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Aquino, Daniel E.
2005 El Cuadrángulo A19: Un conjunto arquitectónico restringido en el epicentro de Naranjo, Petén. En XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2004 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.234-243. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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EL CUADRÁNGULO A19:
UN CONJUNTO ARQUITECTÓNICO RESTRINGIDO
EN EL EPICENTRO DE NARANJO, PETÉN
Daniel E. Aquino
Palabras clave:
Arqueología Maya, Guatemala, Petén, Naranjo, arquitectura, cuadrángulos, Clásico Tardío, Clásico Terminal
Los restos de una ciudad prehispánica envuelta por la selva fueron descubiertos en 1905 por Teobert Maler (1908), dándola a conocer al mundo con su singular descripción, haciendo especial énfasis en el urbanismo, arquitectura y monumentos erigidos en la antigüedad. Desde entonces y hasta la fecha, Naranjo ha creado gran interés entre académicos y aficionados, especialmente atraídos por la escultura, la historia dinástica y la majestuosidad del centro urbano.
Dos ilustres visitantes llevaron a cabo importantes trabajos de registro arqueológico en el sitio. Con tres visitas durante la década de 1920, es posible atribuir la nomenclatura vigente en cuanto a las estructuras y monumentos a Sylvanus Morley (1938), quien los organizó en los Grupos A, B y C. Posteriormente, entre finales de la década de 1960 y principios de 1970, Ian Graham (1975, 1978, 1980), realiza un registro detallado de los monumentos esculpidos y descubre el Grupo D, ubicado al norte de la Plaza Principal. Desde 1931, el sitio arqueológico Naranjo fue declarado Monumento Nacional Prehispánico (IGN 1981), y actualmente forma parte del Parque Nacional Yaxha-Nakum-Naranjo, ocupando el extremo este del mismo (Figura 1).
Lamentablemente, Naranjo ha sido víctima de una sistemática depredación, que ha arrasado con la mayoría de los monumentos esculpidos y sobrepasa los 2000 m³ de excavación ilícita, cuantificada en más de 150 saqueos realizados en un lapso de cuatro años (Fialko et al. 2002, 2003). La primera fase de investigación arqueológica en Naranjo inició en el año 2002 y continúa hasta el presente, limitándose a la acción de salvamento, en la cual se efectúa el registro de la evidencia cultural revelada por las depredaciones, con el fin de conocer los procesos evolutivos y la secuencia arquitectónica de las estructuras perpetradas. Los trabajos de conservación y salvamento son realizados por el IDAEH, a través de PROSIAPETEN, con el apoyo financiero del Banco de Desarrollo de Alemania (KFW).
EL CUADRÁNGULO A19
Este conjunto arquitectónico se encuentra ubicado en el epicentro del sitio, al norte de la Acrópolis Central y colinda hacia el oeste con la Plaza. Debido a su ubicación es posible argumentar que se trata de un complejo de gran importancia, que fue utilizado por un grupo restringido de la población. El conjunto fue penetrado por nueve saqueos, cuatro trincheras en el Palacio A22, un túnel en A24, una trinchera en A25, otras dos en A26 y un último túnel en A19. Solamente las plataformas A23 y A29 quedaron libres de las depredaciones (Figura 2).
Figura 1 Ubicación de Naranjo y otros sitios de la región (Fialko et al. 2003)
Figura 2 Ubicación del Cuadrángulo A19 en el epicentro de Naranjo (Graham 1975, con modificaciones)
El grupo ha sido identificado, de manera técnica, como una variable del Patrón de Plaza 2 estudiado ampliamente por Becker (1971, 1979, 1986, 2003). El Cuadrángulo A19 está constituido por un patio rodeado de palacios abovedados, plataformas y santuarios que se ubican sobre una gran nivelación artificial relativamente elevada. Las dimensiones interiores del patio son 29 m en sentido norte-sur y 23 m en sentido este-oeste. La sección norte está ocupada por el Palacio A22, en el noreste se encuentran las Plataformas A23 y A29, el extremo este está delimitado por el Oratorio A24, al sur se encuentra el Palacio A25, al oeste el Palacio A26, y en la esquina noroeste, coronando el complejo, se ubica el Templo A19, de quien se ha tomado el nombre para identificar al grupo.
Dos escalinatas de acceso han sido registradas, ambas conjugando construcción de mampostería con modificaciones en la caliza. La primera en el sector oeste, conducía desde las plataformas asociadas a la plaza hasta el Palacio A26, previo al tapiado del acceso registrado en la cámara central. La segunda escalinata se ubica en el sector sur del complejo, utilizada como acceso principal durante buena parte de la ocupación del grupo, hasta que se realizó la construcción del Palacio A25, que cierra el patio del cuadrángulo en época tardía.
Es posible argumentar que el conjunto se ha levantado sobre una antigua cantera de material de construcción, que fue readecuada y nivelada para soportar el grupo arquitectónico. Gracias a la excavación complementaria fue posible definir al menos cinco versiones del patio interior. Aparentemente, se origina en el sector oeste donde se han registrado hasta seis pisos de estuco sobre una gruesa capa de relleno constructivo. Hasta este momento no existe el cuadrángulo como tal. Posteriormente se llevaron a cabo las edificaciones en el sector norte, tanto el Palacio A22 como el Templo A19-1, así como la construcción del Oratorio A24, constituyendo un grupo nuclear abierto hacia el sur.
Finalmente, asociado con el último piso de plaza, se lleva a cabo la construcción del Palacio A25 y la Plataforma A23, cerrando así el patio en sus cuatro lados. Para esta época se han registrado únicamente dos accesos al patio, un pasillo entre los Palacios A25 y A26, y otro en la esquina noreste (Figura 3). Con la reocupación del conjunto en la última época registrada, se llevan a cabo la Plataforma A29 en la esquina noreste y una banqueta adosada a la fachada norte de A25, dando aún más realce al aspecto restringido del grupo.
EL CUADRÁNGULO A19: EVOLUCIÓN ARQUITECTÓNICA
Como previamente se ha observado, el conjunto alcanza una gran complejidad arquitectónica, distinguiéndose fácilmente el carácter restringido del grupo, aunque a continuación serán definidas las diversas etapas que transcurrieron desde su fundación.
PRIMERA VERSIÓN (Figura 4)
El conjunto arquitectónico da inicio con la construcción de un palacio abovedado en sentido norte-sur identificado como A26, el cual ha sido fechado basándose en la cerámica hacia el periodo Tepeu 1. Solamente fue posible conocer la cámara central, debido a que los dos saqueos que perpetraron la estructura fueron realizados en la misma. De acuerdo con la morfología del montículo es posible definir tres cámaras longitudinales, las cuales se apoyan sobre una plataforma que alcanza 1 m de descanso y 1 m de altura. La cámara central, para esta fecha, cuenta con dos accesos en las fachadas este y oeste, respectivamente, realizados de manera simétrica, permitiendo así el transitar desde la Plaza Oeste hacia el área de canteras, luego de utilizar una escalinata exenta que permitía el ascenso hasta el nivel del palacio. Durante la primera versión arquitectónica del conjunto, es posible que se desarrollaran actividades administrativas relacionadas con la obtención de materia prima para la construcción, tanto por la ubicación como por la época, puesto que para tal periodo se ha registrado un decrecimiento y remodelación en el epicentro del sitio.
Figura 3 Evolución arquitectónica del Cuadrángulo A19
SEGUNDA VERSIÓN (Figura 5)
Durante una época no muy lejana se lleva a cabo una pequeña pero significativa remodelación. En el sector norte del Palacio A26 es adosado un recinto con acceso hacia el este, el cual forma parte de A19-1. El muro sur de la cámara se apoya directamente sobre la plataforma que sostiene el palacio, mientras que el resto corresponde al segundo piso de patio. La construcción cubre el primer piso del patio, en el cual se ha registrado un canal de desagüe que permitía evacuar el agua de lluvia hacia el sector oeste del grupo. La principal importancia registrada con la remodelación estriba en la presencia de un área ritual de carácter privado, evidente por los restos culturales que han sido recuperados en el saqueo.
TERCERA VERSIÓN
Por primera vez es posible hablar de un conjunto nuclear, conformado por dos palacios, un templo y un oratorio. El Templo A19-1 alcanza su máxima complejidad agregando dos recintos hacia el lado norte, a los cuales se puede ingresar únicamente por la Cámara Sur. El Palacio A22 es construido para ésta época, conformado por dos cámaras longitudinales y tres recintos interiores. Por otra parte, se lleva a cabo la construcción del Oratorio A24, en el sector este del grupo. El acceso oeste que anteriormente se realizaba a través de la cámara central de A26 es tapiado con un muro de mampostería.
La plataforma elevada que sostiene el conjunto cancela definitivamente la cantera y alcanza sus dimensiones máximas. Hacia esta época se traslada el ingreso principal del conjunto al sector sur, donde se construye una escalinata exenta que conjuga restos de cortes de cantera con bloques de mampostería. Basándose en la cerámica, se ha fechado la construcción de la tercera versión arquitectónica para la parte temprana de Tepeu 2. Para este momento ha sido posible identificar varias áreas de actividad que se conjugan en sectores de carácter ritual privado y semi-privado, así como espacios para recepción de visitantes, almacenaje y vivienda temporánea. De acuerdo con los espacios definidos, se considera que durante la ocupación de la tercera versión arquitectónica, se realizaban actividades de índole burocrática y administrativa.
La Estructura A24, definida previamente como oratorio, corresponde a los identificados en diversos sitios de las Tierras Bajas Mayas (Leventhal 1983; Tourtellot 1983; Ashmore 1988), así como a los altares u oratorios familiares que forman parte del Patrón de Plaza 2 propuesto por Becker (1971, 1979, 1986, 2003), en el cual se llevaba a cabo la inhumación del fundador de la familia, del cual se han recuperado algunos fragmentos óseos, principalmente de los huesos largos. Debido al alto grado de destrucción en que se ha encontrado la estructura a causa del gran túnel de saqueo, no ha sido posible definir la presencia de ningún rasgo arquitectónico funerario. Únicamente se han rescatado restos de los artefactos que alguna vez conformaron la ofrenda, como concha, huesos trabajados y fragmentos de herramientas líticas.
CUARTA VERSIÓN (Figura 6)
Luego de alrededor de un siglo ocupando el conjunto con la misma finalidad, se observa un cambio significativo. Durante la cuarta versión arquitectónica se llevan a cabo las construcciones de la Plataforma A23 y el Palacio A25. Por otra parte, se realiza el relleno de un recinto interior en el Palacio A22, así como la mutilación en la fachada norte de A19-1 y el rellenado del resto de los recintos, con el fin de construir una nueva versión del Templo A19, seguramente sobre un basamento piramidal escalonado. Lamentablemente no fue posible registrar un solo rasgo de dicha construcción.
Por su parte, el Palacio A25 clausura el acceso por el sector sur, delimitando el Cuadrángulo en tal área. Está formado por una serie de cámaras longitudinales abovedadas, ubicadas en sentido este-oeste. Únicamente fue posible registrar de manera parcial una de ellas, confirmando que se trata de una construcción asociada con el último nivel de piso de patio. De la misma manera, se llevó a cabo la construcción de la Plataforma A23, en el sector este del patio, la cual alcanza menos de 1 m de altura y no cuenta con piso de estuco en la superficie superior. Dicha plataforma posiblemente estuvo protegida por una cubierta de material perecedero de la que no se han registrado restos. Debido al hallazgo de una piedra de moler con su respectiva mano, es posible argumentar que se trata de la cocina de una unidad habitacional.
Basándose en la cerámica, se le fechó por un escondite dedicatorio que contenía un vaso Tinaja Rojo, colocado dentro del relleno constructivo, el cual corresponde a la época de transición entre los periodos Tepeu 2 y Tepeu 3, es decir, entre finales del siglo VIII y principios del IX. Hacia este momento, el conjunto puede ser considerado una unidad habitacional ocupada por una familia extensa. La presencia de un relativo alto número de recintos, espacios para habitar, almacenar, recibir visitantes, preparar alimentos y realizar actividades rituales, entre otras, pueden considerarse indicativos arqueológicos que determinan dicha unidad (Nalda y Balanzario 1997; Wilk y Ashmore 1988).
Figura 4 Primera versión arquitectónica del Cuadrángulo A19
OCUPACIÓN TEPEU III
Sobre la superficie del último piso registrado en el conjunto ha sido identificada una importante ocupación del Clásico Terminal, evidente en varios aspectos. La construcción de la Plataforma A23 en la esquina noreste se llevó a cabo, se registró una banqueta adosada a la fachada norte de A25, y fue clausurado el acceso sureste con un muro que une el basamento de A24 y la fachada norte de A25. Las construcciones fueron realizadas con bloques calizos reutilizados que se colocaron directamente sobre el piso de patio.
Por otra parte, una capa de al menos 0.30 m de espesor, conformada por ceniza y restos cerámicos, en su mayoría, fue registrada en todos los sondeos realizados en el patio. Entre los restos materiales recuperados ha sido posible identificar una considerable cantidad de fragmentos de vasijas utilitarias de gran capacidad, asociadas con herramientas líticas entre las que destacan los cuchillos y raspadores de pedernal. Un basurero que alcanza más de 2 m de profundidad fue registrado en las afueras del Cuadrángulo, en el sector este. Al parecer se trata de un chultun posiblemente colapsado en época anterior, que fue reutilizado como receptor de la basura del conjunto. Es interesante considerar que la pendiente que presentan los pisos del patio apunta hacia tal dirección.
Figura 5 Segunda versión arquitectónica del Cuadrángulo A19
Figura 6 Cuarta versión arquitectónica del Cuadrángulo A19
De acuerdo a los restos cerámicos encontrados, esta ocupación ha sido fechada para el Tepeu 3. Es posible decir que la colección de dicha época está conformada en un 90% por cerámica utilitaria, aunque se ha registrado una buena muestra de tiestos policromos. Arquitectónicamente, el carácter restringido del conjunto alcanza su máxima expresión, sobreviviendo un pasillo en la esquina suroeste y posiblemente otro entre A19 y A22, ambos en lugares donde no existen escalinatas y serían espacios que facilitarían el control del acceso al conjunto.
DISCUSIÓN
Gracias a los trabajos arqueológicos realizados en las Tierras Bajas Mayas, hoy día es comúnmente aceptado que la civilización Maya alcanzó un alto grado de complejidad social, dividiéndose en niveles, estratos o clases sociales (Fash 1991; Chase y Chase 1992; Sharer 1993; Inomata et al. 1998). Arqueológicamente, se ha definido la estratificación social en base al acceso diferencial a los recursos básicos, situación que suele estar determinada por factores sociales de herencia, matrimonio y rango. Los datos arqueológicos reflejan estas distinciones generales entre la élite y la no-élite Maya, siendo el principal indicador diferencial la riqueza, representada en la arquitectura y estilo de vida (Braswell 1998). Aunque básicamente se pueden reconocer dos estratos bien definidos, cada uno puede contar con diferentes niveles capaces de ser reconocidos en los restos arqueológicos. Etnográficamente se cuenta con bases suficientes para identificar a los ocupantes del Cuadrángulo A19 como miembros de la élite de Naranjo (Landa 2001), lo cual se ve respaldado por estudios etnológicos realizados en torno a la vivienda Maya, donde variables como cantidad, calidad, volumen y ubicación de las estructuras equivalen al nivel social (Wauchope 1938).
El grupo arquitectónico identificado como el Cuadrángulo A19 en Naranjo cuenta con una evolución cultural que abarca el Clásico Tardío y buena parte del Clásico Terminal. Cuatro versiones constructivas han sido identificadas desde sus orígenes, a través de las cuales fue posible alcanzar el alto nivel de complejidad que ha sido evidenciado. Sumado a esto, una importante ocupación Clásico Terminal se ha registrado en el conjunto. El Cuadrángulo A19 constituye una pequeña parte en la historia de Naranjo, sin embargo, es posible inferir los cambios sociales ocurridos en su entorno, puesto que se ven reflejados en los ocupantes y actividades identificadas para cada periodo. Con el pasar de los años, el Cuadrángulo A19 fue escenario de diversas actividades que abarcan el control de la obtención de materia prima para construcción, eventos de índole burocrática y administrativa, así como las actividades propias de una unidad habitacional.
Infiriendo los cambios sociales de la época, el primer periodo corresponde al mayor auge constructivo registrado en el sitio, ocurrido en los inicios del Clásico Tardío. Cuando es cancelada la cantera y se reconoce el primer conjunto nuclear, dan inicio las actividades de carácter administrativo, las cuales han sido consideradas como un indicativo de alto nivel social y eran realizadas por familiares o allegados a las cortes (Fash 1991; Chase y Chase 1992; Inomata et al. 1998). Esta etapa constructiva constituye un elemento de importancia, puesto que, durante un siglo, el conjunto fue utilizado con la misma finalidad, lo que indica estabilidad social y política, así como evidencia un periodo de bonanza, ya que se trata de un complejo utilizado como una suerte de oficina gubernativa.
Cuando llega el Clásico Terminal, la inestabilidad social generalizada en las Tierras Bajas Centrales se deja sentir en el Cuadrángulo A19, puesto que un conjunto de carácter administrativo se convierte en el hogar de la familia burocrática. Es muy posible que las personas que emplearan anteriormente el complejo como área de trabajo, ahora se hayan trasladado para combinar espacios laborales y habitacionales.
REFERENCIAS
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