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Pinto, Alba Estela y Renaldo Acevedo
1991 Curucuitz: Notas preliminares sobre un sitio del sureste de Petén. En II Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1988 (editado por J.P. Laporte, S. Villagrán, H. Escobedo, D. de González y J. Valdés), pp.202-209. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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CURUCUITZ: NOTAS PRELIMINARES SOBRE UN SITIO DEL SURESTE DE PETÉN
Alba Estela Pinto
Renaldo Acevedo
La presente investigación se llevó a cabo en el sitio denominado Curucuitz, localizado en el caserío Boca del Monte, 3 km al sur de la cabecera Municipal de Dolores, Petén. Boca del Monte se localiza en una región de explotación ganadera, con poca agricultura. Es un área de bosque abierto y vegetación densa que ha sido quemada para dar lugar al tipo de vegetación que se destina como alimento de ganado vacuno.
Curucuitz es un sitio que ha pasado inadvertido para muchos investigadores de la Cultura Maya, ha pesar de poseer una situación geográfica intermedia entre sitios conocidos desde hace muchos años como lo son Ixkun e Ixtutz (Figura 1). Entre la literatura disponible del área del sureste, no se hace en ningún momento mención de su existencia. La razón lógica es la ausencia de arquitectura monumental y monumentos tallados con inscripciones jeroglíficas. Aunque para los depredadores no ha permanecido en el anonimato, pues actualmente se encuentra considerablemente saqueado y destruido.
En vista del desconocimiento que se tenía de esta zona y de la abundancia de asentamientos prehispánicos que se han podido detectar a la fecha, los objetivos principales al trabajar Curucuitz fueron:
- Realizar el plano del sitio, que incluyera el centro rector y su área habitacional.
- Conocer sus periodos culturales.
- Grado de destrucción, depredación y conservación.
- Registro y delimitación.
Con el programa de reconocimiento llevado a cabo durante los meses de octubre y noviembre de 1985, como parte de las actividades del Proyecto Nacional Tikal que intenta penetrar en el patrón ínter-comunitario de los asentamientos prehispánicos del sureste de Petén, se tiene el primer reporte del sitio (Laporte y Torres 1987). En esa ocasión se hace un pequeño reconocimiento y unos pozos de prueba en la plaza principal para recuperación de material cerámico que pudo utilizarse para fechar la última ocupación, la cual fue para el clásico tardío. Se reportan varias plazas, una de ellas con edificios de carácter ceremonial y un patrón de asentamiento disperso a lo largo del valle.
En toda investigación arqueológica la delimitación del asentamiento en una zona determinada constituye uno de los aspectos más importantes con que se cuenta para poder llegar a comprender el desarrollo social, político y económico de las poblaciones prehispánicas. Las unidades básicas de análisis son de carácter subjetivo y arbitrario, basándose en aspectos físicos como lo es la extensión del asentamiento y el tamaño de los edificios, relacionados con los niveles de complejidad de las estructuras habitacionales (Harrison 1984).
Figura 1 Ubicación de Curucuitz en la región de los ríos Poxte y alto Mopan
El valle que ocupa Boca del Monte es una planicie de sabana que se extiende desde la población de Dolores al norte hasta los cerros que dividen el área sur con el paraje denominado Ixcoxol. Su altura promedio es de 447 m sobre el nivel del mar, con un clima cálido húmedo. Sus tierras no son aptas para el cultivo y su uso es recomendable para explotación forestal, suelos poco profundos de textura bastante deficiente, con problemas de erosión y drenaje. Debido a estas características el desarrollo ganadero ha ido en aumento, con la consecuencia de un efecto nocivo a la fauna silvestre, la vegetación y el sitio mismo.
Está en los límites de las vertientes hidrológicas de Belice y la cuenca del Pasión. La estación lluviosa dura un poco más que en otras regiones de Petén, iniciándose en Mayo y finalizando en marzo del siguiente año. Dos pequeños arroyos están presentes en el valle, el Nip con cause constante al noreste atravesando la población de Dolores, y el de Boca del Monte, el cual nace en la finca La Ponderosa al este del valle, siguiendo su curso suroeste dirigiendo sus aguas al paraje de Ixcoxol, donde se encuentra otro asentamiento prehispánico conocido con el mismo nombre. Existen también manantiales o pozos naturales como el denominado «pozo Tesik» al noreste del valle, y otro al noreste del mismo. Así como los pozos perforados por los actuales habitantes.
La vegetación característica de pino actualmente casi ha desaparecido por la tala inmoderada para la agricultura de subsistencia de los habitantes, construcción de viviendas, la ganadería y como materia prima para combustible (leña y ocote).
El nombre de Boca del Monte se originó por ser un límite natural entre el bosque típico de Petén y los pinos característicos del área de Poptun. La palabra Curucuitz tiene origen Maya, encontrándose que la terminación «uitz» que significa cerro o cerro pequeño; existe una similitud con el vocablo JUNUHUITZ que significa «un solo cerro» (González y Valle 1982).
El área de cerros que rodea al valle conserva aun las características de bosque en su cima, donde circula el viento, haciendo más agradable el ambiente con relación al valle.
En cuanto a la metodología de trabajo es muy importante aclarar que el tiempo fue un factor limitante, pues la temporada de campo duró tres meses, el conocimiento del sitio es superficial, pues no se planificó excavación mayor, no se tocaron estructuras, sino que se realizaron solamente pozos de recuperación de material cerámico dentro y fuera de las plazas. Por tratarse de un sitio ubicado en propiedad privada no fue posible delimitar el área mediante brechas indicativas, como ha sucedido con Ixtonton al noreste de Dolores.
El método de mapeo fue bastante sencillo y práctico, usando brújula Brunton con su trípode, escala azimutal, norte magnético y cintas métricas de fibra de vidrio de 30 y 50 m. Se hizo reconocimiento preliminar para detectar cualquier rasgo ocupacional fácilmente reconocible, tales como plataformas, muros, restos de habitación, montículos, material de superficie, canteras, chultunes, etc, todos ellos indicadores principales de áreas de actividad ocupacional. En el recorrido no fue necesario realizar brechas o transectos, pues el terreno está descombrado casi en su totalidad, en ciertas áreas como la que ocupa la Acrópolis si fue necesario invertir varios días para su limpieza, así como las áreas donde las plataformas habitacionales no sobrepasan los 50 cm de alto, siendo muy difícil percibirla a simple vista. Una vez limpiada el área se procedió a conocer la manera en que estaban distribuidas las estructuras habitacionales, forma y dimensiones para así poder conocer su relación como componente de un grupo.
Para la clasificación de grupos y estructuras, se ha tomado como modelo la utilizada en Tikal, por Carr y Hazard (1961). Las estructuras se han numerado con prioridad de norte a sur y de oeste a este. Cada cuadrángulo se identifica con un número y una literal, siendo el eje oeste‑este el de las literales y el eje norte‑sur el de los numerales. Se han dejado cuatro cuadrángulos al norte y dos al oeste, para futuras ampliaciones en el asentamiento.
La cerámica de superficie fue ausente en un 90%, así que para definir la temporalidad del sitio se tomó la proveniente de 110 pozos de sondeo. El material fue escaso y de mala calidad, estando muy erosionado posiblemente por la mala clase de suelo. Se trabajó con niveles estratigráficos naturales, teniendo lotes con muy poco material y en otros casos completamente estériles. El fechamiento obtenido va desde el Preclásico Medio hasta el Clásico Tardío. Los pozos se trabajaron hasta llegar a roca caliza, la cual estuvo localizada a un promedio de 80 cm, siendo la profundidad mayor de 1.98 m y la menor de 0.20 m.
La extensión de área mapeada contempla 2 km de norte a sur y 1.5 km de oeste a este, formando cuadrángulos de 500 m por lado; encontrándose la concentración de montículos principales en el cuadrante 7C (Figura 2), en donde se ubica la Plaza Central (Grupo 7C‑II), la Acrópolis (7C‑V), Complejo de tipo Grupo E (7C‑III) y calzada. En el resto del terreno la habitación se presenta dispersa, con abundantes grupos menores generalmente situados sobre elevaciones artificiales. Y como rasgo peculiar asentamientos formales en las cimas de los cerros al oeste, sur y este del centro rector del valle.
Figura 2 Área central de Curucuitz
El patrón de asentamiento registrado dentro de los 12 cuadrángulos que conforman el plano del sitio, contempla tanto el centro administrativo religioso, así como las zonas dedicadas a la habitación.
Curucuitz no es sitio de primer orden, por lo tanto los rasgos estructurales más abundantes en esta clase de sitios menores son las plataformas artificiales rectangulares, construidas en algunos de los casos sobre terrazas naturales debidamente acondicionadas por los Mayas, otras veces completamente artificiales en lugares con una función decididamente doméstica. Otro ejemplo lo constituyen las plataformas basales de una dimensión suficientemente grande como para sostener montículos de carácter habitacional o no tenerlos, tal es el caso del Grupo 7D‑I y la plataforma 7D‑1 respectivamente. Montículos generalmente pequeños y edificios sin techo abovedado serían otros de los rasgos presentes.
En el sector ocupado por las plataformas sin señales de superestructura el terreno se niveló con piedra y tierra apisonada para dejar un área compacta y asentar posiblemente una vivienda de material perecedero, generalmente compuesta por paredes de lodo o madera y techo de palma, con vigas de madera.
La mayor parte de las plataformas basales o terrazas que dan soporte a superestructuras fueron de forma irregular, siendo la más común la rectangular, quizá siendo modificadas a través del tiempo por erosión o causas humanas.
Dentro de los 3 km² donde se llevó a cabo el mapeo han sido identificadas un total de 252 estructuras, integradas en 51 grupos. Muchos de estos montículos se encuentran aislados o posiblemente formando parte de un grupo de plataformas invisibles, que no son fácilmente observables en un recorrido.
El mapeo da cierta caracterización de los patrones de las estructuras sobre la base de la distribución y forma de los montículos. Estas estructuras presentan diversas dimensiones, desde pequeños elementos aislados tradicionalmente considerados como habitacionales, hasta centros mayores con numerosos y complejos conjuntos de varias plazas. La forma de los montículos puede estar relacionada con una diferente función, así la disposición y tamaño de los mismos como el espacio formal delimitado o patio, poseen mayor importancia para determinar la diferencia entre un verdadero grupo habitacional y un grupo de estructuras de la elite.
No hay presencia de monumentos esculpidos o lisos, ni trabajo en estuco, tampoco se localizan chultunes ni aguadas antiguas, siendo este último elemento tan común para todo Petén, como aprovisionamiento de agua en forma artificial, lo que podría estar explicado por la existencia de manantiales en el lugar.
Para la construcción de sus plataformas y estructuras utilizaron materia prima local, esto se basa en la presencia de canteras dentro del área. La técnica constructiva para los rellenos de estructuras y nivelación de terreno consistió en el uso de piedras de forma irregular, sin un orden preciso, complementado con tierra; para la edificación de muros exteriores se usaron bloques de piedra canteada, con argamasa de tierra, rasgos que se observaron en las trincheras de saqueo. Indicios de pisos fueron encontrados solamente en la plaza del Grupo 7C‑II y posiblemente en los Grupos 7C‑III y 7C‑VI (Figura 2).
La concentración de edificios mayores se da en el cuadrante 7C, compuesto por diez (10) grupos siendo ellos los siguientes (Figura 2):
Grupo 7C‑I: consiste en una plataforma basal circular que sostiene 6 montículos pequeños alrededor de un patio central.
Grupo 7C‑II: es una plaza elevada por taludes cerrada en sus cuatro lados con un montículo piramidal al oeste de 25.20 m de altura y estructuras bajas en los tres lados restantes. Un posible altar al centro.
Grupo 7C‑III: este grupo es una variante del Patrón de Plaza 9 (Fialko 1988:19) conocido como Complejos de Conmemoración Astronómica (o Conjunto de tipo Grupo E), teniendo la pirámide radial truncada al oeste (23.35 m), confrontada con la plataforma larga al este (21.40 m de alto) la cual sostiene un edificio al centro y posible escalinata central. Cierran el grupo por los costados norte y sur dos estructuras rectangulares, de 8.85 y 10.10 m de alto respectivamente. El juego de pelota que generalmente acompaña a estos complejos y que usualmente se localiza al noroeste, esta ausente en este grupo así como las estelas al este y la calzada al norte está desviada al oeste.
Grupo 7C‑IV: plataforma basal artificial elevada con montículos pequeños arreglados en sus cuatro lados.
Grupo 7C‑V: a este grupo se le denomina Acrópolis basándonos en la definición de Andrews (1977:67), quien describe este tipo de grupos como un «asentamiento localizado sobre una elevación, que no implica un muro cerrando un espacio interior, como parte necesaria de la forma. El término se puede aplicar a un número de edificios de tipo palacio y templos relacionados entre sí, que están situados sobre una gran plataforma. En general los lados de esas estructuras están articulados a cuerpos escalonados inclinados, el acceso a los niveles superiores de la acrópolis es por medio de escalinatas localizadas en puntos estratégicos estableciendo pasos muy bien controlados de movimiento dentro del complejo. La secuencia de edificios termina con el edificio más importante dentro del complejo, generalmente un templo«, Estructura 7C‑52 en el sitio. En Curucuitz la Acrópolis consiste en tres cuerpos escalonados que sostienen varios edificios y con las características antes mencionadas.
Grupo 7C‑VI: es una plataforma basal acondicionada con taludes que sostiene montículos por sus costados norte y este.
Grupo 7C‑VII: plataforma basal artificial elevada con una altura de 5 m que sostiene en su cima tres montículos, dejando el costado oeste abierto donde pudo funcionar una escalinata de acceso.
Grupo 7C‑VIII: plataforma basal artificial de 9.28 m de altura, que sostiene en su cima cinco estructuras bajas, tres de ellas en un nivel superior a las dos restantes al sur.
Grupo 7C‑IX: dos plataformas rectangulares sobre una elevación natural sin ningún acondicionamiento.
Grupo 7C‑X: agrupamiento de plataformas que se ubican en la cima de un cerro de 28.50 m de altura, al suroeste de la Acrópolis. Está constituido por una serie de estructuras rectangulares y cuadrangulares, con una altura no mayor de 60 cm y una menor de 20 cm. Sus muros son rectangulares alineados por un conjunto de piedras irregulares formando una hilera y encerrando un espacio determinado, estando distribuidas en un área de 40 x 45 m. Es el único lugar donde se pudo hacer la mayor recuperación de material de superficie compuesto por cerámica utilitaria y fragmentos de piedras de moler, manos y morteros. Lo que le da al grupo un carácter doméstico. Otro elemento encontrado son tres posibles terrazas de cultivo al inicio del descenso, que parecen seguir el contorno del cerro.
Un rasgo importante descubierto fue la calzada que conduce de estos grupos hacia asentamientos al norte, con una longitud de 150 m un ancho de 10 m y una altura de 50 cm
Las características de distribución de las estructuras en el resto del área mapeada consiste en grupos arreglados alrededor de uno o dos patios, los cuales se ha tratado de enmarcar dentro de los patrones de plaza propuestos por Becker para Tikal (1971, 1982). Tratando de encontrar estas similitudes, se ha tomado en cuenta aquellos rasgos compartidos repetitivos que son parte de sus manifestaciones culturales.
Como primer ejemplo de comparación está el denominado Patrón de Plaza 2, el cual se ha encontrado en sitios tan cercanos a Tikal como Uaxactun, otros como Quirigua (Ashmore 1981:324), Ceibal (Willey et al. 1975: Figura 3) y aun en los valles intermedios de Chiapas (Johnson 1983). En Curucuitz hay un arreglo de este tipo, siendo el Grupo 7D‑III caracterizado por su templo al este asociado a un entierro, plataformas en sus tres lados restantes y con una ocupación Clásica Tardía. El resto de los grupos dentro de esta clasificación presentan la variante de que su templo está al oeste.
Al parecer el Patrón de Plaza más difundido es el Patrón de Plaza 3, teniendo siete ejemplos de él y tres más posibles. Consiste en un arreglo rectangular, con plataformas rectangulares sobre dos o más de sus lados, generalmente pequeños, pero casi siempre con edificios de piedra en una o más de ellas.
El Patrón de Plaza 4 definido principalmente por un altar al centro del grupo, está representado únicamente por el Grupo 7C‑II con su estructura mayor al oeste.
Patrón de Plaza 5, está representado por cinco grupos el cual está definido como un grupo de estructuras relativamente pequeñas y arregladas en forma irregular.
Las características de distribución de las estructuras sobre el área mapeada, parecen estar determinadas por la presencia o ausencia de rasgos topográficos e hidrológicos, sin embargo los imperativos sociales podrían restar valor a estas restricciones. Una planificación social que incluye una modificación del paisaje, manejo de recursos que hicieron cambiar el terreno y ordenar un patrón de asentamiento.
En cuanto a la ocupación del sitio se puede decir que hay evidencia, aunque poca, desde el Preclásico Medio, aumentando considerablemente durante el Preclásico Tardío, disminuye durante el Clásico Temprano para luego volver a incrementarse la ocupación para el Clásico Tardío, aunque no en la misma magnitud que en el Preclásico Tardío.
Al analizar el sitio por áreas, se encuentra que el Grupo 7C‑II presenta una ocupación Preclásico Medio, al igual que el Grupo 6D‑II, el primero con ocupación ininterrumpida hasta el Clásico Tardío. El Preclásico Tardío se manifiesta prácticamente en todo el sitio, siendo aparentemente de mayor actividad. En el Clásico Temprano la actividad se centraliza en el centro del sitio. Misma que perdura hasta el Clásico Tardío, en algunos otros grupos dispersos y en los ubicados en la cima de los cerros.
Con el trabajo de mapeo del sitio se produjo información sobre el grado de depredación, determinando cantidades y tipo de excavaciones ilícitas. Integración al inventario de sitios arqueológicos del sureste de Petén y el primer plano disponible del mismo. Y con el estudio de patrón de asentamiento se pretende mostrar los aspectos habitacionales y domésticos de esta esfera de la sociedad Maya. Aunque las posibilidades de obtener este conocimiento se ven afectado por la continua depredación que ha llegado a ser más fuerte en los últimos años.
REFERENCIAS
Andrews, George F.
1977 Maya Cities: Placemaking and Urbanization. University of Oklahoma Press, Norman.
Ashmore, Wendy A.
1981 Some Issues of Method and Theory in Lowland Maya Settlement Archaeology. En Lowland Maya Settlement Patterns (editado por N. Hammond), pp.37-69. University of New Mexico Press, Albuquerque.
Becker, Marshall J.
1971 The Identification of a Second Plaza Plan at Tikal, Guatemala, and Its Implications for Ancient Maya Social Complexity. Tesis Doctoral, Universidad de Pennsylvania, Philadelphia.
1982 Ancient Maya Houses and Their Identification: An Evaluation of Architectural Groups at Tikal and Inferences Regarding Their Functions. Revista Española de Antropología Americana 12:111‑129. Madrid.
Carr, Robert y James E. Hazard
1961 Map of the Ruins of Tikal, El Petén, Guatemala. Tikal Report 11, Museum Monographs, University Museum, Philadelphia.
Fialko, Vilma
1988 Mundo Perdido, Tikal: Un ejemplo de Complejos de Conmemoración Astronómica. Mayab 4:13‑21. Sociedad Española de Estudios Mayas, Universidad Complutense, Madrid.
González, José L. y J.S. Valle
1982 Regionalismo del habla Petenera. Revista Poptun 4, Abril, pp.30‑31, Guatemala.
Harrison, Peter D.
1984 Algunos aspectos del asentamiento prehispánico del sur de Quintana Roo, México. Boletín ECAUDY 11 (64). México.
Johnson, Jay K.
1983 Los micromodelos urbanos de los llanos intermedios, Chiapas, México. Mesoamérica 5:203‑214. CIRMA, Guatemala.
Laporte, Juan Pedro y Rolando Torres
1987 Los señoríos del sureste de Petén. Mayab 3. Sociedad Española de Estudios Mayas, Madrid.
Willey, Gordon et al.
1975 The Site and Its Setting. En Excavations at Seibal, Department of Peten, Guatemala, No.1, Memoirs of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Harvard University, Vol.13, Cambridge.