento por hidratación de un amplio rango de contextos incluyendo localidades de superficie controladas y excavaciones en varios sitios. Próximamente discutiremos las ramificaciones de estas fechas.
Gráficas de las fechas de los sitios de Los Chatos, Manantial, Paraíso y El Castillo, a diferentes temperaturas, se presentan (Figuras 1 a 4). Aunque las gráficas son preliminares y aún no tenemos la oportunidad de analizar los resultados o integrarlos completamente con los datos cerámicos y las excavaciones, los resultados son bastante impresionantes. En general los mismos apoyan lo que venimos a creer en el campo y en el laboratorio y que Los Chatos fue el sitio de un enorme centro Clásico Temprano-Medio y el complejo Los Chatos-Manantial tuvo un florecimiento Clásico Tardío. En este momento el centro de gravedad política cambió primero hacia Manantial y luego incorporó a los grandes centros satélites como Paraíso y Las Victorias, por ejemplo. Existe una ocupación Postclásico Temprano substancial seguida por un resurgimiento del Postclásico Tardío sin duda debido a la proximidad del sitio Carolina, el centro Postclásico Tardío regional. Esto se ilustra en la siguiente tabla de fechas de Los Chatos (basada en un cálculo de temperatura de 28° C).
Periodo Frecuencia%
Formativo Medio 71.0
Formativo Tardío 202.8
Formativo Terminal 506.9
Clásico Temprano 9813.5
Clásico Medio 18525.4
Clásico Tardío 13718.8
Postclásico Temprano 14920.5
Postclásico Tardío 7610.5
OBSERVACIONES, IDEAS, ESPECULACIONES
1. Nuestros resultados son similares generalmente a los hallazgos en Copan.
2. Existió una transformación estructural de élite en la región de Los Chatos-Manantial en lugar de una severa despoblación en el periodo Clásico Tardío-Postclásico Temprano.
3. Existió una continua y densa población hasta bastante dentro del Postclásico Temprano. Por ejemplo, fechas de hidratación de obsidiana de la superficie del sitio Lirios 3 -un sitio con juego de pelota-promedia entre 954-1012 DC (n=7), dependiendo en la temperatura usada (Figura 5). Las fechas de Lirios 2 también son del Postclásico Temprano. Este sitio fue originalmente interpretado como Clásico Tardío debido a su estilo arquitectónico y proximidad a Lirios 3 (Figura 6). Estas fechas apoyan nuestra larga idea de que juegos de pelota en forma de I en la Costa Sur fueron un fenómeno tardío y podría representar una interacción con la cultura Tajín de la Costa del Golfo de México.
4. Muchos diagnósticos Clásico Tardío, especialmente de las vajillas domésticas, continúan hasta el Postclásico Temprano.
5. El Plomizo Tohil existió por un periodo de tiempo exageradamente corto y no es de ninguna manera el único indicativo de una ocupación Postclásica Temprana.
6. San Juan Plomizo continúa bastante adentro del Postclásico Temprano.
7. Mientras investigadores tales como Culbert (1988:69-103), han mantenido que «el Colapso Maya fue un desastre demográfico con una pérdida de población numerada en los millones», otros como Andrews y Sabloff (1986:433-56), han argumentado que existió bastante continuidad entre el Clásico Tardío y Postclásico Temprano. Estas continuidades son contrarias a lo que normalmente se ha aceptado como mitos del Colapso Maya del Clásico Tardío. Ellos solicitan a los arqueólogos alejarse del punto de vista de los estudios Mayas de las Tierras Bajas del Sur del Clásico Tardío y en su lugar poner a estos procesos adentro de una perspectiva Mesoamericana general. Acuerpo completamente estas ideas y por eso debemos pensar en los cambios globales en Mesoamérica durante esta época y no solamente una vista restringida a la Tierras Bajas de los Mayas.
Es evidente que enormes cambios estructurales barrieron Mesoamérica durante la transición del Cásico al Postclásico. Existe una enorme cantidad de variabilidad regional en el llamado fenómeno de Colapso y mientras los resultados pueden ser similares, las causas no son necesariamente las mismas. Por ejemplo, mientras en Copan las causas para el colapso del centro élite se explican alrededor de la degradación ambiental, es difícil relacionar los mismos factores al extraordinario y fértil ambiente costeño guatemalteco. El hecho de que la población bajó gradualmente durante el Postclásico Temprano en el valle de Copan, no es una explicación para el cese de construcción monumental alrededor de 800 DC. En mi opinión las causas para la transformación en la Costa Sur descansan en una estructura debilitada por una competencia elitista y una transformación ideológica relacionada que tuvo consecuencias extensivas.
Cierro aquí con una nota final. Como ha sido argumentado por mi colega Dr. Hector Neff, existe gran continuidad hacia el Postclásico Temprano y de hecho creemos que se necesita de una revisión que envuelva los periodos Clásico Tardío y Postclásico Temprano. Las fechas tardías que estamos obteniendo del área de Cotzumalguapa han reabierto la pregunta de la cronología del enigmático estilo artístico. Las esculturas mismas podrían ser considerablemente más tardías de lo que originalmente se creyó y ahora nos encontramos una vez más empezando a pensar sobre ellas como una posible manifestación Mexicanizada o Nahuatizada.
Figura 1 Gráficas de las fechas de los sitios de Los Chatos, Manantial, Paraíso y El Castillo
Figura 2 Gráficas de las fechas de los sitios de Los Chatos, Manantial, Paraíso y El Castillo
Figura 3 Gráficas de las fechas de los sitios de Los Chatos, Manantial, Paraíso y El Castillo
Figura 4 Gráficas de las fechas de los sitios de Los Chatos, Manantial, Paraíso y El Castillo
Figura 5 El sitio Lirios 3
Figura 6 El sitio Lirios 2
Figura 7 El sitio Bolivia
REFERENCIAS
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