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Valdés, Juan Antonio, Mónica Urquizú y Carolina Díaz Samayoa
2000 Arqueología y restauración en Aguateca. En XIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1999 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo, B. Arroyo y A.C. de Suasnávar), pp.817-836. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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ARQUEOLOGÍA Y RESTAURACIÓN EN AGUATECA
Juan Antonio Valdés
Mónica Urquizú
Carolina Díaz Samayoa
La importancia de Aguateca es bien conocida por los estudiosos de la arqueología Maya, gracias a los trabajos realizados por los miembros del Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun entre 1989-1994, que han sido ampliamente difundidos a través de conferencias y publicaciones, especialmente en los Simposios de Arqueología Guatemalteca y en un número especial de la revista Ancient Mesoamerica en 1997. Posteriormente surgió el Proyecto Arqueológico Aguateca, dirigido por Takeshi Inomata, que trabajó durante cuatro temporadas de campo desde 1996 a 1999 (Inomata et al. 1998).
A partir de ello se sabe que Aguateca fue la ciudad gemela de Dos Pilas y que los gobernantes esculpieron monumentos celebrando el mismo evento en ambos lugares (Figura 1). Como era de esperar, en la capital de la entidad política se erigían las estelas de mayor tamaño, mientras que en Aguateca fueron más pequeñas por ser una especie de réplica del discurso oficial. Esto cambió después del año 761 DC, cuando el ejército comandado por el soberano Chanal Balam de Tamarindito, al mando de un ejército combinado, atacó Dos Pilas y dio muerte a su gobernante K’awil Kan K’inich (Valdés 1997), obligando a la familia real a refugiarse en Aguateca. Años más tarde, en este sitio se erigieron monumentos haciendo mención a un nuevo soberano, denominado en la literatura arqueológica como Gobernante 5, y las estelas de la Plaza Principal fueron grandes, siguiendo la antigua costumbre que tenían en Dos Pilas. Prueba de ello es la Estela 19, descubierta por T. Inomata frente al Edificio L8-6 de la Plaza Principal (Figura 2), durante la presente temporada de campo, y que fuera mandada a erigir por el Gobernante 5 el año 778 DC (Eberl, este volumen).
Sin embargo, la desintegración regional y la enemistad de pequeños reinos vecinos trajo más guerras en la zona y Aguateca fue atacada e incendiada, probablemente por Tamarindito, Ceibal o un ejército combinado, a fines del Clásico Tardío, alrededor del 830 DC.
PROGRAMA DE DESARROLLO SOSTENIBLE DE PETÉN
Conociendo la particular importancia que la región de Petexbatun tiene para el estudio del colapso Maya, la Dirección del Patrimonio Cultural apoyó la presentación de un proyecto ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para gestionar un préstamo de 4.5 millones de dólares, que permitiera investigar, restaurar y abrir al turismo dos componentes diferentes. Uno en la región de Melchor de Mencos, con restauración en Yaxha y Tzikin-Tzakan, y el otro en la zona de Sayaxche, con trabajos en Dos Pilas, Aguateca, Ceibal y Arroyo de Piedra. Las autoridades del Gobierno Central estuvieron de acuerdo con esta propuesta, ya que iba en concordancia con los proyectos de desarrollo planificados para el departamento de Petén. El componente arqueológico forma parte de un plan mayor, denominado Programa de Desarrollo Sostenible de Petén, que incluye, además, el mejoramiento turístico y apoyo a las comunidades vecinas, por lo que fue aprobado por todas las instancias después de varios años de trámite, designándose a CATIE como unidad ejecutora del programa.
Se encomendó entonces al IDAEH para que contratara el equipo de investigadores y se emprendiera con los trabajos de campo, dando inicio la Primera Fase del Proyecto de Restauración Aguateca, que se efectuó de noviembre 1998 a mayo 1999. Los dos primeros meses se emplearon en la construcción de obras de infraestructura, como accesos y campamento, por lo que únicamente cinco meses fueron dedicados a los trabajos de investigación y restauro. La segunda fase del Proyecto será de junio a diciembre de 1999 y la tercera fase será durante el año 2000.
LOS TRABAJOS DE RESTAURACIÓN EN AGUATECA
El plan de trabajo incluye la restauración de once estructuras, una escalinata monolítica y parte de una muralla defensiva, que deben estar visibles al visitante el año próximo. Los edificios que se están interviniendo se localizan en dos sectores del sitio: el primero en el área de la Calzada y el segundo en la Plaza Principal. Por el momento, los trabajos se han concentrado exclusivamente al sector de la Calzada, donde cinco edificios y una escalinata están en proceso (Figura 3).
Deseamos manifestar que la intervención en este sitio está orientada principalmente a mostrar la arquitectura de tipo residencial en casas y palacios y no la arquitectura monumental de tipo religioso, como sucede en la mayoría de casos. Los edificios de Aguateca son relativamente pequeños y por tratarse de un sitio secundario, el empleo de la bóveda de piedra fue muy reducido, por lo que la mayoría de estructuras utilizaron techumbre de dos aguas, cubiertas con guano o palma local. Varios de estos inmuebles habían sido excavados anteriormente por los proyectos arqueológicos, mientras que otros se están investigando por vez primera. En ninguno de ellos hubo intento de consolidación o restauración con anterioridad.
Dentro de las acciones iniciales en el proceso de restauración y conservación se tuvo presente realizar un diagnóstico de los árboles que se encontraban dañando las estructuras con sus voluminosas raíces, al igual que afectaban pisos, muros y escalinatas. Posteriormente a la excavación, se analizó el estado de conservación de cada muro, pero en la mayoría de los casos se ha procedido a desmantelarlos por el grado de inclinación que presentan, y aunque se ha preferido reutilizar las mismas piedras de época Maya, éstas son substituidas por piedras nuevas extraídas de una cantera cercana cuando el caso lo requiere. Para esto se detectaron dos canteras, una al suroeste de la Plaza Mayor y otra al norte de la Plaza del Grupo Palacio, que cuentan con caliza de textura y condición óptima para la restauración.
También se han seguido las normas convencionales de restauro, que indican no elevar los muros más arriba de lo que marcan las evidencias de campo, salvo en el caso en que estructuralmente sea necesario para darle mayor apoyo o funcionalidad a los edificios intervenidos. La mezcla empleada para mortero está compuesta por 45% de tierra caliza, 25% de cal, 25% de tierra negra y 5% de cemento. También se están haciendo pruebas con mezclas que contengan menor porcentaje de cemento. Sobre los muros restaurados se colocan piedras incompletas que simulan la destrucción de los muros originales y los pisos estucados han sido remozados, guardando la armonía arquitectónica y también para que permitan la evacuación de las aguas de lluvia hacia el exterior de los edificios.
Al concluir los trabajos, un programa de reforestación será realizado con plantas locales, cuyas raíces no afecten los edificios restaurados, pero que logren dar la sombra necesaria para que se mantenga la humedad que necesita la piedra caliza.
A continuación se presentan los resultados de las estructuras intervenidas hasta el momento.
ESTRUCTURA M8-11
Se localiza paralela a la Calzada que recorre este sector del sitio y está prácticamente encerrada o fortificada por dos muros al frente y los lados (Figura 3). Su excavación fue efectuada por Carolina Díaz Samayoa en la presente temporada (Urquizú y Samayoa 1999), luego de los registros que se habían hecho con anterioridad (Inomata 1995). Su fachada está orientada al oeste, donde tiene tres cuartos que cuentan con sus respectivas bancas al fondo, mientras que otros dos cuartos se localizan en los extremos norte y sur del edificio, también con bancas.
La estructura tiene pilares al frente indicando que existió un corredor al frente de la casa y que sostuvo techumbre de material perecedero. Rodeando la casa se encuentra un bajo muro perimetral que la delimita y da lugar a la formación de un patio frontal y dos laterales a ambos extremos del inmueble. Por medio de este muro perimetral la casa estuvo protegida ya que sólo tiene un acceso frente al patio frontal.
Las excavaciones han permitido identificar vestigios de incendio en los pisos de estuco que aparecen quemados, así como también hay señales de fuego en la mayoría de objetos descubiertos sobre los pisos y bancas del edificio, entre ellos algunos artefactos cerámicos, concha, lítica, huesos, semillas y restos de carbón.
Dentro de los hallazgos más relevantes se encuentran pequeñas cuentas circulares de jade, caracoles de diversos tamaños con orificio y colmillos de animales con agujeros, que seguramente formaban parte de collares. Junto a estos objetos aparecieron varias hachuelas de piedra verde, la mayoría con evidencia de uso, así como piedrecitas de hematita para producir pintura roja especular y preformas de pedernal; mientras que la presencia de obsidiana fue relativamente baja. Así también, en el espacio formado entre los cuartos y la plataforma de acceso aparecieron restos de concha nácar, algunas cuarcitas, así como astas y huesos de venado, la mayoría con evidencias de haber sido trabajados, pero todo con señales de haber sido quemados.
No cabe duda que esta fue una estructura residencial de élite, a juzgar por su posición dentro del conjunto, así como por los objetos de delicada manufactura, que incluyen, además, un vaso policromo tipo Saxche-Palmar encontrado en el interior de uno de los cuartos, que está decorado con tres personajes, dos de los cuales aparecen sentados sobre un trono o una banca, mientras que el tercero está de pie, atento a la conversación. En el cuarto del extremo sur apareció un molde de arcilla, que al reproducirlo en positivo con plasticina, resultó ser un personaje masculino en postura sedente, que lleva orejeras de tela y pañoleta anudada sobre la cabeza, de manera similar a las figuras representadas en sitios del Usumacinta. Por su posición y sus gestos de dolor, esta figurilla parece transmitir la pena de una persona o de un prisionero.
En los cuartos del extremo norte se encontraron dos figurillas antropomorfas, que representan guerreros con elaborados tocados de plumas, llevando un escudo redondo en la mano derecha y una especie de lanza en la izquierda. La faldilla de uno de ellos (Figura 4) tiene los mismos trazos de la boca abierta del Dios C, que tan claramente se muestra en los vestuarios de guerra que llevan los gobernantes de Dos Pilas en las estelas. En uno de ellos aún se conservan vestigios de pintura roja y azul y existe gran parecido entre las figurillas de guerreros, aunque varía su tamaño. Otra figurilla representada en un instrumento musical muestra a una mujer sentada (Figura 5), que lleva un tocado en forma de gorro alargado, collar al cuello y un vestido que le cubre de los senos hacia abajo. En su regazo sostiene una piedra de moler. También se encontró un silbato que representa un perro, reproduciendo ante nuestros ojos parte de la fauna local.
Todos estos hallazgos, asociados a materia prima y artefactos de trabajo, sugieren que la función del edificio fue residencial y que allí se elaboraban objetos u ornamentos suntuarios, que fue incendiado al momento de la conquista de Aguateca. La mayor concentración cerámica se ha dado en los cuartos, entre las bancas y los pilares; mientras que los artefactos líticos, especialmente brazos y piedras de moler aparecieron en los extremos norte y sur de la estructura, aunque la mayor concentración se descubrió en la parte de atrás de la residencia. Su restauración apenas ha principiado.
ESTRUCTURA M8-13
Fue parcialmente investigada con anterioridad (Inomata et al. 1997) y su investigación quedó concluida en la presente temporada (Urquizú y Díaz Samayoa 1999). Se trata de una estructura rectangular compuesta de tres cuartos, que tiene orientada su fachada hacia el norte, donde existe una pequeña plaza con más edificios, entre ellos la famosa «Casa del Escribano» (Figuras 3 y 6).
La estructura tuvo dos momentos constructivos y fue hecha sobre una baja plataforma colocada directamente encima de la roca caliza. Debido al desnivel del terreno, mayor inversión de trabajo se realizó para colocar rellenos en el extremo este, que permitieron elevar el nivel de piso de los cuartos. El cuarto más elaborado es el del centro, que cuenta con una banca pegada a la pared del fondo y una amplia puerta de ingreso, que permite ver todo lo que sucedía en el interior. El cuarto del oeste tiene puerta reducida y banca lateral, características similares a las que debió tener el cuarto del oriente, aunque por la destrucción de éste, ya no se detectaron evidencias de la banca. Varios objetos de uso doméstico fueron descubiertos detrás de la casa, incluyendo una piedra de moler finamente elaborada y con pocas señales de uso (Figura 7).
Basado en la distribución de artefactos, Inomata et al. (1997) habían sugerido que el cuarto central tuvo un uso especial, ya sea para dormir o para recibir visitas. Nosotros, basados en la arquitectura apoyamos la segunda moción, o sea que el cuarto central sirvió para recibir visitas, lo cual se deduce por la puerta tan ancha y el tamaño de la banca, que son algunas de las características asignadas a los «palacios escénicos» (Valdés 1997). En estos cuartos, se reunían personas de la nobleza para conversar temas de importancia, y la ancha puerta permitía el paso del viento al interior para refrescarse del caluroso clima local. Sin duda, las evidencias de actividades domésticas están en los cuartos laterales y el exterior.
Los trabajos de consolidación y restauración incluyeron todos los muros de la estructura, al igual que las bancas y los pisos de los tres cuartos. Actualmente los muros no sobrepasan 1.50 m de alto, aunque sabemos que la sección posterior alcanzó 2.10 m. Por su parte, las bancas tienen 0.76 y 1 m de alto, mientras que los pisos tienen de 0.10 a 0.20 m de espesor. No se encontró ninguna evidencia de piedras de bóveda por lo que el techo fue sin duda de material perecedero.
ESTRUCTURA M7-35
Este edificio fue excavado completamente (Inomata 1995; Urquizú y Díaz Samayoa 1999; Valdés 1999) y es de vital importancia ya que casi con seguridad podemos asignarle una función administrativa y no de vivienda. Ocupa una posición particular en el área transitada de la calzada, ya que está en un lugar de paso obligatorio para las personas que se conducían en las inmediaciones de donde se encuentra el palacio real (Figuras 3 y 8). A través de su historia tuvo cinco etapas de remodelación, habiéndose determinado que la primera tuvo sólo un cuarto con un trono al centro, donde se sentaba el gobernante, pero con el tiempo el aspecto del edificio cambió a varios cuartos con bancas, aunque el central mantuvo siempre el trono frente a la puerta de ingreso.
Varios detalles han sido importantes de tomar en cuenta al analizar la función de este edificio: 1) su ubicación en un área transitada de la calzada; 2) su cercanía con el palacio real; 3) está construido sobre varias plataformas que elevan su altura a propósito; 4) tiene una puerta bastante ancha al frente, que es una característica de los «palacios escénicos» o «palacios de presentación» detectados en la región de Petexbatun; 5) cuenta con una banca muy amplia en el interior del recinto principal y tiene dos cuartos laterales con sus respectivas bancas; 6) en el interior de los cuartos se encontraron restos de recipientes cerámicos utilizados para atender a los visitantes, mientras que en el cuarto central se descubrió un vaso policromo pintado con una escena cortesana que representa claramente el momento de una audiencia; y 7) el edificio fue construido con fina mampostería y recubierto de estuco, indicando que se le dedicó mayor atención e inversión de trabajo.
Todo lo anterior apoya su uso administrativo y consideramos que fue utilizado para que el gobernante local diera audiencias a sus súbditos y recibiera las visitas de miembros de élites vecinas. El cuarto central fue el cuarto del trono, lugar en donde se desarrollaban las negociaciones, mientras que en los laterales se servían bebidas y comidas para las personas participantes en los eventos.
En su restauración se procedió a regresar a su posición vertical los muros exteriores y a colocar las piedras faltantes. Se intervino en todas las paredes de los cuartos, incluyendo varios cuartos muy reducidos que fueron agregados al muro posterior. Este mismo muro ha sido restaurado hasta alcanzar una altura de 1.80 m, mientras que las bancas del cuarto al este (0.60 m de alto), oeste (0.70 m de alto) y central (0.70 m de alto), han quedado terminadas. Las bajas plataformas que el edificio tiene al frente y los lados han sido restauradas para dar mejor imagen del inmueble completo.
ESTRUCTURA M7-26
Forma el límite oriental de la Plaza del Grupo Palacio y es el mayor edificio del sitio. Actualmente aún cuenta con 46 m de largo por 13 m de ancho, aunque existen claras muestras de que fue destruido y quemado en su extremo sur (Figura 3).
La escalinata de acceso al palacio mide 17.35 m de largo y cuenta con cuatro grandes escalones, que conducen a una amplia plataforma frente al edificio. Esta ha sido restaurada y tiene piedras de grandes dimensiones, que miden desde 0.60 m hasta 1.77 m de largo y pueden pesar 20 quintales. Una vez alineadas y ubicadas las piedras en su posición original, fueron resanadas las sisas y reparadas las piedras fracturadas. Finalmente se colocaron ocho piedras faltantes en el escalón superior. Los muros del palacio recién se principiaron a restaurar.
La construcción del edificio muestra esmero en su elaboración, ya que la piedra está bien tallada y colocada de manera adecuada, dándole solidez que sólo el tiempo y la naturaleza han podido degradar. La arquitectura es sencilla pero sobria, careciendo de detalles escultóricos en la fachada, aunque lleva dos paneles a ambos lados de la escalinata frontal, que debieron haber estado pintados. El edificio está compuesto de dos cámaras extremadamente largas, definidas por un ancho muro que corre longitudinalmente al centro. Esto hace que tenga doble fachada y cuente con puertas que se forman por la presencia de pilares en ambos lados. Actualmente existen todavía nueve puertas en el lado oriente y diez al poniente. La presencia del muro central y los anchos pilares semicuadrados, indican que el edificio sostuvo un impresionante techo de material perecedero, formado por largas vigas de madera y palma, sobre muros que debieron alcanzar 2.50 m de alto.
En vista que el lado sur del edificio está destruido, se realizaron cálculos para conocer sus dimensiones reales tomando como punto de referencia el eje axial de la escalinata de acceso, lo que nos permitió considerar que este inmueble pudo tener casi los 60 m de largo y contar con 13 puertas al este y 13 al oeste. La comunicación interna para pasar de una cámara a otra, se efectuaba únicamente por medio de la puerta casi al extremo norte y en ambos cuartos existe únicamente una banca muy larga adosada a la pared del fondo, que corre desde la puerta que comunica ambas crujías hasta el extremo sur.
Casi todos los materiales recuperados se encuentran quemados como producto de la invasión y guerra que sufriera Aguateca y también el edificio. Entre los hallazgos más importantes se incluyen los fragmentos de una máscara de barro, similar a la que se descubriera el año anterior en un edificio cercano del mismo conjunto (Inomata et al. 1998), y varias vasijas miniatura con restos de pintura roja en su interior. La alta densidad de materiales muestra una actividad intensa de los ocupantes del edificio durante el Clásico Tardío. Los materiales computados se desglosan de la siguiente manera: 21,061 tiestos, 13 vasijas parcialmente completas, 116 fragmentos de piedras de moler y 108 de manos de moler, 59 fragmentos de navajas prismáticas de obsidiana, 826 lascas de pedernal, 25 artefactos de pedernal, 19 puntas de proyectil (completas y fragmentadas), 12 objetos circulares perforados (donas), 15 figurillas fragmentadas (incluyendo animales), 160 trozos de una máscara, 131 fragmentos óseos y conchas, así como 54 artefactos de diversa índole (Figuras 9 a 12).
La distribución de estos artefactos indica que la mayoría de utensilios y vasijas se encontraban colocadas cerca de las puertas, probablemente sobre estanterías adosadas a los muros de las crujías o depositadas directamente en el suelo. Todos los objetos fueron parcialmente destruidos al haber estado sometidos a altas temperaturas por el incendio del edificio, al momento de la conquista. El edificio mismo sufrió los efectos de la invasión y es probable que la destrucción de su lado sur se deba a que fue desmantelado parcialmente, aprovechando las piedras, para defenderse del ataque de los enemigos que ascendían por la ladera.
A pesar que por el momento no conocemos exactamente la función de la estructura, los materiales arqueológicos recuperados en M7-26 son mayoritariamente de uso doméstico, incluyendo cerámica de tipo Pantano Impreso, Encanto Estriado, Cambio Sin Engobe, Chaquiste Impreso y Tinaja Rojo, en formas de ollas, cántaros, cuencos, comales y platos. Otro tipo presente es el Saxche-Palmar Naranja Policromo, en las formas de platos, cuencos y vasos. Otros utensilios de función doméstica lo constituyeron los malacates que indican señales de actividad textil, mientras que las actividades de tipo de tipo artesanal pueden marcarse por las hachuelas, puntas de proyectil, navajas de obsidiana y herramientas de pedernal.
ESCALINATA DE INGRESO A LA PLAZA HUNDIDA DEL GRUPO PALACIO
La escalinata ocupa el extremo suroeste de la Plaza del Grupo Palacio y es el acceso principal a la Plaza Hundida, donde se localizan los edificios y palacios del gobernante de Aguateca. La escalinata tiene 24.50 m de largo y posee cuatro escalones formados con piedras de grandes dimensiones (hasta 1.70 m de largo), que estaba siendo destruida por las raíces de los árboles, por lo que se decidió intervenirla rápidamente. El trabajo ha sido concluido con éxito.
CONCLUSIONES
Los esfuerzos conjuntos de los proyectos arqueológicos que están trabajando en Aguateca, continúan proporcionando información satisfactoria que amplía nuestro conocimiento, respecto a la naturaleza de los habitantes de este sitio y particularmente de sus momentos finales, cuando la ciudad fue incendiada y conquistada por ejércitos vecinos.
Aunque estamos conscientes que los edificios que se están excavando representan una muestra de la población de status elevado, consideramos básico conocer en detalle este estrato de la sociedad. Los diferentes hallazgos están permitiendo recuperar información particularizada sobre estos pobladores, incluyendo algunos detalles de sus hábitos cotidianos, algunas veces tan personales como la moda en el peinado, su forma de vivir, comer y dormir, su manera de pensar, sus posibilidades de acceso a recursos foráneos, así como sus objetos y artefactos favoritos.
La diferencia en la vestimenta militar mostrada en las figurillas, también está indicando la presencia de niveles u órdenes guerreras dentro de la institución armada local, y confirma fehacientemente las guerras en esa región durante el siglo VIII. La angustia es algo que no se refleja en los materiales arqueológicos, pero que podemos palparla e interpretarla basándonos en el descubrimiento de miles de artefactos que quedaron sobre los pisos de los cuartos o en los corredores frontales de las casas, en los terribles momentos en que tanto su ejército como mujeres y niños lucharon por salvar sus vidas y sus pertenencias, en medio de gritos, enemigos pintados y hombres armados que corrían en medio de las casas, prendiéndoles fuego a los techos de material perecedero, que fueron fácil presa de las llamas. Como vemos, la arqueología es el único instrumento que nos permite recrear una vez más la inestabilidad que debió sentir la gente que vivió esta pesadilla.
Con ello, queremos decir que los proyectos que tienen dentro de su meta la restauración de edificios para darlos a conocer al turismo, no deben olvidar en ningún momento, que primero tienen que realizar una excavación e investigación seria que permita dar respuestas de la conformación de las sociedades del pasado. En el caso de Aguateca, se sabe que algunos materiales foráneos como serpentina, cuarzo, basalto y obsidiana, llegados desde las Tierras Altas, son un claro indicador de actividad comercial de larga distancia. Estas relaciones han sido confirmadas por la evidencia arqueológica, indicando que los habitantes de Petexbatun contaban también con materiales provenientes de los océanos, incluyendo conchas Spondylus y madreperla, así como materiales de su propia región, como pizarra para pulir la cerámica, piedra arenisca de Altar de Sacrificios para afilar navajas y puntas de lanzas, conchas de ríos locales, pigmentos, piedra pómez del río Salinas y cerámica Naranja Fina (Foias y Bishop 1997). Es posible que también hayan llevado rocas exóticas desde las Montañas Mayas, mientras que los fabricantes de herramientas explotaron pedernales locales para la manufactura de hachas y puntas de proyectil.
Esta parte de la historia concluyó alrededor del año 830 DC con la conquista de Aguateca, probablemente por medio de las fuerzas del ejército combinado de Tamarindito y Ceibal o solamente de Ceibal, apoyándose en la base estratégica de Punta de Chimino y sus formidables sistemas defensivos. La restauración de los edificios en Aguateca dará nuevamente un brillo a la ciudad, esperando que las investigaciones y restauración planificadas para principiar en Ceibal el año próximo, traigan también nuevos aportes sobre este momento histórico del siglo IX en la región de los ríos Pasión y Petexbatun, para entender de mejor manera la llegada de las gentes de Ucanal a Ceibal (Schele y Mathews 1998), y las consecuencias que esto tuvo durante el Clásico Terminal para la zona suroeste de Petén.
REFERENCIAS
Foias, Antonia y Ronald L. Bishop
1997 Changing Ceramic Production and Exchange in the Petexbatun Region, Guatemala: Reconsidering the Maya Collapse. Ancient Mesoamerica 8 (2):275-291. Cambridge University Press, Cambridge.
Inomata, Takeshi
1995 Archaeological Investigations at the Fortified Center of Aguateca, El Petén, Guatemala: Implications for the Study of Classic Maya Collapse. Tesis Doctoral, Vanderbilt University, Nashville.
Inomata Takeshi, Erick Ponciano, Daniela Triadan, Bruce Bachand, Shannon Coyston y Byron Castellanos
1996 Operación 14B: Estructura M8-13. En Informe Preliminar del Proyecto Arqueológico Aguateca: La Temporada de 1996 (editado por T. Inomata, E. Ponciano y D. Triadan):3-5. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Inomata, Takeshi, Erick Ponciano, Daniela Triadan y Lori Wright (ed)
1997 Informe Preliminar del Proyecto Arqueológico Aguateca: La Temporada de 1997. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Inomata, Takeshi, Daniela Triadan y Erick Ponciano (ed)
1998 Informe Preliminar del Proyecto Arqueológico Aguateca: La Temporada de 1998. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Schele, Linda y Peter Mathews
1998 The Code of Kings. Scribner, New York.
Urquizú, Mónica y Carolina Díaz Samayoa
1999 Informe final de la primera fase del Proyecto de Restauración Aguateca. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Urquizú, Mónica y Juan Antonio Valdés
1992 El comercio Maya: Rutas, productos y dinámica en la zona de La Pasión. Apuntes Arqueológicos 2 (1):15-30. Escuela de Historia, Universidad de San Carlos, Guatemala.
Valdés, Juan Antonio
1997 Tamarindito: Archaeology and Regional Politics in the Petexbatun Region. Ancient Mesoamerica 8 (2):321-335. Cambridge University Press, Cambridge.
1999 Informe final de la primera fase de trabajo Noviembre 1998-Mayo 1999: Restauración en el sitio arqueológico de Aguateca. Programa de Desarrollo Sostenible de Petén BID-IDAEH. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Figura 1 Mapa de la región de Petexbatun y del río Pasión mostrando los principales sitios del periodo
Clásico
Figura 2 Plaza Principal de Aguateca mostrando los Edificios L8-4, 5, 8 y 11 que serán investigados,
así como la Estela 19 al frente de L8-6
Figura 3 Plano mostrando los edificios que están siendo restaurados en el Grupo Palacios
Figura 4 Figurilla representando un hombre del ejército de Aguateca
Figura 5 Instrumento musical con figura femenina
Figura 6 Planta del edificio M8-13
Figura 7 Piedra de moler descubierta detrás de M8-13
Figura 8 Planta del palacio M7-35 en su última etapa constructiva
Figura 9 Distribución de artefactos líticos de uso doméstico en el Edificio M7-26
Figura 10 Distribución de piedras de valor en M7-26
Figura 11 Distribución de navajas de obsidiana y puntas de proyectil en M7-26
Figura 12 Distribución de objetos de élite en M7-26