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Barrientos, Tomás y Arthur A. Demarest
2007 Cancuen: Puerta del mundo Maya Clásico. En XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.$$. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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CANCUEN: PUERTA DEL MUNDO MAYA CLÁSICO
Tomás Barrientos
Arthur A. Demarest
Palabras clave
Arqueología Maya, Guatemala, Petén, Alta Verapaz, Cancuen, Juego de Pelota, conjuntos arquitectónicos, Clásico Tardío, Clásico Terminal, aspectos dinásticos
Abstract
CANCUEN: PORT IN THE CLASSIC MAYA WORLD
This work presents an analysis of the results of seven field seasons at the site of Cancuen. These results include data on ritual architecture, monuments, domestic residences, and workshops for elite goods, ceramics, and lithics. Based on these data, the existence of cultural patterns combining aspects of Highland and Lowland Maya has been demonstrated, reflecting the unique characteristics of Cancuen as a nexus between both regions and the use of political and commercial strategies to control the region. The frontier zone where Cancuen is located has not been previously investigated in a systematic way, in spite of the fact that it was a key point in the most important commercial route during the Late Classic. For this reason, the Cancuen data are extremely important in the application, evaluation, and reinterpretation of earlier models, but especially for the development of new theories on the economic foundations of Maya kingdoms in the Lowlands and their relationship to the Highlands during the Classic period. Evidence uncovered recently at Cancuen could indicate the causes for the violent collapse of the commercial system that united these two regions.
Los asentamientos que se ubican cerca de fronteras geográficas y políticas se distinguen por combinar aspectos y características de las regiones que delimitan. En la Mesoamérica prehispánica se conocen varios ejemplos de estos sitios fronterizos. En los límites políticos, étnicos y lingüísticos del área Maya se ubicaron antiguas ciudades como Copan y Comalcalco (Canuto y Bell 2006). Sin embargo, existieron otros sitios que se asentaron en las fronteras internas del mundo Maya, como en las áreas que delimitan las Tierras Altas y las Tierras Bajas.
Cancuen es precisamente el sitio más representativo de esta frontera, donde se llevó a cabo una interacción de tipo política, económica y etnolingüística (Figuras 1 y 2). En apariencia, Cancuen puede ser fácilmente descrito como un sitio típico de las Tierras Bajas ya que cuenta con arquitectura monumental y esculturas con inscripciones al estilo de las demás ciudades de Petén. No obstante, como se ha documentado detalladamente en Copan las manifestaciones artísticas de la nobleza de estos sitios, no necesariamente reflejan la identidad de todos sus habitantes.
Por lo tanto, hay que recurrir a evidencias menos espectaculares para poder adentrarse en la dinámica poblacional de estos sitios, para lo cual es necesario realizar análisis más minuciosos y detallados, especialmente de la cerámica, el patrón de asentamiento y la organización social (Barrientos 2005; Demarest et al. 2006). Las investigaciones en Cancuen del año 2004 al 2006 han revelado más datos sobre este aspecto fronterizo del sitio y su complejidad interna. Las correcciones a los estudios cerámicos y mapas han cambiado interpretaciones anteriores de la cronología y naturaleza del sito.
A continuación, se presentará el conjunto de evidencias recuperadas en Cancuen y sus alrededores en relación a la identificación de la presencia de una población de las Tierras Altas y su interacción con los grupos de las Tierras Bajas. Es necesario indicar que dicha interacción no ocurrió de manera estática, ya que jugó un papel importante en los cambios observados en Cancuen desde su fundación hasta su colapso.
Figura 1 Mapa indicando la ruta comercial entre las Tierras Altas y el río Pasión
Figura 2 Mapa de la Cuenca Alta del río Pasión
ASPECTOS DEL CONTACTO ENTRE TIERRAS ALTAS Y TIERRAS BAJAS EN CANCUEN
ORÍGENES DE CANCUEN
Los estudios regionales en los alrededores de Cancuen no han encontrado un asentamiento mayor durante el Preclásico Tardío o Clásico Temprano, solamente se han localizado algunos grupos residenciales dispersos que reflejan una población menor que no estuvo adscrita a algún poder político. Como se ha mencionado en otras presentaciones, la evidencia epigráfica y arqueológica indica que Cancuen se fundó a inicios del Clásico Tardío bajo los auspicios del reinado de Calakmul como parte de una política expansionista que pretendía controlar este punto estratégico (Demarest et al. 2006).
Sin embargo, Cancuen no se construyó con técnicas arquitectónicas de las Tierras Bajas sino con materiales y tecnología de Alta Verapaz, indicando así que la población original consistía de grupos con afiliación de Tierras Altas. La evidencia de estos primeros edificios data de mediados del siglo VII DC y consiste de dos tipos. En el primer tipo se encuentran las estructuras que conformaron la primera versión de la Acrópolis y que seguramente funcionaron como el centro administrativo y ceremonial del sitio (Figura 3).
En varios pozos y túneles de excavación realizados en el año 2002 y 2004 se encontró este conjunto de plataformas bajas a 10 m bajo la superficie de la última versión del Palacio (Callaghan y Barrientos 2006). La Estructura L7-1 sub-2, denominada Escorpión, se encuentra delimitando el grupo en el lado norte y fue construida enteramente de barro con un recubrimiento de estuco.
Las características de este edificio muestran entonces, la intención de construir edificios de estilo de Tierras Bajas aunque solamente en apariencia, ya que los arquitectos locales seguramente no construían edificios de mampostería de piedra. Resulta sorprendente encontrar este tipo de arquitectura a mediados del periodo Clásico, ya que generalmente se asocia a periodos más tempranos.
Un caso muy similar lo constituye la Estructura Hunal de Copan que marca la llegada del fundador dinástico K’inich Yax K’uk Mo’ desde las Tierras Bajas (Bell et al. 2003). Este edificio contaba con muros de estilo talud-tablero, pero fue elaborado con barro. La presencia de construcciones de barro en los inicios dinásticos de Cancuen y Copan evidencia procesos similares de fundación, donde se define la llegada de un grupo de las Tierras Bajas a una región que se caracteriza por estilos locales de las Tierras Altas. Sin embargo, en ambos sitios todavía no está claro si el inicio de nuevas tradiciones fue el resultado de relaciones pacíficas o si llevaron consigo algún tipo de conflicto (Bell et al. 2003).
Las exploraciones en el Palacio de Cancuen reveló la presencia de otra estructura de barro que data de este periodo inicial, la cual se encuentra bajo la Estructura L7-9 o Edificio de los Retratos (Barrientos et al. 2003). Esta subestructura se caracteriza por una construcción con adobes de barro de distintos colores y en el perfil de la excavación se pudo apreciar evidencia del basamento y también de muros.
El segundo tipo de estructuras son pequeñas plataformas de barro que sostuvieron construcciones perecederas. Hasta el momento se han localizado dos de estas plataformas residenciales bajo las Estructuras K7-1 y L8-2 (Sears 2003; Arriaza y Barrientos 2006) (Figura 4). En ésta última también se pudo apreciar una huella de poste y su ubicación a un lado de la Aguada Norte, que constituye una importante fuente permanente de agua en el epicentro del sitio.
Otro aspecto del periodo inicial en Cancuen es la presencia de tipos cerámicos provenientes del sur de Alta Verapaz, donde predominan las vasijas decoradas con pintura negativa y las vasijas incisas con engobe crema y negro.
A este respecto, parece que el complejo cerámico local de Cancuen aparece hasta después de esta fase inicial, ya que los contextos más tempranos del sitio contienen altos porcentajes de cerámica posiblemente importada de las Tierras Bajas y otras regiones de las Tierras Altas. Para poder establecer el origen del complejo cerámico local de Cancuen, habrá que continuar las investigaciones en los sitios del norte de Alta Verapaz en especial aquellos que tengan ocupación más temprana (Clásico Temprano y Tepeu 1), posiblemente Raxruha Viejo y Sebol, entre otros.
CRECIMIENTO
Durante su primer siglo de existencia Cancuen se mantuvo como un sitio modesto en términos de construcciones y tamaño de población. Es muy posible que a diferencia de otras regiones, como la de Petexbatun, no fuera necesario aumentar la fuerza militar y política de Cancuen para mantener el control de la ruta de comercio del río Pasión.
La falta de nuevos edificios o remodelaciones monumentales parece indicar que las relaciones con Alta Verapaz se basaron en acuerdos mutuos que pudieron beneficiar los intereses comerciales de ambas regiones. Es de notar que en este momento, Cancuen pudo limitarse al control del flujo de materias primas las cuales eran trabajadas en los sitios mayores ubicados al norte.
A mediados del siglo VIII con el debilitamiento de Calakmul una alianza de sus aliados especialmente Dos Pilas y El Perú (Demarest 2006; Demarest y Fahsen 2003) tomó el control de la zona. Al mismo tiempo, Cancuen experimentó un crecimiento impulsado por sus alianzas directas con Dos Pilas.
Por otro lado, la población de Cancuen se identifica por medio de un complejo cerámico local que constituyó la gran mayoría de la cerámica utilitaria y doméstica del sitio (Castellanos et al. 2003), aunque continuaron las importaciones de otras regiones de las Tierras Altas y Tierras Bajas.
La principal expresión arquitectónica de este momento es la utilización de piedra caliza muy suave y porosa para la construcción de la segunda versión de la Acrópolis. A pesar que estas estructuras estaban recubiertas de estuco de gran calidad, esta piedra suave y porosa seguramente requirió bastante inversión laboral para su mantenimiento.
Sin embargo, la poca funcionalidad de este material se compensó por su valor ideológico, ya que era extraída de los cerros cársticos de Alta Verapaz que se caracterizan por la gran cantidad de cuevas en su interior (Woodfill et al. 2003). Esto en algún momento pudo aumentar la sacralidad de los edificios y el Palacio en sí, ya que los conectaba directamente con los cerros sagrados (Woodfill y Spenard 2002).
También refleja conceptos ideológicos que seguramente tuvieron un fuerte componente de las Tierras Altas. Es de notar también que los rellenos que elevaron y nivelaron los basamentos del nuevo Palacio son casi totalmente de barro, reflejando de nuevo la combinación de técnicas de las Tierras Altas y las Tierras Bajas.
INDEPENDENCIA Y EXPANSIÓN
En el año 761 DC Dos Pilas fue destruido y abandonado súbitamente (Demarest 2006), lo que permite el surgimiento de Cancuen como el nuevo poder del Alto Pasión. El gobernante Taj Chan Ahk aprovechó esta situación para ejecutar un programa constructivo impresionante, al mismo tiempo que inician los monumentos e inscripciones talladas en piedra y el expansionismo político y económico a través de alianzas y conquistas. Uno de los cambios más importantes en Cancuen es que ya no sólo controla el movimiento de las materias primas de alto valor, sino también se dedica a la producción de objetos de lujo a partir de éstas.
Figura 3 Esquema de las subestructuras de la Acrópolis de Cancuen
Figura 4 Ubicación de las estructuras tempranas en Cancuen
El rápido crecimiento de Cancuen en este momento también tiene un paralelismo sorprendente en la frontera sureste, ya que Quirigua muestra un proceso muy similar. Tanto Cancuen como Quirigua fueron creados como enclaves importantes en rutas comerciales fluviales, las cuales estaban controladas por centros mayores. La historia de estos dos sitios cambió en el momento en que se independizaron de los centros dominantes, ya que sus jóvenes gobernantes K’ak Tiliw y Taj Chan Ahk aprovecharon la situación para demostrar públicamente su nueva hegemonía (Figura 5).
Figura 5 Reconstrucción del Palacio Real a finales del siglo VIII DC
En Quirigua se dedicaron estelas monumentales, mientras que Cancuen lo expresó mediante un grandioso palacio. Casos paralelos también pueden citarse en la periferia de otros reinos como Nakum y Xunantunich, que experimentan un auge al debilitarse las entidades de Naranjo, Yaxha, Tikal y Caracol.
La prosperidad económica de Cancuen entre 760 y 795 DC permitió atraer a artesanos y artistas de distintas regiones. Especialistas en el trabajo en jade, pirita y estuco se concentraron en grupos de talleres artesanales, lo que pudo aumentar la naturaleza multiétnica de la población sitio (Kovacevich et al. 2004). Aunque la arquitectura doméstica de los talleres es bastante simple como para reflejar alguna diferencia, llama la atención la presencia de bastante cerámica de la zona Usumacinta (Gris Fino Chablekal) asociada con algunos talleres.
También, al norte del Epicentro se encuentra una cancha de Juego de Pelota de estilo y arquitectura similar a las del Altiplano, también asociada a cerámica de Alta Verapaz (Torres et al. 2006; Woodfill y Monterroso 2006; Fox 1995). Su construcción con barro y lajas y su posible función para fiestas refleja la presencia de gente de las Tierras Altas en esta zona del sitio. Otro patrón propio de Cancuen en esta época es el uso de figurillas como ofrendas funerarias, ejemplificado por el Entierro 7 de la Estructura L6-1, donde se ubicaban las cocinas y área de servicio del Palacio (Morán 2003).
La idea de una población multiétnica sigue siendo bastante especulativa, ya que la evidencia no es tan clara como en el caso del Grupo Sepulturas de Copan (Fash 1991:157-8). Sin embargo, la mejor evidencia disponible de la diversidad en la población de Cancuen es la cerámica, ya que se pueden definir cuatro complejos que coexistieron en esta época:
- Cerámica importada de Tierras Bajas
- Cerámica importada del sur de Alta Verapaz (Chipoc)
- Tipos locales de Cancuen (con atributos de ambas regiones)
- El complejo cerámico del norte de Alta Verapaz
En cuanto a este último, todavía se necesita definir de mejor forma ya que las muestras obtenidas hasta el momento no son suficientemente representativas. Este complejo podría definirse en los sitios de Sebol, Chajmaic, Tonzul, Raxruha Viejo, Pecajchoc, La Lima, Chisec y Bombil P’ek durante el Clásico Tardío (Figura 2), y posiblemente se relaciona a otras áreas como Salinas de los Nueve Cerros.
Dentro de sus atributos sobresale el uso de pastas rojas con desgrasante de ceniza, así como el desarrollo de tipos que imitan a los policromos de las Tierras Bajas y un tipo muy característico de figurillas de gran tamaño con accesorios removibles (Morán 2003).
La presencia de sitios de gran tamaño en el norte de Alta Verapaz sugiere que las relaciones con Cancuen y el resto de las Tierras Bajas fueron complejas. Esto se refleja en la aparición de nuevos sitios fronterizos como Linterna 2 y Chinaja (Yalpemech), que muestran monumentos e inscripciones al estilo de las Tierras Bajas (Dillon 1978). Aunque no hay evidencia directa de alianzas o conflictos entre las dos regiones, algunos de estos sitios pueden ser las referencias de conquistas y prisioneros mencionados en los monumentos de Cancuen. El personaje Sak Ajaw, mencionado en la escalinata de Linterna 2, podría ser uno de los prisioneros aludidos en el Altar/Marcador 2 de Cancuen (Fahsen et al. 2005).
COLAPSO
Las derrotas militares o inclusive el colapso y abandono de centros mayores permitieron el auge de sitios como Cancuen y Quirigua. Aun así, este proceso que les permitió independizarse fue el que causó su desaparición. Desde sus inicios, la razón de su existencia no fue más que ser sitios fronterizos y puertos comerciales al servicio de otros centros de las Tierras Bajas y tuvieron una función específica que dependía de un gran sistema de intercambio con las Tierras Altas.
Al colapsar este sistema de interacción comercial, se perdió la demanda de productos de las Tierras Altas y por lo tanto ya no se justificaba la presencia de enclaves en estas fronteras. Es por ello que tanto Cancuen como Quirigua tuvieron un florecimiento muy corto, que se reduce a seis u ocho décadas.
En Cancuen, el inicio de su colapso ocurre con la muerte de Taj Chan Ahk, alrededor de 796 DC. Su hijo y sucesor Kan Ma’x heredó un reino debilitado y sin recursos, tal como se refleja en la arquitectura del sitio. A diferencia de su padre, ya no pudo mantener a tantos artistas y artesanos por lo que se nota un regreso a las técnicas locales. Una gran cantidad de edificios de mampostería de piedra fueron rellenados para convertirse en plataformas de barro, como puede apreciarse en la Estructura L7-27, lugar que posteriormente sería su recinto funerario (Barrientos et al. 2006a). Sin embargo, este proceso de remodelación masiva quedó inconcluso debido a un ataque militar repentino y devastador en el año 800 DC.
Evidencia arqueológica, ósea y epigráfica ha definido un evento sin precedentes en la arqueología Maya que consiste en la ejecución de más de 30 miembros de la familia real de Cancuen. Es muy probable que dicha masacre haya ocurrido en el Palacio y los cuerpos hayan sido arrojados a la Piscina Sagrada que se encontraba al pie de la entrada principal (Barrientos et al. 2006b).
Hasta ahora no hay ningún registro que identifique al responsable de este ataque, aunque es posible que se haya tratado de una estrategia por parte de Machaquila o Ceibal para tomar el control del río Pasión. Si esto fue así, se repetiría el mismo patrón observado en Cancuen, ya que estos dos sitios experimentaron un corto florecimiento hasta el año 870 DC.
Dada la posición fronteriza de Cancuen, su colapso no debe tratar de explicarse solamente como resultado de eventos de las Tierras Bajas, por lo que hay que tomar en cuenta la participación de los grupos de las Tierras Altas en este proceso. Es claro que es muy difícil encontrar evidencia que pueda clarificar esta situación, pero hay algunos datos que apuntan hacia una relación pacífica o incluso una alianza entre las dos regiones.
Esta interpretación se basa en el descubrimiento del Entierro 96, que se ubicaba a un lado del Entierro 77 que perteneció al gobernante Kan Ma’x. Ambos entierros se encontraban casi superficialmente en la cima de la Estructura L7-27 y consistieron de enterramientos muy sencillos, posiblemente realizados poco tiempo después de la masacre (Barrientos et al. 2006a).
La ubicación superficial no permitió una buena conservación de los huesos, por lo que todavía no se sabe si el personaje del Entierro 96 fue una reina. De todas formas, la evidencia más importante es la ofrenda de cinco vasijas, las cuales pertenecen a tipos cerámicos de Alta Verapaz. Hasta el momento se cree que esto puede evidenciar una alianza entre Cancuen y algún sitio del norte de Alta Verapaz a finales del siglo VIII DC, pero hay que esperar los resultados de análisis de ADN para confirmar si se trata de una alianza matrimonial.
Finalmente, hay que considerar que la desaparición del reino de Cancuen fue un proceso que afectó toda la red de intercambio entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas y eventualmente en el colapso de otros reinos de Petén (Demarest 2006:123-157). Sin embargo, todavía no se sabe nada sobre los efectos de este colapso en el norte de Alta Verapaz, aunque es claro que también ocurre un despoblamiento al final del Clásico Tardío.
A este respecto la información etnohistórica podría sugerir algunas hipótesis para ser estudiadas en el futuro. Los datos del siglo XVI identifican a una población Chol (Manche) en el norte de Alta Verapaz, y es posible que éstos sean descendientes de las antiguas poblaciones Clásicas de las Tierras Bajas o que representen a la población original del norte de Alta Verapaz.
La otra posibilidad es que el complejo cerámico del norte de Alta Verapaz representa a un grupo Q’eqchi’, y el colapso de los reinos del río Pasión, de afiliación Cholana los hayan empujado hacia el sur, llegando hasta Cahabón.
Cualquiera de éstas u otras hipótesis deberán ser probadas mediante la identificación de por lo menos un sitio Postclásico en el norte de Alta Verapaz, que permitiría buscar afiliaciones cerámicas con los sitios del periodo Clásico.
RESULTADOS PRELIMINARES DE LA TEMPORADA 2006
Para investigar los temas sobre la complejidad interna de Cancuen, en el año 2006 se llevaron a cabo algunas excavaciones en Cancuen y sus alrededores, así como trabajos de laboratorio.
ÉXITO DEL NUEVO MODELO DE ARQUEOLOGÍA ÉTICA
Los trabajos del año 2006 incluyeron restauraciones y excavaciones en el sitio Cancuen como parte de un proyecto del Departamento de sitios y Monumentos Prehispánicos (DEMOPRE) del Ministerio de Cultura y Deportes (MICUDE) y el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT).
Estos trabajos fueron innovadores dado que estas instituciones del Gobierno y los arqueólogos del Proyecto Cancuen trabajaron en conjunto con las comunidades indígenas del parque de Cancuen como parte del plan de co-manejo, ecoturismo comunitario, y la nueva ética arqueológica promovida por el proyecto en el sitio y a lo largo del sistema de cuevas y sitios de Candelaria y Chisec.
Los éxitos del proyecto comunitario constituyen la base de todos los trabajos realizados en Cancuen y la región entre los años 2005 y 2006, y también conforman las metas del plan de trabajo de la Fase I del Proyecto en Cancuen y la zona de la ruta de intercambio Ceibal-Cancuen-Cobán.
EXCAVACIONES Y RESTAURACIÓN DE LA CANCHA REAL
Las excavaciones en la Temporada 2006 incluyeron trabajos en el Juego de Pelota Este o Cancha Real de Taj Chan Ahk (Estructura M7-1), y confirmaron la importancia de este complejo arquitectónico como escenario político de este gran gobernante. Las excavaciones fueron dirigidas y llevadas a cabo por Silvia Alvarado con el equipo de restauradores Q’eqchi’ de las comunidades locales entrenados por Rudy Larios como parte del proyecto comunitario. Con este equipo de técnicos de la organización AMÉRICA (Asociación Maya para la Educación Rural y Desarrollo Integral de Cancuen) fue posible excavar rápida y cuidadosamente los muros de la superestructura de este edificio.
Las excavaciones descubrieron nuevos rasgos arquitectónicos de la Estructura M7-1, incluyendo un pequeño cuarto adicionado en el lado norte que contaba con una banca formada por una laja de gran tamaño (Figura 6). Hasta el momento no se sabe que función pudo haber tenido. Además, se descubrieron nuevas terrazas, por lo que se ha establecido la forma final del edificio de la Estructura M7-1 y la cancha.
De gran interés es la forma del cuarto principal de la superestructura, ya que es muy grande y de mampostería fina sin paredes internas, que fue demasiado como para soportar una bóveda de arco falso. La fachada oeste se encuentra frente a la Plaza Este que delimita el Palacio y cuenta con tres puertas, cuya entrada central estuvo cubierta con esculturas y textos de estuco (Figura 7) y contó con una escalinata de acceso y el impresionante Panel 3.
Obviamente el edificio está relacionado con esta cancha de uso político (Demarest et al. 200; Torres et al. 2006) ya que tuvo una función importante como algún tipo de palacio de recepción y sede secundaria de Taj Chan Ahk. La forma del cuarto con panel en el centro se parece a la de la Estructura K7-3, donde se encontró el Panel 2 (Sears 2003). Ambas tienen la misma forma pero K7-3 tiene una construcción rustica con mampostería solamente en el basamento y base de los muros.
También parece que el cuarto arriba de la Estructura L7-28, pudo haber sido de la misma forma y es posible que todos éstos hayan sido algún tipo de palacio de presentación usados por las altas élites subreales y en el caso del Edificio M7-1 por el mismo rey.
EXCAVACIONES, RESTAURACIÓN Y ESTUDIOS DEL LABORATORIO DE LA CISTERNA REAL
La cisterna de la entrada del Palacio de Cancuen es un complejo arquitectónico único (Barrientos et al. 2006). Además de ser la escena de la masacre de los nobles de Cancuen (Demarest et al. 2006), la cisterna es una construcción brillante que captura un nacimiento natural y lo convierte en una piscina de agua cristalina sagrada para el consumo y uso ritual en el Palacio (Figura 5).
En esta temporada se realizaron excavaciones y la restauración de la cancha por el equipo de excavadores y restauradores Q’eqchi’ de la asociación AMÉRICA. Las excavaciones mostraron que la piscina fue excavada dentro del suelo natural y sus paredes internas de mampostería fueron sostenidas por un metro de barro duro y totalmente impermeable. También se recuperaron muestras de suelo para estudios de paleoecología, paleoflora y paleofauna (huesos de peces, concha pequeña).
Figura 6 Planta y reconstrucción de la Cancha Real de Taj Chan Ahk, 795 DC
Figura 7 Excavaciones y restauración en la Cancha Real de Taj Chan Ahk
Figura 8 Excavaciones en la Piscina Real y muestra de huesos y artefactos encontrados
En este año el equipo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala también completó los análisis de los huesos y esqueletos encontrados en la cisterna. Con estos estudios se llegó a la conclusión que hubo un total de 34 individuos de ambos sexos y con un rango de edades que va desde adultos de más de 40 años a dos fetos.
Huellas en bastantes huesos indicaron que estas personas fueron asesinadas a golpes y puñaladas con lanzas y hachas, algunos también muestran que cortaron huesos craneales, vértebras y pelvis (Figura 8).
EXCAVACIONES Y ESTUDIOS DE COMPLEJOS ÉLITES Y SUBREALES EN CANCUEN
La complejidad interna de Cancuen también parece incluir una jerarquía de poder y hegemonía interna del sitio (Jackson 2005). Esto se basa en la presencia de hasta diez complejos palaciegos además de la Acrópolis, en un sitio que tiene un área limitada (Figura 9). También las inscripciones en monumentos especialmente los Marcadores 1, 2, 3 y el Panel 3, indican que Taj Chan Ahk tuvo varios sajalob, aj kuhuunob y nakum para llevar a cabo las guerras y administración de su reinado.
Parece entonces que varios de éstos residieron en el sitio y que pudieron ser refugiados de alto estatus o parientes de la familia real de Cancuen que llegaron del norte como consecuencia del colapso de los reinados del Petexbatun, y otros poderes regionales del Pasión y Usumacinta. También es posible que con ellos llegaran los artesanos que utilizaron la gran cantidad de talleres identificados en el sitio.
Estas hipótesis serán analizadas por excavaciones y estudios estadísticos de distribución de cerámica y artefactos, así como por patrones residenciales en Cancuen. La investigación de estas élites subreales se inició este año con la excavación del complejo arquitectónico L7-28 ubicado en el extremo norte de la Plaza Este (Figura 10).
Estas estructuras habían sido identificadas originalmente como pequeños templos u oratorios, pero al igual que las Estructuras L7-38 y M7-5 (excavado por H. Martínez y K. Pereira en 2005) que limitan esta plaza en su lado sur, las excavaciones están indicando que se trata de estructuras de rango, ubicadas sobre plataformas altas y sin tumbas u otras evidencias de templos comunes.
Hasta el momento se puede decir que L7-28 pudo ser una residencia larga (Figura 10) de algún ajaw del sitio, ya que posee mampostería fina, escalinata monumental, estuco pegado a piedra caliza suave y porosa, y restos de escultura de estuco proveniente de la fachada (Figura 10). Con todo esto, se asemeja bastante al Palacio Real, la cancha de Taj Chan Ahk, y el complejo élite subreal M9-1.
RECLASIFICACIÓN DE CERÁMICA, ESTUDIOS DE DISTRIBUCIÓN, E INTERPRETACIÓN DE PATRONES RESIDENCIALES DE CANCUEN
Muchas de las investigaciones del 2006 han aclarado la estructura compleja de Cancuen, sobre todo la naturaleza de su población, ya que muestra una hegemonía de poder y un número desproporcionado de élites, artesanos y otras poblaciones de diferentes tipos. Esta variabilidad interna no fue muy clara hasta las temporadas entre el 2004 y 2006, ya que el sistema de clasificación cerámica utilizado anteriormente se había basado en las fases tradicionales Tepeu 2 y 3 para analizar un complejo cerámico que incluye componentes de Alta Verapaz, las Tierras Bajas y versiones locales de ambas.
Tampoco había una base digital de todos los datos para comparar contextos paralelos y estudiar la co-variación entre tipos y formas cerámicas, artefactos, arquitectura, drenaje etc. En ausencia de estos datos básicos solamente se hicieron comentarios inexactos sobre cronología y conceptos vagos de estatus.
El nuevo equipo de ceramistas ya está empezando el archivo digital para estudiar las relaciones de estos elementos y así identificar patrones internos en el sitio.
Este trabajo ya está en marcha, definiendo una Fase II del proyecto que podrá ofrecer una visión mas completa de la naturaleza de la población de Cancuen, así como los cambios y características tan diferentes y sorprendentes del sitio que se relaciona con la historia de la ruta de intercambio entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas.
EXCAVACIONES Y ESTUDIOS CERÁMICOS DE LA RUTA MAYA DE LA VERAPAZ
Los estudios de los artefactos recuperados en superficie y excavaciones han dado información sobre los patrones de cambio en la ruta terrestre de las verapaces, así como su relación con los eventos históricos y patrones de las Tierras Bajas.
Estos análisis también han proporcionado datos para corregir el entendimiento de la cerámica de Cancuen que al final ayudará a entender el papel de la Ruta Maya de Occidente en el apogeo y declive de los estados de la época Clásica.
Figura 9 Mapa de Cancuen mostrando el epicentro y complejos arquitectónicos élites
Figura 10 Reconstrucción de la Estructura L7-28 y retrato de estuco encontrado en el escombro
NUEVAS METAS DEL PROYECTO CANCUEN, 2006-2011
Dada la importancia de los sorprendentes descubrimientos y patrones discutidos aquí, el Proyecto Cancuen será extendido en una segunda fase ya con metas más específicas y claras. Los planes e investigaciones ya en marcha serán los siguientes:
EN CANCUEN
- Excavaciones y restauración de complejos subreales (2007-8)
- Excavación y restauración de escalinata jeroglífica (2007) y túnel en L7-8
- Estudios estadísticos de cerámica y de patrones residenciales y cronológicos (2007)
- Estudios estadísticos de distribución cerámica y artefactos para definir la variación étnica (o regional) y la hegemonía interna de poder y estatus (2006-2007)
- Excavaciones en busca de más evidencia de la masacre de 800 DC (por ejemplo, en la otra cisterna al norte y la calzada) (2007-8)
- Más excavación en el Palacio Real y búsqueda de talleres de la elite para las etapas finales de producción de jade y otros materiales (2007-2011)
- Búsqueda y excavación de talleres domésticos de concha y hueso (tal vez de tocados y pieles, estudiado por residuos) (2006-2011)
- Estudios osteológicos sobre salud, dieta, parentesco, causa de muerte, etc.
EN LA RUTA TERRESTRE VERAPAZ
- Reconocimiento y excavaciones de muestreo entre Raxruha, Chisec y Cobán (2007-2008)
- Excavaciones mayores en algunos sitios y cuevas entre Raxruha y Cobán
- Comparaciones cerámicas y de artefactos en la zona transicional de Alta Verapaz y las Tierras Bajas (2007-2009).
POR LA RUTA MAYA RIBEREÑA
- Reconocimiento entre Tres Islas y Ceibal (2007-2009)
- Excavaciones en Tres Islas, Raudal, Santa Amelia, etc (2007-2011)
POR LA RUTA TRANSVERSAL
- Reconocimiento entre Salinas de Nueve Cerros y Sebol (2008-2011)
- Excavaciones en Sebol, Raxruha Viejo, Yalpemech, La Linterna y Salinas (2008-2011)
Se espera que con estos proyectos y subproyectos se pueda llegar a un entendimiento más amplio de la verdadera zona geográfica y cultural de contacto y transición entre las Tierras Bajas y el Altiplano. Con estos datos básicos se puede entonces responder a la problemática del papel de la interacción interregional entre estas zonas durante el crecimiento, apogeo, y declive de los reinados de la época Clásica.
REFERENCIAS
Arriaza, Claudia y Tomás Barrientos
2006 Excavaciones en la Plaza Norte de Cancuen. En Proyecto Arqueológico Cancuen: Informe Temporada 2004-2005 (editado por T. Barrientos y A. Demarest). IDAEH, Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, Guatemala.
Barrientos, Tomás
2005 La arqueología como medio para reforzar la identidad pluricultural y pluriétnica de Guatemala. En Ponencia presentada en el VI Congreso de Estudios Mayas. Universidad Rafael Landívar, Guatemala.
Barrientos, Tomás, Rudy Larios y Luis F. Luin
2003 Excavaciones en la Acrópolis de Cancuen: Patio Sur. En Proyecto Arqueológico Cancuen: Informe Temporada 2003 (editado por A. Demarest, T. Barrientos, M. Callaghan, B. Kovacevich y B. Woodfill), pp. 43-83. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
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