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Jacobo, Álvaro L.
1997 Prospección arqueológica prehispánica en la cuenca alta del río Chixoy. En X Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1996 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.101-118. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA PREHISPÁNICA
EN LA CUENCA ALTA DEL RIO CHIXOY
Álvaro L. Jacobo
El proyecto Prospección Arqueológica Prehispánica en la Cuenca Alta del Río Chixoy, constituye uno de los subcomponentes del componente de Investigación, Seguimiento, Evaluación y Estudios del Proyecto de Manejo y Conservación de los Recursos Naturales Renovables de la Cuenca Alta del Río Chixoy.
El presente estudio abarca el área 1 de la Fase I, que comprende el reconocimiento y evaluación de los sitios arqueológicos que se encuentran localizados en las subcuencas de Río Blanco, Serchil, Pacaranat y Chixoy en los departamentos de Totonicapán, Huehuetenango, Quiché y parte de Quezaltenango.
De acuerdo al reglamento para desarrollar proyectos de investigación arqueológica del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH) y el Consejo Técnico de Arqueología (CTA) de 1995, el proyecto está enmarcado dentro de la modalidad de reconocimiento de superficie con recolección de materiales arqueológicos, con y sin pozos de sondeo, investigaciones tendientes a conocer aspectos parciales de las sociedades desaparecidas, en las que puede ir implícita la excavación y conservación de estructuras, así como el rescate y/o traslado, protección, restauración y conservación de bienes muebles (IDAEH, 1995).
Los daños que presentan los vestigios arqueológicos debido a factores naturales, culturales y socio-económicos de las comunidades que habitan actualmente la región, así como las actividades realizadas en el área por la Unidad Ejecutora del Proyecto Chixoy (UNEPROCH) determinan la importancia de evaluar el estado actual del componente arqueológico, con el fin de realizar un análisis del impacto sufrido por las estructuras prehispánicas y poder plantear alternativas de manejo dentro de un esquema de desarrollo sustentable.
El trabajo de prospección arqueológica es imperativo para evaluar el daño a los sitios prehispánicos y poblaciones locales ante la conducción de actividades a realizar en el futuro, así como la recomendación de sitios a proteger y restaurar.
El equipo de arqueólogos se integró por el suscrito como Director Técnico, Juan Luis Velásquez como Director del Laboratorio de Materiales Arqueológicos y Jorge Castellanos como asistente. Las actividades de campo se coordinaron con Julio A. Roldán y Paulino I. Morales, teniendo como apoyo a Roberto López, Leonel Paiz, Benito Burgos, Luis Cruz y Renaldo Acevedo.
La prospección arqueológica tiene como objetivos: 1) caracterizar los recursos arqueológicos prehispánicos en la Cuenca Alta del Río Chixoy (Área 1, Fase I); 2) realizar un diagnóstico preliminar del estado actual en que se encuentran los sitios arqueológicos determinados en las subcuencas; 3) proponer alternativas de manejo que integren al Plan General de Manejo de la Cuenca del Río Chixoy.
El área de la Cuenca Alta del Río Chixoy ha sido poco investigada en términos arqueológicos (Smith 1955). Se han investigado áreas cercanas como los trabajos de Woodbury y Trik en Zaculeu, Adams en el triángulo Ixil (1972), Ciudad Ruíz en Totonicapán (1984) y Sharer y Sedat en Salamá.
Al inicio de la construcción del complejo hidroeléctrico Pueblo Viejo-Quixal, se realizó un proyecto de rescate arqueológico y su cobertura se limitó a las áreas susceptibles de inundación por las aguas del embalse. La investigación estuvo a cargo de la Misión Francesa, habiéndose desarrollado en Quiché y Baja Verapaz (Ichon 1987; Arnauld 1986).
El estudio de factibilidad realizado en 1989, efectuó un inventario preliminar de los recursos arqueológicos. Dicha investigación recomendó la prospección detallada de sitios arqueológicos que permitieran minimizar el posible daño por el manejo de los recursos naturales en la cuenca y a la vez formular un plan de manejo específico para el patrimonio prehispánico de la Cuenca Alta del Río Chixoy.
La prospección arqueológica se realizó de acuerdo a las características fisiográficas y del medio ambiente del área bajo estudio. Se tomó como referencia para la ubicación de los sitios arqueológicos la leyenda fisiográfica de los mismos, la cual comprende un análisis a nivel general (Provincia Fisiográfica, Provincia Climática, Gran Paisaje y Paisaje), a través de mapas cartográficos del área y verificación en el campo. El análisis a nivel específico (Subpaisaje y Elementos del Paisaje), se realizó a través de la observación directa en el campo de las unidades fisiográficas determinadas.
La elaboración de la leyenda fisiográfica determinó la ubicación real de los sitios arqueológicos prehispánicos y su contexto ambiental. Este análisis incluye elementos del paisaje como valles, mesetas, pendiente de montaña, pie de monte y terrazas residuales y recientes, así como los cauces de los ríos que conforman las subcuencas. A nivel morfológico es importante este tipo de análisis, ya que va a definir las relaciones entre el medio ambiente y la evolución de los elementos antropogénicos.
La provincia fisiográfica para esta región se conoce como Tierras Altas Cristalinas y está ubicada entre dos sistemas de fallas en constante evolución. El patrón de drenaje está controlado por las fallas existentes, lo cual caracteriza los cursos de los ríos Cuilco, Chixoy y Motagua.
El material geológico de esta zona está constituido principalmente por rocas metamórficas y plutónicas, que incluyen esquistos, gneisses, mármoles, serpentinas y granitos. Hacia el norte disminuye la existencia de rocas metamórficas, a medida que las rocas cristalinas pasan gradualmente a la faja de sedimentos plegados. Esta zona forma parte de los sistemas de cordilleras que se desarrollan desde Chiapas en México, hasta las islas del Golfo de Honduras.
La provincia climática está constituida por las zonas de vida existentes en las subcuencas del Río Chixoy. En este caso, la diversidad de ecosistemas existentes en la cuenca está definida por seis zonas de vida.
El clima tiene un amplio rango de variación, con la presencia de microclimas que caracterizan zonas particulares. La precipitación media es de 1200 mm, variando entre 824 mm en Sacapulas y 5222 mm en Quixal. Los valores bajos son los predominantes en la cuenca, los altos corresponden a las zonas húmedas del norte. La variación estacional diferencia una época lluviosa entre mayo y octubre, cuando se precipita el 94% de la lluvia anual. Los valores promedios de temperatura fluctúan entre los 12 y 24° C con pequeñas variaciones anuales.
Las zonas de vida determinadas para la región son las siguientes:
1. Bosque húmedo Subtropical templado (bhS(t): se localiza en la zona montañosa de Totonicapán, Huehuetenango y Quiché a lo largo de la línea parte aguas al Norte y Sur de la cuenca. Presenta elevaciones mayores de 3000 m SNM y las condiciones climáticas indican que el periodo de lluvias corresponde a los meses de mayo a noviembre, variando en intensidad según la región orográfica que ocupan las áreas de la zona. La precipitación oscila entre 1100 a 1349 mm como promedio total anual. La biotemperatura media anual para la zona varía entre 2026° C. La vegetación indicadora está definida por las especies Pino Colorado (Pinus oocarpa), Hoja de Lija (Curatella americana), Encino (Quercus spp.), Madrón de tierra fría (Arbutus xalapensis) y Nance (Byrsonima crassifolia) (De La Cruz 1982).
2. Bosque seco Subtropical (bsS): es muy específica y confinada a las áreas planas que bordean el río Chixoy en el valle de Sacapulas. Presenta elevaciones menores de 1300 m SNM y la época de lluvias corresponde a los meses de junio a octubre (variando entre 500 a 1000 mm) con un promedio total anual de 855 mm. La biotemperatura media anual oscila entre 1924° C. La vegetación indicadora es Yaje (Leucaena guatemalensis), Copal o Pom (Bursera graveoleas) y Cactus (Myrtillocactus eichlamii). Se considera que las características bioclimáticas que presenta esta zona de vida como elevadas temperaturas y bajo porcentaje de humedad ambiental han incidido en el buen estado de conservación que presentan la mayoría de estructuras de los sitios.
3. Bosque húmedo Montano Subtropical (bh-M): comprende la Planicie de Paquix y se caracteriza por sus bajas temperaturas, vegetación baja y suelos poco profundos con afloramientos de material kárstico. Esta zona de vida parece restringida a la parte menos húmeda de la Sierra de los Cuchumatanes. Arriba de Chiantla cerca de los 3000 m SNM comienza la zona Montano. Continúa de lado a lado de la carretera hasta donde comienza la bajada a San Juan Ixcoy. En muchas partes el suelo es de poca profundidad o las rocas afloran a la superficie. El área es de 88 km², lo que representa el 0.08% de la superficie total del país (De La Cruz 1982).
4. Bosque húmedo Montano Bajo Subtropical (bhMB): cubre la mayor extensión territorial y abarca la región de Chichicastenango, Santa Cruz del Quiché, Momostenango, Huehuetenango, hasta la frontera con México. La zona de vida por sus características climáticas y geomorfológicas presenta condiciones adecuadas para el desarrollo de asentamientos humanos como lo evidencia el río Serchil con los sitios Pucal y Serchil respectivamente y el río Buca con los sitios Huitchum, Chalchitan y Tenam en el valle de Aguacatan. La superficie total de la zona de vida es de 9769 km², lo que representa el 8.98% de la superficie total del país. El patrón de lluvias varía entre 1057 mm y 1588 mm con un promedio de 1344 mm de precipitación anual. Las biotemperaturas van desde 15 a 23° C. La evaporación potencial promedio es de 0.75. Las especies indicadoras son pino, aliso y encino. Esta subcuenca es la única que presenta remanentes de bosque primario en el área conocida como las Cumbres de Totonicapán.
5. Bosque muy húmedo Montano Bajo Subtropical (bmh-MB): en los departamentos de Quiché y Huehuetenango esta zona inicia en el área de Macalajau, pasando cerca de Nebaj. Comprende áreas de San Juan Ixcoy, Santa Eulalia, San Mateo Ixtatan hasta cerca de Barillas. Dentro de la cuenca se localiza el área de San Carlos Sija a lo largo de la línea parte aguas que delimita las subcuencas Serchil y Pacaranat y el área montañosa cercano a Chiantla. La superficie total es de 5512 km², lo que representa el 5.07% de la superficie total del país. La precipitación total anual va de 2065 a 3900 mm, promediando 2730 mm. Las biotemperaturas van de 12.5 a 18.6° C. La elevación va desde 1800 a 3000 m SNM en la Cordillera de los Cuchumatanes. La vegetación natural predominante es: Cupressus lusitanica, Chiranthodendron pentadactylon, Pinus ayacahuite, Pinus haartweggi, Pinus pseudostrobus, Alnus jorullensis, Quercus sp, Zinowiewia sp. y Budelia sp.
6. Bosque muy húmedo Montano Subtropical (bmh-M): esta zona es la que presenta las más bajas temperaturas de la cuenca y que se localiza adelante de la Planicie de Paquix rumbo a San Juan Ixcoy, Santa Eulalia y San Mateo Ixtatan. Esta formación también se encuentra en la Sierra María Tecun entre Totonicapán y Los Encuentros arriba de los 2800 m SNM. Se tienen datos estimados de una precipitación total anual aproximada de 2500 mm con una biotemperatura de 11° C. La vegetación predominante incluye Abies religiosa, Pinus ayacahuite, Pinus hartweggii, Cupressus lusitanica, Quercus sp, Bocconia volcanica, Budelia sp, Cestrum, Garya sp. y Bacharis sp.
El Gran Paisaje está constituido por los rasgos fisiográficos que delimitan el área de estudio. En este caso se tiene como el límite norte, la Sierra de Los Cuchumatanes y límite sur, las Sierras de Comitancillo y Sacapulas.
El Paisaje define áreas con rasgos específicos a nivel micro, siendo en este caso la cuenca del río Chixoy o Negro. Puede hacerse una subdivisión a nivel de subpaisaje, para el caso de las subcuencas Río Blanco, Serchil y Pacaranat.
Los Elementos del Paisaje incluyen todos los rasgos fisiográficos definidos a nivel semidetalle. Generalmente son aquellos rasgos incluidos en las hojas cartográficas 1:50,000. Para este caso se han tomado en consideración los siguientes rasgos: mesetas de montaña, montaña, pie de monte, meseta de cerros, cerros, pie de cerro, terrazas residuales, terrazas recientes y el río Chixoy.
CARACTERIZACIÓN DE LA CUENCA
La cuenca del río Chixoy se encuentra ubicada en la zona central de Guatemala (Figura 1), cubriendo una superficie de 5494 km² hasta el sitio de la presa de Pueblo Viejo Chixoy y constituye el 5% de la extensión territorial del país. Está bajo la jurisdicción de 32 municipalidades y 6 departamentos. La altura máxima se estima en 3800 m SNM en los Cuchumatanes y la mínima en 650 m SNM en el embalse de Pueblo Viejo.
El área 1 de la Fase I sujeta a investigación durante la temporada 1996 comprende las subcuencas de los ríos Blanco, Serchil, Pacaranat y Negro o Chixoy, situadas en los departamentos de Huehuetenango, Quiché, Quezaltenango y Totonicapán (Figura 2). Su extensión aproximada es de 1620 km².
El caudal medio de la cuenca es de 57 m cúbicos por segundo, que corresponde a un rendimiento de 10 lt/s/km². La tasa promedio de pérdida de suelo para la cuenca es de 2,885 T/km²/año, valor que supera en dos veces el promedio general. Se estima un aporte promedio de sedimentos al cauce de 700 T/km²/año, que significa una acumulación aproximada de 3.8 millones de toneladas al año en el embalse.
La subcuenca Río Blanco (Figura 3) se caracteriza por estar dividida en dos pisos altitudinales separados por la Sierra de Los Cuchumatanes. El primero es la Planicie de Paquix, arriba de los 3000 m SNM, que drena hacia el sur a los ríos Quilen Novillo, El Pericón, Buena Vista, La Barranca y Río Seco, originando el Río Blanco.
El segundo piso comprende el valle de Aguacatan (Figura 4), orientado de oeste a este a una altitud de entre 1916 y 1635 m SNM, e incluye los ríos Toxjim, Chancol, Buena Vista, Petzal, Cantzela, El Injertal, Parraxtut, Chiguatj y El Pajarito, que drenan hacia el río Buca. Los ríos Seco y Buca se unen a la altura del nacimiento del río San Juan para originar el río Blanco. Al final del valle el curso del río Blanco presenta un descenso brusco de entre 400500 m a través de la Sierra de los Cuchumatanes hasta la confluencia con el río Negro o Chixoy.
El área que presenta la más alta densidad de sitios arqueológicos es el valle de Aguacatan que inicia aproximadamente en la cota 1916 hasta la cota 1655 m SNM en una distancia aproximada de 7 km. Se caracteriza por sus suelos aluviales con una topografía plana y pendientes ligeras hacia el este. Los suelos son arenosos con alto contenido de materia orgánica y limos que le confieren una textura franco limosa. Estas características definen suelos de alto potencial agrícola, lo cual se evidencia con la alta productividad del valle, especialmente con cultivos para exportación como cebolla, ajo y otras hortalizas, maíz y frijol.
Las actividades de agricultura intensiva que se realizan en el valle han incidido fuertemente en el estado de conservación de los sitios, ya que están constantemente sujetos al impacto de las actividades agrícolas que han reducido las dimensiones de sus bases o destruido la mayoría de estructuras.
La subcuenca Serchil (Figura 5) presenta su línea parte aguas al sur y está definida por las Cumbres de Totonicapán. Tiene una forma dendrítica definida por aproximadamente 15 ríos que tienen su curso orientado hacia el norte y descienden de altitudes arriba de los 3200 m SNM a altitudes inferiores a 1500 m SNM en la confluencia con el río Pacaranat. Cuenta con los centros poblados de segundo orden, como San Bartolo en la parte montañosa y Malacatancito en el valle del río del mismo nombre.
La existencia de antiguos bosques originó suelos profundos ricos en materia orgánica y de textura franca con pendientes suaves que se localizan desde San Francisco El Alto hasta las comunidades de Rancho de Teja y Pologua. Se considera que son los mejores suelos de toda la cuenca y están relacionados con la más alta densidad poblacional en toda la misma.
Este factor ha incidido en una destrucción sistemática de los sitios arqueológicos debido a actividades constructivas y de cultivo. Existe una variación fuerte de los suelos conforme se desciende hacia el río Chixoy, ya que tienden a ser lateríticos compuestos de arcillas rojas con tendencia a rocosos y superficiales.
El reconocimiento permitió identificar alrededor de 30 sitios arqueológicos entre los que destacan Pueblo Viejo, Pucal y Serchil como centros mayores. Pueblo Viejo es un sitio defensivo ubicado en una meseta, rodeado de profundos barrancos, mientras que Pucal y Serchil se localizan en el fondo de pequeños valles aluviales que se caracterizan por tener suelos limo arenosos con buen potencial productivo.
La existencia de terrazas de cultivo en los sitios Serchil y Pueblo Viejo sugiere un manejo adecuado de los recursos naturales desde tiempos prehispánicos. Esto se evidencia por la presencia de gran cantidad de artefactos arqueológicos en las áreas que actualmente están bajo cultivo.
La vegetación natural está representada por rodales de encino (Quercus spp) asociados generalmente con pino triste (Pinus pseudostrobus) y pino de ocote (Pinus montezumae). Pueden observarse también especies de ciprés (Juniperus comitana), aliso (Alnus jorullensis), duraznillo (Ostraya spp) y palomar (Carpinus spp). Otros indicadores de la zona son capulín (Prunus capuli) y madrón de tierra fría (Arbutus xalapensis).
El río Serchil recibe afluentes de segundo, tercero y cuarto orden. Su nacimiento es en las montañas al oeste del poblado de Malacatancito, cercano a la aldea Piachi. Durante su curso hacia el suroeste, se le conoce como río Pucal; kilómetros más abajo se le une el río La Cal, convirtiéndose en el caudaloso río Serchil a la altura de la aldea y el sitio arqueológico del mismo nombre. Después del valle de Serchil, el río sigue su cauce hacia el noreste a través de un sistema montañoso caracterizado por pendientes superiores al 100% hasta unirse al río Pacaranat.
En la subcuenca Pacaranat, al igual que la subcuenca Serchil (Figura 6), su línea parte aguas al sur está definida por la sierra Parraxquim, cuya altimetría media es de 2900 m SNM. La existencia de una gran cantidad de afluentes de segundo, tercero, cuarto y quinto orden hace que la cuenca sea potencialmente adecuada para el manejo del recurso agua.
Los suelos de las planicies de la parte alta son orgánicos y de coloración oscura y que con un buen manejo pueden conservar sus características altamente productivas. Conforme se desciende hacia el norte, tiende a aparecer el horizonte laterítico de coloración rojiza que cubre la mayor parte de la subcuenca con afloramientos de roca en las áreas erosionadas. En general estos suelos son utilizados para la producción de granos básicos.
Esta subcuenca presenta la mayor densidad poblacional de la Cuenca Alta, ya que reúne centros poblados de primer orden, como Momostenango en Totonicapán y la cabecera departamental de Santa Cruz Del Quiché; de segundo orden como Santa María Chiquimula, San Antonio Ilotenango, San Pedro Jocopilas y de tercer orden como Santa Lucía La Reforma. Se considera que la necesidad de incrementar las áreas productivas ha provocado la destrucción de un gran porcentaje de montículos.
La subcuenca posee la más alta concentración de asentamientos prehispánicos por unidad de área, ya que se han localizado más de 40 sitios arqueológicos, algunos de ellos representados por estructuras de arquitectura monumental, estructuras aisladas, pequeños grupos de función habitacional y áreas de actividad. Entre los sitios importantes localizados en la subcuenca figuran K’umarcaajUtatlan, PakajaJocopilas, Panzac, Xuabaj y JutacajXequemeya.
Una característica importante de esta subcuenca y de la anterior, es que la población pertenece en su totalidad a la etnia K’iche’ y aún se realizan ritos y actividades en lugares de culto. Por este motivo, hay una alta concentración de lugares de culto (Porobales) en las cumbres de las montañas más altas de la región.
Una observación importante es que hacia el oeste de Santa Cruz Del Quiché se localiza un sistema hídrico (Figura 7), ubicado en mesetas delimitadas por los ríos Chop, Joj, Paxocol y La Estancia. Este está compuesto por las lagunetas Chicho, Tzancagüip, San Antonio Chijip, La Estancia, Panajxit, El Potrero y Lemoa. Las dos últimas se localizan fuera de la cuenca y en general tienen diámetros menores de 500 m. Algunas están en proceso de eutrofización debido a contaminación por desechos líquidos y actividades agrícolas. Existe la posibilidad de que éste pudo haber sido el factor que influyó en la alta concentración de sitios prehispánicos y de centros poblados actuales en la parte este de la subcuenca.
La subcuenca Pacaranat es la de mayor extensión, estando formada por varias micro cuencas, siendo las más importantes la de los ríos Momosteco, Sajcoclaj, Pacaranat, Tzununa, Paxocol, Pachac, Caca, Chijoj, Pajaj y Santa María.
La micro cuenca del río Momosteco se inicia con los ríos Pamuculica y Paul, los cuales confluyen al suroeste de Momostenango. Al noreste de dicha población se le denomina río Pala; cerca de la aldea Xequemeya se le denomina río Maquicha y al norte a la altura del caserío de San José Siguila se le conoce como río Momosteco.
Hacia el este se localiza la micro cuenca Sajcoclaj formada por los ríos Paquisis, Pasquina, Chonima, Chinabaj, que nacen al sur en la sierra Parraxquim. En área del nacimiento del río Chinabaj aún se conservan remanentes de bosque de pino y ciprés en buen estado de conservación.
Siguiendo hacia el este, los ríos Chijoj, Pachum y Parranxux se unen al río Patalup a 2 km al oeste de Santa María Chiquimula, originando el río Pachac. La micro cuenca del río Pacaranat se origina en las cercanías de la aldea Patzam a poca distancia del sitio Chilópez, siguiendo su curso hacia el noreste. Aproximadamente a 1 km de la aldea Saquibal se une a los ríos Pachac y Caca.
Es de considerar que ésta es la única región de la cuenca que aún conserva remanentes de bosque primario y por consiguiente una mayor diversidad de fauna. La intervención ha sido menor comparada con lo que se observa al viajar hacia el norte de la cuenca, donde la tala inmoderada evidencia graves problemas de erosión. Por otra parte, la sobre explotación y mal manejo del bosque para extracción de ocote y resina utilizada en actividades rituales está reduciendo la población de especies de pino.
Por último debe mencionarse los graves problemas de saneamiento ambiental ya que la contaminación de las fuentes de agua por detergentes y aguas negras es una práctica común entre los pobladores. En los centros poblados mayores no se realiza un manejo sanitario de desechos sólidos y líquidos, ya que casi en su totalidad son vertidos a los ríos sin ningún tratamiento.
La subcuenca Chixoy (Figura 8) se caracteriza por presentar un patrón rectilíneo. A nivel de Gran Paisaje, la subcuenca del río Chixoy está delimitada al norte por la Sierra de los Cuchumatanes, con áreas como la planicie de Llano del Coyote (1850 m SNM). Hacia el sur, el límite está definido por las sierras de Comitancillo y de Sacapulas, con elevaciones mayores de 2000 m, como los Cerros Negro (2141 m), Chumulchacan (2060 m), Tzujil (2369 m) y Chupacbalam (2485 m).
El nivel de Paisaje está definido por la serie de rasgos fisiográficos que delimitan la cuenca. En este caso los rasgos están definidos por cadenas montañosas que marcan la línea parte aguas con las cuencas Serchil y Pacaranat al sur y Río Blanco al norte.
Las características bioclimáticas de ambas zonas de vida definen ecosistemas diferentes que están asociados a elementos del paisaje como mesetas en montaña, mesetas en cerros, cerros bajos, terrazas residuales y terrazas recientes. Estos elementos delimitan las áreas sujetas a actividad prehispánica. En este caso, la mayoría de centros ceremoniales y áreas habitacionales prehispánicos se localizan en mesetas en cerros y colinas modificadas en ambos márgenes del río sobre la cota 1400 m. La modificación de las elevaciones naturales incluye la construcción de estructuras estucadas con escalinatas, juegos de pelota con montículos asociados, muros de retención y terrazas de cultivo o con fines constructivos.
La modificación de algunos rasgos naturales con propósitos constructivos se facilitó debido a los materiales geológicos que cubren la mayor parte del cerros y colinas del valle. Se trata de cenizas volcánicas (pómez) no compactadas y de granulometría fina. Se localizan sectores donde la piedra pómez aflora superficialmente.
El río, en su recorrido de oeste a este, ha originado un valle en jurisdicción de Sacapulas (Figura 9), con extensas planicies aluviales, en las cuales se ubica actualmente la mayor concentración de población y áreas bajo cultivo. El valle, con un largo aproximado de 22.5 km, inicia al oeste en las poblaciones de San Antonio El Órgano y El Jocote y finaliza en la aldea Xecatoloj, a 2 km al este de Sacapulas. El ancho máximo aproximado es de 1 km en la confluencia con el río Blanco. Durante su recorrido se le unen varios afluentes secundarios como los ríos Limonar y Tuixcox, que nacen en la cabecera de la cuenca y drenan al río Chixoy a la altura de los parajes El Paradillo y Las Majadas, respectivamente. Asimismo, el río El Naranjo corre paralelo a la ruta nacional No.15, que conduce hacia Santa Cruz Del Quiché y se une al río Chixoy a la altura de la aldea San José Sajcutzil.
La subcuenca tiene dos centros poblados importantes, como lo son la aldea Río Blanco y la cabecera municipal de Sacapulas. Ambos centros se comunican entre sí por medio de la ruta nacional No.7, que de Huehuetenango va hacia las Verapaces. Intermedio a dichos centros se localizan alrededor de unos 15 poblados menores (aldeas, caseríos y parajes), que ocupan ambas riberas del río.
La concentración de asentamientos, tanto prehispánicos como actuales, es indicativo de una relación entre el recurso agua y las características edáficas de los suelos. En general los suelos más productivos están comprendidos dentro de las clases agrológicas I, II y III con textura arenosa limosa con una estructura franca, ideales para cultivos. Con un manejo tecnificado suelen mantener una productividad estable.
Entre los centros de primer orden localizados en el área figuran: Chuitinamit, Chutixtiox, Xolpacol, Xolchum, Pacot, Guantajau, Cuchun y Sjacotzij. Estos se localizan en ambos márgenes del río, sobre la cota 1400 m. La modificación de las elevaciones naturales incluyen la construcción de estructuras estucadas, juegos de pelota, grupos de montículos asociados, muros de contención y terrazas habitacionales y agrícolas.
La concentración de asentamientos prehispánicos en la subcuenca es indicativo de una relación entre el recurso agua y suelo. Es evidente que el manejo tecnificado del recurso suelo se realizó desde tiempos prehispánicos, lo cual se evidencia en los sistemas de terrazas localizadas en los sitios Pacot, Xolchum, Chitinamit y Chutixtiox.
Por otra parte, las áreas planas sujetas a cultivo actualmente evidencian altas concentraciones de artefactos cerámicos y líticos de superficie, lo cual podría sugerir la existencia de áreas habitacionales hoy desaparecidas debido a la actividad agrícola.
PATRIMONIO HISTÓRICO
El reconocimiento incluyó la localización de estructuras arquitectónicas que datan de la década de los años cuarenta y que es necesario reevaluar para tomar medidas de conservación. Se identificaron rasgos como casas y fuentes en Santa María Chiquimula, Totonicapán, Quiché y Chiantla, Huehuetenango. En el caso de Chiantla, algunas estructuras han sido declaradas monumentos nacionales y han sido registradas por el inspector del IDAEH Sr. Fermín Herrera, pero es necesario hacer nuevas evaluaciones de su estado actual así como contar con un inventario actualizado.
En Santa María Chiquimula se localizaron tres fuentes que datan de 1915 y más de 20 casas que conservan rasgos interesantes que son necesarios conservar. No se ha realizado un inventario ni evaluaciones de su estado actual, mucho menos un registro ante las autoridades locales e IDAEH.
En la subcuenca Serchil se localizó un puente sobre el río Paja en la carretera que de Momostenango conduce a San Bartolo. Construido de piedra tallada, tiene un escudo con fecha del año 1915. Presenta daños por impacto de vehículos en uno de sus laterales. De igual manera, en la subcuenca Pacaranat se localizó un puente de grandes dimensiones en la confluencia de los ríos Sajcoclaj y Pacaranat. Su arquitectura es en arco reforzado con vigas de madera y su estado de conservación es bueno.
En la carretera que de Huehuetenango conduce a Aguacatan se localizaron ocho puentes construidos en la década de los cuarenta durante el periodo del presidente Ubico. Construidos de piedra tallada, aún conservan rasgos interesantes de la época. La mayoría presentan impactos por vehículos en los extremos y en uno únicamente se localizan las bases ya que fue reconstruido con materiales y estilo fuera de contexto.
Por último, se localizó la antigua Iglesia de Sacapulas ubicada en el cementerio actual. Presenta únicamente su fachada, la cual tiene grietas y daños en su base, pero aún es posible rescatar algunos rasgos y realizar excavaciones en el resto de la estructura.
Figura 1 Ubicación de la cuenca del río Chixoy
Figura 2 Ubicación de las sub-cuencas Río Blanco, Chixoy, Serchil y Pacaranat
Figura 3 Sub-cuenca Río Blanco
Figura 4 Valle de Aguacatan
Figura 5 Sub-cuenca Serchil
Figura 6 Sub-cuenca Pacaranat
Figura 7 Sistema de lagunas
Figura 8 Sub-cuenca Chixoy
Figura 9 Valle de Sacapulas
REFERENCIAS
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1986 Archéologie de l’Habitat en Alta Verapaz, Guatemala. Collection Etudes Mesoaméricaines No.10. Centro de Estudios Mesoamericanos, México.
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1982 Clasificación de Zonas de Vida de Guatemala a Nivel de Reconocimiento. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Instituto Nacional Forestal, Unidad de Evaluación y Promoción, Dirección General de Servicios Agrícolas, Guatemala.
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1987 Contribution à la Définition de l’Épiclassique dans les Hautes Terres Mayas. Memorias del Primer Congreso Internacional de Mayistas, pp.175-208. Universidad Nacional Autónoma de México, México.
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