Descargar este articulo en formato PDF
036 Tradición funeraria preclásica y clásica temprana de los conjuntos urbanos Acrópolis Norte y Mundo Perdido de Tikal
Vilma Fialko
XXVI Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
16 al 20 de julio de 2012
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Referencia:
Fialko, Vilma
2013 Tradición funeraria preclásica y clásica temprana de los conjuntos urbanos Acrópolis Norte y Mundo Perdido de Tikal. En XXVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2012 (editado por B. Arroyo y L. Méndez Salinas), pp. 435-444. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Tradición funeraria preclásica y clásica temprana de los conjuntos urbanos Acrópolis Nor e y Mundo Perdido de Tikal
Vilma Fialko
Palabras clave
Tikal, bajos Ixtinto y Santa Fe, elite mayor, Acrópolis Triádica, espacio funerario, fase Cavac,
conchas spondylus, mausoleo dinástico, Mundo Perdido, cinabrio, Tlaloc, recintos funerarios.
Abstract
Tikal is one of the ancient Mayan cities that has provided a broad representation of approximately 460 human burials corresponding to all cultural periods established, the same, are in various contexts associated with different buildings and squares. The sample of burials at Tikal is generally three main social groups: a) Elite greater, whose locations are often found in funerary complex of acropolis and temple pyramids for the monumental epicenter; b) less elite, who tend to be located in palaces, as well as family shrines assigned to groups known as PP2 square located in the immediate residential periphery to the epicenter (Becker, 1971); and c)ordinary people who lived in housing on the periphery away from the urban epicenter, special members of this establishment were buried under the floors of houses or around the patios. Settlement pattern studies conducted at a distance between 5 and 10 km. the epicenter of Tikal, in context of low and Santa Fe Ixtinto related Holmul River Basin, have documented the existence of intermediate urban centers, whose structures mostly with looting, helped identify burials appear to be representative of elites children and common people, among which may include representatives of farmers from low (Fialko 2006, 2008). This document will refer specifically to the most elite group for the Preclassic and Early Classic confined to the architectural complex known as the Lost World, which corresponds to a format known as Group E, or Astronomical Memorial Complex (Fialko 1988) and North Acropolis, which corresponds to a format of Triadic Acropolis. Both complexes are relevant to architectural documentation of the burial tradition of Tikal for its deep antiquity, the ritual significance of its structural design, and have worked alternately as dynastic mausoleums with particular reference to forms of burial.
Enterramientos preclásicos de Tikal
Los enterramientos más tempranos de Tikal provienen del conjunto Mundo Perdido, estos dan inicio desde el Siglo VI AC. Las características formales y funcionales de dicho conjunto arquitectónico en Tikal han sido ampliamente divulgadas (Laporte y Fialko 1985, 1987, 1995), por lo que no se ahondará en su descripción. Los enterramientos Preclásicos en Mundo Perdido mostraron rasgos culturales que indican un patrón de actividad ritual relacionado con prácticas de deposición mortuoria donde el evento también parece haber coincidido con algún ritual asociado a la dedicación de edificios (Fig.1).
Los rasgos característicos de dicha actividad son los siguientes:
1. Los personajes hombres o mujeres adultos fueron colocados en forma directa en el relleno interior del edificio o el piso de sostén en relación al eje principal E-O.
2. No se les proveyó de ofrenda (al menos de materiales no perecederos), ni se delimito el espacio funerario en forma ya sea de fosa o cista.
3. Algunos individuos parecen haber sido objeto de desmembramiento, lo cual podría ser algún indicio, aunque no plenamente seguro de haber sido sacrificados como parte del rito dedicatorio. Su afiliación a una elite incipiente, podría establecerse con base a algunos rasgos físicos tales como deformación craneana intencional, decoración dental manifiesta en modificación de la superficie e incrustación de jade. Asimismo llevaron algunos ornamentos elaborados en material de concha y hueso.
4. El único enterramiento Preclásico de Mundo Perdido colocado en una cista, aunque siempre sin ofrenda, se encontró en el edificio 5D-86-4 de fase Cauac. Dicho entierro resulta altamente significativo por haber sido colocado bajo el piso del descanso de la escalinata, un hecho que durante el periodo Clásico Temprano cobrará relevancia, según se verá más adelante.
Algunos de los rasgos indicados aparecen compartidos en enterramientos del Preclásico Medio de los sitios K’axob y Cuello (McAnany 1991; Hammond 1991). La tradición funeraria Preclásica apreciada en Mundo Perdido refleja entonces aspectos relacionados con la práctica de inaugurar y re-dedicar edificios, donde los individuos son la ofrenda misma y su esencia vital se incorpora al mismo edificio.
Las manifestaciones de entierros Preclásicos relacionados con la elite mayor en Tikal, claramente asociables al culto a los ancestros se aprecian en la Acrópolis del Norte entre el Siglo I AC y la parte inicial del Siglo II DC, cuando la Acrópolis consistía en una larga plataforma ritual sobre la cual periódicamente se fue agregando un santuario. Cuatro tumbas indican patrones de comportamiento consistentes con un sistema de creencias relacionado con el otro mundo y veneración de ancestros, según se detalla en los siguientes aspectos:
1. Por primera se aprecia un sistema de construcción formal de tumbas, mediante la excavación inicial de un pozo que penetró la preexistente plataforma hasta el nivel de la roca caliza, aunque sin perforarla, a fin de acomodar una cámara funeraria abovedada. Posteriormente los muros del recinto construido fueron revestidos con estuco y decorados con pintura mural, tal como se aprecia en relación al Entierro 166 (Fig.2).
2. Parte del ritual funerario implicó el sacrificio de por lo menos un individuo a fin de acompañar al personaje principal al otro mundo. Los acompañantes usualmente fueron depuestos flexionados, acondicionados como bultos fuertemente envueltos en textil.
3. El ocupante principal aparece colocado sobre una plataforma de madera o catafalco, o bien, colocado de manera sedente envuelto en textiles. Desde tiempos Preclásicos se documenta la práctica ritual de remover la cabeza del gobernante, reemplazándola con una máscara de jade (Entierro 85). Este es un rasgo que aparece en actos de veneración de ancestros deificados.
4. Una variedad de bienes mortuorios aparecen organizados alrededor de los restos del ocupante principal. Las vasijas cerámicas fueron selladas con arcilla a fin de mantener la comida caliente. También desde el periodo Preclásico ya se aprecian en Tikal vasijas decoradas con estuco y pintadas, así como vasijas efigie con vertedera, probablemente contenedoras de miel o chocolate. Aparecen por primera vez, algunos materiales asociables a tumbas de gobernantes tales como un pendiente tallado en concha con la representación de una cara humana, que podría ser un retrato del fallecido; también hay presencia de espinas de mantarraya, conchas spondylus y figuritas de piedra verde.
5. El proceso de enterramiento, se completa con la construcción de un santuario con la fachada decorada con frescos policromos y mascarones de deidades, marcando al conjunto como un lugar santificado donde los ancestros privilegiados descansaron en un medio paradisíaco, en contraste con el inframundo.
En Tikal durante el periodo Preclásico se aprecia una clara separación funcional de tradición funeraria en los conjuntos Mundo Perdido y Acrópolis del Norte.
Entierro PNT-022
Sin embargo, entre la segunda parte de los Siglos III y IV DC, por alguna razón, los enterramientos cesaron en la Acrópolis del Norte y las actividades funerarias relacionadas con personajes de elite mayor se concentraron en el Mundo Perdido, antecedidas por un evento de transición relacionado con un enterramiento múltiple masivo ubicado en la base del templo 5D-86-4 (Fig.3). Posterior a la excavación de una enorme fosa, se construyó una plataforma o andamio sacrificatorio de lo cual aún quedan los agujeros de postes; desde allí fueron sacrificados aproximadamente 17 individuos donde se incluyen niños y mujeres, que posteriormente fueron lanzados a la fosa. Aparte de algunos restos de materiales cerámicos utilitarios, se encontró una vasija roja con una forma poco usual de papaya. Difícil es determinar el origen de los personajes representados en el entierro colectivo, que bien podrían ser miembros de una familia de elite mayor, lo que significaría que el entierro múltiple PNT-22 podría conllevar un caso de probable reemplazo dinástico, lo que daría la respuesta de porqué la Acrópolis del Norte dejó de ser un mausoleo de gobernantes.
Enterramientos clásicos tempranos en Tikal
A partir del Siglo III DC, la tradición funeraria de tipo dedicatorio-propiciatorio apreciada en el conjunto Mundo Perdido se transforma en una de tipo de veneración de ancestros. Todas las tumbas relacionadas con elite mayor fueron colocadas en los edificios 5D-84, 5D-86 y 5D-88, haciendo de dicho conjunto un mausoleo dinástico (Fig.4). Los recintos funerarios aparentemente relacionados con el gobernante Garra de Jaguar, y su familia se ubicaron en el edificio 5D-86, que comparte un eje E-O con la gran pirámide radial 5C-54.
Una característica intrínseca de innovación observada en la tradición funeraria dinástica de Mundo Perdido es el hecho de que ninguna de las tumbas fue construida al nivel de la roca caliza, como sucedió en tiempos Preclásicos en Acrópolis del Norte, sino mas bien fueron situadas bajo pisos de los recintos del templo, o bien bajo los descansos de las escalinatas (Fig.3).
Entierro PNT-021
Entre 250 y 300 DC una tumba de forma pentagonal fue colocada en el recinto central de un antiguo templo Preclásico que estuvo decorado con pintura mural y dos mascarones jaguar con orejeras con diseños de estrella y media luna (Fig.5). El lugar de la inhumación aparentemente fue seleccionado para que los jaguares fungieran como guardianes del sepulcro. Durante el proceso de excavación se encontró que la mayor parte del esqueleto y contenido de la tumba fueron removidos en tiempos prehispánicos. El análisis de la estructura de la tumba, su contexto arquitectónico así como la iconografía, sugiere que la misma fue diseñada para ser re-enterrada a fin de poder realizar rituales periódicos que implicaran la manipulación y remoción de huesos-reliquia y bienes de ofrenda. Tres aspectos son relevantes para estas consideraciones:
1. La ruptura del piso del descanso de la escalinata facilitó la remoción de relleno y acceso al muro que no apareció sellado con mortero para facilitar la re-apertura.
2. En un escondite ubicado bajo el recinto posterior del templo que recubrió a la tumba se encontraron varias vasijas que estilísticamente corresponden a la ubicada en el recinto funerario.
3. La introducción de un nuevo formato de recinto funerario parece concordar con la implementación de novedosos wares policromos y diseños iconográficos. La policromía deviene en uno de los rasgos distintivos más relevantes de la civilización clásica Maya.
4. A partir del entierro representado en la tumba pentagonal de Mundo Perdido, se observa una reformulación de los rasgos funerarios previamente apreciados en la Acrópolis del Norte, mediante la introducción de un nuevo formato de tumba, estilos cerámicos y la probable practica de re-ingresar a tumbas de ancestros.
La evaluación estratigráfica y cambios en estilos cerámicos indican que el enterramiento de la tumba pentagonal, tomó lugar algunos años después del evento relacionado con el entierro múltiple masivo, haciendo factible sospechar que pudo haber una conexión política entre ambos: un grupo dinástico depuesto del poder que fue sacrificado a fin de establecer un nuevo orden dinástico, que aparece representado en la introducción de nuevos formatos de tumbas y estilos cerámicos con diseños policromos. Dicho postulado, deberá aún ser confrontado con los resultados de análisis bio-químicos de los restos de esqueletos.
Hacia inicios del Siglo IV otro recinto funerario fue colocado dentro de los rellenos de 5D-86-4 no muy lejos de la tumba pentagonal. Esta vez el formato del recinto consistió en una cripta rectangular con muros, techo y piso totalmente pintados en color rojo (Fig.3). La cripta se encontró vacía sin restos del esqueleto u ofrenda. En vez de tratarse de un caso de saqueo Maya antiguo, esta situación parece corroborar la existencia de una tradición de re-ingreso periódico a tumbas de ancestros con la finalidad de tomar objetos para reubicarlos como parte de escondites dedicatorios, o ya sea para venerarlos en santuarios locales, o bien distribuirlos en otros lugares como reliquias. La tumba podría haber correspondido al gobernante representado en la estela 29 (8.12.14.8.14), y parece haber sido construida unos 25 años después de la tumba pentagonal. La estela 29 fue ubicada cerca del extremo norte de la calzada de Mundo Perdido, aunque quizás haya estado erigida originalmente en la base del edificio 5D-86, enfrente de la tumba del gobernante (Laporte y Fialko 1995).
Entierro PNT-019
La tercera tumba localizada en el eje principal del templo 5D-86 corresponde a la segunda mitad del Siglo IV, las excavaciones realizadas por el arqueólogo Marco Antonio Bailey en el recinto central del templo revelaron la existencia de la estela 39, fechada para 375 DC, la mayor excavación debajo de la estela expuso parte de un friso mostrando una fila de cautivos en actitud suplicante. Precisamente debajo de dicho friso se encontró una cripta rectangular techada por una serie de lajas, el interior también se encontró pintado con color rojo (Fig.3). El ocupante fue un adulto medio masculino de aproximadamente 50 años, cuyos huesos aparecieron pintados probablemente con cinabrio (mercuric sulfide). Evidencia de que la tumba fue re-abierta, se aprecia en dos huesos que aparecieron colocados sobre derrumbe del techo que había caído previamente sobre un plato de la ofrenda. Otro indicio de re-entrada se aprecia en los fragmentos de mosaico de una máscara que en algún momento recubrió el rostro del gobernante, misma que apareció removida y re localizada cerca de la extremidad inferior izquierda (Fig.6).
Al igual que la estela 29, también la estela 39 pudo haber estado ubicada en la base del templo 5D-86, y luego llevada al recinto central del templo como una forma de honrar al personaje que fue inhumado debajo.
Otras cinco criptas fueron encontradas en los templos vecinos 5D-84 y 5D-88. Ellas representan a dos hombres adultos medios, a una mujer adulta media y otra adulta joven, así como a un infante; todas comparten un mismo estilo cerámico en sus vasijas de ofrenda, donde se incluye a platos con tapaderas que muestran diseños zoomorfos y antropomorfos. La evaluación de la estratigrafía, la morfología de la tumba y los estilos cerámicos indican que son contemporáneas con las del gobernante “Cráneo Garra de Jaguar”. Los individuos representados en ellas podrían corresponder a miembros de la familia del gobernante. Si fueron sus hermanos, o esposa e hijos, victimas de una lucha por sucesión será algo que solo resultados de análisis bioquímicos podrán corroborar o desvirtuar.
Enterramientos clásicos tempranos de Acrópolis del Norte
Luego de los eventos relacionados con la inhumación del gobernante relacionado con la estela 39 y la de sus posibles familiares, alrededor de 375 DC, el conjunto Mundo Perdido, ya no fue utilizado como Mausoleo Dinástico. Los futuros gobernantes de Tikal, concentrarán sus ceremonias funerarias nuevamente en la Acrópolis del Norte entre la parte final del Siglo IV a través del Siglo V.
Entierro 022
El enterramiento 22 ubicado en el eje principal de la Acrópolis del Norte ha sido adscrito al gobernante Garra de Jaguar (Coggins 1975; Coe 1990). Esta ubicación funeraria resulta particularmente importante pues indica rasgos que la caracterizan como un caso especial de transición estilística y de contenidos de ofrenda (Fig.7). Se caracteriza por tener semejanza con las tumbas de Mundo Perdido en cuanto a su ubicación debajo del piso del recinto central del templo, también tiene formato tipo cripta, el estilo de algunas de las vasijas aun es de fase Manik 2, y el hecho mas relevante, consiste en que fue objeto de ritos de re-entrada y algunos de sus bienes funerarios fueron ritualmente re-ubicados arriba de la tumba. Todo ello, la incorpora a la tradición funeraria relacionada con los gobernantes de la línea Garra de Jaguar de Tikal de los Siglos III y IV enterrados en Mundo Perdido. Entonces, porque este ultimo gobernante del Siglo IV, probable hermano o hijo del asociado con la estela 39 y entierro PNT-019 fue enterrado en Acrópolis del Norte y no en Mundo Perdido como sus predecesores?. En el interior de la cripta del entierro 22 se encontraron dos rasgos no típicos de entierros de elite mayor de la fase Manik 2, como lo son vasijas en forma de cilindros trípodes y un acompañante sacrificado, lo cual parece indicar la afiliación del propietario a un nuevo culto e iconografía que probablemente lo separaron de sus predecesores, primero en vida y posteriormente en muerte. La tumba del entierro 22 ubicada en el edificio 5D-33 de la Acrópolis del Norte, se considera como la primera de una serie que re-adoptará rasgos funerarios Preclásicos previamente apreciados en este mismo complejo arquitectónico. Sin embargo, la nueva generación de gobernantes de Tikal hacia finales de 378 DC combinará rasgos funerarios antiguos, con una ideología relacionada con el culto a la deidad Tlaloc, asociado con la lluvia y la guerra. Los gobernantes que utilizan iconografía foránea se muestran en monumentos donde no se incluyen cautivos. Algunos de los argumentos previos están basados en que el texto de la estela 31 cuando refiere eventos protagonizados por el gobernante Garra de Jaguar a través de un espacio temporal de unos 60 años (317-378 DC), en realidad parece implicar a dos gobernantes consecutivos con el mismo nombre: el primero de ellos, representado en el enterramiento PNT-019 ubicado en Mundo Perdido, también referido en las estelas de Uolantun y El Corozal que habría estado en oficio entre 317-359 DC, mientras que el segundo de ellos es el representado en el enterramiento 22 de Acrópolis del Norte, cuya probable representación corresponde a la escultura antropomorfa que muestra el nombre de Garra de Jaguar tallado en el hombro izquierdo. Es bastante improbable que un rey Maya del Siglo IV haya podido gobernar continuamente por espacio de 60 años, expuesto a enfermedades fatales de la selva y más aun en tiempos cuando Tikal estuvo implicado en guerras semi-endemicas. Pero quizás, lo mas relevante, es el hecho de que los esqueletos encontrados en los enterramientos PNT-19 y 22 representan a hombres que vivieron no más de 50 y 45 años respectivamente (Salas y Pijoan 1982).
Los siguientes gobernantes Clásicos Tempranos del Siglo V DC, asignados a los entierros 10 (Nariz Rizada) y 48 (Cielo Tormentoso), escogen a la Acrópolis del Norte, cómo su necrópolis, re-introduciendo el formato de tumbas que fueron talladas dentro de la roca caliza, en el caso del entierro 48 los muros fueron decorados con pintura mural. La disposición de bienes funerarios recuerda prácticas previamente apreciadas en el periodo Preclásico, lo que incluye la presencia de personajes sacrificados en calidad de acompañantes así cómo animales, para asistir al gobernante en su viaje al otro mundo. Por ejemplo el gobernante Cielo Tormentoso (426-457 DC), fue acondicionado en posición sedente en bulto con la cabeza removida, tal como se practicó con uno de los gobernantes del Siglo I AC según lo refiere el entierro 85.
La integración de tradiciones antiguas con la adopción de tendencias foráneas asociadas al militarismo, indican un posible cambio en las tendencias políticas que implicaron la expansión por medio de militarismo, alianzas matrimoniales y diplomacia. La expansión política y territorial de Tikal bajo el control de gobernantes de los Siglos IV y V, está en proceso de documentación, indicando que en dicho periodo Tikal pudo llegar a ser un estado regional cubriendo un área no contigua de territorio mayor a los 10,000 km2, donde estarían involucrados sitios cómo Uaxactun, Yaxha, Nakum, Naranjo, Holmul, Río Azúl y Copan.
En síntesis, es posible apreciar que en entidades políticas mayores aspectos relacionados con cambio dinástico pueden ser identificados mediante el análisis de variantes en las ubicaciones funerarias o mausoleos de los gobernantes, del formato de la tumba, la organización de los bienes funerarios, la forma y ubicación de las vasijas, y los diseños iconográficos. En este breve documento se concretan aspectos de tres momentos políticos significativos en Tikal asociados a cambio dinástico y tradición funeraria tales como:
1. El establecimiento de una elite mayor al final del periodo Preclásico Tardío, que centró sus ceremonias de culto a los ancestros en la Acrópolis del Norte. Desde este momento fue establecida la práctica de sacrificio humano ritual, desarticulación, preparación de los cuerpos flexionados en bulto y la decoración interior de tumbas talladas en la roca caliza, con motivos geométricos y naturalistas.
2. Entre el Protoclásico o inicios del Clásico Temprano, importantes cambios cualitativos aparecen asociados a una nueva élite real, que centró sus ceremonias en el complejo Mundo Perdido, una serie de por lo menos cuatro gobernantes se identificaron con novedosas formas cerámicas decoradas con diseños iconográficos polícromos relacionados con rasgos del hábitat del inframundo, se implementaron criptas pintadas de rojo como recintos funerarios ubicadas debajo del piso de los templos o bien debajo del descanso de la escalinata, con el fin de poder ingresar periódicamente a las tumbas de los ancestros para manipular sus huesos y parafernalia.
3. Finalmente, es factible apreciar una tercera transición caracterizada por la re-adopción de Acrópolis del Norte cómo como mausoleo real. Una nueva serie de gobernantes adopta formas cerámicas y símbolos iconográficos relacionados con la introducción del culto a Tlaloc, incorporándolo con la revitalización de prácticas mortuorias previamente utilizadas por sus ancestros de tiempos Preclásicos.
Referencias
Becker, Marshall, J.
1971 The Identification of a Second Plaza Plan at Tikal, Guatemala, and Its Implications for Ancient Maya
Social Complexity. Disertación doctoral, Departamento de Antropología, Universidad de Pennsylvania.
Coe, William R.
1965 Tikal, Guatemala, and emergent Maya civilization, Science, Vol.147, No.3664, pp.1401 1419.
1990 Excavations in the Great Plaza, North Terrace and North Acropolis of Tikal, Tikal Report 14, The University Museum, University of Pennsylvania, Philadelphia.
Coggins, Clemency C.
1975 Painting and Drawing Styles at Tikal: An Historical and Iconographic Reconstruction, Tesis doctoral, Departamento de Anthropología, Harvard University.
Culbert, T. Patrick
1993 The Ceramics of Tikal: Vessels from the Burials, Caches and Problematical Deposits, Tikal Report No.25, parte A, The University Museum, University of Pennsylvania, Philadelphia.
Fialko, Vilma.
1988 Mundo Perdido Tikal: un ejemplo de Complejos de Conmemoración Astronómica, en Mayab, vol. 4 pp. 13-21. Sociedad Española de Estudios Mayas. Madrid.
2002 Early Funerary Traditions of the Ancient Maya Kingdom of Tikal, Guatemala, en Newsletter, pp.7-8, National Museum of Ethnology, Osaka, Japón.
2006 The Communities of the Holmul River Drainage at the Periphery of Tikal During the Terminal Classic and the Identification of a Distinctive Micaceous Paste, en The Geography of Power (editado por S. Varela y A. Foias), BAR International Series 1447, pp.61-71, British Archaeological Reports, Oxford.
2007 La periferia este de Tikal en el periodo Preclásico dentro del contexto de la cuenca del río Holmul, en XXI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp. 155-163. Museo Nacional de Arqueología, Guatemala.
Hammond, Norman (ed.)
1991 Cuello: An Early Maya Community in Belice, Cambridge University Press, Cambridge.
Laporte, Juan Pedro y Vilma Fialko (eds)
1985 Reporte Arqueológico: Mundo Perdido y Zonas de Habitación, Proyecto Nacional Tikal, Instituto de Antropología e Historia, 10 volúmenes en manuscrito en bibliotecas IDAEH y CIRMA, Guatemala.
1987 La Cerámica del Clásico Temprano de Tikal: Una reevaluación, en Maya Ceramics: Report of the 1985 Maya Ceramic Conference (editado por R. Sharer y P. Rice), pp. 123-182, BAR International Series, British Archaeological Reports, Oxford.
1995 Un Reencuentro con Mundo Perdido, Tikal, Guatemala. Ancient Mesoamerica, No. 6, pp. 41-94, Cambridge University Press.
McAnany, Patricia A.
1991 Ancestor Worship and Sanctification of Place: Excavations at K’axob, Belice, Context No. 9, pp. 12-16, Boston University.
Salas, María Elena y Carmen Pijoan
1982 Informe sobre los restos óseos de Mundo Perdido, Tikal. Informe, Proyecto Nacional Tikal, Guatemala y Departamento de Antropología Física, INAH, México.