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070 Historia en piedra: los metates de Tak’alik Ab’aj.
Víctor Hugo Flores López
XXVIII Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
14 al 18 de julio de 2014
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Lorena Paiz
Referencia:
Flores López, Víctor Hugo
2015 Historia en piedra: los metates de Tak’alik Ab’aj. En XXVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2014 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y L. Paiz), pp. 867-878. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Historia en piedra: los metates de Tak’alik Ab’aj
Víctor Hugo Flores López
Palabras clave
Costa Sur, Tak’alik Ab’aj, industria lítica, piedras de moler, Preclásico, Clásico, Posclásico.
Abstract
Through 26 years of investigation, a surprising quantity of grinding stones has been documented stratigraphically at Tak’alik Ab’aj. The records obtained of these utensils have allowed a study that demonstrates their evolution along 1700 years. At the same time the introduction of new designs has been detected according to the epochs, what comes to demonstrate the importance of the lithic industry and its capacity to produce a wide range of this grinding tool.
Introducción
En septiembre de 2010 se inició un estudio de la colección de lítica mayor en el Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj; en el mismo fue registrada inicialmente la cantidad de 890 piezas almacenadas en dos bodegas destinadas al resguardo de materiales cerámicos y líticos.
Conforme el estudio continuaba se registraron unidades adicionales, contabilizando hasta ahora un total de 1217 piezas, que se clasificaron en 19 categorías (Fig.1).
Para la elaboración del inventario se creó y diseñó una base de datos que contiene la información básica y necesaria de cada una de estas unidades para su consulta. La categoría que presenta mayor número es la de piedras de moler y cuenta hasta ahora con un total de 518 (Schieber 2012).
Concepto de piedra de moler
Es una piedra trabajada con la función de triturar o moler diversos materiales. Puede tener forma ovalada, rectangular, rectangular con extremos redondeados y ovoide; su uso se remonta a la época prehispánica. La superficie sobre la que se realizó el proceso de molienda era generalmente cóncava y eventualmente podía presentarse plana. Dentro de las variantes identificadas en algunos tipos de piedras de moler se encuentran las que contienen de uno hasta tres soportes.
Se le ha considerado como el agente pasivo en la molienda (del Águila 1993), su complemento es la mano de moler, debido a que esta realiza la parte activa al ser manipulada sobre la materia destinada a ser molida durante el proceso.
Partes de la piedra de moler
Las partes generalmente conocidas en este instrumento de molienda son las siguientes (Fig.2):
1) Extremo proximal (es el área que sobrelleva mayor presión durante el proceso de molienda y se encuentra más cercana a la persona que realiza esta acción), puede ser abierto o cerrado.
2) Extremo distal (es el área por donde se extrae el material producido durante el proceso de molienda), siempre es abierto.
3) Laterales o paredes (pueden ser cerradas, como es el caso de la ilustración, o abiertas).
Formas básicas y tipos
Las piedras de moler en Tak’alik Ab’aj se han clasificado en cuatro formas básicas, de ellas se derivan once tipos y siete de ellos presentan variante que consiste en la presencia de soportes (Fig.2).
La forma básica “A” es ovalada (Fig.3), presenta tres tipos que a continuación se detallan (Fig.4):
1. Tipo A 1: extremo proximal cerrado, extremo distal abierto y laterales cerrados.
2. Tipo A 2: extremos y laterales abiertos (tiene variante con soportes).
3. Tipo A 3: mixto, extremo proximal recto cerrado, extremo distal redondeado abierto y laterales cerrados.
La forma básica “B” es rectangular (Fig.3), se registran tres tipos siendo estos los siguientes (Fig.4):
• Tipo B 1: extremos y laterales cerrados (tiene variante con soportes).
• Tipo B 2: mixto, extremo proximal redondeado cerrado, extremo distal recto abierto (tiene variante con soporte).
• Tipo B 3: extremos y laterales abiertos (tiene variante con soporte).
La forma básica “C” es rectangular con extremos redondeados (Fig.3) en ella también se registran tres tipos (Fig.5):
• Tipo C 1: extremo proximal cerrado, extremo distal abierto y laterales cerrados (tiene variante con soporte).
• Tipo C 2: extremos y laterales abiertos (tiene variante con soporte).
• Tipo C 3: extremos y laterales levemente cerrados, con base gruesa.
La forma básica “D” es ovoide (Fig.3) únicamente presenta dos tipos y una variante (Fig.5):
• Tipo D 1: extremo proximal cerrado, extremo distal abierto y laterales cerrados.
• Tipo D 2: extremos y laterales abiertos (tiene variante con soporte).
Contextos
Los fragmentos y piedras de moler enteras se han registrado en diferentes contextos asociados a rellenos de nivelación, rellenos de construcción, reutilizados en plazas empedradas, ofrendas, marcadores ancestrales y basureros. Algunos de ellos se describen en este trabajo, siendo estos los más representativos para cada periodo.
El Pre clásico Me dio (800-400 AC AC )
Los primeros fragmentos registrados de piedras de moler en Tak’alik Ab’aj se han documentado en este periodo y pertenecen a tres formas básicas con cinco tipos diferentes, sumando un total de 53 unidades documentadas.
Los contextos representativos en los que se han registrado las piedras de moler en este periodo son rellenos de construcción, marcador ancestral, rellenos de nivelación de plaza y pisos empedrados.
Rellenos de construcción
En las excavaciones realizadas el presente año en la fachada oeste de la Estructura 6, bajo la supervisión de la Licda. Christa Schieber de Lavarreda, se documentó en los rellenos de construcción correspondientes al Preclásico Medio de la llamada Estructura Blanca, “por el piso blancuzco que en su superficie todavía se puede contemplar”, (Schieber 2012:5); un fragmento de piedra de moler con forma ovalada (tipo A1).
Marcador ancestral
En 2012, durante las excavaciones en el área central de la Estructura 6, fue registrado otro fragmento de piedra de moler con forma ovalada (tipo A1), precisamente al centro del corte rectangular con las esquinas redondeadas del agujero en la superficie de la Estructura Blanca, en donde fue depositado el Entierro Real No. 2 (Schieber 2012). Después de un ritual en el que se colocaron singulares ofrendas dedicatorias a un gobernante del Preclásico Medio (Schieber y Orrego 2013), se decidió dejar un marcador o recordatorio que señala el lugar de su entierro, seleccionando para ello este fragmento de piedra de moler. Iniciando así uno de los marcadores ancestrales más importantes en Tak’alik Ab’aj, que son formados al establecer una secuencia de ofrendas a través del tiempo –como la Ofrenda Metates II– que giran alrededor de un punto central, en este caso el Entierro Real No. 2, proyectándose como un plomo invisible o axis mundi (Schieber y Orrego 2012).
Rellenos de nivelación de plaza
Las excavaciones de sondeo en la Terraza 0 realizadas por Carlos Espigares en 2013, al noreste de la Estructura 15, documentaron un fragmento más de piedra de moler de forma ovalada (tipo A1). En el área investigada se dieron a conocer las nivelaciones efectuadas durante el Preclásico Medio con la función de crear un espacio de uso público y posiblemente el acceso al Grupo Central (Schieber 2013).
Pisos empedrados
En excavaciones realizadas en 2002 por Elizabeth Marroquín en el límite sur de la Estructura 7, se registró, en un empedrado fechado para el Preclásico Medio, un fragmento de piedra de moler con forma ovalada (tipo A1) y dos más con forma rectangular (tipo B1; Marroquín 2009).
Pre clásico Tardío (400-150 AC AC )
En los estratos correspondientes a este periodo se han documentado 59 fragmentos y tres piedras de moler completas; también se registra la primera mini piedra de moler de tipo A1. Las mini piedras de moler se caracterizan por ser instrumentos que presentan dimensiones más reducidas que las utilizadas normalmente. Su tamaño pequeño debe obedecer a una razón práctica, por ejemplo moler sustancias muy especiales que no se manejaban en cantidades grandes, tal vez por ser muy preciosas, sus dimensiones promedio son 0.07 m de ancho, 0.10 m de largo y 0.03 m de grosor.
Los contextos más representativos en los que se han registrado estos instrumentos de molienda son ofrendas, marcador ancestral, rellenos de nivelación y fragmentos reutilizados en plazas empedradas.
Ofrenda
La única piedra de moler entera, perteneciente a este periodo y asociada a una ofrenda dedicatoria fue documentada e interpretada como una clausura de canales que suministraban agua proveniente de manantiales o mantos freáticos en el área del recinto ceremonial El Escondite. Esta ofrenda fue colocada en la desembocadura de los canales y consistió en tres conjuntos de plato con tapadera, dos fragmentos de cerámica y una piedra de moler (Schieber 1997). Es un dato bastante interesante el registrado en este contexto debido a que se trata del surgimiento de la forma ovalada (tipo D 1), que no se presenta en el Preclásico Medio.
Rellenos de nivelación
En las excavaciones realizadas el presente año por Miguel Medina en el acceso suroeste de la Terraza 3, fue registrado en los rellenos de nivelación correspondientes al Preclásico Tardío un fragmento de piedra de moler con forma ovalada (tipo A2), que es muy interesante porque es del tipo con extremos y laterales abiertos.
Marcador Ancestral
Otro fragmento interpretado como marcador de eje ancestral fue recuperado en 2012 por Víctor Flores, durante excavaciones de sondeo en la parte sur central de la Terraza 1. En este caso la secuencia de ofrendas inició con la realización de una concavidad en forma de bandeja dentro del suelo natural, posteriormente fue cimentado un piso rojizo perteneciente a una vivienda del Preclásico Medio, flanqueado al norte por un agujero perteneciente a un poste de madera que se consumió a través del tiempo. En una serie de nivelaciones subsiguientes fue documentado un agujero intrusivo que contenía seis vasijas enteras; adicionalmente en nivelaciones superiores se recuperaron dos cuencos más, todo esto fechado para el Preclásico Tardío. Finalmente se documentaron tres artefactos de lítica mayor que consisten en un alisador, una manita de moler y un fragmento de piedra de moler con forma ovalada (tipo A1). Toda esta secuencia de ofrendas coincidieron en su ubicación, como obedeciendo a un plomo invisible (eje ancestral vertical) (ver mayor información en ponencia “Las bandejas cóncavas de barro cocido en Tak’alik Ab’aj: Iniciación ritual para un espacio sagrado” de Carlos Espigares, en este simposio).
Fragmentos reutilizados en plazas empedradas
Durante las excavaciones de sondeo realizadas en el área sur-oeste de la Terraza 1 en 2013 y 2014 por Víctor Flores, fue registrada una secuencia de tres pisos empedrados que se utilizaron subsecuentemente en el Preclásico Tardío, cada uno de ellos presenta una extensión mayor que la versión anterior (Schieber 2013:20). El piso empedrado 1 es el más inmediato a la superficie actual y su extensión es de 39.60 m este-oeste y 31 m norte-sur, integrado en el mismo se registraron tres fragmentos de piedra de moler de la forma rectangular con extremos redondeados (tipo C1), uno de forma ovalada (A1) y uno sin poder identificar. Sin embargo, el fragmento no identificado es muy importante, debido a que presenta un soporte de botón, esto implica que durante este periodo el uso de los soportes se está iniciando.
Clásico Temprano (150-500 DC )
El número de unidades recuperadas para este periodo es de 70, de ellas 9 se encuentran enteras; la presencia de mini piedras de moler nuevamente se encuentra presente en el Clásico Temprano con una unidad. Los contextos representativos son dos ofrendas registradas en las investigaciones realizadas en la Estructura 6.
Ofrenda Piedras de Moler 1
En este caso nuevamente se presenta el eje vertical ancestral dentro la Estructura 6, el punto de partida es un collar de jadeíta depositado en una cista construida dentro de un agujero intrusivo en la llamada Estructura Blanca correspondiente al Preclásico Medio, toda esta actividad es realizada en el Preclásico Tardío (Schieber 2012). Las investigaciones anteriores llevadas a cabo por la Licda. Christa Schieber de Lavarreda dieron a conocer un conjunto de siete ofrendas alrededor de este agujero, entre ellas se encuentra la llamada Ofrenda Metates que consistía en un agujero hecho en el relleno preclásico. En ese depósito se encontraron cincuenta y tres fragmentos de piedras de moler, de los cuales fue posible complementar siete y otras dos más de manera parcial (Schieber y Orrego 2011).
Ésta ofrenda presenta las formas ovalada, rectangular y rectangular con extremos redondeados (tipos A1, A3, B2, B3, C1 y su variante, C2, y C3) que señalan la importancia y desarrollo de la industria lítica; su innovación reflejada en la introducción de tres tipos no utilizados durante el Preclásico Medio y Preclásico Tardío indican el inicio de la etapa en que la producción de este instrumento de molienda alcanza su mayor auge.
Un dato interesante constatado en el Preclásico Medio y Preclásico Tardío es el uso frecuente de la forma ovalada (tipo A1) mientras que a partir del Clásico Temprano la forma rectangular con extremos redondeados (tipo C1) tiene un considerable incremento de utilidad, disminuyendo la presencia del primer tipo mencionado.
Ofrenda Piedras de Moler 2
En 2012, en las excavaciones en el sector central de la Estructura 6 dieron lugar al registro de otra evidencia del concepto de eje ancestral vertical, que inicia con el Entierro No. 2 del Preclásico Medio, que –aparte de su correspondiente marcador “funerario” mencionado anteriormente– fue conmemorado en el Clásico Temprano con una ofrenda de piedras de moler denominada Ofrenda Metates 2 en un agujero intrusivo cavado en la versión constructiva precedente del Preclásico Tardío (Schieber 2012). Esta ofrenda consiste en seis fragmentos de piedras de moler y dos piedras de canto rodado; el depósito tiene forma circular con diámetro de 1.95 y 1.30 m de profundidad. Solamente se pudo complementar una piedra de moler con forma ovalada (tipo A1), las otras formas identificadas en la ofrenda son rectangular y rectangular con extremos redondeados (tipos B2 y C1); únicamente un fragmento no fue posible identificarlo debido a la mutilación que presenta. En el siguiente cuadro se dan a conocer los tipos y cantidades en la Ofrenda Piedras de Moler 2.
A diferencia de la Ofrenda Metates 1 que contiene nueve tipos, la segunda solamente presenta tres y precisamente son los tipos que se encuentran con más frecuencia en Tak’alik Ab’aj; no hay unidades que presenten soportes y la forma básica D no aparece dentro de estos dos contextos.
Clásico Tardío (500-900 DC )
La cantidad de fragmentos registrados para esta época es de 62, más 11 piedras de moler completas y se han documentado dos mini piedras de moler. Llama la atención la presencia de las variantes, que como ya se ha mencionado anteriormente, consisten en los tipos que presentan soportes; el uso de estos se empieza a observar desde el Preclásico Tardío de manera muy modesta con soportes de tipo botón y cónico. En el Clásico Temprano la representación del soporte nuevamente es poco notoria y se continúa utilizando los mismos tipos. Prácticamente el Clásico Tardío es el periodo en el que la producción de piedras de moler con soporte se encuentra en pleno apogeo, con el uso de soportes tipo botón, cónico, cilíndrico y de pedestal distribuidos en siete variantes. En el siguiente cuadro se presenta los tipos de piedras de moler registradas en esta periodización.
Basurero tipo botellón
En 2012 se realizó un rescate en el área circunvecina inmediata oeste (B) de la parte sur del Grupo Central y en una de las excavaciones fue registrado un basurero con forma de botellón. Este peculiar depósito se encuentra dividido en dos niveles que están separados por un pequeño estrato que no presenta ningún material cultural (Schieber 2012). En el primer nivel denominado lote 6A fueron registradas dos piedras de moler completas pertenecientes a las formas ovalada y ovoide (tipos A2 y D1 esta última fragmentada en dos partes); adicionalmente hay tres fragmentos más, uno sin poder identificar y los otros dos pertenecen a las formas rectangular y rectangular con extremos redondeados (variante B1 y tipo C2).
Llama la atención la coincidencia de la presencia de las cuatro formas básicas en este contexto.
Posclásico
Esta época únicamente ha reportado once fragmentos que se encuentran representados en los tipos B2, C1 y sus variantes, cinco unidades no se han identificado debido a su mutilación.
Sobre construcciones arquitectónicas
En las excavaciones de sondeo realizadas por José Crasborn en 2005 para determinar la extensión este de la escalinata de la Estructura 5, fue documentado un fragmento de piedra de moler rectangular con extremos redondeados (variante C1) en el primer estrato cultural que cubre las piedras de dicha escalinata (Crasborn 2005:3).
Sobre calzadas ceremoniales
En 2006 José Crasborn documentó un fragmento más de piedra de moler correspondiente a la forma rectangular con extremos redondeados (tipo C1) en un relleno que cubre el piso de plaza sobre el cual se construyó una calzada ceremonial registrada en la esquina suroeste de la Estructura 4 (Crasborn 2006:23).
Interpretación y conclusión preliminar
Las primeras evidencias registradas sobre el uso de la piedra de moler en Tak’alik Ab’aj se remontan a la época del Preclásico Medio con 53 unidades; se han identificado las formas básicas ovalada, rectangular y rectangular con extremos redondeados (tipos A1, A3, B1, B2 y C1) que presentan extremo proximal y laterales cerrados. Funcionalmente hablando, este patrón pueda obedecer a las características que presentaba el material utilizado en la molienda, dentro del cual se debía aprovechar el líquido extraído durante este proceso, ¿como por ejemplo el cacao?
En el Preclásico Tardío se han documentado 59 unidades e identificado la introducción de dos nuevos tipos de piedra de moler en las formas ovalada, y rectangular con extremos redondeados; estos tipos presentan extremo proximal y laterales abiertos (A2 y variante C2). Probablemente esto indique que el líquido de determinado material procesado en la molienda no era necesario retenerlo y para ello no se requería de extremos y de laterales cerrados, o se podría tratar de un cambio de dieta en el cual se están procesando otro tipo de alimentos que no presentan líquidos o más bien señalaría la conveniencia de evacuar el líquido (como por ejemplo el maíz). Adicionalmente a este detalle la industria lítica ha dado otro gran paso al introducir los primeros diseños de piedras de moler que incluyen soportes representados en 2 unidades equivalentes al 1.25% del total de la muestra. También se introduce la forma ovoide representada con el tipo D1 y se inicia la producción de mini piedras de moler. Llama la atención la desaparición de la forma rectangular y sus tipos; hasta ahora no ha sido encontrada evidencia de su uso en este periodo.
En el Clásico Temprano hay 70 unidades documentadas, la forma rectangular reaparece con un tipo utilizado durante el Preclásico Medio y uno más que presenta su extremo proximal y laterales abiertos; los tipos con esta característica que consiste en mostrar la superficie abierta y que fueron utilizados durante el Preclásico Tardío no se han registrado en el Clásico Temprano. El nuevo tipo en la forma rectangular (B3) sustituye a los tipos mencionados anteriormente de las formas ovalada y rectangular con extremos redondeados (A2 y variante C2).
Durante el Clásico Temprano la industria lítica orienta sus recursos de producción a la forma rectangular con extremos redondeados introduciendo tres nuevos tipos (C1 variante, C2 y C3) y reduce la fabricación de la forma ovalada. Este cambio puede obedecer a que funcionalmente se den cuenta que dicha forma presenta algunas desventajas durante el proceso de molienda. La utilización de soportes en este periodo es modesta al estar representados en 2 piedras de moler que equivalen a un 1.40% de la muestra. La evidencia arqueológica es muy puntual al indicar que a partir de esta época se utilizan las cuatro formas básicas registradas.
El Clásico Tardío presenta hasta ahora 73 unidades documentadas, es la época en la cual el empleo de soportes es más notorio debido a la introducción de 6 nuevas variantes (A 2, B 1, B 2, B 3 y D 2), que se encuentran representadas en 26 piedras de moler, siendo esta cifra un 30% de la muestra total. Este fenómeno se puede interpretar en como la industria lítica transforma y mejora los diseños de piedras de moler identificando a los que considera necesarios. Obviamente el soporte es una de esas mejoras que proporcionó más comodidad a la persona que realizaba la molienda. Gradualmente se depuró la forma ovalada (específicamente el tipo A1), sin embargo el uso de las cuatro formas básicas sigue siendo visible en el Clásico Tardío, con más presencia en las formas rectangular y rectangular con extremos redondeados; nuevamente aparece la variante introducida durante el Preclásico Tardío (C2) y suspendida en el Clásico Temprano.
El Posclásico es la época con menos unidades limitándose únicamente a unos cuantos fragmentos identificados con las formas rectangular y rectangular con extremos redondeados (B2 y su variante, C1 y su variante). La escasa evidencia de piedras de moler sugiere que ya no se está preparando la misma cantidad de alimentos, porque queda muy poca gente o bien se podría definir como el abandono de Tak’alik Ab’aj (Fig.6).
La piedra de moler en la actualidad
Tomando en cuenta la clasificación de piedras de moler realizada en Tak’alik Ab’aj y comparando su uso actual en el Municipio de El Asintal, Retalhuleu; se puede observar a la forma rectangular (variante B3), siendo utilizada en algunos hogares de la región. En estos casos que se conserva la piedra de moler, se traduce en que se ha conservado la tradición ancestral en la preparación de alimentos porque se han mantenido las costumbres alimentarias y la estructura familiar: la madre prepara la comida y el padre sale a trabajar.
A través de los siglos la piedra de moler ha llegado hasta nuestros días, estableciendo un hilo entre el pasado y el presente mediante su uso, negándose a desaparecer de su hogar, que poco a poco la ha desplazado utilizando otros medios tecnológicos que simplifiquen este trabajo.
Agradecimientos
A los directores del Parque Arqueológico Nacional Tak’alik A b’aj: Licda. Christa Schieber de Lavarreda y Miguel Orrego por su incondicional apoyo, asesoría e ideas para la realización de este trabajo; Geremías Claudio, Baudilio Menchú, Efraín Guzmán, David Pérez, Guillermo Sánchez y José Pineda: Investigación y documentación arqueológica; Oswaldo López y Omar Alvarado: Centro de Documentación gráfico y Archivo; David Claudio: Fotografía; Robbin De León, Heidy Pérez y Rudy López: Dibujo arqueológico; Laura Escobar: Laboratorio de materiales cerámicos.
A la Dra. Marion Popenoe de Hatch por sus observaciones y aportes en el desarrollo de esta investigación. Al Ministerio de Cultura y Deportes y Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural del Instituto de Antropología e Historia.
Referencias
Crasborn Chavarría, José
2005 Memoria de labores 2005. Archivo Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj. Ministerio de Cultura y Deportes, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural/IDAEH.
2006 Memoria de labores 2006. Archivo Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj. Ministerio de Cultura y Deportes, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural/IDAEH.
del Águila, Patricia
1993 Análisis de las piedras de moler desde una perspectiva arqueológica y etnográfica. Tesis de Licenciatura, Área de Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.
Marroquín, Elizabeth
2002 Memoria de labores 2002. Archivo Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj. Ministerio de Cultura y Deportes, Dirección, General del Patrimonio Cultural y Natural/IDAEH (versión digital).
Schieber de Lavarreda, Christa
1997 Exploraciones hacia el oeste del Parque Arqueológico Tak’alik Ab’aj: El escondite. En XI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1997 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp. 473-491. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
2012 Síntesis de trabajos de investigación y restauración. Archivo Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj. Ministerio de Cultura y Deportes, Dirección, General del Patrimonio Cultural y Natural/IDAEH (versión digital).
2013 Informe resumido de trabajos de investigación y conservación. Archivo Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj. Ministerio de Cultura y Deportes, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural/IDAEH (versión digital).
Schieber de Lavarreda, Christa y Miguel Orrego
2011 La Pasión del Señor de la Greca. En XXIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2010 (editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 644-662. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
2012 El Retorno al ancestro en Tak’alik Ab’aj: Hallazgo del collar del ancestro del “Señor de la Greca”. En XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2011 (editado por B. Arroyo, L. Paiz y H. Mejía), pp. 1045-1055 Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
2013 Descubriendo el Entierro Real No. 2 de Tak’alik Ab’aj. Proyecto Nacional Tak’alik Ab’aj, Ministerio de Cultura y Deportes, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural/IDAEH. En Antropología e Historia de Guatemala. Anuario de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. III Época No. 12, año 2013. Editora Patricia del Aguila Flores, pp. 7-33. Ministerio de Cultura y Deportes, Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Guatemala.
Fig.1: Categorías registradas dentro de la base de datos creada en Tak’alik Ab’aj.
Fig.2: Partes que forman parte en una piedra de moler.
Fig.3: Formas básicas de piedras de moler en Tak’alik Ab’aj.
Fig.4: Formas de piedra de moler ovalada,
rectangular y sus tipos.
Fig.5: Formas de piedra de moler rectangular con extremos redondeados, ovoide y sus tipos.
Fig.6: Trayectoria de las formas y tipos de la piedra de moler en Tak’alik Ab’aj y sus periodizaciones.