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Mata Amado, Guillermo
1997 Contreras, Amatitlán: Investigaciones subacuáticas 1958-1965. En X Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1996 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.36-46. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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CONTRERAS, AMATITLÁN: INVESTIGACIONES SUBACUÁTICAS 1958-1965
Guillermo Mata Amado
El nombre de Contreras se encuentra en el Atlas Geográfico de Guatemala y se define como una estación de bandera del ferrocarril a 21 millas de la capital, a una altura de 3,918 pies sobre nivel del mar en el municipio de Amatitlan.
El primero en llamar la atención que existía un sitio arqueológico en ese lugar fue el arqueólogo E. Shook (1952), quien indicó que existían tres montículos. El más grande de ellos estaba parcialmente saqueado. Se pudo recobrar parte de unos esqueletos, unas pequeñas cuentas de jadeíta y restos de cerámica que fueron clasificados como del periodo Preclásico Medio. Se levantó un mapa que existe en los archivos de la Institución Carnegie. La cerámica fue archivada bajo el lote E-4.
Posteriormente el arqueólogo Stephan Borhegyi (1959a, 1959b) visita el sitio y confirma la cronología, así como realiza un nuevo plano (Figura 1).
El primer hallazgo de evidencias arqueológicas en el fondo del lago de Amatitlán por medio del buceo con los equipos Scuba se realizó en el lugar que se conoce como Mexicanos (Mata 1974) o Lavaderos (Borhegyi 1958a, 1958b, 1959). Anteriormente, Marshall Saville había recuperado algunas piezas de las orillas del lago y pobladores de la región extraían piezas de cerámica enredadas en sus redes. Cuando se construyeron los malecones en la región conocida como El Morlón, hoy día Club de Oficiales, al hacer las excavaciones para los cimientos se encontraron restos arqueológicos.
Al explorar el fondo del lago frente a lo que se conociera como Yatch Club, lo que es hoy día son las instalaciones del Instituto de Recreación de los Trabajadores (IRTRA) de Amatitlán, se localizó una extensa área en la cual se encontraban esparcidos especímenes arqueológicos. Este depósito se encuentra frente al sitio arqueológico Contreras, como a 300 m de distancia (Figura 2).
El área en la cual se recuperaron objetos arqueológicos se extiende unos 200 m hacia ambos lados de este punto de referencia. Principiando frente a la playa llamada El Salitre, lugar de lavadero de ropa de los pobladores del área y de los de la aldea de Llano de Animas, se extiende hacia el este, terminando en el lugar que la línea férrea se acerca más al lago. Este es el depósito subacuático más extenso de todos los investigados, haciendo la salvedad de que no se encontró concentración de objetos como en los otros lugares. Las piezas se encontraron entre 5 a 20 m de profundidad (Figura 2).
Este fondo se caracteriza por tener cornisas de una formación silicosa. En el tiempo de la exploración el lago no estaba contaminado, ni estaba en vías de eutroficación, por lo que se podía observar el fondo arenoso o de piedras. En varias localidades existían salideros de agua caliente a altas temperaturas. Las piezas se encontraban semi-enterradas entre la arena teniendo que excavar la arena para liberarlas. Otras aprisionadas en la formación silicosa antes mencionada no se podían extraer. La mayoría de las piezas recuperadas consistieron en fragmentos de diferentes tamaños. Aunque si fue posible recuperar algunos ejemplares casi completos, estos eran escasos en comparación con los recuperados de otros depósitos. El lago aparentemente sirvió para tirar las piezas que se fracturaban con su uso o accidentalmente. Las que se encontraron casi enteras posiblemente cayeron accidentalmente. En los otros depósitos subacuáticos los objetos se encontraban mucho más concentrados en menores áreas y el hallazgo de piezas casi enteras era mayor (Figura 3).
A continuación describiremos algunas de las piezas que consideramos de mayor importancia. La primera que describiremos es la mitad de un pequeño vaso de piedra (Figura 4), que mide 10 cm de alto por 4.5 cm de diámetro menor y 5.8 cm de diámetro mayor, la boca tiene un diámetro de 4 cm en el exterior y 3.5 cm en el interior. Como está fracturado por la mitad se puede observar cómo fue elaborado su interior, teniendo un fondo de 8 cm de profundidad. La piedra de la cual fue hecho parece ser la fucsita, una variedad de la muscovita. Por su gran dureza puede suponerse que fue quebrado intencionalmente. La calidad artística del trabajo es asombrosa, ya que tiene 10 facetas verticales las cuales están trabajadas con una depresión en el centro y un reborde redondeado todo el desgaste. Entre los rebordes de cada faceta tiene una línea que a la mitad presenta un pequeño círculo. En la parte superior su diámetro es menor terminando en una boca de labios delgados. Está perfectamente pulida en todas sus caras. Puede compararse, aunque siendo de mucha mejor calidad, con la presentada en la Figura 79 A y B de Shook y Kidder (1952).
Otra pieza también de piedra son dos fragmentos de hongos de piedra, uno representando la parte superior de una pieza y el otro la parte inferior de base cuadrada (Figura 5). Según clasificación de Borhegyi (1961), pertenece este estilo al periodo Preclásico. Según los estudios de Ohi y Torres (1994), corresponden al Tipo F, con figura antropomorfa en bulto.
A continuación describiremos someramente algunas piezas de cerámica que como todas las que se han sido rescatado del fondo de lago de Amatitlan tienen una coloración café obscura, aunque en ciertas piezas se puede observar claramente que fueron decoradas con pintura. El la Figura 6 podemos observar una vasija de cerámica pulida con asa vertedero sin puente y en el lado opuesto una cara de un animal. Mide de alto 11 cm y de diámetro en su base 9 cm y 10 cm en la parte superior.
En la Figura 7 se aprecia una vasija pequeña de cerámica bien pulida con una altura de 10 cm, con un diámetro de 7 cm en la base y 10 cm el medio que es la parte más ancha. La parte superior representa un rostro humano estilo negroide cuya boca abierta es la boca de la vasija. Tiene decoración de orejeras y una línea resaltada que va de una oreja a la otra en semi círculo delineando la frente y siendo la parte más ancha de la vasija. La parte anterior de las orejas tiene insinuado un agujero. Las dos cejas y una línea que sigue el contorno de la boca son resaltadas, la nariz bien definida con agujeros nasales y alas de la nariz grandes. En medio de las dos cejas, en la punta de la nariz y a los lados de los carrillos tiene unas eminencias circulares como aplicaciones. Los ojos tienen la pupila hecha por medio de depresiones del tipo punzonado o de grano de café. El único material comparativo parecido, pero con la diferencia de que es una vasija con asa vertedera sin puente, está reportada proveniente de El Salvador.
En la Figura 8 se contempla una figura humana de cerámica bien pulida que mide de altura 10 cm y en su parte más ancha, que corresponde a la región de los hombros, 8 cm y de grosor 4 cm. Aparentemente representa una figura de mujer desnuda pues tiene pechos descubiertos y pequeños. El sexo poco definido, no tiene cuello y la cabeza descansa sobre el cuerpo directamente, la cara con caracteres negroides con orejeras y la parte inferior perforada. La nariz ancha con agujeros nasales amplios, la boca ligeramente abierta, los ojos forma de grano de café. Desde la parte anterior solo se ve una ligera línea del cabello crespo o lo que puede ser un tocado. Los brazos a los lados, separados del cuerpo y con las manos en la cintura, a la altura del ombligo que está bien definido. Por la parte de atrás se aprecia un peinado especial de pelo crespo o un tocado. A la altura de la unión de la cabeza con el tronco, un agujero en el centro de 2 cm de diámetro, donde se observa que la pieza es hueca. La espalda es ligeramente cóncava y le faltan las piernas.
En la Figura 9 se observa una vasija con reborde superior y su borde festoneado, tiene tres soportes mamiformes pequeños y se pueden apreciar claramente los diseños característicos del estilo Usulután. Mide 8 cm de alto por 13 cm de diámetro en su base y 20 cm en su parte superior. En la Figura 73 de Shook y Kidder (1952), se puede apreciar una vasija casi igual a ésta.
La Figura 10 nos muestra fragmentos de soportes de vasijas de varios tipos. En la Figura 11 vemos algunos cuellos de vasijas con representaciones de caras en su parte anterior. La Figura 12 nos muestra fragmentos de ollas grandes. La Figura 13 tiene vasijas con soportes mamiformes y otro tipo de vasija más pequeños, con diseños y decoraciones. Finalmente, en las Figuras 14 y 15 se muestran otros fragmentos de evidencia importante para que los especialistas en cerámica puedan aportar sus valiosos conocimientos para poder colocar este depósito subacuático en su correcto contexto secuencial.
El estado actual es lamentable ya que el alto grado de asolvamiento, la contaminación y la eutroficación han creado una gruesa capa de sedimento como de 1 m de espesor lo que hace imposible distinguir el fondo. La parte del sitio Contreras está casi eliminado por los cultivos y la extracción de materiales para construcción y las invasiones, asentamiento y cultivos agrícolas.
Se recomienda una investigación arqueológica de urgencia de lo poco que queda de los montículos y áreas cercanas para determinar su importancia y el papel que jugó este asentamiento en el periodo Preclásico en el contexto cultural de las Tierras Altas de Guatemala.
Las figuras fueron elaboradas por el señor por Humberto Oliveros (QEPD) en 1962.
REFERENCIAS
Borhegyi, Stephan F. de
1958 Hallazgos Arqueológicos en Aguas de Amatitlan. Antropología e Historia de Guatemala 10 (1):13-16.
1959a Underwater Archaeology in Guatemala. 33 Congreso Internacional de Americanistas, 1958, Vol.2, pp.229240. San José.
1959b Underwater Archaeology in the Maya Highlands. Scientific American 200 (3):100113.
1961 Miniature Mushroom from Guatemala. American Antiquity 26 (4):498-504.
Mata Amado, Guillermo
1974 Arqueología Sub-Acuática Amatitlan, Guatemala. Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala 47 (1-4):239-249. Guatemala.
Ohi, Kuniaki y Miguel Torres
1994 Piedras-Hongo. Museo de Tabaco y Sal, Tokyo.
Shook, Edwin M.
1952 Lugares Arqueológicos del Altiplano Central de Guatemala. Antropología e Historia de Guatemala 4 (2):3-40.
Shook, Edwin M. y Alfred V. Kidder
1952 Mound EIII3, Kaminaljuyu, Guatemala. Carnegie Institution, Pub.596. Washington, D.C.
Figura 1 Sitio Contreras (tomado de Borhegyi 1959a) y Figura 2 Sitio Contreras subacuático
Figura 3 Sitios arqueológicos de Amatitlán
Figura 4 Vaso de piedra y Figura 5 Fragmento superior de hongo
Figura 6 Vasija con asa vertedera y Figura 7 Vasija con cara antropomorfa
Figura 8 Figura de cerámica antropomorfa y Figura 9 Vasija con diseños Usulután
Figura 10 Fragmentos de soportes de vasijas y Figura 11 Cuellos de vasijas
Figura 12 Fragmentos de ollas grandes y
Figura 13 Figuras con soportes mamiformes y otro tipo de vasijas pequeñas con diseños y decoraciones
Figuras 14 y 15 Fragmentos variados