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Houston, Stephen, Héctor L. Escobedo y Zachary Nelson
2006 Una pirámide de primera: Investigaciones en la Estructura K-5 y sus alrededores, Piedras Negras, Petén. En XIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2005 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.383-392. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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UNA PIRÁMIDE DE PRIMERA:
INVESTIGACIONES EN LA ESTRUCTURA K-5 Y SUS ALREDEDORES, PIEDRAS NEGRAS, PETÉN
Stephen D. Houston
Héctor L. Escobedo
Zachary Nelson
Palabras clave
Arqueología Maya, Tierras Bajas, Guatemala, Petén, Piedras Negras, arquitectura, Clásico Tardío, mascarón, conservación
A First rate Pyramid:
Studies of structure k-5 and its surroundings, piedras negras, petEn
During May 2004 a recovery project was carried out on Structure K-5, an architectural complex made famous in Maya archaeology by the reconstructive drawings of Tatiana Proskouriakoff and for being one of the first excavated buildings in which evidence was found of fundamental stages of major architectural construction over time. The analysis of old photographs of Panel 7, which was found on top of the aforementioned building, and the state of deterioration of the stucco masques that adorned the building, motivated the implementation of a restricted project to stabilize these Late Classic sculptures, linking its context with new dynastic information and investigating the urban surroundings of the building. The new research consisted of test pits in and around the building, as well as evaluation and consolidation work on stairways and masques. Thanks to such interventions, evidence was found of a little known construction stage at Piedras Negras, as well as remnants of impressive modifications that took place in this place before the construction of Structures K-5.
La Estructura K-5 es uno de los doce edificios piramidales principales conocidos de la antigua ciudad Maya de Piedras Negras, Guatemala. Durante la década de 1930, la excavación de dichos edificios fue uno de los objetivos principales de los trabajos de campo del equipo de la Universidad de Pennsylvania, especialmente debido a que la mayoría de las estelas se encontraron cerca de ellos.
Al revisar las notas de campo de los primeros investigadores, es claro que a principios del programa de investigación de la Universidad de Pennsylvania, los arqueólogos se concentraron en la extracción de objetos espectaculares para su exhibición en el Museo Universitario y en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala; sólo más tarde se comenzó a desarrollar un nuevo tipo de Arqueología: la excavación cuidadosa y la determinación de la secuencia de etapas constructivas de los edificios dentro de la arquitectura monumental, como fue el caso de la Estructura K-5.
Sin embargo, los resultados de estas investigaciones no fueron publicados, apareciendo solamente algunos breves reportes escritos por Linton Satterthwaite (1939, 1940, 1942), y de manera más impresionante, una serie de imágenes dibujadas por Tatiana Proskouriakoff (1963; Figuras 1, 2 y 3).
La fase más intensa de las excavaciones en K-5 se llevó a cabo en 1939 bajo la supervisión de Satterthwaite; sondeos menos cuidadosos se hicieron en 1932 a cargo de J. Alden Mason, un arqueólogo conocido en el sitio por su falta de delicadeza con la arquitectura; en ese mismo año, la Estructura O-13 fue parcialmente destruida por su interés en encontrar escondites.
Figura 1 Reconstrucción de la Estructura K-5-1 (dibujo por T. Proskouriakoff)
Figura 2 Reconstrucción de la Estructura K-5-3 (dibujo por T. Proskouriakoff)
Figura 3 Vista hacia la Estructura K-5-3, desde K-6 (dibujo por T. Proskouriakoff)
El Proyecto de la Universidad de Brigham Young y de la Universidad del Valle de Guatemala, no tuvo la oportunidad de re-examinar K-5 durante sus investigaciones llevadas a cabo de 1997 al año 2000. Hubo varias razones para esto: la primera es que la estructura fue parcialmente desmantelada por la Universidad de Pennsylvania, por lo que otras actividades fueron consideradas prioritarias, y la segunda, que la estructura parecía entenderse bien debido a las excavaciones hechas en 1939. Sin embargo, después de algunas discusiones con la Fundación Defensores de la Naturaleza y con el World Monuments Fund, Escobedo y Houston decidieron que la estructura necesitaba urgente atención. En primer lugar, el mascarón de estuco, bien preservado cuando fue expuesto por la Universidad de Pennsylvania en 1932 y 1939, no fue enterrado, lo cual trajo claras consecuencias dañinas (Figura 4), el mascarón empezó a fragmentarse debido a la caída de la lluvia durante el invierno, la microflora consumía la superficie del estuco, aparte de que visitantes desconocidos que llegaron al sitio antes de 1997 ocasionaron insensatos daños vandálicos a la nariz del mascarón; y lo peor de todo, fue que algunos árboles empezaron a crecer directamente atrás, poniendo en peligro su superficie. Pese a tales infortunados augurios, el mascarón retuvo, milagrosamente, gran parte de su fabricación, al menos hasta el presente, y las escalinatas descubiertas por la Universidad de Pennsylvania permanecieron en una condición relativamente buena. Por tanto, parecía urgente solicitar fondos para retornar a Piedras Negras y a K-5 en particular, para salvar este importante monumento de la civilización Maya junto al río Usumacinta.
La presente investigación fue motivada por otra pregunta de naturaleza más intelectual: ¿Cuál es la cronología precisa de los edificios y subestructuras encontradas por el Proyecto de la Universidad de Pennsylvania? De acuerdo con la experiencia, los arqueólogos del Museo Universitario, en ese tiempo, no entendieron totalmente que las plazas podían contener detalles cruciales: su visión fue, en una palabra, esencialmente horizontal, bastante orientada a la investigación de los edificios, no así de los sustratos que las soportaban. Durante las temporadas de campo de 1998 y 1999 se condujeron excavaciones de sondeo en la cercanía de K-5 (Garrido 1998, 1999, 2001; Escobedo 1991; Fitzsimmons 2001). Estas excavaciones detectaron evidencia considerable de estructuras más tempranas que habían sido destruidas y cubiertas por el relleno masivo de la Plaza del Grupo Oeste, frente a la Acrópolis de Piedras Negras, la cual soportaba el Juego de Pelota K-6.
Figura 4 Fotografía del Mascarón Sureste, Plataforma 1, Estructura K-5-1 (por L. Satterthwaite)
K-5 jugó un papel clave en la investigación de la cerámica de Piedras Negras, particularmente en la tesis doctoral de George Holley (1983), así como en el aislamiento y categorización de la cerámica de la fase Balche, un ejemplo bastante raro en el que la cerámica Maya evolucionó sin rompimiento entre los periodos Clásico Temprano y Tardío. Los materiales de K-5 también fueron usados por William Coe (1959), para ilustrar su reporte sobre los escondites de Piedras Negras. En 1997, estos hallazgos llevaron a hacer un pozo de sondeo cerca de las Estela 39, frente a K-5, para examinar la cronología de esta parte de la plaza (Escobedo 1997). En esa ocasión, se utilizó dicho pozo para enterrar un fragmento del Dintel 7, que estaba tirado muy cerca, con evidencia de vandalismo, así como de plástico o silicona que fue colocada sobre su superficie para hacerle una réplica bastante antes del inicio de este proyecto.
La temporada de campo del 2004 fue planificada además por el análisis de una serie de fotografías del Dintel 7, tomadas en la década de 1930, las cuales fueron descubiertas recientemente por David Stuart, entonces en la Universidad de Harvard (Figura 5).
Imágenes previas mostraban una variedad de fechas registradas en el Dintel 7, que en realidad fue un panel, parcialmente publicado por Heinrich Berlin (1951).
A1-A17 GISI 9.9.8.0.11 7 Chuwen *14 Uo / Fecha Juliana, Abril 8, 621 DC
… (erosionada)
Fragmento L (9.12.)5.0.0 3 Ajaw 3 Xul / Fecha Juliana, Junio 2, 677 DC
Derecho inferior (9.12.5.11.5) 7 Chikchan 8 Kayab / Fecha Juliana, Enero 13, 678 DC
Gracias a las nuevas fotografías pudo definirse por primera vez la última fecha, así como su contenido y asociaciones dinásticas. El panel fue dedicado en esa fecha (t’abayi) o elevado en el lugar y, explícitamente, como la piedra de su nombre (u k’abatuunil), de una señora del reino de Hix Witz, un conjunto de sitios vinculados al dominio de una sola dinastía localizada hacia el este de Piedras Negras, más allá de la sierra Lacandona. La presencia del sufijo /–il/ sugiere que ésta fue una dedicación póstuma (o sea, que la señora ya había muerto para dicha fecha), así como que la persona que dedicó el monumento fue el Gobernante 2 de Piedras Negras, cuyo nombre aparece junto con el Fin de Periodo justo antes de esta fecha.
La imagen del panel, aunque bastante erosionada, muestra una escena tributaria, con un visitante en el extremo inferior izquierdo, en posición de subordinación, acompañado de un texto que lo identifica como un señor de Hix Witz, llamado aj paat kabalnaah. Arriba, recibiendo al visitante y, presumiblemente, un bulto de plumas de quetzal, está un señor entronizado: este es casi por seguro el gobernante de Piedras Negras. Hacia la izquierda se encuentra una mujer, la cual puede identificarse como tal por vestir un huipil elaborado. La interpretación más reciente aquí propuesta es que dicha dama no es otra más que la Señora de Hix Witz y que, con mayor probabilidad, dada su prominencia, fue la consorte principal del Gobernante 2, con quien ella se asociaba cronológicamente. La Serie Inicial del panel corresponde, a juzgar por la fecha relativamente temprana y por su comparación con otros paneles, a su fecha probable de nacimiento. Debido a que el panel se dedicó en conmemoración póstuma de esta importante mujer –la reina de Piedras Negras– ella debe haber tenido aproximadamente 56 años al morir. A su vez, el rey falleció apenas algunos años más tarde. Toda esta información dio ímpetu para explorar K-5, como un testimonio de la presencia femenina en los sistemas dinásticos del periodo Clásico.
Figura 5 Fotografía del Panel 7 (por Linton Satterthwaite)
La superficie de la plataforma que sostiene el mascarón expuesto de la Estructura K-5 se encontraba bastante dañada por los trabajos anteriormente ejecutados por los arqueólogos del Proyecto de la Universidad de Pennsylvania, así como por las décadas que pasó expuesta a la intemperie sin ningún tipo de intervención o consolidación. Sin embargo, se logró recuperar varios fragmentos de estuco que formaban parte del mascarón, que se encontraron dentro del escombro y aún pueden ser restituidos siguiendo los registros de los investigadores de la década de 1930. La conservadora Angelyn Bass-Rivera laboró cuidadosamente en su consolidación (Figura 6).
Figura 6 La escalinata y el mascarón de K-5, consolidados, mayo de 2004
Su trabajo consistió en:
Quitar las raíces que penetraron en los mascarones
Levantar los cuerpos, pegándolos con mezcla natural a su muro de soporte
Inyectar argamasa de cal en los agujeros y grietas, además de un pegamento compuesto por cal hidráulica hidratada
Limpiar la superficie con una solución al 1% de calcio hipoclorito en agua como medida de biocida
Poner un cobertizo o rancho para proteger los mascarones de la lluvia, escogiendo una elevación balanceada y así dejar abierto un espacio para permitir tomar fotografías a los visitantes.
Asimismo, como parte de estas intervenciones, los expertos albañiles del proyecto prepararon una mezcla apropiada para consolidar la escalinata y los muros expuestos por Pennsylvania.
En cuanto a la iconografía de los mascarones, aunque varios de los detalles han desaparecido desde 1939, es probable que hayan tenido barbas y gotas iconográficas de agua, rasgos que permiten una identificación firme –si bien arcaica– del dios Chaak con restos de la imagen de un incensario, atributos equivalentes a los rasgos de Chaak en otros lugares, como Kaminaljuyu. También aparecen varios emblemas del Dios G1 y del símbolo tetrapartito. No obstante, si se consideran los paralelos en otros sitios, su significado debe relacionarse con el nombre del edificio o sus habitantes sobrenaturales.
En términos arqueológicos, la investigación de 2004, en dos operaciones resultó en una nueva perspectiva de K-5 (Figura 7), lo cual se puede definir en una secuencia firme:
Etapa 1: El área de K-5 empezó como una zona de paisaje rocoso e irregular, con depósitos delgados de la fase Naba del Clásico Temprano. No existe ninguna evidencia de mampostería o cimientos estructurales.
Etapa 2: El sector mostró un episodio de construcción relativamente rápida, entre 550 y 625 DC, en la fase Balche. Puede ser que dicho evento aconteció después de las evidencias de fuego y destrucción en los presuntos palacios excavados al suroeste de este conjunto. Las estructuras de la etapa 2 representan un grupo apretado de edificios bajos y una concentración fuerte de entierros, de un rango completo de edades, casi nunca con ofrendas funerarias, excepto lascas de pedernal. Hubo un contraste fuerte entre estas estructuras rectangulares y el resto cercano de una plataforma, quizá de aún otra pirámide, unos pocos metros al este.
Etapa 3: En la misma fase Balche, en episodios de secuencia comparativamente rápida, tuvo lugar la nivelación de la plaza, la destrucción de la pirámide o plataforma, tal vez como cantera de materiales disponibles, la construcción de la mayoría del cuerpo de K-5 y sus escaleras interrumpidas por plataformas o lugares de descanso o más bien para controlar el ritmo de acceso (Figuras 8 y 9). En la plaza, antes de construir K-5, se puso un depósito ritual de figurillas, cuencos y lítica. La cumbre de K-5 abarcaba un cuarto bastante amplio con una banca en su parte anterior, con indicios del deseo de acomodar una cantidad algo numerosa de personas.
Etapa 4: El cuarto amplio de la cumbre fue rellenado al principio de la fase Yaxche (ca. 625 a 678 DC), con piedras sueltas de las canteras principales de Piedras Negras cerca del río Usumacinta, la construcción de un templo abovedado arriba, con escaso espacio, ocho mascarones (con sus soportes detrás), una plataforma basal, una escalinata sin lugares para descanso y la ubicación del panel de la Señora de Hix Witz, con una fecha firme para el 678 DC (Figura 10). Es posible que en este momento, o tal vez un poco antes, que los albañiles de Piedras Negras pusieran la cancha del Juego de Pelota K-6, en orientación con K-5. Sin embargo, a pesar del Panel 7 y su indicación de función funeraria, no apareció ninguna evidencia de una cripta real.
Etapa 5: En esta etapa se agregaron las plataformas de las Estelas 38 y 39, respectivamente 682 y 677 DC. La Estela 39 se refiere también a un baile por el Gobernante 2 en 673 DC, presumiblemente en la plaza enfrente de K-5.
Etapa 6: Se refleja una época de uso hasta la fase Chacalhaaz, seguido por el abandono general que experimentó Piedras Negras en el siglo IX DC.
CONCLUSIÓN
Los descubrimientos durante esta investigación fueron esperados y sorprendentes a la vez: el equipo intentó localizar el memorial de una reina extranjera en Piedras Negras, sin lograr encontrar evidencia de esta asociación, sino más bien de signos de una ocupación densa, así como el entierro de una clase no descubierta previamente en esta parte del sitio. El descubrimiento de los depósitos más ricos de cerámica Balche profundizó bastante el entendimiento de esta fase de transición. Aquí, como en la Acrópolis, pequeñas estructuras con modestos rasgos arquitectónicos y entierros mundanos, fueron reemplazados por edificios masivos de clara intención dinástica, como parte de un proceso por el cual se creó la Plaza Norte, una elevación y nivelación que llevó una cantidad asombrosa de tiempo, que caracteriza a la época Balche, en la cual Piedras Negras no parece haber construido en la escala masiva anterior y posterior.
K-5 es un testimonio de los nuevos esfuerzos invertidos en los memoriales dinásticos y, aunque sucedió un cambio dramático en la función del edificio, la etapa más temprana de K-5 –como se observa en el dibujo de Tatiana Proskouriakoff– fue seguramente un cuarto abierto con una alargada banca, evidentemente utilizada para reunir a bastantes personas, así como para quemar incienso sobre altares cilíndricos. Tales espacios abiertos democráticos, fueron usurpados por un edificio mucho más alto, con un templo abovedado en la cima, con acceso bastante restringido, lo cual muestra que K-5 tuvo una función más exclusiva, pasando a ser el memorial de una reina difunta.
AGRADECIMIENTOS
Las investigaciones en la Estructura K-5 se llevaron a cabo como parte del Proyecto Parque Nacional Sierra del Lacandón, Piedras Negras 2004, dirigido por Luis Castillo y Luis Romero. Por su colaboración se agradece a Javier Márquez, Rodrigo Morales, David Stuart y Norma Barbacci. La temporada de campo fue financiada por Kenneth Woolley, Spencer Kirk, Leon Reinhart, Randi Reinhart, Fundación Klein, la Fundación Reinhart, la Cátedra Jesse Knight, AMEX y la Fundación Kaplan.
Figura 7 Operación PN64, mayo de 2004
Figura 8 Perfil oeste y norte, PN64E-1, cumbre de K-5-3
Figura 9 Reconstrucción de K-5-3
Figura 10 Reconstrucción de K-5-1
REFERENCIAS
Berlin, Heinrich
1951 Breves estudios arqueológicos, El Petén, Guatemala. Antropología e Historia de Guatemala 3 (2):1-9.
Coe, William R.
1959 Piedras Negras Archaeology: Artifacts, Caches, and Burials. The University Museum Monograph No.18. University of Pennsylvania, Philadelphia.
Escobedo, Héctor L.
1997 PN 12: Excavaciones en la Plaza del Grupo Oeste. En Proyecto Arqueológico Piedras Negras: Informe Preliminar No.1, Primera Temporada 1997 (editado por H.L. Escobedo y S.D. Houston), pp.101-110. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Fitzsimmons, James L.
2001 PN-51: Excavaciones en el lado este de la plaza del Grupo Oeste. En Proyecto Arqueológico Piedras Negras: Informe Preliminar No. 4, Cuarta Temporada 2000 (editado por H.L. Escobedo y S.D. Houston), pp.227-266. Universidad de Brigham Young, Universidad del Valle de Guatemala. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Garrido, Lilian
1998 PN 12: Excavaciones en la plaza del Grupo Oeste. En Proyecto Arqueológico Piedras Negras: Informe Preliminar No.2, Segunda Temporada 1998 (editado por H.L. Escobedo y S.D. Houston), pp.55-81. Universidad de Brigham Young, Universidad del Valle de Guatemala. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
1999 PN 12: Excavaciones en la Plaza del Grupo Oeste. En Proyecto Arqueológico Piedras Negras: Informe Preliminar No.3, Tercera Temporada 1999 (editado por H.L. Escobedo y S.D. Houston), pp.21-36. Universidad de Brigham Young, Universidad del Valle de Guatemala. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
2001 PN 12: Excavaciones de la Plaza del Grupo Oeste. En Proyecto Arqueológico Piedras Negras: Informe Preliminar No. 4, Cuarta Temporada 2000 (editado por H.L. Escobedo y S.D. Houston), pp.7-26. Universidad de Brigham Young, Universidad del Valle de Guatemala. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Holley, George
1983 Ceramic Change at Piedras Negras, Guatemala. Tesis de doctorado, Southern Illinois University, Carbondale.
Proskouriakoff, Tatiana
1963 An Album of Maya Architecture. University of Oklahoma Press, Norman.
Satterthwaite, Linton
1939 Evolution of a Maya Temple: Part I. University Museum Bulletin 7 (4):2-14.
1940 Evolution of a Maya Temple: Part II. University Museum Bulletin 8 (2-3):18-24.
1942 A Maya Temple Grows Up. Scientific American, pp.18-19.