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Manahan, Kam T.
2002 La fase Ejar de Copan, Honduras y el fin de la dinastía Clásica Maya. En XV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y B. Arroyo), pp.28-35. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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LA FASE EJAR DE COPAN, HONDURAS,
Y EL FIN DE LA DINASTÍA CLÁSICA MAYA
T. Kam Manahan
Sylvanus Morley (1920:430) hizo las primeras interpretaciones del colapso Clásico de la ciudad Maya de Copan, y desde entonces ha sido importante la investigación de la naturaleza del fin del poder de la dinastía, y el abandono subsiguiente del sitio. Las interrogantes sobre el fechamiento, duración y severidad del abandono demográfico y despoblamiento, junto al colapso de la dinastía, continúan generando fuertes debates. Mientras estos debates han llegado a ser cada vez más polarizados en la última década, la falta general de datos del periodo Postclásico Temprano ha bloqueado los esfuerzos para reconstruir la organización social en el sitio durante el Clásico Tardío y el Clásico Terminal. Si se espera entender el impacto del colapso del poder centralizado sobre la organización social copaneca, yo propongo que de debe observar los últimos datos en la cronología para evaluar cuáles instituciones socioeconómicas eran capaces de adaptarse y sobrevivir, y cuáles instituciones colapsaron con la pérdida de la autoridad centralizada.
Creo que los componentes que conforman una civilización se revelan claramente y de manera única durante el proceso de su destrucción, cuando los hilos de la sociedad se deshacen. Así, la existencia de una ocupación pequeña pero significativa durante el Postclásico Temprano en el centro del sitio, puede tener implicaciones profundas en el entendimiento de la organización social Maya durante el Clásico Tardío. Estos datos del Postclásico Temprano sugieren fuertemente una reocupación del sitio que comienza cerca de 975 DC, luego de un periodo corto de abandono, mostrando poca continuidad con las últimas actividades de la época dinástica. Si en realidad los datos del Postclásico Temprano indican una ocupación distinta que comenzó después de 150 años del colapso de la dinastía, entonces las implicaciones tanto para la organización social del Clásico, como para la naturaleza del colapso de Copan, son magníficas. Si se parte de que la población de la comunidad de Copan disminuyó rápidamente en las décadas que siguieron al colapso de la dinastía, entonces de debe apoyar el modelo que implica un cambio cultural más rápido.
Este caso de un colapso más rápido y repentino apoyaría los modelos sociopolíticos que explican la pérdida de la autoridad centralizada como un factor clave que causa el abandono rápido después del colapso de la dinastía. Si esta hipótesis es verdadera, se debe concluir que el colapso de la dinastía de Copan y el fin del orden centralizado fueron suficientemente graves como para precipitar una serie de procesos que destruyeron los principios fundamentales de la organización de la sociedad Clásica dentro de un periodo de décadas, no siglos. Alternativamente, tal hallazgo podría sugerir que los lazos de la organización social en Copan durante el Clásico quizá no fueron tan fuertes como se ha pensado, sino que fueron más vulnerables al colapso de la dinastía. Tomando en cuenta estas implicaciones, se examinan los datos del Posclásico Temprano.
LA ARQUEOLOGÍA DE COPAN DURANTE EL POSTCLÁSICO TEMPRANO
Los descubrimientos del Postclásico Temprano hechos por los proyectos Peabody y Carnegie reportados por Longyear (1952) fueron extremadamente raros, y se limitaron a cuatro entierros en el Grupo Principal, principalmente dentro del Patio Oriental, y otros dos entierros adicionales en el área circundante. El primero fue localizado cerca de 1 km al noroeste del Grupo Principal, y el otro, la notable Tumba 10 (Longyear 1952:43), fue localizada cerca de 100 m al sur de la Acrópolis en un área que se erosionó por el río desde el tiempo del Proyecto Peabody. Los entierros fueron colocados dentro de cuartos de estructuras previamente abandonadas, con la probable excepción de la Tumba 10, una cripta bastante elaborada que contenía a un solo niño. Aunque los investigadores no registraron una estructura asociada con la tumba, ahora parece probable que el entierro se colocó dentro de una plataforma sencilla con un piso de barro que no se observó durante el descubrimiento. Los entierros generalmente contienen cerámica importada como Plomizo Tohil, y por lo menos un pedazo de piedra tallada tomado de las fachadas de estructuras del centro del sitio, frecuentemente del Templo 18, sugiriendo que estos entierros modestos se hicieron después de que el Grupo Principal cayó en desuso.
En un esfuerzo para localizar más evidencia del Postclásico Temprano, se inició el Proyecto Arqueológico Postclásico de Copan en 1995, enfocándose en la densa zona residencial al sur del Grupo Principal, conocido localmente como El Bosque, especialmente en el grupo al sur del Juego de Pelota B, el segundo juego de pelota en Copan (Figura 1). El Juego de Pelota B presentó el mejor punto de partida, porque era el único lugar que había proporcionado las cantidades significativas de marcadores del Postclásico Temprano (Fash y Lane 1983:539-40). Hasta ahora, las excavaciones de prueba de más de 50 estructuras dentro del área de El Bosque han identificado un asentamiento fechado para el periodo Postclásico Temprano. Las estructuras han sido fechadas por técnicas de cronometría, presencia de cerámica diagnóstica del Postclásico Temprano y marcadores de lítica. Los habitantes de las estructuras utilizaron cerámica fina e importada, así como también una colección completamente desarrollada de cerámica utilitaria fechada para la fase Ejar del Postclásico Temprano. Las estructuras de la fase Ejar están concentradas en el área formada por el Juego de Pelota B al norte y el río Copan al este y al sur. El asentamiento se compone de nueve plataformas rectangulares grandes que sostuvieron superestructuras de bajareque, organizadas alrededor de una gran plaza abierta (Figura 2). Las estructuras se construyeron con una variedad de piedra cortada y reciclada, extraída de estructuras cercanas y abandonadas del Clásico Tardío.
Al igual que es importante la localización de estructuras del Postclásico Temprano, también se ha observado donde están ausentes. Partiendo del patrón de evidencias tardías dentro del área de El Bosque, se escogió una muestra de más de 90 estructuras para excavaciones de prueba dentro del mapa del valle de Copan, en el área comprendida entre los grupos de Sepulturas al este y Ostuman al oeste. Las estructuras se escogieron con base a su similitud con los patrones establecidos para el Postclásico Temprano en términos de tamaño, proporción y patrón de asentamiento. Las excavaciones de prueba concluyeron sin poder identificar una sola estructura afuera del asentamiento de El Bosque que según el análisis cerámico se fechara a la fase Ejar. Aunque puedan existir grupos pequeños adicionales con patrón Ejar, estuvieron lejos de identificarse, pero por seguro no puede haber muchos de ellos.
La arqueología de la fase Ejar ofrece un fuerte testimonio de la singularidad y la fecha tardía de las estructuras del Postclásico Temprano, en comparación a edificios más tempranos del Clásico Tardío y Clásico Terminal. Quizá el rasgo más excepcional fue un escondite de seis fragmentos de escultura reciclada encontrada en el relleno de construcción dentro del muro trasero del eje central longitudinal de la Estructura 11L-77. De las seis piedras talladas, una representó la cabeza de una figura zoomorfa, cuatro eran plumas, y la sexta mostró plumas por un lado y una mano agarrando el cabello de una cabeza humana en el otro. Este último pedazo de escultura ha sido identificado como parte de la jamba del noroeste de la Estructura 10L-18 en el Grupo Principal, y los otros fragmentos muestran motivos, estilo, y profundidad de relieve que son también consistentes con el tipo de escultura del Templo 18.
Figura 1 Mapa del Grupo Principal de Copan mostrando el área del estudio (encajado) y estructuras discutidas en el texto
Figura 2 Mapa del área del proyecto. Estructuras identificadas con ocupación Ejar están numeradas
La escultura del periodo Clásico también aparece con frecuencia en asociación con entierros del Postclásico Temprano, un hecho notado por Longyear (1952:47) en su informe de entierros de la fase Ejar excavados por el proyecto de Peabody. Este modelo era correcto para los dos entierros encontrados durante el curso de la excavación. Los dos entierros, uno en la Estructura 11L-77, y el otro en una cripta de la Estructura 11L-137, tuvieron un solo bloque de escultura reciclada como piedra de muro en la cámara del entierro. El pedazo de escultura de 11L77 vino de la Estructura 10L-18 mientras que la escultura de la cripta 11L137 originalmente formó parte del motivo de nicho de la Estructura 10L-41, un edificio en el recinto residencial (el Grupo 10L-2) de Yax Pasaj, el último gobernante de la dinastía. La escultura del periodo Clásico se ha recuperado también de las paredes de estructuras Ejar. Las piedras talladas de las fachadas de las Estructuras 10L-18, 10L-41, y 10L-32, todos asociados a Yax Pasaj, fueron recicladas como piedras de muro en construcciones de fase Ejar.
Un fragmento particular de escultura reciclada colocada en la plataforma trasera de la Estructura 11L-137 tiene la figura de un pez, y es casi seguro que provino del relleno de la Estructura 10L321, y hace preguntar acerca de cuánto sabían los habitantes tardíos del sitio sobre los habitantes más tempranos, sus gobernantes, y la iconografía de sus monumentos. La fachada de la Estructura 10L-32-2, la casa del antecesor inmediato del linaje de Yax Pasaj, en el Grupo 10L-2, se adornó con un pez tallado. La Estructura 10L-31, en el lado oriental de 10L-32, también tenía un pez. Barbara Fash identificó un pez semejante a uno de los glifos toponímicos de la Estructura 10L- 22a, el Popol Nah de la Acrópolis. Este pez miraba al sur hacia la Estructura 10L-32 (B. Fash 1992, B. Fash et al. 1992). Cuando Yax Pasaj construyó su casa, él colocó un escondite de un pez en la estructura más temprana bajo el centro de su trono, y los otros se colocaron en y debajo del banco. La forma del pez era importante para él, tal como había sido para su antecesor, aunque él no colocó un pez en su propia fachada.
La tumba de bóveda del antepasado de Yax Pasah en la Estructura 10L-32-2, bajo la escalinata de la plataforma final, fue saqueada en la antigüedad, y se piensa que esta profanación puede ser atribuida a los colonizadores Ejar, quienes vivieron cerca de 100 m al sur, aunque se pudo haber saqueado cuando las cámaras fueron derribadas y se quemara el edificio. La gente de Ejar podría haber encontrado el pez en el relleno de la Estructura 10L321 mientras saquearon la tumba. Las piedras talladas que ellos reunieron indican que probablemente saquearon también la tumba de Yax Pasah en 10L-18 y quitaron la escultura de las Estructuras 10L-22 y 22a, y las Estructuras 10L-32 y de 10L-41 en el Grupo 10L-2. Su saqueo parece haber tenido cierto enfoque, y su interés en el pez podría sugerir que ellos supieron de la importancia que tenía para los Copanecos del Clásico Tardío.
Para fechar la ocupación final del sitio, Viel (1993:143) sugirió un espacio corto para la fase Ejar de 950 a 1000 DC, basado en la efímera ocupación conocida en ese tiempo. Este intervalo corresponde bien a la distribución más amplia de Plomizo Tohil, la disminución de Naranja Fino en la periferia del sureste, y la extensión de Las Vegas Policromo, observado en la fase Río Blanco de Los Naranjos (Baudez y Becquelin 1973). Mientras que Naranja Fino es muy raro en los basureros de la fase Ejar, el Plomizo Tohil, y Las Vegas Policromo está bien representado, siendo estos dos tipos los que corresponden a la mayoría de vasijas enteras recuperadas en entierros.
Aunque las fechas relativas y regionales de la cerámica colocan a Ejar directamente dentro de la fase del Postclásico Temprano, se requirieron fechas radio métricas para producir las fechas cronométricas de la ocupación Ejar (Tabla 1). Los pedazos de bajareque carbonizados de las Estructuras 11L77 y 11L-141 así como también los huesos de la cripta de 11L137 fueron escogidos para este fechamiento. Tres muestras se obtuvieron de cada estructura, y se usó AMS para todas las muestras, con excepción de dos. Los resultados de análisis de C14 corresponden a las fechas derivadas de comparaciones cerámicas, cuando el calibramiento intercepta el periodo entre 970 y 1085 DC, y 1260 DC. La mayoría de las intersecciones caen entre 990 y 1020 DC (Figura 3). Estas fechas confirman el punto de vista de Viel de un periodo temprano y efímero del Posclásico Temprano en Copan. Observando estos datos, se cree en una distancia inclusiva entre 950 y 1100 DC, y una distancia más exclusiva de 975 DC a 1050 DC, un espacio de aproximadamente dos generaciones, para la ocupación de la fase Ejar de Copan. Además, para las fechas de la ocupación Ejar, la evidencia de quema en cada estructura, la cripta saqueada, y la recuperación de más de cien puntas de proyectil bifaciales de contextos Ejar, sugieren que el fin de la ocupación fue repentino y violento.
Tabla 1 Fechamiento de radiocarbono de estructuras de la fase Ejar, calibrado utilizando el INTCAL 98 database (Stuiver et al. 1998). Errores son de una desviación estándar
Figura 3 Distribución de probabilidad de fechamiento calibrado a las 9 muestras analizadas por C14
CONCLUSIÓN
Los datos sugieren una separación completa, temporal y cultural, entre el fin del periodo Clásico y la ocupación final del sitio. La vida durante Ejar ilustra mejor los modelos más indicativos de América Central durante el Postclásico Temprano que la transición entre el Clásico Terminal y Postclásico Temprano en el sur del área Maya. Los patrones de asentamiento de Ejar, la densidad del patrón, el estilo de arquitectura, y la cultura material son notablemente divergentes de lo que se observa durante el periodo Clásico. Mientras la presencia de Plomizo y Naranja Fino muestra el comercio con Guatemala y la desembocadura del Usumacinta, otros componentes de la colección, tal como Las Vegas Policromo, muestran contacto con Honduras y la influencia del sur de América Central, que está ausente en otros sitios Mayas durante este periodo turbulento de tiempo. Así, la tendencia que se define es que mientras los residentes de Ejar tomaron parte activa en las redes de comercio de larga distancia típicas del Postclásico Temprano, la organización de la producción y economía social en el nivel local fue significativamente menos sofisticada que la de sus vecinos contemporáneos en el sur del área Maya.
La inclinación de los habitantes Ejar para minar la arquitectura abandonada de la fase Coner para material de construcción y adornos, es simultánea con las fechas relativamente tardías de sus residencias, lo que sugiere fuertemente otra ocupación del sitio en lugar de una continuación del periodo de abandono completo. Esta interpretación es reforzada por el hecho de que los residentes de la fase Ejar construyeron sus estructuras de materias saqueadas en vez de usar o modificar la extensa arquitectura circundante. La diferencia llega a ser más absoluta cuando se observa una interrupción en la tradición de secuencias arquitectónicas de otras estructuras residenciales, como la del Grupo 9N-8 en Sepulturas, que duró siglos desde la ocupación más temprana de Copan hasta el Clásico Terminal. Aún no se ha establecido si estos últimos residentes eran descendientes de los habitantes originales del valle que con el tiempo regresaron al área, o si eran colonizadores del centro de Honduras. Sin embargo, los cambios radicales en la vida durante la fase Ejar muestran claramente que esta población tardía sacó la influencia y la inspiración de fuentes muy diferentes que sus antecesores. Mientras no deseo simplificar demasiado el asunto de reconstruir la identidad étnica, yo también creo que esta ocupación final es muy probable que haya sido de poblaciones no Mayas, probablemente del sureste de Centro América.
En resumen, el establecimiento de una ocupación pequeña, distinta, y discontinua del Postclásico Temprano dentro del centro del sitio y no anterior a 975 DC, hace muy poco probable que cualquier descendiente de la era de la dinastía Copaneca haya sobrevivido por más de un siglo después del colapso de la dinastía. Si este es verdaderamente el caso, entonces hay que examinar críticamente el entendimiento de los procesos que llevaron al colapso de la dinastía y sus efectos en la organización social Maya Clásica. Dondequiera que los habitantes del Postclásico Temprano pudieran haberse originado, los últimos residentes en la larga historia de Copan pronto enfrentaron su propio conjunto de problemas y fueron incapaces de sobrevivir en el área por mucho tiempo, como lo atestiguan sus limitadas contribuciones al paisaje arquitectónico de Copan.
REFERENCIAS
Baudez, C.F. y P. Becquelin
1973 Archéologie de Los Naranjos, Honduras. Etudes Mésoaméricaines 2. Mission Archéologique et Ethnologique Française au Mexique, Mexico.
Fash, B.W.
1992 Late Classic Architectural Sculpture Themes in Copan. Ancient Mesoamerica 3:89-104.
Fash, B.W., W.L. Fash, S. Lane, R. Larios, L. Schele, J. Stomper y D.S. Stuart
1992 Investigations of a Classic Maya Council House at Copan, Honduras. Journal of Field Archaeology 19 (4):419-442.
Fash, W.L. y S. Lane
1983 El Juego de Pelota B. In Introducción a la Arqueología de Copan, Honduras, Vol. 2 (editado por C. Baudez), pp.501-562. Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Tegucigalpa.
Longyear, J.M.
1952 Copan Ceramics: A Study of Southeastern Maya Pottery. Publication No. 597. Carnegie Institution of Washington, Washington, D.C.
Morley, S.G.
1920 The Inscriptions at Copan. Publication No. 219. Carnegie Institution of Washington, Washington, D.C.