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Pérez de Heredia, Eduardo
2005 Complejos cerámicos, porcentajes y formación de contextos: Consideraciones acerca del fechamiento de edificios Mayas. En XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2004 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.867-880. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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COMPLEJOS CERÁMICOS, PORCENTAJES Y
FORMACIÓN DE CONTEXTOS:
CONSIDERACIONES ACERCA DEL FECHAMIENTO
DE EDIFICIOS MAYAS
Eduardo Pérez de Heredia
Palabras clave:
Arqueología Maya, México, Yucatán, Chichen Itza, fechamiento, análisis cerámico, Grupo de la Serie Inicial, seriación, basureros
“Si existe un tema en el que todos los arqueólogos pueden coincidir, es en la importancia de la cronología” (Dean 1989:373)
Este artículo forma parte de un trabajo mayor que pretende establecer una secuencia cronológica cerámica para Chichen Itza, utilizando los componentes cronológicos de los contextos cerámicos para lograr el ordenamiento de los procesos de ocupación, construcción y desarrollo del sitio, así como los procesos de abandono y reocupación. La tesis principal que se pretende probar es que la distribución de los componentes cronológicos de un contexto cerámico define el ajuste de la posición temporal de tal contexto.
La cerámica es de gran importancia en el fechamiento de edificios Mayas prehispánicos debido a la costumbre de esta cultura de integrar cerámica a sus rellenos constructivos. Por ello, la secuencia arquitectónica, escultórica y epigráfica puede unirse a la secuencia cerámica, y luego a los fechamientos absolutos para proporcionar un entramado temporal de su historia antigua.
Muchas veces existe cierta dependencia del fechamiento cerámico (por ejemplo, cuando se carece de fechas epigráficas o absolutas, o la arquitectura está muy deteriorada), para datar edificios Mayas. Cuando todos los otros indicadores fallan, siempre existe la cerámica para emplazar cronológicamente la estructura. Por ello, es importante que se avance en el establecimiento de etapas de temporalidades más cortas, o al menos, de facilitar el establecimiento de facetas dentro de esas etapas. En este trabajo se trata de demostrar que la teoría de formación de contextos puede ser de cierta ayuda para el establecimiento de secuencias cronológicas cerámicas más precisas.
Por el momento, se presenta aquí algunas consideraciones que han surgido durante nuestro trabajo con la cerámica de Chichen Itza. Lejos aún de poder presentar regularidades y constantes, se indican algunas preocupaciones e ideas que pueden tener relevancia en este camino.
COMPLEJOS CERÁMICOS
Los complejos se definen como la suma total de las unidades cerámicas que, unidas, constituyen un intervalo en un sitio o región específica (Smith y Gifford 1965: 502; Willey, Culbert y Adams 1967:304). “Un complejo cerámico comprende la suma total de la cerámica y atributos que pueden ser asociados con un conjunto discreto y fácilmente distinguible con una localización geográfica específica y un lapso cronológico fijo. Teóricamente, al menos, su extensión espacial debe ser limitada y su duración temporal breve” (Gifford 1976:11-12).
Normalmente, se asume que los complejos son construcciones teóricas que representan periodos de producción de cerámica, los cuales básicamente equivalen a los periodos de uso de esa cerámica. No obstante, esto no debe asumirse como una ley, ya que el uso de cerámica de un complejo puede extenderse más allá de la temporalidad de su producción. Un ejemplo claro se encuentra en los entierros infantiles en vasija del Grupo de la Serie Inicial (véase Pérez de Heredia et al., este volumen).
Un problema importante es que los contextos arqueológicos raramente reflejan con fidelidad a estos complejos, ya que en la mayoría de los casos los contextos arqueológicos excavados muestran la presencia de cerámica de varios complejos.
En estas ocasiones, el tiesto más reciente es el que se considera con la capacidad de fechar el contexto (Orton et al. 1993:187). A pesar de su utilidad, esto lleva en ocasiones a la sobre-simplificación de la clasificación de cerámica, y a encajar los contextos en cajones cronológicos predeterminados sin prestar mayor atención al resto de los fragmentos.
LA REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE COMPLEJOS CERÁMICOS
A menudo se observa que las secuencias cerámicas se representan como sucesiones de complejos, los cuales se dividen por rayas horizontales cuando se quiere denotar sustitución, o diagonales cuando se trata de representar transiciones más graduales. Otras veces, cuando el límite entre dos complejos no está establecido con seguridad, se opta por la representación mediante líneas discontinuas (Figura 1).
No cabe duda de que el tipo de representación empleada influye de alguna manera en la concepción misma de la cerámica estudiada y sus divisiones temporales, pudiendo crear innecesarios prejuicios e incluso interpretaciones equivocadas.
En nuestro estudio se ha elegido una representación por medio de curvas, que refleja mejor la realidad de los contextos cerámicos (Figura 2). La representación por medio de curvas permite un rango de traslape entre los complejos, y por tanto el emplazamiento cronológico de los contextos. Esto se logra utilizando los porcentajes de los dos complejos más recientes.
Para ello se parte de bases hipotéticas. Un ejemplo: los complejos X y Y, donde X es más antiguo, y Y es más reciente (Figura 3).
- Caso A: un contexto creado a inicios del complejo Y contendrá menos del 25% de materiales del complejo Y, y altos porcentajes del complejo X.
- Caso B: un contexto creado a mediados del complejo Y, por su parte, contendrá más cerámica del complejo Y que en el caso anterior, tal vez de un 25 a un 75%, y menor porcentaje del complejo anterior.
- Caso C: finalmente, si el contexto se creó a fines del complejo Y, el porcentaje de cerámica de ese complejo será mayor del 75%, y el porcentaje del complejo X será mínimo.
Así pues, la utilización de los porcentajes de los dos complejos más recientes en un gráfico de curvas permite realmente encuadrar un contexto en la secuencia cerámica con más precisión. Al partir de una precisión mínima en facetas temprana, media y tardía, los complejos del Norte de Yucatán – de aproximadamente 200 años cada uno – pueden afinarse en facetas de unos 70 años cada una, lo cual es un importante avance. Se obtiene así una seriación, que de cualquier manera necesita “puntos fijos”, los cuales es posible obtener de otras líneas de evidencia.
En Chichen, la presencia de fechas jeroglíficas y las claras diferencias de estilo arquitectónico, se aúnan a las – todavía escasas y controvertidas – fechas de C14 para proveer de estas “anclas” o “puntos fijos” con que emplazar la seriación. Es necesario en un diagrama de curvas especificar si éstas “anclas” corresponden al extremo de la izquierda, de la derecha, o al centro de la curva.
No obstante, el emplazamiento de los contextos no puede ser tan mecánico como se propone arriba, puesto que hay que tomar en cuenta aspectos prácticos de la teoría de datación y de la teoría de la formación del contexto para aplicar a cada caso en concreto. Por poner un ejemplo, un relleno de una plataforma contiene materiales cerámicos que provienen de basureros o acumulaciones de desechos. Los porcentajes de cerámica en este caso fecharán la formación del basurero, no necesariamente la construcción de la plataforma. Además, como se ve más adelante, varios factores influyen para complicar los fechamientos.
FECHAMIENTO CERÁMICO Y FORMACIÓN DE CONTEXTOS
Se proponen varias ideas que pueden ser aplicadas para el fechamiento de contextos cerámicos:
La primera sugiere que las vajillas finas e importadas entran más tardíamente a formar parte de los contextos arqueológicos. Hayden y Cannon (1983:126) proponen que el “valor” influencia el tratamiento del desecho. Las vasijas finas o “valiosas” reciben un cuidado especial, y son objeto de reparación más frecuentemente que las vasijas normales. Por ello, se propone que un contexto con presencia de altos porcentajes de fragmentos de vasijas “valiosas” (finas y/o importadas), pertenece con gran probabilidad a una faceta tardía de ese complejo.
Esto parece comprobarse en un ejemplo de Chichen Itza. En el Complejo de Los Falos, se ha excavado recientemente el piso que corresponde a la construcción del edificio de los Jaguares Danzantes. Este se localiza en un segundo nivel, y el acceso es mediante una escalinata, la cual se asocia con el tendido de un último piso, que constituye la última modificación de este complejo (Osorio 2004). Por ello, este es uno de los últimos contextos de construcción del Grupo de la Serie Inicial. El análisis de cerámica de este piso muestra un elevado porcentaje de cerámica “valiosa”, representada por las vajillas Dzibiac Rojo, Silho Naranja Fina, Tohil Plomizo, Tinum Rojo sobre Ante y Xcalacoop Café. En el Cuadro 1 se muestran los porcentajes de vajillas en este contexto. Las vajillas “comunes”, Sisal y Dzitas suman juntas un 57% del total, mientras las vajillas “valiosas” (Dzibiac, Silho, Tohil y Tinum), forman un 42%. Este es un porcentaje muy alto para estas vajillas, si se le compara con ejemplos de otras partes del sitio.
CUADRO 1
ÚLTIMO PISO DEL COMPLEJO DE LOS FALOS
VAJILLA TIESTOS
SISAL SIN ENGOBE 187 23.20%
DZITAS PIZARRA 279 34.61%
DZIBIAC ROJO 230 28.53%
SILHO NARANJA FINA 43 5.33%
TOHIL PLOMIZA 17 2.10%
TINUM ROJO SOBRE ANTE 39 4.83%
XCALACOOP CAFÉ 11 1.36%
TOTAL 806
En efecto, los porcentajes de vasijas “valiosas” son muy inferiores en otros contextos de Chichen Itza, como los del Sacbe 1 y la Columnata Noreste, que se muestran en los Cuadros 2 y 3. Es necesario mencionar que los tres contextos presentados corresponden a áreas de élite, y que no se considera que las diferencias de rango sean culpables de estas disparidades. Por el contrario, incluso el Sacbe 1 y la Columnata Noreste presentan porcentajes bastante elevados de vasijas “valiosas” si se les compara con otros contextos del sitio.
Figura 1 Cuadro comparativo de cronologías para el área Maya
Figura 2 Complejos cerámicos de Chichen Itza
Figura 3 Emplazamiento de contextos: Casos A, B y C
CUADRO 2
SACBE 1, CALA 7
VAJILLA TIESTOS
SISAL SIN ENGOBE 5043 43.9 %
DZITAS PIZARRA 5202 45.3 %
DZIBIAC ROJO 1114 9.7 %
SILHO NARANJA FINA 35 0.3 %
TOHIL PLOMIZA 34 0.3 %
TINUM ROJO SOBRE ANTE 32 0.3 %
LIBRE UNIÓN 22 0.2 %
TOTAL 11482
CUADRO 3
REJOLLADA DE LA COLUMNATA NORESTE
VAJILLA TIESTOS
SISAL SIN ENGOBE 12815 58.7 %
DZITAS PIZARRA 6544 30.0 %
DZIBIAC ROJO 1826 8.4 %
SILHO NARANJA FINA 406 1.9 %
TOHIL PLOMIZA 61 0.3 %
TINUM ROJO SOBRE ANTE 96 0.4 %
LIBRE UNIÓN 31 0.1 %
XCALACOOP CAFÉ 66 0.3 %
TOTAL 21845
En el caso contrario están las vasijas “burdas”. Se considera que las vajillas burdas, sin engobe, domésticas, utilizadas preferentemente para cocinar, entrarían a formar parte de los contextos arqueológicos más tempranamente. Esto se debería a que los objetos con un bajo valor y un alto grado de estorbo son limpiados y desechados rápidamente (Schiffer 1987:67).
Se sigue por tanto, que las vajillas burdas tienen un gran valor para la identificación de facetas tempranas de transición entre complejos. Desafortunadamente, por su escasa o nula decoración, estas vajillas son las más difíciles de distinguir y, en ocasiones, las vajillas burdas de dos complejos diferentes son muy semejantes, impidiendo capitalizar su posible valor de fechamiento.
POZOS ESTRATIGRÁFICOS Y SU FECHAMIENTO
Usualmente, para fechar edificios y plataformas se practica un pozo estratigráfico en ellos, y se asume que su contenido cerámico es lo suficientemente homogéneo como para permitir el emplazamiento en la secuencia cerámica. No obstante, algunos ejemplos observados en Chichen Itza conducen a ser menos optimistas a este respecto. Por ejemplo, hay dos pozos realizados en la plataforma de la Estructura 5C2 que muestran perturbadoras discrepancias (Cuadros 4 y 5).
CUADRO 4
POZO 1 EN LA PLATAFORMA DE LA ESTRUCTURA 5C2
TIESTOS
COMPLEJO TIHOSUCO 1 0.20%
COMPLEJO MOTUL 58 12.83%
COMPLEJO SOTUTA 420 87.13%
NO ASIGNADOS 3 0.62%
TOTAL DE TIESTOS 482
CUADRO 5
POZO 2 EN LA PLATAFORMA DE LA ESTRUCTURA 5C2
RESUMEN POR COMPLEJOS CERÁMICOS
TIESTOS
COMPLEJO MOTUL 135 49.81%
COMPLEJO CEHPECH 33 12.17%
COMPLEJO SOTUTA 88 32.47%
NO ASIGNADOS 15 5.53%
TOTAL DE TIESTOS 271
El caso es que, si se cuenta solamente con el Pozo 1 para fechar la plataforma de 5C2, el emplazamiento más lógico sería en una faceta tardía del complejo Sotuta (representado con un 87%, y ausencia del complejo anterior Cehpech), mientras que si se cuenta solamente con el Pozo 2, el emplazamiento caería a inicios del complejo Sotuta (representado con un 32%, y una presencia del 13% del complejo anterior Cehpech).
Una razón bastante posible para esta diferencia de contenido es la siguiente. Los basureros son utilizados para rellenos de plataformas. Cuando un basurero contiene cerámica de dos temporalidades diferentes, la más reciente es la más superficial y por ello la primera en ser acarreada hacia la nueva construcción, y hay grandes posibilidades de que acabe concentrada en una parte del relleno. Esto se agrava por el hecho de que varios basureros de épocas diferentes pueden ser utilizados en un relleno, y su contenido no es siempre esparcido de manera homogénea. Aún peor, en ocasiones se utilizan en la construcción de plataformas y terrazas los llamados “cajones de relleno” que pueden contribuir más a la falta de homogeneidad en la dispersión de la cerámica dentro de una plataforma.
Es necesario por tanto confirmar la información de los pozos estratigráficos, y obtener muestras lo más grandes posibles, para que los emplazamientos temporales sean más confiables. Cuando esto no sea posible, las inferencias cronológicas han de realizarse con mayor prudencia de lo habitual.
Se cuenta con otro caso en que el fechamiento de una terraza muestra severas discrepancias de acuerdo al lugar en que se realizan los pozos de sondeo. En la Plaza Principal del Grupo de la Serie Inicial se detectó un alineamiento que marca el límite de la plataforma que sustentaba los edificios del complejo Motul del Clásico Tardío (Figura 4). Tres pozos realizados inmediatamente afuera de la plataforma Motul mostraron un basurero del complejo Cehpech, en lo que constituye posiblemente el ejemplo más importante de esta cerámica en Chichen Itza hasta el momento (Cuadro 6; Figura 5). Por lo tanto, la extensión de la plataforma debe fecharse para el complejo Cehpech.
Sin embargo, una serie de pozos realizados más al norte muestran un contenido puro del complejo Motul (Cuadro 7). Se cree que la razón de este comportamiento se debe a que la extensión de la plataforma se realizó a inicios del complejo Cehpech. Por ello, la plataforma cubrió el basurero Cehpech que se estaba formando, y el resto de la plataforma se rellenó con basura del complejo anterior.
CUADRO 6
PLAZA PRINCIPAL DEL GRUPO DE LA SERIE INICIAL
POZO AL CENTRO, EXTERIOR DE LA PLATAFORMA MOTUL, CAPA III
TIESTOS
COMPLEJO TIHOSUCO 1 0.58%
COMPLEJO MOTUL 16 9.35%
COMPLEJO CEHPECH 152 88.88%
NO ASIGNADOS 2 1.16%
TOTAL DE TIESTOS 171
CUADRO 7
ÁREA DE LOS ENTIERROS
CAPA IV, LOTE X-303-IV
TIESTOS
COMPLEJO TIHOSUCO 1 0.8%
COMPLEJO MOTUL 125 99.2%
TOTAL DE TIESTOS 126
FORMACIÓN DE BASUREROS (DEPÓSITOS DE DESECHO SECUNDARIOS)
Si los contenidos cerámicos de los rellenos constructivos proceden de basureros, se sigue que es necesario que se comiencen a excavar los basureros con mayor cuidado, para poder lograr un entendimiento más claro de su formación. Por este camino se van a encontrar regularidades que permitan establecer reglas y leyes de formación de estos depósitos de desechos, y ultimadamente ayudarán para su mejor emplazamiento cronológico.
A este respecto, es importante contestar la pregunta de si es un basurero formado gradualmente, a través de muchos episodios de depósito o si es una formación súbita, que tuvo lugar en uno o pocos episodios de depósito. Aquí, hay que preguntar a qué se atribuye la formación de basureros de un solo o pocos episodios. Una respuesta usual es que estos pueden formarse por rituales de terminación, o a causa de episodios de violencia.
Figura 4 Planta del Grupo de la Serie Inicial
Figura 5 Localización de pozos en la plaza principal, Grupo de la Serie Inicial
FORMACIÓN DE BASUREROS (DEPÓSITOS DE DESECHO SECUNDARIOS)
Si los contenidos cerámicos de los rellenos constructivos proceden de basureros, se sigue que es necesario que se comiencen a excavar los basureros con mayor cuidado, para poder lograr un entendimiento más claro de su formación. Por este camino se van a encontrar regularidades que permitan establecer reglas y leyes de formación de estos depósitos de desechos, y ultimadamente ayudarán para su mejor emplazamiento cronológico.
A este respecto, es importante contestar la pregunta de si es un basurero formado gradualmente, a través de muchos episodios de depósito o si es una formación súbita, que tuvo lugar en uno o pocos episodios de depósito. Aquí, hay que preguntar a qué se atribuye la formación de basureros de un solo o pocos episodios. Una respuesta usual es que estos pueden formarse por rituales de terminación, o a causa de episodios de violencia.Joseph Ball, en el caso concreto del Cenote Sagrado, aunque sin elaborar en las razones de su argumentación, afirma que “la aparente homogeneidad funcional ceremonial y redundancia formal de la tardía cerámica Posclásica es consistente con el patrón arqueológico que podría esperarse como resultado de un episodio temporalmente discreto de ritos ofertorios repetitivos y formalizados en el Cenote Sagrado” (Ball y Ladd 1992).
Aunque en el caso concreto que menciona Ball se considera que su punto de vista es correcto, también se cree que más que en la homogeneidad funcional o en la redundancia formal, hay que concentrarse en el análisis de partes de vasijas:
- Como ha sido propuesto, los artefactos que tienen cierto valor como material, tales como vasijas rotas, fueron conservados a la mano por largos periodos, frecuentemente en áreas de descarte provisional, a causa de su potencial para un uso futuro (Hayden y Cannon 1983:131).
- Las partes que más frecuentemente reciben un uso posterior a la rotura son los fondos (que aún sirven como recipientes), seguidos de asas y cuellos (cuerpos grandes son también muy útiles como tapas).
- Esto implicaría que un basurero formado gradualmente (como depósito de desecho secundario), recibirá un reducido número de fondos (los cuales se re-usan más frecuentemente o se guardan en áreas especiales), y que un basurero formado súbitamente contará con un porcentaje mayor de estas partes.
- Asimismo, se sigue que la capacidad de los fragmentos de unirse para formar vasijas será mayor en los basureros súbitos que en los graduales.
TÉCNICAS DE EXCAVACIÓN Y SU INFLUENCIA EN EL FECHAMIENTO
Cabe preguntar por último qué influencia real tienen las técnicas de excavación en el entendimiento de la cerámica. Aquí se presenta un ejemplo que muestra las discrepancias que se obtienen entre el material cerámico que se recupera durante el proceso de excavación, de aquel que se obtiene durante el proceso de cribado o cernido del sedimento excavado. Dado que en algunos proyectos arqueológicos no se utiliza el cernidor más que selectivamente, se considera importante entender si la actividad de cernido tiene alguna influencia en los resultados del análisis cerámico.
El contexto seleccionado para este experimento fue el basurero (depósito de desecho secundario), que se detectó detrás del Edificio de Los Monos, en el Grupo de la Serie Inicial, al exterior de la plataforma que sustenta este edificio (Figura 4). La cerámica obtenida durante la excavación fue clasificada y contabilizada por separado de la cerámica obtenida en la criba. En la excavación se recuperaron más de 4000 tiestos, mientras en el cernidor se hallaron 9000. Como es de esperarse, los fragmentos del cernidor son consistentemente de menor tamaño que los recuperados en la excavación.
Los Cuadros 8 y 9 muestran respectivamente los porcentajes de complejos cerámicos en ambas operaciones. Como puede observarse, los porcentajes de los complejos mejor representados apenas muestran diferencias (por ejemplo, el complejo Sotuta varía de un 96% en la excavación, a un 97% en la criba). Sin embargo, en la criba aparecen representados dos complejos (Tihosuco y Cochuah), que no aparecen en el material de excavación. Estos dos complejos están representados por un solo tiesto cada uno.
CUADRO 8
BASURERO DEL EDIFICIO DE LOS MONOS – CERÁMICA OBTENIDA DURANTE LA EXCAVACIÓN
TIESTOS
COMPLEJO MOTUL 49 1.14%
COMPLEJO SOTUTA 4148 96.00%
COMPLEJO HOCABA 107 2.48%
COMPLEJO TASES 15 0.35%
NO ASIGNADOS 2 0.05%
TOTAL DE TIESTOS 4321
CUADRO 9
BASURERO DEL EDIFICIO DE LOS MONOS – CERÁMICA OBTENIDA EN LA CRIBA
TIESTOS
COMPLEJO TIHOSUCO 1 0.02 %
COMPLEJO COCHUAH 1 0.02 %
COMPLEJO MOTUL 70 0.78 %
COMPLEJO SOTUTA 8753 97.18 %
COMPLEJO HOCABA 180 2.00 %
COMPLEJO TASES 1 0.02 %
NO ASIGNADOS 1 0.02 %
TOTAL DE TIESTOS 9007
No obstante, si a nivel de complejo las discrepancias no son muy grandes, a nivel de tipo las diferencias son más significativas. En los Cuadros 10 y 11 se presentan los resultados de los tipos de la vajilla sin engobe del complejo Sotuta, el mejor representado de este basurero. Mientras en la excavación (Cuadro 10), el tipo Sisal Sin Engobe suma un 71% de esta vajilla, el tipo Piste Estriado apenas representa un 23%. Estos porcentajes se invierten en el material de la criba, con un 28% de Sisal contra un 70% de Pisté. La relevancia de esta diferencia estriba en que Sisal Sin Engobe está formado mayormente por incensarios y sahumadores de uso ritual, mientras Piste Estriado está formado principalmente por jarras de uso doméstico.
CUADRO 10 – BASURERO DEL EDIFICIO DE LOS MONOS
PORCENTAJES POR TIPOS DE LA VAJILLA SIN ENGOBE
CERÁMICA OBTENIDA EN LA EXCAVACIÓN
TIESTOS
VAJILLA CHICHEN SIN ENGOBE 1140
TIPO SISAL SIN ENGOBE: VARIEDAD SISAL 819 71.8%
TIPO PISTE ESTRIADO: VARIEDAD PISTE 274 24.0%
TIPO ESPITA APLICADO: VARIEDAD ESPITA 32
TIPO CUMTUN COMPUESTO: VARIEDAD CUMTUN 15
CUADRO 11 – BASURERO DEL EDIFICIO DE LOS MONOS
PORCENTAJES POR TIPOS DE LA VAJILLA SIN ENGOBE
CERÁMICA OBTENIDA EN LA CRIBA
TIESTOS
VAJILLA CHICHEN SIN ENGOBE 5646
TIPO SISAL SIN ENGOBE: VARIEDAD SISAL 1610 28.5%
TIPO PISTÉ ESTRIADO: VARIEDAD PISTÉ 3959 70.1%
TIPO ESPITA APLICADO: VARIEDAD ESPITA 63
TIPO CUMTUN COMPUESTO: VARIEDAD CUMTUN 14
Es de notar que una inversión semejante de porcentajes se produce entre los tipos Dzitas Pizarra y Balantun Negro sobre Pizarra de la vajilla Chichen Pizarra del mismo complejo Sotuta.
Finalmente, se nota que algunos tipos “finos” o “valiosos” de la vajilla Tohil Plomizo no aparecen representados en el material colectado en la excavación, y su número se reduce considerablemente, como se muestra en los Cuadros 12 y 13.
Parece entonces que el uso de la criba afecta más a estudios de funcionalidad que a estudios de cronología. Sin embargo, parece que el cernido de los materiales se impone como una necesidad en todos los contextos de excavación. Si esto es así, es posible imaginar las alteraciones que prácticas como la selección de tiestos en campo pueden tener sobre el resultado final de los análisis.
Aún más, la cantidad de elementos no cerámicos de pequeño tamaño que se encontraron en el cernido en este pequeño experimento del Edificio de Los Monos fue superior a la hallada durante el proceso de excavación.
CUADRO 12 – BASURERO DEL EDIFICIO DE LOS MONOS
PORCENTAJES DE TIPOS DE LA VAJILLA TOHIL PLOMIZO
CERÁMICA OBTENIDA EN LA EXCAVACIÓN
TIESTOS
VAJILLA TOHIL PLOMIZA 5
TIPO TOHIL PLOMIZO: VARIEDAD TOHIL 3
TIPO TUMBADOR INCISO: VARIEDAD TUMBADOR 1
TIPO MALACATÁN MODELADO: VARIEDAD MALACATÁN 1
CUADRO 13 – BASURERO DEL EDIFICIO DE LOS MONOS
PORCENTAJES DE TIPOS DE LA VAJILLA TOHIL PLOMIZO
CERÁMICA OBTENIDA EN LA CRIBA
TIESTOS
VAJILLA TOHIL PLOMIZA 22
TIPO TOHIL PLOMIZO: VARIEDAD TOHIL 15
OTRO TIPO TOHIL PLOMIZO: PINTADO (?) 2
TIPO TUMBADOR INCISO: VARIEDAD TUMBADOR 3
TIPO MALACATÁN MODELADO: VARIEDAD MALACATÁN 1
TIPO PORVENIR GADROONED: VARIEDAD PORVENIR 1
CONCLUSIONES
Se han visto ciertos casos de fechamiento de edificios y plataformas aplicados a Chichen Itza. Aunque nadie pretende que el fechamiento cerámico sea de una precisión absoluta, la conclusión más obvia que se puede extraer del material revisado es que el fechamiento cerámico no es tan fácil ni sencillo como a veces se pretende. Muchos factores influyen para ello.
En primer lugar hay que observar con atención la formación de los contextos de los cuales proviene la cerámica que se utiliza para datar esos edificios. La excavación más meticulosa de las acumulaciones de desecho deberá servir a futuro para un mejor entendimiento de este proceso. La atención a rasgos no directamente cronológicos, como la calidad y el “valor” de las vasijas, su estado de rotura y su capacidad de pegarse de nuevo, así como las partes de vasijas representadas en los contextos, son algunos ejemplos que prometen ayuda en este intento.
Aunque el conteo de fragmentos continúa siendo la técnica usual en el análisis cerámico en el Norte de Yucatán, debido especialmente a las grandes cantidades recuperadas de este material, que hacen inviable otros tipos de medidas, las posibilidades de error de esta técnica son grandes, como ha sido demostrado por varios autores (Orton et al. 1993:33). Es importante establecer parámetros de comparación con otras técnicas para las diferentes vajillas que permitan al menos afinar este entendimiento.
Las dataciones en base a pozos estratigráficos pueden ser engañosas cuando se realiza un solo pozo, y se hace imperativo corroborar los datos mediante la realización de varios de ellos, especialmente cuando se trata de plataformas y estructuras grandes. Finalmente, técnicas de excavación cuya relación con el fechamiento pueden parecer superfluas, tales como el cernido, afectan, aunque sea ligeramente, el fechamiento, y especialmente desvirtúan los porcentajes de tipos y vajillas, lo cual tiene gran importancia en estudios de funcionalidad, por ejemplo.
Todavía se carece de información básica acerca de producción, uso y distribución de cerámica en Chichen Itza. No se han realizado aún estudios sobre duración o “vida” de las vasijas, frecuencia de reemplazo, áreas de actividad, modos de disposición, corrientes de desechos, etc.
Es importante recalcar el punto de vista de Orton et al. (1993:196), en el sentido de que: “debe existir una continua retroalimentación entre el entendimiento de los patrones de intercambio, fuentes, procesos de formación de sitios, función y cronología. La última no puede ser emplazada en una caja aparte en ningún sentido; ella es solamente uno de los factores que controlan la variación dentro de y entre los sitios y no puede ser considerada sin los otros”.
AGRADECIMIENTOS
A Peter J. Schmidt y Sylviane Boucher. Este trabajo se realizó con una beca de doctorado de la La Trobe University de Melbourne.
REFERENCIAS
Ball, Joseph y John M. Ladd
1992 Ceramics in Artifacts from the Cenote of Sacrifice: Chichen Itza, México (editado por Clemency Chase Coggins), pp.191-233. Harvard University Press. Peabody Museum, Harvard University, Cambridge.
Dean, Jeffrey S.
1989 Independent Dating in Archaeological Analysis. En Method and Theory in Archaeology (editado por Michael Schiffer), Vol.1, Academic Press.
Gifford, J.C.
1976 Prehistoric Pottery Analysis and the Ceramics of Barton Ramie in the Belize Valley. Memoirs of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Harvard University, Vol.18, Cambridge.
Orton, Clive; Paul Tyers y Alan Vince
1993 Pottery in Archaeology. Cambridge University Press, Cambridge.
Osorio León, José Francisco
2004 El Conjunto de Los Falos en Chichen Itza: El reflejo de una vida palaciega. En XVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2003 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H.L. Escobedo y H. Mejía), pp.1025-1034. Museo Nacional de Arqueología y Etnología Guatemala.
Smith, R.E. y J.C. Gifford
1966 Maya Ceramic Varieties, Types and Wares at Uaxactun: Supplement to Ceramic Sequence at Uaxactun, Guatemala. Middle American Research Institute, Tulane University, Pub.28:125-174, New Orleans.
Willey, Gordon R., T.P. Culbert y R.E.W. Adams (ed)
1967 Maya Lowland Ceramics: A Report from the 1965 Guatemala City Conference. American Antiquity 32 (3):289-325. Salt Lake City.