Barrios, Edy y Raquel Macario
2012 Reevaluación del plano arqueológico de Q’umarkaj: Propuesta para una nueva nomenclatura de identificación de los edificios. En XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2011 (editado por B. Arroyo, L. Paiz, y H. Mejía), pp. 998-1012. Ministerio de Cultura y Deportes, Instituto de Antropología e Historia y Asociación Tikal, Guatemala (versión digital).
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REEVALUACION DEL PLANO ARQUEOLOGICO DE Q’UMARKAJ: PROPUESTA PARA UNA NUEVA NOMENCLATURA DE IDENTIFICACIÓN DE LOS EDIFICIOS
Edy Barrios
Raquel Macario
PALABRAS CLAVE
Altiplano, Quiche, Q’umarkaj, plaza, juego de pelota, cueva
ABSTRACT
In 2009 it conducted a review of the archaeological map of the capital Postclassic Quiche known as Q’umarkaj, these activities have helped confirm the accuracy of the earlier map made in the 1970s by members of the State University of New York at Albany (SUNY), however, that map was defined in a complex nomenclature based on typological and morphological characteristics of the architectural complexes that were assigned to specific functions based on hypothetical approaches lack a representative sample of archaeological data. So this paper presents the proposal of a nomenclature simple, practical and consistent to enable easy identification of the location and architectural buildings that make them up, and also to add amendments and corrections where new excavations provide evidence for understanding of the settlement, its structure and architectural space, as well as facilitate monitoring of the conservation status of groups of buildings.
Enclavada entre cerros, montañas y profundos barrancos, la capital prehispánica de la entidad social y política K’iche’ fue construida en el corazón del actual departamento de Quiché en las Tierras Altas occidentales de Guatemala, a escasos 4 km al oeste de la cabecera departamental de Santa Cruz del Quiché (Figura 1).
El asentamiento tiene una alta concentración de edificios ubicados alrededor de una Plaza Central, los cuales fueron construidos sobre una meseta situada sobre una elevada colina, que a su vez está rodeada por los ríos. Por lo tanto el paisaje que rodea al sitio tiene marcados contrastes característicos de la región dominada por la cadena montañosa conocida como Sierra Madre, que en el centro de Quiché se conoce como Sierra de Chuacús, una extensión de la Sierra de los Cuchumatanes (Villar 1998).
Aunque se desconoce a ciencia cierta la fecha de fundación de la ciudad, es muy probable que haya sido mucho después de 1250, en el periodo Postclásico Tardío es decir apenas un poco más de dos siglos antes de la llegada de los españoles, cuando acabaron definitivamente con la ocupación de la ciudad incendiándola y saqueándola, además de sacrificar a sus gobernantes.
ANTECEDENTES
Luego de su destrucción en manos de los conquistadores, bajo las ordenes de Pedro de Alvarado, el asentamiento de Q’umarkaj no quedó en el olvido, ya que son recurrentes las menciones que fueron hechas en los documentos indígenas de los años posteriores a la conquista, tales como el Popol Vuh (Recinos 2001a), el Título Real de Don Francisco Izquin-Nehaib (Recinos 2001b), el Título de Totonicapán (Carmack y Mondloch 1983), entre otros, reflejando como la destruida ciudad perduró en la memoria colectiva del pueblo K’iche’. En este último texto aparece un croquis de la ciudad (Figura 2).
Por su parte, algunas descripciones interesantes del período colonial hacen mención a Q’umarkaj-Utatlán y su organización social, e incluso resaltan y remarcan la importancia de identidad histórica y el origen de los grupos mesoamericanos, cosa poco común al pensamiento de la época (ver Las Casas 1909, Fuentes y Guzmán 1882, Juarros 1808, Gall 2000), sin embargo, durante el siglo XVIII los bloques de piedras del sitio fueron utilizados en la construcción del convento de Santa Cruz del Quiche (Gall 2000), demostrando el total desinterés de las autoridades por preservar los monumentos del asentamiento. En los primeros años de la época republicana misiones oficiales y exploradores extranjeros pusieron sus ojos en el sitio, teniendo como resultado una serie de descripciones, dibujos y el primer plano de la ciudad que data de 1834 (Chinchilla 1999, del Águila 2007) (Figura 3), además, en 1893 el presidente de turno, General José María Reina Barrios, le confiere el reconocimiento oficial por su importancia como monumento antiguo, no obstante, durante el gobierno de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920), cuando fue construida la torre del reloj que se encuentra en la plaza central de Santa Cruz del Quiché, nuevamente fueron extraídos materiales para su construcción de los abandonados edificios de Q’umarkaj (S. Argueta, Comunicación Personal 2009).
En el siglo XIX las exploraciones más renombradas incluyen las de John L. Stephens y Catherwood (1838), César Daly (1857), W. Boddam Whetan (1875), W. T. Brigham (1883), A. P. Maudsley (1887), K. Sapper (1894), siendo los primeros dos quienes realizaron los primeros informes gráficos de esta ciudad prehispánica (cf. Carmack 2001:322). Las primeras fotografías conocidas del sitio fueron publicadas por Franz Termer (1920 y 1927). En 1947 R. Wauchope (1949) realizó las primeras excavaciones en el lugar, y aunque limitadas, pretendían ampliar la secuencia arqueológica del Postclásico guatemalteco (Wyllys et al. 1981, del Águila 2007). En 1957 J. Guillemin visitó el lugar e hizo limpiar casi por completo la vegetación existente, lo que permitió realizar fotografías aéreas en las que se obtuvo una excelente visibilidad de los edificios presentes (Wallace 1977). No fue sino hasta las décadas de 1970-1980 cuando R. Carmack lideró a un equipo de arqueólogos de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY) quienes realizaron excavaciones intensivas en el sitio definiendo la arquitectura de algunos edificios y su papel a nivel regional, además de levantar el primer mapa arqueológico fiel del asentamiento (Figura 4), siendo uno de los resultados más relevantes el análisis de la organización interna de la ciudad contrastada con los datos de las fuentes indígenas del período colonial (Wallace 1977, Carmack y Weeks 1981, entre otros). Al mismo tiempo, en 1972 un acuerdo gubernativo lo elevó a la categoría de Ciudad Símbolo (Gall 2000).
Finalmente a partir del año 2003 el Proyecto Etnoarqueológico Q’umarkaj en cooperación del Centro de estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA) y el Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), bajo la dirección de Yvonne Puyzeys y coordinación de Raquel Macario, con arqueólogos guatemaltecos y franceses han realizado diversas labores en el sitio mismo, como excavaciones, reconocimiento, mapeo del límite del área del sitio, así como labores comunitarias con el fin de buscar mecanismos adecuados para la protección y valorización del sitio arqueológico, de su importancia y significado histórico y cultural.
NOMENCLATURA DE LOS GRUPOS ARQUITECTONICOS Y SUS EDIFICIOS
El excelente mapa de Q’umarkaj presentado por Wallace (1977) ha servido de base para el nuevo levantamiento, sin embargo, dicho mapa presenta evidencias que en la actualidad son imposibles de discernir por lo que solamente se midieron aquellos que resultaron evidentes. El mismo autor sugiere que la ciudad fue diseñada siguiendo una organización dual (Moietal Division) que partió el sitio en dos sectores, uno al norte y otro al sur, incluyendo a la Plaza Central y el Patio para Juego de Pelota; a partir de ese dato, Wallace definió una compleja nomenclatura en base a las características tipológicas y morfológicas de los conjuntos arquitectónicos a los cuales asignó funciones específicas, y para la identificación de los conjuntos utilizó numerales, seguido de las letras “a” para aquellas ubicadas en el sector sur y “b” para las del sector norte (Figura 5). Las unidades arquitectónicas fueron identificadas de la siguiente manera (Cuadro 1):
Nomenclatura
Definición en inglés
Definición en español
RC
Ritual Council Plaza
Plaza Ritual de Consejo
C
Ritual Council Plaza without Temple
Plaza Ritual de Consejo sin Templo
SP
Subplaza of main Plaza
Subplaza de la Plaza Central
P
Palace
Palacio
HG
House Group
Grupo de casas
M
Non-conforming structures and units
Estructuras y unidades que no conforman grupos
Main Plaza
Main Plaza
Plaza Central
Cuadro 1. Nomenclatura de identificación de unidades arquitectónicas en Q’umarkaj planteado por D. Wallace (1977: 31-39)
Si bien es cierto que las apreciaciones de D. Wallace podrían ser certeras, su identificación está basada en planteamientos hipotéticos carentes de una muestra representativa de datos arqueológicos como el mismo autor lo indica (Wallace 1977:20-23). Como puede notarse, se trata de una nomenclatura poco usual y práctica en los planos arqueológicos del Área Maya ya que en ella no se asignan nombres concretos a los edificios como unidad, sino que más bien se favorecen los conjuntos de edificios. Por otro lado, en las recientes excavaciones se han encontrado nuevas edificaciones por medio de excavaciones que en el mapa inicial no fueron reportadas, en casi todos los casos resultó prácticamente imposible asociarlas con los complejos definidos en el sistema propuesto por Wallace.
Por lo tanto es necesario crear una nomenclatura sencilla, práctica y coherente que permita identificar fácilmente la ubicación de los conjuntos arquitectónicos y los edificios que los conforman, y que permita añadir modificaciones y correcciones cuando nuevas excavaciones aporten evidencias para la comprensión del asentamiento, su conformación espacial y arquitectónica.
De esa cuenta, en base a las características espaciales de la ciudad se han definido cinco sectores distintos (Figura 6), que serán descritos a continuación, siendo el primero de ellos el Sector Central conformado por la Plaza Central y sus edificios, además de dos unidades arquitectónicas adyacentes a ésta cuyos edificios se identificarán por medio de la letra “C” seguida de una secuencia numérica correlativa. Alrededor del Sector Central se encuentran los otros cuatro sectores denominados como Sectores Norte, Este, Sur y Oeste en los cuales se distinguen grupos arquitectónicos que serán identificados con las literales iniciales de cada punto cardinal, seguido por las letras del abecedario y finalmente a los edificios se les asignará un numeral correlativo, lo cual permitirá agregar nuevos grupos o edificios al plano de una forma sencilla.
DESCRIPCIÓN DEL SITIO
Como se indicó, Q’umarkaj fue construida sobre una meseta elevada en la cima de una colina rodeada de impresionantes barrancos que le confieren una capacidad defensiva similar a otras ciudades del altiplano guatemalteco del período Postclásico. Dicha meseta debió haber sido sometida a modificaciones con el fin de nivelar el terreno hasta que llegó a contar con la forma y dimensiones que ahora se conocen. Ocupa una superficie aproximada de 1 km2 contando con un largo máximo este-oeste de 480 m por un ancho máximo norte-sur de 370 m. El acceso actual al sitio se encuentra en su extremo este, seguramente se trata del mismo sector por el cual los conquistadores ingresaron a la ciudad y que en las descripciones de Pedro de Alvarado indica que se trataba de una “calzada y puente para tomar la tierra llana” (Gall 2000:2927), los cuales debieron unirla con el cerro que comunica con el grupo conocido como El Resguardo y que fueron destruidos parcialmente cuando se realizó el trazo y construcción de la actual carretera que conduce al sitio. Otro acceso debía ubicarse en el extremo oeste del sitio, y aunque actualmente está en desuso, se sabe por la descripción de Alvarado que se trataba de una escalinata de piedra con más de 30 escalones (idem), muy estrechos y restringidos, similares a los que se encuentran en Mixco Viejo. La forma de la meseta es muy irregular, similar a “una mano abierta con los tres dedos del medio juntos” (Macario 2004), sin embargo, los niveles de la cima son muy similares en todos los sectores del sitio, los cuales se describen a continuación.
SECTOR CENTRAL (Figura 7)
Ubicado en el corazón mismo de la meseta, en él se distinguen cuatro conjuntos principales los que presentan mayor amplitud y edificios con más volumetría y con mayor facilidad de acceso entre ellos, tratándose del lugar ritual-público por excelencia de la ciudad.
A. La Plaza Central: tiene una forma trapezoidal de alrededor de 4000m2 delimitada por ocho edificaciones, incluyendo el Juego de Pelota (C7) en su esquina suroeste, además de 13 altares de formas variadas en el centro mismo de la Plaza. Al norte se encuentran los Edificios C1 y C2, ambos debieron contar con su fachada principal hacia el sur.
En el lado oriental fueron construidos tres edificios denominados como C3, C4 y C5 de los cuales C4 es un edificio piramidal conocido comúnmente como “Templo de Awilix” (Carmack 2001:361) el que tiene una planta cuadrangular que mide un promedio de 15 m por lado en su base y una altura de 6 m. El edificio C3 tiene similares características con C2, tratándose de un edificio de planta rectangular, posiblemente otro Nim Ja, el acceso y su fachada principal está en su lado oeste. Por su parte, el Edificio C5 es uno de los más grandes y voluminosos del sitio, se trata de un Nim Ja que mide cerca de 40 m de largo y fue construido sobre un basamento de dos terrazas escalonadas que en total alcanzan una elevación próxima a los 4.5 m sobre el nivel de la Plaza.
En el extremo sur de la Plaza Central se encuentra el Edificio C6, un templo piramidal conocido como “Templo de Jakawitz” (Carmack 2001:367) cuya asociación principal es, al menos en las fases anteriores de construcción, con la Plaza Sur, no obstante, hay que mencionar que un basamento bajo (de poco menos de 1 m de altura) es notorio en la fachada norte de este edificio que lo separaría física y visualmente de la Plaza Central. El lado oeste de la Plaza está dominado por el Edificio C8, otro templo de planta cuadrangular con alrededor de 10 m por lado en su base y 7 m de altura promedio. Es un templo piramidal sumamente destruido y que se ha conocido como “Templo de Tojil” (Carmack 2001: 355) el cual parece haber sido el más importante de la ciudad ya que la deidad protectora de sus habitantes era Tojil (Recinos 2001a) razón que podría ser la clave del por qué es uno de los máximos referentes aun hoy día para la realización de ceremonias y rituales Mayas.
Finalmente, los altares al centro de la Plaza Central tienen formas, dimensiones y disposiciones variadas. Mientras Wallace reporta 14 de ellos, en esta ocasión se registraron 13. La concentración más importante se encuentra en dos filas orientadas de este a oeste en el centro de la Plaza frente a los Edificios C4 y C8, es decir los Templos de Awilix y Tojil, allí se encuentran concentrados nueve altares cuadrangulares que miden alrededor de 1.5 m por lado, además, en el centro de ellos hay un altar circular de al menos 1 m de radio con dos apéndices simétricos en sus costados este y oeste (Macario 2004) sobre el cual fue construido un altar maya contemporáneo convirtiéndose nuevamente en un punto importante de la religiosidad maya actual.
B. Plaza Sur: se encuentra directamente al sur de la Plaza Central, con la cual se vincula gracias al Edificio C6, un Templo Piramidal conocido como “Templo de Jakawitz”, el cual tiene una planta casi cuadrangular que mide en promedio 15 m por lado y una altura aproximada de 6.5 m. Su fachada principal y escalinata de acceso parece encontrarse en su lado sur; directamente al este de la pirámide es visible un basamento bajo que podría ser una extensión de un basamento bajo que sustenta la pirámide en cuestión. A escasa distancia de éste, fue construido un pequeño edificio cuadrangular (Edificio C10) no mayor al 1.5 m de altura que se localiza al centro de la Plaza Sur. El lado este de dicha Plaza fue delimitado por el Edificio C9, probablemente un Nim Ja que cuenta con características muy similares al Edificio C3, aunque cuenta con una altura próxima a los 2 m. Esta Plaza Sur es de forma rectangular y ocupa una superficie aproximada de 1,500 m, el acceso más viable hacia esta Plaza Sur desde la Plaza Central parece haber sido al oeste del Edificio C6. Los lados sur y oeste son delimitados por dos distintas plataformas que sustentan los conjuntos del Sector Sur que serán descritos más adelante.
C. Plaza Oeste: ubicada directamente al oeste de la Plaza Central detrás del Edificio C8 o Templo de Tojil y al norte del Juego de Pelota, lo que evidencia su importancia, dichos edificios limitan el conjunto en sus lados este y sur respectivamente, en tanto que en el norte se encuentran los Edificios C13 y C14, dos Nim Ja que fueron construidos sobre una misma plataforma de aproximadamente 1.5 m de altura, la cual parece extenderse hacia el sur en su extremo oeste confiriéndole una forma de “L”, extensión sobre la que fue construido el Edificio C12, que al parecer se trata de otro Nim Ja. Finalmente, al centro de la Plaza fue construida una plataforma de planta cuadrangular con cerca de 1 m de altura y que se identifica ahora como Edificio C11, la cual tiene partes de sus muros expuestos y en algunos sectores es visible el relleno, así como varias capas de pisos de estuco en su parte superior. Este edificio ha sido denominado por R. Carmak (2001:323) como “plataforma para gladiadores”.
D. Cancha del Juego de Pelota: Se trata de un ejemplar en forma de “I” cerrada en sus cuatro costados, un ejemplo característico de la época y que ahora se denomina como Edificio C7. Está orientado de este a oeste y en sus lados norte y sur se encuentran dos segmentos más elevados, con alrededor de 3.5 m los cuales debieron ser los muros en talud de rebote para la pelota, en tanto que en sus extremos este y oeste lo cierran muros bajos y de poco grosor, al centro de estos dos extremos quedan espacios estrechos y abiertos que deben ser los accesos hacia el interior de la cancha de juego. Los muros exteriores están expuestos, aunque en la mayor parte es el relleno constructivo el que está a la vista y algunos sectores de estos parecen haber sido sometidos a procesos de consolidación en donde el uso de cemento es evidente sin que se tengan datos documentales sobre los responsables y el año de su ejecución.
SECTOR SUR (Figura 7)
Incluye dos conjuntos arquitectónicos formados por extensas plataformas que soportan diversas edificaciones pequeñas y que se agrupan formando patios internos, que cuentan con ciertas semejanzas con los grupos multipatio de Iximche (Grupos A y B (Guillemin 1977). Una gran cantidad de excavaciones que fueron dejadas abiertas, probablemente por el equipo de SUNY, han desfigurado la superficie de los dos conjuntos ya que ahora son notorias amplias zanjas con aglomeraciones de tierra y piedras que dificultan la identificación de los edificios, mientras que en otros casos resulta evidente como las excavaciones persiguieron definir las dimensiones de los mismos.
El Grupo S-A tiene una forma irregular, casi rectangular, se encuentra directamente al sur de la Plaza Sur del Sector Central, hacia donde la altura de la plataforma que sustenta el conjunto alcanza su mayor altura con alrededor de 3 m sobre la plaza. Se han identificado 16 posibles edificios, los cuales estarían agrupados en al menos ocho patios. Entre los edificios sobresale S-A1 que se encuentra en el extremo norte del conjunto y que según el plano de D. Wallace (1977) se trataría de un Nim Ja cuya fachada principal está en dirección a la Plaza Sur en vez de hacerlo hacia el grupo del que forma parte.
Por su parte, el Grupo S-B tiene una planta rectangular con una extensión al sur un tanto más estrecha. Este conjunto se encuentra directamente al sur del Juego de Pelota. Solamente ha sido posible identificar 8 edificios los cuales conformarían al menos 3 patios distintos, la plataforma tiene alrededor de 4 m de altura en el extremo norte. Según el plano de D. Wallace (1977) en este conjunto habrían 3 Nim Ja, sin embargo, estos son difíciles de identificar ya que casi todos los edificios comparten a nivel superficial similitudes en cuanto a dimensiones y volumetría.
Directamente al sur del Grupo S-A se encuentra el límite de la meseta, cuya pendiente es muy pronunciada, al descender en ella son visibles dos largas terrazas compuestas por muros de piedra de río superpuesta, cada una con alrededor de 1.5 m de altura conservada y cerca de 50 m de largo este – oeste, las cuales debieron ser construidas para aminorar la erosión mientras fortalecen los cimientos naturales de la meseta, además de servir como posibles muros defensivos al dificultar el acceso desde los barrancos hacia el centro de la ciudad. Sobre la parte superior de estas terrazas se reportó la existencia de pisos de estuco, sin embargo se desconoce si pudieron albergar edificaciones sobre dichas superficies (S-C).
SECTOR ESTE (Figura 8)
Es el primer sector visible desde la entrada actual del sitio al igual que en tiempos prehispánicos, conexión que debió ser cortada cuando se construyó el camino que conduce desde la cabecera departamental hacia la aldea La Estancia. En la actualidad aún se observa el relleno de algún tipo de “puente” que unía Q’umarkaj con el pequeño asentamiento El Resguardo. El mapa de Wallace (1977) reporta una gran cantidad de estructuras distribuidas en una continua, densa y numerosa serie de plataformas, sin embargo, en la actualidad pocas de estas pueden discernirse superficialmente. Se han contado 16 distintos conjuntos arquitectónicos, en su mayoría compuestos por plataformas bajas, con estrechos espacios entre ellos, lo que recuerda las descripciones de Pedro de Alvarado al entrar por primera vez en la ciudad cuando indica “no nos podíamos aprovechar de los caballos por ser las calles tan angostas y encaladas” (Gall 2000:2927).
Cinco de los Grupos tienen plataformas rectangulares (E-A, E-B, E-J y E-L y E-M, E-N), mientras que otro tanto cuentan con una planta en forma de “L” (E-C, E-F, E-G, E-H, E-I y E-P); por su parte solamente el Grupo E-O tiene una plataforma que parece ser circular, finalmente los Grupos E-E, E-D, E-K, E-N, E-Q no parecen haber contado con una plataforma de sustentación, de ellos solamente en el primero son visibles dos edificios mientras que en los siguientes cuatro solamente se pudo apreciar un edificio. El edificio E-Q fue excavado en 2006 y se trata de un Nim Ja con tres episodios constructivos, cuya segunda fase le acompaña un canal de lajas en su fachada este, todos estos elementos datan del Posclásico Tardío. Los grupos que cuentan con plataformas en algunos casos fueron notorias edificaciones en superficie (E-C, E-F, E-H, E-I, E-L, E-M, y E-O), en tanto que en el Grupo E-P un pequeño montículo es visible adyacente a la plataforma principal. Sobresale de ellos el Grupo E-L ya que cuenta con un edificio bajo casi cuadrangular en el extremo este de la plataforma (Edificio E-L1), en tanto que en el oeste hay dos excavaciones abiertas, en donde se encuentran expuestos segmentos de muros estucados con dos escalinatas de acceso de reducidas dimensiones con 7 escalones conservados en cada una de ellas, los muros tienen una altura aproximada de 2 m y en ellos se aprecia el buen estado de conservación del estuco que cubre casi la totalidad de las paredes. Estas excavaciones fueron realizadas por K. Brown de SUNY en una fecha desconocida y protegidas por medio de un techado de láminas sostenidas por columnas de madera rodeadas por alambre espigado para evitar que los visitantes se introduzcan en ellas. Aunque los elementos arquitectónicos son perfectamente visibles, es difícil comprender si se trata de los muros de la plataforma o de algún edificio opuesto a E-L1.
A pocos metros al oeste del Grupo E-O se encuentra el Museo del sitio y las oficinas del personal del DEMOPRE, además de recipientes para el almacenamiento de agua (alrededor de 4,000 litros) los cuales fueron colocados a nivel superficial, para cuya instalación los vigilantes cavaron dos agujeros cuadrangulares con una profundidad aproximada de 1 m, momento en el que hallaron restos de canales prehispánicos de piedra para la evacuación del agua pluvial.
El camino actual atraviesa la parte norte de este sector hasta alcanzar la Plaza Central, al parecer fue hecho con maquinaria que debió cortar algunas partes de plataformas y/o edificios que ahora ya no existen, tan solo son visibles a lo largo de en este camino 6 segmentos de muros compuestos por alineamientos de piedras bien labradas de los que solamente es visible su parte superior, pero que no guardan ninguna coherencia entre ellos por lo que es difícil suponer a qué tipo de elementos arquitectónicos corresponden.
SECTOR NORTE (Figura 8)
En este sector se han identificado 11 grupos, en su mayoría más pequeños que en los demás sectores definidos del sitio. Además cuenta con un espacio amplio y abierto entre los grupos N-C, N-D, N-E, N-F y N-G el cual podría haber sido destinado para actividades de carácter público, como el mercado por ejemplo (Van Akkeren com. pers. 2009).
De los grupos que componen este sector sobresale el Grupo N-B, ubicado en el extremo norte del sitio el cual se compone por una extensa y elevada plataforma con una planta irregular, y en su extremo norte un patio de reducidas dimensiones a un nivel un poco más bajo que la parte sur. En esta última es evidente la presencia de dos edificaciones, una en el ala oeste de la plataforma parece tratarse de un Nim Ja (Edificio N-B 2), mientras que en el lado este un edificio de planta cuadrangular, relativamente alto, y que parece ser un templo (Edificio N-B 1). Al este del templo pero debajo del nivel de la plataforma, con un desnivel de aproximadamente 2 metros se excavaron dos plataformas de vivienda con una red compleja de canales para la evacuación de agua hacia la vertiente norte del promontorio (N-B 3 y N-B 4).
Otros siete grupos más están compuestos por plataformas elevadas, en la mitad de los casos fueron visibles 1 o 2 pequeños edificios (Grupos N-A, N-F, N-G y N-J), en tanto que adyacente al sur de la plataforma del Grupo N-E se pudo apreciar una estructura baja en forma de “L” (Edificio N-E 1). Por su parte, el Grupo N-K cuenta con dos edificios de planta cuadrangular muy cercanos a los costados este y oeste de la plataforma principal (Edificios N-K 1 y N-K 2). Los grupos restantes (N-D, N-H y N-I) conforman patios delimitados por uno o dos estructuras bajas y alargadas en sus costados sin que sea pueda percibirse un patrón en especial en la disposición de sus edificios. Directamente al oeste del Grupo N-J, pero a unos 8 m más abajo en la ladera de la meseta se encuentra el acceso a la Cueva 1. Hacia el este del Grupo N-B se han realizado excavaciones que indican que fueron realizados amplios trabajos constructivos para extender y afirmar la superficie utilizable de la meseta, a través de muros de contención hechos con mampostería (Macario 2007) además de sistemas de canales posiblemente para la evacuación del agua hacia las laderas del promontorio.
SECTOR OESTE (Figura 8)
Ubicado directamente al oeste del Sector Central en donde el nivel de la meseta desciende suavemente hasta alcanzar el límite de la misma. En él se han definido diez grupos arquitectónicos que cuentan con diferentes características. Al parecer los más importantes son los denominados como Grupos O-A y O-B dos de ellos cuentan con edificios piramidales ligeramente menores a los de la Plaza Central y que en estos casos están asociados a patios relativamente extensos rodeados en sus costados por edificios rectangulares bastante bajos y de poco volumen constructivo. Además, entre estos dos conjuntos existe una especie de pasillo o calle que surge desde la parte oriental del Juego de Pelota en dirección al oeste hasta el límite de la meseta por donde se encontraría el acceso secundario del poblado al cual se refiere Pedro de Alvarado al relatar la conquista y destrucción de la ciudad (Wallace 1977, Gall 2000).
De ellos, el Grupo O-A se encuentra contiguo al Grupo S-B del Sector Sur y que lo limita por su lado este, en el lado norte del patio se encuentra la pirámide (Edificio O-A 2) cuya fachada sería al sur y flanqueada por dos edificios bajos de planta rectangular (Edificios O-A 1 y O-A 3), de los cuales, según el mapa de D. Wallace el que está al lado oeste sería un Nim Ja (Edificio O-A 3). Por su parte en el lado sur se encuentran un montículo bajo construido sobre una estrecha pero larga plataforma; finalmente el lado oeste del patio parece no haber contado con edificios quedando abierto con una visibilidad impresionante sobre el paisaje circundante.
El Grupo O-B se trata de un patio de reducidas dimensiones pero con capacidad de acoger a un buen número de espectadores, sobresaliendo en su lado este el Edificio O-B 1 por ser un templo piramidal que está casi alineado en un eje este-oeste con los Edificios C-8 y C-4, los edificios más importantes de la Plaza Central, este edificio tiene una planta cuadrangular y una altura aproximada de 5.5 m y al parecer cuenta con pequeñas plataformas asociadas. En el lado sur del patio se encuentran dos montículos bajos y alargados y al lado oeste hay otro edificio de similares características (O-B 2 y O-B 3). El lado norte está delimitado por las plataformas que sustentan los Grupos O-C y O-D los cuales tienen una forma irregular.
El Grupo O-J se distingue de los demás por ser un patio más abierto sin una plataforma de sustentación, sin embargo su proximidad al borde de la meseta limita sus accesos; se encuentra directamente al oeste del Grupo O-B. El edificio O-J 3, ubicado en el extremo sur del conjunto parece ser un oratorio, que podría haber cumplido con funciones de atalaya para controlar el acceso a la ciudad.
El resto de conjuntos arquitectónicos están conformados por plataformas elevadas que soportan varios edificios, que fueron construidos siguiendo las características propias del terreno con la finalidad de aprovechar al máximo el espacio disponible. Se han contabilizado siete conjuntos con estas características, aunque sus dimensiones y formas varían según sea el caso. Sobresalen los Grupos O-C y O-D, por ser los más amplios y en los que se ha identificado un mayor número de edificios en su cima, además de ser los más próximos a la Plaza Oeste del Sector Central. En ambos pueden apreciarse la presencia de varios patios delimitados por distintas estructuras, un tanto similares a los conjuntos más complejos del Sector Sur. Los restantes conjuntos son más sencillos y solo en algunos casos se han hecho evidentes edificios sobre las plataformas, sobresaliendo el Grupo O-G en donde el edificio principal parece ser un pequeño templo. Aunque existen bastantes espacios en donde no fue posible visualizar ningún tipo de evidencias antrópicas, las excavaciones realizadas en 2004 (Macario 2004) evidenciaron bajo la superficie una compleja distribución y uso del espacio.
CUEVAS
Aunque se sabe de la existencia de al menos cuatro cuevas artificiales construidas en las faldas de la meseta alrededor del sitio, en la actualidad una es la más visitada. Se trata de la Cueva 1 ubicada al oeste del Sector Norte, la cual constantemente recibe la visita de fieles que realizan ceremonias tanto frente a su acceso como en el interior, razón por la que no fue posible medirla en su totalidad. Se trata de un estrecho pasillo que mide un promedio de 1.35 m de ancho con una altura variable, tiene una orientación noroeste-sureste con alrededor de 129º, durante el presente levantamiento se midió una longitud máxima de 44 m, sin embargo, cuenta con alrededor de 80 m, por lo que parece dirigirse hacia el centro de la Plaza Central o bien debajo del Templo Tojil o Edificio C-8. También se visitaron las áreas de acceso a las Cuevas 2 y 4 siendo sus coordenadas UTM para la Cueva 2 15Q 0820659, 1794272 lo cual indica que se encuentra en el Sector Norte y para la Cueva 4 15P 0696220, 1661823, ubicada en el Sector Este.
CONCLUSIONES
El primer dato que resalta a la vista es la altísima densidad poblacional que convivía concentrada en Q’umarkaj intramuros ya que prácticamente no existe un metro cuadrado de la meseta sin que haya sido utilizado ya sea para la construcción de edificios, como áreas de uso público, plazas, patios o bien calles, callejones, o áreas de paso ya sea de personas o bien para la evacuación de las aguas pluviales (Figura 9). Esto es un indicativo de la correcta planificación y uso del espacio, lo cual debió ser resultado de una buena organización ya que cada actividad o renovación constructiva afectaría a los grupos de personas que habitaba en el perímetro de la ciudad. En efecto, el hecho que un considerable número de personas pertenecientes a la elite convivieran convenientemente en esta superficie tan reducida es indicativo del correcto uso del espacio así como de la aplicación de normas y conceptos urbanísticos que deberían ser aplicados y respetados por todos, que se considera un hecho fundamental para la convivencia armónica, además de ser necesarias para la buena salud, higiene y ornato de la ciudad para lograr un ambiente sano de acuerdo a los conceptos de su época y cultura.
Por otro lado, resulta evidente como en cada uno de los 5 sectores definidos, ya sea para lograr el máximo aprovechamiento del espacio y su adaptación a éste, o bien en base a las funciones específicas de cada uno de ellos ya sea por vínculos políticos, familiares, religiosos, etc., los conjuntos o grupos arquitectónicos fueron acomodados de acuerdo a las características del terreno y al espacio disponible en la meseta, la cual también fue sometida a modificaciones con el fin de ampliar su área de uso efectivo, así como para proteger a sus habitantes por medio de la construcción de terrazas y muros verticales muy altos, además de accesos estrechos para tener un mejor control sobre las personas que ingresaban a la ciudad. El Sector Central evidencia un uso público dado que cada uno de sus espacios cuentan con capacidad de acoger a gran número de personas, mientras que los edificios que allí se encuentran son los más voluminosos y representativos de todo el sitio, por lo que requirieron de grandes esfuerzos humanos para su construcción.
Por su parte el Sector Sur parece tratarse de una zona residencial con espacios más reducidos y privados, y seguramente los dos grupos contaban con capacidad de albergar a cierta cantidad de residentes. Por su parte el Sector Este comparte las mismas características que el anterior con la única diferencia de que en él son visibles espacios destinados para el paso de personas desde el ingreso principal a la ciudad, ubicado en este sector, permitiendo el acceso hasta la Plaza Central a través de estrechos pasillos. El Sector Norte cuenta con espacios más amplios en comparación del resto, a excepción del Sector Central, por lo que podría haber sido destinada a actividades públicas complementarias a lo ritual y político-social que debió tener lugar en la Plaza Central y los grupos circundantes, por ejemplo se ha sugerido que sería el lugar de mercado, un dato interesante que habría que intentar responder por medio de investigaciones más profundas.
Finalmente el Sector Oeste además de contar con espacios que albergaron actividades residenciales o habitacionales, cuenta también con los Grupos O-A y O-B que debido a la presencia de edificios piramidales y espacios relativamente amplios bien podrían haber acogido actividades de tipo ceremonial público o al menos a actividades semi privadas de un determinado linaje. Sin embargo, hay que estar claros en el hecho que resulta prácticamente imposible asignar funciones a los conjuntos arquitectónicos o edificios por si solos si no se realiza un muestreo que cubra varios ejemplos de conjuntos para tener certeza de su funcionalidad y por consiguiente poder emitir enunciados científicos comprobables, o al menos lo más cercanos a la realidad, y es ésta una de las razones que impulsa la nueva nomenclatura ya que el plano presentado por Wallace (1977) asigna funciones definitivas en base a las cuales son nombrados los conjuntos arquitectónicos, aun cuando desde el inicio de su explicación indica que luego de excavar un solo edificio fue prácticamente imposible definir su funcionalidad, por lo tanto nos parece poco adecuado nombrar, catalogar y adscribir funciones a grupos que son prácticamente desconocidos.
Con estos datos resulta aun más difícil el intentar definir los linajes que habitaban en cada conjunto arquitectónico, ya que si se acepta el hecho que indica que en Q’umarkaj residían 24 linajes distintos, y que en este mapa se han contabilizado 39 Grupos, excluyendo de esta cuenta al Sector Central, resultaría imposible asignar estos conjuntos a un linaje en especial, lo cual debería intentar definirse y comprobarse por medio de investigaciones arqueológicas.
Por otro lado, es sumamente importante tomar en consideración que la fisonomía de la plataforma que alberga esta ciudad, fue continuamente modificada desde su destrucción en el siglo XVI hasta muy recientemente con la ampliación del camino y la construcción de la carretera que comunica Santa Cruz del Quiché con la aldea La Estancia. Las fases de construcción de la infraestructura moderna de esta zona han llevado a Q’umarkaj a perder varias zonas de ocupación ubicadas en las vertientes del cerro, quedando aisladas como bancos de sedimentos o llevadas completamente a la destrucción.
REFERENCIAS
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NOTA DE LA EDICIÓN: La calidad de las ilustraciones, es debido a que el autor no respetó los lineamientos requeridos.
Figura 1. Ubicación de Q’umarkaj en las Tierras Altas Occidentales
Figura 2. Croquis de plaza central de Q’umarkaj en el Título de Totonicapan
Figura 3. Primer plano de Q’umarkaj en 1834
Figura 4. Mapa arqueológico de Q’umarkaj en 1977
Figura 5. Plano con nomenclatura propuesta por Wallace 1977
Figura 6. Nuevo mapa con nomenclatura propuesta 2009
Figura 7. Sectores Central y Sur
Figura 8. Sectores Este, Norte y Oeste
Figura 9. Mapa del Parque Arqueológico con su polígono de delimitación