Estrada Belli, Francisco
2000 La Costa de Jutiapa y las sociedades complejas de la Costa Sureste de Guatemala: Su desarrollo e integración cultural. En XIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1999 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo, B. Arroyo y A.C. de Suasnávar), pp.142-157. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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LA COSTA DE JUTIAPA Y LAS SOCIEDADES COMPLEJAS
DE LA COSTA SURESTE DE GUATEMALA:
SU DESARROLLO E INTEGRACIÓN CULTURAL
Francisco Estrada Belli
Nota de la edición: plática presentada en el XII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1998
Como parte del Proyecto Arqueológico Costa Sureste de Guatemala, se reconoció en 1997 un área de aproximadamente 300 km² de planicie costera entre el río Los Esclavos y el río Paz en la frontera con El Salvador, la cual se ubica hoy en el departamento de Jutiapa, municipio de Moyuta (Figura 1). Como resultado de esta temporada se amplió la base de datos de la Costa Sureste con 32 nuevos sitios arqueológicos por un total de 156 sitios reconocidos en las planicies de Santa Rosa y Jutiapa. Los datos de Jutiapa fueron de importancia vital para entender los patrones de desarrollo de las jerarquías de asentamiento y la organización política a nivel regional, desde el Preclásico al Postclásico. Parte de los resultados se expusieron en forma preliminar en el simposio de 1997, con una mayor énfasis sobre el surgimiento de sociedades complejas en esta región durante el Preclásico y la integración completa de esta región en la esfera Miraflores del Preclásico Tardío, con evidencia de intensos contactos entre sitios de la Costa y del Altiplano. Este último punto fue de gran importancia, por el hecho de aportar por primera vez evidencia directa de la producción de cerámica de tipo Roja Fina en Santa Rosa y de su intercambio, probablemente en forma ritual entre miembros de las elites de Kaminaljuyu, Monte Alto, Chalchuapa y Santa Leticia, entre algunos de los sitios examinados. Los datos de la época Clásica que se exponen en esta ponencia demuestran la continuación de estos patrones jerárquicos y de interacciones de larga distancia con, sin embargo algunos cambios, en el panorama cultural de la Costa y Altiplano del sureste de Mesoamérica.
El límite norte del área reconocida se identificó con la carretera CA-2 que la atraviesa a lo largo de la base de las colinas de la bocacosta. La distancia entre la carretera y por derivación entre la bocacosta y la playa es de un máximo de 12 km en esta área llegando hasta a unos 8 km en correspondencia de la frontera con El Salvador. Esta parte de la planicie costera está dominada por el curso del río Paz que baja del Altiplano de norte a sur, pero que en el pasado ha tenido otros cursos más en dirección este-oeste ahora abandonados. Esto se pudo comprobar por medio de fotos aéreas donde se observaron varias ramas antiguas del río separándose de éste poco al sur del pueblo de Ciudad Pedro de Alvarado. Los ríos Nuevo Paz y Antiguo Paz se unen a varios otros ríos menores que bajan de las faldas montañosas del Altiplano a formar un delta pantanoso en la orilla del mar. Este delta pantanoso ocupa una buena cuarta parte de la planicie bajo consideración en este estudio y se encuentra hoy en parte cubierto de bosque de manglar y en parte de salinas. La mayor parte de la planicie es de suelo húmedo por efecto de muchos riachuelos y pantanos y se encuentra hoy casi completamente despojada del bosque tropical húmedo original para dar lugar a cultivos. Restos de vegetación original se conservan a la orilla de ríos y en los potreros para dar sombra al ganado. Al norte de la carretera CA-2 y en la parte más alta y en desnivel de esta región, los suelos son muy secos, poco profundos, erosionables y rocosos. Por consiguiente, la vegetación es de bosque seco y savana.
Los asentamientos prehispánicos de la costa de Jutiapa se distribuyen en la planicie del río Paz sobre los suelos más húmedos y a la orilla de ríos y pantanos en patrón medio-ambiental que se encontró en la planicie del río Los Esclavos, más al este. El asentamiento mayor es el de La Nueva que se ubica en el centro de la planicie a orilla de un cauce antiguo del río Paz. Los demás asentamientos son de dimensiones pequeñas y por la mayoría de carácter residencial y se ubican al sur de La Nueva en forma poco nucleada.
Nuestra cronología de los asentamientos de esta región se basa en forma preliminar sobre el análisis cerámico efectuado por Laura Kosakowsky y la casi completa equivalencia de los tipos cerámicos de esta región con los de la vecina área de Santa Rosa investigada por este mismo proyecto en 1995 y 1996 (Estrada Belli et al. 1996, 1997). En base al fechamiento de los materiales cerámicos de superficie fue posible fechar la totalidad de lo sitios del área de Jutiapa a las épocas del Preclásico Tardío a la época Colonial.
La ocupación más antigua hasta ahora documentada para esta región remonta al Preclásico Tardío. Doce sitios se fecharon en esta época, cuatro de estos son de dimensiones considerables mientras la mayoría se constituyen de una o dos estructuras aisladas en medio de la planicie. La Nueva es posiblemente el asentamiento de mayores dimensiones, aunque los restos de sus estructuras Preclásicas están debajo de la arquitectura masiva del Clásico, y solo se puede estimar se extensión en el Preclásico en base a la presencia de cerámica en la superficie. El sitio Bordos es el segundo en tamaño y por el número y tamaño de sus estructuras. Se compone de 12 estructuras, la más grande de las cuales mide 4 m de alto, y otras bajas y alargadas y distribuidas en un área de 31 hectáreas a lo largo de un eje noreste-suroeste.
El sitio Salamar se compone de un montículo cónico de 9 m de alto y una plataforma baja y alargada de 70 m de lado. El sitio Obraje se ubica en el punto más al norte y elevado de la planicie en proximidad de las colinas de la Bocacosta. Se compone de un montículo cónico de 5 m de alto y ocho montículos bajos.
Los estilos cerámicos de la costa de Jutiapa demuestran su completa integración en un sistema de intercambios de larga distancia entre los centros del Altiplano y de la Costa y la existencia de un área cultural muy homogéneo durante el Preclásico Tardío. Los tipos diagnósticos son monocromos negro-café, rojo y naranja con o sin decoración Usulután. Esta área incluye el Sureste de Guatemala, el oeste de El Salvador, y el suroeste de Honduras y es conocido como la esfera Miraflores (Demarest y Sharer 1986).
Los monumentos de Jutiapa también demuestran un estilo fuertemente integrado a los estilos comunes en la esfera Miraflores. Las cuatro esculturas de tipo Barrigón encontradas en La Nueva tienen las características típicas de los barrigones encontrados en Kaminaljuyu, Monte Alto, Santa Leticia y otros sitios de la esfera Miraflores (Figura 2a). Además, una estela parcialmente esculpida de La Nueva representa un pie con sandalias similar a la Estela 11 de Kaminaljuyu (Figura 3b).
Los sitios de Obraje y Bordos fueron abandonados al final de la época Preclásica, aunque la mayoría de los otros sitios siguieron siendo ocupados durante el Clásico, lo cual demuestra una general continuidad de patrones de asentamiento con la época precedente.
Como ya se describió en 1997, el sitio de La Nueva es el centro ceremonial principal de esta región con una acrópolis rectangular de 8 m de alto. Su población se distribuye de forma nucleada alrededor de la acrópolis central por un área de 4 km² y pudo haber tenido más de 3000 habitantes en las épocas del Clásico Medio y Tardío. Este estimado se basa en el número y tamaño de sus estructuras residenciales. Al sur de La Nueva se encuentran 25 asentamientos menores, la mayoría de tipo residencial y muy aislados uno con otro.
El mapa regional de la Costa Sureste identifica La Nueva, por su tamaño, como centro regidor del área de Jutiapa durante el Clásico Medio y Tardío. El territorio controlado por un sitio rector se calcula tradicionalmente y de forma hipotética por el punto medio de distancia con los centros mayores vecinos, en este caso entre La Nueva y La Máquina a 18 km al oeste y Cara Sucia a 16 km al este. Sin embargo, el territorio de cada entidad política se puede definir más específicamente, pero de manera tentativa, analizando la extensión de territorio favorable a asentamientos humanos en base a distancia máxima de 1 km con fuentes de agua y pendiente máxima de 6°, excluyendo las áreas no adecuadas (Figura 4). El área total de territorio de cada entidad política así calculada puede ser comparado a otras datos para comprobar la existencia efectiva de las entidades políticas propuestas. Según la teoría de lugares centrales utilizada por geógrafos y arqueólogos en estudios de sistemas de asentamientos de toda región y de toda época, existe usualmente dentro de un sistema administrativo de asentamiento una correlación directa entre el área de un sitio regidor y el área total de asentamientos menores asociados a su territorio. La gráfica (Figura 5) demuestra que esta correlación existe con los cuatro sitios regidores de la Costa Sureste: La Máquina, La Nueva, Maneadero y Durazno, confirmando su organización en cuatro distritos administrativos. Entre estos, La Máquina destaca como posible centro regidor de toda la región. Por lo tanto, en base a este dato, pero en ausencia de datos históricos directos que lo confirmen definitivamente, es posible hipotetizar que toda la región que va del río María Linda al río Paz pudo haber sido unida políticamente bajo el control central de La Máquina como centro administrativo primario, al menos durante una parte del periodo Clásico.
A este dato del patrón de asentamiento se suma la evidencia de la cerámica, arquitectura y escultura del Clásico Medio/Tardío de Jutiapa, que sugiere una integración cultural del área de la Costa Sureste como parte de un conjunto cultural único en esta época prehispánica. La cerámica de La Nueva y sitios menores incluye muchos ejemplares con engobe naranja con y sin incisión de tipo Tiquisate y Tiquisate Inciso, y con pintura roja especular del tipo Perdido, que no solo son similares a los encontrados en La Máquina y otros sitios de la Costa Sureste, sino también a tipos muy comunes en el área de Escuintla (Figura 6; Medrano 1995). Unos exámenes visuales de las pastas de algunos ejemplares de tipo Tiquisate y Tiquisate Inciso encontrados en La Máquina y La Nueva, sugieren que éstos hayan sido posiblemente producidos en la Costa Oeste del Pacífico de Guatemala, donde estudios precedentes sobre su composición química han identificado su posible área de origen (Neff et al. 1997). Por consiguiente, la existencia de vasijas Tiquisate en La Máquina y La Nueva, así como su imitación local en tipos con engobe naranja pulido, puede ser resultado de intercambios directos a nivel de la élite con sitios importantes del área de Escuintla, como Los Chatos/Manantial, o el área Cotzumalguapa donde estos tipos cerámicos abundan.
En La Máquina y La Nueva se encontraron también cantidades menores de cerámica policroma de tipo Copador y Gualpopa probablemente de importación de sitios de El Salvador, o del valle de Copan, así como ejemplares de tipo Ulúa Polícromo posiblemente procedentes del valle de Ulúa en Honduras. Otros fragmentos de tipos como Saxche Naranja Policromo y del grupo Dos Arroyos sugieren contactos con sitios aún más lejanos de las Tierras Bajas Mayas.
En lo que se refiere a contactos con regiones vecinas visibles en similitudes en estilos y artefactos, la arquitectura ceremonial de los centros del Sureste demuestra mayor afinidad con los centros del área de Escuintla. Los cuatro centros mayores de la Costa Sureste poseen una acrópolis central rectangular dominada por varios edificios, de los cuales uno es en forma de pirámide. En dos sitios, La Máquina y La Nueva hay evidencia de un Juego de Pelota cerca de la acrópolis. El paralelo más cercano de este patrón arquitectónico es con el sitio de Cara Sucia, situado a 16 km a este de La Nueva en El Salvador (Amaroli 1984). Su acrópolis y Juego de Pelota se asemejan por forma, dimensión y orientación a los de La Máquina. A 60 km al oeste de La Máquina, el sitio de Los Cerritos Norte tiene una acrópolis rectangular muy grande (Bove et al. 1993; Chinchilla 1996). A 80 km de La Máquina se encuentran la acrópolis de Los Chatos/Manantial (Bove et al. 1993) y más al norte las de los centros del área nuclear de Cotzumalguapa, Bilbao y El Baúl, también de forma rectangular y de orientación alrededor de 20° al este del norte magnético (Chinchilla 1996).
Los paralelos entre el área de Escuintla y Cotzumalguapa son aún más extensos si se considera el corpus de esculturas de la Costa Sureste, muchas de las cuales son en estilo Cotzumalguapa propio. Una espiga con una cabeza humana dividida en dos mitades, una mitad como calavera y la otra con rostro normal, fue reportada por Termer del sitio El Cerrito (Figura 7c), cerca de Guazacapán, que se identifica seguramente con el centro mayor hoy conocido como Maneadero o El Tesoro, investigado en 1995 y 1996 por estos autores (Estrada Belli y Kosakowsky 1996; Estrada Belli et al. 1997). Una estela localizada recientemente en el sitio de La Gabia a 1000 m de altitud en las faldas del cerro La Gabia, municipio de Pueblo Nuevo Viñas, y cuyo rostro no está presente, es de estilo Cotzumalguapa (Figura 7). Otras dos espigas procedentes de Pueblo Nuevo Viñas guardadas en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, posiblemente también se originaron del mismo sitio de La Gabia (Figura 7). En este Museo se guardan también una escultura redonda de la Deidad Calavera, un escultura en bajorrelieve de una serpiente en posición agresiva (Figura 8), una espiga con cabeza de serpiente y una escultura de serpiente enroscada, que fueron trasladadas desde La Nueva alrededor de 1938 por orden del Presidente Ubico (Archivos del Museo Nacional de Arqueología y Etnología; Figura 8). Una piedra redonda con decoración de lenguas bífidas radiales que salen de un disco central se encuentra hoy en la municipalidad de Pasaco, posiblemente a consecuencia de su traslado desde La Nueva (Figura 9). Otras esculturas en estilo Cotzumalguapa aún existen en La Nueva, entre éstas están dos serpientes enroscadas similares a la del Museo (Figura 8), dos esculturas de Deidad Calavera (Figura 9) y la Estela 1 o Monumento 11 de La Nueva.
Esta última se encontró en 1997 fragmentada en siete partes, así como aparentemente lo estuvo ya durante la visita de Termer en 1938 (Termer 1942), aunque en 1997 los fragmentos se localizaron dispersos en diferentes partes del sitio antes de poderse reunir y obtener un solo calco (Figura 10). La estela representa un personaje de frente, con un alto tocado de plumas de quetzal con disco central y diadema de discos posiblemente de concha. Sus adornos personales incluyen orejeras redondas y tres pectorales. En los brazos porta dos brazaletes, posiblemente con espejos de obsidiana insertados, hoy perdidos. En la cintura viste una faja muy ancha, con amarres posteriores visibles en el lado derecho, y una falda con amarres u otra decoración en el frente. En la mano derecha el personaje sostiene lo que parece ser una espada o macahuil que posiblemente tubo inserciones de obsidiana. Ya sea por los elementos iconográficos del tocado o por los del traje, este personaje se asemeja a ejemplares de estilo Cotzumalguapa, aunque la posición frontal del individuo y otros detalles menores denotan un estilo escultórico inusual, posiblemente elaborado localmente. Todos estos ejemplares escultóricos demuestran contactos directos y frecuentes entre el sitio de La Nueva y centros del área de Cotzumalguapa y que posiblemente tengan relación con interacciones de tipo político entre la élite de estos sitios lejanos.
Por otra parte, en el sitio de La Máquina se cuenta hasta ahora con solo tres esculturas publicadas por Parsons (1986: Figuras.197 a 199). Estas son dos cabezas humanas con arrugas y un tocado con flor de loto, que se asemejan en general a la cabeza colosal de Bilbao, pero que tienen mejores paralelos con las cabezas de Pahuatunes encontradas en Copan. La tercera cabeza ilustrada por Parsons representa una deidad no identificada, a excepción de la boca tipo Tlaloc.
Por las similitudes en la cerámica local y posiblemente la existencia de algunos ejemplares de importación, así como la conformación estilística en escultura y patrones de arquitectura ceremonial resumidos anteriormente, es posible concluir que estos sitios de la Costa Sureste fueron parte de una misma esfera cultural de interacción junto al área de Cotzumalguapa. Es decir que esta de rasgos comunes se extiende a lo largo de la Costa del Pacífico de Guatemala desde el río Nahualate al oeste hasta el río Paz al este, y posiblemente aún más al este incluyendo el sitio de Cara Sucia, donde también hay esculturas que recuerdan el estilo Cotzumalguapa, así como en el valle de Antigua Guatemala y posiblemente el área de Chimaltenango. Los centros primarios de esta esfera de interacción posiblemente fueron los centros del área nuclear de Cotzumalguapa, Bilbao, El Baúl y El Castillo, en donde es más alta la concentración de población y se encuentran los conjuntos ceremoniales más grandes y con mayor número de esculturas (Chichilla 1996). Las élites de los centros de la Costa Sureste participaron activamente en esta esfera cultural a lo largo del Clásico Medio y Tardío de 500 hasta 1000 DC, posiblemente enlazando relaciones políticas estrechas con las élites de Bilbao y El Baúl, como lo indica la iconografía de sus monumentos.
Sin embargo, es interesante notar que el mayor número de esculturas de estilo Cotzumalguapa en la Costa Sureste ocurre en La Nueva, el segundo sitio en el rango de tamaño, y no en el centro primario, La Máquina. Podemos proponer dos hipótesis para explicar este fenómeno. En la primera hipótesis, La Nueva puede haber tenido un periodo de florecimiento en la parte final del Clásico Tardío, mientras que La Máquina estaba en decadencia en esa época y era de rango inferior a La Nueva, sin acceso a relaciones con el área de Cotzumalguapa. En la segunda hipótesis, los dos sitios de La Máquina y La Nueva florecieron contemporáneamente y políticamente independientes uno de otro. La élite de La Nueva pudo haber buscado alianzas con entidades políticas lejanas para contrastar la agresividad de la vecina élite de La Máquina y mantener su independencia, esto podría explicar el mayor énfasis en su iconografía de insignias de poder de estilo Cotzumalguapa por parte de la élite de La Nueva. Lamentablemente, la falta de evidencia estratigráfica asociada a las esculturas de La Nueva y el fechamiento todavía impreciso del estilo escultórico de Cotzumalguapa dentro de las épocas Clásico Medio y Tardío en general, no permiten confirmar alguna de estas hipótesis en este momento.
Por otra parte, los centros de la Costa Sureste del Clásico Medio y Tardío, y especialmente La Máquina y La Nueva, aparentemente mantuvieron relaciones con centros al norte y al este, como demuestra la evidencia de cerámica de estilo Petén y Copador (Figura 11). Estas relaciones pudieron haber sido más directas con el sitio de Asunción Mita, en el Altiplano del distrito de Santa Rosa, donde en el Clásico Tardío existió una población Maya Ch’orti’ que construyó edificios abovedados y utilizó cerámica policroma de estilo Petén y Copador (Stromsvik 1950). Esta comunidad Maya pudo haber tenido contacto directo con Copan para el control de la vecina fuente de obsidiana de Ixtepeque y su distribución a las Tierras Bajas. De hecho, en Copan como en el área central de las Tierras Bajas Mayas en el Clásico Tardío, la obsidiana más común procede de Ixtepeque (Aoyama 1994). Al mismo tiempo, los mismos intercambios directos pudieron haberse dado con sitios del área oeste de El Salvador, donde también las cerámicas Copador y Gualpopa han sido encontradas en abundancia y se ha interpretado como producto de una población Maya bajo la influencia cultural y política del valle de Copan en el Clásico Tardío (Figura 11).
Es así que en el contexto cultural del Clásico del Sureste de Mesoamérica, la Costa Sureste de Guatemala tomó un lugar clave en las relaciones entre dos esferas culturales y de interacción política distintas. Una que abarca gran parte de la Costa del Pacífico de Guatemala con su centro cultural y político en Cotzumalguapa y otra en el Altiplano del Sureste de Guatemala, oeste de El Salvador y suroeste de Honduras, con su centro de influencia política en el valle de Copan.
En conclusión, es interesante notar que tomando una perspectiva milenaria se nota que existió un patrón de interacciones de larga distancia que siguió los límites geográficos de un área cultural de Mesoamérica desde el principio de las culturas sedentarias. Este patrón se manifestó por primera vez con la aparición de los complejos cerámicos de estilo Ocós y Cuadros/Jocotal en el Preclásico Temprano, continuando a través del Preclásico Medio y Tardío con la esferas Providencia/Miraflores y culminando en el Clásico Tardío con las esferas culturales de Cotzumalguapa en la Costa Sur y Copador/Maya Ch’orti’ en los Altiplanos del Sureste de Mesoamérica.
Este patrón de interacciones parece haberse interrumpido con el colapso poblacional del periodo Clásico. En el Postclásico de la costa de Jutiapa se conoce un solo sitio arqueológico, Pasaco, ocupado en la época de la conquista por hablantes de lengua Moyuta, o Popoluca. Su patrón arquitectónico y la cerámica de superficie lo identifican culturalmente con los sitios de Atiquipaque, Sinacantán y Nancinta, conocidos en la época de la conquista como asentamientos Xinca (Estrada Belli et al. 1997; Alvarado 1924). Este tipo de asentamiento no tienen paralelos afuera de la costa y del altiplano del departamento de Santa Rosa, así que es posible proponer que estas poblaciones ingresaron a la costa de Santa Rosa procedente del altiplano, colonizando partes de la bocacosta después de que la mayor parte de la planicie de la costa baja ya había sido abandonada por sus habitantes de la época Clásica. Sus afinidades culturales e interacciones de larga distancia aparentemente se mantuvieron más estrechos con áreas del Sureste de Guatemala, lingüísticamente identificadas como Xinca.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece a Laura Kosakowsky y Marc Wolf por sus significativos aportes en esta investigación. Este trabajo se realizó gracias a una beca de National Geographic Society.
REFERENCIAS
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1948 Recit d’un voyage archéologique dans le sud-est de la Republique de Guatemala. En Actes du XXVIIIe Congrés Internacional de Americanistes, 1947, pp. 513-528, 28: 511-528. Paris.
Figura 1 Mapa del área de la costa de Jutiapa reconocida en 1997
Figura 2 Monumentos Preclásicos de La Nueva
Figura 3 Monumentos Preclásicos de La Nueva
Figura 4 Mapa de la Costa Sureste de Guatemala
Figura 5 Relación entre área de los sitios regidores y área total de sitios menores
Figura 6 Cerámica de La Nueva del Grupo Perdido
Figura 7 Escultura estilo Cotzumalguapa de la Costa Sureste de Guatemala
Figura 8 Escultura de serpiente de La Nueva en estilo Cotzumalguapa
Figura 9 Escultura de La Nueva en estilo Cotzumalguapa
Figura 10 Monumento 11 de La Nueva
Figura 11 Mapa del sureste de Mesoamérica mostrando sitios mayores mencionados en el texto