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Golden, Charles W.
2001 El fin de la Acrópolis Temprana de Piedras Negras, Guatemala: Preguntas sobre el significado de la terminación arquitectónica. En XIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2000 (editado por J.P. Laporte, A.C. Suasnávar y B. Arroyo), pp.435-448. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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EL FIN DE LA ACRÓPOLIS TEMPRANA DE PIEDRAS NEGRAS, GUATEMALA: PREGUNTAS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA TERMINACIÓN ARQUITECTÓNICA
Charles W. Golden
Las excavaciones recientes en los alrededores de la Acrópolis de Piedras Negras, Petén, han revelado una serie complicada de eventos constructivos y destructivos dentro de un periodo de 370 a 850 DC aproximadamente (Figuras 1 y 2). Como es típico en muchos sitios Mayas, la mayor parte de la secuencia arquitectónica muestra la modificación o la expansión de los planes espaciales y estructurales ya presente. Sin embargo, a fines del siglo VI DC hubo un cambio dramático en la arquitectura. Cada uno de los edificios fue destruido y enterrado en un periodo corto de tiempo, y los patrones nuevos que definen la Acrópolis del Clásico Tardío gradualmente tomaron forma haciendo poca referencia a estructuras anteriores.
Esta ponencia es un estudio preliminar de estos cambios arquitectónicos y el significado de la terminación arquitectónica a la cual está asociada. Principalmente, me enfoco en preguntas respecto a la capacidad de los arqueólogos para definir las diferencias entre la terminación reverencial o profana de la arquitectura real de Piedras Negras de una modificación arquitectónica más mundana. La capacidad para distinguir estas cosas tiene implicaciones importantes para entender la historia socio-política del sitio.
DESARROLLO Y DESTRUCCIÓN DE LA ACRÓPOLIS TEMPRANA
Las excavaciones dirigidas por Héctor Escobedo, Mark Child y Jessica Child en la Plaza del Grupo Sur han revelado recientemente arquitectura monumental en Piedras Negras asociada con cerámica Preclásica. Pero aún falta evidencia de arquitectura en, o alrededor de la Acrópolis dentro de esta época tan temprana. Sólo después de 370 DC aproximadamente, en base de las asociaciones con cerámica de la fase Naba, empezó el desarrollo de la Acrópolis.
Excavaciones realizadas por Lilian Garrido descubrieron extensos restos de plataformas de mampostería arregladas en patios amplios debajo de la Plaza del Grupo Oeste (Garrido 1998, 1999). En esa misma época se vio la construcción de estructuras monumentales en los lados del cerro que más tarde formaron el cuerpo de la Acrópolis. Actualmente, hay evidencia de edificios contemporáneos con estas estructuras de la sub-plaza debajo de los Patios 1, 2, 3, debajo de la plataforma J-1, debajo del baño de vapor J-17, y cerca J-24 en el lado noroeste del cerro. Muchos de los edificios en las faldas de la colina están asociados con cerámica de la fase Naba (370-575 DC), fueron construidos directamente encima de la roca madre. Sin la construcción de patios levantados y nivelados habría poco espacio disponible para edificios en las faldas de la colina organizados en grupos a manera de plazas formales como los que caracterizan la Acrópolis tardía.
Excavaciones realizadas bajo el Patio 3 de la Acrópolis, han revelado el ejemplo más dramático de este patrón (Figura 3; Golden 1997, 1998; Golden y Pellecer 1999). Dos edificios están asociados con una grieta que corre de noroeste a sudeste a través de la cumbre. El edificio más pequeño está ubicado frente y debajo de J-20 y se encuentra asociado a una escalinata que sube por la roca madre hasta la orilla de la grieta. La segunda y más grande estructura está colocada al otro lado del Patio 3, al noroeste de J-18, y se construyó junto a la roca madre en la orilla de la grieta.
Al fin del siglo VI DC, cada uno de los edificios de la Acrópolis temprana y debajo de la Plaza del Grupo Oeste fueron destruidos y enterrados. También se quitaron las superestructuras perecederas y se quitó mucha de la mampostería de las plataformas. Durante la misma época, la grieta que formó el foco de Patio 3 se rellenó con piedras y se tapó. Una capa de barro oscuro y/o bajareque tapó los restos de casi cada uno de los edificios debajo de la Plaza del Grupo Oeste o de la misma Acrópolis.
Los siglos VII y VIII DC representaron un periodo de desarrollo arquitectónico sin igual en Piedras Negras, no solo en la Acrópolis sino en todo el sitio. La arquitectura asociada con la cerámica de la fase Yaxche (630-750 DC) representa la mayoría del sitio tal como se ve hasta hoy. En la Acrópolis, un área que antes fue ocupada por un grupo de edificios pequeños y distintos se convirtió en un complejo singular y monumental sobre casi cada metro de la ladera. En la plaza del Grupo Oeste, los restos de los edificios tempranos se cubrieron por relleno y pisos de estuco volviéndose un patio amplio frente a la Acrópolis (Figura 4). Estos patrones no hacen referencia a la forma de la arquitectura anterior ya que ésta fue eliminada.
Stephen Houston (comunicación personal, 2000) ha sugerido recientemente una posible explicación para este cambio arquitectónico. La Estela 12 de Piedras Negras muestra el triunfo del Gobernante 7 de Piedras y sus aliados sobre guerreros de Pomona, algunos de los cuales están representados como cautivos en el monumento. Sin embargo, cuando se discute esta victoria del siglo VIII, el texto de la Estela 12 hace referencia a una época en el pasado cuando el gobernante de Piedras Negras rindió tributo al gobernante de Pomona, posiblemente como resultado de una derrota de Piedras Negras frente a Pomona. Referencias retrospectivas a derrotas o subyugación en el pasado no son poco comunes en textos Mayas como una forma de hacer énfasis en la gloria actual.
Textos como este son conocidos en los sitios como Tikal, Copan, Palenque y Caracol entre otros (Chase y Chase s.f.; Culbert 1991; Fash y Stuart 1991; Martin y Grube s.f.). Aunque la fecha del pago de tributo no es totalmente segura, Houston cree que no pudo haber sido mucho más tarde que 9.6.0.0.0 ó 554 DC. Un evento así correspondería bien con los eventos destructivos de la arquitectura debajo de la Acrópolis y sus alrededores, fechados en base de asociaciones cerámicas a un periodo entre 550 y 600 DC.
Además, hay un intervalo de 85 años en la historia epigráfica de Piedras Negras, entre 518 y 603 DC, más o menos el periodo entre los reinos de Yipyaj Kan y el Gobernante 1. Estos eventos son generalmente contemporáneos con derrotas que sufrieron otros grandes reinos Mayas tales como Palenque, Tikal y Yaxuna que causaron interrupciones en las secuencias dinásticas, programas constructivos y registro epigráfico. Debemos averiguar si estos eventos están conectados e indican una época general de desorden político y militar en las Tierras Bajas Mayas, o simplemente representan una coincidencia histórica.
Otra posibilidad es que el cambio en la forma de la Acrópolis fuera el resultado de un cambio fundamental en el sistema de gobernar Piedras Negras. La cantidad de títulos no reales en el registro epigráfico empezó a crecer en número casi al mismo tiempo. Si las posiciones nuevas de autoridad no hubieran sido creadas en esta época, por lo menos los individuos titulados hubieran permitido nuevas prerrogativas y papeles socio-políticos (Golden s.f.; Houston y Stuart 2000). Ya que la forma de la arquitectura en muchas maneras forma y refleja comportamiento y actividades (Bourdieu 1977; Donley 1982; Richards 1990; Rapaport 1982; 1990; Webster 1998), cambios tan dramáticos en la forma de la Acrópolis casi seguramente reflejaron cambios en el carácter, ambos percibidos y actuados, por el rey y su corte real. Ya sabemos que durante los siglos VIII y IX DC, los edificios de la Acrópolis fueron significativamente modificados para acomodar un nivel de ocupación más grande que el que sus creadores hubieran intentado. No es difícil imaginar que este proceso de presión espacial ya había empezado en el siglo VI por lo que se requirió de cambios arquitectónicos significativos.
PROFANACIÓN O REVERENCIA EN LA TERMINACIÓN ARQUITECTÓNICA
La forma en la cual se destruyeron los edificios del Clásico Temprano representa la fuente más probable de evidencia que puede apoyar uno u otro, o alguna combinación de estas dos posibilidades. Si las fuerzas de Pomona entraron a Piedras Negras y destruyeron el palacio, esperaremos ver la evidencia de destrucción profana de los edificios. Desgraciadamente, la evidencia arqueológica de un evento así es problemática. Es seguro que las excavaciones realizadas en la Acrópolis y sus alrededores han revelado estructuras del siglo VI cuyos restos quemados fueron cubiertos por una capa de bajareque y tapados con barro oscuro. Sin embargo, lo que hace discernir la terminación reverencial o profana no está muy clara (Ambrosino et al. s.f.; Brown y Garber s.f.; Mock 1998).
En Yaxuna, México, los arqueólogos sugieren que la presencia de tipos de cerámica intrusa en depósitos asociados con la terminación arquitectónica es indicio de profanación por fuerzas extranjeras (Ambrosino et al. s.f.). En la cuenca del río Belice, Brown y Garber (s.f.) proveen evidencia que después de la profanación de estructuras en el sitio de Blackman Eddy, los habitantes barrieron hacia un lado los materiales ofensivos dejado por los ganadores antes de empezar con nuevas etapas de construcción. El corolario de estos argumentos es que los depósitos de materiales que representan la terminación reverencial de la arquitectura van a consistir en mayor parte de cerámica local y será dejada en el lugar cuando el edificio esté cubierto por la próxima etapa constructiva.
Tratando de proveer una lista general de características que definan la terminación profana en contra a la terminación reverencial o basureros en el área Maya, Stanton y Pagliaro (1997) dan la siguiente: 1) quema intensa; 2) daño estructural intencional y la destrucción de fachadas; 3) deposición de capas de sascab; 4) vasijas aplastadas y una distribución que resulta en la posibilidad de reponer pedazos de muchos niveles y profundidades diferentes; 5) depósito de material en un periodo breve; 6) concentraciones densas de tiestos grandes con orillas angulares cortadas; y 7) gran cantidad de artefactos elitistas. También agregan la presencia de restos humanos en contextos secundarios. Aunque notan que muchas de éstas características son también indicativas de la terminación con reverencia de estructuras, ellos piensan que la profanación involucra una intensidad más profunda tanto de quema como de destrucción, que hace posible distinguir estas actividades (Brown y Garber s.f.).
Examinando otra vez los datos de la Acrópolis y aplicando algunos de estos conceptos, lo que podemos ver es que no hay una respuesta fácil. Las excavaciones bajo el Patio 3 revelaron lo que yo interpretaría como la terminación reverencial de por lo menos una estructura. La superestructura perecedera fue quemada, mientras que pedazos de cerámica, figurillas, jade, orejeras y materiales orgánicos fueron desechados sobre los restos del edificio (Figura 5). Parece que algunos objetos fueron colocados con cuidado, mientras que otros se quebraron violentamente y se esparcieron sobre unos cuantos metros. Una capa de barro oscuro fue puesta sobre el depósito. Una capa delgada de cenizas, y un cambio en el color del barro causado por temperaturas altas en donde estuvo en contacto con el edificio, indica que éste fue quemado durante todo el proceso.
El proceso de depósito y el contenido del depósito se diferencian claramente de un basurero. Aunque algunos de los fragmentos de cerámica muestran señales de uso, la mayoría indican poco uso. Además, el complejo cerámico no es consistente con un basurero doméstico. Excavaciones realizadas al lado noroeste de la Acrópolis en 1999 y 2000 por Mónica Pellecer, Fabiola Quiroa y el autor, revelaron un basurero doméstico estratificado que da un punto de comparación en la Acrópolis. En contraste a la basura residencial, el depósito de terminación se formó rápidamente, y muestra una proporción más alta de vasijas policromas y otras vasijas con engobe, presentando pedazos más grandes de todas las vasijas, los tiestos están menos erosionados, y hubo más figurillas completas o reconstruibles.
Se ha identificado el depósito como la terminación reverencial de un edificio porque: 1) ocurrió como parte de la actividad de elevar el nivel de la superficie del patio y por lo tanto es también un evento constructivo; y 2) no hay ninguna evidencia de variedades de cerámica u otros materiales intrusos en el depósito. No parece probable que fuerzas extranjeras participarían en actividades constructivas a menos que una ocupación, de la cual no hay evidencia, hubiera sido planificada (Ambrosino et al. s.f.). Lo que es evidente es un inventario de cerámica que parece local, fechado al fin de la fase Naba o la primera parte de la fase Balche (575-630 DC). Aunque esta cerámica incluye pedazos únicos (Figura 7), tal vez hechos especialmente para este evento, están dentro de la variación de estilos de Piedras Negras en términos de forma y decoración de la superficie durante este periodo.
Dicho esto, no hay razón para creer que la gente residente en un sitio no es capaz de la profanación de la arquitectura. De hecho, la quema intensa es uno de los criterios citados por ambos Stanton y Pagliaro (1997), y Brown y Garber (s.f.) como evidencia del tratamiento profano, la profanación local parecería una posibilidad. Sin embargo, yo veo la quema del edificio en este caso como un acto de reverencia. El uso de fuego por los Mayas Clásicos en ceremonias reverenciales es bien conocido en la epigrafía e iconografía (Fitzsimmons 1998; Stuart 1998; Taube 1998). Stuart (1998) y Taube (1998) han notado la importancia de ceremonias relacionadas con el fuego en la dedicación de edificios. Stuart (1998) y Fitzsimmons (1998) también han notado que declaraciones de fuego entrando muchas veces se hacen con relación al tratamiento reverencial de tumbas reales un katun después que murió su ocupante.
La evidencia asociada con la destrucción de otros edificios en la Acrópolis temprana no es muy clara. Las asociaciones estratigráficas indican que la estructura al otro lado de la grieta fue enterrada al mismo tiempo, pero no se encontraron depósitos tan ricos en artefactos asociados con este edificio. En cambio, este edificio está marcado porque se quitó completamente su escalinata de mampostería.
En las excavaciones debajo de los Patios 1, 2, y la Plaza del Grupo Oeste, los restos de estructuras están tapadas por una capa de barro oscuro pero hay poca evidencia de tipo de depósito ritual descubierto en el Patio 3. Una estructura enterrada debajo de J-1 estaba asociada con la mitad de una vasija policroma con glifos (Figura 6) y una mandíbula humana, pero faltan los otros materiales que pueden dar más luz al proceso de destrucción (Houston y Arredondo 2000). Se citan restos humanos en contextos secundarios como una señal de profanación. Sin embargo, el depósito de mandíbulas humanas en Piedras Negras provee otro problema interesante que aún está en proceso de investigación (Andrew Scherer, comunicación personal 2000). Se han encontrados mandíbulas debajo de los pisos de patios y dentro del relleno de cuartos. Los dos contextos sugieren una función en actividades constructivas, pero las otras asociaciones no se conocen todavía. Además, de vez en cuando los restos humanos fueron perturbados por los Mayas durante etapas constructivas y la recolección de relleno constructivo, y después depositados en otros lugares, causando más confusión.
DESTRUCCIÓN DE LA EVIDENCIA EN LA ANTIGÜEDAD
Los restos de las estructuras debajo la Plaza del Grupo Oeste presenta una mínima cantidad de evidencia para el carácter de su terminación porque sus plataformas fueron las más modificadas después de la destrucción de sus superestructuras. Si la interpretación es válida que la terminación con reverencia representa una variedad de ofrenda dedicatoria, tal como un escondite, no hay ninguna razón para creer que estos materiales hubieran sido sacados antes de la próxima etapa constructiva. Entonces, en los casos cuando se sacaron los artefactos depositados encima de la estructura durante su terminación no fuera requerida por construcciones subsecuentes, es posible que el barrer los artefactos represente la limpieza después de un evento profano. Aunque se quitó un poco de la mampostería de las sub-estructuras de los edificios debajo de los patios de la Acrópolis, los restos arquitectónicos fueron enterrados en mayor parte por cantidades enormes de piedras sueltas. Por el contrario, las sub-estructuras encontradas por Garrido debajo de la Plaza del Grupo Oeste fueron alteradas en una manera radical para facilitar la nivelación y relleno del patio, destruyendo mucha de la evidencia relacionada a los procesos de destrucción.
Entonces, como tratamos de entender los procesos destructivos y constructivos que afectaron a la Acrópolis durante este periodo, nos encontramos ante la dificultad interpretativa que los habitantes de Piedras Negras estuvieron disponibles para hacer limpieza después de la destrucción de estos edificios tempranos. La visibilidad de la destrucción del Clásico Tardío y Terminal evidente en muchos sitios (Ambrosino et al. s.f.; Demarest et al. 1998; Holley 1983; Inomata 1997), es el resultado directo de que no fue posible reunir los recursos necesarios para la reconstrucción. En Piedras Negras, por ejemplo, es poco probable que la mayoría de la evidencia de destrucción violenta de la Acrópolis durante el siglo IX, tal como palacios quemados (Holley 1983), fachadas de estuco destruidas (Golden y Pellecer 1999), y el Trono 1 aplastado, hubiera sido visible arqueológicamente si las construcciones subsecuentes cubrieran los restos.
CONCLUSIONES
La evidencia nos deja con un mosaico dentro de cual los patrones arquitectónicos de la Acrópolis del Clásico Temprano de Piedras Negras fueron en gran parte abandonados entre 550 y 600 DC en una serie de eventos que dejaron varias señales arqueológicas distintas de destrucción y la subsecuente construcción. Este periodo de cambio dramático de la arquitectura fue contemporáneo con el pago de tributo del señor de Piedras Negras a su homólogo de Pomona, y también con un hiato en las inscripciones jeroglíficas de Piedras Negras. Un patrón así no es una gran sorpresa. Por ejemplo, la destrucción violenta de los edificios de la Acrópolis del Clásico Tardío dejó patrones variables de escombro, con algunas partes del palacio relativamente sin daño mientras que otras estructuras se encontraron como ruinas quemadas. La evidencia de los patrones, y las causas de la destrucción de la Acrópolis del Clásico Temprano, es aún más oscura debido a los subsecuentes eventos constructivos.
Si la destrucción de los edificios debajo de la Acrópolis y la Plaza del Grupo Oeste está realmente asociada con la guerra, hay varias explicaciones posibles. Una es que las fuerzas de Pomona llegaron y entraron a Piedras Negras, destruyendo por lo menos algunos edificios como un acto de profanación y una declaración de la victoria. Posiblemente los habitantes de Piedras Negras limpiaron los edificios ya destruidos y, como parte del mismo proceso, terminaron con reverencia el resto de las estructuras para empezar con un programa de construcción completamente nuevo. Otra posibilidad es simplemente que, aunque la derrota frente a Pomona no resultó en la invasión de Piedras Negras, los reyes del Clásico Temprano, y los patrones de arquitectura real que han establecidos, fueron deshonrados, desacreditados y abandonados.
Sin embargo, perder la guerra posiblemente no tuvo ningún efecto a largo plazo en el desarrollo de la Acrópolis. Reveses políticos y militares muy graves que sufrieron sitios como Yaxuna, Tikal y Copan, por ejemplo, no causaron el abandono completo de patrones anteriores de la arquitectura real (Ambrosino et al. s.f.; Jones 1991; Sharer et al. 1999). Es posible que razones más funcionales estuvieran involucradas con estos cambios arquitectónicos. La necesidad de aumento espacial de una corte real agrandada, posiblemente necesitaba de cambios radicales en la forma de la arquitectura a causa de la dramática topografía de Piedras Negras.
Lo que es claro es que sabemos poco sobre los rituales asociados con la terminación de estructuras. La evidencia como la quema de edificios o el depósito de artefactos poco común en términos de cantidad, calidad y variedad, parece que caracteriza tanto el tratamiento profano como el reverencial de estructuras en los sitios Mayas. Si vamos a llegar a respuestas definitivas, aún hay algunos problemas de interpretación que tenemos que investigar. Más importante aún es entender la variación de los patrones locales de la terminación arquitectónica, porque no hay ni un solo patrón para profanación o reverencia mostrado en cada uno de los sitios Mayas y tampoco dentro de solo un sitio como Piedras Negras. Una mayor comprensión de las actividades destructivas puede proveer un mejor entendimiento de la importancia de la subsecuente construcción que puede ayudar a producir una comprensión más completa de la historia del sitio.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala y a los arqueólogos Stephen D. Houston, Héctor L. Escobedo, Ernesto Arredondo, James Fitzsimmons, Lilian Garrido, Mónica Pellecer, Fabiola Quiroa, y Mónica Urquizú. Finalmente, los fondos para realizar trabajo en la Acrópolis vienen de generosos donaciones privadas, y de una variedad de fundaciones, incluyendo: The Foundation for the Advancement of Mesoamerican Studies, Inc., el programa Fulbright de los Estados Unidos de América, The National Geographic Society, the Ahau Foundation, The Rust Trust, y la Universidad de Brigham Young.
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Figura 1 Mapa Regional de Piedras Negras
Figura 2 Mapa de la Acrópolis de Piedras Negras
Figura 3 Dibujo de una reconstrucción del Patio 3 durante el siglo VI DC (dibujo por Heather Hurst)
Figura 4 Dibujo de una reconstrucción de la Acrópolis del Clásico Tardío (dibujo por Heather Hurst)
Figura 5 Figurilla encontrada en el depósito de terminación arquitectónica, Patio 3
(dibujo por Alfredo Román)
Figura 6 Vasija policroma encontrada encima del edificio destruido debajo de J-1
(dibujo por Stephen D. Houston)
Figura 7 Vasijas policromas encontradas en el depósito de terminación arquitectónica, Patio 3
(dibujos por Charles Golden)