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03 El Preclásico en Urías, un sitio en las Tierras Altas de Guatemala – Eugenia Robinson, Marlen Garnica, Dorothy Freidel, John Jones y Patricia Farrel – Simposio 14, Año 2000

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Robinson, Eugenia, Marlen Garnica, Dorothy Freidel, John Jones y Patricia Farrell

2001        El Preclásico en Urías, un sitio en las Tierras Altas de Guatemala. En XIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2000 (editado por J.P. Laporte, A.C. Suasnávar y B. Arroyo), pp.26-34. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

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EL PRECLÁSICO EN URÍAS,

UN SITIO EN LAS TIERRAS ALTAS DE GUATEMALA

Eugenia Robinson

Marlen Garnica

Dorothy Freidel

John Jones

Patricia Farrell

Las investigaciones en Mesoamérica han producido nuevos datos relacionados con el surgimiento y florecimiento de la cultura Maya, dentro de un contexto de desarrollo y cambios climáticos, naturales e inducidos por el hombre. Las evidencias recuperadas recientemente en las Tierras Bajas de Belice y Guatemala, indican un patrón de limpieza forestal, domesticación del maíz y sedentarismo temprano alrededor de 2000 a 1000 AC. Desde 1996, los estudios en Urías, un sitio en las Tierras Altas de Guatemala, con evidencia cultural del Preclásico Medio Temprano, fechado entre 1000 a 300 AC, y durante el periodo Clásico, ha sido un proyecto de trabajo conjunto de arqueólogos, geógrafos físicos y botánicos, interesados en la dinámica entre el desarrollo ambiental y cultural durante el Preclásico en esta área del Mundo Maya. El proyecto ha recibido el apoyo interinstitucional de la Universidad de Tulane y del Instituto de Antropología e Historia, la investigación ha sido financiada por la National Geographic Society, Universidad Estatal de Sonoma y la Universidad de Minnesota.

OBJETIVOS

  • Descubrir y documentar la cultura arqueológica del Preclásico Temprano y Medio de las Tierras Altas, cultura que ha sido pobremente conocida, pero de gran relevancia en el desarrollo del sedentarismo y las sociedades complejas de las Tierras Bajas Mayas.
  • Poder hablar del uso de la tierra, el paleo-ambiente y los cambios geomorfológicos, los recursos forestales y animales, y la ocupación humana en Urías.
  • Durante la temporada de campo de 1999, enfocamos nuevos rasgos arqueológicos del periodo Preclásico Medio Temprano, que nos permitieron aclarar la cultura estratigráfica del sitio, el desarrollo de datos relacionados con los remanentes de plantas en los niveles culturales, revelar el desarrollo del ambiente en el pasado y el uso de la tierra en los alrededores del sitio.

ANTECEDENTES

Urías se localiza en el suroeste del valle de Panchoy, 40 km al oeste de la Ciudad de Guatemala, a una altura de 1500 m sobre el nivel del mar. La ubicación de Urías en el corredor formado por el volcán de Agua al sur y el cono doble de los volcanes de Fuego y Acatenango al suroeste (Figura 1), permitió el contacto interregional con la Costa del Pacífico al sur y con las áreas al norte de las Tierras Altas.

La abundancia de recursos naturales en las vecindades de Urías permitió a los primeros habitantes del área poder desarrollarse. El sitio está situado en un plan cercano a la ribera del río Guacalate y a pocos kilómetros del ahora drenado lago Quilisimate. Está situado en un área de andisuelos bien drenados, lo que dio a los habitantes el acceso inmediato a suelos fértiles. Además, está cercano a un área pequeña de suelo de aluvión, en un plan estrecho cortado por el río Guacalate. La agricultura temprana pudo iniciarse en una gran extensión en las orillas del lago o en las áreas de suelos aluviales en el valle de Panchoy. El análisis realizado por Kitty Emery en las muestras de fauna recolectadas durante la última temporada, permitió identificar tanto especies terrestres como acuáticas, los restos de venado y aves son los que dominan la muestra, con menor frecuencia se observaron restos de fauna acuática como cangrejo, pescado y tortuga, y de animales terrestres como armadillo, perro, pecarí y conejo.

MAPA DE RESISTIVIDAD

Antes de iniciar la temporada de excavaciones de 1999, debido a que la profundidad de los rasgos culturales es de casi 6 m, y considerando los costos y el tiempo necesarios para la excavación en la exploración de la profundidad de los estratos culturales, usamos un instrumento geofísico de resistividad, y una tarjeta de localización optima para la planificación de futuras excavaciones en el sitio. Este tipo de instrumento fue utilizado en El Cerén, El Salvador. La idea básica era localizar pisos de casas y estructuras que conducen mejor la electricidad que las cenizas volcánicas circundantes, debido a que esos rasgos culturales son densos y hechos de material consolidado y que pueden presentar gran conductividad en los estratos de ceniza volcánica.

Durante la temporada seca, Woodward y Garnica colocaron cuadros de 5 m en la superficie del sitio, realizando una retícula de 50 m² que fue el área a que se limitó el reconocimiento. Al centro de la retícula se dejó el área de las primeras unidades de excavación. Nuestra expectativa era la localización de plataformas de casas y pisos de ocupación, que cubrieran un área de 5 m o más y poder captar el tamaño de estos rasgos domésticos. Las pruebas fueron dirigidas a una profundidad de 4.50 m, en el nivel que consideramos que corresponde al Preclásico Temprano. Para esta interpretación nos apoyamos en que a tal profundidad se presentan algunos tiestos y es el lugar de donde procede la muestra de carbón fechada para 1310 AC.

Nuestra expectativa se sostuvo en los resultados de las anomalías de resistividad, aunque fueron muchos los factores que contribuyeron con la variación de ésta. Nosotros encontramos datos interesantes en las variaciones. Los datos mostraron una lectura alta de resistividad en la parte central del norte de la retícula (Figura 2). Esta lectura cubría aproximadamente 15 m y contrastaba con las áreas circundantes, debido a que las descargas eléctricas hicieron contacto con diferentes materiales. Esta área justo al norte de la unidad de excavación que muestra la plataforma de una casa y que se prolonga hacia el norte (Figura 3). También se obtuvieron lecturas bajas de resistividad, que indicaban disturbio de material en un área sin consolidar. Entonces tenemos que la unidad de excavación que apoyó nuestra expectativa queda al sur de la anomalía alta y que la lectura baja se ubica al oeste de la retícula y es un punto de disturbio fuerte. Nuestra interpretación es que se debe a la tierra removida y a la presencia de una construcción moderna cercana al sitio. Al parecer también el patrón de lectura fuerte en la parte sur de la retícula se puede atribuir a la pendiente suave que se forma en el lado de una plataforma que se observa como una ligera elevación en el paisaje.

TRABAJO DE CAMPO

En la temporada de campo de julio y agosto de 1999, enfocamos la investigación en la excavación de dos áreas que presentaban diferente lectura de resistividad en la prueba. Al norte, esperábamos localizar arquitectura u otro tipo de rasgos culturales y al este, una estratigrafía relativamente alterada. Las excavaciones se realizaron con éxito en ambos casos.

Al norte, excavamos dos unidades una al lado de la otra, con un área de 3 x 1.50 m (Figura 2). A 3.40 m de profundidad localizamos un entierro, estaba colocado encima del nivel de la prueba de resistividad. El entierro estaba orientado al sur, era directo, extendido, en posición de decúbito ventral, con los brazos colocados sobre la cabeza. El cráneo carecía de mandíbula (o al menos esta no se localizó en el lugar), tampoco localizamos los huesos de las manos, el buen estado de conservación del resto de los huesos nos hace considerar que la ausencia de estas partes del esqueleto pudo ser porque el entierro forma parte de un sacrificio. Aunque no se ha realizado un estudio osteológico a los restos, creemos que se trata de una mujer joven; estas conjeturas son por su forma y tamaño, también por estar asociado a un escondite de cerámica (Figura 4), un depósito de manos y piedras de moler, y una lanzadera de hueso para tejer.

En el área del nivel de prueba de resistividad localizamos un rasgo de rocas que tenía 1 m de profundidad (en los niveles 18 a 22/23) este depósito de lítica se localizaba debajo del entierro. El rasgo estaba formado por deshechos de manufactura, la mayoría eran de toba volcánica natural, pero también había manos y piedras de moler y machacadores (Figura 5). Podemos considerar que el depósito de piedras corresponde a las pertenencias del entierro en el caso de que fuera una mujer. Este rasgo se depositó dentro de un botellón, ya que presentaba esa forma, pero sus líneas de contorno no se identificaron durante la excavación. Sin embargo, también pudo tratarse de un altar tipo escondite. Sólo el 25% de las áreas con anomalías fue excavado, pero las otras partes con anomalías pueden ser causadas por otros rasgos de rocas.

En la segunda excavación (Figura 2), la estratigrafía se presentó relativamente alterada o con disturbio. Se excavó con la misma área que las suboperaciones descritas anteriormente, los primeros estratos presentan ceniza volcánica y Magra. En estos dos pozos encontramos menor evidencia del nivel del basurero que se extiende por todo el sitio, posiblemente por que fueron excavados directamente en el piso de barro o tierra.

De esta manera el estudio de resistividad diagramó diferentes áreas del sitio, para explorar y ayudó a tener una mayor comprensión de las variaciones del sitio debajo de la superficie.

ESTUDIO BOTÁNICO

Las muestras de suelo procedentes de la segunda excavación proporcionaron abundantes y muy bien preservados restos botánicos (fitolitas) y remanentes de plantas silicificadas. El análisis realizado por Jones, indica que el área que corresponde a los estratos altos, de la superficie hasta 2.60 m, presentan evidencia de cultivo constante de maíz en las vecindades del sitio, con gran cantidad de bosque talado. Los niveles altos probablemente representan el cultivo de maíz en el momento histórico. Los niveles profundos tal vez relacionados al periodo Clásico Tardío muestran que la población creciente presionó, dando como resultado el incremento de la limpieza forestal en las laderas cercanas.

Entre 2.80-3 m y 4.65-4.69 m se localiza uno de los asentamientos humanos tempranos en el área. La tala del bosque en ese momento fue reducida, pero aún así su presencia en las muestras es baja. Los restos de plantas identificadas posiblemente estuvieron presentes en las laderas que rodean el valle. Se observó un aumento de células de Poaceae (grama), también hay incremento en las formas botánicas (fitolitas) de Panicum (pajón). Consideramos que estas corresponden a la limpieza del bosque local, al cultivo y al desyerbado que ocurre en los campos de cultivo de maíz. Además obtuvimos restos de maíz (cruce largo) en todas las muestras de las áreas cercanas al sitio. También se observó un incremento de restos de bambú del género Chusquea, que pudo haber sido utilizado como material de construcción o postes.

En los niveles bajos de la excavación, de 5 m de profundidad en adelante, hay evidencia de un ambiente con impacto humano mínimo. Las muestras botánicas de tipo boscoso son más comunes a esa profundidad, especialmente formas esféricas comparadas con la familia Crisobalanaceae, este es un tipo de vegetación que generalmente crece en las márgenes de cuerpos de agua (ya sea dulce, salada o marina). A esta profundidad no hay restos que indiquen presencia de maíz. La presencia de restos de tipos botánicos variados probablemente corresponde a Ciprés y otras plantas no cultivadas y restos de zacate. Esto probablemente representa las plantas nativas sin modificación humana, que estaban distribuidas en el área del sitio. Esta zona representa un medioambiente de escala larga antes de que la limpieza y el asentamiento se realizaran en el sitio y sus vecindades. También se observaron restos de Diatonita y esponja (Sponja spicules), que sugieren que estos suelos cubiertos por una capa de ceniza volcánica estuvieron sumergidos en algún momento en el pasado. Estos son los niveles en que la frecuencia de artefactos decrece y es de donde procede el fechamiento por radiocarbono de 1310 AC.

EXPOSICIÓN EN EL CORTE DE LA CARRETERA

Durante julio de 1999, cuando llegamos al sitio para iniciar los trabajos de excavación, nos llevamos la sorpresa de encontrar que había maquinaria pesada trabajando en la construcción de la nueva carretera que va de Chimaltenango a la Costa del Pacífico. El trazo del camino se tiende a sólo 35 m al este de las excavaciones. Localizamos mucha cerámica del Clásico Tardío que había sido expuesta por los tractores. Este material se localizó desde la superficie del suelo hasta 2 m de profundidad en algunos lugares. El Instituto de Antropología e Historia excavó varios pozos en el área de corte del camino y encontró en la parte profunda, debajo del estrato removido por los tractores, un basurero extendido en toda esa zona, éste corresponde al Preclásico Medio Temprano. El hecho de que se haya trazado una nueva carretera cercana al sitio Urías nos preocupa y nos hace suponer que en el transcurso de pocos años el área podría ser urbanizada, con lo cual se perdería para siempre la información sobre un emplazamiento importante para el estudio del Preclásico en las Tierras Altas.

CERÁMICA

La muestra cerámica incluye los tipos Blanco, Rojo sobre Blanco, Café o Ante, Rojo Pálido, Café Gris Veteado, previamente descritos por Shook. Además, se tiene Rojo sobre Ante, Rojo sobre Naranja con decoración zonal, Café Negro Alisado, los tres con pasta roja. Naranja Inciso, Rojo sobre Negro, soportes cónicos grandes, tiestos cortados en diferentes formas y orejeras. Hemos identificado siete grupos, tomando como referencia el color de la pasta, aunque la superficie de muchos tiene acabado y decoración similar sobre pasta diferente, consistente en superficie alisada de color ante, rojo o negro con inciso en arco, sólo o en grupos.

CONCLUSIONES

Aunque han sido encontrados en el valle de Panchoy y regiones adyacentes unos pocos tiestos que han sido fechados para antes de 1000 AC, ésta al parecer no fue un área seleccionada para la habitación por los colonizadores tempranos. El paisaje cubierto con ceniza volcánica y posiblemente terrenos inundados hicieron que se desestimara el asentamiento en la región. Pero al parecer alrededor del 1000 AC, las condiciones ambientales cambiaron, con algún desarrollo del suelo, y la región pudo alentar la agricultura temprana y el poblamiento de la zona.

En resumen podemos decir que tenemos evidencia de una cultura compleja, con contacto o comercio con la Costa del Pacífico durante el Preclásico Medio Temprano, dado que Shook y Hatch han registrado evidencia de la cultura Las Charcas en diversas áreas de las Tierras Altas, esto indica que en nuestro caso no hemos encontrado evidencia de una cultura emergiendo, si no que Urías es parte del desarrollo de una sociedad compleja que abarca varios puntos en las Tierras Altas de Guatemala. Siempre nos queda la inquietud de conocer y aclarar cuál fue el área de surgimiento de esa cultura.

Figura 1 Mapa de localización de Urías.

Figura 2 Mapa de resistividad y localización de las suboperaciones 1 a 10.

Figura 3 Perfil de la suboperación 6, muestra la plataforma que se prolonga hacia el norte.

Figura 4 Cerámica Naranja sobre Ante, entierro de las suboperaciones 7 y 9.

Figura 5 Bolas de pómez, toba; piedra y mano de moler, suboperaciones 7 y 9.

 

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