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035 Investigando el colapso maya y periodo Postclásico en Rio Amarillo, Copán, Honduras.
Cameron McNeil, Edy Barrios, Cassandra Bill, Walter Burgos y Raquel Macario
XXVI Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
16 al 20 de julio de 2012
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Referencia:
McNeil, Cameron; Edy Barrios, Cassandra Bill, Walter Burgos y Raquel Macario
2013 Investigando el colapso maya y período Postclásico en Río Amarillo, Copán, Honduras. En XXVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2012 (editado por B. Arroyo y L. Méndez Salinas), pp. 421-432. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Investigando el colapso maya y período Postclásico en Río Ama rillo, Copán, Honduras
Cameron McNeil
Edy Barrios
Cassandra Bill
Walter Burgos
Raquel Macario
Palabras clave
Honduras, Río Amarillo, Valle de Copán, Clásico Tardío y Postclásico.
Abstract
The Río Amarillo-Copán Archaeological Project began work in 2011 documenting the settlement patterns and history of occupation at this site to better understand the Late Classic, Terminal Classic, and Postclassic periods in the eastern end of the Copán Valley. The influence of Copán at Río Amarillo increased in the Late Classic, as demonstrated by sculpted facades found on Structure 5 imitating those found in the Acropolis of Copán, but the nature of this influence is still not well understood. Previous research has suggested that the settlement in Rio Amarillo’s ritual core may have last longer than that in the Principal Group at Copán. Understanding the relationship between Copán and Río Amarillo, and the eventual abandonment of Río Amarillo may provide more information on the political and demographic collapse of the Southeastern region of the Maya culture.
Introducción
El sitio arqueológico de Río Amarillo circunda el cerro La Canteada en la parte oriental del Valle de Copán. Esta área fue inicialmente habitada en el Período Clásico Temprano (400-600 DC) (Saturno 2000), ya para el Clásico Tardío (600-900 DC) pudo ser un sitio secundario de Copán y posiblemente fue responsable de suministrar cierta cantidad de alimentos a cambio de otros bienes canalizados a través del centro de esta ciudad (Aoyama 2001; Bill 1997; Pahl 1987; Saturno 2000).
Durante el reinado de Yax Pasaj Chan Yopaat, el decimosexto gobernante de Copán, se inició un programa escultórico en Río Amarillo, el cual reproduce diseños que se encuentran en el Grupo Principal de Copán (Saturno 2000:176). La investigación realizada por Saturno (2000) sugiere que las fachadas decoradas con esculturas que se encuentran en la Estructura 5 de Río Amarillo, fueron producidas por los mismos artesanos y escultores que construyeron la nueva manifestación del Templo 16, ubicado en la parte más alta de la Acrópolis de Copán, una edificación no concluida debido al colapso político y demográfico de este centro (Ramos 2006). En algún momento, las estructuras de la Acrópolis fueron destruidas y quemadas.
Se sabe poco del proceso y la amplitud de abandono en Río Amarillo ya que los proyectos arqueológicos anteriores se enfocaban particularmente en la recuperación, análisis y preservación de los elementos escultóricos. Entre julio y septiembre del 2011, el Proyecto Arqueológico Río Amarillo, Copán (PARAC) inició un programa de excavaciones en el sitio en base a los objetivos siguientes: determinar si el proceso de colapso en este sitio fue similar al de Copán, analizar las evidencias existentes con respecto a las poblaciones del Clásico Tardío y Postclásico, además, establecer la relación entre la población de Río Amarillo y la explotación de los recursos naturales, con el fin de evaluar la hipótesis que sugiere que el colapso de Copán fue el resultado de una sobre explotación del medio ambiente.
El primer tópico de este artículo hace una síntesis de la investigación ecológica realizada en la Acrópolis de Copán, la cual proporcionó datos importantes sobre el contexto ecológico que pudo generar su colapso. El siguiente tema presenta la evidencia de la población asentada en el valle durante el Período Postclásico. Finalmente, se discutirán los resultados de la primera temporada de investigación conducidas por el PARAC.
Breve historia de la región del valle de Copán
El Valle de Copán está ubicado en la periferia sureste de la región Maya. Se compone de cinco cuencas (secciones fértiles en el fondo del valle) que se extienden de este a oeste: la Cuenca de Copán (el centro político del asentamiento), la Cuenca de Santa Rita, la Cuenca de El Jaral, y las Cuencas Occidente y Oriente de Río Amarillo (Fig.1). Los primeros habitantes del valle fueron probablemente los antepasados de los Lencas que actualmente viven en la frontera entre El Salvador y Honduras (Metz et al. 2009). Los migrantes mayas se habrían asentado en el valle a partir del siglo II DC (Sharer 2009), pero de acuerdo a las inscripciones epigráficas, no fue hasta el año 427 DC cuando K’inich Yax K’uk’Mo’ llegó a ser el gobernante de Copán (Martin y Grube 2008; Stuart 2000), sin embargo, aun después de este evento, los habitantes del valle continuaron siendo multiétnicos, es decir, Mayas y Lencas (Canuto 2002; Metz et al. 2009).
Durante o poco tiempo después del reinado de su décimo sexto gobernante, Yax Pasaj Chan Yopaat, mencionado por última vez en una inscripción en el año 810 DC, la entidad política de Copán colapsó y su población se redujo drásticamente (Martin y Grube 2008). El Altar L, el último monumento fechado situado en el centro de la ciudad, registra un evento para el año 822 d.C (Fash 2001). No obstante, el Altar 1 del sitio Río Amarillo tiene una fecha correspondiente al año 798 DC (9,18.8.5.16) u 850 DC. (10.1.1.0.16), por lo que constituiría la última fecha registrada en el valle (Saturno 2000:172).
El colapso de la entidad política de Copán
El colapso de la entidad política de Copán implicó un fuerte descenso demográfico y la ruptura del órgano de gobierno asentado en el Grupo Principal. Las causas y el proceso de este colapso han causado mucho debate, no sólo referente al de Copán (Braswell 1992; Fash 2001; Fash et al. 2004; McNeil et al. 2010; Webster et al. 2000), sino al de todas las entidades políticas mayas de las Tierras Bajas (Culbert 1973; Demarest et al. 2004). Aunque es ampliamente aceptado que el factor detrás del colapso de dichas ciudades fue multicausal, uno de los aspectos que ha sido mayormente respaldado es la sobre explotación del medio ambiente.
Algunos de los investigadores que trabajaron en Copán durante las décadas de 1980 y 1990 argumentaron que la estabilidad de la entidad política del Período Clásico fue debilitada por una serie de factores relacionados: una población en expansión con crecientes necesidades de alimentos y de madera para combustible y construcción, habrían generado presión sobre la cubierta forestal circundante (Abrams et al. 1996; Abrams y Rue 1988; Fash 2001; Freter 2004; Rue 1986; Webster 2002; Webster et al. 2000). La producción de alimentos en el valle pudo haberse reducido por la expansión de construcciones urbanas en algunos de los campos de cultivo más fértiles.
De acuerdo con este escenario, los mayas se vieron obligados a reducir los períodos de barbecho y por consiguiente, empezaron a deforestar en las laderas de las montañas en un esfuerzo para satisfacer sus necesidades inmediatas. Esta estrategia de corto plazo habría disminuido la fertilidad del suelo y en última instancia, afectado la producción de los suministros de alimentos adecuados. Los altos niveles de deforestación en el valle pudieron haber ocasionado erosión de las laderas durante los períodos de precipitación y así mismo el agotamiento de los suelos (Diamond 2005; Rue 1986. Webster et al. 2000).
Abrams y Rue (1988) infirieron que para el año 800 DC, ningún árbol de pino (la madera preferida para el combustible) pudo haber sobrevivido en la sección occidental del Valle de Copán. Se planteó además que el colapso en el núcleo urbano se habría repetido a lo largo de las cuencas fértiles del valle, ya que cada una de ellas estaba sobre-explotada a raíz de la deforestación de la zona alrededor de la Acrópolis. En este contexto, las cuencas Oeste y Este de Río Amarillo pudieron haber sufrido deforestación a gran escala, posterior a la Cuenca de Copán.
El análisis de una columna de sedimento proveniente de la Laguna Petapilla, localizada a 4.5 km de la Acrópolis de Copán, no es compatible con la hipótesis previa sobre la explotación del medio ambiente en el Período Clásico Tardío (McNeil 2006, 2012; McNeil et al. 2010). La columna abarca alrededor de 3000 años de información ambiental con sedimentos que datan a 2670 + / – 40 14C años B.P. (900-790 Cal años AC en 2σ). Los niveles más altos de deforestación se presentan durante la transición de los períodos Preclásico Medio, Preclásico Tardío y Clásico Temprano (Fig.2). El evento de deforestación más temprano encontrado entre 515-487 cm, es el que presenta mayor cantidad de polen de hierbas formando el 89.0% a la altura del conjunto de polen terrestre, junto con una abundante cantidad de carbón microscópico (McNeil 2012). Se encontraron siete capas (464-463 cm, 459-458 cm, 454-453 cm, 419-418 cm, 414.4-413.4 cm, 399-398 cm, 350-349 cm) en esta columna de sedimento, en su mayoría de barro con bajos niveles de polen, lo que indica que su deposición fue rápida y probablemente un producto de la erosión (McNeil et al. 2010). Tres de estas capas se encuentran inmediatamente después del primer período de deforestación. Este patrón es semejante a los resultados de análisis hechos en una columna de sedimento procedente del Lago Salpetén en el Petén (Anselmetti et al. 2007).
La evidencia que respalda la erosión del Período Preclásico se ve reforzada por el hecho de que todas las capas de barro de la columna de sedimento provenientes de Petapilla son más tempranas que la capa que contenía ceniza de la erupción conocida como Tierra Blanca Joven (TBJ) del volcán de Ilopango, en El Salvador (McNeil 2006). Nueve fechas de esta capa de ceniza establecen que la erupción pudo haber ocurrido en cualquier momento entre los años 408 y 536 DC, pero lo más factible es que fue alrededor del año 430 DC (Dull et al. 2001).
El inicio del Período Clásico en Copán está marcado por la llegada de K’inich Yax K’uk’ Mo’ en el año 427 DC, y por lo tanto, lo más posible es que todas las fechas de la erosión se remontan a un tiempo antes del Período Clásico. Además, mientras que los investigadores que habían trabajado anteriormente en Copán sugieren que el paisaje Clásico Tardío habría sido despojado de pinos a principios del siglo IX (Abrams y Rue 1988), la columna de sedimento manifiesta que los granos de polen de las hierbas y los árboles en este período, en comparación con los del Clásico Temprano, presentan un perímetro más estable, lo cual apoya una mayor tendencia hacia la conservación del ambiente (McNeil 2006, 2012; McNeil et al. 2010). Un signo de tales esfuerzos de conservar el ambiente durante el Período Clásico Tardío puede ser el menor uso de estuco para recubrir los edificios dentro de la Acrópolis (Fash y Fash 1996) ya que para su producción se requería quemar grandes cantidades de madera.
McNeil y sus colaboradores (2010) encontraron información que apunta a una etapa de sequía al final del Período Clásico. El trabajo llevado a cabo en Mesoamérica en la última década ha revelado una o varias sequías durante el Período Clásico Tardío. Los académicos han sugerido que este puede haber sido un factor importante en el colapso de muchas de las ciudades en el área Maya del sureste (Folan et al. 1983; Gill, 2000; Haug et al. 2003; Hodell et al. 2005).
El período Postclásico en el valle de Copán
Sumado a los debates concernientes a las causas del colapso de Copán, los académicos aún no han llegado a un consenso relativo a la continuidad entre la población previa al colapso y la posterior a él. Interrogantes en relación al nivel de integración entre la población Maya y Lenca complican aún más esta materia (Metz et al. 2009) ¿Eran los habitantes del postclásico aún Mayas y Lencas, o solamente Lencas? ¿O acaso eran una población enteramente nueva?
Hoy, el Valle de Copán se encuentra artificialmente dividido por la frontera entre Guatemala y Honduras. Los argumentos acerca de que los mayas habían abandonado el área, no toman en cuenta la presencia de los Mayas Ch’orti’ en zonas fronterizas tal como la comunidad de Jocotan, que se encuentran documentadas desde tan temprano como el Período Colonial, pero que seguramente le preceden.
El Postclásico en Copán está asociado con la fase cerámica Ejar. A lo largo de las excavaciones en el Valle de Copán, solo un puñado de proyectos ha documentado construcciones postclásicas acompañadas de cerámicas de este período (Canuto 2002; Fash y Lane 1983; Longyear 1952; Manahan 2003; Manahan 2004; Maca 2002). Longyear (1952:71) llama a la fase cerámica Ejar como “exótica”, mientras que Viel (1993a:17) la describe como una “heterogénea colección de cualquier cosa obviamente posterior al 800 DC y no Coner”, la fase cerámico asociada con el Período Clásico Tardío. Bill (2003:8) ha escrito que hay poca o ninguna conexión entre la fase Ejar y las tradiciones de cerámicas más tempranas (Acbi, Coner) en el valle.
Esta fase cerámica en Copán se caracteriza por la presencia de los tipos Naranja Delgado, San Juan Plomizo y Tohil Plomizo (Viel 1993a:17). Las cerámicas Ejar son menos estandarizadas que las de los complejos previos, mostrando habilidades de producción más toscas que no se encuentran en la más refinada industria de cerámica del Período Clásico (Bill 2003: 10). Las excavaciones de Kam Manaham en algunas estructuras del Período Postclásico, no encontraron ninguna cerámica Coner en contextos mezclados con cerámicas Ejar, por su parte A. Maca sí encontró lo que parece ser un tipo transicional de cerámicas que llamó “Coaj” (Maca 2002; Manahan 2003).
Un tipo de cerámica de la fase Ejar habría sido producida de manera local, con el mismo barro que los tipos cerámicos de la fase Coner, pero sin las habilidades de los artesanos del Clásico (Manahan 2004:114). En contraposición con los hallazgos de Maca, Manahan cree que las formas cerámicas Ejar, no evolucionaron de las cerámicas Coner, sino que más bien estarían más relacionadas a aquellas encontradas en el oriente de Honduras (Manahan 2004:115). Longyear (1952:34,43) señala que el complejo cerámico encontrado durante la fase en cuestión, viene de un diverso espectro de áreas, tanto de Mesoamérica como de la Alta América Central, señalando que importantes rutas de comercio continuaban pasando por Copán durante este período (Manahan 2002).
Evidencia de excavaciones tanto de Longyear (1952:75) como de Mahanan (2004) sugieren una ruptura entre la población del Clásico Tardío y la del Postclásico que habitaba en el centro del Grupo Principal de Copán, como se manifiesta en cambios significativos en la cultura material como en los patrones de asentamiento. Longyear (1952: 75) encontró desechos postclásicos en la plataforma del Templo 22 y en la tumba de un niño construida de piedra cortada y drenajes reutilizados del Período Clásico, que contenía cerámicas Ejar (Ibidem: 43). La reutilización de piedra cortada y trabajada del Clásico fue algo común durante el Postclásico.
Las fechas obtenidas en las investigaciones arqueológicas de Manahan (2004) en el Grupo El Bosque, al sur de la Acrópolis, sugieren que la reocupación de dicha área ocurrió inclusive hasta 100 años después del abandono del centro de Copán. Manahan (2004:114) considera que el Postclásico duró desde 950 DC hasta 1100 DC. Por las diferencias en cerámica, lítica y patrones habitacionales, Manahan cree que los habitantes Postclásicos habían recientemente llegado al valle y que entraron a Copán después de que la población del Clásico había desaparecido o migrado hacia otra parte (2003:120 – 121). Por lo tanto, la población postclásica no construyó inmediatamente encima de los montículos habitacionales de la población del Clásico, al contrario, esta seleccionó nuevos espacios apartados de los antiguos (Manahan 2004:112). Los hogares ya no estaban organizados en grupos de patio, sino más bien que se encontraban colocados en un patrón lineal sin una clara jerarquía espacial (Manahan 2004:111). Las estructuras en el Postclásico consisten de casas de adobe y barro encima de plataformas (Manahan 2004:120). Finalmente, Manahan (2004) afirma que en el Clásico Tardío, las estructuras en el área de El Bosque fueron en general destinadas a un solo propósito o función, usadas para el ritual, preparación de alimentos o espacios de habitación, aunque Hendon (1987:548) encontró que algunos espacios del Clásico Tardío en Las Sepulturas fueron usados para más de una actividad. De manera contrastante, Manahan argumenta que las estructuras postclásicas fueron edificios de mayores dimensiones destinados a múltiples actividades (2004:112).
Aunque los habitantes postclásicos adquirían bienes de comercio a larga distancia, parece haber existido una disminución en su poder adquisitivo (Aoyama 2001; Manahan 2003). La adquisición de obsidiana imita a la del Copán Preclásico: la gente estaba usando nódulos y navajas reutilizadas, aunque también estaban adquiriendo obsidiana del altiplano mexicano (Aoyama 2001:356). Curiosamente, las puntas de proyectil bifacial conforman gran parte del porcentaje de la muestra lítica en el Postclásico, más que durante la fase Coner (Manahan 2004); por ejemplo, Manahan encontró 100 puntas de proyectil de obsidiana y pedernal (sílex) en una estructura (Manahan 2004:115); esto podría indicar que vivir en el Copán postclásico sería mucho más peligroso que en el reino del Clásico, o podría reflejar una mayor dependencia de la cacería.
La vida fuera del grupo principal de Copán durante el Postclásico
Si bien la población del Grupo Principal de Copán del Postclásico no pudo tener un nexo directo con los del Período Clásico, la investigación de otros arqueólogos apoya la continuidad entre las poblaciones del Clásico y Postclásico en el resto del valle. Como se señaló anteriormente, en el Grupo 9J-5, localizado cerca del grupo principal al final de un sacbe que lo conecta al centro del poder de Copán, Allan Maca (2002) encontró cerámica que representa una transición entre las fases Coner y Ejar. Tanto Ann Corinne Freter (1988) como Nancy Gonlin (1994) han propuesto que la gente siguió viviendo en el interior de Copán, luego de que este colapsara.
Más recientemente, Marcello Canuto (2002) ha encontrado cerámica Ejar en el sitio de Los Achiotes, en la Cuenca de Río Amarillo al oeste del valle. Este sitio fue ocupado durante los Períodos Preclásico y Protoclásico, pero no durante el Clásico. Canuto (2002), al igual que Manahan, argumentan un repoblamiento en este asentamiento en el Postclásico, probablemente por grupos recién llegados al valle. Sin embargo, Los Achiotes, un asentamiento situado en un cerro, también pudo haber sido reocupado por las sociedades del valle que buscaban un lugar más resguardado para vivir.
Mientras que Nancy Gonlin no encontró cerámica Ejar en su excavación, muestras de radiocarbono obtenidas en los entierros en el sitio 99A-18-2 proporcionaron fechas de 14C AMS que abarcan el Clásico Tardío y que se extienden hasta el Postclásico (Gonlin 1993; Gonlin 2003; Webster et al., 2005:246). Una muestra de colágeno óseo obtenida del entierro de un infante se remonta al año 1278-1411 DC (2σ), lo que indica un largo período de ocupación en la periferia, más que en las zonas cercanas a la Acrópolis (Gonlin 1994; Webster et al. 2005:246). Todavía se cuestiona si estas poblaciones estaban vinculadas con los residentes del valle del Período Clásico.
Río Amaririllo
El sitio Río Amarillo localizado a 18 km del centro de Copán (OIDH 2011), ha sido objeto de una cantidad limitada de excavaciones, las cuales se han centrado alrededor de la Estructura 5, así como en las Plazas A y B y en las escalinatas y la plataforma principal de la Estructura 2; además de cinco estructuras que fueron erosionadas por la Quebrada de Borbollón, la cual se extiende al lado sur del sitio (Olson, 1997; Pahl, 1987; Saturno 2000; OIDH 2011). Aunque el sitio de Copán ha sido extensamente excavado, en el caso de Río Amarillo los trabajos arqueológicos han sido escasos, por lo tanto, el sitio contiene muchos grupos y estructuras que no han sido excavados, tanto en el área central como en otros grupos adyacentes. A partir de las investigaciones iniciadas en el 2011, el PARAC espera generar nueva evidencia sobre el proceso de abandono del sitio, la relación de los habitantes con el medio ambiente, y el nivel de ocupación durante el Período Postclásico.
A diferencia de la ciudad de Copán que se asentó a orillas del Río Copán (denominado en su cuenca alta como Río Amarillo), el centro de Río Amarillo está ubicado en una zona un poco más elevada, edificado en la planicie aluvial y en las laderas del Cerro La Canteada. Los arqueólogos han documentado cincuenta y tres montículos en este sitio (Fig.3) (Canuto 2002; Pahl 1987; Saturno 2000), entre ellos la Estructura 2, una de las edificaciones más grandes encontrada fuera de la Acrópolis de Copán (Saturno 2000:157), sin embargo, la población de esta zona del valle no era elevada. Un número de académicos han sugerido que sus habitantes pudieron tener vínculos comerciales con Copán, intercambiando alimentos por mercancías, en particular obsidiana y cerámica. La complejidad del centro y el grado de elaboración de la fachada de la Estructura 5 fue producto de su papel en el suministro de una alta cantidad de provisiones para Copán (Aoyama 2001; Bill 1997: Saturno 2000).
La información que aquí se presenta procede de las investigaciones llevadas a cabo en el 2011, las cuales se realizaron en la zona residencial, localizada en el sector Norte del sitio Río Amarillo denominada por Canuto (1996) como Sitio 5 (Fig.3). Los únicos antecedentes de investigación en el área, corresponde a la década de 1990, consistiendo en el mapeo y la realización de dos pozos de excavación, destinados a establecer fechas de ocupación (Canuto 1996). El estudio de los artefactos y ecofactos recuperados en este asentamiento sigue en curso. Por lo tanto los datos aquí presentados son preliminares.
En las excavaciones del PARAC se recuperó cerámica perteneciente a los períodos Clásico y Posclásico. Sin embargo, hasta el momento no es posible determinar si hubo o no un período ininterrumpido de ocupación entre éstos. La ocupación del Postclásico se concentra en la parte oriental, en la parte más alta de la ladera, en donde aparecieron construcciones más simples, en comparación con las estructuras más próximas al río, las que presentaron estructuras elaboradas que incluyen algunos bloques de piedra cortada, y cantos rodados de río (ver Barrios et al. 2012).
Investigando el contexto medioambiental de Río Amaririllo
La sección de Río Amarillo recibe en promedio una cantidad considerablemente mayor de precipitación anual con 1800 – 2000 mm de lluvia cayendo en el bolsón de Río Amarillo, que contrasta con los 1400 – 1500 mm en la cuenca de Copán (Turner et al. 1983:51-54). Si la sequía fue un factor contribuyente en el colapso político y demográfico encontrado en Copán y el resto del valle en el siglo IX DC, entonces quizás las diferencias medioambientales entre las cuencas de Copán y el de Río Amarillo podrían explicar por qué las últimas fechas inscritas en un altar en el valle vienen de este sitio. Mientras que no hay estanques o lagunas que anualmente se mantengan drenadas cercanas al centro del sitio, los dos cuerpos de agua más grandes en el valle se encuentran en al pie del cerro. En uno de estos cuerpos de agua se tomaron muestras en una columna de sedimentos que fueron analizadas, dando fechas del Período Colonial para sus sedimentos más recientes. El segundo cuerpo, llamado Laguna de Las Sierras, de donde la autora principal tomó muestras por primera vez en 2001 y luego en 2011, obteniendo dataciones de sus sedimentos basales para 8320 +/- 40 14C yr B.P. (7500-7300 AC) pero la columna mide 1.5 m de largo. Las columnas de sedimentos extraídas de esta laguna deberían proveer información acerca de la vegetación del área, y en particular si el área sufrió cambios de una deforestación dramáticamente elevada hacia el final del Período Clásico.
El área residencial al norte de Río Amaririllo (Sitio 5)
La temporada de campo de 2011 se enfocó en el área residencial norte de Río Amarillo (Fig.4). Buena parte del área norteña se encuentra edificada en una colina con una empinada inclinación, mientras que el resto descansa en la base de la colina en una plataforma elevada (Barrios et al. 2012). Los artefactos en la superficie han sido arrastrados lentamente hacia abajo en la ladera de la colina y se han acumulado en la base del cerro, en la llanura aluvial. Las excavaciones comenzaron cuando el dueño del terreno se encontraba en el proceso de abrir hoyos a lo largo del sitio para plantar café. Ésta área que durante mucho tiempo ha sido una pradera, se perderá en los próximos años para convertirse en un cafetal.
El Clásico Termina l y el Postclásico en el Grupo 1 del Sitio 5 de Río Amaririllo
A inmediaciones del Cerro La Canteada, en la porción oriental del sitio, se encuentra un área que Canuto denominó “Grupo 1”, el PARAC identificó una serie de terrazas (1, 2 y 3), plataformas y estructuras que contenían material cerámico del Clásico Tardío, Clásico Terminal y del Postclásico. Las Terrazas 2 y 3 estaban conectadas con una rampa escalonada (desafortunadamente la Terraza 3 no aparece representada en el mapa actual). No se recuperaron artefactos de la terraza más alta, que contenía un nivel profundo de suelo oscuro altamente orgánico, por lo que se asume que debió tener un propósito agrícola, como por ejemplo un pequeño huerto familiar o ritual.
La Terraza 2 comprendía una mezcla de cerámicas del Clásico Tardío y del Postclásico, incluyendo una vasija fragmentada del período Postclásico, la que se halló por la quebrada y esparcida directamente sobre un cascajo en la cima de la rampa. Se excavó un pozo de 2x2m encima de la Terraza 3, donde se encontraron tiestos quebrados, navajas de obsidiana, lascas de pedernal y tres puntas proyectil también de pedernal.
Previo a las excavaciones, a la rampa que conectaba a las Terrazas 2 y 3 (Fig.5), se la había asumido como una probable escalinata. Las rampas no son elementos comunes en Copán. Está construcción recuerda a las rampas en el sitio Los Naranjos, localizado en el centro de Honduras, pero aquellas son del Preclásico y Clásico Temprano en tanto que la de Río Amarillo está fechada para el Clásico Tardío, y Clásico Terminal o Postclásico. Rampas postclásicas se han encontrado en Río Claro en el Valle del Aguán, en el noreste de Honduras (Healy 1978), pero están hechas de piedra, mientras que en la de Río Amarillo predominan el barro y escombros con algunos cantos rodados de menores dimensiones. También se han encontrado rampas en varios sitios mayas fechados para el Clásico Tardío y el Postclásico.
Una ofrenda colocada en la parte central de la rampa consistía en un vaso polícromo fragmentado con una base tipo pedestal, que probablemente pertenece a la tradición Ulua/Yojoa Polícromo de Honduras, fechado para el Clásico Terminal o el Postclásico Temprano. La rampa misma estaba rellena de desechos como lascas de obsidiana, pedernal y cerámica (incluyendo ejemplos del tipo Copador).
Al sur de la rampa se descubrió la Estructura 6, que es un amplio montículo bajo. La investigación de este edificio fue emprendida debido a que algunos fragmentos de cerámica del Clásico Terminal se encontraron en su superficie. Ésta estructura consiste en una plataforma de basamento de piedras de río y un edificio de bajareque y adobe. Las excavaciones en la estructura revelaron la presencia de dos ofrendas y quizás una más.
Colocadas al pie de las piedras de la base sur de la plataforma, y cerca de las gradas, se encontraron dos vasijas que seguramente fueron colocadas en esa posición, durante la etapa de construcción. Una era un pequeño jarrón del Clásico Tardío y la otra un cuenco Rojo sobre Naranja (Chilanga). En el segundo escalón del edificio se encontró un hacha de piedra verde colocado debajo de dos bloques de piedra cortada que parecieran formar un escondite asociado con el abandono del mismo, ya que obstruye parte del acceso. Cerámica del período Clásico, Clásico Terminal y Postclásico, fueron encontradas en asociación con ésta estructura, por lo que podría indicar su uso después del abandono de Copán, pero aún se necesitará continuar con los análisis en los artefactos y ecofactos recolectados en las excavaciones. En la esquina sureste de la estructura un pequeño fragmento de una escultura fue recuperado, la cual podría representar un ojo de guacamaya, posiblemente traído desde el centro ceremonial. No se han identificado otros elementos escultóricos como este en el sitio. La ofrenda en los escalones es particularmente interesante, ya que está indicando que los habitantes abandonaron intencionalmente el sitio, teniendo el tiempo y la solemnidad para realizar un ritual del abandono de su edificio.
En la Plataforma 1, fueron excavadas las Estructuras 1 y 2. Ambas de reducidas dimensiones y contenían cerámica del Clásico Tardío y del Postclásico. La Estructura 2 contenía los restos de un horno redondo con huesos en el interior. Se realizarán fechamientos de radiocarbono (14C) en los materiales quemados. Una vasija parcialmente completa se encontró en el acceso entre dichos edificios. Esta vasija – un cuenco redondo de borde rojo hecho de una pasta café rojiza oscura y textura tosca – sin relaciones conocidas dentro de la cuenca de Copán, por lo que es probable que no sea de producción local. Varios tiestos pertenecientes al mismo tipo de vasija han sido recuperados de otros contextos de la última ocupación en y en los alrededores de las Estructuras 1 y 2, en asociación con probable cerámica del Postclásico Temprano.
Conclusiones
La sección residencial en el norte de Río Amarillo contiene información significativa de las poblaciones del Clásico Tardío, Clásico Terminal y Postclásico. En el futuro, los miembros del PARAC analizarán muestras de fósforo, microrestos carbonizados, muestras líticas, y material faunístico para lograr un acercamiento a los estilos de vida de la gente que habitó ésta área en diferentes momentos a lo largo del tiempo.
Esta área de Río Amarillo es de particular interés para el análisis porque fue habitada durante el Clásico, así como el Postclásico. En el futuro trabajos adicionales podrían realizarse en esta área, para determinar si hubo o no una ocupación ininterrumpida del sitio, a lo largo de estos períodos. El análisis de la columna de sedimentos de la Laguna Las Sierras proveerá algunas luces acerca del medioambiente de ésta área del valle, aunque desafortunadamente no se encuentra localizado lo suficientemente cerca del sitio como para proveer información de cómo la población de Río Amarillo alteró su paisaje.
Agradecimientos
Apreciamos la ayuda de Carolina Sandoval y Alejandro Garay en la traducción de este documento. El trabajo presentado aquí se realizó con la ayuda de fondos de Lehman College, CUNY. Ésta investigación no podría haber sido posible sin el respaldo del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH). El espacio de trabajo para los análisis de laboratorio fue proveído por el Laboratorio de Investigación de Plantas (Plant Research Laboratory) del Jardín Botánico de Nueva York (New York Botanical Garden).
Referencias
Abrams, Elliot M., AnnCorinne Freter, David Rue, y John Wingard
1996 The role of deforestation in the collapse of the Late Classic Copán State. En Tropical Deforestation: the Human Dimension (editado por M. Pearl), pp.55-75. Columbia University Press, NY.
Abrams, Elliot M. y David Rue
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Fig.1: Mapa del Valle de Copán (Dibujo de Timothy Pugh y Yuko Shiratori, a partir de
Turner et al. 1983:Fig.T-13, y Webster 2002:Fig.47).
Fig.2: Gráfica de los datos de polen de la columna de sedimentos de la Laguna Petapilla. Los porcentajes
arbóreos (árboles y arbustos) y plantas herbáceas provienen de la suma del polen de arbustos, árboles
y de hierbas terrestres. El porcentaje de especies acuáticas es de la suma de granos acuáticos y
polen terrestre (por Cameron L. McNeil).
Fig.3: Mapa del sitio de Río Amarillo, Valle de Copán (redibujado por Barrios, a partir de Saturno 2000).
Fig.4: Mapa de las excavaciones del 2011 (por Justin Bracken).
Fig.5: Perfil de la rampa (dibujo por Jacob Welch).