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Braswell, Geoffrey E.
1996 El patrón de asentamiento y producción en la fuente de obsidiana de San Martín Jilotepeque. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.449-461. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO Y PRODUCCIÓN EN LA FUENTE DE OBSIDIANA DE SAN MARTÍN JILOTEPEQUE
Geoffrey E. Braswell
Desde 1990, Ri Rusämaj Jilotepeke, o sea el Proyecto Jilotepeque, ha investigado la obtención, producción e intercambio en el área del importante yacimiento de obsidiana de San Martín Jilotepeque (SMJ), departamento de Chimaltenango, Guatemala. Durante la primera fase de la encuesta, se efectuó un reconocimiento geológico de 280 km², a fin de ubicar y probar afloramientos de obsidiana y depósitos secundarios de ellos (Figura 1). Un objetivo importante de esta fase de investigación fue la elaboración de una técnica química de atribución a micro-yacimientos la cual permitiría la identificación de los artefactos hechos de obsidiana de SMJ con canteras específicas o ciertos sistemas de canteras. Michael Glascock, de Missouri University Research Reactor (MURR) ensayó 79 muestras de 25 localidades a través de análisis por activación de neutrones. El área de los afloramientos de San Martín ahora se conoce con siete huellas distintas de composición química en lugar de uno (Figura 2). Cada una corresponde a un afloramiento diferente. La evidencia de extracción de obsidiana y de las etapas iniciales de producción fue encontrada en solamente tres lugares (Figura 1:SMJ1A, SMJ1E y SMJ6) y, hasta la fecha, el análisis por activación neutrónica ha podido identificar artefactos de solamente dos de los sistemas de canteras (Figura 1:SMJ1A y SMJ1E).
La segunda fase comprendió de un reconocimiento sistemático del asentamiento en un área de 138 km² (Figura 3). Durante la fase tres, se efectuaron excavaciones en canteras de obsidiana, un taller secundario y sitios habitacionales. El archivo de datos originado por el proyecto permite el análisis diacrónico de las estrategias de producción y de los patrones de asentamiento desde el Formativo Medio hasta el fin del Postclásico Tardío. Los cuestionamientos importantes contestados por estos datos abarcan: Primero, ¿Cómo están dispuestos los sitios habitacionales con respecto a afloramientos de obsidiana explotados? Segundo, ¿Cómo se relacionan la jerarquía de sitios y la especialización? Finalmente, ¿Cuáles fueron los modos de producción para diferentes industrias líticas?
El enfoque de este ensayo es la producción secundaria, o sea, la fabricación de instrumentos por lasqueo realizada en otras localidades que canteras.
LA PRODUCCIÓN SECUNDARIA
Tanto Van der Leeuw (1976) como Santley (1989) han presentado una jerarquía de cuatro filas para describir diferentes modos de producción antigua. Primero, la producción en el nivel de unidad doméstica es la menos intensiva y es realizada por personas no-especialistas con el objetivo de restituir artículos de la unidad doméstica cuando se necesitan. La escala de producción es muy pequeña y los tipos de bienes elaborados son los mismos que se encuentran en el conjunto de la unidad habitacional. Los desechos de fabricación típicamente se botan en la basura general de la casa. Un agricultor tallando un mango de coa o una mujer tejiendo para su familia son ejemplos de producción doméstica.
Segundo, en una industria de unidad doméstica, productores no-especialistas elaboran artículos generales para uso doméstico, pero también realizan algunos bienes para intercambiar fuera de la unidad habitacional. El desecho se bota con la basura de la unidad doméstica o en basureros especiales y pequeños hallados en contextos domésticos. Muchos alfareros producen cerámica así en lo que es la industria doméstica.
Cuando la intensidad de producción alcanza el nivel en que la unidad doméstica no puede servir como el lugar de producción, se identifica una industria de taller. La especialización de tiempo completo y el uso de lugares también especializados son dos características de la industria de taller. En una industria de taller, el desecho se bota en basureros particulares en contextos no-residenciales. Una importante correlación arqueológica es la diferencia entre los desechos de talleres (o depósitos de escoria) y los procedentes de contextos domésticos.
El cuarto modo y más complejo es la producción en fábricas, sobre la cual no se va a tratar aquí.
Existe una diferencia importante entre el taller como contexto de producción, o sea un lugar físico y el taller como un modo de producción. En la práctica, los talleres secundarios de obsidiana pueden ser difíciles de identificar como lugares específicos (i.e., Clark 1989; Moholy-Nagy 1990). No obstante, no es necesario localizar un taller físico para reconocer qué industria de taller llevaba a cabo. La presencia de un depósito de escoria es suficiente para identificar una industria de taller por el carácter no-doméstico de su conjunto.
La evidencia más temprana de asentamiento y producción secundaria en SMJ está fechada en la parte tardía del Formativo Medio, hacia el 500-300 AC (Figura 4). En su totalidad, 77 sitios del área recorrida demuestran componentes del periodo Formativo Medio. Todos ellos consisten en agrupamientos simples de tiestos y lítica tallada y carecen de arquitectura visible. Son muy pequeños (menos de una hectárea) lo cual sugiere que fueron localidades de solamente uno o dos grupos de casas. El análisis estadístico del vecino más cercano (nearest neighbor) implica que las unidades habitacionales del Formativo Medio están dispuestas aleatoriamente una respecto a otra por todas partes del terreno. Sin embargo, el análisis demuestra una tendencia de unidades habitacionales a concentrarse alrededor de canteras, lo cuál indica que el acceso a las afloramientos de obsidiana influyo en los patrones de asentamiento aun durante este periodo temprano. Con todo, la densidad y el espacio entre sitios no sugieren ningún esfuerzo a controlar acceso a las canteras.
SMJ fue virtualmente abandonado durante el periodo Formativo Tardío (Figura 5), entre el 300 AC y el 300 DC. Solamente se encontraron 82 tiestos diagnósticos del Formativo Tardío en la región recorrida, a pesar de que el asentamiento Formativo Tardío es muy denso en los valles de Chimaltenango, Antigua y Alotenango, ubicados entre 10 y 30 km hacia el sur. La jerarquía de sitios en el periodo Formativo Tardío fue insignificante y solamente comprendía pequeñas áreas con lítica tallada y tiestos esparcidos.
No se encontró ningún taller secundario ni depósito de escoria fechado durante los periodos Formativo Medio ni Formativo Tardío. En contraste, la producción secundaria ocurriría en el contexto doméstico. El artefacto de obsidiana más común en los sitios Formativos es la lasca de percusión utilizada conseguida mediante industria informal por lasqueo. Las navajas de percusión y navajas prismáticas también se encontraron pero en cantidades mucho más pequeñas. Aunque aparecen algunos núcleos y lascas bipolares, la fabricación bipolar nunca tuvo un papel importante en el área, tal vez a causa de la abundancia de la materia prima. El desecho representativo de la industria informal por lasqueo está presente en casi todos los sitios Formativos. La repetición en el conjunto sugiere que la forma dominante de producción formativa fue la producción doméstica, en vez de la industria doméstica. Por el contrario, la evidencia de fabricación de navajas fue consiste en núcleos agotados y fragmentos de núcleos, es mucho menos común. La producción de navajas prismáticas habría podido practicarse como industria doméstica desde el periodo Formativo.
SMJ se rehabitó durante el periodo Clásico Temprano (300-600 DC). Ciento ocho sitios con componentes Clásico Temprano se hallaron en la región (Figura 6). Desde este periodo, el patrón de asentamiento puede describirse como una jerarquía de tres filas. La primera evidencia de arquitectura en montículos, de escultura y de talleres secundarios está fechada en el periodo Clásico Temprano. El análisis estadístico del vecino más cercano muestra una fuerte tendencia de los sitios habitacionales del Tipo II a agruparse alrededor de canteras de obsidiana.
Tres talleres secundarios o depósitos de escoria especializados tienen componentes del Clásico Temprano. El análisis estadístico del vecino más cercano indica una tendencia fuerte a agruparse con sitios de los Tipos II y III, las dos filas superiores en la jerarquía de sitios. Por consiguiente, la extracción de obsidiana, como la producción en talleres, está asociada con sitios habitacionales y elitistas del periodo Clásico Temprano.
¿Cuáles fueron los productos de los talleres secundarios, o sea cómo se diferencian los conjuntos de depósitos de escoria de talleres y basura típica de las unidades habitacionales? Mientras que las lascas constituyen el 71% de la obsidiana recolectada en los sitios habitacionales, en talleres secundarios y depósitos de escoria constituyen un 87% de los conjuntos recolectados. La diferencia más importante es la clase de industria lítica a la cual son atribuidas las lascas. Solamente el 3% de las lascas recolectadas en los sitios habitacionales son lascas para adelgazar, obtenidas en la producción de artefactos bifaciales. En contraste, el 74% de las lascas recolectadas en talleres secundarios y sus depósitos de escoria son lascas de adelgazar. Además, aunque los artefactos bifaciales constituyen menos del 1% del promedio de conjuntos de los sitios habitacionales, suponen el 6% de los conjuntos de talleres y depósitos de escoria. La mayoría de los artefactos bifaciales en los talleres y depósitos de escoria son preformas rechazadas durante alguna etapa de la producción.
El fomento de una industria de talleres durante el periodo Clásico Temprano no implica que la producción doméstica cesara o decayera. Al contrario, hasta el fin del periodo Postclásico, los conjuntos de unidades domésticas continuaron produciendo desechos de percusión informal y también de la industria de núcleo-navaja prismática, aunque a nivel mucho más bajo.
El asentamiento alcanzó su máximo auge durante el periodo Clásico Tardío (600-1000 DC) cuando existían 119 sitios en la región recorrida (Figura 7). El análisis estadístico del vecino más cercano sugiere una tendencia de los sitios del Tipo II a espaciarse en intervalos regulares alrededor de los sitios más grandes del Tipo III, lo cuál sería de esperar si aquéllos fueron políticamente subordinados a éstos.
Siete talleres secundarios y áreas de depósitos de escoria tienen componentes Clásicos Tardíos y el análisis del vecino más cercano fue utilizado otra vez para examinar su asociación con respecto a los sitios habitacionales. El patrón en el que los talleres secundarios especializados y las áreas de depósitos de escoria están asociadas con sitios habitacionales de niveles más altos aumentó durante el periodo Clásico Tardío y este patrón sugiere otra vez el control elitista en la producción de instrumentos bifaciales.
Aunque los sitios habitacionales del Tipo II seguían mostrando en el periodo Clásico Tardío la tendencia a agruparse alrededor de las canteras de obsidiana, todos los sitios que dan cuenta de este patrón tienen componentes Clásicos Tempranos. Entonces, la proximidad a las canteras de obsidiana no fue un factor cuando se seleccionaron otros lugares para nuevos asentamientos durante el Clásico Tardío.
No existe evidencia de que la producción de navajas prismáticas en SMJ fuera realizada como industria de taller. No se encontraron concentraciones de desechos asociados con la producción de navajas, sino en canteras en donde los macro-núcleos fueron toscamente fabricados. Cuando se encontraron núcleos poliédricos agotados y fragmentos de ellos, fueron localizados en contextos típicos de unidades domésticas y fueron mezclados con tiestos, navajas ya utilizadas y lascas. Sin embargo, los núcleos y fragmentos de ellos se encontraron con más frecuencia en sitios del Tipo II y del Tipo III, que en sitios pequeños del Tipo I. Por lo tanto parece que la producción de navajas prismáticas fue llevada a cabo como una industria doméstica que tendía a ser asociada con la élite.
Del área corrida, un total de 82 sitios tienen componentes Postclásicos (Figura 8). Otra vez el análisis estadístico del vecino más cercano fue empleado para examinar el patrón espacial de talleres secundarios y depósitos de escoria con respecto a los sitios habitacionales. En este caso, los talleres secundarios y depósitos de escoria tendían a agruparse cerca de sitios del Tipo I, los cuales carecen de rasgos arquitectónicos visibles. En otras palabras, en el periodo Postclásico se ve el reverso del patrón Clásico. Además, los sitios Postclásicos no tienden a agruparse alrededor de las canteras. En realidad, los sitios del Tipo II manifiestan una ligera inclinación a espaciarse a intervalos regulares de las canteras.
APRECIACIONES GENERALES
Al revisar brevemente los datos sobre el asentamiento, podemos contestar las preguntas planteadas anteriormente. Primero, ¿Cómo están dispuestos los sitios habitacionales con respecto a los afloramientos de obsidiana? Empezando en el periodo Formativo Medio, los sitios habitacionales muestran la tendencia a agruparse alrededor de afloramientos explotados. Después de un periodo de abandono efectivo, SMJ se rehabitó otra vez en el Clásico Temprano. Durante este periodo, los sitios del Tipo II manifiestan una fuerte tendencia a agruparse alrededor de canteras, aunque esta observación no puede extenderse a los sitios poblados por primera vez durante el Clásico Tardío. No existe ninguna indicación de que los asentamientos Postclásicos se situaran en las proximidades de las canteras de obsidiana.
¿Cuál fue la relación entre la jerarquía de sitios y la especialización? La jerarquía de asentamiento con tres filas se desarrolló en el periodo Clásico Temprano. Los depósitos de escoria y talleres secundarios, especializados en la producción de instrumentos bifaciales, se agrupan alrededor de los sitios habitacionales Clásicos del Tipo II y del Tipo III. Estos tipos representan el término elitista del espectro de asentamientos. Durante el periodo Postclásico, la asociación de producción bifacial y sitios elitistas desaparece.
¿Cuáles fueron los modos de las diferentes industrias líticas? En todos los periodos, la industria más común en SMJ fue la producción informal de lascas de percusión utilizados como raspadores o instrumentos sencillos para cortar. Los desechos de producción informal de lascas se encuentran efectivamente en todos los sitios habitacionales, lo cual sugiere que el modo de producción fue la producción doméstica. En contraste, la fabricación de navajas prismáticas fue menos común y durante el periodo Clásico tendió a asociarse con sitios habitacionales de los Tipos II y III. Proponemos que la fabricación de navajas prismáticas se practicó como industria doméstica y su distribución se encaminó a remarcar las distinciones sociales. Finalmente, la elaboración de objetos bifaciales fue asociada con el modo de producción en industria de taller y no parece que fuera practicada popularmente en contextos domésticos.
AGRADECIMIENTOS
El proyecto Ri Rusämaj Jilotepeke ha sido apoyado por becas de la Wenner-Gren Foundation, Fulbright-IIE, el National Science Foundation de los Estados Unidos, el Mellon Foundation y el Middle American Research Institute of Tulane University.
Figura 1 Área de investigación
Figura 2 Gráfica
Figura 3 Sitios arqueológicos de San Martín Jilotepeque
Figura 4 Sitios del Formativo Medio
Figura 5 Sitios del Formativo Tardío
Figura 6 Sitios del Clásico Temprano
Figura 7 Sitios del Clásico Tardío
Figura 8 Sitios del Postclásico
REFERENCIAS
Clark, John E.
1989 Hacia una Definición de Talleres. En La Obsidiana en Mesoamérica (editado por M. Gaxiola y J. E. Clark):213-217. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.
Moholy-Nagy, Hattula
1990 The Misidentification of Mesoamerican Lithic Workshops. Latin American Antiquity 1:268-279.
Santley, Robert S.
1989 Residential Site Structure in the Basin of Mexico during the Formative and Classic Periods. En Households and Communities (editado por S. MacEachern, D.J.W. Archer y R.D. Gavin):398-406. The Archaeological Association of the University of Calgary, Calgary.
Van der Leeuw, Sander E.
1976 Studies in the Technology of Ancient Pottery. Organization for the Advancement of Pure Research, Amsterdam.