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Nondedeo,Philippe; Dominique Michelet; Alejandro Patiño ; Martin Rangel; Patrice Bonnafoux ; Diana Méndez ; Julien Sion ; Diana Belches y Geraldine Fondebilla
2011 Acercamiento a los conjuntos residenciales de Naachtun: Resultados preliminares de la Primera Temporada de Campo (2010). En XXIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2010 (editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 53-65. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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ACERCAMIENTO A LOS CONJUNTOS RESIDENCIALES
DE NAACHTUN: RESULTADOS PRELIMINARES
DE LA PRIMERA TEMPORADA DE CAMPO (2010)
Philippe Nondedeo
Dominique Michelet
Alejandro Patiño
Martin Rangel
Patrice Bonnafoux
Diana Méndez
Julien Sion
Diana Belches
Geraldine Fondebilla
PALABRAS CLAVE
Tierras Bajas Mayas, Naachtun, estructuras residenciales, temporada 2010
ABSTRACT
As a result of the first field season at Naachtun, five years after the previous Canadian project, some new ideas and interpretations on the architectural development of the numerous elite residential complexes forming part of Group B at the site can be outlined. The stratigraphic testpits in the plazas and patios, together with a systematic revision of looted areas, allows us to formulate a preliminary functional definition of the different components at the site and to outline its development in a global way. In this work we emphasize in particular the beginnings of occupation at the site that occurred in the transition between the Late Preclassic and Early Classic periods.
INTRODUCCIÓN
El sitio de Naachtun, ubicado a 25 km al este-noreste de El Mirador es un asentamiento clave para entender la transición del Preclásico al Clásico en la Cuenca de Mirador. En efecto gracias a los primeros trabajos arqueológicos llevados a cabo en 2004-2005 por el equipo de K. Reese-Taylor (Reese-Taylor, et al. 2005), se sabe que Naachtun atravesó la crisis que afectó la “Cuenca” en 150 DC, crisis que fue identificada por el equipo de R. Hansen (Hansen, et al., 2002, 2008; Wahl, et al. 2007) y que acabó con la mayoría de los centros monumentales del Preclásico (Figura 1). Naachtun no sólo atravesó esta crisis sino que parece haberse beneficiado de estas mutaciones regionales profundas. De hecho, el periodo Clásico Temprano corresponde en el sitio a un auge importante si se compara su desarrollo en aquel entonces con la ocupación leve detectada para el Preclásico Tardío. El nuevo proyecto Naachtun, cuya primera temporada de campo se llevó a cabo en Abril y Mayo del año 2010, pretende entre sus objetivos, entender mejor esta fase de transición, y en particular este auge del Clásico Temprano el cual se manifiesta, según los resultados obtenidos por el equipo canadiense, por la construcción entre otros, del monumental Complejo Tipo E (Grupo A) y la instalación en el sitio de una dinastía real (Mathews, et al., 2005).
Nacido en diciembre de 2009, el Proyecto Arqueológico Naachtun se inscribe en la continuidad del proyecto anterior, y su existencia se debe tanto a la voluntad de la Embajada de Francia en Guatemala como al apoyo de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala de ver la elaboración de un nuevo proyecto franco-guatemalteco en el país después de la conclusión en 2003 del Proyecto La Joyanca (Arnauld, et al. 2004). Se decidió enfocar el interés en este sitio de Naachtun
porque representa una oportunidad de estudiar una capital regional del periodo Clásico ubicada en esta región clave de Mirador y así entender mejor el papel político de la “Cuenca” en el marco del conflicto Calakmul-Tikal para la hegemonía regional.
OBJETIVOS
El proyecto Naachtun se concibe como un proyecto de 5 años (2010 – 2014) y sus objetivos, de varias índoles, se podrían listar de la siguiente manera:
- Realizar un estudio paleo-ambiental del sitio que permita definir cuáles fueron los recursos, las condiciones locales y las estrategias agrícolas que favorecieron el asentamiento humano allí y que permitieron al sitio, en su conjunto, atravesar la crisis ambiental de 150 DC;
- Reconstruir la dinámica del desarrollo del sitio a través del estudio de sus diferentes componentes;
- Estudiar las élites de Naachtun, su composición, organización y evolución a lo largo del tiempo a partir, en particular de sus residencias y de sus producciones;
- Finalmente, evaluar el impacto sociopolítico y socioeconómico de los conflictos Calakmul-Tikal y sus posibles repercusiones sobre las élites del sitio.
PRESENTACIÓN DEL SITIO
Naachtun se encuentra en el extremo noreste de la “Cuenca” y se ubica a menos de 4 km de la frontera con México. El sitio ocupa una elevación natural Este-Oeste, la cual domina un gran cibal que lo bordea del lado norte. Es probable que la presencia de este cibal tenga algo que ver con la instalación de los primeros habitantes en el sitio. El núcleo monumental de Naachtun, visitado por primera vez por S. Morley en 1922 y mapeado luego en 1933 por el equipo de la Carnegie encabezado por Ruppert y Denison (1943), abarca un sector de 78 hectáreas (Figura 2). Al observar el mapa y luego de haber examinado detalladamente una gran cantidad de saqueos, se pueden distinguir tres sectores con divisiones funcionales probables:
- Un espacio ceremonial/público en el centro, o Grupo A, en el que se observa el Complejo Tipo E, las plazas centrales, el Juego de Pelota y el Complejo Amurallado;
- Un sector este, el Grupo B, totalmente residencial, con sus tres conjuntos de patios;
- Un sector oeste, o Grupo C, foco de la ocupación al final del Preclásico con su complejo triádico, y también lugar ritual de primer orden con una connotación funeraria fuerte. En efecto, al revisar los saqueos de este sector, se observa la presencia de al menos un entierro y una posible cámara funeraria, cuyas paredes fueron recubiertas de pintura roja (hematita especular), acomodados adentro de las plataformas más antiguas del sitio (Estr. V). Se plantea entonces la hipótesis de que este sector ritual del final del Preclásico se haya convertido en el periodo Clásico en un espacio funerario.
TEMPORADA 2010
Las operaciones de campo previstas para el año 2010 tenían como principal meta, además de familiarizarse con el sitio, proporcionar información general sobre el asentamiento, permitiendo la definición de los grandes ejes de investigación a desarrollar en los cuatro años siguientes. Estas operaciones fueron esencialmente de cuatro índoles y se enfocaron esencialmente en el Grupo B:
1) La revisión del mapa de Ruppert y Denison (1943), modificado por Morton en 2004-2005, así como su ampliación hacia el sur y el noreste.
2) El registro completo de las trincheras de saqueos que se localizaron en los tres conjuntos residenciales del Grupo B, así como el relleno de 31 de ellas.
3) La realización de sondeos estratigráficos en los tres conjuntos de patios del mismo Grupo residencial B así como en la Plaza Este y en la Plaza Río Bec.
4) El análisis preliminar del material cerámico.
OPERACIÓN DE PROSPECCIÓN Y MAPEO
El trabajo de revisión del mapa y extensión del mapeo del sitio, tenía fundamentalmente dos objetivos. El primero buscaba averiguar la organización y la configuración espacial de los tres conjuntos de patios residenciales centrales levantados por la Carnegie ya que se había observado, durante la visita preliminar, discrepancias fuertes entre el dibujo de O’Neill y la realidad física. Esta operación permitió definir mejor los espacios de los patios, identificar nuevos patios y adoptar una numeración continua tanto de las estructuras como de los patios en este gran sector residencial. Al final, son más de 44 patios y no 23, los que se identificaron en los tres complejos residenciales del Grupo B.
El segundo objetivo consistía en extender el mapa de la Carnegie, el cual se había enfocado esencialmente en el núcleo monumental del sitio, de manera de incluir los eventuales grupos residenciales ubicados en la periferia del sitio. Se trataba en esta operación de dar un contexto habitacional más amplio al sitio y empezar a buscar sus límites. Para tal ejercicio, se recurrió a brechas ortogonales norte-sur y distantes entre sí de 100 m las cuales constituyen de facto un sistema de cuadriculación establecido utilizando brújulas de precisión y telémetros electrónicos. Estas brechas, fueron establecidas a partir de una línea de base oeste-este, que pasa al sur del Grupo A y que fue orientada según los “datums permanentes” fijados por G. Morton, cuando en el marco del proyecto anterior, él se dedicó a controlar y empezar a corregir el plano de la Carnegie (Morton 2007 Fig. 4.4).
Siguiendo este proceso, se cubrió un sector de 26 hectáreas en el noreste del sitio y otro de 37 en el sector sur-sureste. A pesar de la relativamente buena fiabilidad de esos materiales, no se puede de ninguna manera considerar la cuadrícula obtenida como definitiva. Por otra parte, y por falta de tiempo, sólo se registraron las construcciones atravesadas por las brechas o visibles desde ellas así como las otras que las circundan; no se llevó a cabo entonces una prospección integral de cada hectárea definida. Por lo tanto, la imagen que se consiguió del patrón de asentamiento en la periferia de Naachtun es, sin lugar a dudas, incompleta. Dicha operación de prospección sistemática iniciará a partir del 2011.
Cabe señalar también que el proyecto anterior había iniciado trabajos preliminares de prospección en la parte sur del sitio pero este trabajo realizado por Christopher Morehart y Fernando Rochaix (Rangel y Reese-Taylor 2005) había quedado inédito, y los dibujos que se generaron nunca se añadieron al mapa general. Lo que en el presente proyecto se logró reconstituir y traducir en figuras durante la primera temporada del nuevo proyecto, aunque no puede ser considerado más que como una serie de croquis —de hecho no se tomaron medidas precisas—, es fácilmente legible y da una buena idea de la configuración de las unidades detectadas, representadas según las convenciones gráficas de la Carnegie.
En la porción al noreste del sector central, mapeado topográficamente por la Carnegie, aparecieron varios conjuntos adicionales de tipo habitacional, organizados todos salvo unas que otras estructuras, en torno a patios o a una verdadera plaza. De manera general, todo el espacio al norte del Grupo B que precede la pendiente hacia el cibal parece haber estado en proceso de “colonización” por unidades residenciales poco complejas. Aparte del hallazgo de algunos conjuntos ya periféricos al noreste, se pudo comprobar que el sector residencial central del Grupo B, fechado básicamente para el Clásico Tardío, se extendía más al norte de lo conocido con anterioridad.
En la parte sur del sitio, tal como lo enseña el plano, se está frente a una auténtica zona periférica en relación con el centro del asentamiento. Por un lado, existe justo al sur del Grupo A un espacio vacío de unos 100 m de ancho casi libre de todo edificio que separa la periferia, del centro propiamente dicho; por el otro, la densidad de las unidades habitacionales allí presentes es menor que en los tres conjuntos del Grupo B. Esta periferia encuentra sus límites naturales cuando empieza al sur un bajo infranqueable. La imagen que se tiene hoy en día de la periferia de Naachtun muestra un patrón de asentamiento disperso conformado por conjuntos habitacionales bastante nucleados, o sea concentraciones mayores de edificios organizados en torno a patios o en grupos de patios; existen también unidades residenciales (de tipo informal o en patio abierto) aparentemente independientes de solamente unas pocas estructuras (dos al menos).
Entre las concentraciones mayores detectadas, el conjunto más importante se sitúa hacia la esquina suroeste del sector cubierto; rebasa las 5 hectáreas y podría considerarse como un centro secundario. Si se considera la composición de estos conjuntos, se observa que entre dichas concentraciones, destaca siempre uno o más edificios que bien podrían haber fungido como templo local o familiar, aún de dimensiones modestas. Los montículos correspondientes se distinguen por su base más o menos cuadrada y su carácter más empinado que los demás. A diferencia de Tikal (Becker 2004), no ocupan una posición particular en los conjuntos. Finalmente, cabe añadir que esta parte del sitio ha sufrido al igual que el centro, la intervención intempestiva de saqueadores. Según lo que se pudo averiguar en más de 13 casos los saqueadores dieron con sepulturas, dejando cerámica completa in situ en 11 de ellos. Conforme a estos materiales, cinco de estas sepulturas se remontarían al Clásico Temprano, colocándose otras seis en el Clásico Tardío y la última hacia el Clásico Terminal.
Falta agregar en definitiva que la prolongación de la brecha-maestra más al oeste del conjunto triádico del Grupo C, si bien permitió hallar en sus inmediaciones un grupo habitacional con patio, no logró verdaderamente ubicar el límite occidental del sitio: casi en el punto donde se interrumpió, aún se registró una unidad residencial; ahora bien, su tamaño reducido así como la baja densidad de las construcciones descubiertas en los últimos 300 m de dicha brecha hacen pensar que allí se estaría seguramente en una zona periférica. Este punto necesitará, sin embargo, ser verificado en una futura temporada de campo.
REGISTRO DE SAQUEOS
Los 88 saqueos que se registraron de manera sistemática se encuentran repartidos en los tres complejos residenciales del Grupo B, así como en los dos conjuntos habitacionales más cercanos al norte. Para cada uno de ellos, se llenó una ficha descriptiva estándar y se procedió a recolecciones de superficie. En cada ficha, se anotaron la forma y las dimensiones del saqueo, la estratigrafía del edificio descubierto, los elementos morfológicos revelados así como apuntes sobre el material recolectado y dibujos acompañados de fotos de los elementos arquitectónicos.
Aparte de unos pocos casos, los saqueos enseñaron en su gran mayoría elementos constructivos de las estructuras que atacaron. Por un lado, se trata básicamente de muros exteriores de los edificios, los cuales fueron destruidos/atravesados por las trincheras; más raramente se trata de jambas de puertas y de muros de división internos. Por otro lado, casi todos los saqueos revelaron uno o varios pisos interiores, debajo de los cuales casi sistemáticamente se encontraron pisos de construcción. Sin embargo, el elemento constructivo más común descubierto por los saqueos fueron las 30 banquetas identificadas a veces provistas de nichos, que alcanzan un promedio de 0.50 m de alto. En un caso, el saqueo permitió darse cuenta de la poca altura de una habitación, ya que descubrió tanto una banqueta como el arranque de la bóveda a sólo unos 1.50 m arriba de la primera. Eso hace pensar que probablemente todos los cuartos del Grupo B debían de tener alturas limitadas (alrededor de 2.50 m en total), aún si estaban comúnmente cubiertos por bóvedas de piedras.
También se pudo registrar algunos casos de modificaciones internas de los edificios, ilustrado por el hecho de acomodar una cámara funeraria contra el muro de una antigua banqueta aniquilada. Por otra parte, escasean en general los indicios de que los saqueadores alcanzaron sepulturas. Ahora bien, muchas de ellas debían de ser sencillos entierros en fosa ubicados debajo de los pisos de los cuartos, y justamente los saqueos pasan sistemáticamente debajo de dichos pisos. Finalmente, es de comentar que pocos saqueos enseñaron verdaderas sub-estructuras recubiertas por otras. Eso concuerda bastante bien con los resultados de los sondeos estratigráficos excavados en los diferentes patios del Grupo B, mismos que documentan historias de construcción y ocupación relativamente cortas. El material cerámico recolectado en estos saqueos, si no permite fechar las estructuras, da sin embargo tendencias globales e indica la presencia dominante del Clásico Tardío, lo que coincide con los resultados de los sondeos estratigráficos.
SONDEOS ESTRATIGRÁFICOS
Esta operación se llevó a cabo en dos contextos bien definidos: los tres conjuntos de patios del Grupo B por un lado y, por el otro, las dos plazas públicas contiguas a estos patios, o sea la Plaza Este y la Plaza Río Bec (Figura 3). Con las excavaciones en las plazas, se pretendía intentar fechar precisamente la construcción y la ocupación de los grandes componentes de la ciudad a manera de empezar a reconstituir la dinámica de desarrollo global del sitio. Aunque no se dispone de los resultados del análisis del material cerámico, se puede sin embargo, proponer algunas observaciones. Tanto la Plaza Este como la Plaza Río Bec han sido construidas en una sola etapa y no parecen haber sufrido remodelaciones. Un solo piso ha sido detectado y el esfuerzo involucrado en su construcción no fue tan enorme ya que consistió sobre todo en la nivelación de la roca natural lo que necesitó un relleno de entre 0.30 m y 0.60 m de grosor según el sector. Esta ausencia de estratigrafía profunda en las plazas no es nada nuevo ya que había sido también observada por el proyecto anterior el cual había sondeado sobre todo en las Plazas Norte y Oeste (Rangel y Reese-Taylor 2005).
El trabajo de fechamiento sistemático de los conjuntos de patios movilizó la mayoría de los esfuerzos del proyecto en 2010. Se trataba de fechar las fases de construcción y ocupación de cada patio con el fin de reconstituir al final la secuencia de cada conjunto. Esta secuencia debía permitir elegir entre diferentes guiones en cuanto al desarrollo de estos conjuntos: ¿Un desarrollo sucesivo en el tiempo, lo que puede implicar cierta competición entre los linajes y familias dominantes del sitio y alternancia de las familias en el poder; un desarrollo simultáneo, lo que podría tal vez reflejar cierta complementariedad funcional de cada complejo? Para abordar estas cuestiones cuya finalidad es la mejor comprensión de la composición social y organización interna de estos conjuntos -para parafrasear a Inomata y Houston (2000-2001) (¿Quiénes vivían allí? ¿Se trataba de la élite o simplemente de cuerpos de artesanos, funcionarios, militares, comerciantes…? ¿Qué tipo de actividades se desarrollaban en ellos? ¿Qué tipo de relaciones sociales unían a los habitantes?)-, se necesitaba primero localizar los contextos sellados marcadores de las etapas de construcción y, en la medida de lo posible, algunos basureros que contenían muestras representativas de la duración de la ocupación. En vez de ubicar los sondeos en el centro de los patios, se decidió colocarlos al pie mismo de los edificios con la idea de identificar restos de pisos protegidos por los escombros de los edificios así como de localizar desechos de ocupación al pie de los accesos.
Esta operación dio resultados importantes así como un volumen sustancial de datos que apenas se están procesando. El aspecto más llamativo es la cantidad importante de material de toda índole que se recuperó en estos sondeos. Si se considera únicamente el material cerámico, se recuperó aproximadamente entre 80 y 100,000 tiestos, lo que va a servir para completar la construcción de la secuencia cerámica del sitio esbozada por el proyecto anterior (Reese-Taylor, et al. 2005; Rangel, et al. sf.; Walker y Alvarado 2005:133-136). Al contrario de lo que se había planteado al inicio, imaginando un desarrollo de los patios a lo largo del Clásico Temprano, Tardío y Terminal con base en los resultados del proyecto anterior (Morton 2007; Arredondo 2009), estos conjuntos de patios fueron básicamente construidos a partir del Clásico Tardío y ocupados hasta el Clásico Terminal. De los tres, el Conjunto Oeste parece ser sin embargo el más antiguo, seguido por el Conjunto Central y, talvez luego, por el Conjunto Sur. Esta progresión espacio-temporal se percibe primero a través de la evolución de los porcentajes respectivos de materiales del Clásico Temprano y Tardío presentes en los rellenos del Clásico Tardío, y también de la proporción de materiales del Clásico Terminal registrada encima de los pisos. Dicho material tardío aumenta en frecuencia y en tipos representados conforme uno se dirige hacia el sur y el Conjunto Sur.
Estos resultados, por supuesto preliminares, subrayan también un fenómeno importante: la ausencia de una ocupación de los patios durante el Clásico Temprano. Todo lo que se ve hoy día en superficie fue fundado al menos durante el Clásico Tardío. Sin embargo, se ha podido identificar en los sondeos algunas sub-construcciones ya sea pisos o sub-plataformas, que se fechan para el Clásico Temprano. Éstas se encuentran exclusivamente en el extremo noroeste del Complejo Oeste, indicando un foco de ocupación más temprana en este sector (Figura 4). Esta ocupación Clásico Temprano ha sido sepultada debajo de un relleno del Clásico Tardío de más de 0.60 m de grosor. El hecho de encontrar
esta concentración de sub-construcciones en este sector se podría tal vez explicar por la cercanía del posible palacio real, cuya construcción inició tal vez durante el Clásico Temprano, tal como lo podrían indicar las Estelas 1 y 2 colocadas a sus pies y dedicadas respectivamente en 623 y 633 DC (Mathews, et al. 2005).
Otro detalle importante que vale la pena recalcar y que podría explicar la circunscripción de la ocupación Clásico Temprano a este sector, es la presencia, justo al sur, de un sector bastante bien delimitado y poco propicio a la instalación humana. En efecto, los cuatro sondeos que se hicieron allí revelaron la presencia de una espesa capa de arcilla natural de aproximadamente 0.60 m y 0.95 m de grosor que recubría el sustrato rocoso (Figura 5). No se sabe si esta capa se formó de manera natural o bien si se trata de un depósito antrópico para fines agrícolas tal como se observó en el resto de la Cuenca para periodos mucho más tempranos (Hansen, et al. 2002). A diferencia de Nakbe o Mirador, las capas de arcilla del bajo encontradas en Naachtun no recubrieron ocupaciones más tempranas y están asociadas exclusivamente con materiales cerámicos del Clásico Temprano. Si se logra comprobar en el futuro que estos depósitos, son bien el fruto de un acto antrópico, eso podría significar que esta técnica agrícola Preclásica de abonar los campos de cultivos con arcillas de bajo estaba aún en uso en Naachtun durante buena parte del Clásico Temprano. Todo este sector ha sido completamente rellenado durante el Clásico Tardío con capas de desechos de ocupación y capas de relleno de piedrín antes de asentar los primeros pisos de patio y muros de las construcciones. En otros términos, los cimientos de estas nuevas construcciones descansan directamente sobre esta capa de arcilla y no sobre el sustrato rocoso.
Otro de los aspectos muy sorprendentes revelados por estos sondeos es la ausencia casi total de material del Preclásico en los sondeos efectuados. Después de haber analizado más de 58,000 tiestos, se cuenta apenas con un total de 40 tiestos de este periodo repartidos en ocho sondeos diferentes y hallados siempre en contextos del Clásico Temprano. La vacuidad de la ocupación en este sector del sitio durante el Preclásico no deja de cuestionarse y plantea problemas en cuanto al desarrollo del sitio, sobre todo si la imagen obtenida a partir de esta serie de sondeos refleja un fenómeno casi generalizado a la escala del sitio. Si tal fuera el caso, y aún considerando el Grupo C y el Conjunto Amurallado que tienen una ocupación preclásica (Reese-Taylor, et al. 2005; Arredondo 2009), habría que considerar el desarrollo espectacular del sitio durante el Clásico Temprano, en particular alrededor de su monumental Grupo Tipo E, no como un crecimiento demográfico natural sino como el resultado de la llegada y la instalación en Naachtun de una población en procedencia de la “Cuenca” cercana, y tal vez de los propios centros de El Mirador y Nakbe a tan sólo 25 km.
ANÁLISIS PRELIMINAR DEL MATERIAL CERÁMICO
A partir del análisis preliminar del material cerámico que cubre aproximadamente la mitad de los sondeos de 2010 (18/41) y totaliza 58,500 tiestos, se puede inferir ciertas tendencias y formular comentarios generales acerca de las producciones de Naachtun y de las esferas de influencias en las que participó a lo largo de su historia. Ya se ha señalado la casi ausencia de material del Preclásico Tardío en las colecciones de 2010, pero cabe mencionar también la ocupación leve durante la primera fase del Clásico Temprano (equivalente a Tzakol Medio) cuyo material ha sido encontrado únicamente en contexto de reutilización en rellenos más tardíos, por lo que no está asociado aún con construcciones detectadas.
Este material muestra una combinación de modos del Preclásico Tardío con elementos que serán comunes en el Clásico Temprano de Naachtun. Modos del Preclásico tales como bordes evertidos, superficies cerosas, desgrasantes de tiesto molido y capas dobles de engobe continúan durante la primera parte del Clásico Temprano en cerámicas monocromas. No obstante, se aprecian novedades tecnológicas tales como cerámicas policromas con superficies mates. Sin embargo, no se han detectado materiales que se podrían considerar como típicos del “Protoclásico”, y es muy factible que Naachtun haya quedado dentro de una esfera de interacción distinta de la del Protoclásico tal y como se documenta en sitios como Holmul (Brady, et al. 1998).
La cerámica del Clásico Temprano, abundante en el complejo equivalente a Tzakol 3, se similar a
materiales contemporáneos en otros sitios de Petén. Sin embargo, ciertos motivos comunes en Uaxactun y Tikal no aparecen en la iconografía de la cerámica de Naachtun. Por otra parte, la presencia de vasijas con pestaña basal tipo Caal Rojo Policromo indican interacción a nivel de élite con el sitio vecino de Río Azul (Adams 1999; Walling, et al. 2000: 212, fig. 8).
La primera fase del Clásico Tardío no parece corresponder a una ocupación sustancial en el Grupo B. Esto se debe tal vez a problemas de identificación en este complejo, de la cerámica monocroma y sin engobe. La segunda fase del Clásico Tardío (contemporánea de Tepeu 2), es la mejor representada en las colecciones de 2010. En términos estilísticos los menajes de esta época son similares a la cerámica del centro de Petén: policromos del Grupo Palmar comparten similitudes en forma y temas con vasijas documentadas en Tikal (Culbert 1993); sin embargo, la cerámica monocroma de Naachtun, en particular los monocromos rojos, tienen características tecnológicas peculiares que no se parecen a materiales contemporáneos en otros sitios.
Entre estas características, destacan la dureza de las pastas y la presencia de nubes de cocción ante o gris casi plomizo que cubren más del 80% de la superficie de varios bordes. Si la cerámica de Naachtun durante el Clásico Tardío muestra cierta afiliación con el centro de Petén, indica también la llegada en el sitio de producciones de otras regiones, fenómeno que va a ir creciendo durante el Clásico Terminal. Así, tipos comunes de la región de Piedras Negras (Suktan Crema Policromo, Santa Rosa Crema Policromo, Mataculebra Crema Policromo) (Muñoz 2002), se encuentran en Naachtun, aunque no se sabe aún si son importaciones o imitaciones locales. En cambio, importaciones de cerámicas grises Chablekal originarias del Usumacinta están bien atestadas en el sitio (Bishop 1994; Foias 1996). Por otra parte, y al otro extremo, la presencia de cerámica monocroma del Grupo Belice y cerámica sin engobe (Cayo sin Engobe) indica relaciones con asentamientos del valle del río Belice durante el Clásico Tardío (Gifford 1976:255-267, 279-283).
Si las conexiones con Belice permanecen durante el Clásico Terminal a través, en particular, de la presencia de cerámica monocroma con superficie cerosa que sugieren afiliaciones con la Costa Este de Belice — Masson y Mock (2004:387-388) reportan materiales cerámicos similares en sitios como Caye Coco —, Naachtun parece ahora abrirse hacia las influencias del norte y desarrollar vínculos culturales (y tal vez políticos) con centros de la región Río Bec. Existen similitudes entre cerámica del Grupo Achote de Naachtun y materiales reportados por Ball en Becan. También, la presencia de algunos fragmentos de cerámica Pizarra del Grupo Muna refuerza esta influencia norteña. El Clásico Terminal en Naachtun es definitivamente un periodo de auge e interacción con diferentes regiones y la presencia de tres variedades de Provincia Plano-Relieve y otros tipos del Grupo Balancan (así como materiales del Grupo Silho) sugiere que Naachtun participó activamente en redes de intercambio panregionales (Bishop 1994). Sin embargo, y a pesar de todo, el material cerámico de Naachtun se clasifica dentro de la esfera Tepeu 3 del centro de Petén ya que dominan en las colecciones grupos como Tinaja y Encanto (Rice y Forsyth 2004:50).
CONCLUSIÓN
A manera de conclusión, los datos recolectados durante la temporada 2010, por la cantidad de material y la calidad de la información recogida, permiten delinear un primer esquema del desarrollo de los conjuntos residenciales de Naachtun, al mismo tiempo que validan la perspectiva de estudiar y reconstituir más a fondo la vida cotidiana de la élite que vivió en estas residencias. Sin embargo, los resultados preliminares plantean también nuevas preguntas y perspectivas de investigación. Una de ellas, entre las más llamativas, concierne la localización, por buscar, de los conjuntos residenciales de las élites durante el Clásico Temprano, sabiendo ahora que los conjuntos residenciales del Grupo B fueron fundados a partir del Clásico Tardío. Esta fundación casi simultánea de tantas residencias no deja de sorprender y se podría plantear como hipótesis de trabajo a comprobar para el futuro, cierta voluntad por parte de la familia real de Naachtun de ejercer cierto control sobre las élites del sitio, manteniéndolas en un mismo lugar.
AGRADECIMIENTOS
Quisiéramos expresar nuestros más sinceros agradecimientos al Dr. Héctor Escobedo, viceministro de Cultura y Deportes, al Lic. Juan Carlos Pérez, Director General del Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala, a la Lic. Mónica Urquizú, Jefa del Departamento de Monumentos Prehispánicos por habernos brindado su apoyo y su ayuda desde los primeros pasos de la génesis de este nuevo proyecto. Quisiéramos agradecer también a la Dra. Bárbara Arroyo por habernos dado la oportunidad de presentar aquí, en Guatemala, los primeros resultados de la primera temporada de campo de este nuevo proyecto. El Proyecto Arqueológico Naachtun es un proyecto de la unidad 8096 del CNRS/Universidad de Paris I Panteón-Sorbona a través del CEMCA-GUATEMALA y no habría sido posible sin el apoyo financiero de la Embajada de Francia en Guatemala, representada por su embajadora, su excelencia Michèle Ramis, de la Secretaria de Relaciones Exteriores y Europeas de Francia, de la Cooperación Regional (CCCAC) y de empresas locales (la compañía Perenco, la compañía BIC y la función PACUNAM).
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Figura 1 Mapa de la Cuenca de Mirador ubicando el sitio de Naachtun (después de Hansen).
Figura 2 Mapa preliminar del sitio de Naachtun incluyendo parte de su periferia (después de Ruppert y Denison 1943 y Morton 2007). En negro aparecen las estructuras añadidas en 2010 en los sectores noreste y sur-sureste.
Figura 3 Mapa preliminar de los tres conjuntos residenciales en patios del Grupo B con la ubicación de los 41 pozos de sondeos realizados en 2010.
Figura 4 Ocupación Clásico Temprano en el sector noroeste del Conjunto Oeste detectada en los sondeos. Justo al sur de esta concentración se observa un sector marcado por un círculo y en donde se encuentra la espesa capa de arcilla recubriendo la roca.
Figura 5 Fotografía del sondeo 1 en el Patio 1 al final de su excavación. Se nota la espesa capa de arcilla que alcanza casi un metro en este sector.