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Gámez, Laura Lucía
2004 El sector ritual del Grupo Residencial Guacamaya, La Joyanca. En XVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2003 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H. Escobedo y H. Mejía), pp.518-529. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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EL SECTOR RITUAL DEL GRUPO RESIDENCIAL GUACAMAYA, LA JOYANCA
Laura Lucía Gámez
La Joyanca consiste en un asentamiento prehispánico de rango medio, ubicado en la región Noroccidental de Petén, a relativa proximidad del río San Pedro Mártir (Figura 1), políticamente relacionado con el centro mayor El Perú, y ciudades como Zapote Bobal y El Pajaral.
Las investigaciones realizadas por el Proyecto Petén Noroccidente han demostrado que el asentamiento se desarrolló inicialmente a partir del periodo Preclásico Medio, evolucionando a través de los siglos hasta convertirse, durante el Clásico Tardío, en un centro urbano de medianas proporciones (Figura 2a y 2b).
El Proyecto Petén Noroccidente – La Joyanca, con el respaldo del Centro Francés de Estudios de México y Centroamérica (CEMCA), ha realizado investigaciones arqueológicas en el sitio a partir del año 1999, bajo la dirección de Marie Charlotte Arnauld (1999-2001), y Véronique Breuil (2002-2003), con la colaboración de investigadores guatemaltecos y franceses.
En esta oportunidad, se presentan los resultados de las investigaciones realizadas en un área ritual del mayor grupo residencial del sitio – el Grupo Guacamaya – ubicado aproximadamente a 200 m al este de la Plaza Principal. En general, el complejo se compone de cinco patios, de los cuales los más amplios en superficie de plaza son el Norte y el Noreste, pero el más desarrollado arquitectónicamente es el Central, que conforma un cuadrángulo rodeado por estructuras de tipo palacio. Los Patios Este y Sur, por su parte, son de forma un tanto irregular y agrupan montículos de menores dimensiones. Estos últimos tenían una doble funcionalidad doméstica y ritual.
EL PATIO SUR Y LA EVOLUCIÓN DEL ÁREA RITUAL
El Patio Sur se encuentra asentado sobre una plataforma de grandes dimensiones, en parte natural y en parte antrópica, cuyas orillas en desnivel limitan el conjunto al este y al sur. El extremo norte se limita por la fachada posterior de la Estructura 6F-11 del Patio Central, que consiste en una construcción de tipo palacio, compuesta por cuatro cámaras abovedadas, construida durante el periodo Clásico Tardío. En la sección noreste del patio se encuentra un pequeño montículo denominado 6F-14, mientras que en el lado sur se ubican las Estructuras 6F-24 y 6F-25, ambas representadas por montículos rectangulares de menos de un 1 m de altura, ocupados durante los periodos Clásico Tardío y Terminal.
Por último, en el extremo este del patio se encuentra la Estructura 6F-22, que consiste en un basamento de aproximadamente 20 m largo y 1 m de altura, sobre el que se asienta una pequeña plataforma-altar cuadrangular de 4 m de ancho y 1 m de alto.
Figura 1
Figura 2a
Figura 2b
Con base a esta configuración, el Patio Sur de Guacamaya ha sido definido como uno del tipo Patrón de Plaza 2, que según la tipología establecida por Marshall Becker (1991) en Tikal, consiste en un patio rodeado por estructuras domésticas, a excepción de su extremo oriente, donde se ubica una estructura de función ritual.
Por medio de fechamientos de C14 se ha detectado la existencia de un asentamiento Preclásico Medio en la Plaza Principal de la ciudad, y en los Patios Central y Sur de Guacamaya. Sin embargo, la ausencia de evidencias constructivas correspondientes a este periodo sugiere que la ocupación de la meseta contaba con características aldeanas-tribales, sin un desarrollo arquitectónico perdurable.
Fue durante el periodo Preclásico Tardío cuando se produjeron las primeras obras formales de arquitectura. En la Plaza Principal se construyeron las versiones más antiguas de las Estructuras 6E-1, 6E-6 y 6E-13, mientras que en el área del Grupo Guacamaya se erigió la primera etapa constructiva de 6F-22. Esta estructura consistía en una pequeña plataforma de dos cuerpos, con una base de 4 m de largo máximo y una altura aproximada de 1.80 m. Su carácter ritual ha sido definido por la asociación directa de la Sepultura 20 (Figura 3), descubierta frente a la fachada oeste de la estructura.
Dicha sepultura ha sido definida como un enterramiento de sacrificio, dada la posición poco usual en que fue colocado el cuerpo, altamente flexionado, con la aparente desmembración del brazo derecho, sin una construcción funeraria y sin artefactos asociados, lo que se sugiere la existencia de prácticas rituales complejas asociadas directamente a la estructura ya en tiempos Preclásicos.
Para el periodo Clásico Temprano, en la Plaza Principal se reedificó la Estructura 6E-1 y se produjeron dos nuevas etapas constructivas de la Estructura 6E-13, además, se erigió la versión inicial de 6E-12 y se continuó la utilización de la Pirámide 6E-6, donde la versión Preclásica aparentemente no sufrió modificaciones significativas. En el Patio Sur de Guacamaya, este periodo representó la época de mayor crecimiento arquitectónico del sector este, desarrollándose al máximo la connotación ritual pre-establecida durante el Preclásico.
La Estructura 6F-22 fue re-edificada sobre un nuevo piso de plaza que cubrió totalmente el primer cuerpo de la etapa anterior. El basamento alcanzó 10 m de largo en su base y estuvo formada por dos cuerpos, sobre los que se erigió un altar rectangular de mampostería. La construcción se realizó utilizando sillares rectangulares de diversos tamaños, con un ligero talud y esquinas redondeadas.
La Estela 1, conmemorativa del año 485 DC, fue colocada al frente de la fachada oeste de la estructura, en conjunto con otros monumentos posiblemente contemporáneos y en asociación con la Sepultura 23 (Figuras 4a, 4b y 5). Este enterramiento corresponde al de un posible dirigente local, que fue sepultado bajo el resguardo de una cista construida en forma de bóveda, dentro de la que el cuerpo fue acomodado sobre una “banca” o tarima de material deleznable. Al descomponerse por completo esta estructura perecedera, los restos óseos quedaron directamente colocados sobre dos platos del tipo cerámico Águila Naranja que originalmente se encontraban bajo la banca. Lamentablemente, una parte de la cista colapsó sobre la sección superior del cuerpo, por lo que los restos óseos correspondientes al tórax, las extremidades superiores y el cráneo, se encontraron altamente destruidos. En general, el análisis osteológico indica que el cuerpo corresponde al de un hombre adulto, de edad aproximada de 40 años (Nora López, comunicación personal 2003).
Del atavío del personaje se recuperó un total de 75 cuentas de collar de piedra verde y naranja, dos orejeras circulares de concha Spondylus, y ocho piezas de concha blanca cortadas en forma circular y de estrellas. Además, en directa asociación con el cuerpo se localizó un cuenco trípode del tipo Balanza Negro, un caracol marino, una figurilla de jade y un hueso finamente tallado.
La figurilla consiste en la representación de un personaje con las piernas y los brazos flexionados, ataviado con orejeras y taparrabo. El hueso tallado, por su parte, presenta en una de sus caras el rostro de un personaje en perfil izquierdo, sobre el que se observan algunos de los rasgos de un complejo tocado; en la cara posterior, en cambio, se conserva todavía una parte de la inscripción jeroglífica que según la lectura realizada por Markus Eberl, corresponde a la frase “Divino Señor X Nieto de X” (Breuil et al. 2002b).
Por otra parte, una segunda sepultura correspondiente al periodo Clásico Temprano fue encontrada en el extremo sur de la Estructura 6F-22. En este caso, no se localizaron elementos que pudieran pertenecer al atavío del personaje, que fue acompañado únicamente por un cuenco Balanza Negro y un plato del tipo Águila Naranja, decorado con un glifo inciso post-cocción.
Figura 3
Figura 4a
Figura 4b
Figura 5
En general, la erección de la Estela 1, en conjunto con otros monumentos esculpidos y la presencia de las Sepulturas 23 y 25, son evidencias irrefutables de la importancia política y religiosa del sector este del Patio Sur de Guacamaya durante el periodo Clásico Temprano. Sin embargo, al igual que otros muchos asentamientos Mayas, La Joyanca alcanzó sus mayores dimensiones y complejidad durante el periodo Clásico Tardío, cuando se desarrollaron los grandes grupos residenciales, la Plaza Principal alcanzó su volumen máximo y se implementó en estas localidades el uso de la bóveda.
En el Grupo Guacamaya se edificaron para este periodo los palacios del Patio Central, mientras que en el Patio Sur se construyó la última versión de la Estructura 6F-22, que en este caso se torna en un largo basamento de aproximadamente 21 m de largo, sobre la que se erigió, en eje con la Estela 1 y la Sepultura 23, una pequeña plataforma-altar cuadrangular de 4 m de ancho, con escalinatas salientes, sobre la que posiblemente existió una construcción de material perecedero.
Durante este mismo periodo, pero aparentemente en una época posterior a la construcción de esta última versión de 6F-22, en el Patio Sur se agregaron las plataformas bajas del sureste (6F-24), suroeste (6F-25), oeste (6F-26) y noreste (6F-14), con las que el patio adquiere un carácter más restringido, y las cuales presentan una funcionalidad definida como doméstica. Sin embargo, a pesar de esta variación en las características estructurales del patio, la Estela 1 se conservó en pie y la actividad ritual en el sector este se perpetuó hasta su última etapa de ocupación, que al parecer se extendió hasta el Clásico Terminal, según lo indica el hallazgo de múltiples fragmentos de incensarios modelados correspondientes a este periodo.
CONSIDERACIONES FINALES
Basándose en lo anterior, se considera que durante el Clásico Temprano, al igual que durante el Preclásico, el sector ritual del Patio Sur de Guacamaya no poseía características domésticas, sino que por el contrario, estaba destinado a cumplir con una función ritual-pública. La erección de monumentos conmemorativos y la inhumación de un dirigente, son factores indicativos de la realización de actividades ceremoniales públicas, destinadas a la veneración de un miembro prominente de la historia política de la ciudad. Esto concuerda con el sistema socio-político Maya, dentro del que los dirigentes afianzan y justifican su poder por medio de una ascendencia idealizada. El área ritual en esta época temprana estaría directamente relacionada con la Plaza Principal, formando el centro político-administrativo y religioso de un asentamiento disperso de vocación primordialmente agrícola.
De especial interés es hacer notar que la Estructura 6E-6 se encuentra en una situación estrechamente relacionada con el Grupo Guacamaya y, por consiguiente, con la Estructura 6F-22, tanto espacial como cronológicamente, ambas se desarrollaron a partir del Preclásico y su ubicación las enlaza en un eje este-oeste, que a su vez se considera el acceso principal a Guacamaya.
Es importante recordar que para los Mayas el oriente tenía un significado de especial relevancia ideológica. La asociación del punto cardinal con el nacimiento del sol fue un factor determinante para la construcción de edificios rituales, tanto observatorios como altares relacionados a la inhumación de personajes prominentes. En La Joyanca, entonces, durante el Clásico Temprano y posiblemente también durante el Preclásico, la Plaza Principal sería el centro de actividad pública, pero contaría también con un área puramente ritual, ubicada a unos 200 m al este, con la que es muy probable que se conectara por medio de una calzada. Aunque no ha sido posible identificar el área habitacional del linaje de Guacamaya para esta época, se considera que estaría en una posición muy próxima al espacio donde se desarrolló el complejo tardío.
La ausencia de construcciones formales de función doméstica para el Clásico Temprano es también un indicativo de la relevancia de la Estructura 6F-22. Se considera lógico pensar que las pocas edificaciones elaboradas de la época fueran de carácter público. Aunque, desde luego, no se descarta la posibilidad de que existiesen plataformas habitacionales que no hayan sido detectadas en las investigaciones realizadas. De este modo, en el periodo Clásico Temprano la ciudad estaría precedida por una élite dominante familiarizada con las tradiciones de entes mayores, con los que seguramente mantuvo relaciones, ya sean éstas comerciales y/o políticas, dependientes o autónomas, posiblemente derivadas de cuestiones de parentesco.
La falta de investigaciones en sitios como El Perú, El Pajaral y Zapote Bobal imposibilita la definición concreta de la posición política de La Joyanca en un nivel regional. Sin embargo, las características y dimensiones del asentamiento no corresponden con las de aquellos de naturaleza independiente.
A pesar de que durante el Clásico Tardío no se realizaron nuevos enterramientos en la Estructura 6F-22, la persistencia de la actividad ritual es un indicativo de la permanencia del mismo linaje dominante en la ciudad, que continúa venerando al ancestro remoto. Sin embargo, este sector ritual se aisló de la Plaza Principal, restringiéndose su acceso con la construcción de las Estructuras 6F-24, 25 y 26 y anulando además, el carácter público precedente. La Estructura 6E-31 también fue colocada rompiendo el eje que relacionaba la Plaza y el Patio Sur. Esta estructura no ha sido investigada, la propuesta es hipotética.
Lo anterior podría ser un indicativo de la concentración de la actividad pública en la Plaza Principal, mientras que Guacamaya se extiende con un carácter puramente habitacional. El sector ritual, entonces, es absorbido dentro del grupo y adquiere su connotación de área ritual-doméstica. Aunque el acceso al Patio Central de Guacamaya – abierto al este – se realiza a través del Patio Sur, pasando necesariamente frente al sector ritual, la conmemoración del ancestro pierde considerablemente su relevancia social en el asentamiento, aunque conserva su importancia dentro del linaje de Guacamaya.
Este proceso necesariamente tendría que estar vinculado a cambios estructurales en el sistema socio-político de la ciudad, como por ejemplo la necesidad de justificar el poder de la familia, ya no en el área residencial, sino en la Plaza Principal, más amplia y adecuada para estos fines en una ciudad en la que la población se incrementó drásticamente. Cabe recordar al respecto que durante este periodo se desarrollan los grandes grupos residenciales, los cuales evidentemente se encuentran habitados por personas de rango social elevado.
Sin embargo, considerando el complejo desarrollo arquitectónico y la ubicación de Guacamaya, es altamente probable que la familia residente siguiera conservando el estatus social más prominente, a pesar que las familias habitantes de los grandes grupos residenciales ostentan un importante rango. Esto no implica necesariamente que existiese rivalidad entre linajes, sino que se plantea la posibilidad de que el crecimiento de la población elitista de la ciudad se deba a la extensión de la descendencia del mismo linaje o por la alianza de “casas” como ya ha sido planteado por Arnauld (et al. 2002:12), cuando – citando a Levi-Strauss (1991) – indica que: “en las sociedades de casas, la continuidad del linaje, nunca olvidada, se combina con otro principio: el de la alianza temporal o prolongada entre dos o varios linajes para generar unidades sociales de un tipo nuevo, donde el modo en que se cruzan y amarran las líneas cuenta tanto, o aún más, que su continuidad … es decir que las familias habitantes de los tardíos grandes grupos residenciales pudieron mantener relaciones no conflictivas con la familia de Guacamaya”.
Empero, a pesar de la afinidad entre los grupos, manifestada en la conservación del culto al ancestro de Guacamaya, la nueva organización socio-política de la ciudad, derivada del crecimiento de la misma, concentró su actividad pública en la Plaza Principal. Esto posiblemente provocado por la necesidad de afianzar el poder con base a la conmemoración de eventos o personajes más próximos a las generaciones tardías, como parte de un proceso auto reafirmante del poder local. Existe también la posibilidad de que durante el Clásico Tardío, presiones políticas externas impulsaran el proceso de cambio que aisló de la actividad pública el área ritual de Guacamaya. Cabe recordar que durante este periodo se produjo la expansión generalizada de las entidades políticas de las Tierras Bajas Mayas. La Joyanca, a pesar de su crecimiento, continuó siendo una ciudad secundaria, dependiente de un centro rector, involucrado en los cambios políticos regionales (enfrentamientos, conflictos y alianzas).
De este modo, aunque La Joyanca se mantendría siempre un tanto ajena a tales movimientos, se vería indirectamente afectada por cambios en el poder regional. Se plantea entonces la posibilidad de que el arribo de la representación de un poder externo a La Joyanca impulsara el proceso de restricción al culto del linaje local. Sin embargo, siendo éste un centro secundario, el afianzamiento del poder externo no requeriría la anulación total de la tradición local, sino que únicamente su desplazamiento relativo. De este modo, aunque la misma familia local construye y dirige las actividades de la Plaza Principal, es posible que debido a presiones del centro rector, se viera imposibilitada para la erección de nuevos monumentos esculpidos.
Por último, la persistencia del culto al ancestro Clásico Temprano durante el Clásico Terminal, indica la permanencia de los grupos locales. A pesar que se han evidenciado en la ciudad cambios importantes en cuanto a la funcionalidad de las estructuras públicas de la Plaza Principal, y en el mismo Guacamaya, donde además se realizaron nuevas construcciones, esto podría, nuevamente, derivarse de dinámicas regionales. Siendo el Clásico Terminal un periodo de inestabilidad y transición en el área Maya, la población de un centro secundario como La Joyanca posiblemente resultó indirectamente afectada económica y políticamente por el conflicto regional. Pero su abandono se haría de forma paulatina, haciéndose totalmente efectivo únicamente bajo condiciones de presión económica extrema, razón por la cual en La Joyanca se ha podido observar la continuidad de la ocupación hasta una época muy tardía.
Para finalizar, es posible concluir que este modelo estudiado en La Joyanca constituye un ejemplo de la evolución de un área ritual donde se manifiesta la transición del carácter público al privado. Dado que la mayor cantidad de patios del tipo Patrón de Plaza 2 identificados a lo largo del área Maya se consideran de origen Clásico Tardío, se plantea la posibilidad de que aquellos conjuntos residenciales que incluyen este patrón y que cuenten con una secuencia ocupacional extensa, se desarrollaran en torno a un área ritual pública precedente, sobre todo en asentamientos pequeños y medianos.
REFERENCIAS
Arnauld, Marie Charlotte, Mélanie Forné y Eva Lemonnier
2002 Casas de La Joyanca (Petén Noroccidental, Guatemala). Ponencia para el XII Encuentro Internacional “Los investigadores de la cultura Maya”, Campeche, México.
Becker, Marshall
1991 Plaza Plans at Tikal: A Research Strategy for Lowland Maya Sites to Infer Social Organization and Processes of Cultural Change. Papers from the School of American Research Seminar: “Changing Perspectives on Tikal and the Development of Ancient Maya Civilization”, Santa Fe.
Breuil, Véronique, Erick Ponciano y Arnauld, Marie Charlotte (ed)
2001 Proyecto Petén Noroccidente La Joyanca, Informe No. 3. Tercera Temporada de Campo en el Sitio Arqueológico La Joyanca y su Región, Municipio La Libertad, Petén. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia. CEMCA, Guatemala.
Breuil, Véronique, Tristan Saint-Dizier y Salvador López (ed)
2002 Proyecto Petén Noroccidente La Joyanca, Informe No. 4. Cuarta Temporada de Campo en el Sitio Arqueológico La Joyanca y su Región, Municipio La Libertad, Petén. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia. CEMCA-Guatemala.
2003 Proyecto Petén Noroccidente La Joyanca, Informe No. 5. Quinta Temporada de Campo en el Sitio Arqueológico La Joyanca y su Región, Municipio La Libertad, Petén. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia. CEMCA, Guatemala.
Breuil, Véronique, Laura Gámez y Marcus Eberl
2003 La sepultura 23: Notas sobre el Clásico Temprano en La Joyanca, Petén Noroccidente. Artículo inédito.
Gámez, Laura
2003 Áreas rituales en conjuntos residenciales del área Maya: El grupo Guacamaya del sitio arqueológico La Joyanca, Petén. Tesis para optar al grado de Licenciatura en Arqueología, Escuela de Historia, USAC.