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López, Roberto Francisco y Roxzanda Ortiz
1994 Excavaciones en un palacio residencial en el Grupo Códice de Nakbe, Petén. En VII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1993 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.264-283. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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EXCAVACIONES EN UN PALACIO RESIDENCIAL
EN EL GRUPO CÓDICE DE NAKBE, PETÉN
Roberto Francisco López
Roxzanda Ortiz
El complejo arquitectónico denominado Grupo Códice es el mejor ejemplo de la ocupación Clásico Tardío en el sitio arqueológico de Nakbe (López 1992a, 1992b). El Grupo Códice está asentado alrededor de la monumental ocupación Preclásica y se encuentra bastante saqueado, siendo un poco difícil la localización de edificios y áreas sanas libres de depredación.
Durante la temporada de campo de 1993 se excavó formalmente por primera vez este grupo. La Estructura GC-103 fue seleccionada debido a que fue uno de los pocos edificios que presentó menor daño y destrucción por su lado oeste, teniendo oportunidad de recuperar valiosa información sobre una clase élite tardía en Nakbe. Por otro lado, se realizaron trabajos de consolidación y restauración con el objeto de parar el deterioro de la estructura.
Las excavaciones realizadas en la Estructura 103 confirmaron la importancia del grupo dentro del resto de los conjuntos arquitectónicos construidos en el sitio para la misma época. Esto de debe al tamaño y sofisticación de la arquitectura, así como el hallazgo de la cerámica estilo Códice en contexto arqueológico. Estos materiales, junto a los hallazgos mortuorios y arquitectónicos, señalan un rápido desarrollo económico, político y social dentro de los habitantes que radicaron en la zona de Nakbe y que ejercieron el control sobre la producción artesanal y distribución de tan fina cerámica.
ESTRUCTURA GC-103
La Estructura 103 se localiza entre las Plazas A y B del grupo teniendo relación con ambos ambientes (Figura 1). Este edificio tiene forma rectangular con orientación de 4º en un eje norte-sur. Un muro central en el mismo eje divide la estructura en dos lados desiguales principalmente. Sin embargo, pudimos notar la existencia de pasajes que comunicaban las cámaras de ambos lados. Sobre el lado este, la depredación reveló por lo menos tres habitaciones sencillas y sobre el lado oeste, destacan al menos dos habitaciones dobles en forma de «H» comunicadas entre sí.
El daño causado a la estructura por la depredación es bastante serio. Cuatro trincheras de saqueo sobre el lado este y dos más sobre los lados norte y sur provocaron destrucción en muros, bancas, recintos funerarios, pisos y nivelaciones de estuco.
Las excavaciones arqueológicas detectaron evidencia de una gran construcción del Clásico Tardío, de la cual había bastante muestra de grandes remodelaciones por la misma época. El edificio original se construyó sobre una escarpa natural, nivelando su base con un relleno artificial de tierra negra y grandes piedras. Sobre el lado oeste de la estructura fue necesario la construcción de una escalinata de 12 escalones, con una grada más al entrar en los cuartos para formar 13 en total, facilitando el acceso al edificio desde el nivel de la Plaza B al pié de la estructura. El lado este del edificio no presentó escalinatas debido a que sus espacios interiores se nivelan con la Plaza A.
La remodelación de la Estructura 103 provocó muchos cambios en la configuración del edificio, caracterizándose por espacios y terrazas más amplios (Figura 2). Sobre el lado oeste se cubrieron las escalinatas, que para esta fecha estaban en mal estado, dejando una terraza que dominaba desde lo alto hacia las residencias que rodearon la Plaza B. Las dos amplias habitaciones abovedadas recibieron grandes remodelaciones también en la forma de bancas, nuevos pisos y nuevas capas de estuco a los muros, además de sellar algunos pasajes. Todavía se mantuvo el acceso al poniente, pero aparentemente sólo para aprovechar la gran terraza que cubrió la escalinata. En su forma final, el lado este presentó tres habitaciones separadas por delgados muros estucados con bancas corridas, algunas de ellas con estrechos pasajes a través del muro central hacia los recintos del lado opuesto.
Los componentes arquitectónicos eran muy variados, tales como muros compuestos de embono recubiertos de finos bloques tallados en piedra caliza. Notamos también la presencia de nichos en esta clase de delgados muros divisorios. Otros muros se caracterizaban de grandes piedras rústicas pegadas con mortero y recubiertas de estuco, como el muro de 1.06 m de ancho que divide la estructura en un eje norte-sur. Los muros que dividieron las cámaras norte y sur del lado oeste de la estructura (Figura 3) también recibieron el mismo tratamiento. Los gruesos muros sirvieron de soporte para los cielos abovedados del edificio.
Las bóvedas de las habitaciones corrieron en un eje norte-sur aparentemente por todo lo largo del edificio, rasgo común en los palacios abovedados del Clásico Tardío. Pudimos notar las piedras de bóveda de mediano tamaño y no muy elaboradas como las encontradas en otras partes del grupo y otros conjuntos en el sitio para la misma época (por ejemplo, las piedras de Op.101; López 1992a).
Las jambas de la entrada a las cámaras interiores tuvieron un ancho de aproximadamente 2 m (Figura 4), lo cual es demasiado ancho para soportar el peso de un doble filo de bóvedas. Por lo tanto, creemos que el colapso de la estructura fue provocado por esta falla arquitectónica. No hubo evidencia de soportes adicionales en medio de las jambas.
Dentro de las habitaciones encontramos paredes y bancas recubiertas de varias capas de estuco, notándose algunos rústicos y simples grafitos. Algunas de estas capas de estuco estaban pintadas en color negro y rojo, señalando una periódica restauración y mantenimiento en los interiores del edificio durante el periodo de ocupación.
Los recintos funerarios del tipo cista o tumba son de forma rectangular (López 1992a). Estos recintos mortuorios fueron puestos a la vista por el fuerte saqueo al edificio. Los restos de cuatro recintos depredados se rescataron sobre el lado este de la estructura en 1989 y 1992 (López 1992a). Las excavaciones sobre el lado oeste del edificio localizaron dos recintos más. Uno de ellos (el Entierro 7) perteneciente a la fase antes de la remodelación, mientras el otro recinto (Entierro 11) fue puesto después de dicha remodelación. El patrón de ubicación de recintos funerarios es bastante claro y constante. Estos recintos corren en un eje norte-sur invariablemente y se encuentran colocados paralelamente muy cerca de los muros debajo del piso de estuco dentro de las habitaciones.
ENTIERROS
Durante la temporada de campo en 1989, rescatamos varias trincheras de saqueo en la Plaza A del Grupo Códice (López 1992a). En esta oportunidad, localizamos cinco recintos funerarios depredados sobre el lado este de la Estructura 103. Estos individuos en su mayoría fueron enterrados dentro de la primera fase constructiva de la estructura. Las excavaciones efectuadas en el interior de las habitaciones dobles del lado oeste del edificio (sección no depredada), localizaron cuatro entierros más, tres de ellos primarios (Entierros 7, 9 y 11) y un entierro secundario (Entierro 8).
Figura 1 Plano general del Grupo Códice mostrando la disposición arquitectónica del conjunto y la
ubicación de la Estructura GC-103
Figura 2 Planta de Estructura 103 mostrando la arquitectura revelada por las operaciones arqueológicas
Figura 3 Perfil norte mostrando los gruesos muros interiores de las cámaras
Figura 4 Planta general indicando las jambas y accesos a las cámaras interiores.
Nótense la ubicación de recintos funerarios
El Entierro 7 se localiza en el cuarto sur dentro del relleno de la primera etapa constructiva (Figura 5). Un individuo adulto medio de sexo masculino fue colocado de decúbito dorsal extendido en el recinto, en mal estado de preservación. Junto al entierro, se localizaron tres vasijas del tipo Palmar Naranja Policromo: dos cuencos con motivos geométricos que se localizaron por las piernas del individuo (lado izquierdo) y sobre su cabeza un plato trípode con tres deidades pintadas en su interior.
El Entierro 8 fue de tipo directo, secundario y se localizó debajo de la banca del cuarto norte correspondiente también a la primera etapa constructiva. De este individuo se encontró únicamente fragmentos de costillas, vértebras, falanges de mano, pie y algunas piezas dentarias. Asociado a estos restos óseos se detectaron pequeñas piedras rojas de hematita y carbón esparcido. Esto sugiere alguna ritualidad para el individuo enterrado, aunque parecía ser de forma secundaria.
El Entierro 9 se localizó al penetrar el piso del cuarto norte sobre el lado oeste del edificio, correspondiente a la remodelación constructiva (Figura 6). El entierro consistió de un pequeño infante de 1 a 3 años de edad quien fue colocado de decúbito dorsal con las piernas y brazos flexionados en un eje este-oeste. Este individuo se encontraba debajo de dos piedras pegadas a un muro que corrió en la misma dirección dentro del relleno de tierra gris, ceniza y muchos materiales de desecho tales como huesos de animal, cerámica fragmentada, navajas prismáticas de obsidiana, hachas de pedernal, concha y carbón.
Entre los materiales cerámicos encontrados en el perímetro del entierro del infante destacan fragmentos de vasijas estilo Códice. El hecho de que la mayoría pertenecía al mismo vaso puede sugerir una ritualidad funeraria fragmentando la vasija. Este infante se encontró cerca al Entierro 11, separados únicamente por un muro, pero no se sabe si hubo relación entre sí.
El Entierro 11 consistía de un individuo joven de sexo femenino colocado de decúbito dorsal extendido, con los brazos flexionados hacia la cabeza (Figura 7). Este individuo femenino se encontró en buenas condiciones debido a que las lajas del recinto colapsaron sobre ella, preservándola. Sobre su pelvis se localizó un infante seguramente no nato (Figura 8). Este pequeño se encontró flexionado con el cráneo hacia arriba, sorprendentemente en buenas condiciones. Podría decirse que la causa de la muerte de esta señora fue por problemas de parto debido a la mala posición del feto. Inclusive, exámenes preliminares realizados por el Dr. Richard Wigle indican que esta señora había tenidos varios partos anteriores por causa de las huellas grabadas en la parte posterior del pubis de la pelvis (Wigle, comunicación personal 1993). Futuras pruebas de DNA están pendientes para investigar la relación genética entre estos individuos y otros ubicados en el complejo arquitectónico.
PATRÓN FUNERARIO
Como hemos visto, los individuos que habitaron el edificio fueron enterrados preferentemente en recintos funerarios o tumbas bien elaboradas de forma rectangular. La orientación de estos individuos es invariablemente en eje norte-sur con el cráneo al norte. También existe preferencia de colocarlos de decúbito dorsal extendido.
Todos los recintos funerarios localizados por la depredación o las excavaciones arqueológicas se encuentran junto a muros que corren en un eje norte-sur. No hemos encontrado recintos construidos al centro de las habitaciones (Figura 9). La colocación de platos o fuentes sobre la cabeza, como el caso del Entierro 7, fue visible en otros entierros de la misma época en el sitio (por ejemplo, el Entierro 5 dentro de la Estructura 200; López 1992b).
Figura 5 Elevación este mostrando el detalle del Entierro 7
Figura 6 Perfil norte mostrando el detalle del Entierro 9
Figura 7 El Entierro 11 consiste de un individuo de sexo femenino puesto de decúbito dorsal extendido,
debajo del piso de la cámara nor-oeste
Figura 8 Detalle del Entierro 11 mostrando los restos de un niño no nato sobre el vientre del individuo
femenino excavado
MATERIALES
Los materiales recuperados en estas excavaciones son muy variados y abundantes. Estos artefactos provienen de dos contextos principales: primero, los materiales recolectados en rescates abandonados en las trincheras de saqueo por los depredadores y segundo, los materiales encontrados en las excavaciones arqueológicas, sobresaliendo cerámica, lítica, concha, obsidiana, pedernal, etc.
El análisis cerámico preliminar realizado por el Dr. Forsyth (1993:44-51) sitúan la ocupación del grupo Códice para el Clásico Tardío en el Complejo Cerámico Uuc que representa el horizonte Tepeu 1 y 2. Los tipos más comunes son Tinaja Rojo, China Impreso, Infierno Negro y Carmelita Inciso.
En el Grupo Códice es común la cerámica estilo Códice. Desafortunadamente la mayor parte de la muestra ha sido recuperada en rescates de trincheras de saqueo. No fue sino hasta esta temporada (1993) durante las excavaciones de la Estructura 103 que recuperamos cerámica del Estilo Códice en contexto arqueológico sin perturbación. Técnicamente corresponde al grupo y tipo Zacatal Crema Policromo (Forsyth 1989:112, 1993:50; Hansen, Bishop y Fahsen 1991:225). Las formas más usuales y conocidas en colecciones privadas son vasos cilíndricos, cuencos y platos de base plana con paredes divergentes, aunque existen otras formas en la muestra como tecomates, tambores, veneneras, etc (Robicseck y Hales 1981:3-6).
De los fragmentos recuperados en excavación del piso de la Operación 103 A, había un vaso cilíndrico fragmentado. Este vaso mide 23 cm de alto, 18 cm de diámetro y 0.5 cm de grosor de pasta (Figura 10). El acabado de superficie incluye líneas negras y café oscuro a claro sobre un fondo color ante, con labio y base pintados en negro y rojo. En la parte superior es visible una banda horizontal de jeroglíficos (Secuencia Primaria Estándar) en la que se aprecia el glifo que se refiere al contenido o bebida dentro de la vasija ka-ka-w(a). Luego notamos varios glifos titulares como jugador de la pelota pi-tz’-l(a) y el glifo pene que se refiere a la persona que mantiene la descendencia del linaje. Seguidamente, se encuentra un glifo de cabeza de jaguar viejo como nominal del individuo a quien el vaso hace referencia.
Sobre el cuerpo de la vasija tenemos un texto secundario, escrito en dos columnas de 10 cartuchos cada una. Aunque por estar fragmentado únicamente siete cartuchos están completos, tres se encuentran parcialmente y tres más presentan una mínima parte. Son reconocibles nombres y títulos que están discutidos más a fondo en otra fuente (López y Fahsen, este volumen).
En la escena mitológica aparecen parcialmente varios personajes zoomorfos y antropomorfos, destacando la figura de un jaguar sentado en posición de piernas cruzadas dentro de un recinto. Este recinto posee muchos elementos tales como calaveras de animal, huesos cruzados y ojos de la muerte, relacionándose indudablemente con el inframundo.
Otros fragmentos de vasijas Códice conforman la muestra de materiales cerámicos. En ellos podemos notar la diferencia de estilo, calidad y habilidad de los artesanos y escribas que las elaboraron (Figura 11 a-c). Un fragmento de cuenco presentó sobre la cara exterior un motivo decorativo inciso del juego patolli (Figura 11 d). Este juego tenía connotaciones calendáricas y fue muy popular en el Clásico Tardío (López 1992b).
El contexto de la cerámica estilo Códice es ritual como lo vimos en la asociación con los Entierros 9 y 11. Sin embargo, de acuerdo a nuestro hallazgo, esta cerámica también podría tener uso doméstico ya que se encontró directamente dentro de relleno de desechos y basura de consumo que cubrió la primera etapa constructiva de la estructura.
Tres vasijas policromas completas fueron recuperadas en contexto funerario como parte de la ofrenda del Entierro 7. Este individuo fue localizado debajo del piso de la primera etapa constructiva sin aparente perturbación. De las tres vasijas recuperadas de este entierro, sólo el plato sobre la cabeza estaba pintado en el interior con tres deidades con características monstruosas, pintadas de perfil sobre las paredes viendo hacia el centro del plato. Estos motivos recuerdan los mascarones con representaciones de deidades de trompas largas y ojos cuadrados sin mandíbulas. En este caso, notamos espejos y lirios de agua sobre la frente y extraños tocados amarrados sobre sus cabezas. Además, elementos como lenguas caen de sus bocas (Figura 12). Curiosamente el deterioro del engobe fue hecho intencionalmente. Notamos un patrón de remoción del engobe y pintura únicamente en ciertas partes de estos elaborados motivos (Figura 12).
Otros materiales y artefactos de carácter doméstico con señales de desgaste por el continuo uso también fueron parte de la muestra, tales como manos de moler, hachas de pedernal, navajas prismáticas de obsidiana, fragmentos de concha, agujas de hueso, malacates de cerámica, figurillas, pitos etc. Estos materiales se mezclaron con muchos huesos de animal (como venado, jabalí, aves y otros) como parte del consumo familiar.
Figura 9 Planta de Estructura 103 mostrando los recintos funerarios
Figura 10 Vasija estilo Códice fragmentada localizada dentro del piso de la Estructura GC-103-2
Figura 11 a, b y c: fragmentos de vasijas de estilo Códice; d: tiesto inciso mostrando un juego patolli
(materiales localizados en la Operación GC-103 «A»)
Figura 12 Detalle de motivos pintados en el interior del plato del Entierro 7 mostrando un patrón de
deterioro en ciertas partes del engobe y la pintura; a y b: motivos deteriorados; c y d: patrón de
deterioro; e: reconstrucción del motivo
CONSOLIDACIÓN
El deterioro de la Estructura 103 fue bastante serio por la destrucción que causó el saqueo y depredación sobre el lado este del edificio. Todas las trincheras de saqueo rompieron parte de la base del muro principal construido en un eje norte-sur, provocando un desplome considerable. Por lo tanto, fue necesario reconstruir las partes faltantes del muro, colocando piedras planas muy similares como ladrillos amarrados con mortero compuesto de tierra caliza, ceniza, cal y cemento.
Así mismo, las bancas y pisos dañados se rellenaron con un embono de piedra y mortero, recubriendo los agujeros con estuco elaborado a base de cal y tierra caliza cernida. A esta preparación mezclamos agua de la corteza de un árbol llamado Chacah, utilizado en algunas construcciones por los habitantes locales para fortalecer el repello o estuco.
RESTAURACIÓN
Para los trabajos de restauración, seleccionamos una porción de la estructura localizada sobre el lado este. Esta área estaba flanqueada por dos trincheras de saqueo lo que ayudó a entender al momento de la excavación la dirección en que la bóveda colapsó y la ubicación de los componentes arquitectónicos como muros, bancas, recintos funerarios, etc. Luego de hacer la limpieza del derrumbe, revelamos las bancas y pisos de estuco existentes en el interior de la mitad de dos cámaras o habitaciones (Figura 13).
Estas habitaciones se encontraban divididas por un delgado muro casi colapsado, el cual fue removido debido al extremo deterioro y levantado a plomo nuevamente. Se colocó cada uno de los bloques originales en su lugar original. Singularmente este muro contaba con dos nichos cuadrados, los cuales fueron reconstruidos y estucados de nuevo (Figura 14). La pared exterior de las habitaciones que corrió paralela al eje norte-sur del muro principal también fue restaurada, sin necesidad de derrumbarla por el poco desplome que presentó. Algunas partes de estos componentes arquitectónicos fueron recubiertos con el estuco o repello mencionado para protegerlos de la acción del medio ambiente. Las partes reconstruidas no originales, se diferenciaron con un acabado diferente colocando pequeñas piedras para distinguirlas.
APRECIACIONES GENERALES
La Estructura 103 es una residencia élite habitacional donde residieron por varias generaciones miembros de cierta clase social, lo cual es evidente entre los restos funerarios de otros complejos del Clásico Tardío y el Grupo Códice (López 1992b). Lo interesante del caso del Grupo Códice, es que se trataba de una clase élite, pero sin los rasgos característicos de los centros estatales del mundo Maya como estelas esculpidas con textos históricos, arquitectura mayor y grandes poblaciones. Sin embargo, la evidencia de la Estructura 103 indica un claro excedente y riqueza en el rápido desarrollo arquitectónico de dos etapas constructivas en el edificio.
La Estructura 103 fue diseñada con acceso a dos plazas cerradas, indicando la necesidad de una privacidad que tal vez se puede relacionar con el surgimiento de riqueza o rango social. El hecho de que había remodelaciones arquitectónicas sugiere un crecimiento poblacional a menor escala. La última construcción contempló espacios interiores más amplios y confortables.
Aunque no fue posible excavar el edificio en su totalidad, fue evidente la existencia de otras habitaciones o espacios construidos. Sobre la esquina noroeste del edificio notamos los restos de un pequeño cuarto cuya función fue posiblemente de servicio, tal como una cocina o bodega. Sobre la esquina sureste notamos otra habitación o plataforma nivelada en la cual quizá se levantó un techo perecedero.
Además, podríamos decir que los seis recintos funerarios detectados dentro de la primera etapa constructiva representan una clase élite aparentemente en un estado de desarrollo en el Grupo Códice. El texto del vaso Códice recuperado en excavación hace mención de un personaje importante, seguramente miembro de este grupo.
Aunque no fue posible encontrar la cerámica de estilo Códice en un recinto funerario como se esperaba, los fragmentos de un vaso de ese tipo señalan una posible ritualidad mortuoria relacionada con el Entierro 9. Sin embargo, la gran cantidad de fragmentos de este tipo dentro del relleno de basura de desecho que cubrió la primera etapa constructiva, señala uso doméstico. Esto es explicable si asumimos que la gente del Grupo Códice gozaba de cierto excedente económico en un estado inicial de desarrollo posiblemente relacionado a la producción y distribución de la cerámica Códice (Hansen, Bishop y Fahsen 1991). Las futuras investigaciones confirmaran estos modelos de estimulación cultural en el desarrollo Maya.
Figura 13 Planta de habitación revelada por la Operación GC 103 C, mostrando muros, bancas y pisos
Figura 14 Isométrica del área restaurada mostrando el trabajo realizado en los muros, nichos y bancas
restaurados
REFERENCIAS
Forsyth, Donald W.
1989 The Ceramics of El Mirador, Peten, Guatemala. El Mirador Series, Part 4, Papers of the New World Archaeological Foundation No. 63. Brigham Young University, Provo.
1993 The Ceramic Sequence at Nakbe, Guatemala. Ancient Mesoamerica 4:31-53. Cambridge University Press.
Hansen, Richard D., Ronald L. Bishop y Federico Fahsen
1991 Notes on Maya Codex-Style Ceramics from Nakbe, Peten, Guatemala. Ancient Mesoamerica 2, 2, pp.225-243.
López, Roberto Francisco
1992a El Clásico Tardío de Nakbe: investigaciones en el Grupo Códice y el cercano Grupo GC-101. En IV Simposio de Arqueología Guatemalteca, 1990, editado por J.P. Laporte, H.L. Escobedo, S.V. Brady, pp.71-88. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
1992b Excavaciones en el Grupo Coral y algunas relaciones internas con otros grupos tardíos en Nakbe, Petén. En V Simposio de Arqueología Guatemalteca, 1991, editado por J. Laporte, H. Escobedo y S. Brady, pp. 71-88. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Robicseck, Francis y Donald Hales
1981 The Maya Book of the Dead: The Ceramic Codex. The University of Virginia Art Museum, Charlottesville.