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Aquino, Daniel E. y Karla Cardona Caravantes
2009 La gestión del patrimonio cultural prehispánico: Labores de conservación preventiva en Yaxha y Topoxte. En XXII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2008 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.431-444. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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LA GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL PREHISPÁNICO:
LABORES DE CONSERVACIÓN PREVENTIVA EN YAXHA Y TOPOXTE
Daniel E. Aquino
Karla Cardona Caravantes
Parque Nacional Yaxha, Nakum, Naranjo, Ministerio de Cultura y Deportes
ABSTRACT
NEGOTIATING THE PREHISPANIC CULTURAL PATRIMONY:
PREVENTATIVE PRESERVATION WORK AT YAXHA AND TOPOXTE
The Yaxha-Nakum-Naranjo National Park (Parque Nacional Yaxha, Nakum, Naranjo) covers an area of 37,160 hectares and houses an important sample of the prehispanic cultural heritage of the Central Lowlands, with occupations that date between 800 BC to AD 1450. To date four prehispanic cities, ten intermediate sites, and over 280 Maya settlements have been registered within the Park. The importance of the four prehispanic cities (Yaxha, Nakum, Naranjo, and Topoxte) has been known for almost 80 years when they were declared a Precolumbian Monument of Guatemala. Nonetheless, it wasn’t until 2003 that the zone acquired the highest level of protection in our country and was declared a National Park. The Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, following up on efforts to protect this area that began in 1970, has provided for a permanent team in the Park. Currently, it includes technicians and administrators whose objective is to carry out a variety of activities under the program, Conservación del Patrimonio Cultural. In addition, the group has established alliances with other national and international institutions, which has strengthened technical skills and improved our efforts. In the technical program, the group has developed a permanent preservation program for cultural remains that includes diagnosis, registration, monitoring, and preventative preservation.
Partiendo de la premisa básica de nuestro quehacer cotidiano, consideramos que los procesos de conservación del Patrimonio Cultural deben tener como principal objetivo la prevención del deterioro y la preservación de los bienes patrimoniales para las generaciones presentes y futuras. Con esta referencia, es primordial comprender que el significado cultural y los valores adscritos de los sitios arqueológicos fundamentan la formulación e implementación de estrategias de conservación apropiadas, las cuales deben adaptarse a la escala categórica de manejo, que puede definirse desde un pequeño objeto arqueológico hasta el conjunto del Patrimonio Cultural de la Nación.
El Parque Nacional Yaxha, Nakum, Naranjo cubre un área de 37,160 ha y alberga una importante muestra del patrimonio cultural prehispánico en las Tierras Bajas Centrales, con una ocupación que se fecha entre los años 800 AC y 1450 DC. Hasta la fecha, se han registrado cerca de 300 sitios arqueológicos, cuatro de los cuales se caracterizan por su carácter monumental: Yaxha, Nakum, Naranjo y Topoxte. Aunque el insipiente Programa de Conservación del Patrimonio Cultural del área protegida contempla las estrategias generales para todos los vestigios arqueológicos, en esta oportunidad se presentan los resultados de las labores realizadas en los sitios arqueológicos Yaxha y Topoxte.
El desarrollo de ambos sitios estuvo íntimamente ligado a la laguna Yaxha, que forma parte de un corredor natural de comunicación, utilizado desde tiempos ancestrales hasta la década de 1960 (Wurster et al. 2000). Estos sitios han despertado el interés de investigadores desde principios del siglo XX hasta la fecha, debido a sus características arquitectónicas, urbanísticas, políticas y socioculturales, producto de una larga historia de ocupación prehispánica (DGPCN 1999; Herrera y Fialko 2006).
Debido a su destacado valor histórico, cultural y estético, ambos sitios han sido investigados arqueológicamente y sometidos a diferentes procesos de restauración. Yaxha presenta 34 edificios restaurados distribuidos por todo el asentamiento prehispánico, mientras que Topoxte posee 7 edificios restaurados, los que se ubican en el sector central del asentamiento (Hermes, Noriega y Calderón 1997; Valiente 2005; Wurster 2000). Es necesario contemplar que aún se encuentran 67 monumentos escultóricos in situ, distribuidos en ambos sitios, así como el material arqueológico –cerámica, lítica, restos óseos y malacológicos–, almacenado en las bodegas de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, rescatado durante diferentes excavaciones arqueológicas en el noreste de Petén (Aquino 2005, 2006; Aquino y Segura 2007).
Diversas labores de conservación preventiva han sido realizadas en los sitios arqueológicos de Yaxha y Topoxte, por parte del equipo técnico del área protegida, como parte de las actividades desarrolladas y financiadas por el Ministerio de Cultura y Deportes, a través de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Nuestras actividades se basan en los lineamientos establecidos por convenios internacionales de conservación, que a su vez rigen los procesos y la teoría en la gestión del Patrimonio Cultural, brindando pautas para el manejo de los sitios arqueológicos. Asimismo, se han dado pasos importantes en el proceso de formulación e implementación de un plan de conservación que responda a las necesidades particulares de cada sitio y nos permita alcanzar nuestro objetivo principal: la preservación de nuestro patrimonio cultural. En esta ocasión se ilustran varios de estos procesos (Figuras 1 a 6).
ANTECEDENTES
El entonces gobernador departamental Juan Galindo, visitó Topoxte en 1831 y realizó el primer reporte de antiguas ruinas mayas en el país, inclusive antes del descubrimiento de la majestuosa ciudad de Tikal. Por su parte, el conde Maurice de Périgny descubrió Nakum en 1904, mientras que el explorador austriaco Teobert Maler registró Yaxha y Naranjo en 1904 y 1905, respectivamente (DGPCN 1999).
Durante las primeras décadas del siglo XX, algunos investigadores visitaron los sitios arqueológicos del Parque, atraídos por la riqueza cultural del área, entre los que destacan Alfred Tozzer, Sylvanus Morley, Oliver Ricketson y William Lincoln. La importancia patrimonial del área era reconocida desde entonces, cuando en 1931, los cuatro sitios arqueológicos principales fueron declarados Monumentos Precolombinos de Guatemala.
Algunos proyectos de investigación arqueológica fueron realizados en la década de 1970 por Nicholas Hellmuth, Ian Graham, Don y Prudente Rice.
Desde 1989 el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala ha desarrollado un proyecto de investigación, restauración y protección del patrimonio cultural y natural del Parque. Se incluyen los trabajos en Topoxte entre 1993 y 1997, así como las intervenciones en la Acrópolis Este y Plaza A de Yaxha (Wurster 2000; Hermes, Noriega y Calderón 1997; Quintana 1996, 1997; Valiente 2005).
Luego de un largo proceso de gestión, el triángulo cultural alcanza la mayor categoría de protección, al ser declarado Parque Nacional por el Congreso de la República de Guatemala, a través del decreto 55-2003, publicado el 19 de diciembre de 2003 en el Diario Oficial. Desde entonces, el área protegida ha sido administrada de forma conjunta entre el Consejo Nacional de Áreas Protegidas y la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, enfocando los esfuerzos institucionales de acuerdo a la legislación vigente.
En el marco del Programa de Desarrollo Sostenible de Petén, el sitio arqueológico Yaxha fue seleccionado para realizar un proyecto de investigación arqueológica y restauración masiva, con el fin de convertirlo en una alternativa turística que contribuyera con el desarrollo de las comunidades locales.
CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL
Los principios generales de conservación definidos en los convenios internacionales son la guía para la elaboración de los procedimientos de preservación del patrimonio. Su propósito es asegurar la conservación de monumentos y sitios históricos, que conforman el patrimonio cultural de una nación y de la Humanidad. Considerando esto, las cartas internacionales que rigen el trabajo dentro del Parque son: Carta de Atenas (1931), Carta de Venecia (1966), Carta para la Protección y Manejo de Patrimonio Arqueológico (1990), Carta para la Conservación de Lugares con Valores del Patrimonio Cultural (1992) y Carta de Burra, Australia (1999). En éstas se manifiestan cuatro principios importantes:
- Es esencial salvaguardar el significado y los valores intrínsecos de los monumentos y sitios históricos. Para esto es necesario respetar la esencia antigua de los lugares y su autenticidad; por consiguiente, es precisa la formulación de políticas que involucren a las poblaciones como agentes de protección del patrimonio.
- El proceso de conservación conlleva diferentes grados de intervención; sin embargo, se hace énfasis en la constancia del mantenimiento –cuidado preventivo– de los sitios y monumentos. Este mantenimiento debe realizarse considerando el significado del sitio y monumentos, no el atractivo turístico o uso actual del lugar.
- La documentación y registro completo de los sitios y monumentos es primordial. Estos datos son base para el monitoreo y análisis de los factores que causan el deterioro y para la implementación de estrategias de conservación.
- La presentación e interpretación de los sitios y monumentos debe orientarse hacia la educación de las poblaciones con la finalidad de proteger el patrimonio cultural del área.
Estos principios ponen énfasis en la conservación preventiva y el desarrollo de un plan de conservación. Por lo que, es necesario definir y aclarar esta terminología.
Conservación preventiva, como su nombre lo indica, implica todas las actividades realizadas con el fin prevenir el deterioro antes de que sea tarde (Waller y Michalski 2004). Esta intervención puede ser pasiva o activa (Price 1996). La intervención pasiva involucra el manejo del ambiente que rodea al sitio y monumentos (Dardes y Druzik 2000). Es decir, que se deben considerar los siguientes aspectos: temperatura, humedad relativa, control de polución, control de tráfico y control de agua subterránea; también involucra el uso de cubiertas protectoras, el manejo de visitantes, la planificación de riesgos y la legislación para la protección del patrimonio. Por su parte, la conservación activa o curativa involucra el trabajo directo sobre la superficie del material a conservar. Estas intervenciones siguen los siguientes pasos: limpieza, desalinización, consolidación y aplicación de cobertura de superficie (impermeabilización). Tanto en conservación pasiva como activa, debe darse un proceso de evaluación de la efectividad del tratamiento y finalmente, se deben formular políticas de conservación específicas.
Por su parte, el plan de conservación considera todas las medidas preventivas para implementar la preservación de los recursos. Dentro de los primeros pasos a realizar se encuentra la evaluación de la condición del sitio y monumentos. Ésta tiene como objetivo conocer la condición de los restos en un momento dado del tiempo, para lo cual es fundamental el monitoreo, con el fin de identificar las causas del deterioro y clasificar la severidad de los daños registrados en los distintos componentes del sitio. A partir de esta evaluación se pueden formular y priorizar las intervenciones pasivas y activas para los edificios y objetos arqueológicos. Asimismo, dentro del plan se considera la elaboración de un inventario completo del recurso: edificios y su estructura, fragmentos de construcción y artefactos arqueológicos ubicados in situ y en almacenamiento. Para cada uno debe evaluarse su condición, el tipo de manejo que se hará y su significado. Tanto el inventario como la evaluación, constituyen la base del plan estratégico de riesgos e intervención, del diseño de la propuesta de intervención en base a los recursos disponibles, así como de la implementación del plan de conservación. Esta planificación debe dar como resultado un manual con el cual puedan seguirse los procesos de mantenimiento técnico de los bienes culturales, incluyendo la determinación de procesos y ciclos de evaluación de resultados (Kerr 2000).
CONSERVACIÓN PREVENTIVA EN YAXHA Y TOPOXTE
Luego de concluir los proyectos de investigación arqueológica y restauración, los trabajos de conservación preventiva en los sitios de Yaxha y Topoxte se han efectuando, paulatinamente, desde el año 2005. Éstos son realizados por la Unidad de Conservación y comprenden labores de mantenimiento, colocación de cubiertas protectoras, manejo de visitantes y procesos de intervención activa.
Los procesos de conservación pasiva son fundamentales para crear un contexto adecuado, que facilite la preservación de los recursos culturales del área protegida, por lo que se han realizados diversas actividades:
- Mantenimiento y limpieza de edificios y monumentos. Ésta se realiza de forma mecánica y consiste en la eliminación de polvo, hierbas y plantas mayores. Durante 2006 y 2007 también se realizó la eliminación mecánica de los crecimientos vegetales menores sobre la piedra; sin embargo, la evaluación del procedimiento permitió observar que durante la remoción se registraba una leve erosión superficial de los elementos, que a largo plazo podría ocasionar daños considerables (Aquino et al. 2007). Actualmente se realiza un estudio sistemático de esta problemática, con fondos de la Dirección General de Investigaciones de la Universidad de San Carlos de Guatemala, durante el cual se pretende identificar un procedimiento técnico-operativo que permita un adecuado control de estos crecimientos biológicos sobre los edificios.
- Monitoreo de condiciones ambientales (temperatura y humedad relativa) en los monumentos y edificios, tanto de Topoxte como de Yaxha. Aunque las mediciones se han realizado de manera paulatina, se cuenta con datos específicos para los monumentos escultóricos y edificados en ambos sitios. No obstante, se necesita que el monitoreo de temperatura y humedad relativa sea constante para obtener estadísticas confiables que puedan utilizarse en la evaluación del estado de conservación.
- Monitoreo del estado de conservación de los monumentos y de los edificios. Para los monumentos, este monitoreo consiste en la inspección visual de los mismos y la evaluación de su estado físico. Este procedimiento dio inicio en 2005 con la primera evaluación de los monumentos de Topoxte y posteriormente se han atendido los monumentos escultóricos de Yaxha (Aquino 2005; Aquino y Segura 2007). Durante el presente año se ha repetido el procedimiento en los monumentos escultóricos de ambos sitios arqueológicos y se ha iniciado el monitoreo de edificios, con el fin de evaluar sus condiciones y reconocer la dinámica de deterioro actual.
- Aplicación de agua de cal sobre las paredes externas e internas de los edificios para crear una capa de protección y consolidación superficial. En este caso, se aprovecha la característica biocida de la sustancia, como una alternativa de control de especies vegetales e insectos, que afectan las condiciones físico-químicas de la materia. También se han facilitado las condiciones para la formación de una pátina de envejecimiento, con el fin de atenuar la blancura de la cal y que los edificios sean más atractivos al visitante, sin dañar su integridad o significado.
- Se ha iniciado el mejoramiento de las condiciones de almacenaje del material arqueológico en las bodegas de la Unidad de Conservación, haciendo énfasis en el registro interno y la creación de catálogos digitales.
- Se han construido las cubiertas protectoras para los monumentos y se ha dado mantenimiento a las cubiertas de los edificios. Actualmente, las cubiertas están construidas de diferentes materiales: guano, lámina y plástico, por lo que se espera uniformizar el diseño, empleando materiales autóctonos para minimizar el impacto visual. Por otra parte, se han realizado drenajes franceses para los monumentos escultóricos, necesarios para evitar el intercambio brusco de humedad entre el suelo y el sustrato.
- A través de la zonificación interna, señalización, definición de senderos, construcción de escalinatas y áreas de descanso adecuadas, en ambos sitios se han alcanzado importantes avances en el manejo de visitantes. Se ha hecho énfasis en el diseño del recorrido como una actividad educativa del visitante, a través de la interpretación apropiada en las áreas de interés turístico. También se ha trabajado en la implementación de infraestructura de servicios turísticos, que de acuerdo con Aplin (2002), es fundamental para un adecuado manejo del turismo en sitios patrimoniales.
- Por último, la capacitación del personal que labora en el Parque es una parte integral del programa de conservación. En vista de las características de Patrimonio Mixto (cultural y natural), el sub-programa de formación dirigido al equipo de guarda recursos, e incorpora de manera práctica y dinámica ambos temas. El esfuerzo requerido para estas actividades es considerable; sin embargo, se espera que todo el personal que labora en el área protegida comprenda la importancia de las actividades que se desarrollan cotidianamente, al mismo tiempo que se convierte en agente de cambio en su grupo familiar y comunidad.
Por otra parte, aunque se han realizado distintos esfuerzos para mejorar las condiciones contextuales de los bienes culturales, también es necesario desarrollar una serie de procedimientos curativos sobre los elementos de conservación. Como se ha indicado anteriormente, dichas actividades se rigen por los criterios establecidos en los convenios internacionales y las normas generales de gestión del patrimonio cultural.
- Monumentos escultóricos: limpieza, consolidación, relleno de fisuras y cavernas y aplicación de consolidante de superficie (agua de cal).
- Estucos interiores: limpieza, desalinización, consolidación, relleno de fisuras y grietas, integración de materiales perdidos y consolidación de superficie. En esta actividad se incluye el registro gráfico de los grafitos prehispánicos y la elaboración del análisis tipológico (en proceso).
- Petrograbado: limpieza, consolidación y fijación de fragmentos, resane de fisuras y grietas y registro gráfico.
- Estabilización de montículos afectados por saturación de humedad, por medio de la elaboración de muros de contención, a base de piedra y lodo, para evitar la erosión en de los edificios.
- Reintegración de elementos constructivos desprendidos de los muros exteriores de los edificios y reposición de argamasa en la sisa entre los bloques calizos.
- Finalmente, con el apoyo del Proyecto Protección de Sitios Arqueológicos en Petén, a lo largo de 2006 se elaboraron réplicas de algunos monumentos escultóricos en Yaxha.
PLAN DE CONSERVACIÓN PNYNN
Todas las labores realizadas en los procesos de conservación preventiva proveen el historial necesario para evaluar el estado de conservación de los sitios y monumentos. Como vimos anteriormente, esta evaluación es la base para la formulación de nuestro plan de conservación y, actualmente, estamos en las primeras etapas de elaboración.
Como parte integral del plan se han realizado las siguientes acciones:
- Reconocimiento general del área de trabajo: revisión inicial del registro de edificios (restaurados y montículos), monumentos y artefactos; y definición del estudio preliminar.
- Estudio preliminar, que es de carácter amplio: determinación de causas del deterioro (agentes biológicos, suelos, sales y polución); y definir necesidades de monitoreo (temperatura, humedad relativa y condición de edificios y monumentos).
- Estudio detallado y específico: inicio del registro detallado de rasgos en edificios y monumentos; y toma de muestras de agentes biológicos y análisis de diferentes tratamientos sobre la piedra caliza.
Con esta información esencial se ha logrado definir un programa de monitoreo periódico de los edificios y monumentos en los sitios. También se han definido otras medidas a implementar como: monitoreo de arquitectura expuesta, cuartos interiores de edificios, montículos y bodegas y, además, completar la documentación de los sitios (fotografías, dibujos arquitectónicos y de escultura, y registro institucional).
Con base en esta información se realizará el diagnóstico y priorización de las necesidades de intervención de los edificios y monumentos. Por consiguiente, se diseñarán las estrategias de conservación, su implementación y el manual de procesos, inspección y evaluación.
PERSPECTIVAS FUTURAS
IDENTIFICACIÓN DE NECESIDADES
Una vez completada la fase de registro del patrimonio cultural de Yaxha y Topoxte, es fundamental realizar una clara identificación de necesidades, debidamente priorizada, con el fin de marcar un cronograma de actividades coherentes con la realidad de cada uno de los elementos de conservación. En este sentido, es necesario identificar los distintos escenarios (posibles y realizables), con el fin de no perder el rumbo con planificaciones ideales.
DEFINICIÓN DE ACTORES
Como parte del sistema de planificación, es necesario realizar un profundo análisis institucional, que nos permita la identificación de los actores clave, con el fin de reconocer las responsabilidades establecidas por la legislación vigente. Este es un paso fundamental para alcanzar el éxito en nuestro esfuerzo de gestión del patrimonio cultural, puesto que cada actor debe apropiarse de sus funciones y responder de acuerdo a lo esperado.
ESTABLECIMIENTO DE ALIANZAS
Luego de tener establecidas las necesidades debidamente priorizadas, así como de haber realizado la definición de actores clave, serán evidentes las debilidades institucionales. En este sentido, el éxito de nuestra gestión también depende del establecimiento de alianzas con entidades académicas, organizaciones no lucrativas, asociaciones civiles, entre otras, con la finalidad de cubrir los vacíos identificados previamente, con la participación activa y el apoyo de nuestros aliados. Hasta el momento se han iniciado alianzas con instituciones académicas nacionales y extranjeras; sin embargo, es fundamental la formalización de esta contribución, con el fin de asegurar el funcionamiento idóneo en el futuro próximo.
INVOLUCRAMIENTO COMUNITARIO
Finalmente, y no por eso menos importante, consideramos que la principal garantía de conservación del patrimonio cultural y natural a largo plazo, estiba en la apertura de nuestra gestión al involucramiento comunitario. Es necesario entender que el patrimonio necesita verdaderos aliados en las comunidades aledañas, por lo que hay que incrementar nuestros esfuerzos en las labores de concienciación y educación cultural, con el fin de fortalecer el sentimiento de apropiación en las comunidades locales. Además, nuestra historia reciente ha demostrado que las instituciones y sobre todo sus funcionarios son de carácter temporal, mientras que las comunidades son permanentes y constituyen, en ese sentido, el grupo organizado que puede garantizar la protección de nuestros recursos.
REFERENCIAS
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Figura 1 Las áreas protegidas en Petén
Figura 2 Yaxha y sus vecinos
Figura 3 Estructura 216 de Yaxha
Figura 4 Acrópolis de Yaxha
Figura 5 Cubiertas
Figura 6 Manejo de visitantes