064. No todo está dicho: incensarios y ofrendas en el Lago de Amatitlán. Aportando al entendimiento de la era teotihuacana en la región

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No todo está dicho: incensarios y ofrendas en el Lago de Amatitlán. Aportando al entendimiento de la era teotihuacana en la región
Introducción

La arqueología guatemalteca ha realizado investigaciones terrestres y subacuáticas a lo largo de todo el país. Es uno de los pocos países en el mundo en el que la arqueología subacuática está enfocada principalmente en los lagos. En años anteriores se ha publicado los diferentes hallazgos encontrados en los lagos de Amatitlán, Atitlán y otros. Algunos datos sobre los incensarios talud-tablero fueron publicados en 1987, sin embargo es necesario actualizar dicha información, pues la zona de Amatitlán todavía tiene mucho por ofrecer en cuanto a la investigación y entendimiento de la interacción con el centro de México, en especial con Teotihuacán.

Algunas investigaciones realizadas en el área

Como ya se mencionó en publicaciones anteriores (Mata Amado y Rubio 1987), desde la Colonia se ha detectado evidencia material de la ocupación prehispánica en los alrededores del lago de Amatitlán, Fuentes y Guzmán menciona el sitio Zacualpa (conocido actualmente como Jicágüez). Edwin Shook elaboró un inventario de los sitios conocidos en la región entre los que menciona están: Contreras, Mexicanos y Amatitlán. También agrega otros un poco más lejanos: el Frutal, Taltic, Solano, Kaminaljuyu, etc (Mata Amado y Rubio 1987).

En 1957, Mata Amado y Borhegyi visitan el sitio La Chulada, ubicado en los terrenos de la finca del mismo nombre localizada en la parte poniente del lago (Mata Amado y Rubio 1987). Guillermo Mata Amado llevó a cabo, junto con otras personas, varias inmersiones en el lago de Amatitlán de las que se obtuvo varios restos materiales de los rituales y ofrendas prehispánicas. Los trabajos más recientes fueron realizados por el arqueólogo Edgar Carpio, quien ha dirigido investigaciones arqueológicas terrestres en el sitio Mexicanos.

Mexicanos

Es un sitio arqueológico ubicado en el área sur del lago conocida como de Amatitlán (Mata Amado y Rubio 1987). A diferencia de otros sitios ubicados en las orillas del lago Amatitlán, acá se han identificado dos áreas, una en tierra firme y otra debajo de agua (Fig.1). Borhegyi publicó en 1966 (citado por Mata Amado y Rubio 1994:28) la descripción del sitio en la que menciona que estaba conformado por una planicie y ocho montículos distribuidos en una montaña, varios de los cuales han desaparecido. En 2006, como parte de las investigaciones llevadas a cabo por el Proyecto Mexicanos, se localizaron nuevas estructuras arquitectónicas, elementos rupestres (petroglifos) y maquetas (Carpio 2012:576). En excavaciones posteriores se recuperó cerámica que fechó una parte del sitio para el Preclásico Tardío y otra para el Clásico Temprano. Uno de los mayores aportes de este proyecto que inició en 1996 fue el determinar que Mexicanos comparte rasgos arquitectónicos, cerámica y arte rupestre con los sitios Jicaques y Contreras, por lo que pueden ser considerados un solo asentamiento o sitio arqueológico (Carpio 2012:577).

En cuanto a las investigaciones subacuáticas, las mismas han estado a cargo del doctor Guillermo Mata Amado, quien empezó a bucear junto con otras personas encontrando una serie de cuencos, incensarios y otro tipo de piezas arqueológicas provenientes del fondo del lago de Amatitlán. Es así que ha sido posible establecer una tipología preliminar sobre la cerámica recuperada, la cual ha sido publicada en una serie de artículos en revistas científicas como Mesoamérica, Mexicon, volúmenes del Simposio de investigaciones arqueológicas en Guatemala, entre otros. Algunos de los artículos han versado sobre piezas en específico como es el caso de un incensario fragmentado y que fue extraído por partes a lo largo de varios años.

Incensarios talud-tablero en mexicanos

El incensario al que se hace referencia en esta ponencia fue recuperado en fragmentos y a lo largo de 10 años e inmersiones (Figs.2 y 3). Primero se encontró la parte inferior o caja que muestra el estilo talud-tablero y con el tiempo apareció la chimenea después de 3 ó 4 años. Los pies de este personaje dieron la pauta que pertenecían al incensario recuperado. Lo último que se encontró fueron las aletas lo que permitió los trabajos de restauración. Todos los fragmentos estaban a 10 m de profundidad enterrados en la arena negra. En algunos de los segmentos todavía se aprecia el número de inventario asignado en el momento del hallazgo.

El incensario tiene 0.53 m de alto y 0.36 m en la parte más ancha. El receptáculo para quemar las sustancias aromáticas es en forma de cubo o caja, en la parte inferior las paredes presentan un talud cuyas medidas son las siguientes: en el fondo mide 0.28 m por lado y la parte superior mide 0.235 m por lado. La tapadera de la caja es cuadrada complementando el conjunto con la sección tablero (Fig.3). En la parte superior se encuentra la chimenea, la cual es disimulado con la representación de un personaje que parece portar una armadura muy similar como las vistas en las figurillas estilo Jaina. El tocado está elaborado en la técnica del pastillaje. Este tocado tiene como rasgo principal el uso de plumas. A ambos lados del personaje tiene un par de aletas que han sido observadas en los incensarios provenientes del lago de Amatitlán y que probablemente son un elemento teotihuacano. El color oscuro de la pieza se debe a las sales de azufre que son parte del lodo caliente que lo cubrió durante siglos.

Nuevos datos sobre el análisis de la iconografía presente en el incensario

En las publicaciones anteriores referentes a este incensario (Mata Amado y Rubio 1987; Mata Amado y Rubio 1994) identificaron la iconografía. En el caso de las representaciones naturalistas de conchas presentes en la base y tapadera del incensario se identificó a moluscos de la clase pelecípoda (bivalvos) y los gasterópodos (caracoles). Se consultó al licenciado Julio Cotom sobre estos elementos e hizo una identificación preliminar del género representado en los moluscos del incensario (Comunicación personal julio 2016).

Según Cotom (Comunicación personal julio 2016) los ejemplares ubicados en los extremos de la línea superior posiblemente son del género Busycon (Fig.4). Estas son conchas grandes de 0.15 a 0.30 m, pesadas y gruesas (García-Cubas y Reguero 2004:115). Añade además que la concha localizada en el centro de la fila superior e inferior puede ser identificada probablemente como perteneciente al género Cassis (Fig.4), las cuales se caracterizan por tener el hombro más cuadrado y la parte inferior redonda (Morris 1966). Los especímenes 1 y 4 de la segunda línea (en opinión de Cotom) son del género Pecten (Fig.4), bivalvos con costillas pronunciadas, valva inferior abombada y valva superior aplanada (García-Cubas y Reguero 2007:33). Las demás no fue posible identificar el género, por lo que solo puede decirse que son bivalvos marinos no identificados.

Todas las conchas bivalvas presentan un diseño trilobulado que representan gotas de agua. Taube (2000:8) menciona el glifo de la flor goteante, compuesto por un ojo con pétalos azules que exuda una gota de agua trilobulada (Fig.4). Von Winning (1987:8 Fig.4a) las identifica como gotas múltiples. Borhegy (1964:356) plantea que:

“El arte con forma de conchas y el arte marino en los edificios y la cerámica de Teotihuacán durante el Periodo III (200-600 DC) son representados en asociación con símbolos de agua, lluvia y fertilidad tales como el ojo de reptil, las gotas de agua trilobuladas, estanques y flores acuáticas, indicando en general que las conchas y los motivos de concha estaban relacionados probablemente la imagen simbólica de agua, la lluvia y la fertilidad; elementos esenciales para una sociedad agricultora cuya existencia y vida espiritual depende del agua dadora de vida y la lluvia” (traducción al español de los autores).

En la tapadera el incensario tiene dos medallones que posiblemente son glifos de Tláloc estilizados (Fig.4). Laporte (2003:211-214) menciona un marcador de juego de pelota encontrado en el grupo 6C-XVI en Tikal. Este monumento fue elaborado en caliza compacta, la parte superior tiene forma oval con motivos de plumas. En el centro se observa un medallón con el glifo estilizado de Tláloc. En el otro lado de ese mismo medallón presenta un ave con el ojo trilobulado en la sección superior.

El personaje que sirve para disimular la chimenea calza sandalias con tobillera alta, usa un traje de dos piezas (una falda que cubre las piernas y un blusón), tiene collar, tocado y orejeras redondas dobles las cuales se prolongan y caen sobre los hombros. El rostro es estilo teotihuacano pues es triangular, con los ojos y la boca hechos por acanaladuras e incisiones finas. El tocado representa al dios mariposa (Mata Amado y Rubio 1987:196-197).

Nuevos aportes

Durante el tiempo que fue posible sumergirse en las aguas del lago de Amatitlán se recuperó algunas piezas aprisionadas en una composición que Mata Amado (1963:34) propone es de origen calcárea producto de las fuentes de agua hirviendo con material calcáreo en suspensión, fumarolas y de geisers que existieron en épocas anteriores en la región. Sin embargo es necesario realizar nuevas investigaciones para confirmar los datos publicados hace más de 50 años y determinar si esa sustancia es la misma adherida a los artefactos y restos óseos presentados en esta ponencia. En las inmersiones se halló un fragmento de fémur (posiblemente de niño) el que presenta en la cabeza del fémur adherencias de una formación aún no determinada que en estos momentos está sujeta a estudio del X Ray Flourescence o Fluoresencia de Rayos X (Fig.5). Un fragmento de incensario, que corresponde a la cabeza de un felino, presenta este mismo tipo de adherencias (Fig.6).

En las incursiones de mayo de 1963 se encontró la parte superior de un fémur de animal joven (probablemente venado, Fig.7), el que fue tallado para representar un lagarto estilizado que tal vez sirvió como empuñadura de algún instrumento (Mata Amado 1963:37). Mide 0.12 m de largo. Este lagarto tiene la fauces abiertas en las que se observan cuatro dientes; los ojos son cuadrados con las esquinas redondeadas; las cejas son estilizadas; el artista talló las escamas y las extremidades anteriores terminadas en dos manos que casi se unen en el centro (Mata Amado 1963:38). Michael Coe realizó el dibujo de esta pieza cuando aún era estudiante de doctorado. En otra ocasión se encontró parte de un cráneo que ha sido identificado como Crocodylus moreleti (cocodrilo moreleti, Fig.8). Esta especie habita en la Península de Yucatán, norte de Guatemala y Belice; vive en pantanos, riachuelos, lagunas, marismas o ciénagas. La coloración negra se cree que es por haber estado sumergida entre arena a alta temperatura durante mucho tiempo lo que hizo que adquiriera el mismo color que las piezas de cerámica.

En 1957 se encuentra un cuenco del tipo Esperanza Flesh en cuyo interior se conserva el hueso frontal de un cráneo humano de adulto joven, presenta restos de pintura roja en la frente (Fig.9). El cuenco tiene 0.21 m de diámetro y 0.85 m de alto. En 1957 Borhegyi tuvo la intención de realizar un análisis de carbono 14 pero por tiempo y recursos ya no fue posible. En ese mismo año se recolectó un fragmento de incensario con forma de rostro humano estilo teotihuacano. La característica principal de esta pieza es que los ojos están elaborados con mica (Fig.10).

Conclusiones

A pesar de que las investigaciones subacuáticas en el sitio Mexicanos se interrumpieron, los materiales recuperados en las diversas inmersiones arrojan datos importantes sobre la relación e interacción de la zona del lago de Amatitlán con Teotihuacán. Los incensarios talud-tablero difieren de los reportados para la Costa Sur y del único encontrado en un contexto controlado en esa zona por Sonia Medrano. El incensario de Mexicanos presenta un estilo en el que el talud-tablero es su característica predominante, y como lo muestran otros fragmentos hallados en el lago de Amatitlán, posiblemente sea parte de un conjunto que representa el estilo teotihuacano adaptado a los gustos locales. La iconografía del incensario proveniente del sitio Mexicanos hace clara referencia a elementos acuáticos. Como lo menciona Borhegyi (1964:356) las conchas y el arte con imágenes marinas hacen referencia al agua, la lluvia y la fertilidad, elementos importantes para una sociedad sostenida por la agricultura, la cual a su vez dependía del agua, sustancia dadora de vida.

Agradecimientos

Se agradece principalmente a la comisión organizadora del XXX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala; a la colaboración del licenciado Julio Cotom, quien realizó una identificación preliminar de las conchas y caracoles parte de la iconografía del incensario encontrado en el sitio Mexicanos; y la licenciada Elisa Mencos por su apoyo en la elaboración de esta ponencia.

Referencias

Borhegyi, Sthephen F. de

1964   Shell offering and use of Shell motif at Lake Amatitlán, Guatemala, and Teotihuacan, México. En XXXVI Congreso Internacional de Americanistas de 1964 (editado por J. A. Franch), pp. 355-371. Sevilla.

 

Carpio Rezzio, Edgar H.

2012   15 años de investigaciones arqueológicas en Amatitlán. En XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2011 (editado por B. Arroyo, L. Paiz, y H. Mejía), pp.550-579. Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

 

García-Cubas, Antonio y Martha Reguero

2004   Catálogo ilustrado de moluscos gasterópodos del Golfo de México y Mar Caribe. Universidad Nacional Autónoma de México, México.

2007   Catálogo ilustrado de moluscos bivalvos del Golfo de México y Mar Caribe. Universidad Nacional Autónoma de México, México.

 

Laporte, Juan P.

2003   Architectural Aspects of Interaction Between Tikal and Teotihuacan during the Early Classic Period. En The Maya and Teotihuacan. Reinterpreting Early Classic Interaction (editado por G. E. Braswell), pp.199-216. University of Texas Press, Estados Unidos.

 

Mata Amado, Guillermo

1963   Apuntes arqueológicos sobre el lago de Amatitlán. Universidad de San Carlos 59:33-42. Universidad de San Carlos de Guatemala. Guatemala.

1964   Apuntes arqueológicos sobre el lago de Amatitlán. Antropología e Historia de Guatemala 16 (1):63-77. Guatemala.

1974   Arqueología subacuática Amatitlán, Guatemala. Anales de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala 47(1-4):239-249. Guatemala.

 

Mata Amado, Guillermo y Rolando Rubio

1987   Incensarios talud-tablero del lago de Amatitlán, Guatemala. Mesoamérica 13:185-203. CIRMA, Antigua Guatemala.

1994   Incensarios talud-tablero del lago de Amatitlán, Guatemala. En I Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1987 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán), pp.27-37. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Morris, Percy A.

1966   A field guide to Pacific Coast Shells. Including shells of Hawaii and the Gulf of California. Houghton Mifflin Company Boston. Estados Unidos.

 

Taube, Karl

2000   The Writing System of Ancient Teotihuacan. Ancient America (1):1-56. Washington, D. C.

 

Winning, Hasso von

1949   Shell designs on Teotihuacan poterry. Revista internacional de arqueología, etnología, folklore, prehistoria, historia antigua y lingüística mexicanas (7):126-153. México.

1987   La iconografía de Teotihuacán: los dioses y los signos. Volumen 2. Universidad Nacional Autónoma de México. México.

 

Fig. 1: Lago de Amatitlán, ubicación del sitio Mexicanos. Tomado de Mata Amado 1964, modificado por Mencos, 2016.

Fig. 2: Registro del proceso de recuperación del incensario. Dibujo elaborado por K. Cmti, aparece en The Periphery of the Southeastern Classic Maya Realm, 1987. Fotografía E. Mencos, 2016.

Fig. 3: Números de inventario, cada uno corresponde a una  fecha diferente en un rango de 10 años. Ubicación del talud-tablero en el incensario proveniente de Mexicanos. Fotografías E. Mencos, 2016.

Fig. 4: Identificación de la iconografía presente en la base y tapadera del incensario talud-tablero.

Fig. 5: Fragmento de un hueso humano de niño. La cabeza está atrapada por una formación aún no determinada, sujeta a estudio del X Ray Flourescence o Fluoresencia de Rayos X.

Fig. 6: Otro ejemplar de tapadera de incensario con forma de jaguar atrapada en la formación que se encuentra en toda el área debido a las fumarolas.

Fig. 7: Empuñadura posiblemente de un objeto punzo-cortante, tomado de Mata Amado 1964, fotografía de R. Mata. Dibujo elaborado por M. Coe, tomado de Mata Amado, 1964.

Fig. 8. Hueso de la parte superior de la cabeza de un Crocodylus moreletti joven. La coloración negra se cree que es por haber estado sumergida entre arena a alta temperatura durante mucho tiempo lo que hizo que  adquiriera el mismo color que las piezas de cerámica.

Fig. 9: Cuenco cerámico Esperanza Flesh que guarda un hueso frontal y área donde se tomó una muestra para análisis de carbono 14 por el Dr. S. Borhegyi (1957, nunca se realizó). Área con pintura roja en la superficie del hueso frontal.

Fig. 10: Cara posiblemente de una figura humana de un incensario talud-tablero con la característica que los ojos los tiene decorados con mica, estilo teotihuacano. Fotografía E. Mencos, 2016.