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54 Cancuen, enclave de intercambio entre las Tierras Bajas y Altas de Guatemala: La evidencia cerámica – Jeanette Castellanos, Cassandra R. Bill, Michael G. Callaghan y Ronald L. Bishop – Simposio 16, Año 2002

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Castellanos, Jeanette, Cassandra R. Bill, Michael G. Callaghan y Ronald L. Bishop

2003        Cancuen, enclave de intercambio entre las Tierras Bajas y Altas de Guatemala: La evidencia cerámica. En XVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2002 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H. Escobedo y H. Mejía), pp.629-641. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

54

CANCUEN, ENCLAVE DE INTERCAMBIO ENTRE LAS

TIERRAS BAJAS Y ALTAS DE GUATEMALA:

LA EVIDENCIA CERÁMICA

Jeanette Castellanos

Cassandra R. Bill

Michael G. Callaghan

Ronald L. Bishop

Cancuen se localiza en el sureste de Petén, en el límite con Alta Verapaz, en el inicio de la parte navegable del río Pasión, una de las principales vías de intercambio y comunicación en el área Maya. Como han señalado varios arqueólogos con antelación, la posición estratégica de Cancuen entre el Altiplano y las Tierras Bajas lo hizo un sitio apto para el control del flujo de productos entre ambos territorios. Por ello, uno de los principales objetivos del Proyecto Cancuen es examinar la naturaleza y alcance de la interacción y filiación de este sitio con otras regiones a lo largo de su historia (Bill et al. 2001). En esta oportunidad vamos a tratar de vincular tales interacciones a través de un acercamiento comparativo inicial de la cerámica de Cancuen con aquella de otras regiones de las Tierras Bajas ocupadas durante el Clásico Tardío.

En términos del análisis cerámico, el caso de la tradición alfarera de Cancuen representa un reto para el estudio de aspectos relacionados con su génesis y estilo. En cuanto al primer tópico, aún es necesario hacer más excavaciones en contextos tempranos antes de aventurarse a reconocer su origen y evolución. Sin embargo, ahora se están dando los primeros pasos hacia la división del complejo Clásico Tardío de Cancuen en tres sub-fases, con base en el material cerámico proveniente de contextos estratigráficos, la identificación de modos distintivos y algunas diferencias en las frecuencias de ciertos tipos. En este trabajo se expondrán datos sobre la identificación de las vajillas locales y foráneas del Clásico Tardío, que se han logrado definir mediante la aplicación de una tipología más refinada y por la información derivada de los análisis de composición que Bishop está llevando a cabo.

CERÁMICA LOCAL DE CANCUEN

Como se reportó anteriormente (Bill et al. 2001), la cerámica Clásico Tardío de Cancuen está conformada por un componente regional que en algunos aspectos es similar a los algunos sitios de las Tierras Bajas, pero bastante distinta a la de otros. El análisis se inició estableciendo la presencia de grupos y tipos estrechamente compartidos con el resto de las Tierras Bajas en el periodo en cuestión.

La cerámica utilitaria con engobe rojo exhibe claras afiliaciones con ciertos tipos del grupo Tinaja de otros sitios de las Tierras Bajas. Las vasijas del grupo Tinaja constituyen entre el 10 y 20 % de la cerámica proveniente de basureros, pero su frecuencia es relativamente limitada. Los cuencos Chaquiste Impreso, así como algunos tiestos de vasijas Zopilote Ahumado, aparecen en menor cantidad en los contextos Tepeu 2 temprano. Pero la mayoría de las vasijas del Grupo Tinaja de Cancuen consisten en cántaros de los tipos Tinaja Rojo y Pantano Impreso.

El componente del Clásico Tardío también incluye grandes cantidades de vasijas policromas Saxche-Palmar Naranja (Figura 1), que constituyen aproximadamente el 70% de las vajillas finas de los contextos de basureros Tepeu 2 temprano y 30% de los contextos Tepeu 2 Tardío. La muestra actual incluye cuencos de paredes divergentes, cuencos de paredes curvas y cilindros, pero hasta ahora la mayoría de vasijas consiste en platos trípodes grandes y pequeños con o sin pestaña basal. Los ejemplares de los grupos Saxche y Palmar de Cancuen guardan nexos muy cercanos con la tradición policroma de las Tierras Bajas, pero se requiere de un mejor análisis estilístico para determinar sus posibles centros de manufactura y del análisis de composición que mejorará este aspecto del conocimiento.

Figura 1  Saxche-Palmar Naranja Policromo

Investigaciones de gabinete realizadas por Jeannette Castellanos incluyeron la revisión de los muestrarios de los sitios de Altar de Sacrificios, Alta Verapaz, Ceibal, Mirador, Petexbatun, Piedras Negras, Poptun, Quiché, Uaxactun y la Colección Dieseldorff del Museo Nacional de Arqueología y Etnología, así como la colección del sureste de Petén del Atlas Arqueológico de Guatemala y el muestrario de la región del Petexbatun, depositado en el Salón 3 de la finca La Aurora. Este estudio ha corroborado la sospecha inicial que la cerámica característica de Cancuen está compuesta de cuencos utilitarios grandes con engobe naranja, de bocas amplias (Figura 2) y restringidas (Figura 3), con quiebre en el hombro, con y sin impresiones digitales y de uña en sus paredes. Además, son también muy característicos los cántaros de bordes salientes y cuellos verticales altos del mismo color. En otras palabras, los tipos anteriormente descritos pudieron ser manufacturados localmente ya que son poco comunes en otros sitios de las Tierras Bajas del centro y sur de Petén, y están virtualmente ausentes en las colecciones ya mencionadas, salvo por escasos ejemplares parecidos en formas compartidas en Tepeu 2.

Figura 2  Vasijas con punzones: Forma abierta

Figura 3   Vasijas con punzones: Forma restringida

Entonces, la tradición impresa está claramente relacionada con otros sitios de las Tierras Bajas, como se observa en los tipos Chinja Impreso de Petén (Forsyth 1989), Pascua y Kaway de Belice (Gifford 1976). Sin embargo, son distintivas las formas y superficies con engobe naranja de tales vasijas de Cancuen, al igual que la preponderancia de estos tipos durante la ocupación del sitio en el Clásico Tardío. Hasta ahora esta es la cerámica utilitaria más común en Cancuen, representando entre el 30% y 50% de toda la cerámica proveniente de basureros.

También son comunes en Cancuen las vasijas de pasta fina que tienen un engobe naranja claro y oscuro en el interior y exterior, así como una banda negra pintada en el borde (Figura 4). Estas vasijas conforman más del 30% de las vajillas finas provenientes de basureros Tepeu 2 tardío. Las formas incluyen cuencos de paredes redondas con base plana y la más común es el cuenco de paredes divergentes o ligeramente curvo divergentes con base plana y tres soportes pequeños de botón u ovalados. Aunque parece haber alguna relación con el Grupo Chunhuitz de los tipos de Belice (Gifford 1976) y el noreste de Petén (Smith y Gifford 1966), y con la variedad de color claro del tipo Nanzal Rojo de Ceibal (Sabloff 1975), las vasijas de Cancuen se distinguen por la presencia de una banda negra en el borde sin ninguna otra decoración asociada.

Figura 4  Cuencos naranjas con borde negro

Por su parte, la clase sin engobe del horizonte Tardío de Cancuen incluye grandes cántaros de borde saliente y doblado al exterior, cuyo acabado de superficie y predominio de pastas con desgrasante de calcita, tiene grandes similitudes con las colecciones de Petexbatun y Ceibal, aunque difiere del muestrario de la región del sureste de Petén, en donde predominan los bordes engrosados. De igual forma, los comales planos y la forma de cuencos profundos – que son comunes en Cancuen y en el sureste de Petén – están casi ausentes en las colecciones de Petexbatun y Ceibal. La mayor diferencia entre la cerámica sin engobe de Cancuen y la de otros sitios de las Tierras Bajas – que es además uno de los rasgos más notables de la cerámica del Clásico Tardío de Cancuen – es la escasa presencia de vasijas estriadas, que constituyen una parte importante de la cerámica Clásica de otros sitios.

Cabe mencionar que el grupo sin engobe de Cancuen también incluye una pequeña muestra de incensarios – modelados, de mango, picos, asa y espigas – completamente disímil a los de Petexbatun y Ceibal, los cuales aparentemente corresponden a la tradición de incensarios del Altiplano Norte de Guatemala, pues su manufactura de pasta, forma y estilo está ampliamente ejemplificada en otros sitios de dicha región, lo que denota una fuerte influencia ideológica que emanaba desde allí. Sin embargo, es necesario hacer más análisis de composición para respaldar esta hipótesis.

Además, la cerámica con engobe de color negro de Cancuen (Figura 5) no se semeja a la tradición de las Tierras Bajas Mayas, aunque comparten algunos modos, pasta y acabado de superficie, incluyendo decoración de punzones con caña. Estas características son más similares a algunos ejemplares de Alta Verapaz y a algunas vasijas de la colección Dieseldorff, que se encuentran en el Museo Nacional de Arqueología.

CERÁMICA NO LOCAL EN CANCUEN

Además de estos aspectos y rasgos de la cerámica local, la cerámica del Clásico Tardío de Cancuen también incluye varios tipos de vasijas que no son locales, y que se derivaron o fueron importados de distintas regiones.

Entre las vasijas sin engobe recuperadas en un basurero excavado por Kovacevich en el grupo M-10, se pudieron recuperar cuatro cántaros de pasta micácea de cuello alto y asas laterales, que tal vez pertenecen a la tradición de la región del río Motagua (hay ejemplares similares en las colecciones del Motagua en las Universidades del Valle y San Carlos de Guatemala, según comunicación personal con Marion Popenoe de Hatch y José Paredes, respectivamente), y que están asociados a los hallazgos de un taller de jade. Esto parece sugerir la presencia de artesanos especializados en el trabajo el jade que llegaron de dicha región para trabajar en Cancuen.

Figura 5  Negro Pulido: Vasijas con impresiones de caña e incisión

Los dos tipos de vasijas importadas más abundantes y con distribución más amplia en el sitio son el Chablekal Gris Fino y varios tipos de cerámica con engobe crema. A continuación se analizará la naturaleza de este componente importante de la cerámica Clásico Tardío de Cancuen y lo que nos indica con respecto a la economía del sitio y otros tipos de afiliaciones con dos regiones específicas dentro del área Maya.

El primer patrón observado en las vajillas importadas es la abundancia de cerámica Chablekal Gris Fino, recuperada tanto en basureros como en contextos funerarios del sitio. Las vasijas que pertenecen a varios tipos del Chablekal Gris Fino constituyen más del 20% de las vajillas finas en algunos basureros, al igual que un porcentaje grande de las ofrendas funerarias que se han recuperado en Cancuen.

Las formas típicas consisten de vasijas con paredes verticales o levemente divergentes en su parte superior, así como gran cantidad de cuencos de silueta compuesta y vasos, junto con cuencos de paredes curvas. La mayoría de vasijas completas en la muestra actual tienen soportes redondos huecos, pero en el material Chablekal Gris Fino se han encontrado tiestos de bases planas (posiblemente de vasijas cilíndricas), y una base “falsa” con sonajas. Aunque algunas vasijas parecen ser del tipo Chablekal Liso, la mayoría de la muestra consiste de vasijas pertenecientes a los tipos decorados Chicxulub Inciso y Telchac Compuesto.

Los motivos comunes incluyen elementos geométricos angulares (como grecas escalonadas), huellas de pie y especialmente monos (Figura 6), realizados con incisiones que varían de mediano a burdo, y que en algunos casos son bastante crudas. La presencia de engobe en zonas, característico del Tipo Telchac Compuesto, también tiene una frecuencia relativamente alta en el material Chablekal Gris Fino de Cancuen – donde las áreas o diseños rodeados por líneas incisas (por ejemplo, monos) son negros y el área alrededor es gris. Otra convención decorativa común son los punzones de puntos o achurados hechas con la técnica de estampado dentado.

Figura 6  Chablekal Gris Fino

Las vasijas Chablekal Gris Fino fueron hechas de una pasta no carbonatada compacta extremadamente fina, que puede ser de color gris claro o gris amarillento claro hasta café amarillento. Los análisis químicos de composición indican que su centro de producción se encontraba en un área alrededor de Palenque, en las regiones del bajo y medio Usumacinta (Rands, Bishop y Sabloff 1982; Bishop 1994).

El Chablekal Gris Fino es mucho más común en sitios de las Tierras Bajas del Norte y Occidente, pero también está presente en varios centros en las Tierras Bajas Centrales, incluyendo Piedras Negras, Altar de Sacrificios y algunos sitios de la región de Petexbatun. Sin embargo, la cantidad de cerámica Chablekal Gris Fino encontrada en estos sitios es mucho menor a la de Cancuen.

Bishop también ha notado que los programas decorativos característicos de la cerámica Chablekal de Cancuen están iconográficamente más relacionados a los de Piedras Negras que a los de Palenque. Esto, junto con la mayor cantidad de Chablekal Gris Fino de Cancuen en comparación a otros sitios de las regiones inmediatas e intermedias entre Palenque y Cancuen, genera ciertas preguntas concernientes a los patrones de acceso e interacción a lo largo de las regiones de los ríos Usumacinta y Pasión, hacia el final del periodo Clásico Tardío.

La cantidad notable de vasijas Chablekal que se han encontrado en Cancuen parece sugerir su comercio intensivo con las regiones de Palenque y Cancuen – posiblemente a cambio de jade, que estaba siendo procesado en el sitio. Además, la distribución de Chablekal Gris Fino aparece tanto en zonas de alto y bajo estatus como en contextos rituales y domésticos de Cancuen, lo que sugiere que no fue un bien de acceso restringido a la élite.

Alternativamente, la abundancia de Gris Fino Chablekal en Cancuen, comparado con otros sitios del Pasión puede deberse en parte a una cuestión cronológica. A este respecto, no hay duda que Cancuen fue uno de los pocos sitios de la región que se expandieron y florecieron durante la época Tepeu 2 tardío, entre 760 y 830 DC, que es cuando la cerámica Chablekal estaba siendo producida y distribuida. Otra posibilidad, según Demarest y Fahsen (en este volumen), es que el crecimiento de Cancuen durante esta época y la abundancia de Chablekal Gris Fino en el sitio, fueron producto de la llegada de élites que emigraron de Dos Pilas y tal vez de otras partes de la región de Petexbatun, que en ese tiempo estaba enredada en guerras endémicas.

Otro tipo de preguntas surgió durante este año a partir de la recuperación de por lo menos una vasija que aparentemente fue copia o imitación de Chablekal Gris Fino (Figura 7). La vasija fue decorada usando convenciones y motivos típicos de Chablekal, incluyendo monos incisos y un estampado dentado, pero fue elaborada de una pasta más burda que es químicamente distinta a la de la cerámica Chablekal de la región de Palenque. Aunque no se han completado los análisis de composición de esta vasija, los datos preliminares sugieren de forma tentativa que provino de alguna región de las Tierras Altas de Guatemala.

Figura 7  Imitación de Chablekal Gris Fino

En la temporada pasada también se recuperó una vasija completa (Figura 8), y varios tiestos de diferentes vasijas, que fueron hechas de lo que parece ser pasta de Chablekal Gris Fino, decorados con caras modeladas e incisas de lo que parecen ser monos. De acuerdo con Bishop, esta convención decorativa no se encuentra en la cerámica Chablekal de la región de Palenque. Sin embargo, en el reporte de la cerámica de Chipoc (Smith 1952:224), se registraron caras de monos incisas y modeladas en varios tipos de cerámica provenientes de la cuenca de Cobán – aunque aparecen como pequeños elementos repetidos en bandas bajo el borde.

Las conexiones más directas con las Tierras Altas del Norte de Guatemala están representadas en el segundo componente más importante de la cerámica Clásico Tardío de Cancuen – que es el número relativamente alto de vasijas con engobe crema que se han recuperado en varios contextos del sitio. Estas vasijas fueron elaboradas a partir de una pasta no carbonatada de textura fina a mediana, que contiene varias inclusiones de origen volcánico. El color de la pasta puede variar desde el rojo hasta ante, pero es característico el color café rojizo o “canela”. Las formas más comunes consisten de vasos y cuencos con paredes divergentes o curvo divergentes, con bases planas, y a veces con soportes sólidos o huecos. Otras formas incluyen cuencos con cuello y posiblemente cántaros.

Figura 8  Chablekal Gris Fino

Las superficies exteriores de todas las vasijas tienen engobe crema y están pulidas. En los ejemplares mejor conservados, el engobe crema es grueso y la superficie es bastante lisa, con una textura “sedosa” y un lustre suave. En la mayoría de casos, los interiores de las vasijas fueron pulidos y ahumadas de color negro o café, aunque la superficie interior de algunas de ellas también tiene engobe crema. Esta cerámica con engobe crema fue decorada usando una variedad de técnicas, incluyendo líneas finas incisas en los exteriores de las vasijas (Figura 9). Lo más probable es que la superficie de la pasta café rojiza fue expuesta por las líneas incisas, pero en algunos ejemplares bien conservados, donde el engobe está todavía grueso y duro, el interior de por lo menos algunas líneas también presenta engobe.

Figura 9  Vasija incisa con engobe crema

Es bastante común encontrar diseños con una banda de elementos bajo el borde, que incluyen elementos geométricos como flechas o «chevrones», grecas escalonadas y pares repetidos de jeroglíficos o pseudo-glifos (Figura 10). En algunas vasijas incisas también se han observado zonas de pintura roja y bandas del mismo color en el borde. Una vasija tiene una superficie lisa de engobe crema bajo una banda de glifos repetidos en el borde, pero la mayoría de vasijas también presentan decoración incisa en el cuerpo. Los elementos pueden ser zoomorfos, incluyendo serpientes (Figura 9), y antropomorfos que en algunos casos pueden ser parte de escenas complejas que fueron realizadas finamente en un estilo caligráfico similar al usado en las vasijas policromas pintadas. Otras vasijas, particularmente las de contextos tardíos que fueron hechas de una pasta diferente, tienen elementos geométricos más burdos o líneas simples verticales y horizontales.

Figura 10  Vasija incisa con engobe crema

Un segundo modo de decoración muy común consiste de exteriores de vasijas con pintura negativa (Figura 11). Los diseños parecen haber sido realizados por medio de la aplicación de un material resistente sobre la superficie de engobe crema, creando una atmósfera “ahumada” durante el horneado de la vasija. Los elementos de los diseños incluyen flores, círculos, puntos y líneas – que aparecen típicamente de color crema sobre una base ahumada negra o café, aunque no son raras las manchas anaranjadas. La muestra actual también incluye algunas vasijas con pintura negativa café anaranjada y naranja sobre crema.

La combinación de diferentes tratamientos de decoración es relativamente común – como una vasija que tiene un cuerpo acanalado y bandas incisas con elementos jeroglíficos abajo del borde y arriba del quiebre basal; y otra vasija (Figura 9) que tiene columnas de puntos en pintura negativa y paneles de pintura roja que enmarcan una serpiente incisa.

Estas vasijas con engobe crema decoradas con incisiones y/o diseños pintados en negativo y otros ejemplares de la tradición de pintura negativa del Clásico Tardío, claramente guardan nexos con otros sitios del Altiplano Norte de Guatemala, especialmente con la zona donde se localiza el pequeño centro de Chipoc, Alta Verapaz, y Nebaj, Quiché. En lo que corresponde a pasta, forma y tratamiento de superficie, la cerámica con engobe crema recuperada en Cancuen es muy similar a las vasijas clasificadas por Smith (1952) como Crema sobre Café Mikado, así como varios tipos de pintura negativa de sitios del Altiplano como Chipoc.

Figura 11  Vasija con pintura negativa

Este tipo de cerámica con engobe crema es relativamente escaso en las muestras cerámicas provenientes de sitios de las Tierras Bajas Mayas durante el Clásico Tardío. Una pequeña cantidad de vasijas Crema sobre Café Mikado (clasificadas como Ojo de Agua Inciso) – similares a las encontradas en Cancuen – fueron identificadas en Uaxactun y Altar de Sacrificios por Smith (1955:8) y Adams (1971:44), quienes las definieron como importaciones provenientes del Altiplano Norte. Las vasijas de “Pintura Negativa del Clásico Tardío” (como ésta) son raras, y también aparecen solamente como importaciones ocasionales en otros sitios de las Tierras Bajas (Smith 1955:59).

La variación decorativa y la cantidad relativamente alta de vasijas con engobe crema en Cancuen son significativas (varios tipos de vasijas con engobe crema forman aproximadamente el 10% de las vajillas finas en los basureros del Clásico Tardío). Dada la cercanía de Cancuen con Alta Verapaz (cerca de 8 km al sur del sitio), es posible que la cantidad de estas vasijas importadas fuese mucho mayor a la de cualquier otro centro de las Tierras Bajas. También es posible que parte de la cerámica con engobe crema fuera producida localmente. En particular, las vasijas hechas con una pasta diferente y con decoraciones menos finas son más comunes en contextos tardíos.

Es necesario seguir haciendo comparaciones más detallada de la cerámica con engobe crema de Cancuen con la de otros sitios del Altiplano Norte y las Tierras Bajas (incluyendo información de análisis de composición química), con el objeto de determinar el lugar (o lugares) de producción de estas vasijas. Sin embargo, ya sea si fueron producidas localmente o importadas, la cantidad y variedad de la cerámica crema de Cancuen es un rasgo muy distintivo regional y – junto con otros rasgos discutidos con anterioridad – refleja que el grado de acceso y el patrón de afiliación con la cerámica del Altiplano Norte parece ser mucho mayor que la que se observa en cualquier otro sitio de las Tierras Bajas.

CONCLUSIÓN

La ubicación de Cancuen, en un punto estratégico entre el Altiplano y las Tierras Bajas, se refleja en varios aspectos de su componente cerámico, que exhibe una mezcla de rasgos que indican intercambio e interacción con varias regiones durante la ocupación Clásico Tardía del sitio. Aunque varios elementos de la muestra exhiben claramente afiliaciones con otros sitios de las Tierras Bajas, existen otros rasgos – tanto modos como tipos – que son distintivos y que sin duda reflejan la posición geográfica del sitio y posiblemente su papel como fronterizo entre el Altiplano y las Tierras Bajas.

Aunque el análisis de la cerámica está todavía en una etapa preliminar, se espera que a través del estudio interdisciplinario se pueda conocer más sobre la producción, distribución, e intercambio cerámico entre la población y dirigentes de Cancuen y sus homólogos circunvecinos, pretendiendo de esta manera explorar la infraestructura económica local y regional que sostuvo a este centro dentro de la esfera político-económica del Clásico Maya.

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