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Investigaciones de desarrollo y funcionalidad en el palacio real de La Corona
La arquitectura palaciega ha sido uno de los puntos de investigación más abarcados en la historia de la arqueología Maya. Históricamente la mayoría de investigaciones se han enfocado en los aspectos arquitectónicos de los palacios; sin embargo, cambios teóricos recientes apuntan a un entendimiento más holístico de estas estructuras (Andrews 1975; Ciudad Ruiz 2001; Barrientos 2014; Harrison 1970). Este nuevo entendimiento tiene un enfoque en el estudio de las cortes reales Mayas. Estas, entendidas como instituciones políticas, se ven fuertemente influenciadas por el contexto sociopolítico, territorial e histórico, que rodea a cada ciudad Maya Clásica; cada uno de estos contextos conlleva necesidades específicas que a su vez se plasman en la arquitectura de los palacios reales. En este sentido cada etapa arquitectónica de cada palacio sirve como una ventana que nos permite observar y reconstruir las necesidades específicas según distintos contextos sociopolíticos. De la misma manera se puede inferir que cambios en el diseño de los palacios reales se refieren a cambios en las necesidades de la corte real.
El presente estudio abarca el desarrollo arquitectónico del palacio real de La Corona (Fig.1). La historia epigráfica del sitio nos indica una compleja evolución sociopolítica durante el periodo clásico, cuales se ven reflejados en la complejidad arquitectónica observada en las excavaciones realizadas en el palacio del sitio. Por lo que se realizará un recorrido del desarrollo arquitectónico por cinco fases arquitectónicas diferentes y un análisis de los cambios sociales que experimentaba La Corona y que repercutieron en la construcción de dichas fases (Fig.2).
Palacios reales
Tradicionalmente, la generalizada aparición de estelas y monumentos, cerámica polícroma y arquitectura abovedada se tomaban como marcadores de la transición entre el Periodo Preclásico Tardío (300 AC – 250 DC) y el Periodo Clásico (250 DC – 830 DC) en las Tierras Bajas Mayas (e.g. Thompson 1954). Estudios más recientes enfocados al Preclásico apuntan a que el desarrollo de estos marcadores encuentra sus inicios tan temprano como en el Preclásico Medio (Estrada-Belli 2011). Lo que parece ser un claro marcador de esta transición es el generalizado desarrollo de cortes reales, como instituciones políticas, y los palacios reales, que les albergan (Foias 2013; Martin y Grube 2008; Sharer y Taxler 2006).
Con motivo de evitar confusiones se hace la aclaración de que por cortes reales se entienden a la congregación de personas que interactúan con el gobierno, habiten o no en el palacio real. Por otro lado se entiende a los palacios reales como espacios físicamente delimitados, multifuncionales, que servían como recipientes de las cortes reales (Inomata 2001: 241).
En su carácter morfológico los palacios reflejen al desarrollo político de una ciudad; puesto que es la corte real que estos albergan quien toma las decisiones políticas. Es por esto que los espacios y delimitantes arquitectónicos observados dentro de palacios corresponden a las necesidades políticas de una corte real: espacios privados, de recepción, de producción, de almacenamiento, etc. (Barrientos 2014; Inomata 2001; McAnany y Plank 2001).
En este sentido la arquitectura presente en los palacios no solo delimita las actividades que el recinto alberga, sino también es en sí mismo, el palacio es una representación misma del orden social establecido por el gobierno de cada ciudad (Barrientos 2014). Por lo cual cada espacio no solo tiene la función de albergar determinado tipo de actividad, sino además la arquitectura trasmite un mensaje (ibid). Inomata (2006) se refiere a este carácter de los palacios como “escenarios teatrales”. Ha de notarse en este punto que existen al menos dos acercamientos al estudio de los palacios: 1) La arquitectura palaciega es testigo de primera línea de la corte real. Sin embargo ha de tenerse en cuenta que los palacios reales cambian o se mantienen a consecuencia de las transformaciones políticas o económicas que viven las cortes reales. Por lo tanto durante la investigación arquitectónica de estos complejos ha de contemplarse que no existe, y no se puede hablar, de “un modelo de palacio Maya”, y que tampoco puede hablarse de una homogeneidad temporal de diferentes fases arquitectónicas de un mismo palacio. Puesto que cada conjunto y fase arquitectónica corresponden a contextos distintos; 2) Los palacios, en lo referente a su arquitectura, ayudan a mantener y reforzar el poder del rey y la corte rea (Inomata 2001; Barrientos 2014; McAnany y Plank 2001). Estos desplegados de poder pueden realizarse de distintas formas, incluyendo a estos dos aspectos: 1) La visibilidad y 2) La ostentosidad.
Respecto a la visibilidad, se refiere al acceso o restricción de distintos espacios dentro de un mismo palacio. De esta manera dependiendo del grupo objetivo que observaría determinada actividad, ya sean religiosa, política, o económica, se utilizarían distintos espacios según sean la necesidad (Inomata 2001). En el caso de los despliegues públicos de estas actividades se obtenía que los testigos tuvieran una experiencia compartida, reforzando el sentido de comunidad (Inomata 2006). Por su parte la ostentosidad visible de la arquitectura palaciega es diseñada para “causar admiración” (Inomata 2001).
Pero sin importar la línea de investigación de palacios reales que se escoja debe de tenerse en cuenta que los palacios reales se encuentran sujetos a programas de renovación y expansión arquitectónica. Estos cambios en la arquitectura pueden encontrarse fundamentados en cambios de linaje, de reyes, en las necesidades políticas o en los contextos económicos. Es por este motivo que la arquitectura palaciega puede utilizarse para estudiar la evolución funcional y necesidades físicas de las cortes reales en determinado momento histórico (Webster 2001; Barrientos 2014).
Las cortes reales
A diferencia de visiones tradicionales del gobierno Maya del Clásico, que se enfocan en el carácter ritual/espiritual del gobernante, las aproximaciones más recientes hacía las cortes reales buscan “personificar” o dar “identidades” a las personas que componían dichos entes (Houston y Stuart 1996 2001). La mejor aproximación para esto es el estudio de la epigrafía de monumentos e iconografía de escenas palaciegas encontradas en cerámica o en murales. En base a estas investigaciones aunque no se ha podido determinar el número exacto de personas que componían una corte real, se puede determinar que estas se componían del gobernante, dignatarios, invitados, sacerdotes, guerreros, artesanos, escribas, sirvientes, y prisioneros (Houston y Stuart 2001; Miller y Brittenham 2013; Zender 2004). Sin embargo ha de tenerse en cuenta que este acercamiento es limitado, puesto que solo hace énfasis en los aspectos cívicos y religiosos de la corte real, y dejando totalmente invisibles las relaciones mundanas del rey y sus allegados.
De esta manera entendemos las cortes reales Mayas del Clásico como instituciones políticas, que debieron de consistir de: 1) oficiales y sirvientes que ayudan a la administración del estado; 2) mecanismos económicos para la acumulación de productos alimenticios y bienes; 3) estrategias para mediar poder con los aliados políticos 4) control de la producción y distribución de bienes de prestigio; y 5) un entorno arquitectónico formal para orquestar el estado, acumular bienes, recibir huéspedes, y realizar actividades diarias: los palacios reales.
Cronología y funcionalidad en el palacio real de La Corona
El palacio real de La Corona ha sido excavado en los últimos ocho años por arqueólogos del Proyecto Regional Arqueológico La Corona, a bajo de la dirección de Dr. Marcello Canuto y Dr. Tomas Barrientos (PRALC; Coronado 2009; Bustamante 2013, 2014, 2015a, 2015b, s.f; Lamoureux-St-Hilaire 2014, 2015; Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f; Padilla 2010, 2011; Padilla y Roche 2012). Dichas excavaciones han revelado cinco fases constructivas (Lamoureux-St-Hilaire 2015; Padilla y Bustamante 2013). A través de fechamiento relativo por análisis cerámico se ha podido establecer que estas fases corresponden al fin del Clásico Temprano (i.e., Tzakol 3:500-600 DC) hacia el fin del Clásica Tardío (i.e., Tepeu 3: 700-830 DC; Caroline Parris, comunicación personal).
El record epigráfico de La Corona es inusualmente complejo. Así que se conoce relativamente bien la secuencia y los nombres de sus reyes y las fechas de sus reinos. Un elemento sumamente importante en el desarrollo de la corte real de La Corona fue su asociación con el gran Reino Kan, cual fue basado en los centros de Dzibanche y de Calakmul; dos sitios ubicados en el sur de los estados mexicanos de Quintana Roo y Campeche (Martin y Grube 2008). Sabemos que la alianzas entre La Corona y el Reino Kan se hicieron de una manera poco comunes: los reyes de Kan mandaron a tres princesas a La Corona para casarse con los reyes locales (Martin 2008). También sabemos que los reyes de Kan visitaron a la corte real de La Corona a muchas ocasiones, y que fue común que los gobernantes de La Corona fueron a visitar a las capitales Kan (Canuto y Barrientos 2013; Stuart et al. 2015).
En este artículo proponemos una cronología por las cinco fases de construcción del palacio real de La Corona que es fechada por un análisis cerámico y por datos epigráficos. Proponemos que la fundación de la corte real de La Corona y de su palacio es relacionada con el principio de la colaboración entre los gobernantes del sitio y el Reino Kan. En otras palabras, proponemos que las princesas de Kan llevaron a La Corona la institución de la corte real Maya Clásica durante el sexto siglo, y que eso se reflejó en la fundación del palacio real del sitio. También proponemos que cada fase de construcción del palacio es relacionada con la sucesión entre los gobernantes de La Corona, quienes tuvieron necesidades políticas y económicas que incrementaron en complejidad durante la historia del sitio. La cronología propuesta es resumida en la Fig.2. A continuación presentamos en detalles las cinco fases constructivas del palacio, y proponemos funciones por las diferentes áreas de cada fase constructiva.
Fase Canario
Corresponde a la fase más temprana identificada en el palacio, y muy posiblemente la primera fase constructiva. Solo ha sido alcanzada por tres pozos, todos de más de 4 m de profundidad (Bustamante 2014, 2015; Lamoureux-St-Hilaire 2015; Padilla y Bustamante 2013). A pesar de que tres pozos han alcanzado esta fase, uno de ellos solo encontró un piso sobre roca madre y los otros dos expusieron pequeñas secciones de dos plataformas de 3 y 1 m de altura (Fig.3) que presentan un talud. El análisis cerámico nos ha permitido relacionar esta fase con el reinado del rey conocido como “Buitre” y la llegada de la primera princesa del Reino Kaan, señora Ix ? Naah Ek’ en 520 DC.
Fase Cocochan
Excavada entre los años 2012 y 2015 (Padilla 2012, Bustamante 2013, 2014, 2015, s.f) y con más de 170 m de túneles excavados. Esta etapa corresponde a la segunda fase de construcción del palacio. Se han podido reconocer dos sub-fases (Fig.4) que denominaremos como Cocochan-I y Cocochan-II.
La sub-fase Cocochan-I presenta cuatro estructuras que en su conjunto conforman una plaza cuadrangular. Cada una de estas cuatro estructuras, a pesar de estar en un mismo espacio, presenta dimensiones y características arquitectónicas distintas. Esto puede correlacionarse a distintas funciones.
Al norte se encuentra la estructura 13Q-4E-Sub-2 (Est. Wo). Esta presenta una plataforma alargada. Sobre la plataforma se encuentra una estructura de dos cuartos con entrada desde la fachada sur. El primer cuarto presenta tres puertas de acceso, dos a los laterales y una al centro. Justo frente a ambas puertas laterales se observan puertas de acceso al segundo cuarto. Mientras que frente a la puerta central se observa una banca de 1.7 x 1 x 0.7 m. El segundo cuarto solamente presenta dos salientes tanto en la pared interna sur como en la norte (Bustamante 2014). El exterior se encuentra pintado de rojo, mientras que el interior solo presenta una cobertura de estuco blanco.
La estructura oeste, 13Q-4E-Sub-1 (Est. Ahk). Presenta una plataforma alargada. Pareciera que al igual que su similar al norte, la subestructura-1 también presentaba tres puertas, que permitían acceso desde su fachada este, sin embargo modificaciones posteriores a esta estructura dificultan la comprobación de esto. A diferencia de la estructura Sub-2 esta estructura no presenta ningún rasgo significativo, solamente dos cuartos (Bustamante 2013; Padilla y Bustamante 2013).
Al este se encuentra la plataforma 13Q-4A-Sub-1 (Plataforma Ahk). La superestructura de esta plataforma fue destruida por la subsecuente fase arquitectónica, sin embargo existen indicios que esta estructura presentaba las mismas características y funciones que la sucesora Estructura A (Fase Halcón). Como función secundaria esta plataforma también rompía con la vista desde el exterior del palacio, puesto que presenta la plataforma una altura de 2 m, por lo cual hacía que la plaza Cocochan-I funcionase como una plaza hundida (Padilla 2010, 2011; Padilla y Bustamante 2013).
Por último hacia el sur se encuentra la estructura 13Q-4C-Sub-1 (Est. Huuh). Esta estructura se encuentra sobre una plataforma baja de 8 x 3 x 0.2 m. Solamente presenta un cuarto con ningún rasgo arquitectónico importante.
Sin embargo a mediados del siglo séptimo las estructuras norte y oeste, 13Q-4E-Sub-2 y 13Q-4E-Sub-1, sufrieron una serie de modificaciones. Estas se concentran hacia la sección noroeste del palacio. Estos cambios marcan el cambio a la sub-fase Cocochan-II. Durante estas modificaciones la estructura 13Q-4E-Sub-1 presenta la creación de un tercer cuarto, de carácter lateral y con acceso desde la fachada norte de la estructura. Para la creación de este cuarto se rompió la pared interna que divide los cuartos 1 y 2 para construir una pared perpendicular que creara una sección nueva al norte de la estructura. De la misma manera la fachada norte fue modificada por una puerta en su centro. Así mismo se agregó una pared saliente en la esquina noreste de la estructura que rompiera la vista desde la plaza Cocochan hacia una nueva plaza ubicada al noroeste del grupo (Bustamante 2013; Padilla y Bustamante 2013).
Por su parte la estructura 13Q-4E-Sub-2 fue modificada cerrando completamente la puerta interna este y cerrando parcialmente la puerta interna oeste, lo cual permite comunicación, pero restringe el paso. De misma manera que en la estructura 13Q-4E-Sub-1, en esta estructura se observa cómo se rompe la fachada oeste y se crea un nuevo acceso a la estructura desde esta sección (Bustamante 2015).
De igual manera se construyeron dos nuevas estructuras hacia el noroeste de la plaza original. Hacia el oeste se construyó una plataforma alargada con características similares a la estructura 13Q-4E-Sub-1. Mientras que al norte se construyó una plataforma con características similares a las de la estructura 13Q-4E-Sub-2. No podemos proporcionar más información puesto que se han identificado las sub-plataformas de dichas estructuras pero aún no se han excavado estas secciones (Bustamante s.f).
Sin embargo la identificación de estas dos plataformas fue realizada mediante la revisión de los patrones observados en la plataforma Cocochan-I. En un patrón simplificado se observa como en la sub-fase Cocochan I se observa una estructura alta al norte, una estructura que permite la comunicación con el espacio exterior al este, una plataforma de altura media al oeste y una estructura baja, de solo un cuarto al sur. De manera análoga en la plaza noroeste de la sub-fase Cocochan-II se observa una plataforma alta al norte y una plataforma de altura media al oeste, una cuarto al sur, compuesto por el cuarto lateral de la estructura 13Q-4E-Sub-1, y una estructura que limita el acceso con el exterior al este con el cuarto posterior de la estructura 13Q-4E-Sub-2 y sus puertas internas clausuradas y semi-clausuradas.
Interpretaciones de las sub-fases Cocochan-I y Cocochan-II
Se puede observar un cambio de función de la plaza Cocochan de una función habitacional durante la sub-fase I a una función administrativa durante la sub-fase II. En esta última sub-fase modificaron las estructuras 13Q-4E-Sub-1 y 2 y se construyeron otras al oeste y norte para crear el nuevo grupo noroeste, que suplió las necesidades habitacionales antes suplidas por la plaza Cocochan (Fig.4).
La fase Cocochan se encuentra relacionada con los gobernantes Sak Maas, 625-655 DC, y K’uk Ajaw, 655-658 DC y se encuentran asociadas a los complejos cerámicos Tzakol 3 y Tepeu 1. Durante esta época inicia la llamada “época de oro” de La Corona, debido a la relación con el Reino Kan se observa un crecimiento en La Corona, muy bien ejemplificado con la construcción del primer gran palacio del sitio.
Fase Colibrí
Nuestras excavaciones han demostrado que la Fase Colibrí no modificó todo el palacio, sino que se centralizó a modificar su área sur. Específicamente se focaliza sobre la plaza Cocochan-I (Fig.5).
La finalidad de esta fase arquitectónica fue la de levantar la plaza Cocochan-I 2.5 m sobre su nivel inicial, y así terminar de romper con las características residenciales de la plaza, cambio primeramente observado durante la sub-fase Cocochan-II. Durante la Fase Halcón se construye una plataforma que abarca de este a oeste desde la estructura 13Q-4A-Sub-1 hasta la fachada oeste, posterior, de la estructura 13Q-4E-Sub 1. Mientras que de norte a sur la plataforma Halcón rompe una pequeña sección de la fachada sur de la sub-estructura 13Q-4E-Sub 1 y se extiende hasta la fachada norte (posterior) de la sub-estructura 13Q-4E-Sub 2 (Bustamante 2015).
La Fase Colibrí modificó una sección centralizada del palacio real, dejando fuera de sus modificaciones la estructura 13Q-4C-Sub 1, así como las estructuras que componen el patio noroeste de la fase Cocochan-II. Inclusive es de sumo interés que aunque la sub-estructura 13Q-4E-Sub 1 fue sepultada por la plataforma Colibrí, el cuarto lateral norte de esta subestructura fue mantenido y dejado como funcional durante la fase Halcón, esto por su carácter utilitario para la plaza noroeste (Bustamante 2015 s.f).
Interpretaciones de la Fase Colibrí
Desde la sub-fase Cocochan-II se observa un cambio de funcionalidad en la sección sur del palacio de La Corona. Cambiando la plaza Cocochan de una sección privada de carácter habitacional a una sección semi-privada y de carácter administrativo; dicho evento culmina con la construcción de la plataforma Halcón. Puesto que la nueva sección presenta una función administrativa semi-privada no se necesita más que esta sección se encuentre “hundida” y con vista clausurada al público. Por lo cual esta sección es elevada, pero puesto que la plaza noroeste, ahora la sección habitacional del palacio, aún necesita de un carácter privado se mantiene esta sección como una plaza hundida. En el caso de la estructura sur, 13Q-4C-Sub 1, aunque es mantenida en la fase Halcón se observa un total cambio en su función, ahora totalmente apartada de las estructuras administrativas sobre la plataforma Colibrí (Bustamante s.f).
Esta fase se encuentra asociada con el complejo cerámico Tepeu 1 (Caroline Parris, comunicación personal) y con el reino del gobernante Chak Nahb Chan, quien gobernó entre el 658 y el 667 DC.
Fase Halcón
La Fase Halcón ha sido investigada entre 2008 y 2011 cuando varias trincheras de saqueo fueron investigadas y algunas trincheras arqueológicas fueron abiertas (Coronado-Ruiz 2009; Padilla 2010, 2011; Padilla y Roche 2012). La investigación intensiva de la Fase Halcón empezó en 2013 (Bustamante 2015b, s.f.; Lamoureux-St-Hilaire 2014, 2015; Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.). En su fase Halcón, el palacio de La Corona fue la estructura arquitectónica más grande del sitio, con una plataforma que mide ca. 90 x 60 x 6 m. Es un complejo palaciego inusual, ya que posee una estructura piramidal en la sección central, la Estructura 13Q-4E, que se eleva más de 10 m sobre la Plaza Principal. Hay cuatro diferentes grupos arquitectónicos que rodean la Estructura E de manera radial (Fig.6).
El Grupo Sureste. El Grupo Sureste incluye las Estructuras A y E, y es poco conocido. Se sabe que allí se encontraba la entrada principal al palacio, justo al norte de la Estructura A. Se sabe que la Estructura A es una estructura alargada con dos filas de cuartos con puertas abiertas hacia el este y el oeste (Padilla 2010, 2011; Padilla y Roche 2012). La calidad de la mampostería de esta estructura es relativamente baja, y no hay clara indicación que estos cuartos tenían una bóveda. Sin embargo, muchos fragmentos de estuco modelado de alta calidad que indica que este estructura fue muy bien decorada.
La Estructura E es desconocida, pero todo indica que se trata de una plataforma de 2 a 3 m de altura con una gran estructura con bóveda en su cima. Es muy probable que la Estructura E fue el lugar el más importante del palacio: la sala del trono. Se investigara esta estructura en la temporada de 2016.
El Grupo Suroeste. El Grupo Suroeste incluye las Estructuras C y DO. La Estructura C es desconocida, pero su montículo es muy bajo, así que parece tratarse de una estructura perecedera.
La Estructura DO (que no está totalmente excavada) mide al menos 25 m de largo, se extiende de norte a sur a lo largo de la sección posterior, oeste, de la superestructura E (Bustamante s.f). Se trata de una estructura alargada que cuenta con al menos cuatro cuartos, todos con acceso desde el oeste (Ibid).
El Grupo Noreste. El Grupo Noreste es el más formal del palacio, e incluye las estructuras F, G, y B1. Este grupo parece haber sido el grupo residencial de la corte real de La Corona. Se trata de un patio hundido rodeado por estructuras de mampostería de alta calidad. Cada estructura parece haber tenido decoraciones de estuco modelado, así que parece que todo este patio se encontraba decorado por frisos modelados y pintados (Lamoureux-St-Hilaire 2014, 2015; Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.)
La Estructura F tiene cuatro cuartos y es asentada sobre una plataforma. La parte sur de la Estructura F era accesible por medio de tres entradas escalonadas que llevaban al cuarto frontal, o vestíbulo, cual mide 13 x 2.6 m. El acceso central era el más ancho, y puede ser considerado la entrada principal. Casi todas las puertas del vestíbulo (y del cuarto privado) tenían unas cortinéras ubicadas a ambos lados de la puerta. Estas cortinéras fueran hechas con bocas de olla y huesos de venado. La presencia de estas cortinéras indica que estos espacios fueron privados o semiprivados. Este gran vestíbulo parece haber tenido funciones semiprivadas, como reuniones, administración, o almacenamiento.
El segundo cuarto, o cuarto privado, era accedido por dos puertas que seguían la misma alineación que las frontales. En la pared norte del acceso central se encuentro un bloque de piedra caliza adornado por un hueso tallado. Es probable que el cuarto privado tenía una puerta en su muro norte hacia el gran cuarto noroeste, puesto que este tenía una puerta hacia el grupo noroeste. Una gran banca (3 x 1.2 x 0.44 m) con respaldo, colocada justo frente al acceso central, ocupaba la porción central del cuarto privado. Es probable que este cuarto fue la habitación del gobernante de La Corona.
El cuarto norte mide 6.2 x 2.35 m, siendo el más pequeño de los cuartos de la Estructura 13Q-4F. Este cuarto fungió como un área de paso, ya que cuenta con dos puertas dispuestas una frente a la otra, localizadas en los muros este y oeste. Este pasadizo comunicó el Patio Noreste, reservado para la élite, con el Grupo Noroeste, de características más sencillas y orientadas a actividades de trabajo. Además de ser el más pequeño, el cuarto norte es también el único que presenta dos banquetas, las cuales se encuentran una frente a la otra. Esta estructura de paso no fue utilizada como vivienda, sino más bien como un punto de control, tanto de personas como de bienes que transitaban ente los patios del palacio (Lamoureux-St-Hilaire 2015). Se sugiere entonces que la banca con respaldo, mejor construida, fue un lugar donde los oficiales se sentaban y monitoreaban las actividades, mientras que la banca más grande era utilizada como un lugar de almacenamiento temporal y/o para la inspección de los bienes que transitaban por el corredor hacia el patio real. Una otra característica inusual del Cuarto Norte es la columna semicircular que se encuentra en la esquina noreste. Una gran cantidad de molduras de estuco decorado fueron encontradas dispersas en la plataforma frente a la columna, lo cual puede indicar que originalmente la columna presentaba una frisa. La importancia de este cuarto fue denotada por un entierro ubicado en frente a la puerta este. Este entierro contenía un individuo sub-adulto en posición supina con la cabeza al sur. Las únicas ofrendas de este entierro fueron un cuenco chico ubicado sobre la frente del individuo y un pendiente de cerámica en forma de ik (Lamoureux-St-Hilaire 2015).
La Estructura G presenta grandes dimensiones, con un tamaño de ca. 30 x 10 m. Parece que la gran Estructura G contaba con unas galerías a los lados sur y norte separadas por un muro medial, cada sección tenían cinco puertas hacia el sur y el norte, respectivamente, y una puerta hacia el este y el oeste. La Estructura G, como la F, pertenece a los Grupos Noreste y Noroeste. Del lado Noreste, fue construida sobre una plataforma con tres gradas hacia el patio hundido. La función original de esta estructura parece haber sido administrativa o de almacenamiento (Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.). Parece que por el fin de la Fase Halcón, la bóveda de la Estructura G tuvo problemas estructurales, y que para arreglar eso los arquitectitas construyeron muros transversales en las galerías, que las separaron en cinco cuartos distintos del lado sur, un cuarto en los lados este y oeste, y probablemente cinco cuartos del lado norte (aún no excavados). Unos de estos cuartos presentan una puerta de comunicación entre ellos. Además, los arquitectos eligieron de construir muros de refuerzo contra el muro sur del edificio, entre cada puerta.
La Estructura B1 es la menos conocida de este patio. A la diferencia de las Estructuras F y G, no fue construida sobre una plataforma, sino que fue construida al nivel del patio (Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.). Como es del lado de la Plaza A, parece haber estado relacionada con el acceso entre la Plaza Principal y el palacio. La Estructura B1 tenía al menos un gran cuarto con una puerta hacia el patio. Una banca exterior fue construida contra el muro justo al norte de esta puerta, y es muy probable que tiene una otra banca similar del lado sur.
El Grupo Noroeste. El Grupo Noroeste incluye las secciones oeste de las estructuras de mampostería F y G, y las tres estructuras perecederas H1, H2, y I. Aunque el grupo es en forma de “T”, parece ser una entidad funcional dedicada al almacenamiento, a la preparación de varios tipos de artefactos, y a otras funciones necesarias al mantenimiento de la corte real (Lamoureux-St-Hilaire 2015). Este grupo también tiene una relación clara con el grupo de estructuras perecederas localizado at oeste de la acrópolis palacial. Los dos grupos se encuentran anexados por una escalinata localizada justo al sur de la Estructura I.
El cuarto noroeste de la Estructura F mide 6.4 x 3 m, así que es el más ancho de todos. En la Fase Halcón tenía una banqueta de tamaño normal localizado contra su muro oeste. La sección noroeste de la Estructura G fue ubicada en el Grupo Noroeste, el acceso fue por dos puertas a esta sección del palacio. Se encontró un entierro a bajo del piso, justo en frente de la puerta abierta al Oeste. Este entierro muy sencillo contenía un adulto en posición supina con la cabeza al oeste, sin ofrenda (Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.; Erin Patterson, comunicación personal).
La Estructura H1 fue una estructura perecedera de 5.5 x 2.8 m, con una banqueta en su sección oeste y con una puerta hacia el sur, justo al lado de la puerta oeste de la Estructura G. Es posible que esta estructura tuvo una función doméstica, pero su ubicación, y el contraste que tiene en comparación con las estructuras de mampostería sugiere que tenía otra clase de funciones (Lamoureux-St-Hilaire 2015).
La Estructura H2 fue una estructura perecedera de tamaño pequeño (2.6 x 1.8 m). Hay muy poco que se puede decir sobre la arquitectura de este estructura dando su naturaleza perecedera. Inusualmente, la Estructura H2 no fue construida sobre una plataforma, sino que fue construida directamente sobre el piso de la acrópolis. Esta estructura rara, ubicada en la esquina de la acrópolis, parece haber tenido funciones de almacenamiento, tal vez de alimentos, dando su exposición al aire que sería un aventaje para mantener alimentos secos (Lamoureux-St-Hilaire 2015).
La Estructura I mide más o menos 9 x 6 m y tiene una forma de “C”, con un patio interior de 8m2. Esta estructura perecedera de forma tan especial seguramente tuvo una función especial. Artefactos encontrados sobre su piso indican que tenía funciones de preparación de varios tipos de materiales, incluido a madera y animales (Lamoureux-St-Hilaire 2015; Chloé Andrieu, comunicación personal).
Interpretaciones de la Fase Halcón
La Fase Halcón corresponde a la última fase de construcción mayor en el palacio real. Según nuestra cronología, su construcción puede ser relacionada con el gobernante ‘Kinich ? Yook, quien reino de 667 a 689 DC y a la princesa del Reino Kan Ix Tz’ib Winik, quien llego a La Corona en 679 DC. Es muy probable que el siguiente rey, Chak Ak’ Paat Kuy, es responsable por las renovaciones de la Fase Halcón, pero no parece que el invistió los recursos para construir una nueva fase.
La arquitectura de la Fase Halcón nos abre una ventana sobre la organización de la corte real durante el apogeo del Reino Kan, cuando reinaron sus dos más grandes reyes, Yuknoom Ch’een II y Yuknoom Yich’aak K’ahk. Durante esta temporada, la ruta comercial entre Calakmul, el Rio San Pedro, y el Rio Pasión fue muy fuerte, y se puede imaginar que los reyes de La Corona beneficiaron de este excelente contexto político-económico, que corresponde al periodo cuando se esculpieron numerosos monumentos jeroglíficos (Canuto y Barrientos 2014). De hecho, es por la Fase Halcón que se construyeron muchos edificios de mampostería con bóvedas y que el palacio se convirtió en el complejo arquitectónico el más importante del sitio. Además, el control de la circulación al rededor del patio real indica que había una división clara entre el lado ceremonial y administrativo o de soporto de la corte real. Eso sugiere que la corte real estaba muy bien definida y en control de la administración política de su estado. Parece que los Grupos Suroeste y Sureste tuvieron funciones relacionadas con oficiales. Los edificios elaborados y decorados del patio real, encima de sus funciones residenciales, tuvieron funciones para mediar el poder durante reuniones durante cuales se pudo admirar sus características ostentosas. Los edificios con funciones económicas y de almacenamiento del Grupo Noroeste fueran clave por los mecanismos económicos de la corte real y en las estrategias de control de la producción de bienes de prestigios.
Fase Tucán
La Fase Tucán fue reconocida por primera vez en el patio del Grupo Sureste, frente a las Estructuras A y E, a donde correspondía a la última fase de nivelación del piso del patio (Padilla 2011). Aunque se detectó en esta sección del palacio, el único lugar a donde la Fase Tucán es bien documentada es el Patio Noreste (Lamoureux-St-Hilaire 2014, 2015; Lamoureux-St-Hilaire y Morales Forte s.f.). La Fase Tucán corresponde, en el Patio Noreste, a la construcción de la Estructura B2 y a modificaciones significantes a las Estructuras F y G.
Modificaciones a las Estructuras F y G. Durante la Fase Tucán, unas modificaciones arquitectónicas fueron agregadas a las Estructuras F y G con el objetivo de incrementar la privacidad del patio real. Primeramente, las puertas sur y norte del muro central del vestíbulo de la Estructura F fueron cancelados (Lamoureux-St-Hilaire 2014). Este hecho incremento la dificultad de acceso al cuarto privado. También se construyó un muro burro al lado norte de la gran banqueta, cual cancelo el acceso interno al cuarto noroeste. Además, se construyó un muro de partición sobre la plataforma frental de F, cual la dividió en dos. Esta transformación creo una terraza privada frente al vestíbulo. También se construyó un muro de partición entre el cuarto norte de F y el muro exterior de G, cual impidió la circulación por allí entre los Grupos Noroeste y Noreste (Fig.7). Con estos cambios, la única forma de circular entre estos dos grupos fue a través de la estructura de pasaje. Además, el cuarto Noroeste quedo transformado por estas modificaciones arquitecturales, así que a este punto tenía una bodega, cual estaba ubicada justo al lado de la banca del cuarto privado. Su banca también fue ampliada significativamente. La Estructura G también tuvo unas modificaciones durante la Fase Tucán. Principalmente, se ampliaron las bancas colocadas en sus cuartos y se cancelaron todas las puertas ubicadas entre los varios cuartos.
Estructura B2. La Estructura B2 es una plataforma con dos niveles que fue construida entre la Estructura G al norte y la Estructura B1 al sur, así que es muy distinta en el Patio Noreste (Fig.8). Las plataformas inferior y superior de B2 miden 1.8 y 0.7 m de altura. Aunque no está completamente conocida, el único acceso hacia la cima de la estructura fue en su esquina noreste, cerca de la puerta del cuarto este de la Estructura G (Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.). Individuos de pie sobre esta plataforma harían sido visible desde la Plaza Principal, así que es probable que su función principal fue de presentación. La Estructura B2 también incluyo una banca de mampostería de alta calidad en su esquina noroeste, justo al lado de la puerta del cuarto sureste de la Estructura G. Esta banca fue rodeada de tres lados por un muro delgado que seguramente soportaba un techo perecedero. Esta “banca de terraza” tuvo en su respaldo dos paneles jeroglíficos de piedra caliza de alta calidad (Fig.9; Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.). Estos paneles, conocidos como Elementos 55 y 56, son los primeros monumentos jeroglíficos encontrados en el palacio. El Elemento 55 presenta la figura del rey de Calakmul Ti K’awiil en 702 DC, quien está bailando, vestido de un disfrace elaborado (Stuart et al. 2015). El Elemento 56 cuenta con 56 jeroglífos que relatan eventos importante de la vida del rey de La Corona Chak Ak’ Paat Kuy, cuales pasaron entre 688 y 690 DC (Ibid). Ambos paneles consistan en una mitad de una escena o historia que fueron relocalizados durante la Fase Tucán. No se conoce el lugar original de los paneles, pero esta práctica de relocalización es bien documentada en el sitio, especialmente por la Escalinata Jeroglífica de la Estructura 13R-10 (Canuto y Barrientos 2013; Ponce 2013).
Interpretaciones de la Fase Tucán
La Fase Tucán es una fase constructiva pequeña. Según nuestra cronología, esta fase corresponde al reino de Yajawte ‘Kinich, quien llego durante la primera mitad del octavo siglo, y a la princesa Kan Ix Ti’ Kan, quien llego a La Corona en 721 DC. La fase Tucán es importante para ser la última fase de construcción del palacio. Los cambios aportados por esta fase restringieron la visibilidad y el acceso al patio real, cuales incrementaron su privacidad (Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.). Después de esta renovación, fue muy difícil para individuos a circular hacia el Grupo Noreste. Es notable que hay indicaciones que Yajawte K’inich parece haber reubicado paneles que tratan de la vida de su hermano mayor, Chak Ak’ Paat Kuy, a dentro de su corte.
El abandono del palacio real
Se han encontrado conjuntos de cerámicas y otros artefactos sobre los pisos de las varias estructuras y sobre los pisos de las plataformas y de los patios (Lamoureux-St-Hilaire 2014, 2015; Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.). La gran mayoría de estos conjuntos incluyeron vasijas parciales, especialmente bocas de ollas. Se encontraron varios instrumentos de piedra tallada en los pisos de las estructuras perecederas del Grupo Noroeste. El conjunto el más grande se encontró a dentro de la bodega del cuarto noroeste de la Estructura F, cual incluyo varias vasijas parciales, incluyendo un tambor portátil doble, y unos instrumentos de piedra pulida. También se encontró un escondite en la esquina formada por el muro de la Estructura B1 y su banca. Este conjunto raro incluyo unos 25 fragmentos de figurillas, 22 de cuales fueron cabezas (Fig.10; Lamoureux-St-Hilaire y Morales Fuerte s.f.).
A parte de este escondite, todos los conjuntos se encontraron a fuera de las puertas, o en lugares de almacenamiento. Este tipo de contexto de conjuntos de abandono indica un abandono progresivo en cual los habitantes de un lugar se llevaron la casi totalidad de sus cosas (Lamoureux-St-Hilaire 2011).
Sin embargo, la Estructura DO presenta un patrón de abandono distinto. Los cuartos 2 y 3 presentaban cortes en su piso, frente a su puerta. En ambos casos los cortes presentaron entierros de terminación que no fueron sellados posteriormente. En el caso del cuarto 2 se encontró el entierro de un jaguar (cual todavía no fue completamente analizado). En el cuarto 3, se presentaba el entierro de un sub-adulto de género masculino (Bustamante 2014b, Patterson 2014). Como ofrenda, este presento un plato sobre la mano derecha del individuo y un cuenco sobre su rostro (Bustamante 2014b). En ambos casos la cabeza fue encontrada hacia el norte, en el caso del individuo este se encontraba en posición supina, mientras que el jaguar se encontraba acostado boca abajo con el rostro viendo al este (ibid).
Además, hay indicaciones que los techos de los cuartos de la Estructura DO fueron desmantelados cuidadosamente, así que fueron terminados ritualmente de una manera muy completa. En contrasto, las otras estructuras del palacio tienen un patrón de derrumbe natural. Esta diferencia entre el abandono de DO (terminación ritual reverencial) y de las otras estructuras (abandono mundano gradual) es interesante (Lamoureux-St-Hilaire 2011), y sugiere que la Estructura DO tuvo unas funciones especiales.
El análisis de las cerámicas de los conjuntos de piso indican que el abandono ocurro entre el fin del Clásica Tardío y el principio del Clásico Terminal (760-830 DC). Eso significa que entre la última fase de construcción y el abandono paso casi un siglo.
Conclusiones
El palacio real de la Corona sirvió por cerca de tres siglos (ca. 520-830 DC) como recinto de la corte real del sitio. Durante este periodo La Corona presentó fuertes nexos con la dinastía del Reino Kaan, e inclusive tres princesas de dicho reino viajaron a La Corona en 520, 679, y 721 para realizar matrimonios políticos con los reyes de La Corona. Este fenómeno representó un auge económico y político en La Corona y se encuentra claramente representado en el palacio real del sitio. La construcción de cinco fases arquitectónicas en un lapso de tres siglos se ha podido relacionar con los reinos de los gobernantes. También, la fase Halcón, que constituyó un esfuerzo masivo de construcción, ha podido ser relacionada a la época dorada del Reino Kaan, y por lo tanto La Corona como aliado se vio fuertemente beneficiado por el poderío de este reino.
Podemos observar continuidad entre las distintas fases del palacio. Si bien todas presentan tamaños distintos pareciera que presentan patrones arquitectónicos que se repiten. Uno de estos patrones se observa en las áreas residenciales, donde las residencias se encuentran al oeste de una plaza hundida, mientras que al norte se observa un edificio alto, mientras que al oeste se observan estructuras para controlar el acceso al patio. Este patrón es observado en las fases Cocochan, tanto sub-fases I y II, en la fase Colibrí, en la fase Halcón y en la fase Tucán.
Durante el desarrollo del palacio hubo una movilidad en la distribución de las distintas áreas de uso. Nuevamente el área residencial constituye un muy buen ejemplo de esto, desde la fase Cocochan-I hasta la fase Halcón se observa un paulatino movimiento de esta área desde la sección sur del palacio, hacía la sección norte. Dicho movimiento parece ser relacionado con la creación de nuevos espacios. Como se observa en la fase Cocochan-II se introduce una sección administrativa por lo que la sección residencial es trasladada hacia el noroeste de su posición original.
Otra de las grandes continuidades es un intento de las élites de La Corona por mantener una relativa privacidad en las secciones residenciales. Logrando esto mediante el constante uso de plazas hundidas, construcciones de paredes, cuartos de paso, etc.
Por último se observa un cambio en la arquitectura y métodos de construcción utilizados en las distintas fases. Si bien este cambio es observable no se refiere a un mejoramiento constante de la arquitectura; la calidad pareciera variar intermitentemente entre las distintas fases. Las fases Colibrí y Tucán parecieran remodelaciones relativamente “pobres”, puesto que se enfocan en la arquitectura preexistente y solamente realizan modificaciones focalizadas. Por el contrario tanto la fase Cocochan como la fase Halcón cambian totalmente la forma y tamaño de la fase constructiva anterior. Ambas fases parecieran haberse realizado con mayor tiempo y un mayor esfuerzo económico.
Este caso de estudio de un palacio real nos ha abierto una ventana sobre la adopción y el desarrollo de la institución política de la corte real Maya de un sitio menor. El uso conjunto de datos epigráficos, de arquitectura, y de artefactos nos ha permitido producir una cronología relativamente precisa y rica en detalles históricos. Más casos de estudios con enfoques similares nos podrían ayudar a entender las varias sutilidades del proceso político complejo que fue el desarrollo de las cortes reales Maya; un fenómeno heterogéneo que definitivamente no fue instantáneo en las Tierras Bajas Mayas.
Agradecimientos
Queremos agradecer a los codirectores del PRALC, Dr. Marcello Canuto y Dr. Tomas Barrientos, para su confianza, su apoyo, y sus direcciones muy útiles, sin cuales las excavaciones en el palacio real de La Corona serían imposibles. Es muy importante agradecer a todos los trabajadores talentosos quienes excavaron el palacio con nosotros, y a Jean-Claude St-Hilaire, quien ayudo con la excavación de la Estructura F. Agradecemos a Caroline Parris, Erin Patterson, y Chloé Andrieu por su ayuda con el análisis de artefactos y restos humanos. Finalmente, queremos agradecer a Analy Montenegro quien hace el trabajo en La Corona una ocupación agradable.
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Fig. 1: Ubicación de Plaza Principal, sitio La Corona (Imagen de Damien Marken).
Fig. 2: Cronología de las fases constructivas del palacio real de La Corona, correlacionada con datos epigráficos y cerámicos (Tabla creada por Maxime Lamoureux-St-Hilaire y Eduardo Bustamante).
Fig. 3: Fases constructivas identificadas en la sección sur del palacio de La Corona (Dibujo de Eduardo Bustamante).
Fig. 4: Comparación de plantas de las sub-fases de Cocochan (Dibujo de Eduardo Bustamante).
Fig. 5: Planta de la Fase Colibrí (Dibujo de Eduardo Bustamante).
Fig. 6: Planta de la Fase Halcón (Imagen de Maxime Lamoureux-St-Hilaire y Damien Marken).
Fig. 7: Reconstrucción artística de las Estructuras E, F, y I, vista hacia el Suroeste desde el Norte. Fase Tucán (Dibujo de Maxime Lamoureux-St-Hilaire).
Fig. 8: Reconstrucción artística de las Estructuras H2, H1, G, B2, y B, vista hacia el Noreste desde el Sur. Fase Tucán (Dibujo de Maxime Lamoureux-St-Hilaire).
Fig. 9: Estructuras G y B2, con la banca de terraza y el Elemento 55 in situ, Fase Tucán (Fotografía de Maxime Lamoureux-St-Hilaire).
Fig. 10: Materiales del escondite sobre piso, fase de abandono (Fotografía de Maxime Lamoureux-St-Hilaire).