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34 Tamarindito: Un sitio con historia en la región de Petexbatun – Juan Antonio Valdés, Antonia Foias y Oswaldo Chinchilla – Simposio 7, Año 1993

Valdés, Juan Antonio, Antonia Foias y Oswaldo Chinchilla

1994        Tamarindito: Un sitio con historia en la región de Petexbatun. En VII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1993 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.368-380. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

34

TAMARINDITO:

UN SITIO CON HISTORIA EN LA REGIÓN DE PETEXBATUN

Juan Antonio Valdés

Antonia Foias

Oswaldo Chinchilla

Tamarindito se localiza en una posición preferencial, en la sección superior de una cadena de cerros que forman la escarpa de Petexbatun. El sitio fue construido sobre la parte alta de dos o más cerros, por lo que la ciudad tiene la particularidad de estar dividida en varios grupos, debido a las mismas características de la geografía local (Figura 1). Dos nacimientos de agua se encuentran al pie del sitio, hay varios arroyos cercanos y tres lagunas que lo rodean por el este, noreste y norte, llamadas Tamarindito, El Raicero y Las Pozas (Valdés 1993:89)

Este sitio fue mapeado en 1984 y posteriormente, en 1990 se efectuaron excavaciones menores en diversos sectores, así como también se mapearon algunas estructuras habitacionales relacionadas con terrazas de cultivo (Houston et al 1990). Su importancia sociopolítica está reconocida por ser el primer sitio de Petexbatun en presentar Glifo Emblema, así como por ser el protagonista de la derrota sobre el poderoso reino de Dos Pilas en el año 761 DC. En base a los datos recuperados con anterioridad, se sabe que Tamarindito presenta una ocupación del Clásico Temprano y Tardío, manifestada por medio de monumentos esculpidos y materiales cerámicos.

Las investigaciones del Proyecto Petexbatun han ayudado a conocer el periodo Clásico Tardío en la región, pero menos se sabe de las otras etapas cronológicas. En base a ello, se realizaron trabajos de excavación en los grupos principales de Tamarindito y se amplió el mapeo del área habitacional hacia el este, con dos objetivos concretos:

1.        Comprobar la antigüedad del sitio, su desarrollo y su importancia antes del aparecimiento de Dos Pilas como centro rector regional. Esto ayudaría a comprobar si las evidencias epigráficas concordaban con las fechas aportadas por las evidencias cerámicas y arquitectónicas.

2.        Conocer cuál fue la importancia de Tamarindito al final del Clásico Tardío, después de haber sido el principal protagonista en la derrota y caída de Dos Pilas. Queríamos conocer si al sentirse triunfal conquistador, había tomado el papel de rector regional o si el éxito no se reflejó en una dinámica de auge constructivo y expansión política en el sitio.

Este año se hizo una temporada de dos meses, pero se dedicó un mes a la construcción de un pequeño campamento, por lo que únicamente se trabajó un mes en la investigación de campo. Para la realización de los trabajos, Antonia Foias tuvo a su cargo la excavación del Grupo A, Juan Antonio Valdés el Grupo B y Oswaldo Chinchilla dirigió el programa de mapeo. Sin la colaboración de todos juntos no se hubiera logrado recuperar los datos obtenidos, ya que la temporada fue muy corta y las condiciones de trabajo bastante difíciles.

Asimismo, gracias a la cooperación existente entre el Proyecto Petexbatun y el Área de Arqueología de la USAC, el proyecto colaboró para que un grupo de estudiantes avanzados de la carrera de arqueología, realizaran un viaje de estudios a la zona de Petexbatun y recibieran conferencias impartidas por profesionales del proyecto especializados en diferentes disciplinas, como agricultura, cerámica, cuevas y epigrafía. Cinco estudiantes de la USAC participaron en prácticas de campo en Tamarindito, siendo ellos: Tania Cabrera, Leonel Paiz, Abdel Aucar, Ivo Romero y Fernando Paniagua, a quienes deseamos agradecer su colaboración y esfuerzo en la realización del trabajo.

TRABAJOS DE LA TEMPORADA 1993

Los trabajos de excavación se efectuaron en los Grupos A y B, el mapeo se concentró en la parte este del sitio y el reconocimiento se efectuó en todos los sectores habitacionales que rodean Tamarindito.

Figura 1 Mapa de Tamarindito, Grupos A y B

EXCAVACIONES EN EL GRUPO A (CERRO DE CARTOGRAFÍA)

El Grupo A se encuentra a 203 m SNM y es conocido también como Cerro de Cartografía. En este lugar fueron excavados varios pozos de sondeo en plazas y dos de ellos se realizaron sobre estructuras menores (Figura 2). Los pozos se hicieron en tres de las plazas que forman el grupo y las evidencias indicaron que la mayoría de edificios fueron construidos con bloques de piedra bien labrada y emplearon el estuco, tanto en pisos de plaza y edificios, como en paredes y elementos decorativos de las fachadas, como debió ser el empleo de mascarones, que según los restos encontrados estuvieron pintados de color rojo. Asimismo, pudo conocerse que la mayor etapa de construcción y ocupación corresponde al Clásico Tardío, aunque por el estado de la cerámica y su poca presencia, no se pudo determinar con mayor precisión su correspondencia dentro de este período.

Las evidencias indican que en este grupo predominan los edificios residenciales, aunque es posible que las estructuras que forman la pequeña plaza del extremo noreste del Grupo A, hayan sido empleadas con funciones de servicio (Op.TA8A). Se considera que únicamente dos o tres palacios fueron abovedados, mientras que el resto sostuvo techos de palma. Monumentos esculpidos del Clásico Temprano están asociados a la Estructura 1, que es un edificio ritual ubicado en el lado sur del conjunto. El grupo se compone de cuatro plazas, de las que tres sobresalen. La principal es bastante amplia y bien diseñada y tiene un edificio con paneles lisos flanqueando la escalinata, rasgo que es frecuente en la arquitectura de la zona del Pasión, mientras que otras dos plazas más hacia en norte tienen dimensiones bastante reducidas, pero no por ello son menos importantes, observándose que su diseño y disposición se asemeja a las pequeñas plazas encontradas en Dos Pilas detrás del palacio del Gobernante 3.

Dos entierros fueron descubiertos en este grupo. Ambos colocados en cistas especialmente construidas para la ocasión y los dos presentaron ofrendas. El Entierro 2 corresponde a un individuo femenino (Wright, comunicación personal), en posición flexionada, que tuvo una ofrenda consistente en un plato trípode sin decoración, correspondiente al Clásico Tardío. En el Entierro 3 los restos óseos estaban casi ausentes, por lo que es imposible identificar sexo y edad, aunque se sabe que pertenece a un individuo adulto que fue enterrado con una ofrenda funeraria compuesta de dos piezas cerámicas fechadas para Tepeu 1, etapa correspondiente a los inicios del Clásico Tardío. La ofrenda consiste en un plato trípode policromo y un vaso cilíndrico estucado de color verde con decoración incisa.

Las investigaciones en la Estructura 13, en el sector norte del grupo (Figura 3), indican la existencia de arquitectura y cerámica del Clásico Tardío, así como el de una subestructura perteneciente al Clásico Temprano, realizada con piedra bien labrada, aunque falta por conocer mejor sus etapas constructivas. Los pozos en la plaza principal del Grupo A, indican al mismo tiempo la existencia de dos y tres pisos estucados, así como el empleo en cierto momento de la roca caliza trabajada y cortada horizontalmente para que sirviera como piso. En general, hay poca cerámica de finales del Clásico Temprano y claras evidencias de ocupación para el Clásico Tardío.

Figura 2 Mapa del Grupo A en el Cerro de Cartografía de Tamarindito

con las operaciones de excavación

Figura 3 Operación TA 8 A

EXCAVACIONES EN EL GRUPO B

Por su parte, el Grupo B es un conjunto mucho más formal en su organización y diseño, se compone de varias plazas y tiene el mayor número de edificios, que obviamente desempeñaron funciones rituales, administrativas y residenciales (Figura 1). Este es el conjunto mejor planificado del sitio y debió ser la sede del linaje gobernante, así como el núcleo administrativo y ritual. Acá se encuentran las Escalinatas Jeroglíficas 1, 2 y 3, que se relacionan con la fundación y triunfos de la dinastía gobernante del reino de Tamarindito. En una de ellas se menciona la conquista de un personaje con el título Sahal, mientras que la Escalinata Glífica 2 conmemora la captura del Gobernante 4 de Dos Pilas y la victoria guerrera de Tamarindito/Arroyo de Piedra en los acontecimientos bélicos del año 761 DC (Houston 1993).

Las investigaciones fueron realizadas en base a pozos de prueba en plazas y pequeñas investigaciones sobre dos estructuras de tipo palacio de baja altura. Los resultados, hasta el momento, indican que las plazas fueron acondicionadas para la posterior edificación de una o dos etapas constructivas (dependiendo del lugar), acompañadas de pisos de plaza estucados y la presencia de cerámica exclusiva del Clásico Tardío.

Varios rasgos de interés deben resaltarse en este conjunto: por una parte, en el eje central de la escalinata de la Estructura 61, fue encontrado un chultun cavado en la roca caliza. Este rasgo podría pasar desapercibido en otras regiones de Tierras Bajas, pero no en la zona de Petexbatun, en donde no existen chultunes. Este chultun es el primero en ser descubierto en nuestra región de estudio y se considera que el mismo fue hecho para algo muy especial, que nunca fue llevado a cabo. Por su ubicación, se considera que fue planificado como lugar funerario para colocar el entierro de un personaje importante, por encontrarse dentro de la plaza donde se localiza el sector palaciego y residencial del sitio. Es probable que el chultun fuera abierto para una función funeraria, que nunca se realizó. Se nota que el chultun fue excavado y su entrada sellada por una serie de piedras y lajas, como guardando el espacio para un momento posterior, que nunca llegó. Por ello, el cuello del chultun aún fue encontrado sellado y su interior completamente vacío.

Un rasgo particular fue el poder comprobar la presencia de una larga calzada que permite el ingreso por la parte sur del Grupo B, que fuera notada en 1991 por Oswaldo Chinchilla. Esta calzada orienta el tráfico de sur a norte pasando por diferentes plazas del grupo, pero dejando de lado la Plaza Sureste, que parece ser el sector residencial de la élite gobernante. Dicha calzada finaliza en la Plaza Norte del Grupo B, en donde se encuentran una serie de edificaciones importantes.

De especial interés fue la excavación parcial realizada en las Estructuras 32 y 33 de la Plaza Norte, que no son lugares para vivienda, sino edificios con funciones administrativas. Estos se encuentran formando una pequeña plaza aledaña a la Estructura 31, que es el punto final de la procesión que ingresaba por la calzada, pasando por el centro del grupo donde están las escalinatas jeroglíficas que indicaban la antigüedad del sitio y su posterior victoria sobre Dos Pilas y terminaba en el extremo norte del sitio frente a la elevada Estructura 31. La plaza aledaña está compuesta por tres pequeños edificios, de los cuales dos fueron investigados superficialmente. Ambos cuentan con amplias escalinatas de acceso, que conducen hacia una edificación que cuenta con una puerta extremadamente ancha y en su interior existen bancas alargadas pegadas a la pared del fondo (Figura 4).

Se considera que estos edificios fueron construidos específicamente para cumplir una función administrativa y en ningún momento sirvieron como lugar de residencia. Esto se plantea sobre la base de sus características arquitectónicas, su ubicación dentro del conjunto, ausencia de enterramientos y la amplitud de la puerta de acceso (3.25 m de ancho), que casi alcanza el mismo largo del cuarto, suprimiendo toda privacidad interior. Por lo tanto, es fácil percibir que si las personas ingresaban desde el sector sur del Grupo B por la calzada, su procesión terminaría en el extremo norte frente a la Estructura 31. Se considera que luego de las procesiones y rituales respectivos, este conjunto sería un lugar ideal para efectuar pláticas, audiencias y negociaciones, que en un clima tan caluroso como el de la región serían mejor realizados en espacios semi-abiertos, como lo son estos palacios elitistas. Aquí se recibiría a los personajes importantes sentados en las bancas, estarían refrescados con el aire del exterior y al mismo tiempo serían vistos desde el exterior por su propia comitiva. Esto mismo se observa sobre vasijas policromas del Clásico Tardío, donde las escenas muestran personajes sentados sobre bancas, conversando con otros miembros de igual o menor jerarquía social. En las pinturas se observa que reprodujeron amplias puertas, muros divisorios y en algunos casos también aparecen cortinajes enrollados encima de los personajes representados en la escena. En síntesis, creo que estamos frente a un tipo de edificios con funciones completamente administrativas y no residenciales, apoyado en las particulares condiciones de estos edificios y el conjunto en general. Esperamos que mayores excavaciones en 1994 ayuden a confirmar esta idea.

Figura 4 Perfil este-oeste, Estructura 33, Plaza Norte del Grupo B de Tamarindito

MAPEO DE GRUPOS HABITACIONALES

El programa de mapeo comprendió el levantamiento del área habitacional al este del Grupo A (Cerro de Cartografía). En 1991 se inició el mapeo del sector habitacional al noreste de este cerro, pero fue limitado a un sector que llamó la atención por presentar un sistema complejo de terrazas agrícolas asociadas con grupos habitacionales (Houston et al 1990). El programa realizado este año tuvo como objetivo ampliar la elaboración de un mapa detallado del sitio, ya que Tamarindito es el único centro mayor de la zona de Petexbatun, que aún carece de un plano que incluya las zonas ceremoniales y residenciales. Tal carencia impide efectuar comparaciones con los otros sitios mayores, como Dos Pilas y Aguateca, en cuanto a variables tales como densidad de población, patrones de urbanismo y patrones de explotación de recursos.

Observaciones preliminares sugieren que Tamarindito presenta patrones de distribución arquitectónica diferentes a los hallados en otros lugares de esta zona. Dentro de éstos se pueden mencionar la ausencia de muros defensivos, así como la presencia de grupos habitacionales de pequeño tamaño alrededor de un reducido patio central y una larga calzada de ingreso al mayor grupo del sitio (Grupo B). Estas características, aunadas a la aparente antigüedad del lugar, hacen que este programa de mapeo sea relevante para los objetivos del Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun.

El mapeo se concentró en un terreno que se encuentra fuera del área delimitada como parque y en su mayor parte dentro de la parcela de un propietario particular. La selva que todavía cubre el centro del sitio ha desaparecido desde hace años en este sector habitacional, que ha sido sometido a tala y roza con periodicidad. El trabajo fue lento y difícil debido a que el terreno se encuentra en período de barbecho y está cubierto con vegetación secundaria con predominio de guamil. El área mapeada posee una marcada pendiente, que sin embargo no es totalmente inclinada, sino que tiene ondulaciones que forman pequeñas elevaciones o cerritos de altura decreciente. Al pie de la escarpa, se encuentran dos nacimientos de agua que dan origen a un arroyuelo que se desliza en dirección de la laguna Petexbatun. Estas fuentes de agua debieron proporcionar abastecimiento a la mayor parte del sitio en época prehispánica.

El punto de referencia de los transectos y del mapeo es un banco de marca colocado por la Dirección General de Cartografía – que da su nombre al cerro – y que se encuentra a una elevación de 203 m SNM. El levantamiento topográfico se hizo por medio de un teodolito WILD y una estadia de fibra de vidrio. Se abrieron brechas en el guamil a partir de cada una de las estaciones del transverso. El mapeo se efectuó por medio de brújula y cinta métrica, a partir de puntos base dados con el teodolito. Fueron descubiertas nuevas terrazas agrícolas, que se mapearon con el mismo sistema. El área mapeada fue aproximadamente de 0.145 km², se dibujó a escala 1:500 y se incluyeron curvas de nivel a intervalos de 1 m.

Se levantaron en total doce grupos, más algunas estructuras aisladas, sumando un total de 56 edificaciones (Figura 5). En general, los conjuntos se encuentran aislados entre sí, conformándose de un solo patio, con excepción de uno de los grupos que cuenta con una plazuela irregular adyacente a la principal. En varios casos es evidente que el terreno fue nivelado para construir plataformas o terrazas que sustentaron las estructuras de cada conjunto.

El patrón más frecuente es el de plaza cuadrangular cerrada por edificios en los cuatro lados (siete grupos). Tres de estos grupos presentan una estructura piramidal que sobresale sobre las demás, localizados al oeste en dos grupos (Q5-1 y Q6-1) y al sur en uno (R6-1). Dos grupos (Q6-2 y R6-2) presentan plazas abiertas en uno de los lados, en tanto que tres grupos tienen arreglo irregular.

La mayor parte de los edificios se observan solamente como plataformas, sin otros rasgos en la superficie. Sin embargo y a pesar de la erosión, en varios casos es posible detectar rasgos arquitectónicos como cuartos, escalinatas y otros. Es interesante mencionar que solamente una estructura (Q6-8) presenta tres cuartos abiertos hacia la plaza, lo cual es curioso ya que este patrón es muy común en Aguateca y se observa también en algunos edificios de Dos Pilas.

Un caso particular se encuentra en el conjunto R6-1, ya que la plataforma basal presenta bloques dolomíticos de piedra caliza, sobre ella se edificó una estructura ritual en el lado sur, cuenta con un altar circular al pie del edificio y tiene una pequeña estructura cuadrangular al centro. Cabe resaltar lo curioso de la existencia del altar cuadrangular en el centro, ya que este rasgo es poco frecuente en la arquitectura Maya y menos aun en los sitios de la región, aunque su existencia ha sido reportada en Petén central, en Tikal y Uaxactun, donde tampoco fue un patrón popular.

La cronología de todos los grupos indica una ocupación del Clásico Tardío, basada en muestras cerámicas de superficie. Unicamente en uno de los casos se observaron tiestos Preclásicos, en una subestructura con pisos de estuco dejada semiexpuesta por los saqueadores.

En base a lo anterior, es posible identificar de manera preliminar algunos patrones en el asentamiento del área habitacional, como:

1.        Las plazuelas tienden a estar situadas en partes elevadas, ya sea sobre la cúspide de los cerros o bien sobre segmentos más o menos nivelados y bien drenados por las pendientes.

2.        Se observa que los espacios de terreno plano al pie de los cerros no fueron ocupados para vivienda, sino que fueron utilizados para la siembra y producción de cultivos.

3.        La inclinación de las colinas fue aprovechada para construir terrazas agrícolas. Estas se encuentran por doquier y tienen dimensiones diferentes dependiendo de la configuración del terreno.

4.        Los grupos tienden a ser pequeños y cuentan con patios reducidos que tienen una medida de 10 x 10 m. Solamente existe un grupo que posee una plaza relativamente amplia, mientras que otro muestra las consecuencias de una plaza casi desaparecida, sacrificada en favor de las estructuras con banquetas que se proyectan hacia el centro de la plaza. Las dimensiones de estos patios son importantes, por lo reducido del espacio público y social, concepto ampliamente manejado por los Mayas.

5.        Los grupos de plaza caracterizables superficialmente como de mayor status ocupan los puntos más elevados, en tanto que los grupos situados a menor elevación son arquitectónicamente más simples y seguramente sus ocupantes eran de menor categoría.

En general puede observarse que el reducido espacio disponible en las laderas para construir los grupos habitacionales, no fue un obstáculo para el asentamiento humano, como tampoco lo fue la dificultad de acarrear agua hasta lo alto de los cerros. No es posible establecer con certeza las razones que determinaron este patrón de distribución en Tamarindito, pero posiblemente los pobladores consideraron el adecuado drenaje, la cercanía con el centro del sitio, el potencial agrícola, posición defensiva implícita y no se puede descartar la sensibilidad humana hacia el paisaje, ya que desde este lugar se tiene una de las más bellas y amplias panorámicas de la región, que alcanza la laguna de Petexbatun y Punta de Chimino, varias lagunas cercanas y hacia el horizonte se aprecia la serranía de Ceibal.

TERRAZAS AGRÍCOLAS

Un rasgo particular en el sitio es la presencia de terrazas agrícolas, aunque el mapeo de éstas ha sido complicado debido a la falta de visibilidad por la vegetación de guamil. Aun así, se pudieron identificar dos variables del sistema de terrazas (Figuras 5 y 6). Por una parte, es frecuente encontrar terrazas de cultivo siguiendo el contorno natural de los cerros, llamadas terrazas de contorno. Estas presentan varias hileras de piedra y logran alcanzar una extensión hasta de 210 m de largo. Por lo general, las terrazas reportadas en otros sitios, han sido descubiertas en terrenos con poca inclinación, para impedir la erosión del suelo. En Petexbatun, esto sucede en Quim Chi Hilam y el propio Tamarindito, pero curiosamente las terrazas descubiertas esta temporada no tienen esa característica, ya que la mayoría se localizan en áreas de terreno con inclinación pronunciada.

La otra variable fue encontrada en una hondonada formada entre dos cerros, donde pudo comprobarse la utilización de un sistema de pequeños diques formados por dos alineaciones de piedras grandes, que contienen muchas piedras pequeñas entre ambas hileras. Miembros del subproyecto de ecología (Dunning, comunicación personal), indicaron que tales rasgos tuvieron por objeto contener la tierra que se erosiona como resultado de las corrientes de agua a lo largo de la hondonada, creando así nuevas áreas cultivables favorecidas por el incremento de nutrientes y la humedad de la tierra debido a la captura de desagües. Ejemplos de construcciones de esta naturaleza también han sido reportados anteriormente para la zona de Río Bec (Turner 1981:286).

Estos rasgos agrícolas son de gran interés, pues ponen de manifiesto el avance logrado por los dirigentes de este sitio en el manejo de técnicas agrícolas y control de la producción, modelo que se combinó con el tradicional sistema de roza para el cultivo de otros productos en las partes bajas de los cerros. En el caso de Tamarindito, no sabemos aún si éstas se remontan al Clásico Temprano, pero es seguro su fechamiento para el Clásico Tardío, lo cual debió ser fundamental para esta época, especialmente en una zona involucrada en problemas y tensión política que conllevaba crisis y zozobra regional.

OTROS HALLAZGOS

Otros rasgos descubiertos incluyen un altar liso de 1 m de diámetro en el grupo habitacional R6-1, al pie de la estructura principal R6-4. Asimismo, en el conjunto Q5-2 se encontró un gran bloque cortado de caliza, con forma rectangular, que podría servir para una estela, pero la misma nunca llegó a ser esculpida. Por otra parte, debajo de este mismo Grupo Q5-2 se localizó una pequeña cueva ubicada debajo de la estructura principal. Cerca de la entrada de la cueva se descubrió un caracol grande cortado longitudinalmente, a la manera de los tinteros que se observan en las manos de los escribas Mayas en vasijas pintadas (Coe 1977) y en algunas esculturas de Copan (Fash 1986). Estos tinteros han sido encontrados en contextos arqueológicos, notablemente en una vasija que formó parte de la ofrenda del Entierro 116 de Tikal (Valdés, Fahsen y Escobedo 1994), así como en el sitio de Aguateca, donde se descubrieron conchas seccionadas de diverso tamaño en excavaciones recientes (Inomata 1993:13-34). Por el hallazgo de este tintero en el Grupo Q5-2, se podría considerar que en este conjunto habitó un escriba.

RECONOCIMIENTO EN EL SECTOR OESTE DE TAMARINDITO

En un reconocimiento realizado al oeste del sitio se descubrieron dos grupos más dentro de los límites del parque, pero la vegetación limitaba severamente la visibilidad. Al norte de los límites del parque se encontraron otros seis conjuntos de tamaño variable, casi todos sobre una franja de terreno elevado. Por falta de tiempo ninguno de ellos ha sido mapeado.

Figura 5 Mapa del área este de Tamarindito

Figura 6 Mapa de terrazas agrícolas de Tamarindito

APRECIACIONES GENERALES

A manera de resumen, deseamos hacer énfasis en tres puntos de nuestra investigación:

1.        Según los datos epigráficos, Tamarindito fue el primer sitio en Petexbatun en adquirir el derecho a tener su propio Glifo Emblema. Esto indica la antigüedad y categoría de Tamarindito en la región, en una época en que sólo Altar de Sacrificios y Tres Islas erigieron monumentos en la zona del río Pasión. Sin embargo, las excavaciones realizadas en los dos grupos principales, han aportado muy pocas muestras cerámicas del Clásico Temprano, por lo que hasta el momento parecieran no concordar bien las evidencias cerámicas y epigráficas, para dar respuesta a preguntas como antigüedad y poblamiento del sitio.

2.        La gran cantidad de terrazas agrícolas descubiertas en diversos cerros del sitio, parecen indicar que Tamarindito fue una especie de granero en Petexbatun. Acá se logró un adecuado manejo de la tierra y por lo tanto pudo haber logrado un excedente significativo de producción, en relación a los otros sitios vecinos, en donde no se observa este manejo de técnicas agrícolas. Esto debió ser vital durante el Clásico Tardío, cuando las poblaciones vecinas pudieron descuidar el trabajo de la agricultura debido a las crecientes manifestaciones guerreras.

  1. Es significativa la ausencia de sistemas defensivos en Tamarindito y las pequeñas aldeas de Bayak y Battel, descubiertas durante el recorrido intersitio del Proyecto Petexbatun (Van Tuerenhout 1993:81-88). Es posible que luego de la derrota infringida por Tamarindito a Dos Pilas, la entidad política de Tamarindito/Arroyo de Piedra se convirtiera en la dominante de la región y el enemigo de quien deberían defenderse los pobladores de Aguateca y Quim Chi Hilan, lo que indica que continuaban los problemas internos en la zona después del 761 DC. Un gobernante de Tamarindito es mencionado en Aguateca en el 790 DC, pero no se sabe la filiación exacta que tuvieron para este momento ambos sitios, que son los mayores luego de la caída de Dos Pilas.

Para finalizar, se puede decir que existen avances en el conocimiento de este sitio, aunque por supuesto aún tenemos muchas preguntas sin respuesta. Considero que los datos obtenidos ayudarán a conocer mejor la forma de vida de los habitantes en el Clásico Tardío y Terminal, la interacción entre los sitios de la región y comprender mejor el involucramiento de Tamarindito dentro de la dinámica sociopolítica de Petexbatun después de la caída de Dos Pilas.

REFERENCIAS

Coe, Michael D.

1977        Supernatural Patrons of Maya Scribes and Artist. En Social Process in Maya Prehistory, editado por N. Hammond, pp.327-348. Academic Press, Londres.

Fash, William L.

1986        La fachada esculpida de la Estructura 9N-82: composición, forma e iconografía. En Excavaciones en el Area Urbana de Copan, Vol. 1. Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Tegucigalpa.

Houston, Stephen D.

1993                Hieroglyphs and History at Dos Pilas: Dynastic Politics of the Classic Maya. University of Texas Press, Austin.

Houston, Stephen, Robert Chatham, Oswaldo Chinchilla, Erick Ponciano y Lori Wright

1990        Mapeo y Sondeos en Tamarindito. En Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun: Informe Preliminar No. 2, Segunda Temporada 1990, editado por A. Demarest y S. Houston, pp.369:391. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, Guatemala.

Inomata, Takeshi

1993                Operación 14, Estructura M8-10, Excavación de la Casa del Escribano. En Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun: Informe Preliminar No.5, Quinta Temporada 1993, editado por Juan Antonio Valdés et al, pp.13-34. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, Guatemala.

Turner II, B. L.

1981                Agricultura y desarrollo del Estado en las Tierras Bajas Mayas. En Estudios de Cultura Maya 12:285-306.

Valdés, Juan Antonio

1993                Excavaciones en el Grupo B de Tamarindito. En Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun: Informe Preliminar No.5, Quinta Temporada 1993, editado por J.A. Valdés et al, pp.89-98. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, Guatemala.

Valdés, Juan Antonio, Federico Fahsen y Héctor Escobedo

1994                Obras Maestras del Museo de Tikal. Parque Nacional Tikal, Instituto de Antropología e Historia; Editorial Piedra Santa, Guatemala.

Van Tuerenhout, Dirk

1993                Recorrido en la región de Petexbatun: Temporada 1993. En Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun: Informe Preliminar No.5, Quinta Temporada 1993, editado por J.A. Valdés et al, pp.81-88. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, Guatemala.

 

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