Descarcar este artículo en formato PDF
Bove, Frederick J.
1997 Diletantismo, anticuarismo e impunidad arqueológica en Guatemala. En X Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1996 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.141-145. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
13
DILETANTISMO, ANTICUARISMO E IMPUNIDAD ARQUEOLÓGICA EN GUATEMALA
Frederick J. Bove
Los guatemaltecos confrontan hoy un importante dilema. Me refiero a su patrimonio cultural, a su respeto por el pasado y a los vínculos culturales del presente con el futuro. Voy a principiar por definir las tres palabras que, para mí, expresan precisamente este dilema. Además mencionaré los problemas que los arqueólogos, especialmente los guatemaltecos, deben afrontar cuando intentan lidiar con esta difícil situación. Ustedes posiblemente se preguntaran qué conexión existe entre diletantismo, anticuarismo e impunidad arqueológica? Déjenme intentar explicarles.
La palabra diletante se deriva originalmente del latín dilectare y del italiano dilettante. Esto significa un admirador o amante de las artes, o una persona con interés superficial en el arte o amante de las artes, un trabajo superficial.
Un anticuario es uno que colecciona o estudia antigüedades.
Impunidad, una palabra común en las mentes de todos los guatemaltecos, significa exento o libre de castigo, daño, o pérdida.
Para explicar un poco más, el libro A History of Archaeological Thought por B. Trigger, describe el explosivo interés por la antigüedad clásica durante el siglo XVII en Europa, donde miembros de la nobleza se convirtieron en ávidos coleccionistas del arte griego y romano, cuyos agentes compraron para ellos en la región del Mediterráneo. En 1734 un grupo inglés, con conocimiento de las antigüedades italianas, formaron la «Sociedad del Diletante» en Londres, con el propósito de promover el gusto por el arte clásico. Por el gran valor monetario puesto en los trabajos del arte de gran calidad, se restringió las investigaciones a la nobleza y a aquellos estudiosos que disfrutaban de su patrocinio.
Existía una fascinación con las cosas, las cosas por sí mismas y no por lo que significaban. Ellos colocaron a los objetos en vitrinas para que los visitantes las observaran. Estas eran piezas convencionales que servían de temas de conversación en reuniones sociales y se convirtió en algo qué hacer y que estaba de moda. Pero esto condujo, aparte de una creciente conciencia de la diferencia entre el pasado y el presente, a un amplio saqueo y tráfico ilegal y un desinterés básico, hasta ignorancia, de los vínculos culturales entre el pasado y el presente.
Y aquí descansa parte del dilema de Guatemala que yo creo se encuentra mejor ilustrado en las siguientes impresiones basadas en mi vida como gringo chapín.
Muchas personas en Guatemala me han preguntado qué es lo que busco, qué estoy encontrando, o qué he encontrado. Estas preguntas generalmente vienen después de expresar sorpresa sobre la existencia de restos prehistóricos importantes en la Costa Sur. Sin mucho pensar sobre la pregunta, acostumbraba a responder: busco los restos de civilizaciones pasadas expresadas tanto en patrones espaciales de ciudades antiguas, como en viviendas residenciales. También su vida, según se aprecia en sus artefactos, incluyendo restos de comida, herramientas, ollas y entierros. Yo creo, sin embargo, que lo que las personas están realmente preguntándome es qué cosas especiales estoy encontrando. Incensarios completos, figurillas, jade, monumentos de piedra esculpidos, cosas con valor obvio, o descubrimientos sorprendentes, objetos extraños y exóticos. En otras palabras, qué estoy encontrando – o aún buscando -, que podría interesar a un diletante o un anticuario.
Hace mucho tiempo dejé de responder a las preguntas en esta forma y ahora respondo que lo que he encontrado es a mi mismo. Lo que esto significa es que he encontrado mi humanidad en el vínculo entre el pasado, presente y el futuro.
Para explicarme mejor, si los guatemaltecos niegan el valor de su herencia cultural es simplemente una reflexión de su cultura. No estoy hablando de su fabulosa hospitalidad y fuertes y cercanos vínculos con la familia extensa. Me refiero en cambio a algo fuera de su individualidad y no como miembros de familias extensas. Del comportamiento que se expresa en reglas culturales. El punto de mi charla es simplemente este. Ustedes tienen una enorme crisis cuando se destruyen los sitios arqueológicos y los artefactos son saqueados y vendidos con impunidad a diletantes y anticuarios. Ustedes tienen una crisis enorme cuando el acceso a la investigación de los sitios arqueológicos se les niega a científicos responsables debido a la ignorancia, avaricia y razones como el miedo a que el gobierno se apropie del terreno o los artefactos, o miedo a la USAC y sus supuestos comunistas, a personas extrañas, o a la falta de control. Ustedes tienen una crisis mayor cuando algunos de los dueños de terrenos, coleccionistas de arte ilegal, pseudo-arqueólogos y pseudo-fundaciones, promueven la destrucción y saqueo de los sitios.
Ahora vamos a cuestiones específicas. El Baúl es un sitio mundialmente famoso que aparece en todos los mapas arqueológicos de Mesoamérica. Se localiza en un punto que atrae visitantes de todas partes del mundo durante todo el año. Es un sitio importante que forma una crítica parte de la escasamente conocida cultura Cotzumalguapa.
En febrero de 1995 observé que alguien había destruido un tercio de la pirámide del límite sur de la acrópolis principal. Enfrente de esta estructura se encontró la famosa Estela 1, también conocida como Estela Herrera, un monumento temprano del ciclo 7 de la cuenta larga. En la misma pirámide además se encontraron el poderoso tigre de El Baúl y otro monumento conocido con jugadores de pelota. Reporté el daño a la finca y al IDAEH pensando que fueron saqueadores quienes causaron la destrucción. La finca nos indicó que no habían sido saqueadores sino que solo había sido la finca. Esto me recordó las notas de asaltos y asesinatos reportados por la prensa diciendo que solo son un crimen común y no es algo políticamente motivado como si la víctima se preocupara de la diferencia.
Esta es la misma finca que hace cinco años cortó una profunda trinchera para distribución de agua de la colonia Maya, directamente a través de la acrópolis principal. Debido a esto, Sonia Medrano descubrió una plataforma enterrada con dos cabezas esculpidas. Este es el primer hallazgo in situ de este tipo en el lugar. También descubrimos dos nuevas plazas, una rodeada por un muro alto. Estas descansan al sur de la acrópolis de El Baúl y ahora nos referimos a ellas como Grupos A, B y C.
Después de estos hallazgos, rápidamente buscamos obtener permisos para explorar, muestrear y mapear topográficamente la muy dañada acrópolis, además de las porciones recientemente descubiertas del sitio. Nuestra solicitud fue denegada. ¿Porqué razón? Algo relacionado al gobierno y la USAC. Ellos no querían interferencia o problemas con ninguna de las dos instituciones. No querían la presencia de personas ajenas a la finca. Les expliqué que mi vínculo con la USAC era simplemente el de ser profesor de arqueología. Que mis proyectos eran normalmente financiados por agencias de los Estados Unidos y mi único vínculo con el gobierno de Guatemala era la obtención de permiso del IDAEH para conducir investigaciones científicas a través del registro, conservación y recolección de artefactos, así como la preparación de informes de acuerdo a los convenios suscritos.
Tratamos nuevamente una propuesta más formal y nos reunimos en las oficinas centrales de El Baúl para observar un mapa de la finca. En él se nos enseñó que en el futuro la colonia que se iba a construir adentro de la finca; se localizaría encima del límite sur de la acrópolis con los grupos recientemente descubiertos, uno de los cuales incluía la plataforma con las cabezas de piedra in situ, así como otros grupos en el lado este (Grupo E). Les solicitamos que intentaran cambiar la orientación de la colonia para proteger el área que se encontraba amenazada y la construyeran en otro lugar. También les pedimos una vez más permiso para conducir algunos trabajos exploratorios en el área amenazada. Nuevamente lo denegaron, posiblemente por las mismas razones. Quién sabe.
Uno de los dueños de esta finca compró hace pocos años una estela de siete pies de altura a un hombre de la localidad y la trasladó a su casa en la capital para adornar la entrada de la misma. De este hallazgo no se hizo reporte alguno a la comunidad científica. Ni esta valiosa pieza, ni nada de su extensa colección privada que contiene muchas esculturas importantes de El Baúl y alrededores ha sido registrada.
Otro de los dueños de esta finca tiene una increíble colección de jade Olmeca, jade de la Costa Sur, vasijas, esculturas y orgullosamente me comunicó que el mismo día en que yo lo visité había comprado algunas piezas a un vendedor local que acude periódicamente a clientes en las zonas más ricas de la ciudad de Guatemala. Yo pude observar varias máscaras de jade Olmeca que personalmente creo vienen del bien conocido, pero ampliamente saqueado sitio de Arroyo Pesquero en el Golfo de México.
Y ahora nuevamente en los últimos tres meses se observa más destrucción en el mismo sitio. Esta vez, la finca excavó una enorme sección de la acrópolis y removió cerca de 700 metros cúbicos de relleno para utilizarlo en otro lugar. Este proceso expuso una pared de piedra. Ningún esfuerzo ha sido realizado para reparar el daño y el corte en la acrópolis es como una herida abierta expuesta a las lluvias torrenciales, resultando en más daño aún. La colonia Maya fue ampliada y se encuentra ahora directamente encima de los tres grupos. Uno de los dueños de los nuevos lotes cortó una trinchera a través de la pared en el lado oeste. Otros tienen letrinas, bodegas y otras estructuras además de sus casas. La acrópolis es una letrina pública y un basurero. Un área al este de la acrópolis, cerca de donde se descubrieron recientemente dos magníficas esculturas, ha sido removida para hacerla un campo de futbol. Las áreas afectadas se encuentran cubiertas con cerámica, herramientas de obsidiana, artefactos de piedra y aún segmentos de drenajes prehispánicos. Los cimientos de una nueva construcción de la Iglesia Católica han expuesto los pisos de piedra y paredes de una compleja arquitectura asociada con la cultura Cotzumalguapa. Hace pocos días apareció una gran escultura que representa un lagarto, justo en el cruce de dos calles de la colonia. La piedra es tan grande que no fue posible sacarla y fue enterrada de nuevo. Sin embargo, parte de la talla quedó a flor de tierra, expuesta al paso de vehículos que en poco tiempo la destruirán.
Y a nosotros se nos negó el permiso para hacer sencillamente un mapa. La actitud es increíblemente hipócrita. La finca está preocupada por el que personas extrañas entren a causar problemas, cuando su propia gente, fuera de control, están causando los problemas. Y, además de eso, ellos permiten a un grupo de pseudo-arqueólogos presentar una charla sobre los descubrimientos de nuevas esculturas, como si de esa forma estuvieran cooperando con la comunidad científica. De hecho, ellos fueron la causa directa de que el sitio mismo está siendo destruido y esas esculturas hayan sido encontradas.
Otro interesante caso de impunidad arqueológica se compone de partes iguales de ignorancia y estupidez: es en el caso de un dueño de dos sitios importantes, El Zapote y San Juan, en la costa baja de Escuintla, al sur de Tahuexco. En especial el sitio de El Zapote es una lástima, ya que pudo haber sido el centro regional Clásico Terminal-Postclásico Temprano cerca de la boca del río Coyolate. El dueño de ambos sitios les ha destruido completamente. Esta misma persona ha tenido la audaz idea de darle al nuevo y gigante complejo hotelero-oficinas-centro de convenciones el nombre de Tikal Futura. Y, ¿donde esta éste? Nada menos que encima de lo poco que queda del sitio Kaminaljuyu.
Otro incidente. Durante años he tenido interés en la formación de las sociedades complejas más tempranas. Hace algunos años redescubrimos Vista Hermosa, un sitio mayor del Formativo Medio-Tardío previamente reportado en 1976. El sitio se encuentra cerca del Parcelamiento Los Ángeles, a solo 3 km del océano y tuvimos permisos para el estudio de la mayor parte. Desafortunadamente, la parte más temprana de Vista Hermosa consiste de tres montículos, los cuales incluyen dos templos que se encuentran en la finca vecina al sur. Nunca pudimos contactar a los dueños para extender nuestra investigación, aunque sí logramos hacer recolecciones de superficie.
Un día regresamos para hacer algunas excavaciones de prueba en la parte norte y descubrimos que la finca al sur había cambiado de dueño y el nuevo dueño había pagado algunos trabajadores locales para que hicieran una trinchera en un montículo y excavaran en el centro del otro templo en busca de oro y jade Olmeca. Yo le expliqué al nuevo dueño que no existía oro Olmeca, que el uso del oro era más reciente y limitado al Postclásico, justamente antes de la conquista española y que el sitio era mucho más antiguo, unos 2,000 años más antiguo. Este hecho obviamente no fue importante para él. Le pedí autorización para hacer algunos pozos de prueba en los montículos parcialmente destruidos, o al menos que me dejara limpiar los lados de las paredes de las trincheras de saqueadores para observar la estratigrafía. El nos negó el permiso. Le pregunté por qué razón, si él había deliberadamente destruido el sitio. La razón era que no quería a personas extrañas en su finca. Le pregunté cómo era posible que negara las investigaciones científicas, cuando él en su deliberada codicia había destruido estos monumentos. El no pudo responder.
Regresando a Cotzumalguapa. Yo solía pensar en el terrible hecho de que la mejor colección del arte escultórico de Cotzumalguapa se encontrara en Alemania por más de un siglo y pensaba que la misma debía regresar a Guatemala. Pero, ¿debiera regresar? ¿Sería protegida?
Ustedes dicen que hay una ley. ¿Cuál ley? ¿Quién la hace cumplir? Dónde esta la ley cuando en la ciudad conductores se cruzan los semáforos en rojo cuando quieren, se parquean donde sea, no hacen alto por nada o nadie, corren al accidentarse aún cuando hay heridos … especialmente cuando hay heridos. Generalmente no toman responsabilidad personal por sus acciones, comúnmente son protegidos por la misma familia extensa que mencionara al principio de esta charla.
No tengo solución para la protección y estudio científico de sus inapreciables recursos culturales. Es muy fácil culpar a los extraños, comunistas, radicales, organizadores de sindicatos, a la interferencia gubernamental, la USAC, o la falta de financiamiento. Pero no es así. Lo que hace falta son las ganas, el deseo, la voluntad. Si la gente de Guatemala no se preocupa por el pasado ni el presente, ¿dónde está el futuro?
Documentos invaluables del archivo nacional se venden en los mercados mundiales. Constantemente se oyen rumores de que miembros del ejército saquean en Petén y se venden artefactos junto a otros saqueadores en prestigiosas subastas periódicas en Nueva York. Comparadas con lo que se ve en las colecciones no registradas en museos privados en Guatemala y en las colecciones no registradas locales de los diletantes y anticuarios en Guatemala y en exposiciones internacionales, la colección de cerámica policroma Maya del Museo Nacional es tristemente patética.
¿Habrá alguna esperanza? No mucha. Los esfuerzos del nuevo equipo administrativo del IDAEH son prometedores. Por primera vez, hay un arqueólogo profesional como director. Se intenta luchar en contra de la masiva indiferencia para corregir esta compleja situación. Ellos han ayudado vigorosamente en nuestros recientes intentos de llegar a un arreglo con El Baúl para realizar un proyecto de salvamento y rescate dentro de las áreas más afectadas por la colonia. Sin embargo, la finca, hasta ahora solo quiere ayudar en el reconocimiento de un área al oeste de la acrópolis y los grupos al sur para trasladar alrededor de 30 familias que se encuentran severamente afectadas por una línea de alta tensión que corre directamente sobre la colonia. También, esperamos que el IDAEH pueda ayudar con otro proyecto de rescate en el sitio El Castillo, afectado por la ampliación de la colonia Cañaveral.
Posiblemente una o varias personas puedan hacer la diferencia. Alguien tiene que intentarlo. ¿Están ustedes dispuestos a hacerlo? Yo recuerdo las tristes circunstancias que rodearon el fallido golpe de Jorge Serrano con una censura total. Yo me sorprendí de la docilidad chapina. No hubo mucho en las calles, no hubo un Tiannamen, tampoco una destrucción del Muro de Berlín, ninguna revuelta húngara de la gente en contra de la pérdida de la libertad. Son ustedes tan dóciles que han decidido que no vale la pena. ¿Hasta dónde van a llegar? Son los diletantes y anticuarios auxiliados por la impunidad en combinación con la masiva indiferencia quienes están destruyendo su patrimonio cultural, mientras al mismo tiempo niegan el permiso para que científicos responsables realicen investigaciones adecuadas. ¿Quieren ustedes hacer la diferencia o simplemente quieren continuar la ruta del diletantismo, anticuarismo y la impunidad al estilo guatemalteco?