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Carpio Rezzio, Edgar
2002 Nueva información sobre la obsidiana de Tak´alik Ab´aj (antes Abaj Takalik). En XV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y B. Arroyo), pp.835-838. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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NUEVA INFORMACIÓN SOBRE LA OBSIDIANA
DE TAK´ALIK AB´AJ
(ANTES ABAJ TAKALIK)
Edgar Carpio Rezzio
Nota de la edición: se ha actualizado el nombre del sitio a Tak´alik Ab´aj
La lítica ha demostrado ser uno de los componentes más importantes de la evidencia material de las sociedades mesoamericanas de la época prehispánica. Un ejemplo notable lo constituye la colección de artefactos líticos de Tak´alik Ab´aj, la cual es incrementada año con año gracias a los trabajos de excavación que se llevan a cabo en los distintos sectores que abarca el mismo.
Este trabajo forma parte de los resultados de los estudios desarrollados con la lítica de Tak´alik Ab´aj, durante la temporada correspondiente al 2000. En el transcurso de ese año fueron localizadas nuevas evidencias líticas que han venido a ensanchar la muestra de temporadas anteriores, tanto en artefactos de obsidiana como en objetos de lítica mayor.
Con respecto a la obsidiana, la colección ha aumentado notablemente por los trabajos realizados en la Terraza 3 y por los reconocimientos llevados a cabo en los sectores norte y oeste del sitio. Esta colección incluye varios miles de objetos, que fueron estudiados en un nivel de cada lote. La variedad y cantidad de los artefactos ponen de manifiesto que tales objetos constituían la herramienta básica para las actividades cotidianas. Al mismo tiempo, un buen número de estos artefactos posee características especiales, como los localizados en las ofrendas recién descubiertas en Tak´alik Ab´aj. En este caso se trata de objetos de gran acabado, como las navajas prismáticas completas, que adquieren un significado diferente como elementos de posición social. La presencia en el sitio de artefactos que proceden de varias fuentes de obsidiana constituye una evidencia de las relaciones externas que sin lugar a dudas sostuvo Tak´alik Ab´aj con otras entidades y es indicadora de una economía de intercambio.
PROCEDIMIENTOS DE CLASIFICACIÓN Y ANÁLISIS
Como guía para desarrollar la investigación sobre la lítica de Tak´alik Ab´aj para el año 2000 se plantearon los objetivos siguientes:
– Establecer el comportamiento de la muestra de obsidiana de los diferentes sectores del sitio
– Comparación de los resultados actuales con los obtenidos en las temporadas anteriores
– Ampliación de la base de datos de la obsidiana y artefactos líticos de Tak´alik Ab´aj
– Establecer comparaciones entre la muestra de Tak´alik Ab´aj y otras de sitios contemporáneos en la región, tanto en artefactos de obsidiana como en otros de lítica mayor
Para alcanzar tales objetivos se llevaron a cabo las siguientes actividades:
– Clasificación tipológica para artefactos de obsidiana
– Descripción de los artefactos en un nivel de lote de excavación
– Creación de la base de datos “Fincas” para la obsidiana procedente de los sectores externos al parque Tak´alik Ab´aj
– Análisis de estadística descriptiva
– Análisis macroscópicos para determinar fuentes de obsidiana
– Elaboración de muestrarios y ubicación de los mismos en el sitio y en el IDAEH
– Registros gráficos de los artefactos (incluyendo fotografías y dibujos)
– Estudios métricos de los artefactos (dimensiones y pesos)
El estudio la obsidiana se llevó a cabo en las instalaciones del Salón 3 de la finca La Aurora, y ocasionalmente en Tak´alik Ab´aj, cuando fue necesario. La lítica mayor fue estudiada en el propio Tak´alik Ab´aj debido al tamaño de los artefactos y a su difícil transporte.
Para el caso de la obsidiana se procedió a efectuar descripciones detalladas por cada lote de los diferentes sectores excavados en el presente año. A las descripciones se sumó un análisis estadístico de porcentajes, únicamente en muestras de veinte (20) o más artefactos, para obtener datos confiables y comparables. En muestras relevantes, como el caso de los artefactos de las ofrendas, se realizaron estudios métricos, es decir, se procedió a medir, pesar y observar con lupa de alto poder cada artefacto.
La descripción de los objetos de obsidiana por lote incluye: procedencia, cantidad de artefactos, cuantificación tipológica, porcentaje con respecto a la muestra, fuente de origen y datación, cuando se contaba con la información. En muchos casos se agregó un comentario.
Para la muestra procedente de las fincas Buenos Aires, San Elías y San Isidro, fue creada una base de datos en MINARK, denominada “Fincas”. El total de artefactos incluidos en dicha base fue de 243.
Para la determinación de las fuentes de obsidiana se utilizó la técnica visual, con luz diurna, apoyada en algunos casos por la lupa. Para garantizar la validez de esta técnica se tomó en cuenta la distancia a las fuentes, la información cronológica sobre el manejo de las fuentes en la Costa Sur, el tipo de artefactos y los contextos. La técnica visual, manejada con precisión, ha logrado el beneplácito de numerosos especialistas de obsidiana en Mesoamérica.
COMENTARIO E INTERPRETACIÓN
En general, la navaja prismática es el artefacto dominante a través de todos los periodos estudiados. Siendo el tipo tecnológico más elaborado, debió ser la herramienta de corte por excelencia. Es al mismo tiempo el artefacto que presenta mayores modificaciones, sobre todo con retoques en los bordes y en los extremos. Esto con el propósito de ampliar las funciones de la navaja, convirtiéndola en perforador, raspador, tajador, etc., según el caso. Las huellas de uso varían desde uso leve hasta casos de uso extremo en los cuales llegan a ser visibles las estriaciones por corte. También se cuenta con retoque bipolar para la remoción de bordes agotados, generándose astillas columnares.
Muy por debajo se cuenta con navajas irregulares de percusión y lascas de diversos tamaños. En algunos artefactos se aprecian modificaciones y huellas de uso, aunque en el caso de las lascas grandes, por lo general muestran señales de desgaste por raspado.
La presencia de lascas pequeñas, así como desechos de talla, corteza y algunos fragmentos de núcleos agotados, sugieren la posibilidad de la elaboración de artefactos en el sitio. Es probable que algunas navajas hayan sido obtenidas en algunos sectores de Tak´alik Ab´aj, aunque por el momento no se puede hablar de talleres por no contar con la evidencia necesaria como basureros o áreas de descarte. Sin embargo, no se debe olvidar la muestra de los desechos de un taller de obsidiana de la operación A2-0/5-6 excavada en 1988. La cantidad total de artefactos fue de 838, e incluía todo tipo de artefactos en la secuencia de reducción, al menos para la obtención de artefactos por percusión directa.
Con respecto de las fuentes de obsidiana, en casi todas las muestras y a través de los distintos periodos hay un claro predominio de la fuente de San Martín Jilotepeque, seguida de El Chayal. No obstante en el Sector QQ10a, Estructura 35 de la Terraza 6, con materiales correspondientes al Preclásico Tardío, la fuente con mayor cantidad de artefactos es El Chayal, lo que constituye un dato interesante. Es difícil, por el momento, argumentar a que se debe este cambio notable, pero sí es pertinente anotar que ocurre en un sector específico y no en un nivel general, por lo que se puede inferir que en la Estructura 35 existía una tendencia diferente a la del resto del sitio en el mismo periodo. Posiblemente se trate de estrategias de abastecimiento diferentes o cierto tipo de funciones que eran cubiertas por material foráneo. Algo similar ocurre en la Operación G-7pe, Lote 6, en donde la mayoría de los artefactos provienen de la fuente de El Chayal.
En una muestra de 964 artefactos de los lotes analizados, excluyendo los sectores RR, QQ y las ofrendas, 828 artefactos corresponden a San Martín Jilotepeque, es decir, el 85.8%, quedando el resto para El Chayal y un porcentaje menor posiblemente para San Martín Jilotepeque y otras fuentes.
En resumen, para los periodos Preclásico Medio y Tardío, la fuente de San Martín Jilotepeque es dominante en Tak´alik Ab´aj. Para el Preclásico Tardío, sólo en algunos sectores restringidos hay una mayor presencia de El Chayal. Los pocos materiales del Clásico en adelante sí evidencian cambios notables como la introducción de la obsidiana verde en el Postclásico.
Con relación a la obsidiana localizada en las ofrendas procedentes tanto de la Estructura 7 en la Terraza 3 (H9bo), como de la Estructura 61a de la Terraza 5 (18a), se cuenta con navajas prismáticas completas sin uso aparente. Las primeras, de mayores dimensiones, corresponden a la fuente de El Chayal, y al igual que en la ofrenda encontrada por el proyecto de la Universidad de Berkeley en el Montículo 17, se escogió material de esta fuente en un periodo dominado por artefactos de San Martín Jilotepeque, lo que le da un significado especial. Es probable que se escogiera obsidiana de El Chayal debido a que los núcleos son de mayores dimensiones y a que éstos permiten la extracción de objetos de gran tamaño, si es lo que se quería resaltar. Cabe señalar que éstas, junto con las de la ofrenda del Montículo 17, se encuentran entre las mayores navajas prismáticas completas encontradas en el área Maya.
En cuanto a la ofrenda de la Operación 18a, las navajas prismáticas corresponden a la fuente de San Martín Jilotepeque y no muestran huellas de uso. Se encontraron colocadas en forma de “X” sobre un plato. Esto debió tener algún significado que por el momento se desconoce. Sin embargo, en este caso se prefirió colocar artefactos de la fuente más usual que aquellos de El Chayal observados en las otras ofrendas. El tamaño de las navajas de San Martín Jilotepeque es menor, lo que coincide con la tendencia de los núcleos de esta fuente que suelen ser menores que los de El Chayal por alguna razón específica.
Como se ha observado, los artefactos de obsidiana en Tak´alik Ab´aj cumplen dos funciones bien establecidas: una como herramienta de uso cotidiano presente en todos los contextos; y otra como objeto para ofrendar, encontrándose en este caso artefactos íntegros, completos y de notable acabado.
Con respecto al sector de las fincas, se aprecia que el tipo dominante sigue siendo el de las navajas prismáticas, representado por sus distintos segmentos, en particular por mediales. A este le sigue el tipo de las lascas, grandes o pequeñas y los desechos de talla.
La fuente de San Martín Jilotepeque sigue siendo preeminente, seguida por materiales de El Chayal, aunque ahora se cuenta con la presencia de materiales del Cerro de las Navajas, que en un nivel general alcanzan el 11%, así como algunas piezas de Ixtepeque.
La presencia de obsidiana verde es más notable en el periodo Postclásico y en la finca Buenos Aires en la Operación FBATR7h, se cuenta con 24 artefactos de esta fuente (la mayoría navajas prismáticas con uso), representando el 70% de las fuentes en esta muestra. Esta es la colección mayor de artefactos de obsidiana verde en Tak´alik Ab´aj y, por la época a que corresponden, su presencia podría estar vinculada con el comercio o el arribo de los grupos étnicos dominantes en el Postclásico, como los K´iche´ por ejemplo, aspecto que también se observa en la cerámica. Esta colección fue seleccionada para formar parte del muestrario de obsidiana de Tak´alik Ab´aj y varios de los artefactos fueron fotografiados.
Otro dato interesante en el análisis estadístico lo constituye el hecho que el tipo de las lascas está más vinculado con la fuente de San Martín Jilotepeque, lo que podría haber estado asociado con estrategias de abastecimiento, debido a la cercanía de esta fuente. Por el contrario, las lascas provenientes de El Chayal son más escasas, lo que apunta a la adquisición de navajas ya finalizadas o núcleos listos para su reducción.
El índice de borde/masa (b/m) para establecer la efectividad de las navajas prismáticas fue de 2.4 cm de filo cortante por gramo de obsidiana, para las navajas provenientes de El Chayal, y de 3.7 cm para las navajas de San Martín Jilotepeque. Aunque ésta es la tendencia en el área de las fincas estudiadas, representa un dato interesante si se toma en cuenta que la fuente más lejana es la de El Chayal y que por lo tanto su índice de b/m debiera ser mayor. Por el contrario, la fuente más cercana es la que posee el b/m más alto, lo que indica que los núcleos eran agotados hasta el extremo. Es necesario realizar este tipo de análisis en otras muestras y otros periodos de ocupación del sitio para tener un cuadro más general y poder sugerir las causas de esta tendencia. Por el momento sólo se puede argumentar que debido a los vaivenes de los periodos Clásico Tardío y Postclásico, sufrieron cambios las estrategias de abastecimiento y que a ellas pueden obedecer los patrones observados.
Finalmente, se espera que los datos aportados por el estudio de la obsidiana de Tak´alik Ab´aj puedan agregar nuevas luces sobre la importancia del uso de estos materiales en las sociedades prehispánicas. En particular, proporcionando información interesante acerca de los mecanismos de producción, adquisición, distribución, uso y descarte. Los estudios no se detienen y los materiales continúan incrementándose, lo que significa que en el futuro próximo será posible agregar nuevas piezas al rompecabezas de la economía de la Costa Sur en épocas remotas.