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Velásquez, Juan Luis
1993 La secuencia de ocupación y la evidencia del Grupo A-IV-1: Un grupo Preclásico de Kaminaljuyu. En VI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1992 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán de Brady), pp.324-337. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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LA SECUENCIA DE OCUPACIÓN Y LA EVIDENCIA DEL GRUPO A-IV-1:
UN GRUPO PRECLÁSICO DE KAMINALJUYU
Juan Luis Velásquez
El sitio arqueológico Kaminaljuyu se encuentra localizado en las Tierras Altas Centrales guatemaltecas. En la actualidad ha sido absorbido por el crecimiento de la ciudad de Guatemala y ha está casi desaparecido debido a ello. Su antigüedad se remonta al inicio del Preclásico Medio (1000-800 AC). Ha sido investigado desde inicios de siglo e importantes instituciones como Carnegie y la Universidad de Pennsylvania han realizado extensos estudios en él. Su ocupación abarca ininterrumpidamente hasta el Postclásico. Fue sin duda el más importante centro prehispánico de las Tierras Altas guatemaltecas durante el Preclásico, Clásico Temprano y Medio (Michels 1979).
Se han reportado para el sitio más de 200 montículos, los que en la actualidad se encuentran reducidos a menos del 20% debido al crecimiento de la ciudad y a su destrucción para hacer adobes para construcción.
El caso de la presente investigación es el Grupo A-IV-1, el cual está compuesto por dos montículos alineados en un eje norte-sur, desviado ligeramente hacia el este. Se localiza en el límite noroeste del sitio, al norte del Grupo A-V-6, al sur del B-III-1 y cerca de la ribera oeste de la extinta laguna Miraflores (Figura 1).
Pozos de sondeo dentro del programa de investigación de la Universidad de Pennsylvania ubicaron cronológicamente al Grupo A-IV-1 para el Clásico Tardío terminal (Michels 1979), en la fase Amatle II.
Cuando se proyecta realizar obras de urbanización en el área que comprende Kaminaljuyu, se hace necesario que el Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (IDAEH) lleve a cabo investigaciones arqueológicas, a fin de determinar la significancia del área, así como para recuperar y preservar las evidencias de significancia arqueológica de interés para la conservación y conocimiento del patrimonio cultural de Guatemala.
Dichas atribuciones están a cargo del Departamento de Monumentos Prehispánicos del citado Instituto y el Proyecto de Rescate Arqueológico Grupo A-IV-1 de Kaminaljuyu es un caso de ello. El proyecto surgió como respuesta a la solicitud de realizar una investigación arqueológica presentada por la señora Elsa Carmen Pivaral de Schlesinger, previo a solicitar realizar un proyecto urbanístico y la investigación fue financiada por ella y por las empresas Ticketron y DESSA (Velásquez 1991a).
OBJETIVOS
Los objetivos generales del proyecto se centraron en integrar la información arqueológica a recuperar dentro del conocimiento existente para Kaminaljuyu, enfatizar en los estudios de cerámica existentes, realizar una clasificación tipológica utilizando el sistema Tipo-Variedad, obtener información con relación al proceso socio-cultural de Kaminaljuyu, definir la significancia arqueológica del área, así como proteger y delimitar el Montículo A-IV-1.
Los objetivos específicos buscaron obtener información sobre el aspecto económico, social, político e ideológico de la sociedad kaminaleña, así como de la función del grupo, la actividad del mismo en el Preclásico Medio, Tardío terminal y del Clásico; a la vez de conocer la función, construcción y rasgos asociados en el Montículo A-IV-2, el que sería excavado intensivamente, dado su alto grado de destrucción.
METODOLOGÍA
La metodología empleada fue basada en la investigación de términos procesuales para inducir un análisis antropológico de instituciones socio-culturales. Las categorías secundarias utilizadas en dicho análisis se definen mediante trabajo de campo, en donde las operaciones realizadas se usan para reconstruir componentes secundarios.
Las técnicas de campo utilizadas fueron las generalmente aceptadas, consistiendo en pozos, trincheras, calas, ampliaciones y combinaciones de ellas, los controles estratigráficos fueron en niveles arbitrarios y naturales.
Es importante mencionar que se practicaron excavaciones intensivas y extensivas según el caso, destacando entre las intensivas las realizadas en el Montículo A-IV-2 en las del denominado Sector III.
Es oportuno mencionar que se analizó más de medio millón de tiestos, se definieron tipológicamente los complejos Las Charcas-Providencia y Providencia, se realizó un estudio especial de figurillas antropomorfas, se detalló y clasificó el material lítico, así como se encuentra bastante avanzado el estudio tipológico del material cerámico de fase Arenal.
La nomenclatura empleada en la clasificación cerámica se basó en los trabajos de Sharer y Demarest en Chalchuapa, Santa Leticia en El Salvador, así como los de Sharer y Sedat en el valle de Salamá, buscando con ello integrar cerámicamente a Kaminaljuyu con áreas cercanas; De ahí que varios de los nombres de grupos y tipos que se mencionarán correspondan a los dados para dichos lugares, principalmente en las esferas Providencia y Miraflores.
El proyecto ha abarcado un tiempo comprendido del mes de Agosto de 1990 a la fecha, se ha desarrollado simultáneamente trabajo de campo y laboratorio de Agosto/90 a Octubre/91; y trabajo de procesamiento de datos y análisis de materiales en laboratorio de Noviembre/91 a la fecha.
CONSIDERACIONES GENERALES
Los resultados obtenidos en la investigación realizada en el Grupo A-IV-1, sobre la base del fechamiento cerámico y a un buen control estratigráfico de los materiales y hallazgos provenientes de montículos, plataformas, ofrendas, depósitos, basureros y entierros, así como el conjunto de materiales culturales obtenidos, han permiten efectuar la interpretación del proceso evolutivo del grupo, su relación dentro de Kaminaljuyu y con otros sitios y áreas en las Tierras Altas Mayas (Figuras. 2 y 3).
FASE LAS CHARCAS
Durante el Preclásico Medio, en la fase Las Charcas (800-600 AC), el área que ocupa el Grupo A-IV-1 fue ocupada por sus primeros pobladores; ellos, al igual que otros contemporáneos suyos, se asentaron en las inmediaciones del lago Miraflores o laguna de los Tiestos.
Eran portadores de una cultura de carácter pan-mesoamericana, identificada por organizarse en pequeñas villas, ubicadas en valles y colinas, en las inmediaciones de los ríos y lagos, ser conocedores de la agricultura, así como portadores de una misma tradición en la manufactura cerámica y lítica, productores de un mismo estilo de figurillas, compartían similares modos estilísticos y decorativos entre otros rasgos propios de ese periodo (Piña Chan 1975).
Construyeron pequeñas plataformas de barro para ubicar sus viviendas, así como también realizaron cortes en el terreno natural (barro, talpetate o arena), para crear plataformas domésticas y rituales. Evidencias de ello son las plataformas localizadas bajo el Montículo A-IV-2, al sur de él y grandes terrazas en su lado oeste.
La evidencia de tal esfuerzo muestra a una población que, aunque pequeña, estaba bien organizada y realizaba un trabajo colectivo, el cual, junto con la evidencia de prácticas rituales, evidencia una sociedad jerarquizada.
Esta sociedad estaba bien caracterizada y definida por cerámica de producción local, tal el caso de los grupos Chachaya Rojo Pálido, Sacatepéquez Blanco, Pilar Rojo/Ante y Terrenos Café-Gris. Es posible relacionar esta cerámica a poblaciones que comparten modos cerámicos en lugares de las Tierras Altas, tales como las Verapaces, Chalchuapa, La Lagunita, Chiapa de Corzo, y en áreas tan distantes como Altar de Sacrificios y Tikal en las Tierras Bajas (Sharer y Sedat 1987; Sharer 1978; Viel 1984; Demarest 1976; Adams 1971).
Del origen de esta población es poco lo que se puede decir, sin embargo, parecen ser Mixe-Zoques o Proto-Mayas quienes se movieron desde el oeste y ocuparon la Costa de Guatemala durante el Preclásico Temprano.
De ser la Costa Sur de Guatemala su lugar de procedencia, parece ser que sucedió en épocas muy tempranas, ya que la cerámica del complejo Las Charcas es distinta a la de los complejos tempranos Ocós, Cuadros y Jocotal de La Victoria y Salinas La Blanca. Sus relaciones con los complejos Conchas y Mazate, el primero de La Victoria y el segundo de El Bálsamo y Monte Alto, evidencian tipos que son propios de Kaminaljuyu, tal el caso de los del grupo Sacatepéquez.
La cerámica del complejo Las Charcas parece pertenecer a una tradición desarrollada en las Tierras Altas Centrales. Desdichadamente, la cerámica de fase Arévalo, anterior a la de Las Charcas, es poco conocida y su presencia en contextos mezclados con cerámica Las Charcas sugiere ser la parte temprana de dicha fase.
Se aprecia una mayor relación con poblaciones de las Tierras Altas y la zona del río Pasión que hacia la Costa Sur, aunque esto no quiere decir que no hayan existido contactos con poblaciones de dicha área.
FASE MAJADAS
La fase Majadas (600-500 AC), un complejo transicional cerámico entre Las Charcas y Providencia, fue identificado (Figura 4). Presenta buena evidencia de los tempranos asentamientos en Kaminaljuyu, por lo que aporta importante información y posibilidades de investigación, dado que corresponde a un tiempo cuando en diversos sitios el ceremonialismo y la construcción de edificaciones rituales fueron notorias, tal el caso de Chiapa de Corzo en el complejo Escalera, Chalchuapa en el complejo Colos y el valle de Salamá en el complejo Max.
La presencia de la Estela 9 de Kaminaljuyu, fechada para tiempos Majadas, la cual presenta a un personaje que en su tocado lleva el símbolo del Dios Bufón (o Jester God), e identifica a los gobernantes en épocas posteriores, muestra una presencia precoz de sociedades jerarquizadas desde el Preclásico Medio en las Tierras Altas Mayas.
Se evidencia a la vez el inicio del ceremonialismo, caracterizado por plataformas con actividad ritual, tal el caso de ofrendas que contienen vasijas, entierros de individuos acompañados de vasijas finas, a quienes se asocia con estatus elevado.
Para esta época, el entierro de un personaje importante fue localizado a inmediaciones del Montículo A-IV-2 (Velásquez 1991b), frente a la laguna de Los Tiestos, colocado sobre una plataforma tallada en la arena y con un recubrimiento de tizate, acompañado de una rica ofrenda de vasijas, restos óseos humanos, objetos de piedra verde y demás parafernalia.
De esta manera se muestra la existencia de cultos funerarios desde el Preclásico Medio en Kaminaljuyu, una estratificación social y el uso de bienes suntuarios locales y foráneos. Es importante considerar a esta sociedad como la responsable de introducir la obsidiana de San Martín Jilotepeque a las Tierras Bajas Mayas en tiempos Mamom.
Presencia de viviendas que formaron una pequeña y temprana plazoleta se encontró en el interior del Montículo A-IV-2, donde plataformas hechas de una mezcla de barro y arena, así como fogones, basureros y cerámica asociada le confirman.
Estos hallazgos no solo relacionan las fases Las Charcas y Providencia, sino que la existencia del complejo Majadas, con ocupación doméstica y no sólo ritual como generalmente se ha localizado; de ser este complejo inexistente, permite tomar en cuenta componentes temporales de gran utilidad en el estudio de los orígenes de la civilización en el área Maya (Velásquez 1991b).
Los grupos cerámicos engobados identificados para este complejo son: Xinacati (Rojo), Portales (Naranja), Olocuitla (Naranja), Sacatepéquez (Blanco), Terreno (Café), Miraflores (Negro), Jicalapa (Naranja con decoración negativa), Pilar (Rojo/Ante) y dos clases especiales de engobe Rojo-Naranja y Gris.
FASE PROVIDENCIA
En la fase Providencia (500-300 AC), al igual que en todo Kaminaljuyu, se inicia en el Grupo A-IV-1 la edificación de montículos más complejos y sofisticados, que tiene generalmente una función funeraria de personas de alto estatus.
Un pequeño montículo en el interior del A-IV-2 fue detectado, asociado al cual se encontró cantidad de material lítico, compuesto de lajas basálticas, cantos rodados, manos y piedras de moler, así como una pequeña estela lisa. Es de especial mención una piedra de moler con perforación central.
Durante esta fase, un importante evento tuvo lugar, fue el entierro de un individuo de alto status, colocado en una plataforma doméstica existente en la plazoleta antes mencionada. Su ofrenda lo identifica como un personaje de alta jerarquía; su enterramiento fue tan importante que originó la construcción del montículo conocido como A-IV-2, lo cual no sólo sepultó el área de vivienda, sino que dio origen a un montículo de carácter funerario, el cual nunca cambiaría de función y contendría en su interior al individuo con el mayor ajuar funerario que se haya reportado para este momento en el sitio.
Esto evidencia que desde entonces Kaminaljuyu había alcanzado un alto grado de complejidad social. No nos parece que este fuera el personaje más importante del sitio en ese tiempo, por lo que debieron de realizarse otros entierros importantes en Kaminaljuyu, con lo que se puede notar que la diferenciación social estaba bien establecida para esos tiempos. Otros entierros de diferente status también se han localizado en el grupo, los cuales dieron lugar posteriormente a áreas de enterramiento especiales, dándole al grupo un carácter ritual.
Una apreciación interesante es que durante este periodo comienza a localizarse en el lugar abundante cerámica del grupo Monte Alto Rojo, la cual ha sido considerada con función específica para almacenar granos y aun cacao.
Parece ser que para tiempos Providencia el Grupo A-IV-1 tuvo un fuerte carácter ritual, tanto por el área de enterramientos al este del Montículo A-IV-1 como por el entierro del A-IV-2 y quizá por un entierro que pudo dar origen al Montículo A-IV-1, el que aunque no fue excavado intensivamente, mostró una plataforma de tiempos Providencia, la que fue cubierta por un relleno que dio origen al montículo durante tiempos Verbena (300-200 AC).
Los grupos cerámicos engobados identificados para Providencia (Figura 5) son: Olocuitla (Naranja), Santa Tecla (Rojo), Pinos (Café-Negro), Miraflores (Negro), Sacatepéquez (Blanco), Portales (Naranja), Jicalapa (Naranja con decoración negativa), Pilar (Rojo/Ante), Xinacati (Rojo) y las clases Velarde (Rojo/Ante) y Miraflores Pasta Roja (Engobe Blanco).
FASE VERBENA
Durante la fase Verbena (300-200 AC), el Montículo A-IV-2 no contuvo nuevos entierros, al igual que durante posteriores momentos. De especial significación es una alineación de material lítico, el cual corre en un eje norte-sur en el límite este de la plaza del Grupo A-IV-1.
En él destaca la presencia de una escultura zoomorfa fragmentada con forma de sapo y fragmentos de estelas lisas; estas recuerdan una alineación similar en Izapa, al cual se le ha otorgado una función relacionada a observaciones astronómicas y rituales (Lowe et al 1982).
Esta alineación se relaciona a las plataformas de barro de tiempos Providencia frente al Montículo A-IV-2 y limita la plaza, a la vez que se conjuga con la presencia de fogones de carácter ritual, que quizá hacen ofrenda al montículo funerario.
Se conforma una tradición funeraria en los lugares de enterramiento de tiempos Providencia que continuaría durante todo el Preclásico. Es este el momento de la impresionante tumba del Montículo E-III-3 (Shook y Kidder 1952), tiempo cuando Kaminaljuyu irradia su cultura a toda el área Maya.
Es importante destacar la presencia de fragmentos de una estela fechada para tiempos Verbena en el grupo, la cual le otorga especial significancia de carácter elite y ritual.
FASE ARENAL
En la fase Arenal (200 AC – 250 DC) grandes cambios se produjeron en el Grupo A-IV-1, es el momento de mayor explosión demográfica en Kaminaljuyu y a la vez un lapso muy prolongado de tiempo.
Se construye el Montículo A-IV-1 en su versión actual y se realiza una gran nivelación entre éste y el A-IV-2, la cual se extiende hacia el este, hacia la ribera del lago y toda el área en general es ocupada. Se asocia material de fase Arenal a una serie de plataformas talladas en el barro al norte de Montículo A-IV-1, las cuales presentaron evidencias propias de cocinas, fogones y basureros.
En este momento es sorprendente la cantidad de basureros y depósitos que utilizaron miles de tiestos de cerámica del grupo Monte Alto Rojo, lo que evidencia una elevada producción de esta clase de cerámica.
Se hicieron grandes depósitos con ofrendas de vasijas completas, que contrastan con la presencia de entierros y manifiestan el alto ritualismo del grupo. Se muestran fuertes relaciones con las Tierras Altas del Norte, con sitios como Zacualpa, donde incensarios zoomorfos similares fueron identificados inicialmente.
El grado de especialización alcanza su apogeo, notándose en la cerámica del grupo Monte Alto Rojo, así como en el trabajo de piedra verde; se incrementa el intercambio con la Costa Sur y las Tierras Altas, evidenciado por tipos cerámicos localizados en ambas zonas, tal el caso de los tipos con decoración Usulután, la cerámica del ware Osuna y del grupo Atercozol, así como una gama de modos decorativos y formales, compartidos con la esfera Miraflores.
Una apreciación interesante es la presencia de ofrendas que, aunque portan modos identificados propios del Protoclásico, no evidencian intrusiones de población, ni un componente ajeno a la tradición ya establecida desde épocas anteriores. Los tipos cerámicos continúan siendo los mismos de la fase Arenal y el desarrollo del grupo se aprecia en el mismo sentido. Modos cerámicos como los soportes mamiformes y la cerámica con decoración Usulután del tipo Izalco se muestran tempranamente en Kaminaljuyu.
Se realizaron ofrendas y entierros tardíos en el área que había cumplido anteriormente la misma función. Esta es al noreste del Montículo A-IV-1 (Sector III). Vasijas completas asociadas al Entierro 26 fueron recuperadas y son similares a las de un hallazgo de La Lagunita fechado para el complejo Lililla 3. Este es contemporáneo al final de la fase Arenal o en Aurora para Kaminaljuyu, a inicios del Clásico Temprano. Destaca la presencia de un cuenco zoomorfo del grupo policromo Ixcanrio y una ocarina zoomorfa (Figura 3).
A pesar de toda la actividad realizada para esta fase, el montículo funerario A-IV-2 parece no haber sido alterado.
Durante el Clásico Temprano (fase Aurora 250-400 DC) se realizaron ofrendas y entierros en la misma área, un cuenco de base anular similar a la cerámica naranja delgado, un cuenco tetrápode de engobe café y una pequeña vasija del Tipo Verbena Blanco Inciso, fechan dicho momento.
Dichas ofrendas y entierros son posibles que tengan relación con una nueva nivelación que relacionaría al Grupo A-IV-1 con el Grupo B-III-1, ubicado a pocos metros al norte y en el cual se encontraba una cancha para el Juego de Pelota (B-III-5) que se fechó para tiempos Arenal tardío y Aurora (Brown 1973; Parsons 1986).
ÉPOCA CLÁSICA
La mayoría de la cerámica Clásica recuperada se caracteriza por ser tiestos que se localizaron esparcidos en la superficie y en niveles contaminados, parece que la ocupación de dicho momento fue destruida por la brusca alteración que el terreno sufrió desde hace años. Así mismo no existe evidencia de rasgos constructivos.
Se localizaron dos intrusiones del Clásico, en tiempos Amatle: una en un área de enterramiento Arenal, y la otra en una plataforma Providencia en el lado oeste del Montículo A-IV-2.
La presencia de cerámica de los tipos Esperanza Flesh y del ware Baúl pertenecientes al Clásico, en ambas intrusiones fecha para tiempos Amatle I en la parte media del Clásico.
Interesante es observar que parece continuar la tradición de utilizar los lugares de ofrendas y enterramientos iniciados en tiempos Preclásicos. Caso similar ha sido notado en el Parque La Democracia (Luis Cruz, comunicación personal 1990), en las inmediaciones de los Grupos conocidos como Palangana y Acrópolis.
Todo ello evidencia un continuo de población del mismo grupo, por lo que es necesario una revisión a las teorías que plantean que una población foránea entró al valle de Guatemala, desplazando a la población local.
La continuidad del uso funerario y ritual del Grupo A-IV-1, permite apreciar que dichas prácticas son características singulares de un mismo grupo social, ya que personas foráneas no realizarían dichas actividades en lugares donde una población desplazada las hacía.
No es el momento para tratar de analizar el final del asentamiento en Kaminaljuyu pues nos faltan datos para ahondar en tal temática; sin embargo, podemos concluir que nuestras investigaciones permiten apreciar la evolución de los primeros pobladores del valle de Guatemala, quienes, aunque nunca estuvieron aislados de otras poblaciones cercanas, tuvieron una identidad y desarrollo propio, el cual compartieron con otras regiones del área Maya, desarrollándose a partir de aldeas, a cacicazgos y alcanzaron un nivel de estado inicial desde el Preclásico Medio tardío en tiempos Providencia.
Es nuestro deseo contribuir con nuestros datos al estudio de las sociedades Preclásicas y su evolución, para el conocimiento de las Tierras Altas.
AGRADECIMIENTOS
Es oportuno dar un agradecimiento al equipo profesional de DESSA, personas que con su colaboración e interés ayudaron al buen desempeño del Proyecto. Dentro de ellas merece especial mención Gustavo García Laylle, quien colaboró en ello con entusiasmo y profesionalismo, al Arquitecto Roberto Roesch, así como al Señor Mario Nathusius, quien con gran interés en colaborar con el conocimiento de nuestro pasado y su apoyo económico, hizo posible que llegase a los resultados obtenidos.
Figura 1 Kaminaljuyu, ubicación del Grupo A-IV-1 (Michels y Sanders 1973)
Figura 2 Vasijas del periodo Preclásico del Grupo A-IV-1
Figura 3 Vasijas y ocarina procedentes de ofrendas del periodo Clásico Temprano del Grupo A-IV-1
ESQUEMA TIPOLÓGICO TRANSICIÓN LAS CHARCAS-PROVIDENCIA
CLASE GRUPO TIPO VARIEDAD
No determinada ND/ (engobe gris) ND/ simple
ND/ aplicado
No determinado Terrenos ND/ simple
ND/ acanalado
ND/ inciso
ND/ compuesto
No determinado ND/ rojo-pasta ND/ aplicado
No determinado ND/ (engobe rojo-naranja) ND/ simple
ND/ inciso
Villalobos Xinacati* Rojo Xinacati Xinacati
Lustrosa ?
Chelac acanalado-inciso
ND/ (engobe café)*
Canales Naranja-Portales ND/ Simple
ND/ Inciso
Blanco-Naranja
Sacatepéquez Crema Jicalapa* Jicalapa Usulután
Ajpuj Fino Olocuitla* Tecoluca inciso
Xuc Sacatepéquez* ND/ Blanco
ND/ Blanco inciso
ND/ Blanco acanalado
ND/ Blanco-rojo
ND/ Blanco-rojo inciso
ND/ Blanco-rojo inciso aplicado
ND/ Blanco-rojo modelado
Sumpango o Embudo Ante Pilar* Pilar rojo-ante
ND/ Rojo-ante
Miraflores Pasta Roja ND/* ND/ Rojo-blanco
ND/ Rojo-blanco aplicado
Ajmak Café-Negro Miraflores* Negro Miraflores
ND/ Inciso
ND/ Acanalado
* Descritos en Complejo Providencia ND/ = No Designado
Figura 4 Esquema tipológico del Complejo Transicional Las Charcas – Providencia
ESQUEMA TIPOLÓGICO COMPLEJO PROVIDENCIA
CLASE GRUPO TIPO VARIEDAD
Ajpuj Fino Olocuitla Naranja-Olocuitla
Olocuitla-Usulután
Tecoluca Inciso
Apico “grooved” (acanalado)
Acachapa Modelado
ND/ Púrpura-Naranja
Ajmak Café-Negro Pinos Pinos Café-negro
Jorgia Inciso grueso Por engobe
Por engobe Ilopango
No especificado
Miraflores Miraflores Negro
ND/ Inciso v. Simple
v. Pigmento Rojo
ND/ Inciso Punzonado
ND/ Engobe Gris ND/ Gris
ND/ Inciso
ND/ Aplicado
ND/ Modelado
Xuc Sacatepéquez ND/ Púrpura-Blanco inciso
ND/ Blanco
ND/ Blanco inciso
ND/ Púrpura-blanco
Canales Naranja Portales Portales Naranja Inciso Simula
Con pigmento rojo
Sacatepéquez Crema Jicalapa Asacualpa Inciso
Jicalapa Usulután Jicalapa
Manchada
ND/ Acanalado
ND/ Media caña
Sumpango o Pilar Pilar rojo-ante
Embudo Ante Prado rojo-ante
ND/ aplicado
Velarde pasta ante ND/ Rojo/ante
ND/ Inciso
Villalobos Ximacati Ximacati rojo Ximacati
Lustrosa
Chelac “grooved” (acanalado)
Inciso?
ND/ Inciso punzonado
ND/ (café) ND/ Café
Terra ND/ ND/ Simple
ND/ Inciso
ND/ Aplicado
Miraflores Pasta Roja ND/ (engobe blanco) ND/ Rojo/blanco
ND/ = No Designado
Figura 5 Esquema tipológico del Complejo Providencia
REFERENCIAS
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