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Guerra Ruiz, Jenny
2011 Cueva 1, Quen Santo, un reconocimiento actual. (Editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 809-822. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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CUEVA 1, QUEN SANTO, UN RECONOCIMIENTO ACTUAL
Jenny Guerra Ruiz
PALABRAS CLAVE
Altiplano, Huehuetenango, cueva, muro, altar
ABSTRACT
Cave 1 of Quen Santo is found in the Department of Huehuetenango and was discovered by Eduard Seler 1901. It was not until a visit by James Brady in 2006 that this cave was included as part of a documentary investigation. The following year a second visit was carried out with the objective of obtaining a detailed description of the evidence which this cave held. Cave 1 of Quen Santo is part of a group of caves that were utilized as geographic markers and, in spite of its size, it contains all of the critical features seen at the other caves. From a speleological viewpoint, it is more of a rock shelter than a cave, and from a cave archaeology perspective it is a sacred space with associated architecture and material evidence providing information on the importance of these entities.
En 1901, un singular artículo escrito en alemán por Eduard Seler captó la atención de algunos estudiosos del área Maya, en el se detallaban una serie de cuevas ubicadas en el departamento de Huehuetenango, pero a pesar de ser un descubrimiento espectacular, este reporte es uno de los menos conocidos y esto puede deberse a varios factores entre los que se pueden mencionar: el hecho de que está escrito en alemán, por ser difícil de conseguir y por pertenecer a un área en donde no se han conducido más investigaciones. En el año 2006 miembros de la Universidad Estatal de California visitaron el sitio y en 2007 volvieron con la intención de hacer un estudio más riguroso del área con la finalidad de obtener más información y así poder reinterpretar la evidencia según los avances en los estudios Mayas (Brady et al. 2009:9).
El sitio de Quen Santo se ubica en el oeste de Guatemala, en el municipio de Nentón, departamento de Huehuetenango, a cinco minutos de la frontera con México (Figura 1). Se encuentra situado sobre una planicie rodeada de barrancos. Durante su visita, Seler reportó tres cuevas en la base de la cara oeste de la planicie y sugirió la existencia de otras cuevas. Los trabajos de mapeo realizados por el proyecto ubicaron seis cuevas adicionales y verificaron la fidelidad y exactitud del mapa original.
Seler visitó el sitio y las cuevas, que habían sido recién descubiertas, entre 1895-1897, justo después de que las cuevas habían sido saqueadas y vandalizadas. Gracias a un informante del área, Seler pudo reconstruir mucho del contexto original de la cueva y en sus apuntes se describen algunos rasgos que en la actualidad no son visibles (Seler 1901).
CUEVA 1
La Cueva 1 se localiza unos 75 m al suroeste de la Cueva 2 y directamente debajo de las estructuras 36, 37 y 38 del sitio según el mapa de Seler (Figura 2). Ésta es básicamente un abrigo rocoso de 25 m de largo y 4 m de altura orientada de norte a sur aproximadamente. En el reconocimiento del año 2006 se observó que el área alrededor de la cueva se encontraba en buen estado de conservación pero superficialmente saqueada, sin embargo todavía era posible observar los rasgos principales.
Según Seler, la cueva estuvo completamente sellada y albergaba artefactos e imágenes de piedra, elementos que fueron removidos una vez ésta fue reabierta (Guerra y Brady 2009:27). Entre los objetos removidos, Seler menciona uno de características singulares al que denominó “estela con una rueda de sol”, así como fragmentos de dos estelas (Figura 3 y 4), una serie de esculturas de piedra y algunos incensarios (Guerra y Brady 2009:27) (Figura 5). El enfoque que Eduard Seler le dio a las cuevas coincide con los planteamientos de la época, en donde los estudiosos miraban a las cuevas como lugares de habitación y almacenaje (Guerra 2006:18).
Frente a la entrada de la cueva se encuentra una formación natural de caliza que está ligeramente inclinada hacia sur y sobre la cual se ubica un muro de retención adherido. El mismo se encuentra orientado de este a oeste, mide 70 cm de alto y 90 cm de ancho aproximadamente y está construido de rocas no trabajadas de distintos tamaños y formas que fueron colocadas en seco. El muro consiste de tres hileras de piedra dispuestas de forma horizontal y cuatro hileras de forma vertical. Es obvio que su función fue la de retener la erosión que producían las formaciones naturales, evitando que la misma entrará a la cueva.
La cueva tiene cuatro cámaras de varios tamaños y formas. La primera es la entrada a la cueva y es un área abierta de 15 m de largo que recibe luz natural. Esta cámara conduce a la cámara 2, en donde se concentran la mayor cantidad de restos arqueológicos. La cámara 2 se localiza en la parte oeste y está separada de la cámara 1 por un rasgo formado por piedras que colapsaron del techo y crearon un segundo acceso a la cueva. La cámara 3 es un agujero de 2 x 3 m ubicado al oeste de la cámara 1 y directamente sobre la entrada a la cámara 2. El acceso a la cámara 4 consiste de una pequeña abertura oval localizada en la parte central de la cámara 1, que permite el acceso a un pequeño recinto de 2 m de largo y 2 m de alto (Figura 6).
La cámara 1 consiste en un espacio alargado con varias formaciones naturales, algunas mostrando modificaciones e incluso petrograbados. Es en esta área en donde se concentra la mayor cantidad de material cerámico. El piso de esta cámara se encuentra lleno de piedras de distintos tamaños que se mezclan con una gran cantidad de cerámica. Parece ser que estas piedras son parte del colapso perteneciente a los muros de contención ubicados en la entrada a la cueva, no obstante, Seler consideraba que estas piedras pudieron haber formado un muro que selló la cueva en tiempos antiguos (Figura 7).
En la parte exterior de la cueva es posible observar dos muros. El primer muro, denominado de ahora en adelante como Muro 1, se encuentra colocado directamente frente a la entrada, en el lado sur, y es una modificación alargada que ocupa casi toda la entrada de la cueva (Figura 8). El muro está formado por dos o tres hileras de piedras que provienen de las afueras de la cueva y se encuentran colocadas en seco. Es difícil definir el largo y alto de la construcción debido a la alteración del rasgo por el crecimiento de árboles que han variado la forma de la estructura original. El Muro 2 también se ubica en la entrada de la cueva y corre al oeste del Muro 1 de forma perpendicular. Está en tan mal estado de preservación que es imposible determinar su forma y altura original, aunque es posible que ésta haya llegado hasta el techo del abrigo (Guerra y Brady 2009:30).
En la temporada del 2007 la cantidad de cerámica encontrada en la Cueva 1 era impresionante, aspecto que Seler también discute detenidamente en su libro. En su mayoría, los tiestos observados se encontraban alrededor de los pozos de saqueo sugiriendo la presencia de depósitos substanciales bajo la superficie. Nada de material fue recolectado durante esta visita.
La cámara 2 no tiene más de 8 m de largo y 5 de ancho. La cámara tiene forma triangular y termina en una serie de formaciones que crean un nicho pequeño en donde no se encontró material cerámico asociado. Las características de los elementos contenidos en esta cámara son similares a los de la cámara principal. Al igual que la cámara 1, este cuarto se encuentra cubierto por piedras de caliza posiblemente pertenecientes a un rasgo colapsado, hecho que no es certero porque no existe una construcción asociada. La frecuencia cerámica no es tan alta como en la cámara 1, pero si hay una considerable cantidad que se encuentra distribuida por toda la superficie del suelo. Sobre la pared norte de la cámara se documentaron varios parches de pintura roja asociados a puntos rojos.
La cámara 3 es un espacio de 2 x 3 m aproximadamente y se encuentra en la parte oeste de la cámara 1, sobre la pared sur, exactamente arriba de la entrada que da acceso a la cámara 2 (Figura 2). A este agujero se puede accesar a través de una formación inclinada que facilita el paso. Esta cámara no contuvo mucho material cerámico aunque sí algunos huesos. Antes de la entrada hacia la cámara se pudo observar una mancha oscura sobre la roca la cual tiene una forma parecida a la de un murciélago.
La cámara 4 es otro pequeño agujero en la parte central-oeste de la cámara 1, siempre en la pared sur de la cueva y es la cámara más pequeña (Figura 2). La entrada consta de un agujero de forma ovalada extremadamente pequeño que da acceso a una cámara de 2 m de alto x 2 m de largo. Ningún artefacto o evidencia arqueológica fue encontrado en esta cámara.
ARTE RUPESTRE
La Cueva 1 contiene una gran cantidad de arte rupestre en ambas paredes. Grupos de rostros tallados con distintos estilos son las representaciones más comunes.
PETROGRABADOS
Un total de siete rostros tallados fueron documentados en la Cueva 1 (Figuras 9 a 12). Los petrograbados varían en el grado de elaboración y distribución. En general están localizados en formaciones redondeadas que le otorgan a los rostros un aspecto tridimensional y se encuentran distribuidos en dos grupos de tres cada uno y una cara por separado. El rostro individual fue denominado Petroglifo 1, mientras que al primer grupo de tres rostros les fueron asignados los números 2, 3, y 4 y al segundo 5, 6 y 7.
El Petroglifo 1 es una cara de elaboración tosca que se ubica en una delgada columna con un bulbo que forma el contorno de la cara en la pared este de la cueva. La cara mide 22.5 cm en su punto más ancho, 10 cm el más angosto y 20 cm de altura. El petroglifo mira hacia el sur y está compuesto por tres agujeros: Dos circulares en la parte superior que forman los ojos y uno en la parte inferior que forma la boca. Algo sobresaliente de este petroglifo es el hecho que se encuentra asociado con restos de pintura verde y roja. La pintura verde cubre todo la superficie del rostro comenzando desde la parte superior y continúa hacia la parte inferior de la formación. La parte superior se encuentra asociada a algunas manchas de pintura roja.
Los Petroglifos 2, 3 y 4 se encuentran ubicados al lado opuesto del Petroglifo 1, en la cara sur de la cueva y se encuentran viendo hacia el noreste. A diferencia de los otros petroglifos, éstos últimos se encuentran grabados sobre una formación corrugada y no lisa como en los otros casos. El Petroglifo 2 es el primero de los tres y es el más pequeño, se encuentra ubicado en la parte más alta, mide 3 x 3 cm y se compone de tres agujeros circulares que dan forma al rostro. El Petroglifo 3 es el rostro central, está ubicado debajo del Petroglifo 2 y arriba del Petroglifo 4. Un bulbo pequeño fue utilizado para crear los dos ojos circulares que básicamente forman la cara completa y otra porción de la formación forma la boca, la que es alargada. El rostro mide 10 cm de ancho en la parte superior donde se encuentran los ojos (el bulbo), cada ojo mide 2.1 cm de diámetro y la boca 8 cm de largo. El Petroglifo 4 se encuentra asociado al 3, ya que se encuentra directamente debajo del mismo. Este parece estar desproporcionado y presenta diferentes características que los demás. Mide 8.5 cm en su parte más ancha, 5 cm en la parte más angosta y 12 cm de alto. El rostro se encuentra orientado hacia el noreste y se compone de tres agujeros; dos de ellos circulares en la parte superior que forman los ojos y uno en forma triangular en la parte inferior central que forma la boca, dando la impresión de una boca abierta; en este caso la cara es más alargada que el resto de los rostros.
Asociado a los petroglifos se encuentran, sobre una columna a la derecha de los mismos, una serie de líneas incisas rectas y curvas de poca profundidad que abarcan dos de los tres rostros, a los Petroglifos 2 y 3. Es posible que éstas hayan sido hechas en años recientes pero esto no es seguro.
Los Petroglifos 5, 6 y 7 se encuentran hacia el oeste de los anteriores, en la cara sur de la cueva sobre una formación gris lisa. La disposición de los petroglifos es similar a la de los anteriores, tres rostros en fila viendo hacia el noreste. En este caso el más pequeño es el que se encuentra al centro, el Petroglifo 6, el mediano es el Petroglifo 5 y el más grande es el 7.
El Petroglifo 5 es el primero de los tres. El rostro se encuentra ubicado en la parte superior de la formación y está orientado hacia el noreste. Un bulbo grande da la forma al rostro que se compone de dos agujeros circulares que representan los ojos y una boca alargada pero abierta. La característica sobresaliente de este rostro es que presenta dos punzonados dentro de los agujeros que forman los ojos, haciéndolo un hallazgo bastante especial y único. El petroglifo tiene 28 cm de alto x 20 cm de ancho; los ojos miden de 4.5 cm a 5 cm de diámetro y la boca 6 cm de largo. El rostro central o Petroglifo 6 es el más pequeño de los tres y se encuentra ubicado sobre un gran bulbo del cual solo parte de su superficie fue utilizada para el tallado de los agujeros. Este mide 13 cm de alto x 7.5 cm de ancho aproximadamente y se compone de tres agujeros circulares de 1 cm de diámetro los cuales se encargan de formar los ojos y la boca. Este petroglifo es muy difícil de observar ya que su tallado no es muy profundo y solo con una luz para producir sombra es visible.
El Petroglifo 7 es el más grande de todos los petroglifos antes mencionados y se encuentra ubicado debajo del Petroglifo 6, en el último bulbo de la formación natural. Este mide 29.5 cm en su parte más ancha y 38 cm de alto. El rostro se encuentra orientado hacia el noreste y se compone de tres cavidades profundas; dos de ellas circulares en la parte superior, que forman los ojos y una de forma alargada en la parte inferior central que forma la boca. Los rostros 5 y 6 son los que parecen estar mejor hechos, esto debido a que el bulbo en donde fueron tallados es más redondo y liso, dándole al rostro un aspecto bastante uniforme. Los petroglifos 1, 5 y 6 presentan la mejor talla en los ojos.
El grupo de petroglifos encontrados en la Cámara 1 es bastante significativo, ya que por lo general suelen encontrarse de manera individual. También es de notar que todos estos petrograbados se encuentran en lugares en donde la luz les da directamente.
PINTURA
A lo largo de las dos paredes de la cueva se encuentran una serie de puntos y manchas en colores rojo y verde. Según Allan Cobb (Comunicación Personal, 2007), estas manchas no son producto de una filtración de agua en la cueva sino que más bien son aplicaciones intencionales de pintura. En el lado derecho, sobre la cara norte de la cueva, la pintura es visible desde la entrada e inicia después del Muro 2. En este caso las aplicaciones son de color rojo y son visibles como parches de hasta 2 me de altura. Un poco más hacia el oeste, la combinación de los dos colores rojo y verde es visible con la misma característica, posteriormente convirtiéndose en puntos o círculos dispersos sobre las paredes. Estos círculos tienen una dimensión de aproximadamente 4 cm. Es de este lado que se encuentra el Petroglifo 1, sobre una formación que esta completamente cubierta de color verde.
Al oeste de este petroglifo se encuentra una serie de puntos en color rojo que corren a lo largo de las mismas y solo son visibles del lado que ve hacia el punto oscuro de la cueva (Figura 12). La pintura continua más hacia el oeste, presentando pintura de color verde asociada a puntos rojos y más adelante en la Cámara 2 también se encuentra evidencia de pintura de ambos colores sobre las columnas y formaciones.
El lado izquierdo o pared sur de la cueva también presenta restos de pintura, pero a diferencia de la pared norte, la presencia de parches de color verde es mayor que los de color rojo, aunque también se encuentra asociada a puntos de color rojo que se encuentran entre la pintura. De nuevo la pintura corre hacia el oeste presentándose sobre los rostros 2, 3 y 4 (verde en su mayoría con elementos de rojo), hacia el lado de la formación de los rostros 5, 6 y 7, culminando en otras formaciones de cortinas con el color verde predominantemente.
Las pinturas pueden aparecer formando parches o una combinación de parches y círculos, así como manchas individuales. Es difícil poder atribuir alguna función a estas pinturas debido a que carecen de un patrón determinado y además el hecho de que estén tan erosionadas no permite con certeza la definición de uno.
ARTEFACTOS
PIEDRAS CIRCULARES
Uno de los aspectos más interesantes de la Cueva 1 es una serie de piedras circulares distribuidas en la superficie de la misma (Figuras 13 y 14). Durante la visita del año 2006 fue posible observar que las piedras se encontraban en cierta ubicación, pero debido al constante saqueo que esta cueva ha sufrido, las piedras han sido movidas de lugar en varias ocasiones.
La primera piedra circular se encontraba en la parte exterior de la Cueva 1, exactamente al sur del Muro 1. Esta era la única que se encontraba en la intemperie y debido a esto se encuentra cubierta de musgo. Esta piedra tiene 33.5 cm de diámetro y 10 cm de ancho, se encuentra incompleta y presenta un acabado burdo.
Las otras cinco piedras circulares se encontraban en el interior de la cueva, distribuidas en el suelo y ubicadas más hacia el oeste de la entrada. La segunda piedra encontrada presenta una superficie (la visible) de color café grisácea completamente alisada y lados no trabajad). La tercera piedra es una de las más redondas, ésta se encuentra erosionada en su superficie visible, sin embargo sus lados se encuentran alisados. Esta mide 46cm de diámetro. La cuarta piedra de tiene 15.8 cm de diámetro y presenta todas sus superficies trabajadas y alisadas. La quinta piedra es una de las más interesantes, se encuentra alisada en su superficie visible y presenta una ligera depresión en el centro que se cree fue utilizado para sostener algún objeto. De la sexta piedra solo es posible observar una parte, ya que se encuentra colocada verticalmente entre varias piedras de la cueva. El ancho de esta piedra es de 18 cm y a diferencia de las demás presenta restos de pintura roja sobre su superficie.
Estas piedras circulares pudieron haber tenido varias funciones; con la diferencia de tamaños entre ellas, se puede decir que si se apilan una encima de la otra pueden formar una columna (Comunicación personal, Arturo Pérez, 2007). También es posible decir que fueron bases para distintos altares ó utilizados como soportes para figuras de distintos tamaños.
Otro de los materiales encontrados en la cueva fue la cerámica. Sobre la superficie que forma el piso de la cueva, es notable, incluso desde el exterior, la alta densidad de cerámica tirada por todo el suelo. Los tiestos se encuentran regados entre las rocas de colapso, desde la parte exterior de la cueva, dentro de la cámara 1 y continuando hacia la cámara 2. Es casi imposible caminar sin pararse sobre ellos. Algunos ejemplares tienen decoración plástica y pueden ser incluidos dentro del tipo Subin Chaquiste que se fecha para el Clásico Tardío.
CONCLUSIONES
La Cueva 1 es un área cuya evidencia arqueológica refleja un uso ritual del lugar para el Período Clásico Tardío. Los elementos contenidos dentro de la cueva, incluyendo las modificaciones arquitectónicas, petroglifos, las pinturas y otros materiales, demuestran que la cueva tuvo una singular importancia en tiempos prehispánicos y considerando la evidencia etnográfica encontrada, se puede asegurar que la misma sigue teniendo la misma función que en tiempos prehispánicos, pero con un acceso más restringido.
La presencia de los muros, tanto en el exterior como el interior, pueden indicar la existencia de un camino ritual hacia la cueva y a su vez aumentar la sacralidad de la misma, su presencia y distribución apoyan esta idea.
REFERENCIAS
Brady, James, Allan Cobb, Linda Palit, Donald Arburn, Sergio Graza, Christian Christiansen, Arturo Perez, Ann M. Scott y Arnulfo Delgado
2009 Quen Santo Revisited: Updating Eduard Seler’s 19th Century Cave Investigations. En: Exploring Highland Maya Ritual Cave Use. Archaeology and Ethnography in Huehuetenango, Guatemala. Edited by James E. Brady. Association for Mexican Cave Studies, Bulletin 20. P.9-25
Guerra, Jenny
2006 Representación Arquitectónica Ritual Maya en Cuevas. Tesis de Licenciatura, Área de Arqueología, Universidad del Valle de Guatemala.
Guerra, Jenny y James Brady
2009 A Restudy of Cave 1 at Quen Santo. En: Exploring Highland Maya Ritual Cave Use. Archaeology and Ethnography in Huehuetenango, Guatemala. Edited by James E. Brady. Association for Mexican Cave Studies, Bulletin 20. P.27-40
Seler, Eduard
1901 DieAlten Ansiedlungen von Chacula, im Distrikte Nentòn des Departments Huehuetenango de Republik Guatemala. Dietrich Reiner Verlag, Berlin.
Figura 1 Mapa de Huehuetenango.
Figura 2 Mapa de Quen Santo.
Figura 3 Estela.
Figura 4 Fragmentos de estela.
Figura 5 Esculturas e Incensario.
Figura 6 Muro 1.
Figura 7 Cámara 1.
Figura 8 Muros 1 y 2.
Figura 9 Petrograbado 1 y acercamiento.
Figura 10 Petrograbados 2, 3 y 4.
Figura 11 Petrograbados 5, 6 y 7.
Figura 12 Pinturas 1, 2, 3 y 4.
Figura 13 Circular 1, 2 y 3.
Figura 14 Circular 4, 5 y 6.