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Fash, Barbara y Rudy Larios Villalta
1992 Logros físicos del estudio interdiciplinario en la conservación de Copan. En IV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1990 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Brady), pp.247-254. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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LOGROS FÍSICOS DEL ESTUDIO INTERDISCIPLINARIO EN LA CONSERVACIÓN DE COPAN
Barbara Fash
Rudy Larios Villalta
Hablar de los logros físicos en este momento resulta de capital importancia, especialmente cuando ya se han expuesto algunos de los logros en el campo histórico y socio-político del antiguo Copan. Por otra parte, es claro que no son resultados de la improvisación sino más bien, los efectos de una prolongada coordinación interdisciplinaria que como vimos se inicia en 1982. Aquellos resultados exitosos más las experiencias adquiridas en el PECEMCO y el actual PAAC nos permiten aseverar que la presentación de los logros físicos, es aparte de necesaria e importante, un grato placer.
Desde 1985 y el inicio del proyecto para el Estudio y Conservación de la Escultura Mosaica Copaneca (PECEMPCO) con su meta de catalogar, analizar y conservar los fragmentos de escultura de fachada del Grupo Principal de la antigua ciudad de Copan, se han identificado grupos de diseños para las Estructuras 9 y 10 (el campo de pelota), 16, 20,21, 21A, 22, 22A, 26 y 32. Más de diez y ocho mil fragmentos han sido registrados en este proceso en los últimos seis años, sumándose a los cuatro mil fragmentos catalogados en las etapas de investigación anteriores, llamados el Proyecto Arqueológico Copan, Primera y Segunda Fase.
Aparte de registrar y almacenar los fragmentos de escultura, la idea es volver a unir todas las piezas que se puedan y así lograr aprender cuales eran los temas principales tratados en los adornos de los monumentos arquitectónicos del centro cívico-ceremonial de Copan. Para lograrlo, es preciso documentar la procedencia de las piezas y en las excavaciones del PECEMCO y del PAAC se han registrado en mucho detalle las posiciones de todos y cada una de las esculturas caídas de los edificios bajo investigación arqueológica, para poder hacer un análisis minucioso de cuales esculturas cayeron juntas y deben haber estado unidas en la fachada en su forma original.
En algunos casos se han logrado reincorporar partes de la escultura de fachada en sus lugares originales en los edificios por medio de la anastilosis, pero por lo general nos dedicamos a unir los fragmentos en cajas de arena, para poder comprobar las uniones, fotografiar y dibujar las esculturas ya unidas.
Estudios de las esculturas de fachada del Grupo Principal
En una presentación tan corta no se puede mostrar ejemplos de todos los diseños y complejos de diseños que hemos logrado aislar o unir, pero si algunos de los resultados más interesantes y exitosos de los estudios de las representaciones de personajes humanos o en forma humana descubiertas en asociación con la mayoría de las estructuras mencionadas. Sea efigies de personas vivas en el monumento de construcción, reyes, guerreros, estadistas, élite real o patronos deificados, varios patrones son evidentes. Los personajes generalmente se retratan sentados, esculpidos en muy alto relieve, casi al redondo y colocados en las partes superiores de las fachadas de los edificios, si no en la crestería de los mismos. La indumentaria que usan y las posturas que asumen complementan y ayudan a explicar los temas que se asocian a cada edificio.
Comenzando con la Estructura 26 y su Escalinata Jeroglífica, construida en el reino de Humo Caracol, décimo quinto rey de Copan, hallamos dos tipos de personajes representados un mínimo de seis veces cada uno. Los personajes de la Escalinata Jeroglífica, con decorados y postura de guerreros, ya son bien conocidos. Los personajes más grandes del edificio o Templo 26 arriba de la escalinata, fueron elaborados con las mismas características. Un poco más grande que el tamaño normal, son efigies de guerreros esculpidos en muy alto relieve, probablemente fueron metidos dentro de la crestería del templo. En una mano llevan un escudo y la otra extendida a lo mejor con una lanza o bastón. Seguramente desde las alturas que dominaban, estos personajes tuvieron mucha presencia. Otras imágenes en este templo incluyen máscaras de Tlaloc, escudos rectangulares. Siendo que estos personajes solamente llevan un taparrabo y un collar simple, tenemos que afianzar la identificación de ellos en el análisis del tocado. Actualmente sugerimos que es un ancestro o patrono sagrado.
El Templo 22 o «De las Meditaciones», construido por el décimo rey llamado 18 Conejo, ha sido el objeto de análisis científico durante más de cien años y es conocido como el hogar de los famosos Dioses del Maíz o Niña Cantante en su fachada esculpida. Además se habían encontrado otras cabezas humanas con tocados muy elaborados en las excavaciones de Maudslay y de Trik.
En noviembre del año pasado, los esposos Fash lograron unir un personaje casi completo de este tipo de fragmentos en el Museo Peabody. La pierna derecha se extiende hasta abajo mientras que la izquierda está cruzada con el pie debajo de la derecha. Algunos brazos derechos extendidos sostenían un bastón que termina en una cabeza de serpiente de cuya boca sale una cuchilla de pedernal; otros parecen llevar un cetro Maniquí. Plumas fluidas con un estilo naturalista jamás superado en el lugar se salían del tocado de un mascarón zoomorfo. Como adorno el personaje llevaba un collar grueso con cuentas e insignias en los hombros y el pectoral, dando la impresión de un capitán de guerra. Un cinturón con la banda del cielo con cabeza del Dios Solar, caracoles retintines y sandalias elaboradas constituyen lo restante del traje. De su relieve casi en redondo proponemos que estos personajes, de los cuales hay un mínimo de ocho, formaron parte de la crestería del Templo 22 de manera muy parecida a la de los guerreros del Templo 26. Posiblemente sean gobernantes luciendo los objetos ceremoniales que se utilizaron en los ritos asociados con el Templo 22, siguiendo temas de la fertilidad y la agricultura, comunicación con los ancestros y la visión global del cosmos.
El edificio pequeño adyacente al Templo 22 en su costado oeste, conocido como Estructura 22A (Figura 4), fue construido por el décimo cuarto rey de Copan, llamado Humo Mono. Creemos que la Estructura 22A haya sido el Popol Na o sea la Casa de la Comunidad o de los Oficiales de Copan en tiempos antiguos. Los nueve personajes sentados (posiblemente dentro de un nicho) arriba de un jeroglífico que nombra un lugar, creemos que podrían representar jefes de linajes nobles o los patronos sagrados de estos linajes que ocupaban los cargos de holpop o sea representantes para las diferentes comunidades de Copan en las deliberaciones que tomaron lugar adentro de éste edificio. Todos los personajes usaban taparrabos decorados con bandas cruzadas y discos, pero cada uno lleva un tocado y elemento de pectoral distintivo.
Si estas insignias aparecen en las esculturas de fachada de sitios en el valle para confirmar nuestra hipótesis, se llegará a saber cuales lugares hayan sido representados por individuos de determinados sitios y linajes (Figura 2). Como ejemplo de estas posibilidades está el collar de lazo con el pectoral en forma de nudo que se encontró este año en las investigaciones del Grupo 8N-11 llevadas a cabo por Pennsylvania State University. Uno de los personajes de la Estructura 22A lleva éste mismo collar y pectoral.
Las excavaciones recientes en la estructura 10L-32 del conjunto residencial de la élite y en el Grupo 10L-2 en el borde sur de la Acrópolis, se descubrió piezas que forman un personaje bellamente tallado. Todas las nuestras usan un tocado de lirio acuático rodeado de cabezas de serpientes y plumas, diseños de bandas cruzadas y discos, con un lirio acuático más pequeño visto también en la Estela N. Las manos toman una postura encantadora, con una para arriba y la otra para abajo. Los personajes usan un cinturón con la banda del cielo, sandalias y un pectoral de jade en forma de barra.
Al inspeccionar un fragmento de escultura todavía unido al estuco del techo, pudimos determinar que estos personajes estaban muy altos en la fachada o en una crestería pequeña. Esta estructura construida durante el reino de Yax Pac apoya la tesis de William Fash que los linajes élites – en este caso, aparentemente un hermano del rey actual – disponían de mucho poder durante el tiempo del último gobernante y tenían derecho a edificios bien adornados y fachadas esculpidas a finales del Siglo 8 DC.
En ningún lugar se han encontrado personajes todavía in situ en los edificios, así que es imposible restaurar estas figuras a los templos. Por ahora, con la perspicacia arquitectónica de Rudy Larios nos atrevemos a hacer reconstrucciones en papel. A través de los años, al colaborar juntos hemos llegado a conocer e identificar los fragmentos que proceden de esquinas, adornos verticales procedentes de techos, decorados de las cresterías y las cornisas, ya que difieren de los fragmentos más frecuentes de las partes planas de las fachadas con sus espigas rectas.
Enlace entre el estudio y la conservación
No es posible abordar este tema sin introducirnos en los conceptos teóricos de la conservación pero creemos que no es éste el momento de teorizar sobre ellos, sino más bien, de presentar las ideas concretas sobre las que hemos venido trabajando hasta hoy.
Como se ha dicho en repetidas ocasiones, uno de los objetivos más relevantes de nuestro proyecto es la conservación y esto incluye no solamente los datos científicos sino también todos los vestigios materiales presentes, por ello es de fundamental importancia dejar claro que la restauración no constituye un fin en si misma sino un tratamiento de carácter excepcional aplicado para conservar el bien cultural y concluye precisamente en el punto mismo en que principia lo hipotético.
La Carta de Venecia y las Normas de Quito han sido respetadas con mucho cuidado y aplicadas a Copan de acuerdo al lugar. En otras palabras, aquellas normas internacionales han sido aplicadas a Copan de acuerdo a las necesidades propias de éste lugar y por ello, la metodología de restauración no ha sido una importación directa de otros lugares lejanos sino más bien, el resultado y efecto de los estudios interdisciplinarios y la coordinación de un trabajo de equipo.
De acuerdo a lo expuesto, el PAAC con plena conciencia del gran valor cultural que maneja al investigar en éste monumento de la cultura de la humanidad, ha incorporado a la investigación arqueológica pura, el estudio de la arquitectura a través del análisis metodológico de los escombros producidos por la destrucción de cada una y por supuesto, los mismos restos arquitectónicos aun in situ que se logran liberar. El escombro ha dejado de ser tratado como basura para ocupar el lugar que le corresponde en la investigación arqueológica e iconográfica con un sentido estrictamente científico y a la vez, conservacionista.
Desde 1982 hemos tenido la oportunidad de conocer profundamente los detalles estructurales e incluso los problemas del subsuelo que forma la superficie de sustentación de las construcciones de Copan, su elasticidad y poca resistencia ayudando con la metodología maya de construcción en la que utilizó lodo puro como aglutinante de rellenos y millares de piedras toba, hicieron indispensable que la restauración adoptara como medida indispensable, la sustitución de lodo por una mezcla moderna más estable que garantice la conservación del monumento, esto incluye solamente los muros y empedrados superficiales pues está probado que el barro como aglutinante es muy firme mientras no se moje en exceso.
La anastilosis es la única técnica de reintegración puesta en práctica. Esto es la reintegración de los elementos existentes pero dislocados o desmembrados cuya relación esté bien probada por el estudio previo, incluyendo, claro está, los elementos esculturales encontrados en excavación. Estos son analizados en base a su ubicación en el escombro y a su relación de tipo iconográfico o epigráfico. Si los estudios iconográficos son satisfactorios y su relación arquitectónica puede ser evidente, su reintegración es factible pero, si esto no es así y no tenemos la posibilidad de hallar su relación estructural, entonces solo será un elemento de reconstrucción hipotética que finalmente se integrará a dibujos que sugieran su ubicación arquitectónica.
Logros fÍsicos de la restauración arquitectónica
Ya se explicó en la primera ponencia del PAAC al hablar de la responsabilidad del arqueólogo en la conservación de los monumentos, que fue en 1982 cuando William y Barbara Fash con Rudy Larios unimos esfuerzos en la investigación por anastilosis de algunos elementos escultóricos en la fachada principal del edificio, permitiéndonos conocer muchísimos detalles de la arquitectura derrumbada de esta magnífica construcción.
Ahora, a casi cinco años de aplicar esta metodología especial en las investigaciones de la zona central de las ruinas, hemos creído oportuno hablar a continuación de algunos de nuestros logros físicos.
1- En 1985, al iniciar el estudio de la escultura mosaica del Juego de Pelota, William y Barbara Fash, principiaron analizando todas las facciones de escultura mosaica provenientes del juego de pelota separando los diferentes elementos, ellos hallaron garras de pájaro, picos de guacamaya, collares, alas, plumas de cola, etc. Logrando establecer con absoluta seguridad que la fachada superior de los dos edificios que componen el juego de pelota (Estructuras 10L-9 y 10L-10), estaban ornamentados por 16 pájaros similares, ocho en cada edificio.
Con este conocimiento se hicieron ensayos en la caja de arena que intentaban a organización de las piezas mosaicas. El resultado fue impresionante pues no solamente fue posible armar el rompecabezas sino también establecer por medio del estudio de las espigas triangulares de la mitad de las piezas (prueba de que se colocaron en una esquina), que cuatro pájaros de cada ocho, estaban ubicados uno en cada esquina y cuatro más tendrían que estar dos en cada fachada, este y oeste, directamente sobre las pilastras.
Finalmente en 1987, a manera de ensayo, se llevó uno de estos pájaros y fue colocado en el lugar que pudo ocupar originalmente. Su colocación demostró además que la reconstrucción de la fachada superior realizada en el pasado durante el proyecto de la Institución Carnegie, fue muy hipotética y no tomó en cuenta el análisis de los escombros, los arcos falsos o bóvedas Mayas deben haber sido más altas y la fachada misma alcanzaría una altura superior.
2- La Estructura 10L-26, entidad que ostenta la Escalera Jeroglífica, es quizá la obra de restauración y estudio más grande emprendido hasta la fecha. Sus restos arquitectónicos no solo han sido estudiados minuciosamente sino que además se ha logrado estabilizar en casi el 100% mediante alguna restauración y mayormente consolidación.
Es más, ahora podemos asegurar que la escalera fue más alta y que tuvo un gran edificio en la cúspide con crestería ricamente ornamentada y que quizá fue el templo más extraordinario de toda el área Maya. Es tan grande y complejo su ornamento que hoy con más de cuatro años de estudio aun no terminamos, pero si tenemos muchos resultados positivos, entre ellos la unión de los fragmentos que constituyen los personajes humanos ya descritos (Figura 1). En la ilustración (Figura 3) vemos una planta reconstruida que a la vez expone la distribución de más de 150 m de túneles excavados para la investigación. Mucho nos ha enseñado pero todavía falta algo más por hacer.
3- La Estructura 10-L-22A, que fuera identificada por Barbara Fash como el Popol Na o casa de la comunidad, aunque es un edificio pequeño comparado con el 22 y 26, consideramos el ejemplo más sobresaliente de cooperación. Ya fue explicado en términos teóricos y metodológicos de investigación, pero queremos también explicar que gracias a ellos y a la participación de todos, ha sido posible reintegrar algunos de los petates que decoraban el lado sur y por lo menos uno de los jeroglíficos grandes que identifican ciertas zonas o lugares del valle de Copan.
La pared oeste se había derrumbado en gran parte, pero tuvimos la suerte de encontrar muchas de sus piedras aun guardando un orden muy claro y nos dio la oportunidad de reintegrar estos elementos caídos a la parte que todavía se hallaba en pie.
El reintegro de la piedra alcanzó de manera muy precisa la altura del punto de sustentación de la cornisa, igual al lado este en donde el edificio aun conservaba parte de esa fachada superior.
Al excavar la parte frontal (sur) se dio otro hallazgo extraordinario, el petate del extremo oeste también había caído pero conservando gran parte de su organización incluyendo un buen trozo de cornisa y directamente abajo de ella estaba el carbón de los dinteles de madera que evidentemente fueron quemados en un momento no determinado pero previo al derrumbamiento. Inmediatamente al este del petate estaba un jeroglífico grande en directa asociación.
Es necesario decir además que tanto el mapeo minucioso de la investigación arqueológica como el estudio arquitectónico permitieron un conocimiento muy amplio de los elementos estructurales y arquitectónicos de ésta unidad, dándonos una base sólida para intentar la reintegración de los elementos existentes pero desmembrados.
Finalmente, el estudio de la escultura mosaica hecho por Barbara Fash en las cajas de arena permitió una imagen concreta de estos elementos y en parte nos brindó la posibilidad de reintegrar algunos de estos elementos.
Aclaramos que aun queda muchos elementos que no podemos colocar físicamente por tener algunas lagunas de conocimiento en lo alto del techo pero el estudio continúa. Esperamos adelantar mucho más y finalmente, al menos presentar un dibujo que con las evidencias y la hipótesis reconstruya el antiguo esplendor de la Casa de la Comunidad. Lo que hemos hecho físicamente es por ahora un ensayo pero con evidencias absolutas, de modo que podemos aseverar que nuestra labor de restauración termina en el mismo punto donde principia lo especulativo, lo hipotético.
En otro orden de cosas, el estudio de la historia estratigráfica y estructural de las entidades mencionadas y el Templo 22 (Estructura 10L-22) nos ha permitido probar su secuencia constructiva, la cual vino a corroborar de manera incontrovertible que los fechamientos epigráficos concuerdan de manera extraordinaria.
Conclusión
El artículo 9 de la Carta de Venecia especifica con toda claridad que «La restauración estará precedida y acompañada de un estudio arqueológico e histórico del monumento» y por consecuencia no podemos concebir ni permitir proyectos que unilateralmente pretenden la restauración como método de conservación si el estudio arqueológico no lo acompaña, pero tampoco debemos permitir estudios arqueológicos que no respeten el monumento ni lo valoricen con justicia y no incluyan la conservación como una de sus metas primordiales pues como vimos, la arqueología respetable debe ser el fundamento de la conservación.
Figura 1 Diseños de las esculturas que decoraban la fachada del Templo 26. Dibujo de Barbara Fash
Figura 2 Jeroglíficos que adornaron la Estructura 22A, que posiblemente sean los nombres de lugares sagrados
Figura 3 Planta de la estructura 10L-26, por Rudy Larios V.
Figura 4 Reconstrucción preliminar «hipotética» de la fachada sur de la Estructura 22A