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Forsyth, Donald W.
1993 La cerámica arqueológica de Nakbe y El Mirador. En III Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1989 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán), pp.85-112. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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LA CERÁMICA ARQUEOLÓGICA DE NAKBE Y EL MIRADOR
Donald W. Forsyth
En investigaciones recientes realizadas en la parte norte de Petén central (Matheny et al. 1980; Matheny 1986, 1987; Forsyth 1989; Hansen 1989; Howell 1989; Copeland 1989; Demarest et al. 1984) ha surgido evidencia que ha cambiado el modelo previo del Preclásico Maya, principalmente como resultado de estudios en dos sitios de esta región: El Mirador y más recientemente, Nakbe (Figura 1). Clara evidencia de construcciones y de organización social en gran escala respalda el planteamiento de que el Preclásico fue una época de enorme desarrollo en la región Maya central (Figura 2).
Esta ponencia intenta demostrar que la cerámica (y otros datos) justifica una ocupación Preclásica significativa en la zona. Para este propósito, se presenta un estudio comparativo de la cerámica arqueológica recuperada en los dos sitios anteriores, especificándose las diferencias y similitudes entre ambos conjuntos cerámicos y su enlace con la cerámica en otras partes de Petén.
EL MIRADOR
La secuencia cerámica de El Mirador (Figura 3), aunque es continua, no presenta un patrón estable íntegro de desarrollo (Forsyth 1986; 1989). Al contrario, parece que algunos periodos están representados más abundantemente que otros. Los dos complejos cerámicos más importantes, por lo menos en términos del número de tiestos, son los complejos Cascabel y Lac Nac. Sin embargo, el número de tiestos por sí mismo puede ser mal interpretado. Factores como la conformación de la muestra, la preservación y la duración en un dado complejo podrán afectar la cantidad absoluta de la cerámica recobrada. Esto ciertamente parece ser el caso en El Mirador. Mas adelante discuto en forma breve cada uno de los complejos cerámicos, su contenido y mi interpretación de su significado arqueológico.
COMPLEJO CERÁMICO MONOS (PRECLÁSICO MEDIO)
La cerámica del complejo Monos procede principalmente de depósitos mezclados, aunque también se le encontró en varios depósitos puros en contextos arquitectónicos. Debido a la escasa cantidad de cerámica de esta época, es difícil determinar la naturaleza y variación de este complejo. Sin embargo, es claro que el complejo Monos está relacionado a la esfera Mamom (Smith 1955; Adams 1971; Sabloff 1975), anteriormente reportado en otras partes de Petén. Este complejo está esencialmente representado por cerámica monocroma de engobe rojo, seguida en frecuencia por monocromos negros y cremas.
La cerámica engobada del complejo Monos se distingue de la cerámica del complejo siguiente, que se llama Cascabel, principalmente por diferencias en forma y hasta cierto punto en la decoración, no así en la pasta o engobe, que siguen idénticos. Por lo tanto, en Monos los tiestos del cuerpo de la vasija son ordinariamente indistinguibles del complejo Cascabel. Análisis de los tiestos del complejo Monos en El Mirador corrobora la conclusión de Demarest (1984 et al.:70), acerca de que la cerámica de la esfera Mamom establece el inicio de una clase de cerámica que se desarrolla durante todo el Preclásico sin mayor discontinuidad.
Las formas en el complejo Monos tienden a ser simples y su variedad está relativamente restringida. Sin embargo, esta conclusión quizá sea un reflejo derivado del tamaño de la muestra. Las formas principales son cuencos con bases planas, paredes recto divergentes y bordes muy salientes, ligeramente salientes, o directos. También aparecen tecomates, pero usualmente son vasijas pequeñas con pequeños orificios.
Las incisiones, que en sección tienen el perfil de la letra «U», son mucho más comunes que en la cerámica monocroma del complejo Cascabel. Entre otros modos decorativos se encuentran el achaflanado y el acanalado. El achaflanado es una forma única de tratamiento de la superficie que resulta en la creación de un tablero horizontal en relieve (Figuras 4k-n). Hasta ahora, parece ocurrir solamente en vasijas del complejo Monos y por lo tanto sirve como un marcador de éste.
Figura 1 Mapa del Área Maya
Figura 2 Nakbe y los sitios cercanos
Figura 3 Cuadro cronológico para cuatro sitios de las Tierras Bajas Centrales
Figura 4 Perfiles cerámicos del Preclásico Medio
La cerámica burda de este complejo consiste casi exclusivamente en ollas con cuello restringido, la mayoría de las cuales muestran estrías en el exterior del cuerpo. Esta cerámica antecede claramente a Zapote Estriado, un tipo importante del complejo Cascabel.
El complejo Monos es difícil de interpretar en términos generales, principalmente por la escasa muestra de cerámica recobrada en esta época. A primera vista, parecería que la ocupación Monos fue pequeña e insignificante. Pero, dado que la cerámica Monos generalmente se encontró en el fondo de profundos pozos de sondeo hechos en los grandes complejos arquitectónicos, esta conclusión podría ser prematura. Operaciones más extensas quizá obligarían a hacer una revisión de la época Preclásica Media (Demarest et al. 1984:64).
COMPLEJO CERÁMICO CASCABEL (PRECLÁSICO TARDÍO)
La cerámica Cascabel de El Mirador pertenece a la amplia esfera Chicanel (Figura 5; Ball 1976:323). El inventario cerámico es tan semejante a otros lugares, sería casi imposible separarlos sobre la base de las características que se pueden observar a simple vista.
Figura 5 Extensión de la Esfera Chicanel
La cerámica monocroma de esta época está señalada por el dominio del grupo cerámico Sierra (Figura 6), el cual constituye más del 80% de los tiestos engobados. El tipo que domina en este grupo es Sierra Rojo. Este grupo tiene un engobe rojo ceroso, que es característico de casi toda la cerámica engobada del Preclásico en las Tierras Bajas Mayas de la zona central. Un diagnóstico virtual de este grupo, así como otros grupos monocromos, es el ranurado pre-engobe en forma de «V» (Forsyth 1989:182) en la parte superior de bordes salientes. Generalmente estas ranuras ocurren en grupos de dos o tres líneas paralelas. Otras formas de decoración o acabado superficiales son: incisión, acanalado, impresión, punzonado y con muesca.
Figura 6 Perfiles cerámicos del Preclásico Tardío
Con respecto a las formas (Figura 6), este grupo cerámico se caracteriza por fuentes o cuencos con paredes recto divergentes y bordes evertidos, cuencos con pestañas laterales, fuentes o cuencos con quiebre lateral, ollas con cuellos restringidos, cuencos con paredes ligeramente convexas y bordes evertidos. Sin embargo, hay muchas otras formas.
La cerámica de engobe negro (Figura 7), que corresponde al grupo cerámico Polvero, constituye el conjunto monocromo de segundo rango en frecuencia del complejo Cascabel. En las vasijas del grupo Polvero, aparecen las mismas formas y técnicas decorativas del grupo Sierra, con la excepción del ranurado en los bordes que aparecen ser menos común, mientras que los cuencos con pestañas laterales son más corrientes.
Figura 7 Perfiles cerámicos del Preclásico Tardío
El grupo cerámico Flor (Figuras 8t-yy), que es relativamente escaso, se caracteriza por tener un engobe jabonoso de color gris o crema. Sus formas imitan las del grupo Sierra, aunque las pestañas, tanto laterales como mediales, son más frecuentes. Es interesante que se encontraron algunos ejemplos de un tipo rojo y crema en el cual aparecen combinados en zonas diferentes de una misma vasija, el rojo del grupo Sierra y el crema del grupo Flor.
Figura 8 Perfiles cerámicos del Preclásico Tardío
Además, aparecen otros tipos engobados, como Caramba Rojo sobre Naranja, el cual ocurre en la parte tardía del complejo Cascabel y Zapatista Bicromo Chorreado (Ball 1977:50-51).
La cerámica burda compone casi en totalidad el grupo cerámico Zapote. La mayoría de las vasijas son ollas o cántaros con cuellos restringidos y paredes recto divergentes o curvados hacia afuera (Figura 9). Usualmente presenta estrías en el exterior del cuerpo, pero no en el cuello. No obstante, hay ejemplos en que las estrías continúan hasta el borde.
Figura 9 Perfiles cerámicos del Preclásico Tardío
Con respecto al sistema tipológico, la cerámica Cascabel pertenece a tipos establecidos y bien conocidos en la zona Maya central. Casi todos los tipos del complejo Chicanel de Uaxactun se encuentran en El Mirador. Además muchos de los tipos menores de Petén están presentes aquí también. Esto indica que El Mirador participó marcadamente en la esfera de interacción cerámica petenera durante la época Preclásica Tardía.
En contraste con el complejo Monos, en el complejo Cascabel se recuperaron cantidades enormes de cerámica, en casi todas las zonas del sitio. La gran mayoría de los complejos arquitectónicos hasta ahora investigados contiene principalmente cerámica Cascabel. Si se asume que la cantidad y distribución de cerámica es un reflejo de la intensidad de la ocupación, el complejo Cascabel representa el esplendor cultural en El Mirador. Esta deducción por supuesto está respaldada por las construcciones monumentales que se edificaron durante esta época (por ejemplo, el Complejo Tigre), las cuales hubieran requerido una población sustancial. La evidencia cerámica, junto con otros datos, lleva a la conclusión irrefutable que El Mirador fue una vasta ciudad Preclásica.
SUB-COMPLEJO PAIXBANCITO (PROTOCLÁSICO)
El sub-complejo Paixbancito representa un caso problemático. Por un lado, se introducen algunos modos y tipos significativamente diferentes de los del complejo Cascabel. Estos incluyen el modo de borde en gancho (encorvado; Figuras 10s-jj), cambios en el color del engobe (anaranjado en lugar de rojo), una frecuencia considerable de soportes huecos (principalmente mamiformes; Figuras 10ss-uu;11a-p), la presencia de múltiples líneas paralelas positivas pintadas en estilo pseudo-Usulután (Figuras 11t-u,x-ee) y cambios en las características del engobe de la cerámica roja. Por otra parte, algunos de estos modos se ven en vasijas que de otra manera serían consideradas de la esfera Chicanel, lo que sugiere la contemporaneidad del complejo terminal de Cascabel y Paixbancito. Parece ser que la alfarería Protoclásica de El Mirador formó parte de un conjunto cerámico especializado agregado a la parte o faceta tardía del complejo anterior.
El tipo dominante del sub-complejo Paixbancito es Iberia Naranja, definido por Sabloff (1975:90,94) en Ceibal. El engobe de éste tiende a desgastarse fácilmente, pero esto muchas veces revela un sub-engobe blanco o crema. La forma principal es el cuenco con paredes divergentes y bordes en gancho (un borde ranurado de tal manera que produce un saliente en la forma de gancho) (Figuras 10s-jj). Soportes mamiformes con engobe anaranjado también atañen a este tipo (Figuras 10ss-uu; 11a-k,m-p). Un tipo bicromo, Picoleros Rojo sobre Naranja, en el cual porciones de la superficie llevan pintura roja sobre el engobe anaranjado, ocurre con poca frecuencia. Semejante es el tipo Sacluc Negro sobre Naranja (Adams 1971:28). La decoración consiste en diseños negros pintados en forma de líneas paralelas, múltiples, ondulantes (Figuras 11t-u;x-ee).
COMPLEJO CERÁMICO ACRÓPOLIS (CLÁSICO TEMPRANO)
La cerámica de este complejo se encuentra representada en cantidades considerables en las colecciones de El Mirador. No obstante, tiende a concentrarse sobre los pisos superiores de los grandes complejos estructurales (como Tigre o la Acrópolis Central) y en algunas plazuelas domésticas (Demarest et al. 1984:31). Esto indica que el complejo Acrópolis representa la ocupación final de los grandes grupos arquitectónicos. Por supuesto, esto implica una población sustancial residente, pero la distribución restringida de esta cerámica también denota una ocupación reducida.
La cerámica Acrópolis tipifica la reorientación de tipos y modos notada en otros sitios. Las superficies cerosas de los complejos Preclásicos fueron reemplazadas por una tradición de cerámica con acabado lustroso. De la misma manera, el color dominante del engobe cambió de rojo a naranja. Las nuevas formas más notables son las fuentes y los cuencos con ángulo-Z, tanto redondeado como agudo, o con pestaña basal. La decoración no es frecuente y consiste sobre todo en pintura en lugar de modos de penetración.
El material del complejo Acrópolis se vincula por completo a la esfera cerámica Tzakol (Figura 12). La vasta mayoría engobada pertenece al grupo cerámico Águila, caracterizado por su engobe anaranjado-rojo lustroso.
Figura 10 Perfiles cerámicos, bordes en gancho, decoración negativa
Figura 11 Soportes mamiformes y decoración bicroma
Figura 12 Extensión de la Esfera Tzakol
El tipo mayoritario de este grupo es Águila Naranja que lleva un engobe anaranjado en los interiores y exteriores de cuencos y en los interiores de ollas o cántaros. Las formas más importantes son cuencos en formas de ángulo-Z redondeado (Figuras 13b-g) y cántaros globulares con cuellos restringidos. Otras formas son cuencos o cazuelas con paredes convexas, cuencos con ángulo-Z agudo y cuencos con quiebre basal (Figuras 14hh-nn). La base es casi invariablemente anular. Sin embargo, los cilindros trípodes tienen soportes huecos o almenados (Figuras 14n-gg).
Figura 13 Perfiles cerámicos del Clásico Temprano
Figura 14 Perfiles cerámicos del Clásico Temprano
Dos Arroyos Naranja Policromo (Figura 15) es el más llamativo de los tipos del grupo Águila, combina diseños en colores rojo y negro sobre un fondo naranja. La decoración principal se aplica usualmente en los interiores. En términos de motivos y zonas en que se aplica el diseño, la decoración sigue cercanamente el patrón de otras vasijas semejantes del Clásico Temprano en otros sitios de la zona Maya central (por ejemplo, Uaxactun; Smith 1955). La forma más común es el cuenco con pestaña basal (Figuras 15c-d,f-i,m-n).
Figura 15 Perfiles cerámicos del Clásico Temprano
El grupo cerámico Balanza aparece en cantidades escasas, mayormente en el tipo Balanza Negro. Los cuencos con pestaña basal o ángulo¬-Z agudo y los cilindros trípodes son las formas sobresalientes.
La cerámica burda de este complejo está incluida casi completamente dentro del grupo cerámico Triunfo, abarca ollas o cántaros con cuellos altos con bordes reforzados en el exterior y cuerpos globulares estriados.
Tipológicamente, la cerámica de El Mirador coincide con la clasificación establecida para Petén. Sin embargo, parece ser que la diversidad de tipos en El Mirador es mucho más estrecha que en algunos otros sitos investigados hasta la fecha.
La restricción de la cerámica Acrópolis sugiere que El Mirador sufrió un periodo de decadencia durante esta época. No obstante, la naturaleza y extensión de esta decadencia aún debe ser determinada.
COMPLEJO CERÁMICO LAC NA (CLÁSICO TARDÍO)
Tiestos del complejo Lac Na fueron encontrados en gran número en El Mirador. Sin embargo, en comparación al complejo Cascabel, en el que los restos cerámicos estaban abundantemente esparcidos en todas las zonas investigadas del sitio, los materiales del complejo Lac Na fueron recuperados en contextos bastante limitados. Esto puede sugerir que la ocupación Lac Na fue la menos intensiva y ciertamente menos extensiva que alcanzó la ciudad durante el Preclásico. No obstante, aun en esta época, se manifiesta una ocupación importante. Pero El Mirador probablemente no fue el sitio de mayor rango en la región durante estos tiempos.
La cerámica Lac Na se relaciona con la esfera Tepeu 1-2 de Petén central. No obstante, existen diferencias importantes que tal vez reflejan el proceso de regionalismo en la producción cerámica que es evidente durante el Clásico Tardío (Willey, Culbert y Adams 1967:310). Hasta ahora no se ha logrado dividir la cerámica Lac Na en fases equivalentes a Tepeu 1-3 o de otros sitios.
En las vasijas monocromas, la cerámica predominante pertenece al grupo cerámico Tinaja, que lleva engobe rojo, seguido en cantidad por el grupo cerámico Infierno, que porta engobe negro.
Tinaja Rojo: variedad Nanzal (Forsyth 1989:79-86) constituye el tipo mayoritario. Como su nombre señala, una forma muy común es la tinaja. Nótanse también fuentes con offset interior y exteriores sin engobe, cuencos con quiebre basal y cuencos hemisféricos.
Otro tipo importante de este grupo y diagnóstico del Clásico Tardío, es Chinja Impreso (Figuras 16), que se caracteriza por la aplicación de una fila horizontal de impresiones de uña en/o cerca del hombro de la vasija. La forma, casi única, que domina este tipo es el cuenco grande o cazuela con base plana, paredes convexas y borde fuertemente invertido. Otros tipos notables del grupo Tinaja son Corozal Inciso y Pantano Impreso (Figuras 17; Sabloff 1975: Lám.315-320).
Aunque menos corriente que Tinaja Rojo, Infierno Negro forma una parte significativa de los monocromos del complejo Lac Na. Las formas son similares a las de Tinaja Rojo. En este grupo sobresale un tipo inciso. La mayoría de los ejemplares tiene motivos geométricos incisos. No obstante, los vasos de silueta compuesta a veces tienen monos incisos (Figura 18) además de los diseños geométricos. Este estilo de decoración generalmente se limita a la cerámica negra. Otro tipo negro, Tres Micos Impreso, es similar a Chinja Impreso.
Figura 16 Perfiles cerámicos del Clásico Tardío
Figura 17 Perfiles cerámicos del Clásico Tardío
Figura 18 Perfiles cerámicos del Clásico Tardío
Palmar Naranja Policromo es el tipo más vistoso del grupo Palmar (Figura 19). Aunque no es posible describir sistemáticamente los motivos pintados debido a la condición desgastada de las superficies, es evidente que los diseños se asemejan íntimamente al estilo de la esfera Tepeu. Este estilo consiste en diseños ejecutados en negro y rojo sobre el engobe anaranjado. Las formas son numerosas, pero se destacan los cuencos hondos con ángulo basal, los vasos cilíndricos o con silueta de hipérbole, los platos con apéndice lateral y cuencos hemisféricos.
Figura 19 Perfiles cerámicos del Clásico Tardío
Otra clase importante de cerámica pintada es Zacatal Crema Policromo. El estilo predominante presenta diseños pintados en rojo y negro sobre un engobe crema, a veces con engobe naranja en el interior. Unos cuantos ejemplares de vasijas decoradas en el estilo códice también se encuentran representadas en las colecciones de El Mirador (Matheny et al. 1980). La olla con cuerpo globular y cuello alto con paredes bien divergentes y borde reforzado es la forma de mayor frecuencia. Los cuerpos normalmente llevan estrías exteriores.
Si bien la cerámica del El Mirador generalmente está ligada tipológicamente con la de otras zonas hasta la fecha investigadas en Petén, existen diferencias importantes. Las formas varían considerablemente en los tipos monocromos en contraste a la cerámica de otros lugares, particularmente con respecto a fuentes y cuencos. Por ejemplo, son numerosos en El Mirador las fuentes con offset interior y los cuencos trípodes con quiebre basal y soportes sólidos. Los soportes huecos semejantes a los ilustrados por Smith (1955:Figura 51) son poco frecuentes, ya que ocurren raramente en vasijas naranja policromo. Otra forma preponderante es el cuenco hondo de silueta compuesta, que no se encuentra o es escaso en otros sitios de la zona Maya central. Sin embargo, las cazuelas con bordes invertidos, las tinajas, la cerámica burda y los tipos policromados vinculan sólidamente a El Mirador con los complejos peteneros.
CERÁMICA POST-LAC NA (CLÁSICO TERMINAL)
Tiestos de cerámica de la esfera Tepeu 3 son escasos en las colecciones. Se ha recuperado uno que otro tiesto de Naranja Fino. Aparte de estos, la única otra evidencia de explotación del sitio procede de dos entierros que contuvieron ofrendas del Clásico Terminal en una estructura del complejo Danta, que incluía dos vasijas Tumba Negro sobre Naranja Fino, junto con otros tipos de esta esfera (Figuras 20c-d). Pero el contexto de los entierros muestra sin duda que estos fueron ubicados en el escombro de un edificio del Clásico Tardío después de su abandono (Howell 1983; 1989).
APRECIACIÓN GENERAL
Por el resumen precedente debe ser patente que la secuencia cerámica en El Mirador se adecua al modelo general de desarrollo cerámico en la zona Maya central. Aunque existen diferencias regionales, el mismo patrón general de cambios modales y tipológicos observables en otras partes de Petén son duplicados en El Mirador. Esto implica la participación ininterrumpida de El Mirador en el desenvolvimiento general de la cultura Maya. Lo que diferencia a El Mirador de las otras comunidades Mayas es la escala sorprendente de la ocupación Chicanel y el hecho que los habitantes subsiguientes no alteraron, molestaron o enterraron los restos Cascabel, como sucedió en la mayoría de los otros sitios Mayas. Los datos cerámicos corroboran la conclusión que El Mirador fue en verdad una ciudad Preclásica de extensión considerable.
NAKBE
Puesto que el sitio de Nakbe (Figura 2) se une a El Mirador por medio de un sacbe, se esperó encontrar también es este sitio una comunidad del periodo Preclásico Tardío análoga a la de El Mirador. Por lo tanto, es extraño descubrir que hasta la fecha hay pocos vestigios de cerámica de este periodo. Mientras ocurre una ocupación Preclásica importante en el sitio, ésta corresponde al periodo Preclásico Medio.
Las investigaciones han encontrado evidencias importantes, en forma de arquitectura y cerámica, de ocupaciones fechadas al Preclásico Medio y Clásico Tardío (Figura 3), pero hasta ahora solamente hay pocas señales de los periodos intermedios. Dado que las investigaciones en Nakbe son muy preliminares esta observación es bastante tentativa. Por eso, todavía no se especifican nombres de complejo a los datos cerámicos de Nakbe.
PRECLÁSICO MEDIO
La cerámica del Preclásico Medio ha sido recuperada en depósitos estructurales y en basureros. Estos han producido cantidades copiosas de materiales no mezclados de la esfera Mamom. A diferencia de El Mirador, en que la cerámica de dicho periodo generalmente se encontró mezclada con materiales subsecuentes (y de todas formas, en cantidad limitada), los depósitos de Nakbe han proporcionado una muestra de un tamaño que en general no se encuentra en la cerámica de tiempos tan tempranos. Aún más sorprendente es el hecho de que esta cerámica Mamom está asociada con arquitectura elaborada, mucho más allá del modelo anteriormente planteado de aldeas sencillas y una sociedad poco jerarquizada. Por la similitud de grupos y tipos cerámicos se hará referencia a las mismas figuras que para El Mirador.
Figura 20 Perfiles cerámicos del Clásico Tardío
El grupo cerámico Juventud compone el monocromo predominante, el cual posee engobe ceroso de color anaranjado-rojo. Juventud Rojo es el tipo numéricamente más importante (Figura 4). Las formas dominantes para este tipo son las fuentes o cuencos con paredes recto divergentes y bordes evertidos, engrosados o directos. Las bases son planas. Característicos de este tipo y de otros del Preclásico Medio, son los bordes muy evertidos, que a veces llegan a medir hasta 5 cm de ancho, aunque la mayoría mide de 2 a 3 cm. Frecuentemente los bordes portan múltiples incisiones en el perímetro del borde, raramente ofrecen una variante del diseño conocido como doble línea interrumpida.
Otra forma notable incluye el cuspidor o casi-cuspidor. Este es un cuenco más o menos hondo de silueta compuesta. La pared inferior es convexa, mientras la pared superior, separada de la inferior por un cambio de curvatura, es cóncava o divergente (Figura 4). Tecomates pequeños también aparecen en este tipo.
Uno de los tipos más importantes es Desvarío Achaflanado. La frecuencia de chaflanes decorativos es muy alta y sirve como un diagnóstico marcador del Preclásico Medio. Limitado a los exteriores, el achaflanado presenta una variabilidad considerable en cuanto a su manera de ejecución. A veces consta de una faja sencilla elevada, en otros casos de múltiples fajas en forma de tableros (Figura 4). En el caso último, la ejecución de los chaflanes es tan fina que a veces parecen incisiones. En otros casos el achaflanado realmente está combinado con incisiones. Las incisiones son ranuras pre-engobe de anchura mediana que penetran en la pasta. Las formas de vasija más destacadas son fuentes o cuencos con bases planas, paredes rectas divergentes, bordes directos y el cuspidor.
Otro tipo importante es Guitarra Inciso, marcado por ranuras de mediana anchura. A veces las incisiones son tan delicadas que es difícil discernirlas sin inspección cuidadosa. No ha sido posible, dado el estado preliminar de las indagaciones, averiguar si hay patrones de diseños consistentes, pero es evidente que la incisión constituye un tratamiento mucho más común en el Preclásico Medio que en el Preclásico Tardío en El Mirador. Nótase también incisión fina, post-engobe, pero esta no es común. Consiste en líneas perimetrales cerca o encima del borde de cuencos hondos.
La cerámica negra del grupo Chunhinta es menos numerosa. No obstante es una clase monocroma importante. Parece que es semejante al grupo Juventud en cuanto a las formas y modos decorativos, excepto que el achaflanado es relativamente menos visible. El tipo principal es Chunhinta Negro, pero abunda también el tipo Desprecio Inciso. La incisión fina, post-engobe, parece ser más frecuente en este tipo que en el grupo Juventud, pero las dos clases de incisión se exhiben. Aunque un tipo distinto todavía no ha sido designado, hay también ejemplos de achaflanado en este grupo cerámico.
La cerámica crema del grupo Pital es mucho menos común que la cerámica roja o negra. Pero aparecen los mismos modos decorativos, que incluyen el achaflanado y el inciso. De interés particular es el tipo, Muxanal Rojo sobre Crema, que trae engobe rojo y crema aplicado en distintas zonas. A menudo este tipo lleva apéndices o quiebres de perfil repentinos en el exterior que fijan la frontera entre los colores respectivos. En otros casos el límite de los chaflanes realiza esta función.
Si bien infrecuente, el tipo Tierra Mojada Negativo ocurre en esta esfera. Se distingue por un engobe ante o bronceado que lleva manchas anaranjadas semejantes al color del engobe del grupo Juventud. En los ejemplos de Nakbe, las manchas no forman diseño integrado, sino fortuito. No obstante, este tipo es un diagnóstico excelente de las esferas tempranas en la región petenera (Sabloff 1975:73).
La cerámica monocroma de este periodo se caracteriza por la alta frecuencia de decoración plástica. Las decoraciones de varias calidades son mucho más comunes aquí que en la cerámica del Preclásico Tardío de El Mirador y de otros sitios. Además, la cerámica está bien fabricada y demuestra una elaboración impresionante tanto en la construcción como en la decoración.
La diversidad caracteriza la cerámica burda de este periodo. Las formas son ollas con cuellos restringidos y cuerpos globulares. Achiotes Sin Engobe tienen el cuerpo exterior liso, mientras Zapote Estriado, un tipo poco frecuente, exhibe exteriores estriados. A menudo algunas de las ollas burdas llevan un baño rojo aplicado al cuello. Representa el tipo Palma Pintarrajeado (Daub), establecido en Uaxactun (Smith 1955; Smith y Gifford 1966:160). El baño rojo fue aplicado en forma de faja en el exterior de los cuellos y de vez en cuando, en el interior del cuello. La superficie suele ser tosca, pero a veces los bordes más alisados pueden confundirse con los cuellos de las ollas de Juventud Rojo. En Uaxactun el Palma Pintarrajeado (Daub) continuó en la forma de fajas y torbellinos al cuerpo. Este patrón todavía no es aparente en Nakbe. Pero en algunos de estos tiestos, los cuerpos exteriores parecen estar cubiertos con un baño blancuzco sobre el cual fueron aplicadas líneas o fajas diáfanas rojas. A veces estas fajas son negruzcas, quizá debido al uso doméstico.
Dado que este material no ha sido estudiado completamente no cabe describir la variabilidad en este complejo. Pero es innegable que hubo una ocupación importante durante el Preclásico Medio que análisis adicionales y excavaciones más extensas indudablemente esclarecerán.
El complejo cerámico de esta época se asemeja, tanto modal como tipológicamente, a la cerámica Mamom de Uaxactun (Smith 1955; Smith y Gifford 1966). Sin embargo, Nakbe presenta la primera evidencia de esta cerámica en contextos arquitectónicos de un tamaño y elaboración impresionante. Esto sugiere que el Preclásico Medio fue un periodo de organización social más elaborada de lo que previamente se había sospechado.
CLÁSICO TARDÍO
La cerámica del Clásico Tardío aparece en cantidades significativas en Nakbe. Hasta la fecha se ha encontrada en dos contextos bastante diferentes. El primero es en trincheras o entierros hechos por saqueadores y contienen vasijas monocromas y otros tipos que carecen de valor económico. Aunque escasas, la mayoría son enteras o reparables. El otro contexto principal es la zona alrededor de la Estela 1, en donde miles de vasijas de esta época fueron aparentemente destrozadas en un acto ritual.
Aunque los tiestos alrededor de la estela representan una serie completa de tipos, inclusive tipos menores, parece que hay una concentración de cazuelas monocromas de los tipos Chinja Impreso y Tres Micos Impreso.
También notables (particularmente en entierro) son los cuencos negros adornados con monos incisos (Carmelita Inciso).
El catálogo de tipos y modos del Clásico Tardío en Nakbe, que representa a la esfera Tepeu 1-2, es virtualmente idéntico al de El Mirador. Los tipos principales son Tinaja Rojo, Chinja Impreso (Figura 16) e Infierno Negro. Sin embargo, casi todos los tipos conocidos en El Mirador se hallan representados en Nakbe, inclusive la policromía. De esta forma, no hay duda alguna de que Nakbe y El Mirador participaron en el mismo sistema de suministro cerámico durante esta época. Aunque todavía se desconoce la magnitud de esta ocupación en Nakbe, el descubrimiento de una cantidad sustancial de cerámica asociada con un solo acontecimiento ha producido una muestra de tal volumen que se puede discernir la variabilidad del complejo cerámico. Tampoco se conoce la extensión regional de la esfera cerámica del Clásico Tardío en la zona de El Mirador y Nakbe. Pero se han recuperado u observado ejemplares de cerámica equivalente en trincheras de saqueo en sitios vecinos como Tintal, Güiro y Zacatal.
APRECIACIONES GENERALES
Aunque recientes, las investigaciones en Nakbe ya produjeron resultados importantes e imprevistos. La existencia de una ocupación extensa del Preclásico Medio, no perturbada en algunos casos por ocupaciones subsecuentes, es algo que no ha sido encontrado en otros sitios de Petén hasta ahora. En Nakbe, la proximidad a la superficie de estos materiales posibilita la adquisición de una muestra significativa de este periodo. Además de eso, las investigaciones prometen proveer una visión mucho más clara de la dimensión y escala de esta cultura temprana.
Otra sorpresa encontrada en Nakbe es la falta hasta ahora de vestigios de una ocupación significativa entre el Preclásico Medio y el Clásico Tardío. Es factible que esto sea el resultado del carácter preliminar de las investigaciones. Sin embargo, también es posible que Nakbe no fuera un sitio importante hasta el Clásico Tardío, cuando nuevamente se revelan las manifestaciones, tanto arquitectónicas como poblaciones, de una comunidad enérgica.
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