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06 Tras la huella del Mopan: Arquitectura del Clásico Terminal y del Postclásico en el sureste de Petén – Juan Pedro Laporte y Héctor E. Mejía – Simposio 15, Año 2001

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Laporte, Juan Pedro y Héctor E. Mejía

2002   Tras la huella del Mopan: Arquitectura del Clásico Terminal y del Postclásico en el sureste de Petén. En XV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y B. Arroyo), pp.59-88. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

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TRAS LA HUELLA DEL MOPAN:

ARQUITECTURA DEL CLÁSICO TERMINAL

Y DEL POSTCLÁSICO EN EL SURESTE DE PETÉN

Juan Pedro Laporte

Héctor E. Mejía

Recientes excavaciones en sitios del sureste de Petén han permitido conocer varios rasgos arquitectónicos peculiares que corresponden a un horizonte estilístico fechado a partir del siglo IX DC, en el cual participan nuevas ideas y expresiones relacionadas con eventos históricos cruciales que definen al Clásico Terminal y al Postclásico en Petén y Belice. Ahora bien, este estilo se asocia con la introducción de nuevos grupos de población, dada las notables diferencias con los estilos puramente Clásicos. Esta es la dinámica que se tratará ahora.

En el sureste de Petén destaca la abundancia de asentamientos, una distintiva organización social y política, así como un amplio espectro cronológico, todo lo cual ha sido ampliamente expuesto en varias ocasiones, por lo que no se profundiza ahora en ellos. Asimismo, la complejidad espacial de este territorio obliga a reducir esta exposición a la sección geográfica medular, es decir a la extensa cuenca del río Mopan, un sistema compuesto por cuatro afluentes mayores (Mopan, Chiquibul, Salsipuedes y Macal; Figura 1), que luego de unirse tras una larga travesía, forman un último caudal – el río Belice – hasta desaguar en el mar Caribe. En este complejo y largo recorrido, el río Mopan surca a través de terreno montañoso (la cuenca alta), y de un amplio sector de sabana de tipo húmedo (las cuencas media y baja), desde donde es navegable.

Por otra parte, el desarrollo cultural de la población del sureste de Petén es igualmente complejo en aspectos cronológicos. Baste decir que las primeras referencias de habitación se remontan al siglo VI AC, durante la ocupación adscrita a la esfera cerámica Pre-Mamom. Sin interrupción la ocupación alcanza al periodo histórico. Muchos sucesos debieron ocurrir durante esos dos milenios. En esta ocasión la discusión se centra en un acontecimiento que se considera fundamental para el desarrollo cultural regional: la introducción de una nueva etnia, la Mopan, en un marco temporal a partir del año 800 DC, es decir durante los periodos Clásico Terminal y Postclásico.

La evidencia de ocupación del Clásico Terminal es tan abundante en la región que todo análisis debiera comprender categorías relacionadas con cambios en los procesos de organización política, con el uso generalizado de materiales cerámicos, ajuares funerarios y otras acciones rituales, con los aspectos históricos expuestos en los monumentos de la región y, finalmente, con el cambio constructivo manifiesto en la arquitectura monumental respecto de la del Clásico Tardío, única de las categorías que se ha de tratar por ahora.

La complejidad política se aúna a la geográfica (Figura 2): hay seis entidades y 27 sitios en el alto Mopan, cuatro entidades que conjugan a 27 sitios en el medio Mopan, cinco entidades que engloban a 16 sitios en el bajo Mopan (Mejía 1999), 12 sitios que conforman a ocho entidades en el río Salsipuedes (Laporte y Mejía 2001), y otros 21 sitios que configuran a seis entidades en el bajo Chiquibul (Chocón 2001).

Figura 1  Cuencas fluviales del sureste de Petén, remarcando al río Mopan y sus afluentes

Figura 2  Entidades políticas, sitios y cuencas asociadas con el sistema del río Mopan

Debido a que la intensidad de exploración en cada sitio no ha sido la misma, la muestra arquitectónica obtenida tiene un evidente sesgo, por lo que es preferible exponer el carácter de la construcción del Clásico Terminal y Postclásico mediante la información obtenida en ocho sitios de la región: Ixtonton, Curucuitz, Ixkun, Sacul, El Chilonche, El Chal, Calzada Mopan y Ucanal (Figura 3).

Figura 3  Posición de los ocho sitios principales en el Clásico Terminal: Ixtonton, Curucuitz, Ixkun, Sacul, El Chilonche, El Chal, Calzada Mopan y Ucanal

Otros sitios excavados no han dado una clara muestra arquitectónica del Clásico Terminal, mientras que otros más han sido solamente sondeados o se ha enfocado la excavación principalmente al Conjunto de tipo Grupo E, por lo que sólo se les menciona de ser relevantes.

Los sitios considerados como muestra tienen un desarrollo arquitectónico similar: después de un largo proceso constructivo que inicia en el Preclásico Tardío, las acciones en la parte avanzada del Clásico Tardío – es decir al final del siglo VIII – traen consigo nuevas construcciones y la modificación de las preexistentes. Poco tiempo después – ya en el siglo IX – ocurren múltiples reformas que están indicadas en los pisos de las plazas, algunas de ellas relacionadas con el mantenimiento, pero también con la construcción de unidades mayores, aunque en la mayor parte de casos – siguiendo los espacios ya existentes en los sitios – fueron recubiertos los edificios anteriores, especialmente si éstos tenían un carácter ritual. Estas evidencias del Clásico Terminal son abundantes tanto en el área central como en las unidades habitacionales. En estas últimas fue frecuente la adición de basamentos al trazo original del grupo.

Las innovaciones arquitectónicas más notables durante el Clásico Terminal y Postclásico, son de distinta índole. En estudios anteriores se tomaba como ejemplo de este nuevo orden arquitectónico a un tipo de plataforma específico, es decir aquellas estructuras en forma de C que han sido reportadas en muchos sitios de Petén y Belice. Sin embargo, como evidencia es demasiado general debido a que su presencia se ha tornado común y ya se ha comprobado que se trata de un modo arquitectónico que surgió desde el Clásico Tardío  (Bey, Hanson y Ringle 1997).

Así, es preferible discutir otros rasgos, los que pueden resumirse en cuatro aspectos, los cuales se exponen a continuación.

EL DESARROLLO DE LAS ACRÓPOLIS Y EL DECLIVE DEL CONJUNTO DE TIPO GRUPO E

Luego de los Conjuntos de tipo Grupo E, las Acrópolis son el segundo agregado más constante en el diseño de los sitios del sureste de Petén (presentes en el 32% de los sitios), siendo más usuales que los terrenos para el Juego de Pelota o que las calzadas. Aunque es un rasgo peculiar e importante en cualquier asentamiento Maya, la presencia de algún Conjunto de tipo Acrópolis tampoco confiere por sí misma el status de entidad política, por lo que también se les encuentra en algunos segmentos menores.

Durante el Clásico Terminal se sucede un amplio desarrollo del otro agregado arquitectónico principal: el Conjunto de tipo Acrópolis (Figura 4). Aunque las acrópolis ya existían en el diseño urbano de cada sitio, es claro que su importancia incrementa. Esta es una observación que se conserva para el Postclásico por el mero hecho de seguir éstas en uso.

Por el contrario, a partir del siglo IX la construcción en los Conjuntos de tipo Grupo E se reduce ya sea a modificaciones menores o a la búsqueda de modos para alterar su peculiar disposición con el fin de anular aquella función preeminente en el diseño urbano de las épocas anteriores. Es importante el que no se construyen nuevas versiones, siendo más bien un declive en la importancia de estos conjuntos lo que se observa, ya sea por su parcial abandono (como en Calzada Mopan, El Chilonche y El Chal), por la marcada alteración de su forma (como en Ucanal), o por una mera continuidad sin mayor alteración de su forma anterior (como en Ixtonton, Curucuitz y Sacul). Este es un fenómeno que ya había sucedido desde el Clásico Tardío en otras ciudades Mayas, como en Tikal y Uaxactun (Laporte y Fialko 1995).

El desarrollo del Conjunto de tipo Acrópolis se ejemplifica mediante Ixtonton, en donde existe un notable proceso constructivo (Figura 5). La construcción de las dos etapas iniciales de la Estructura Sur de la Acrópolis corresponde al Clásico Tardío cuando se habilitaron tres templos de una sola cámara sobre el alto basamento, hacia los cuales se asciende por escalinatas separadas, a manera de formar un conspicuo patrón triádico (Laporte 1994). El recubrimiento final de los tres templos superiores es el indicio más claro de un nuevo estadio constructivo sucedido en el Clásico Terminal. La estructura fue de una sola cámara longitudinal, de la cual no se conocieron accesos u otros detalles. Algunos escalones indefinidos parecen representar a la escalinata que ascendió hacia la nueva cámara. Este nuevo concepto estructural siguió en uso en época Postclásica.

 

Figura 4  Ejemplos: Conjunto de tipo Acrópolis (El Chilonche) y de Conjunto de tipo Grupo E

Figura 5  Conjunto de tipo Acrópolis de Ixtonton: perspectiva del cambio entre el Clásico Tardío y Clásico Terminal

El aumento volumétrico de distintas acrópolis se da en muchos otros sitios de esta región. Aunque no corresponde a la cuenca del río Mopan, sino que al alto San Juan, la importancia regional de El Chal hace necesaria su inclusión, a manera de representar a otros centros mayores como son El Muxanal, La Puente, Ix On, Copoja y otros más. Las excavaciones y los materiales cerámicos recuperados en El Chal (Morales 1995; Figura 6) indican que durante el Clásico Tardío y el Clásico Terminal, sus habitantes desarrollaron un fuerte programa constructivo, como lo demuestra el volumen representado en las estructuras del sector central del sitio y los grupos habitacionales. Al centro ceremonial de El Chal lo define un grupo de estructuras que forman una acrópolis y tres plazas de carácter ceremonial en las cuales se encuentra la mayoría de los monumentos esculpidos, mientras que el Conjunto de tipo Grupo E – de construcción Preclásica – queda relegado a una distancia considerable.

Figura 6  Plano del área central de El Chal y la Plaza Noroeste

Ahora bien, para la actividad del Clásico Terminal es relevante la Plaza Noreste, una especie de cuadrángulo formado por cuatro estructuras que definen un espacio cerrado cuyo acceso se encuentra en una sola esquina (Figura 6). Las estructuras son de planta rectangular, compuestas por varios cuerpos escalonados, con muros construidos con bloques calizos bien cortados y pulidos. Sobre la plataforma superior se registraron rasgos de cámaras con diversos accesos. Abundante basura se encuentra en las esquinas del patio y en la parte posterior de las estructuras, siendo indicativo de la desenfrenada actividad que sucedía en este cuadrángulo, el que por su disposición tan poco común en el asentamiento de las ciudades peteneras refleja una filiación con alguna zona alejada y cuya función debió referir a actividades administrativas, tal vez al control del intercambio o a una especie de mercado si se considera la abundancia de los desechos asociados con este conjunto. Esta acción constructiva que es básicamente del Clásico Terminal incluyó en la Estructura Este una cornisa decorada con piedras esculpidas que muestran un diseño de doble trapecio (Figura 13), como especies de almenas.

NUEVOS ESTILOS CONSTRUCTIVOS Y DE ESCULTURA ARQUITECTÓNICA

Algunas técnicas constructivas peculiares ingresan al inventario arquitectónico desde antes del Clásico Terminal. Recién se mencionó en el caso del cuadrángulo de El Chal que los muros se distinguen por estar habilitados mediante piedras delicadamente cortadas y pulidas cuya función es recubrir las fachadas, más bien que servir de soporte estructural como venían siéndolo por siglos. Esta es una técnica que ha sido profusamente analizada en la arquitectura yucateca, especialmente en la zona Puuc (piedra de tipo “veneer” o de fachada), y que en los sitios del sureste de Petén ha sido reconocida, además de en El Chal, en Ixkun, Calzada Mopan, Ixtonton y Ucanal, principalmente en estructuras del Clásico Terminal, aunque ya existía en algunos casos anteriores, como es el caso del Juego de Pelota de Ixkun.

Dentro del limitado campo de la técnica de construcción también es posible referir la presencia de esquinas frontales y posteriores de tipo redondeadas, alzadas mediante cuartos de tambor. Es natural que un rasgo tan específico solamente se logre conocer mediante excavaciones, y cuando menos se distinguen los casos de dos edificaciones en Ixtonton (la Estructura Norte de la Acrópolis y una estructura del Grupo 64; Laporte 1994), además de un caso en Calzada Mopan (la Estructura Sur del Grupo 118 en la Acrópolis).

Otra peculiaridad constructiva es la inclusión de una estela esculpida – ahora expoliada – formando parte del muro posterior del recinto del templo al este del Conjunto de tipo Grupo E de Ixtonton (Laporte 1994), en sí un rasgo arquitectónico poco usual en los diseños constructivos de las Tierras Bajas. Esta construcción sucede en la última parte del Clásico Tardío y, aunque no es un caso único puesto que se le conoce también en el templo de El Duende en Dos Pilas (Escobedo 1992), refiere a una distribución restringida, dado que otros casos conducen al norte de Yucatán.

Una innovación de la arquitectura del Clásico Terminal fue la inclusión de elementos escultóricos en las cornisas y en los muros de diversos tipos de estructuras. Uno de los ejemplos más importantes existe en la Pirámide Sur de la Plaza Oeste de Ixtonton, cuya fachada Clásica Tardía estaba decorada en sus seis cuerpos con mascarones  recubiertos de estuco y pintados que representan a una deidad antropomorfa, que se asemejan a los construidos en otras zonas de Petén (Figuras 7 y 8; Laporte 1994). Para el Clásico Terminal sobresale la construcción de una nueva versión de esta estructura decorada con mascarones que muestran una técnica de mosaico no conocida anteriormente mediante pequeños bloques tallados en bajo relieve que representan orejeras, pendientes y secciones de la cara, todo ello parte de la representación de una figura antropomorfa. Esta es una técnica poco usual en las Tierras Bajas Centrales, aunque también fue reportada en Calzada Mopan y Pueblito, ambos en el sureste de Petén (Laporte et al. 1997), con lo cual podría representar el estilo regional para los mascarones del periodo.

Figura 13  Ejemplos de escultura en mosaico de Calzada Mopan y una escultura con figura de doble trapecio de El Chal

Figura 7  Pirámide Sur, Plaza Oeste, Ixtonton: mascarón del Clásico Tardío y mascarón del Clásico Terminal.

Figura 8  Esculturas adosadas a elementos arquitectónicos en Ixtonton: narices floridas, cabezas con espiga

En varios edificios de la Acrópolis de Ixtonton están presentes otros elementos escultóricos en piedra integrados a muros (Figura 8), principalmente especies de narices prominentes o floridas, o cabezas antropomorfas con espiga que decoraban frisos en estructuras de tipo palacio. A su vez, en Calzada Mopan existe además el diseño de grecas escalonadas talladas en alto relieve que forman mosaicos para integrar figuras mayores (Grupo 71), así como esculturas antropomorfas descarnadas – también seccionadas – que formaban las esquinas de una cornisa (Estructura Norte del Grupo 118 en la Acrópolis), o una peculiar plataforma (Grupo 332) cuyo frente se encuentra decorado mediante columnillas. Todo lo anterior indica que los elementos escultóricos no se limitan en forma exclusiva a los edificios de las principales áreas rituales y administrativas, sino que permean hacia grupos periféricos que se consideran parte de los amplios sectores residenciales. Aunque muchas de las figuras debieron tener paralelos iconográficos establecidos, su recuperación en fragmentos disgregados no permite una reconstrucción temática.

Es verdaderamente impresionante el que todos estos rasgos escultóricos y las nuevas técnicas de construcción semejan estilos del norte del área Maya empleados para decorar fachadas de las edificaciones a partir del siglo IX y que perduran hasta ya avanzado el Postclásico (Figs.8 y 13;Proskouriakoff y Temple 1955:figs.17 a 19; Proskouriakoff 1962; Shook 1955; Benavides 2000). No obstante, se debe resaltar que varias de estas formas decorativas que emplean la técnica de mosaico ya eran populares desde el siglo VIII en distintas ciudades yucatecas y campechanas, y ahora también en algunas del sureste de Petén.

ELEMENTOS HABITACIONALES Y MUROS DE DELIMITACION PENETRAN AL ÁREA CENTRAL

La ocupación del Clásico Terminal trae consigo un cambio fundamental: elementos de carácter habitacional llegan a ocupar secciones en los precintos del área central, como sucede junto al Juego de Pelota 1 en Ixtonton o dentro del área de la Acrópolis de Calzada Mopan, así como en las plazas de El Muxanal, Curucuitz y Sacul, y aun en sitios más reducidos (Ixcoxol 2, El Chapayal, Xa´an Arriba). La condición social de los habitantes adscritos a estas habitaciones puede observarse en basureros adjuntos en donde son abundantes los tiestos de tipos utilitarios y de servicio, partes de incensarios, fragmentos de figurillas, rodelas y otros tiestos trabajados, implementos de pedernal, obsidiana y pizarra, manos de moler de granito, adornos y artefactos de concha, caracol y hueso, cuentas de serpentina, etc.

Algunos materiales de época Postclásica recuperados en los niveles superiores de estas concentraciones indican que la ocupación habitacional en los precintos centrales continuó para entonces, aunque menos intensiva de lo que fuera antes, con algunos remanentes de carácter ceremonial como lo indica en Ixtonton la presencia de fragmentos de antiguos monumentos tallados que debieron ser movidos desde las plazas ceremoniales del centro del sitio, así como áreas de actividad para la producción de artefactos de pedernal. A pesar de esta evidencia material, su continuidad a partir de población del Clásico Terminal es difícil de plantear.

Ahora bien, fuera de la asociación habitacional que confiere la presencia de estas pequeñas plataformas en un contexto que seguramente representó en cada sitio a la élite de algún momento muy tardío, es más significativo el propio cambio que su mera presencia significa, un cambio que altera en forma directa a aquellos conjuntos arquitectónicos que habían representado por siglos a la cosmología de la población. Por ello es posible – aunque contradictorio – que quienes habilitan estos grupos residenciales dentro del perímetro de las antiguas plazas centrales y lugares sagrados no son parte de los pobladores originales de la propia ciudad.

Otro elemento de asociación más doméstica que ritual fue sorpresivamente detectado en el amplio sitio Maringa situado en la cuenca baja del río Chiquibul (Figura 9; Urbina 1998). En la planicie donde se ubica el sitio resaltó entre la tierra una serie de hileras de piedra que en algunos casos comunican y en otras delimitan a los patios habitacionales. En otras áreas del llano estas hileras se pierden o se tornan confusas. Promedian 0.80 m de ancho, comprobándose en un caso que las piedras están sentadas sobre el barro natural. Este hallazgo difiere en cuanto al patrón de asentamiento y de habitación prehispánica para toda la zona, siendo compartido solamente por un sitio cercano, El Triunfo.

Figura 9  a) Maringa 2, con muros de delimitación; b) Muros de delimitación de Mayapan

Aunque se ha reportado este tipo de rasgos lineares en varios sitios de las Tierras Bajas, entre otros Uaxactun en Petén, Calakmul en Campeche y Chunchucmil en Yucatán, es claro que existe una amplia variedad en cuanto a su forma, intención constructiva y función (Fletcher 1983; Dahlin 2000), por lo que puede tratarse de elementos de función múltiple, aunque en su mayor parte ligados a la delimitación de espacios habitacionales y de producción especializada.

Por lo tanto, la función de este rasgo de Maringa 2 podría interpretarse de varias maneras. Una de ellas – la más simple pero poco convincente – es que se trata de vías internas de comunicación dado lo fangoso de esta sección del sitio. Como alternativa funcional puede tratarse de la delimitación de solares habitacionales o de terrenos de cultivo, algo que no se puede comprobar, pero tampoco descartar. Así, surge una analogía con un caso controversial también reportado en el sureste de Petén: el de Ixtutz, en el área montañosa, en donde existe un área cuadrangular junto al área central, en donde hay formaciones de roca en hileras paralelas (Figura 10; Greene 1972; Graham 1980; Chase y Chase 1983; Jacobo 1993). El área enmarcada es irregular, con unos 6,000 m². Un relleno de roca subyace en toda el área a 0.45 m de profundidad promedio, el cual debió tener una función hidráulica para el control de inundación mediante un proceso de filtración y aprovechamiento del agua, un tipo de tecnología conocida en otros sitios de la región, como Ixtonton e Ixkun. Un levantamiento en las áreas de más intensidad de fosfatos y potasio, permitió localizar diez estructuras largas rectangulares que forman pasillos entre sí, así como dos patios y otros espacios libres. Esta es sin duda una distribución poco convencional asociada con la función del conjunto en sí. Aunque el área libre no permitiría lograr cosechas aceptables para cualquier cultivo limpio, no se descarta la posibilidad del desarrollo de especies arbóreas de porte medio en los espacios libres, entre las que se incluyen el cacao y una gran gama de frutales, es decir un área de agricultura de jardín establecida y controlada en cuanto a su rendimiento.

Otro sitio que muestra un conspicuo espacio vacante adjunto a las principales plazas del área central es Caxeba (Figura 10), situado en la zona del río Xa´an en la cuenca alta del río Mopan. Por lo tanto, es probable que el área con rasgos lineares de Maringa represente antiguos jardines de cultivo especializado, salvo por la discrepancia con los otros casos de su lejanía respecto del área central del sitio al ser un área involucrada más bien con las zonas de carácter habitacional.

Una tercera propuesta puede ser avanzada: los rasgos lineares podrían ser las bases de empalizadas utilizadas para delimitar y posiblemente proteger a algunos grupos del sitio, tal vez referidos a la parte cronológica más tardía de la ocupación de Maringa, como sucediera en la zona de Petexbatun (Demarest et al. 1997). Esta es una posibilidad interesante al considerar la densidad poblacional que indican los centros mayores de la región, como Calzada Mopan y Ucanal, entre otros, por lo cual pudieron surgir dilemas provocados por acceso a la tierra productiva o por el ingreso de grupos foráneos.

Debido a que no hay antecedentes de este tipo de manifestación en la región, es atrayente la posibilidad de la presencia de forasteros dado que este mismo tipo de muros que delimitan unidades habitacionales ha sido reconocido principalmente en Mayapan (Figura 9; Bullard 1954; Smith 1962), en donde son abundantes. Aunque en Yucatán estas albarradas de patrón irregular son de mayor altura que las determinadas en el sureste de Petén, se debe recurrir a una explicación que invoca la distinta vegetación y el proceso destructivo diferenciado entre ambas zonas. Dada la baja altura de aquellas que restan en Maringa, no fue posible determinar algún tipo de entrada hacia cada lote o terreno.

Así, se ha avanzado varias propuestas para la explicación de los rasgos lineares de Maringa, sin que alguna de ellas sea determinante puesto que lo más probable es que las funciones hayan sido múltiples y tal vez hasta cambiantes: vías internas de comunicación, límites de jardines de producción especializada, límites de unidades habitacionales y bases de empalizadas defensivas.

Figura 10  a) Plano de Ixtutz mostrando en área de producción especializada; b) Plano de Caxeba mostrando el área de producción especializada

LAS PLATAFORMAS DE PLANTA CIRCULAR O HEMICICLOS

Un rasgo arquitectónico realmente novedoso – cuyo hallazgo en 1999 fue tan sorpresivo e inesperado – es la presencia de construcciones circulares en forma de hemiciclos que fueron habilitadas sobre antiguos basamentos piramidales. Hasta ahora solamente se les ha reportado en dos de las estructuras principales de la Acrópolis de Calzada Mopan (Laporte et al. 1999), y sobre la sección central de la Plataforma Este del Conjunto de tipo Grupo E en la Plaza A de Ucanal (Mejía 2000).

Uno de los patios de la Acrópolis de Calzada Mopan es el Grupo 118 (Figura 11). En esta sección, la Estructura Este es un importante basamento de 9.50 m de altura. En el lado frontal del basamento se determinó la posición de la escalinata y las esquinas, las cuales son de planta circular. En el lado sur es evidente que el edificio fue modificado por el adosamiento de una de las estructuras para el Juego de Pelota. En la sección superior del edificio se ubicó a una estructura de forma semicircular, construida en dos sectores y con accesos tanto al frente como en la parte posterior. Esta estructura circular o hemiciclo aprovechó al anterior basamento del Clásico Terminal, remodelando solamente la sección superior, por lo que se trata de una acción decididamente importante al cambiar la forma superior de una de las estructuras rituales de la Acrópolis, aunque en sí no representa un esfuerzo constructivo vigoroso.

Figura 11  Plano de la Acrópolis de Calzada Mopan

Es aún más importante que este tipo de hemiciclo no fue particular a una sola estructura en esta Acrópolis. Existe un segundo ejemplo sobre la Estructura Este del Grupo 119 – el verdadero núcleo de este conjunto arquitectónico – a manera de formar un eje visual este-oeste entre ambos hemiciclos (Figura 11). Este último es un basamento mayor de 26 m de largo y 6 m de altura en el lado frontal, también formado a través de varias etapas constructivas. Sobre el basamento se encuentra el peculiar hemiciclo representado por dos secciones semi-circulares y dos ingresos, uno al oeste y el otro al este.

El material cerámico encontrado en la sección superior de ambos casos corresponde en su mayoría al Clásico Terminal. También hay material del Postclásico que fue observado mediante fragmentos de incensarios. Esta es una evidencia sólida de que la sección superior, con su peculiar construcción a manera de hemiciclo, podría representar alguna forma constructiva característica del Postclásico. Este tipo de construcción, además del uso de incensarios, refiere a una actividad ritual más bien que a una ocupación de tipo doméstico residencial.

Una nueva sorpresa sucedió en la temporada del 2000 con la determinación en Ucanal de un hemiciclo como aquellos previamente conocidos en Calzada Mopan (Figura 12; Mejía 2000; Laporte y Mejía 2000). En el eje del Conjunto de tipo Grupo E representado en la Plaza A, es decir la plaza principal, sobre la plataforma central que se ubica sobre la Plataforma Este, se determinó otra construcción en forma de hemiciclo, con un acceso frontal y con un muro recto en la sección posterior. También hay varios agujeros de poste.

Estas manifestaciones constructivas no tienen una función definida, pero su importancia radica principalmente en su correspondencia con fechas del Postclásico y en que construcciones similares fueron previamente reportadas en Mayapan (Figura 12; Shook 1955). No se conocen otros casos cercanos a los de Calzada Mopan y Ucanal, aunque una mayor exploración en otros sitios – por cierto que con un algo grado de dificultad para definir estos restos superficiales – podría dar a conocer nuevos ejemplos, puesto que pudo existir otro centro más en el bajo Mopan, tal vez El Camalote o La Providencia, sin restar importancia a la presencia de Xunantunich y alguno otro en el río Belice. No obstante esta posibilidad, es claro que este tipo de estructura no se habilita en las acciones del Postclásico sucedidas en la zona del alto río Mopan, dada su ausencia en sitios con suficiente exploración arquitectónica como son Ixtonton, Curucuitz, Ixkun, Ixtutz y Sacul, por lo que se trata de un rasgo de distribución del mayor interés para esta interpretación.

Es sin duda la relación de este tipo de arquitectura la que más se pronuncia hacia observar la introducción de alguna población foránea. Hay que considerar que estos nuevos hemiciclos ocupan las posiciones principales en ambos sitios, recubriendo las antiguas edificaciones principales a manera de cambiar su forma, conservando la posición ritual principal. Es evidente que la sustitución de antiguos templos y plataformas por formas arquitectónicas de relación foránea es el mejor indicio de la introducción paralela de población o de una nueva élite conductora de las relaciones políticas y económicas que se movían en esta región.

ARQUITECTURA Y POBLACIÓN: EL CLÁSICO TERMINAL Y EL POSTCLÁSICO

En síntesis, se ha expuesto que a partir del siglo IX DC nuevos elementos sobresalen en el asentamiento y arquitectura de los centros asociados con la región del río Mopan. Aunque no todos estos elementos son igualmente importantes, no cabe duda que cada uno representa un cambio en el asentamiento y en la forma establecida convencional de la época Clásica. Esta conjunción de elementos difícilmente puede representar un simple movimiento evolutivo interno, por lo que es necesario observar la introducción de los probables elementos foráneos.

¿Desde cuándo se aprecian los diversos elementos?

Este es un enunciado esencial para comprender la dinámica del proceso de transculturación que sucede en la región del río Mopan. Es definitivo que no se trata de una sola oleada de introducción de los nuevos rasgos culturales. Hay por lo menos tres momentos en que éstos son introducidos.

El primero sucede al final del Clásico Tardío, hacia 800 DC, que es tangible en la presencia de una nueva corriente de escultura arquitectónica que utiliza el montaje de mosaicos de piedra caliza perfectamente cortada (Figura 13), cuyos ejemplos principales están en la Acrópolis de Calzada Mopan, en la Pirámide Sur de Ixtonton, en el sitio Pueblito ubicado en la cuenca del río Poxte, así como en algunos grupos residenciales de Calzada Mopan.

Figura 12        a) Estructuras en forma de hemiciclo en Acrópolis de Calzada Mopan

b) Estructura en forma de hemiciclo en la Plaza A de Ucanal

c y d) Estructuras en forma de hemiciclos en Mayapan

        Muy pronto sucede el ingreso de los otros elementos novedosos. Corresponde en definitiva al pleno Clásico Terminal y debió suceder durante gran parte del siglo IX. Para entonces todos los sitios que se ha considerado exhiben los nuevos elementos arquitectónicos. Es un periodo de auge cultural – aunque como se verá adelante algunas ciudades coincidentemente desaparecen. Se sucede entonces una adición de plazas en el área ritual y administrativa de cada una de las ciudades (Figura 16), se erigen más monumentos lisos y tallados, todas las estructuras son remodeladas y se engrandece su dimensión, surgen multitud de grupos residenciales y de habitación periférica, todo ello un fuerte indicio de la prosperidad que acontece durante ese siglo y cuando menos el siguiente.

Figura 16        Plano de Ucanal: un sitio con fuerte desarrollo de plazas nuevas en el Clásico Terminal

Por supuesto, tal progreso no es el resultado exclusivo de la relación que pueda existir con la introducción de elementos foráneos, sino que es más bien la extensión de aquella bonanza preexistente en siglos anteriores y que se incrementa al ganarse nuevos espacios económicos con la desaparición los estados que fueran predominantes en Petén durante el Clásico Tardío, como puede ser el caso evidente de Tikal.

De los varios elementos que tratados, sobresale la reducción en la importancia del Conjunto de tipo Grupo E y el incremento equivalente de las Acrópolis. El antiguo conjunto arquitectónico que era el centro y el orgullo de cada ciudad desde 15 siglos atrás es transformado, algo materialmente difícil para un arreglo tan distintivo y peculiar como ese, lo que solamente podía lograrse mediante la alteración de los componentes rituales del conjunto, es decir moviendo los monumentos asociados con su eje normativo, o alterando la forma de alguno de sus componentes arquitectónicos. Por supuesto, lo más complejo era encontrar la manera de anular la personalidad del segmento central de la Plataforma Este, es decir de la cúspide de este fenómeno ritual que había significado al propio núcleo urbano. En algunas ocasiones hubo cambios espaciales en el asentamiento, dejando a aquel conjunto en una posición aislada (Figura 17).

Figura 17  Posición alejada de algún Conjunto de tipo Grupo E (CRP) respecto de una Acrópolis que incrementara en el Clásico Tardío: el caso de El Chal

Allí es donde mejor se denota la tercera de las oleadas de rasgos foráneos, cuando se introducen las plataformas circulares o hemiciclos (Figura 12), que completan la destrucción del antiguo concepto (como en el caso de Ucanal) y glorifican su presencia en las Acrópolis (como en Calzada Mopan). Una serie de materiales asociados coinciden en determinar que se trata de una acción directamente asociada a tiempos del Postclásico, a lo cual se asigna una fecha genérica no anterior al siglo XI. Aunque datar estos eventos es complejo, también es claro que fue necesario un tiempo prudencial – en este caso bastante extenso – para lograr la asimilación de los nuevos elementos foráneos, y para que la inversión de construcción, uso y remodelación de tantas edificaciones y plazas fuera procedente, por lo que el cambio colosal sucedido en las ciudades del Mopan no puede corresponder sólo a algunas pocas décadas de los siglos IX y X, sino a un tiempo más extenso que permitiera la estabilización de tal proceso de transculturación.

¿Fue éste movimiento de tipo poblacional o sólo de un grupo dirigente?

Este es sin duda el problema más agudo dentro del marco explicativo. Varias líneas de evidencia indican que se trata de un movimiento mayor de gente, de un contingente importante que pudo entrar en distintas oleadas y de su consiguiente mezcla con la población nativa. Es claro que las innovaciones del Clásico Terminal no tienen un origen local, aunque seguramente la elaboración y el desarrollo posterior ya lo fueron. Un punto crucial en esta apreciación es que las innovaciones están restringidas a la zona del río Mopan, una región que – aunque amplia – es solamente una parte de las Tierras Bajas Centrales (Figura 15). Fuera de esta evidencia solo se conoce el caso de Nohmul en el norte de Belice, en donde ya desde los años 80 se considera la existencia de un puesto de avanzada yucateca desde el inicio del Postclásico (Chase y Chase 1982; Chase y Rice 1985), con base en rasgos arquitectónicos y cerámicos, es decir que se insinúa un movimiento de tipo local y puntual, no de tipo generalizado y masivo como podría ser la alternativa.

No es sencillo hablar del ingreso de oleadas de población. De inmediato surgen preguntas: ¿desde dónde vino la población?, ¿cuál fue la causa del proceso migratorio?, y así muchas más. La extraordinaria similitud estilística de las varias innovaciones con otras zonas del norte de la península de Yucatán, incluyendo por supuesto a Mayapan (Thompson 1975; Chase 1985), es un claro indicio de su procedencia y afiliación. Por otra – y aún más impactante en esta discusión – es la presencia de la etnia Mopan en el sureste de Petén, registrada a partir de crónicas históricas y por estudios lingüísticos. El idioma Mopan fue implantado en el sureste de Petén desde algún momento del Clásico Terminal, según apoya la consideración de Swadesh (1961) sobre la separación de este idioma del Maya Yucateko.

A su vez, las causas de la migración deben relacionarse con  problemas sucedidos en Yucatán y cuya explicación depende de quienes se dedican al estudio de aquellos magnos estados del Clásico Tardío y del Clásico Terminal en el siglo IX.

Como proceso migratorio, hay que considerar primero la continuidad poblacional que sucede en los centros del río Mopan entre el Clásico Tardío y el Clásico Terminal, la cual indica que la primera oleada al final del siglo VIII estuvo relacionada con una reorganización comercial basada en el incremento de intermediarios y comerciantes ligados al norte del área Maya, en busca de los productos minerales y agrícolas que proveían las Montañas Mayas y las vegas de la red fluvial del sureste de Petén (Dunham 1996; Laporte 2000). Esta actividad comercial pudo incrementarse con la desaparición de las ligas con los centros mayores del norte de Petén que antes habían monopolizado aquellas transacciones.

Esta efectiva actividad comercial pudo atraer también más movimiento migratorio, el que se mezclaría con la población original, es decir una segunda oleada al inicio del Clásico Terminal. Este florecimiento perduró por largo tiempo y éste es el momento en que debió darse la mayor parte de las diferencias políticas en que se vieron inmersos los Mopan en las luchas internas de Yucatán. Finalmente, ese canal abierto que había unido ambas zonas geográficas siguió en el Postclásico como indica el ingreso de remanentes poblacionales con una asociación cultural tardía.

Figura 15  El paso fluvial entre el Caribe y el río Pasión marcando claramente el Belice, Mopan, Salsipuedes y San Juan

¿Cuál fue la trayectoria del Mopan en tierras de Petén con el paso del tiempo?

No cabe duda que la presencia del Mopan tuvo distintas reacciones en un nivel regional. Se debe preguntar: ¿qué cambios políticos internos trajo esta nueva situación poblacional?, ¿cuál fue el papel del ingreso del Mopan – si lo hubo – con la caída de los estados del noreste de Petén?, y ¿cuál fue la relación del Mopan con sus vecinos, en especial aquellos del río Pasión y del centro de Petén?

En primer lugar – y tal vez como resultado más importante de la introducción de las nuevas ideas – se encuentran los cambios políticos internos a la región. En el sureste de Petén, después de un largo desarrollo, el Clásico Tardío indica un área seccionada en múltiples entidades políticas, cuyos núcleos – mediante un proceso de fisión – promueven el surgimiento de nuevos centros, algunos en su esfera de dominio y otros como entidades políticas rivales. Así, para el Clásico Terminal todos los centros estuvieron ocupados y es evidente la concentración habitacional regional, lo cual indica complejas relaciones de conducción política y ceremonial.

Es evidente que al terminar el Clásico Tardío sucedió un cambio fundamental en la organización política regional. Muchos centros perdieron el papel protagónico que habían sostenido durante el Clásico Tardío al ser absorbidos por otros centros que promovían un concepto expansivo no registrado en los periodos anteriores. Al aglutinar a los núcleos de otras entidades y a sus sitios derivados, se superó el proceso segmentario que había caracterizado a la sociedad Clásica y predominó desde entonces el concepto unitario basado en un núcleo mayor alrededor del cual se congrega la población.

Es posible ejemplificar este proceso mediante dos escenarios políticos sucedidos durante el Clásico Terminal en el sureste de Petén. Uno de estos entornos refiere a las distintas entidades de la meseta de Dolores que reducen su dinamismo en forma considerable. Por el contrario, Ixtonton muestra una frenética actividad constructiva y es evidente una concentración habitacional masiva en el crecimiento de sus unidades habitacionales. Para exponer el proceso sucedido, Ixkun cuenta con la evidencia más tangible (Figura 14). Ixkun mostró un proceso de construcción y ocupación estable durante el Clásico Tardío (Laporte et al. 1994). Esta dinámica incluye el surgimiento de centros secundarios y el control de un amplio territorio. Hacia 800 DC, cuando fue erigida la Estela 5, el último de los monumentos tallados de Ixkun, el gobernante en turno, tal vez Conejo Dios K, consideró edificar nuevas construcciones. La fuerza laboral a su servicio apiló la piedra para el relleno de nuevas estructuras en las plazas centrales, incluyendo en la Acrópolis; no obstante, éstas quedaron inconclusas al no habilitar los paramentos de las secciones exteriores. La suspensión de estas acciones constructivas monumentales es un claro indicio de un rápido cese del poder del gobernante para concluir el programa.

¿Qué razón pudo causar esta situación? Una opción circunstancial sería la súbita desaparición del gobernante y el abandono del sitio, de seguir el modelo del colapso de los centros del noreste de Petén. Sin embargo, la actividad que continúa en los sectores habitacionales durante el Clásico Terminal indica más bien que algún otro polo de desarrollo atrajo y reubicó la fuerza laboral. Fuera de Sacul como tradicional rival de Ixkun, la única entidad política de la región que tuvo un desarrollo continuado durante el Clásico Terminal fue Ixtonton, el centro mayor del alto río Mopan, situado a sólo 7.5 km al sur de Ixkun. De esta manera, el poder de Ixkun había eclipsado y solamente algunas personas habitaban y producían en el antiguo centro, ahora dependiente de Ixtonton. La misma suerte de Ixkun pudo suceder en los otros centros de la meseta de Dolores, que se encuentran aún más cercanos al nuevo núcleo unitario.

Por otra parte, el segundo ejemplo refiere a la situación del Clásico Terminal en la cuenca media del río Mopan (Figura 18). Este es un escenario complejo de discernir debido a la presencia de dos centros mayores asentados en forma contigua en la ribera oeste del río Mopan: Ucanal y Calzada Mopan. Ambos subsisten aún para el Postclásico. Resulta claro que éstos debieron atraer a la dinámica población clásica que había establecido varias entidades políticas asociadas con los ríos Mopan y Chiquibul, tales como El Rosario, El Calabazal, El Triunfo y El Naranjal, entre otras, en donde la población del Clásico Terminal y del Postclásico continuó ocupando secciones menores de esos asentamientos, aunque el poder político y económico se concentró en los dos mega centros de la vega del río.

Ahora bien, el dilema radica en determinar el tipo de relación existente entre Ucanal y Calzada Mopan. El asentamiento es muy distinto entre uno y el otro, con Ucanal mostrando plazas contiguas y una zona de habitación concentrada, mientras que en Calzada Mopan las plazas del área central son dispersas con la zona de habitación colocada por doquier. Por otra parte, se ha discutido el panorama cosmopolita de Ucanal en las Tierras Bajas Centrales, mientras que de Calzada Mopan – a pesar de ser el sitio más poblado conocido hasta ahora en el sureste de Petén y con una delirante actividad en el Clásico Terminal, al menos en la zona de la Acrópolis – guarda un silencio aterrador para todo intento interpretativo debido al robo de sus monumentos.

Para rematar el comentario, solamente hay que recordar que en Calzada Mopan existen seis terrenos para el Juego de Pelota, entre ellos uno de los de mayor longitud conocidos en Petén – con más de 40 m – un récord no igualado por Tikal u otras urbes en este territorio (Roldán 1995). La ausencia de monumentos que permitan conocer su participación en los sucesos históricos del Clásico Tardío dejan una duda mayor acerca de si Calzada Mopan podría haber causado el verdadero eclipse de Ucanal, en vez de buscar otro antagonista más alejado como por lo general se ha intentado con Caracol o Naranjo. Este anonimato recuerda lo expuesto para el área montañosa entre sitios tan beligerantes como Ixtonton e Ixkun.

Figura 14  Plano de Ixkun mostrando las estructuras inconclusas

Figura 18  Entidades políticas para el Clásico Terminal

La ruta que de este a oeste une a la costa Caribe con los ríos Pasión y Usumacinta es de carácter fluvial mediante el corredor formado por los ríos Belice, Mopan, Salsipuedes y, luego de un parte aguas, el río San Juan como tributario del Pasión (Figura 15). Esta fácil y práctica comunicación fomenta aspectos históricos comunes entre ambas zonas a través de un largo tiempo (como se observa en inscripciones del Clásico Tardío en Ixtutz y Naj Tunich). Asimismo, también los hay para el Clásico Terminal. Estos son importantes dado que involucran directamente a los sectores dirigentes de dos sitios: Ucanal y Ceibal. Luego de un periodo de 30 años en que no se erigen monumentos en Ceibal, hacia 830 DC se sucede un nuevo periodo de desarrollo encabezado por el gobernante Ah-Bolon-Abta Watul-Chatel, quien pudo ser enviado por el señor de Ucanal para reestablecer un asiento de poder en la región del río Pasión (Schele y Mathews 1998). Sucede entonces la erección de varias estelas y la construcción de un templo de planta radial, en donde también se observan elementos estilísticos como aquellos introducidos desde Yucatán.

GENERALIDAD FINAL

Finalmente, no puede determinarse hasta cuándo se prolongó el Clásico Terminal, aunque debió alcanzar el siglo XI o aun el XII, es decir 250 años después de concluido el Clásico Tardío. Aunque no hay una fuente de fechamiento explícita, se basa este criterio en el volumen constructivo que fue logrado a través del amplio territorio del sureste de Petén, así como en el tiempo en que se derivan estos conceptos hacia otras zonas, de las cuales por el momento solamente se ha establecido la del río Pasión.

Como se ha visto, Ixtonton, Calzada Mopan, Ucanal, Sacul, El Chal y El Chilonche formaron el selecto grupo que tomó el papel protagónico en el sureste de Petén, junto con otros sitios más que no han sido suficientemente investigados en la cuenca baja del río Mopan y en el río Belice. En el Clásico Terminal éstos se habían transformado en estados de carácter unitario cimentados sobre la base de tipo segmentario de siglos atrás, a manera de perpetuar su función en la estructura de las Tierras Bajas Centrales.

No obstante haber superado tan crucial cambio político y haber sobrevivido a los cambios sucedidos con el eclipse de las grandes urbes dominantes en el Clásico Tardío, al llegar el Postclásico se reduce drásticamente la actividad, aunque en apariencia con una población empobrecida, que sin embargo sigue utilizando el mismo espacio ritual de los siglos anteriores y, en los casos en que existe construcción, ésta sirve para remodelar las edificaciones que siempre habían sido los lugares centrales y sagrados. Aunque en forma contradictoria a enunciados anteriores en esta plática, esta situación también puede indicar que se trata de la misma población Mopan que se distinguió en el Clásico Terminal.

La mala condición que se advierte para el pueblo Mopan en los últimos siglos del Postclásico pudiera reflejar un rompimiento de las antiguas rutas de intercambio, así como también la centralización del poder con respecto de la población Itza, que para entonces debió rivalizar con los núcleos Mopan del sureste de Petén. Aunque no hay con evidencia alguna, no se cree que la relación entre ambos grupos derivados del Yukateko haya sido cordial. Muy poca información sobre el Mopan se encuentra en las fuentes etnohistóricas y su aislamiento parece haber sido progresivo en aquellas tierras de sabana y montaña. Un estudio más profundo es decididamente necesario. Mientras éste se lleva a cabo, baste decir que aún hoy en día existe población Mopan reducida al municipio de San Luis en el extremo sur de Petén y más que nada se les encuentra en el sur de Belice. Genéricamente se habla de que la diáspora Mopan y su huída hacia Belice sucedió a partir de 1883 y esta migración aún continuaba en 1930. Sin profundizar en los motivos del nuevo movimiento poblacional, se ve que – a pesar de haber resuelto algunos aspectos de su presencia en el sureste de Petén – todavía será necesario continuar “trás la huella del Mopan”.

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