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Fahsen, Federico
2000 Kaminaljuyu y sus vecinos. En XIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1999 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo, B. Arroyo y A.C. de Suasnávar), pp.42-65. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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KAMINALJUYU Y SUS VECINOS
Federico Fahsen
Varios expertos han hablado sobre la relación entre Teotihuacan y el sitio de Kaminaljuyu y en cierta forma también de influencias que pudo haber tenido este último sobre Copan (Viel 1998). Incluso se ha tocado, aunque someramente, el tema de una intrusión proveniente del altiplano Noroccidental al final de la fase Santa Clara (Popenoe de Hatch 1998). Otros investigadores han escrito en referencia al control del comercio de obsidiana procedente de El Chayal y San Martín Jilotepeque, o al del cacao de la Costa Sur y su disposición a través de rutas comerciales en el pie de monte o Boca Costa del Pacífico guatemalteco (Braswell 1998).
Lo que se ha descrito poco son las relaciones entre los sitios contemporáneos de Petén o en general de Tierras Bajas y el altiplano, particularmente durante el periodo conocido por la posible intrusión Teotihuacana en Tikal y Uaxactun y la fase Esperanza de Kaminaljuyu. Estos sucesos ocurrieron entre los años 378 y 550 DC aproximadamente, o sea durante prácticamente todo el Clásico Temprano. Es más, en Tierras Bajas el periodo mencionado define esa primera etapa del Clásico Maya. Clemency Coggins, en su tesis doctoral, aborda la temática y a pesar del tiempo que ha pasado y las controversias desde entonces sobre esa intrusión Teotihuacana, ella indicó la existencia de una relación entre ambas regiones que debe ser replanteada y estudiada a profundidad.
Este trabajo se circunscribe al planteamiento de algunos aspectos culturales relevantes de las épocas o circunstancias previamente inmediatas al año 378 DC en Tikal, y al fin de la fase Aurora e inicio de la fase Esperanza en Kaminaljuyu, con el propósito de iniciar un debate académico sobre las circunstancias que pudieran alentar las relaciones entre Teotihuacan y el área Maya, tanto del Altiplano como de Tierras Bajas. También el tipo de relaciones que se pudieron dar, y las consecuencias en el área Maya, o sea entre las regiones y sitios de la época.
Al momento es ya bastante aceptado que el cambio radical y abrupto de las vajillas utilizadas en Kaminaljuyu al final de la fase Santa Clara (circa 200 DC), y su sustitución por una cerámica con características similares a las de la región de San Andrés Semetabaj en Sololá y La Lagunita en Quiché, representa una invasión del valle de grupos a quienes me refiero como Quicheanos, ya instalados desde antes en el sitio de Solano. De hecho este último sitio tuvo que haber jugado un papel importante en el colapso de la cultura local Cholana en el valle, al cerrar o dificultar las relaciones comerciales y el paso entre Kaminaljuyu y la Costa del Pacífico (Figura 1; Fahsen 1999, s.f.).
Lo interesante de esta situación es que el proceso que llegó a culminar con el cambio radical en Kaminaljuyu se gestó en un espacio de tiempo de varios siglos a partir del Preclásico Medio cuando La Lagunita y las zonas del centro de Quiché emergieron de una etapa menos desarrollada hacia una cultura bastante formal. Hacia el año 300 AC, coincidiendo con la fase Verbena y Arenal de Kaminaljuyu, se encuentran en Quiché centros ceremoniales, tumbas con ofrendas y, un poco más tarde, juegos de pelota con ocupaciones cuya evolución cerámica llega básicamente sin mayores cambios hasta la fase Aurora de Kaminaljuyu. Ocurre entonces que al hablar de la ocupación de las Tierras Altas del Noroccidente se puede tener la certeza de que este espacio geográfico estaba ocupado por los ascendientes de los actuales K’iche’, y que estos estuvieron en la zona desde el Preclásico Medio, cuando menos. Los mitos sobre los viajes que el Popol Vuh recalca son entonces, parte del proceso de esa transición entre los grupos poco desarrollados y el establecimiento de los cacicazgos segmentarios del Postclásico desvirtuándose así el origen Tolteca de la etnia K’iche’.
Esta información puede relacionarse con las investigaciones de Kaufman (comunicación personal) que ubican al idioma Quicheano Mayor, es decir antes de su separación del Q’eqchi’ y del Uspanteko, durante un periodo de tiempo entre 1400-200 AC, es decir durante un lapso suficientemente largo que propongo ocurre en la zona del centro del Quiché actual con La Lagunita y zonas aledañas como parte de esa esfera regional.
El cierre del paso entre Kaminaljuyu y la Costa del Pacífico, así como el establecimiento de centros como Solano al sur del valle de Guatemala y la proximidad de los Quicheanos al otro lado de las montañas y el cerro Alux, en las postrimerías del año 200 DC, durante la fase Santa Clara, seguramente muestran por un lado la debilidad del estado de Kaminaljuyu cuya principal fuente de agua ya se había secado, y por el otro lado, el empuje de los Quicheanos como etnia guerrera y expansionista hacia diversas direcciones a partir del núcleo central en Quiché. Es más, es posible que las relaciones existentes entre La Lagunita y Kaminaljuyu en el Preclásico Tardío, incitaran la codicia de los primeros al conocer de la riqueza del segundo, especialmente por tener este acceso a cosechas abundantes de maíz y cacao provenientes de la Costa del Pacífico y de la Boca Costa (Figura 2).
Lo inevitable tenía que ocurrir al haber llegado a bajar de la planicie de Sumpango y San Lucas Sacatepéquez a Solano en Villanueva y Petapa. La maniobra de pinzas probablemente también incluyó la toma de lugares cercanos, como San Juan y San Pedro Sacatepéquez, por grupos afines a los del Quiché, como los Chajoma de la etnia Kaqchikel, en este entonces todavía muy cercana al idioma Quicheano, ya que no fue sino hasta las cercanías del 900 DC, que éstos se separaran en los tres troncos de la descendencia original: Kaqchikel, Tz’utujil y K’iche’ propiamente dicho, según Justeson y Kaufman (comunicación personal).
Ocurridos estos episodios en el Preclásico Terminal, la comunicación entre la Costa del Pacífico y el Altiplano se hizo directamente con los K’iche’ y otros grupos del Altiplano al ser expulsados los habitantes Cholanos que residían en Kaminaljuyu y las élites de lugares como El Baúl, Chocola y Tak´alik Ab´aj. La ruta comercial entre este último sitio y Quetzaltenango por vía de Colomba es una prueba de la existencia de contactos entre el Altiplano y la Costa del Pacífico y ha de haber sido muy utilizada, como lo fue la de los Kaqchikel del Altiplano hacia Siquinalá o de los Tz’utujil a Samayac.
Coincidiendo con esos eventos, las evidencias de una intrusión de Teotihuacan en la Costa del Pacífico, notoria desde ca. 250 DC, se pueden relacionar con la eventual influencia Teotihuacana en Kaminaljuyu. Es posible que los de Teotihuacan utilizaran en alguna medida la ruta Olmeca de la Boca Costa utilizada también por Kaminaljuyu y sus sitios de influencia o una paralela más al sur. Ya en Balberta (200-400 DC) se encontró una cantidad enorme de obsidiana verde de Pachuca, uno de los depósitos más grandes de ese material mexicano en el área Maya (Bove et al. 1989) y en la segunda mitad del Clásico Temprano, en los sitios de la desembocadura del río Nahualate, hay una influencia Teotihuacana notoria en donde se muestran incensarios adornados como los del centro de México, pero producidos localmente, añadiendo así un ingrediente que necesita más investigación pero que necesariamente debe ser analizado conjuntamente con la situación en Kaminaljuyu en ese momento (Figuras.3 y 3a; Whitley y Beaudry 1989).
La posibilidad de una afinidad entre los Teotihuacanos o sus emisarios y los Quicheanos de Solano se nota por la arquitectura talud-tablero que luego se traslada como estilo durante la fase Esperanza hacia Kaminaljuyu. Este autor considera que las relaciones entre sitios de esa época sirven de base para los recuentos de viajes de los K’iche’ expresados en el Popol Vuh del Postclásico y esto a su vez muestra que los Quicheanos al fortalecerse lograron expulsar a los habitantes originales de Kaminaljuyu que, como he dicho antes, eran a mi juicio de habla Cholano y que por ese momento habían sido debilitados por esa continua intrusión por el occidente y el sur.
Teotihuacan al fin de la fase Tlamimilolpa (200-400 DC) y durante la fase Xolalpan (400-650 DC), coincidente con las fases Aurora y Esperanza en Kaminaljuyu y con las fases Chicanel Tardío (ca. 200 DC) y Tzakol (300-600 DC), se encuentra en una etapa de consolidación en la que se nota continuidad y reconstrucción de edificaciones y apartamentos virtualmente similares a los de la fase Micaotli (ca. 150-200 DC), pero con bastante inmigración extranjera que lo convierte en un lugar atractivo, poderoso y excitante. Visitar el Tollan del Popol Vuh puede referirse a este lugar en donde se dan las insignias del poder y donde los murales de los palacios expresan temas con guerreros y sacrificio de corazones (Figuras.4 a 6; Paztory 1988). Esa etapa de consolidación pudo permitir que se buscaran zonas de influencia externas al valle de México como lo fue el valle de Oaxaca, la Costa del Pacífico guatemalteco, el valle de Kaminaljuyu y también Tikal, estableciéndose así una red comercial de primera magnitud acompañada de ideologías e influencias, inclusive, las militares (Figuras.7 y 8). El sentirse atraído por ideologías foráneas provenientes de lugares de prestigio es una condición humana conocida a través de la historia y no es difícil imaginar ritos y cultos, así como manifestaciones artísticas y culturales, como parte de una relación entre Teotihuacan y el área Maya (Figuras.9 a 11). Recientemente Karl Taube (1997) ha encontrado murales con imágenes e iconografía Maya en el Complejo Tetitla en Teotihuacan del siglo VI (Figuras.12 y 13). De esto se puede concluir que los lazos entre estos sitios ocurrieron en periodos previos al fin de Teotihuacan alrededor del 650-700 DC y también quizá antes de esa etapa.
Suponiendo que Kaminaljuyu haya sido debilitado por los Quicheanos y que éstos posteriormente vieron un beneficio con la aceptación de la influencia Teotihuacana proveniente de la Costa del Pacífico, es fácil aceptar esa especie de sincretismo de la fase Esperanza. Lo que no se ha estudiado aún es el periodo previo a 378 DC en Tikal y la zona Maya central. ¿Estaría también debilitado?
David Stuart (1998) ha propuesto recientemente, a través de nuevas lecturas, que en el caso de Tikal y Uaxactun hubo una intrusión de tipo militar proveniente de Teotihuacan o cuando menos de un sitio del Altiplano mexicano afín, que combatió, hirió y finalmente ejecutó a Toh Ichak Balam, Garra de Jaguar, el gobernante decimotercero de la sucesión desde Yax Moch Xoc, el fundador de la casa real (Figura 14). El haber llegado a trece gobernantes en línea directa desde el inicio de un conteo sucesorio, indica una cierta estabilidad en el poder y la consecuente organización administrativa del estado. Por ello, si se demuestra la intrusión foránea, ésta solo pudo haberse dado con ayuda interna o por debilidades internas.
En la Estela 31 de Tikal, y dentro de la lista de gobernantes, se presenta un glifo felino en la posición D8 que está presente en la celebración del decimocuarto katun o sea en el año 318 DC (Figura 15). Este mismo personaje aparece nuevamente en la posición H18 con el título Nabnal, común entre los gobernantes de Tikal, acompañando a Sihya Kaan K’awil, Cielo Tormentoso, en la celebración del fin del noveno baktun. En la misma expresión se plantea a otro acompañante que se ha llamado en la literatura Escudo Cauac. Este último aparece en los textos laterales dos veces como padre de Yax Ain o Nariz Rizada (Figuras.16 a 18).
Si el padre de Yax Ain es una persona extraña a Tikal pero invocada con relación al noveno baktun tiene que ser el abuelo de Cielo Tormentoso. Pero, ¿quién es el personaje felino? (Figura .18). Una vasija excavada sin contexto arqueológico (Figura 19), pero seguramente proveniente de Tikal, muestra tres gobernantes con sus nombres y títulos: son éstos el número 11 llamado Cielo Tormentoso I, el número 13 llamado Calavera Emplumada y conocido por la Estela 39 como padre de Garra de Jaguar y el número 14, el mismo de ese último nombre. No aparece el duodécimo. Su reinado tendría que haber ocurrido hacia el año 318 DC tomando un promedio típico en Tikal de 30 años o sea cerca del katun 14. Ese personaje ha sido postulado por Simon Martin (comunicación personal) como una mujer. Tomando en cuenta otro ejemplo en que a la hija de Garra de Jaguar II, a la que le correspondería el número decimonoveno y no se le dio, como lo demuestran las Estelas 12 y 23 (Figuras.20 a 22), es posible que a esta Señora Felino tampoco se le concediera ese puesto efectivamente y que eso provocara alguna inestabilidad aprovechada por los Teotihuacanos años más tarde. La lucha entre legitimistas y las nuevas generaciones, como me insinuó Patrick Culbert hace ya algunos años, pudo resultar desfavorable a los primeros.
Como conclusión, las debilidades en Kaminaljuyu y en Tikal fueron causa de una intrusión Teotihuacana cuya naturaleza pudo haber sido diferente en cada caso, pero que ocurrió durante un periodo contemporáneo en ambos casos y poco después de lo que pudo ser la intrusión inicial en la Costa del Pacífico.
REFERENCIAS
Bove, Frederick
1989 Formative Settlement Patterns on the Pacific Coast of Guatemala, a Spatial Analysis of Complex Societal Evolution. BAR International Series 493. Oxford.
Bove, Frederick y Lynette Heller (ed)
1989 New Frontiers in the Archaeology of the Pacific Coast of Southern Mesoamerica. Arizona State University, No.39. Tempe.
Braswell, Geoffrey E.
1998 La arqueología de San Martín Jilotepeque. Mesoamerica 35. Antigua Guatemala.
Fahsen, Federico
1999 Sistemas de escritura Maya. En Los Mayas, Ciudades Milenarias de Guatemala (editado por C. Vidal). Valencia.
s.f. Estudio epigráfico de los monumentos de Kaminaljuyu. Manuscrito, Proyecto Arqueológico Miraflores II/Kaminaljuyu, Guatemala.
Popenoe de Hatch, Marion Popenoe de
1998 Los Kiche’s – Kaqchiqueles en el Altiplano Central de Guatemala: evidencia arqueológica del periodo Clásico. Mesoamérica 35. Antigua Guatemala.
Paztory, Esther
1988 A Reinterpretation of Teotihuacan and Its Mural Painting Tradition in Feather Serpents and Flowing Trees. The Fine Arts Museum of San Francisco, San Francisco.
Stuart, David
1998 The Arrival of Strangers: Teotihuacan and Tollan in Classic Maya History. Ponencia, Symposium «The Classic Heritage: From Teotihuacan to the Templo Mayor», Princeton University, New Jersey.
Taube, Karl
1997 Letter to Dr. George Cowzell. Manuscrito, Department of Anthropology, University of California, Riverside.
Viel, René
1998 La interacción entre Copan y Kaminaljuyu. En XI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1997 (editado por J.P. Laporte y H.L. Escobedo), pp.427-430. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Whitley, David S. y Marilyn P. Beaudry (ed)
1989 Investigaciones Arqueológicas en la Costa Sur de Guatemala. Institute of Archaeology, Monograph 3. University of California, Los Angeles.
Figura 1 Texto inciso Kaminaljuyu, Estela 10
Figura 2 Area lingüística Maya año 250 DC
Figura 3 Incensarios teotihuacanos, México
Figura 4 Incensario de la Costa del Pacífico, Guatemala
Figura 5 Guerreros, Teotihuacan
Figura 6 Guerreros, Teotihuacan
Figura 7 Vasija, Tikal
Figura 8 Kaminaljuyu, Estela 2 (ver Atlatl)
Figura 9 Tikal, Estela 31 (ver Atlatl)
Figura 10 Kaminaljuyu, cerámica estilo Teotihuacan
Figura 11 Kaminaljuyu, cerámica estilo Teotihuacan
Figura 12 Cerámica teotihuacana y de Kaminaljuyu
Figura 13 Murales de Tetitla, Teotihuacan (tomados de Taube 1998)
Figura 14 Murales de Tetitla, Teotihuacan (tomados de Taube 1998)
Figura 15 Tikal, Estela 31
Figura 16 Tikal, Estela 31
Figura 17 Tikal, Estela 31
Figura 18 Parentesco de Yax Ain y Escudo Atlatl, Tikal, Estela 31
Figura 19 Tikal, fragmento de cerámica
Figura 20 Vasija genealógica (Kerr 4679)
Figura 21 Tikal, Estela 23
Figura 22 Tikal, Estela 22