Descargar este artículo en formato PDF
Robinson, Eugenia, Marlen Garnica, Dorothy Freidel y Patrice Farrell
1999 La cultura y el ambiente Preclásico de Urías en el valle de Panchoy, Guatemala. En XII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1998 (editado por J.P. Laporte y H.L. Escobedo), pp.477-485. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
34
LA CULTURA Y EL AMBIENTE PRECLÁSICO DE URÍAS
EN EL VALLE DE PANCHOY, GUATEMALA
Eugenia Robinson
Marlen Garnica
Dorothy Freidel
Patrice Farrell
La evidencia arqueológica ha indicado que la cultura Maya evolucionó en las zonas del pie de monte y en el Altiplano guatemalteco, un puente geográfico y cultural entre las culturas precoces de la Costa del Pacífico, del Preclásico Temprano (1550-1000 AC) al florecimiento Clásico (300-900 DC) de la civilización Maya en las Tierras Bajas (Figura 1; Arroyo 1994; Blake et al. 1992; Bove 1989; Coe y Flannery 1967).
Durante todo el periodo Preclásico y hasta 200 DC, el pie de monte del Pacífico y las Tierras Altas fueron el sitio de desarrollo gradual de una sociedad compleja, culminando en las culturas que usaban el estilo Izapa de escultura, precursor de los estilos Clásicos Mayas de las Tierras Bajas de Petén (Parsons 1986). Son críticas, para el entendimiento de la evolución de los Mayas Clásicos, las adaptaciones y filiaciones de los primeros habitantes en esta zona.
Cerámica Preclásica, fechada para 1200-1000 AC, ha sido encontrada en sitios del Altiplano. Algunos ejemplos existen en Urías, el objeto de esta investigación, el vecino Kaminaljuyu en la Ciudad de Guatemala (Wetherington 1978) y Cakhay, cerca de Tecpan (Swezey s.f.). Algunos fragmentos de cerámica que podrían ser anteriores a 1200 AC fueron encontrados durante el reconocimiento del valle de Panchoy y sugerían la posible existencia de un sitio Preclásico Temprano (Robinson 1990; Robinson y Farrell 1996). Fechar un sitio en el Altiplano, contemporáneo con los cacicazgos Preclásicos Tempranos de la Costa del Pacífico, permitiría la valorización cultural de esta población temprana de las Tierras Altas y permitiría la evaluación de sus orígenes en la Costa del Pacífico o el desarrollo desde una base Arcaica en las Tierras Altas.
Las investigaciones arqueológicas en Urías en el Valle de Panchoy, Sacatepéquez, en 1997, apoyadas por la National Geographic Society, fueron enfocadas hacia la excavación del sitio Preclásico Temprano/Medio de 1500-300 AC. Estudios del medio ambiente durante el mismo proyecto, por Dorothy Freidel y Patricia Farrell, caracterizaron los procesos ambientales y geomorfológicos del Preclásico (Freidel y Farrell 1997). Además, sus investigaciones intentaron proveer control de fechas para los varios niveles de ocupación a través de indicadores estratigráficos como los estratos de la ceniza volcánica, superficies posibles de suelos enterrados y el análisis del desarrollo de los suelos.
Finalmente, ellas obtuvieron información sobre el medio ambiente de la localidad durante el periodo de ocupación, a través de la investigación de los suelos y los sedimentos en la cercana laguna Quilisimate y por el aluvión del río Guacalate. Estos estudios ambientales podrían ayudarnos a entender si la ausencia de sitios Preclásico Temprano en las Tierras Altas podría ser debido a explicaciones ambientales o factores culturales que afectan su preservación.
URÍAS
Urías (B399068) es un sitio superficial localizado en el lado sur del valle de Panchoy (Figura 2). Se ubica sobre una ligera pendiente en una expansión de tierra de aproximadamente 500 m de ancho, en las faldas del volcán de Agua y limitado por el río Guacalate. Recursos acuáticos abundan en esta localidad cerca del río Guacalate y la laguna Quilisimate unos kilómetros al noroeste. Esta parcela tiene varios sitios arqueológicos en la superficie con ocupaciones que abarcan desde el Preclásico Temprano hasta el periodo Postclásico. Elegimos trabajar en Urías porque el sitio tenía cerámica del Preclásico Temprano en la superficie. Urías fue identificado por tener un montículo alto de 1.50 m, pero su importancia cultural fue ignorada en el trabajo de campo de la temporada anterior cuando un montículo similar cercano fue cortado por maquinaria y se encontró que era una loma natural.
Las excavaciones del sitio han explorado seis pozos que son de 1.50 m x 1.50 m cada uno. El Pozo 1 fue excavado en 1996 y los pozos contiguos 2-6 fueron excavados en 1997. Cuatro de ellos, Pozos 1, 2,3 y 6 fueron excavados hasta 6 m de profundidad donde se localizó el lecho de roca.
El perfil de la excavación exhibe varios niveles, rasgos y suelos. En los 2 m superiores había generalmente fragmentos pequeños de cerámica del Clásico Tardío y del Postclásico asociada con los horizontes de suelos A, AC y C. El arado y la preparación de hoyos para árboles han perturbado los niveles superiores del pozo. Según una serie preliminar de la colección del Pozo 1, la cerámica del Preclásico Medio que está fechada por la secuencia de Kaminaljuyu de 700-300 AC, está relacionada con el Basurero 1; asociados con un piso debajo del basurero había una estela lisa y un entierro. El entierro consistía en un diente humano, fragmentos de una vasija, una cuenta de jade, una pieza de jade sin trabajar y una pieza de obsidiana trabajada. Dos fechas de radiocarbono (números 1 y 2) asociadas con la estela y el lugar del Entierro 1, lo fechan entre 480 y 430 AC (sin calibración; Tabla 1).
Debajo del piso estaba el Basurero 2, pozos con la forma de campana y cerámica similar a la de la fase Las Charcas en Kaminaljuyu y fechadas para 1000-700 AC. Debajo de 4 m de profundidad había una estructura escalonada de 1.20 m de altura, con una sola piedra marcando la cúspide de la estructura. Adentro había algunas piedras sobre un entierro fragmentado con una figurita de los periodos Ocós o Cherla (1200-1000 AC). La fechas de radiocarbono obtenido del interior de la estructura y que posiblemente se han entremetido desde arriba con las raíces de los árboles, fechan para 510 AC (sin calibración; Tabla 1). Encima de la estructura, en el Basurero 2, se localizó la muestra de carbón número 7 que fecha para 560 AC (sin calibración; Tabla 1). Esta estructura es probablemente del Preclásico Medio. Las razones para esta interpretación son que: 1) está debajo de un basurero que contiene materiales de la fase Las Charcas; 2) tiene una posición estratigráfica de plataformas similar a las que se encuentran en Rucal, fechadas tentativamente por la cerámica para el Preclásico Medio temprano; 3) la figurilla Ocós/Cherla podría ser un objeto seleccionado, que fue encontrado durante la construcción de la plataforma y tal vez no pueda darnos la fecha de la plataforma.
Debajo del nivel del Entierro 2, en el pozo 6 y a 4.80 m de profundidad, se obtuvo una fecha de radiocarbono de 1310 AC (sin calibración). A esta profundidad había unos fragmentos de cerámica que, en la Costa del Pacífico, son de las fases Barra y Locona (1550-1250 AC). Incluye esta muestra unos ejemplos de Salta Rojo de la fase Barra, diseños enrejados de la fase Locona (Figura 3).
El pozo 6 es una extensión del pozo 2, se localizaron algunos rasgos similares a éste, los estratos de tierra son iguales excepto entre AC y C que se localizaron piedras de tamaño grande y medio y entre C y 2C una concentración de piedras pequeñas en la esquina noreste, sin una interpretación clara. Luego se localizó la prolongación del Basurero 1 que se reduce de tamaño y restos del Basurero 2 un poco más abajo. Tierra café muy obscura, que es donde se localizaron los huesos de animales fragmentados, luego debajo hay tierra amarilla y una plataforma de tierra amarilla cafetosa en la esquina noreste; esta plataforma está sobre un estrato de ceniza volcánica. El último estrato es de ceniza volcánica y tierra amarilla y está sobre piedra volcánica.
En resumen, dos líneas de evidencia apoyan la idea de que la base de la excavación era un depósito del Preclásico Temprano: 1) la profundidad del material, la cerámica de la fase Barra proviene de dos niveles debajo de la fecha de radiocarbono de 1310 AC; 2) la cerámica similar a la fase Barra de la Costa Sur de 1500 AC, indica que los restos anteriores a 1200 AC existían en este sitio.
Figura 1 Mapa de las Tierras Altas, Altiplano y Costa Sur de Guatemala
OBSIDIANA
Los resultados del análisis de la muestra de obsidiana hecho por Geoffrey Braswell revelaron que la mayoría de artefactos de este material en el sitio consiste en esquirlas o astillas. La mayoría se pueden asignar a los periodos Preclásico Temprano/Medio y Preclásico Medio y son producto de dos industrias líticas sencillas, percusión bipolar y causal, lo que indica que era efectuada por gente no especializada, en un contexto doméstico cercano al sitio.
La mayoría de la obsidiana encontrada proviene de las fuentes geológicas de San Martín Jilotepeque y El Chayal. Los patrones de obtención de obsidiana durante el Preclásico Temprano/Medio y Preclásico Medio, sugieren una interacción significativa con la región de Chimaltenango y el valle de Guatemala.
Figura 2 Mapa de la zona de Antigua indicando la ubicación de Urías, Rucal y laguna de Quilisimate
Figura 3 Cerámica: a) figurita de fases Ocós o Cherla
HUESOS DE ANIMALES
El análisis de la muestra de huesos realizado por Kitty Emery, reveló que los habitantes de Urías, además de venado y perro, consumieron conejo, ardilla, cangrejo y peces. Aunque los huesos de venado y perro siguen dominando la muestra, también se identificaron huesos de roedores que al parecer son intrusivos.
La diversidad de huesos identificados debido a su buena preservación y la presencia de cerámica reutilizada con características similares a la localizada en la Costa y que se infiere que fue utilizada como pesos para redes de pescar, nos permitió deducir que los habitantes del sitio se adaptaron al ambiente y aprovecharon los recursos naturales que estaban a su disposición (Emery, comunicación personal 1998).
SUELOS
En las temporadas 1996 y 1997 se efectuaron dos transectos (1 y 2) (Figura 2). El transecto 1 sirvió para analizar suelos superficiales para clasificaciones y en el transecto 2 se efectuaron una serie de agujeros profundos para obtener muestras del suelo del lago. Freidel puso una serie de cinco agujeros de taladro a lo largo de un transecto, aproximadamente oeste al este, desde el fondo del lecho fluvial de la laguneta Quilisimate, que ahora está seca, a través de la orilla anterior y subiendo una pendiente escarpada. De esta manera podría examinar los sedimentos y los suelos del lecho fluvial y la vertiente del lago anterior. Estos sedimentos fueron descritos usando la USDA Soil Survey Terminology. Los agujeros del taladro fueron extendidos a una profundidad de 4.50 m hasta donde fue posible. Las descripciones y las muestras se usaron para ayudar en la correlación e interpretación de las unidades de los suelos y los sedimentos entre la laguneta y el sitio de excavación y también entre los hoyos del taladro y por el transecto.
Una de las características del sitio Urías es la profundidad de los sedimentos encima de las ocupaciones de los primeros habitantes. Algunos procesos geomórficos han contribuido al depósito de sedimentos en el sitio Urías. Probablemente, una causa mayor de la acumulación gradual de sedimentos en el sitio es la erosión de la pendiente, cuando los chubascos tropicales intensos llevan el sedimento de la parte alta hacia abajo de la pendiente. Además, es posible que movimientos pequeños en masa pudieran haber arrastrado sedimentos volcánicos, que fueron dispersados y no consolidados en la parte baja de la pendiente, después de su depósito inicial durante las erupciones de los volcanes cercanos de Fuego y/o Acatenango. Las erupciones del volcán de Fuego durante los últimos miles de años también han depositado tefras, por lo menos dos veces.
La más temprana de estas caídas de ceniza creó un depósito primario en el fondo de la excavación. Está cerca del lecho de roca y los depósitos culturales se ubican casi encima de esta capa de ceniza. Entonces, la erupción que depositó esta ceniza ocurrió aparentemente un poco antes de la primera ocupación del sitio y antes de la fecha de radiocarbono de 1310 AC (nivel 24). Ese podría ser el depósito de tefra más reciente identificado por Koch y McLean en 1975. Otro depósito de ceniza removida ocurre entre 34-66 cm más arriba en la excavación. Estos depósitos de ceniza fueron encontrados, aunque a profundidades diferentes, en las muestras de la laguna.
Se identificaron, tentativamente, dos superficies posibles de paleosuelos a 220 cm y 375 cm debajo de la superficie, basado en algunas características de los suelos. Sin embargo, ahora parece que no hay ninguna correlación entre los rasgos culturales identificados en la excavación y los paleosuelos tentativos.
El estrato extraño de sedimento que se puede licuar fácilmente cerca del fondo del perfil de los suelos estaba marcado por un límite muy irregular; parece haber deformado o fluir un tanto al estrato superior. El límite irregular indica que después del depósito de sedimento, un evento como un terremoto podría haber causado la licueficación y corrimiento de este estrato, que podría haber causado una considerable perturbación a las estructuras sobre esta superficie. En realidad, en el sitio de Rucal, sobre la pendiente de Urías, hay evidencia de una avalancha de piedras, tal vez el resultado de un terremoto precisamente en este punto en la estratigrafía, cerca de 1000 AC.
En resumen, nuestro estudio ha determinado que la ocupación del sitio Urías ocurrió después del desarrollo del suelo sobre una ceniza negra, los restos de una erupción volcánica. Posiblemente esta área no estaba ocupada por poblaciones Arcaicas debido a la actividad volcánica antes de 1500 AC. Restos esparcidos de cerámica parecida a Barra indica que posiblemente una ocupación de intensidad limitada ocurrió aquí. Otros restos que abarcan la secuencia del Preclásico Temprano, incluyendo diagnósticos Ocós (1250-1100 AC) y Cherla (1100-1000 AC), sugieren que la ocupación podía haber sido continua por el Preclásico Temprano.
LAGUNETA QUILISIMATE
La laguneta Quilisimate era un lago pequeño en un área baja aproximadamente 2.50 km al noroeste del sitio de Urías, río abajo a lo largo del Guacalate. Se desaguó el lago en este siglo y ahora lo usan para siembras y pastoreo. Este lago podía haber sido una fuente de aves acuáticas y posiblemente pescado, igual que tule para tejer. Se hicieron cinco agujeros con taladro en el área de la laguna. Los objetivos para hacer estos agujeros fueron para investigar la estratigrafía y los suelos de la laguna y para obtener muestras de sedimento que podrían producir polen fósil, depósitos de ceniza caída y otros materiales que podrían ser fechados. Se espera que este material pueda proveer información sobre la variación de la vegetación y el clima para todos los periodos de ocupación y para correlacionar los sedimentos en la laguna con los del sitio de Urías.
Generalmente, los agujeros del taladro revelaron una superficie posible de un paleosuelo aproximadamente a 1 m debajo de la superficie, dos o tres depósitos de ceniza volcánica que podríamos correlacionar con los de Urías. Sedimentos de terreno elevado, consistiendo en marga con pómez removida, no contenían los depósitos de cenizas caídas. La superficie del paleosuelo a 1 m de profundidad en los sedimentos de la laguna, podría indicar que durante un tiempo el lago estaba a un nivel bajo y pantanoso, o intermitentemente seco. Los sedimentos del agujero 3 (UL-3) indican que este agujero probablemente está localizado en donde era la orilla del lago.
El agujero UL-2, en la parte más honda de la laguna seca, se extendió a una profundidad de 473 cm. Reveló tres y posiblemente cuatro estratos de ceniza. Los más profundos fueron acompañados por depósitos de diatomita, que son formados por los restos silíceos de algas que florecen después de ser fertilizadas por una caída de ceniza volcánica. Estas capas discretas de ceniza y diatomita sugieren que el nivel del agua estuvo, por lo menos, de 2-3 m de profundidad en el momento del depósito. Por eso, parece que la laguna fue más honda y cubrió un área más amplia durante el periodo de ocupación Preclásica Temprana, que en las épocas más recientes. El polen podría estar preservado entre los estratos de ceniza y diatomita. Además, es posible que haya materiales orgánicos debajo del nivel superior del agua subterránea a 2 m de profundidad. Los sedimentos 100 cm debajo de la superficie indican que el nivel aquí era variable.
En el agujero UL-1, 250 m al este del UL-2, encontramos dos capas de ceniza que también sugieren que el agua del lago alcanzó hasta este punto al momento de las erupciones.
Más análisis y correlación de las muestras de los sedimentos en la laguna y Urías deberán revelar más información del medio ambiente durante las ocupaciones más tempranas en Urías.
CONCLUSIÓN
Nuestros análisis podrían explicar por qué no hemos encontrado otros sitios tan tempranos como Urías en la zona de las Tierras Altas. Las explicaciones incluyen: 1) un estancamiento de material cultural temprano en el sitio; 2) los habitantes más tardíos han causado destrucción considerable de los niveles más bajos; 3) además, en este caso el sitio es sumamente profundo. Una ventaja en Urías es que en la actualidad la acumulación de suelo erosionado de las pendientes volcánicas ha aumentado la preservación del sitio.
La relación de la cerámica temprana de la Costa del Pacífico con la de Urías, sugiere que los habitantes tempranos del sitio mantuvieron comunicación con la población de la Costa y que podían haber inmigrado desde allí. Esto implica que la población temprana tenía un desarrollo cultural que les permitió una fácil adaptación al medio ambiente, a pesar de que no todos los elementos de este nuevo asentamiento eran similares a los de la Costa, como son el clima, la flora, los suelos y la ausencia de la fauna de los esteros.
Nuestras conclusiones en Urías indican que había ocupación Preclásica Temprana en las Tierras Altas que probablemente podríamos fechar a 1500 AC. Cualquier reconstrucción de los orígenes Mayas y la evolución de la cultura desde ahora tendrán que tomar en cuenta la relación costera de los primeros habitantes de la zona del Altiplano.
AGRADECIMIENTOS
Una beca de la National Geographic Society #5705-96 y el permiso para trabajar del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala facilitaron la temporada del trabajo de campo. El apoyo institucional de la Universidad de Tulane ayudó a avanzar en las investigaciones. Héctor Leal, dueño de la finca en donde está ubicado el sitio y Raúl Valdés, dueño de la finca San Rafael Urías, lugar donde se extrajeron las muestras de suelos de la laguna, ambos nos dieron su apoyo entusiasta. Muchos colaboradores y especialistas nos ayudaron con los planes de nuestra investigación y análisis.
TABLA 1
FECHAS DE RADIOCARBONO DE URIAS
_______________________________________________________________________
Número de Números de Procedencia Edad ± 1Fecha
Referencia Laboratorio (AP) (AC)
_______________________________________________________________________
1 Beta-114960Subop. 32450500
3.40 m
2 Beta-114961Subop. 32360410
3.60 m
3 Beta-114962Subop. 22460510
4.20 m
4 Beta-114963Subop. 632601310
4.80 m
7 Beta-114966Subop. 22480560
3.60 m
_______________________________________________________________________
REFERENCIAS
Arroyo, Bárbara
1994 The Early Formative in Southern Mesoamerica: An Explanation for the Origin of Sedentary Villages. Tesis Doctoral, Vanderbilt University, Nashville.
Awe, Jaime y Paul F. Healy
1994 Flakes to Blades? Middle Formative Development of Obsidian Artifacts in the Upper Belize River Valley. Latin American Antiquity 5:193-205.
Blake, Michael, Brian S. Chisholm, John E. Clark, Barbara Voorhies y Michael W. Love
1992 Prehistoric Subsistence in the Soconusco Region. Current Anthropology 33-1:83-94.
Bove, Frederick J.
1989 Formative Settlement Patterns on the Pacific Coast of Guatemala: A Spatial Analysis of Complex Societal Evolution. BAR International Series No.493. Oxford.
Clark, John E.
1988 The Lithic Artifacts of La Libertad, Chiapas, Mexico. Papers of the New World Archaeological Foundation, No.52. Brigham Young University, Provo.
Freidel, Dorothy E. y Patricia Farrell
1997 Soil and Environmental Investigations, Antigua Valley, Guatemala. Informe, Proyecto Arqueológico Urías, Guatemala.
Jackson, Thomas L. y Michael W. Love
1991 Blade Running: Middle Preclassic Obsidian Exchange and the Introduction of Prismatic Blades at La Blanca, Guatemala. Ancient Mesoamerica 2:47-59.
Koch, A. y H. McLean
1975 Pleistocene Tephra and Ash-Flow Deposits in the Volcanic Highlands of Guatemala. Geological Society of America Bulletin 86:529-541.
Parsons, Lee A.
1986 The Origins of Maya Art: Monumental Stone Sculpture of Kaminaljuyu, Guatemala, and the Southern Pacific Coast. Studies in Pre-Columbian Art and Archaeology, No.28. Dumbarton Oaks, Washington, D.C.
Popenoe de Hatch, Marion
1997 Kaminaljuyu/San Jorge: Evidencia Arqueológica de la Actividad Económica en el Valle de Guatemala, 300 a.C. a 300 d.C. Universidad del Valle de Guatemala, Guatemala.
Robinson, Eugenia
1990 Reconocimiento de los municipios de Alotenango y Sumpango, Sacatepéquez: informe final del Proyecto Encuesta Arqueológica Kaqchikel. Reporte entregado al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, Guatemala.
Robinson, Eugenia y Patricia Farrell
1996 Asentamientos Preclásicos en las Tierras Altas de Guatemala: una investigación geomorfológica y arqueológica. Informe Preliminar, Guatemala.
Sharer, Robert J. y David W. Sedat
1987 Archaeological Investigations in the Northern Highlands, Guatemala: Interaction and development of Maya Civilizatiion. University Museum Monograph No.59. University of Pennsylvania, Philadelphia.
Shook, Edwin, Marion Popenoe de Hatch y Jamie Donaldson
1979 Ruins of Semetebaj, Department of Solola, Guatemala. Studies in Ancient Mesoamerica, Contributions of the University of California Archaeological Research Facility (editado por J. Graham):7-142. University of California, Berkeley.
Swezey, William
s.f. El Primer Reporte de Cakhay. En Estudios Kaqchikeles: In Memoriam William R. Swezey. CIRMA, Antigua Guatemala. En prensa.
Wetherington, Ronald K. (ed)
1978 The Ceramics of Kaminaljuyu, Guatemala. Pennsylvania State University Press, University Park.