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De León, Francisco y Juan A. Alonzo
1997 Unidades habitacionales de Kaminaljuyu durante el Clásico Tardío. En X Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1996 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.70-75. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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UNIDADES HABITACIONALES DE KAMINALJUYU
DURANTE EL CLÁSICO TARDÍO
Francisco De León
Juan A. Alonzo
Uno de los objetivos del proyecto Miraflores II, fue la definición de la arquitectura y el patrón de asentamiento de Kaminaljuyu. Es por ello que las investigaciones en el área, en una segunda y tercera fase de investigaciones arqueológicas, estuvieron dedicadas a determinar la función y especialización de la arquitectura del sitio, tanto ritual como pública y doméstica. En ese sentido, fue vital conocer el desarrollo de su asentamiento durante las diversas fases de ocupación del área, con el propósito de inferir sobre aspectos relacionados con status social, dieta alimenticia, patrones de subsistencia y la posible conformación de las casas-habitación y las consecuentes áreas de actividad relacionadas.
ESTUDIOS DE UNIDADES HABITACIONALES EN KAMINALJUYU
En 1927, Antonio y Carlos Villacorta efectuaron la primera excavación realizada por guatemaltecos, cuando en la finca «Providencia» investigan el montículo llamado «Quita Sombrero» y registran plataformas, pisos y material cerámico (Villacorta 1927).
Kirsch (1973) excavó varios montículos domésticos del Clásico Tardío en Kaminaljuyu y según indica, las plataformas en estos sitios variaban de dimensiones de entre los 11 x 6 m hasta de 5 x 6 m. Comprendían un área de fogón cerca de su centro asociados con tiestos, fragmentos de obsidiana, núcleos de barro, manos, piedras de moler y malacates (Shook 1952; Hatch 1997).
Un estudio sobre plataformas habitacionales asociadas con áreas de actividad fue realizado por Nancy Stenholm (1979). Ella excavó extensivamente una posible casa, detectando cinco áreas de actividad doméstica y cuatro límites.
Reynolds (1979), realizó estudios comparativos en el sitio sobre las casas habitación en diferentes periodos, excavó varias plataformas residenciales, registrando en algunas ocasiones hornos (posiblemente fogones), basureros, entierros, agujeros de poste y muros bajos de bajareque que posiblemente funcionaron como cimientos de paredes. Este estudio fue realizado para calcular la población del sitio y determinar la ocupación y patrón de asentamiento durante las diferentes épocas.
Bebrich y Wynn (1973), identificaron en los cimientos del Montículo B-V-6, lo que llamaron desechos residenciales, una serie de cuatro fogones, tres posibles huellas de poste, numerosos fragmentos de barro quemado y desechos domésticos, que interpretaron como los restos de una casa asociada a los campos agrícolas.
En el proyecto Kaminaljuyu San Jorge (1987), se logró detectar en las partes este y oeste del sitio, pequeñas áreas de actividad. Gutiérrez (1989:12), las denominó como de almacenaje, de preparación de alimentos y de producción de alimentos. Debido a esta evidencia, él sugirió posteriormente la existencia de cocinas comunales asociadas a campos agrícolas.
Algunos registros aislados en el Proyecto «La Trinidad» (La Democracia), detectaron pisos de unidades residenciales y un fogón con abundante lítica a su alrededor, en el área sur del sitio, próximo al extremo norte del lago Miraflores, posiblemente fechado para la fase Providencia.
UNIDADES RESIDENCIALES DE KAMINALJUYU MIRAFLORES II
(Clásico Tardío, fases Amatle y Pamplona: 550 a 900 DC)
Las investigaciones sobre áreas de actividad doméstica del Clásico Tardío del proyecto Kaminaljuyu Miraflores II, estuvieron ubicadas en una franja de terreno de 140 m de largo ubicada en el Sector 1, que corre de norte a sur en el extremo oeste de la 21 avenida de la zona 11, aquí se detectaron cuatro unidades residenciales: el Montículo B-VI-2 fue ocupado en su sección sureste y noroeste con pequeños grupos de residencias; el Montículo B-V-13 en su sección sureste; la Sub-operación 3B del Sector 3, la Sub-operación 4A del Sector 4 y el grupo de Montículos B-V-11. Estas investigaciones estuvieron a cargo de los arqueólogos Héctor Escobedo, Francisco De León, Alfredo Román, Jeanette Castellanos y Juan Alonzo.
Un 70% de las estructuras y plataformas residenciales del Clásico Tardío que se encontraron en el proyecto están severamente dañadas debido a los procesos de mecanización de esta área de Kaminaljuyu. Una característica apreciada en estructuras del Clásico Tardío es la evidencia de adobe (barro) quemado, asociado a muros de residencias, tanto elitistas como comunes.
Las unidades residenciales registradas están conformadas por diversos rasgos constructivos, los cuales componen los conjuntos residenciales y áreas de actividad asociadas: espacios para descanso y/o reproducción, preparación de alimentos y su consumo, la producción de artefactos y desecho.
Los rasgos detectados en estas unidades son los siguientes: plataformas, pisos y niveles de apisonamiento.
Las plataformas son un espacio físico transformado por la incorporación de la fuerza de trabajo del hombre con el fin de desarrollar actividades diversas en su superficie. Su forma generalmente es rectangular y sus dimensiones variadas, dependiendo del tipo de función para la cual fueron diseñadas. Su altura oscila entre los 0.30 a 0.60 m. Su estructura interna puede estar constituida de barro natural, rellenos mixtos o toba volcánica acondicionada.
Los niveles de apisonamiento son superficies de terreno que por su topografía no necesitan ser elevados pero son nivelados con una leve inclinación para propiciar la evacuación inmediata del agua.
En los distintos ambientes de las viviendas, ya sea construidas únicamente en niveles de apisonamiento o plataformas, se identificaron dos tipos de pisos. El más simple corresponde a un apisonamiento que se formó al agregarse una capa de arena volcánica dentro del espacio techado, la cual se compactó por el tránsito de quienes ocupaban la unidad habitacional.
El otro piso fue elaborado con barro quemado y de grosor aproximado de entre 0.01 y 0.03 m de grosor promedio. Su superficie en la mayoría de los casos presentaba señales de desgaste, quizá ocasionadas por la constante movilización de los habitantes de las viviendas.
MUROS
Se han encontrado dos tipos de muros: el primero construido de barro quemado colocado en el ámbito de piso, recubriendo la base de las cañas que completaban la pared. El otro tipo es más elaborado ya que su base ocupa un nivel de 0.10 m por abajo del piso y además se encuentra reforzado por bloques de piedra pómez, recubiertos en su exterior por una capa de barro quemado. Este barro conforma un talud y posiblemente hizo la función de una solera de humedad.
BANQUETA Y BANCAS
Las banquetas fueron construidas con barro quemado, de 0.05 m de grosor promedio, se localizaban en el exterior de las paredes de las unidades residenciales. Se considera que su función se asociaba con el tránsito de personas alrededor de la casa y para proteger del agua de lluvia el interior de la vivienda.
La única banca detectada fue registrada en la Unidad Residencial 6, en el Sector 1. De 0.60 m de altura y 2.50 m de largo por 0.50 m de ancho, ubicada en la parte norte de la habitación, contiguo al acceso norte de la vivienda. Fue construida en barro y recubierta con una delgada capa de toba volcánica y arena pómez.
PATIOS
Dos patios fueron detectados en las unidades residenciales del Montículo B-VI-2, conformando un espacio de plaza que generalmente es mayor a la superficie total de las habitaciones, por lo que esta área es importante para la función habitacional; conforma un patrón de plaza sur abierto al norte y oeste.
FOGONES
Un total de once fogones fueron identificados en las áreas investigadas, de tamaños y formas variadas, rectangulares y semicirculares, en forma de trapecio invertido, con paredes que oscilan entre 0.06 y 0.15 m. Las dimensiones varían entre 0.50 x 0.80 m a 1 x 1.50 m. Los semicirculares presentan diámetros que oscilan entre 0.80 a 1.50 m y profundidades entre 0.10 a 0.40 m, en cuyo interior se localizaron fragmentos de madera quemada y restos carbonizados de semillas de aguacate.
Se presume que el terreno donde se ubican los fogones fue cavado, preparándose la mezcla in situ . En algunos casos, no presentan restos carbonizados en el interior. Otros fogones presentan acumulación de lítica que los rodea hacia el sur y al este. Parece lógico suponer que el área donde se encuentra la lítica fue depositada allí antes de la construcción del fogón con el fin de darle mayor temperatura al hogar. Ejemplos similares de fogones con estas características fueron identificados en los proyectos arqueológicos Palmieri (1965), San Jorge (1986) y La Trinidad (1990).
Los fogones observados están ubicados en espacios fuera de las áreas residenciales. Alrededor de los fogones se registran fragmentos de piedras y manos de moler del tamaño de un puño, así como navajas de obsidiana con señales de uso y cerámica utilitaria (Escobedo, Urquizú y Castellanos 1995).
ÁREAS DE DESECHO
Las áreas de desecho de las unidades residenciales fueron detectadas con ubicaciones hacia el sur y oeste, generalmente en las partes traseras. En estas áreas se recuperaron restos de comales, cántaros y artefactos de lítica, a través de los cuales se pueden inferir las actividades productivas de quienes los utilizaban.
En las unidades ubicadas al oeste y este de la sección norte del Montículo B-VI-2 (De León y Alonzo 1996), se localizaron depósitos de basura del Preclásico. En algunos casos, estos depósitos se observan directamente debajo de fogones. Probablemente fueron excavados por los habitantes del Clásico Tardío al momento de acondicionar sus áreas de vivienda. Sobre este depósito se tiraron nuevos desechos como resultado de las actividades domésticas de los habitantes de la vivienda.
En las cuatro viviendas identificadas en el Sector 1, se observa que las áreas de desechos se ubican hacia el oeste. Estos basureros contienen alta densidad de cerámica sin señales de uso que nos indican áreas de producción, además fragmentos de lítica, generalmente manos, piedras de moler y esféricos con perforación central y obsidiana, utilizada tal vez como instrumento para el corte de diversos materiales empleados en la elaboración de viviendas.
ENTIERROS Y OFRENDAS
Tres entierros fueron localizados debajo de los pisos de las viviendas, el primero de ellos contenía los restos de un individuo en posición sedente, orientado hacia el norte. Su conservación es pésima, por lo que no fue posible definir el sexo del individuo. Se logró recuperar algunos fragmentos de maxilar superior, temporales, cúbito y radio así como un fémur. En el área que ocupó el cráneo se registraron tres vasijas, un cuenco colocado sobre el cráneo, un vaso de color café-negro con incisiones, colocado al oeste del cráneo y un cántaro de color rojo. El estrato en que fue encontrado el entierro y la cerámica asociada con el mismo, indican su fechamiento para la fase Amatle del Clásico Tardío (Entierro 11).
Es interesante señalar que debajo del piso de la unidad residencial del Sector 4, se localizó una concentración de 23 vasijas completas depositadas siguiendo un patrón labio con labio, lo que puede indicar su connotación de ofrenda dedicatoria, previa a la construcción de la unidad habitacional o bien una ofrenda póstuma para rememorar quizá la importancia de su función anterior como área de elaboración de comida comunal. Otro rasgo notorio fue una vasija depositada dentro del piso de arcilla quemada al ser retirado para crear una cavidad que la contuviera, para que sirviera quizá como depósito de agua, granos o similares (Escobedo, Urquizú y Castellanos 1995).
ÁREA DE PREPARACIÓN DE ALIMENTOS
En estas áreas se recuperaron manos y piedras de moler. Es posible que el área de actividad doméstica destinada a la preparación y consumo de alimentos estuvo localizada hacia el sur de la unidad residencial, durante su primera etapa de ocupación. Para la segunda época no se conoce área destinada para este fin.
El área habitacional del Sector 4 se encuentra hacia el este, representada por dos áreas de actividad, una de preparación de comida y otra de uso o consumo.
ÁREAS DE PRODUCCIÓN
La presencia de herramientas en la parte posterior de las viviendas determina las zonas de producción de la unidad habitacional, estas herramientas consisten en hachuelas de piedra verde e implementos de obsidiana con señales de uso.
CONSIDERACIONES
Durante el Clásico Tardío se observa la reutilización de los espacios que antes habían tenido funciones no residenciales. Los montículos son prácticamente destruidos y reacondicionadas sus plataformas o cuerpos superiores y en algunos casos las superficies son cortadas y aplanadas. Se recurre a la utilización de bajareque en la construcción de las paredes de las viviendas, algunas otras son acondicionadas en el barro estéril, en zonas que con anterioridad no habían sido utilizadas con fines residenciales. Un patrón que se observó en esta fase es la utilización de los fogones fuera de la unidad residencial desde la fase Las Charcas.
Los patrones habitacionales que se observan en las unidades habitacionales durante el Clásico Tardío en las áreas periféricas de Kaminaljuyu son inicialmente las plataformas de 6 x 8 m, generalmente de dos a tres ambientes techados y una banqueta o banca en uno de los ambientes. La superficie de la plataforma con piso de toba volcánica y arena pómez compactada, con una altura promedio de 0.40 m. Utilización de dos accesos, uno principal y el otro para una área de actividad doméstica, posiblemente para la elaboración de comida materializada por un fogón residencial nuclear. Un área de actividad de desechos (basurero) y otra de trabajo relacionada con la actividad productiva de la familia. Las unidades residenciales se ubican en posición rectilínea de norte a sur.
El segundo patrón corresponde al seguimiento de un modelo habitacional de los grupos del Clásico Tardío de Kaminaljuyu, el cual está compuesto por tres estructuras que conforman una plaza con un juego de pelota. El juego de pelota no está presente en las estructuras identificadas, pero si se observa el patrón para las viviendas, citándose el caso particular del Montículo B-VI-2 en sus extremos noreste y este, así como el grupo de Montículos B-V-11.
El tercer caso corresponde a los hallazgos detectados en el extremo noroeste del Montículo B-VI-2, en éste se pueden identificar ciertos rasgos con características particulares, ya que las unidades residenciales acá localizadas indican una ocupación alrededor de un patio, el cual fue acondicionado y nivelado. Los desperdicios y escombros dejados por los habitantes del periodo cronológico anterior, son depositados en agujeros excavados.
El crecimiento de las viviendas se observa tanto en el ámbito horizontal como vertical, esto está representado por la evidencia de superposiciones en los pisos interiores y ampliaciones de las casas y conformación de nuevas áreas de preparación de comida representadas por fogones, en dos fases diferentes del Clásico Tardío.
Es probable que el desarrollo socio-cultural de las unidades habitacionales obligara a las familias a redefinir espacios, adosando, ampliando y acondicionando nuevas áreas de actividad. Todos estos elementos determinaron la permanencia larga o mediana de las personas dentro de las unidades habitacionales.
Existen algunas diferencias en cuanto a la utilización de sus materiales de construcción, mismas que se manifiestan con la presencia o ausencia de pisos de barro quemado o niveles de apisonamiento, muros de bajareque y diversidad de tipos y artefactos presentes en sus áreas de actividad.
La organización familiar de los habitantes de Kaminaljuyu durante el Clásico Tardío, probablemente fue de tipo extenso, en la que varias generaciones de una familia convivieron en un mismo espacio habitacional. Es decir, los padres ofrecían a los hijos varones un espacio para construir un nuevo hogar para su grupo familiar, el que era acondicionado, redefiniendo nuevas áreas de actividad o unidades multifamiliares.
Los rasgos constructivos permiten plantear el proceso de crecimiento de la familia y la disposición de los elementos arquitectónicos está relacionada con la estructura social de sus habitantes. Con el aumento de la población familiar, las áreas adyacentes fueron ocupadas por más unidades habitacionales, cada familia ocupa un ambiente diferente, pero utiliza las mismas áreas de actividad doméstica que los padres. Un ejemplo claro es la existencia de un solo fogón para varias chozas. En conclusión, el estudio de las unidades habitacionales es un tema importante para el análisis interpretativo de la evolución social y cultural de Kaminaljuyu durante el Clásico Tardío.
REFERENCIAS
Bebrich, Carl Alan y Jack T. Wynn
1973 Mound BV6: A Late Formative Ceremonial Structure. En Kaminaljuyu Project 1969, 1970 Seasons (editado por J. Michels y W. Sanders), pp.67157. Occasional Papers in Anthropology, No.9, Pennsylvania State University Press, Pittsburgh.
De León, Francisco y Juan A. Alonzo
1996 Lago MirafLores, núcleo de actividad humana de Kaminaljuyu. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J. Laporte y H. Escobedo), pp.411-418. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Escobedo, Héctor L., Mónica Urquizú y Jeanette Castellanos
1996 Nuevas investigaciones en Kaminaljuyu: excavaciones en los Montículos A-V-11, A-VI-1 y sus alrededores. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J. Laporte y H. Escobedo), pp.419-438. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Gutiérrez Mendoza, Edgar S.
1989 Cocinas comunales asociadas con agricultura intensiva (sistema de irrigación) en el sitio arqueológico Kaminaljuyu-San Jorge, Guatemala. Tesis de Licenciatura, Área de Arqueología, Escuela de Historia, USAC, Guatemala.
Hatch, Marion Popenoe de
1997 Kaminaljuyu/San Jorge: Evidencia arqueológica de la actividad económica en el valle de Guatemala, 300 a.C. a 300 d.C. Universidad del Valle de Guatemala, Guatemala.
Kirsch, Richard W.
1973 Mound AVI6: A Terminal Formative Burial Site and Early Postclassic House Platform. En Kaminaljuyu Project 1969, 1970 Seasons (editado por J. Michels y W. Sanders), pp.297390. Pennsylvania State University Press, Pittsburgh.
Reynolds, John Kenneth
1979 Residential Architecture at Kaminaljuyu. En Settlement Pattern Excavations at Kaminaljuyu, Guatemala (editado por J. Michels), pp.223275. Pennsylvania State University Press, Pittsburgh.
Shook, Edwin M.
1952 The Ruins of Cotio, Department of Guatemala, Guatemala. Notes on Middle American Archaeology and Ethnology 4 (107):181188. Carnegie Institution, Washington, D.C.
Stenholm, Nancy A.
1979 Identification of House Structures in Mayan Archaeology: A Case Study at Kaminaljuyu. En Settlement Pattern Excavations at Kaminaljuyu, Guatemala (editado por J. Michels), pp.31182. Pennsylvania State University Press, Pittsburgh.
Villacorta Vielman, Carlos A.
1927 Vestigios de un edificio arcaico, Miraflores, Kaminaljuyu. Anales de la Sociedad de Geografía e Historia 4 (1):5164. Guatemala.