Descargar este artículo en formato PDF
Robinson, Eugenia
2005 Esculturas, asentamiento y paisaje en las Tierras Altas de Guatemala: Una propuesta de investigación. En XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2004 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.517-524. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
48
ESCULTURAS, ASENTAMIENTO Y PAISAJE
EN LAS TIERRAS ALTAS DE GUATEMALA:
UNA PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN
Eugenia Robinson
Palabras clave:
Arqueología Maya, Guatemala, Tierras Altas, Altiplano, Chimaltenango, Pacaño, escultura en bulto, iconografía, barrigones, Preclásico Tardío
El descubrimiento de dos esculturas con pedestal en el año 2003 en la finca Pacaño, Patzicía, Chimaltenango (Figura 1), incita a investigar sobre una parte de la tradición escultórica del Preclásico Medio y Tardío. La tradición de este tipo de esculturas está bien representada en las Tierras Altas de Guatemala, pero también se localizan en Chiapas, México, en la Costa del Pacífico, en Honduras y El Salvador, comparándolas con estelas, altares y esculturas del Preclásico Tardío y poder entender esta categoría de esculturas pequeñas (Miles 1965; Parsons 1986).
En el verano del 2003 fueron localizadas durante la excavación para la construcción de una fosa séptica, dos esculturas con pedestal casi idénticas (Figuras 2 y 3). En un área relativamente plana, a 1.80 m de profundidad dentro de un suelo de arcilla de color amarillo uniforme, estaban las esculturas colocadas en posición vertical. Cercano a ellas dentro de la misma excavación se encontró un poco de cerámica.
El sitio se localiza en un área relativamente plana en la base de la montaña Soco (C 251176), que es un gran reservorio de agua y provee de arroyos a toda la región. A 120 m al oeste del sitio se localiza una cueva de donde nace el arroyo Julimax (Hulim cueva u hoyo y Hulima estanque, pero según la tradición oral Hulimax significa cueva de brujos). Hubo pocos artefactos visibles en la superficie, además se pudo observar que en un área cercana había otra remoción de tierra en donde no se veía material cultural. Hacia el este a 25 m del lugar donde se localizaron las esculturas, se logró observar unos pocos tiestos de los periodos Preclásico y Clásico. La poca cantidad de cerámica puede indicar que el lugar en ningún momento fue ampliamente poblado (pero se deben de hacer más reconocimientos para observar si hay cerámica y otro tipo de material cultural en otras terrazas en la ladera).
DESCRIPCIÓN
Las esculturas de Patzicía son figuras humanas elaboradas en barro (inicialmente se pensó que estaban esculpidas en arenisca). La Escultura 1 es la más grande y completa, mide 0.42 m de largo por 0.20 m de ancho (Figura 3). La Escultura 2 es más pequeña de 0.33 m de largo por 0.20 m de ancho (Figura 2). Ambas presentan varios niveles de profundidad que dan a las figuras animación y realismo, aunque las proporciones de los rostros y los cuerpos no corresponden a las de una forma humana normal. La cabezas y rostros son casi del mismo largo que los torsos (rostros 0.17 m de largo y torsos 0.22 m de largo). Los brazos son un poco más cortos que las piernas, lo que le da a la figura la apariencia de proporcionalidad. Los estómagos son extremadamente pronunciados, dando la impresión de que las figuras están embarazadas.
Figura 1 Principales sitios y centros de las Tierras Altas de Guatemala
Los rostros presentan rasgos bulbosos. Los ojos son muy grandes, redondos y abiertos, las narices son bastante anchas y planas, cubren una buena porción de la cara, sus bocas son grandes y pronunciadas pero en diferente posición – una es de forma rectangular y abierta, mostrando la lengua, dando la impresión de que recibe un sacrificio, la otra está con los labios completamente cerrados -, pero la Escultura 1 presenta la parte inferior de la boca y la mandíbula rota. Las orejas son pequeñas, pobremente delineadas en los lados de la cabeza y al frente son pronunciadas. Las manos sólo están representadas por unas pocas áreas en relieve. La parte posterior de las esculturas es lisa y no presenta ningún detalle adicional.
Las figuras están en una posición poco común. Sus cabezas están exageradamente dobladas hacia atrás, con el rostro hacia el cielo, las manos están colocadas cerrándose sobre la nuca, sus estómagos son grandes y protuberantes, las piernas están dobladas bajo sus cuerpos.
El pedestal completo mide 0.14 m de largo, siendo bastante corto en comparación a otras esculturas con pedestal que miden 1 m o más de largo. Existe la posibilidad de que en otro tiempo fueran espigas, por las áreas de los rostros que están quemadas y que puede ser el resultado de alguna ofrenda con fuego en la parte inferior o la quema directamente sobre ellas. Pero en realidad tendría que ser más larga la espiga, pues con una proporción tan corta como la que se le observa no se hubiera podido sostener.
También se recuperó cerámica en el área de localización de las esculturas. Esta consiste en:
- Un cuenco con asa y borde rojo sobre blanco, de pasta roja (Figura 4), un tipo que se ha identificado en Urías y fechado para la fase Agua (900-700 AC).
- Un cuenco pequeño de pasta roja, pintura roja en el borde y en el exterior del cuerpo (Figura 5), posiblemente del mismo periodo.
- Un cuenco con paredes cortas de pasta blanca (Figura 6), del ware Sacatepéquez Pasta Blanca, del periodo Preclásico Medio (700-300 AC).
- Un cuenco naranja alisado con borde divergente y soportes puntiagudos (Figura 7), probablemente del Preclásico Tardío.
- Un cuenco con soporte anular corto, con decoración burda en líneas incisas paralelas alrededor del borde (Figura 8), posiblemente del Preclásico Tardío.
- Dos fragmentos de Esperanza Flesh.
- Un fragmento de cerámica rojo sobre naranja, posiblemente parte de un incensario.
- Un fragmento de asa con punzonado típico del Clásico Temprano.
Figura 2 Escultura 2, sitio Pacaño
Figura 3 Escultura 1, sitio Pacaño
Figura 4 Cerámica Rojo sobre Blanco
Figura 5 Cerámica, Pasta roja con pintura roja
Figura 6 Cerámica Sacatepéquez Pasta Blanca
Figura 7 Cerámica Naranja Alisado, con soportes puntiagudos
Figura 8 Cerámica Naranja Alisado, con soporte anular
COMPARACIONES
El comparar las esculturas con otros ejemplos publicados ha facilitado determinar una fecha probable y una interpretación de éstas. Existen algunas evidencias sobre las fechas de las esculturas con pedestal procedentes de áreas de las Tierras Altas. Algunas provienen de contextos tempranos en Kaminaljuyu. Shook (1951), reportó dos esculturas con pedestal y tres fragmentos de basalto alrededor de la Estela 9, asociados con artefactos de la fase Providencia usados alrededor del 700 al 300 AC. Otra, procedente de San José Pinula, fechada por Doris Stone para la misma fase, muestra un líder sentado en un banco. Los estómagos grandes y protuberantes traen a la mente las esculturas de los barrigones. Estas son figuras o deidades sentadas, grandes y panzonas, que se localizan a lo largo de la Costa del Pacífico y las Tierras Altas de Guatemala, algunas otras en Chiapas, México, y en las Tierras Bajas Mayas. La fecha probable de estas esculturas es el Preclásico Tardío y Terminal (400 AC a 100 DC), pero también se hace referencia a que pueden ser más tempranas (Hatch 1997; Bove 1989; Demarest 1982; Navarrete 2000; Rodas 1993). La interpretación de estas esculturas es que pueden ser ofrendas u objetos de culto de las mujeres embarazadas. Mandeville las ha interpretado como un pájaro con alas y Karl Taube ha argumentado que estos son predecesores de un dios obeso del Clásico Tardío (Chinchilla 2003). Algunas parecen estar soplando, esto representa que los personajes están muertos (Kappelman, comunicación personal 2003).
Las figuras de Patzicía son similares a los barrigones por sus estómagos y cabezas grandes, que algunas veces están viendo hacia arriba, pero aún falta definir otras características importantes. Los barrigones usualmente tienen los ojos cerrados y ombligos saltados, los brazos se envuelven en el cuerpo y sus manos reposan sobre su estómago. La posición del cuerpo de las figuras de Patzicía es claramente diferente. Existen dos esculturas de pie, una en Parzun y la otra está en el Museo Popol Vuh (Stone 1972:69), en ambas los ojos son redondos y abiertos, diferente a los ojos cerrados típicos de los barrigones, estas podrían marcar una posición estilística propia del área.
Estas esculturas podrían pertenecer a otra expresión de arte del Preclásico Medio o Tardío. Una escultura de Tecpán que representa un mono con las manos en la cabeza (Stone 1972:68), cuya posición es similar, sugiere un paralelo. Otras comparaciones menores similares son: en la Estela 89 de Izapa del Preclásico Tardío (Norman 1976), hay un cautivo humillado que muestra las piernas dobladas y el estómago protuberante, pero las manos se muestran atadas hacia atrás. Otro ejemplo posible es una deidad que vuela encima de dos figuras pequeñas semejantes, en actitud de atención o adoración como las figuras de Patzicía (Love 2002).
La mejor analogía que se puede hacer con elementos del Preclásico Medio es que eran pequeñas figuras portátiles de individuos no natos (fetos) o de enanos, que en el arte Olmeca están asociados con la recolección del maíz. Una de esas figuras está elaborada en jade azul verdoso y se ha interpretado como un feto con las manos sobre la cabeza y las piernas dobladas bajo su cuerpo (Guthrie 1995). Otro ejemplo es una figura de cabeza alargada, tiene los brazos a los lados de la cabeza y las piernas en cuclillas. Algunas de estas figuras en la iconografía Olmeca, junto con saurios y pájaros, indican una conexión con lo sobrenatural. La posición de los brazos explicaría un detalle escultórico como que cargan un bulto de maíz con las manos sostenido en posición de triunfo sobre la nuca o cabeza.
INTERPRETACIÓN
Se pueden dar dos interpretaciones. La mejor es que las esculturas de Patzicía podrían ser simples representaciones de fetos o niños nacidos muertos, que sacralizan una nueva vida y que son los portadores del maíz sagrado, esto si se compara con los ejemplos de élite Olmeca. Esta interpretación se sostiene por la ubicación del sitio dentro del paisaje de las Tierras Altas. Estas esculturas se ubican en un lugar sagrado, dadas las características naturales cercanas al sitio y que dentro del pensamiento mesoamericano son consideradas como tal, al pié de una montaña, cercano a una cueva y al mayor reservorio de agua de la región. El sitio está en la base de la montaña Soco, que provee de numerosos arroyos y agua a la región. A sólo 120 m al oeste del sitio está una cueva de la cual brota el arroyo Julimax.
En esta investigación se plantea que las esculturas marcan un lugar ritual asociado con la fertilidad, el agua y la vida, dando nuevas fuerzas, incluyendo el nacimiento y tal vez al maíz: ¿Pudieron estas figuras ser usadas en un culto local a la fertilidad y a la vida en este lugar? o ¿indican una extensión de aspecto femenino y fertilidad?
Otra simple idea más apropiada es que una comunidad rural realizó las esculturas representando enanos maduros que señalaban un lugar encantado. Los rostros de estas esculturas son claramente de adultos, por eso se debe hacer esta interpretación. La creencia de la población guatemalteca hoy en día es que los enanos (alux), son criaturas marginales que viven en los bosques y en áreas encantadas. En Honduras estos son llamados sipitíos y representan la misma característica. Tal vez estas criaturas de Patzicía eran enanos protectores de la fertilidad que vigilaban la cueva y el nacimiento de agua. Los lugares considerados encantados son en la actualidad evitados por la población rural, esto podría explicar la escasa evidencia de cerámica y de ocupación doméstica en el lugar.
La presencia de cerámica Preclásica y Clásica procedente de la excavación de la fosa séptica en Pacaño y algunos tiestos colectados en superficie, indican que el sitio fue usado tal vez interrumpidamente por un largo periodo de tiempo. Las esculturas puede que se hayan encontrado en su lugar original, pero el pedestal quebrado de la Escultura 2 y la mandíbula rota de la Escultura 1 sugiere que pudieron haber sido movidas. Parsons y otros investigadores han notado que las esculturas han sido movidas de su lugar original o reubicadas en otro contexto en lo que se considera más bien “arte reutilizado”.
Este lugar es importante por representar un lugar en las Tierras Altas con una continuidad de Preclásico a Clásico, en el que no se observan cambios abruptos como los ocurridos en Kaminaljuyu y ampliamente documentados por Hatch, con la cerámica de la tradición Solano, que marca el comienzo de la ocupación de gente K´iche´ durante el Clásico Temprano en ese gran centro. ¿Pudo este lugar ritual localizado hacia la región oeste mantenerse como una zona independiente de la nueva hegemonía de Kaminaljuyu?
Posiblemente las esculturas de Patzicía implican un nivel de desarrollo cultural que caracteriza esta zona con una producción escultórica propia de la región de Chimaltenango. Por el momento se debe esperar a realizar un estudio más profundo del sitio que permita resolver las interrogantes y confirmar las hipótesis planteadas. Se espera en el futuro presentar una información más completa sobre esta zona.
AGRADECIMIENTOS
Estos van dirigidos especialmente a la familia Rodas, propietaria de la finca Pacaño, que con su respeto al patrimonio cultural del país ha permitido realizar los estudios preliminares de las esculturas.
REFERENCIAS
Bove, Frederick y Lynette Heller (ed)
1989 New Frontiers in the Archaeology of the Pacific Coast of Southern Mesoamerica. Anthropological and Research Papers No.39. Arizona State University, Tempe.
Chinchilla, Oswaldo
2003 Los Barrigones del Sur de Guatemala. Precolombart 4/5:8-23. Barcelona.
Guthrie, J. (ed)
1995 The Olmec World. Museo del Arte de la Universidad de Princeton, Princeton.
Demarest, Arthur
1982 The Archaeology of Santa Leticia and the Rise of Maya Civilization. Middle American Research Institute, New Orleans.
Navarrete, Carlos y Rocío Hernández
2000 Esculturas Preclásicas de obesos en el territorio Mexicano. En XII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1999 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo, A.C. de Suasnávar, y B. Arroyo), pp.589-624. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Norman, V.G.
1976 Izapa Sculpture, Part 2. Papers of the New World Archaeological Foundation No.30. Brigham Young University, Provo.
Parsons, Lee
1986 The Origins of Maya Art. Dumbarton Oaks, Washington, D.C.
Popenoe de Hatch, Marion
1997 Kaminaljuyu/San Jorge. Universidad del Valle, Guatemala.
Rodas, Sergio M.
1993 Catálogo de Barrigones en Guatemala. Utz’ib 1 (15). Guatemala.
Shook, Edwin M.
1951 The Present Status of Research on the Pre-Classic Horizons in Guatemala. En Selected Papers of the XXIX International Congress of Americanists, pp.93-100. Chicago.
Stone, Doris
1972 Pre-Columbian Man Finds Central America. Peabody Museum, Harvard University, Cambridge.