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Erquicia, José Heriberto
2007 Los Gavilanes: Un sitio del Postclásico Temprano en la zona arqueológica de Chalchuapa, El Salvador. En XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp. 854-867. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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LOS GAVILANES: UN SITIO DEL POSTCLÁSICO TEMPRANO EN LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE CHALCHUAPA, EL SALVADOR
José Heriberto Erquicia
Palabras clave
Arqueología Maya, El Salvador, Postclásico Temprano, Chalchuapa, Tazumal, Xipe Totec, Pipiles, cerámica del Postclásico
Abstract
LOS GAVILANES: AN EARLY POSTCLASSIC SITE IN THE ARCHAEOLOGICAL ZONE OF CHALCHUAPA, EL SALVADOR
Chalchuapa represents the most important archaeological zone in El Salvador, with evidence for different human occupation periods, ranging from 1500 BC to the present, that is a continual occupation of 3500 years. The cultural richness of the archaeological zone of Chalchuapa makes the urban growth and development of the new city confront itself with the Cultural Patrimony Law and with the institutions responsible for the protection, conservation and diffusion of the Patrimony. According to this, any infrastructure work that is carried out in the Chalchuapa area in which the soil and subsoil is altered, needs a previous archaeological exploration to determine the existence or absence of remains that point out human occupation in that place. Between June and August 2005, the Departamento de Arqueología de CONCULTURA, performed a series of exploring pits with the objective of verifying the existence or not existence of cultural remains in a terrain where houses will be constructed to east of the city of Chalchuapa, next to the “Los Gavilanes” farm. Excavations in this place recorded the remains of two prehispanic structures that belong to the Early Postclassic and other cultural material that contribute to the knowledge of this time period in the archaeological zone of Chalchuapa.
El territorio salvadoreño es rico en vestigios arqueológicos y el mejor ejemplo de esta aseveración es la zona arqueológica de Chalchuapa, la cual para la mayoría de investigadores representa la zona arqueológica más importante de El Salvador (Figura 1), como muestra de ello se pueden mencionar una lista de sitios con diferentes periodos de ocupación que van desde 1500 años AC hasta la actualidad, esto demuestra una ocupación continua de 3500 años.
Los sitios arqueológicos más importantes de esta zona son: Tazumal, Río Pampe, Las Victorias, Peñate, Amulunga, Casa Blanca, El Trapiche, Laguna Cuscachapa, Laguna Seca, Cementerio Jardín-Jardines del Edén, Nuevo Tazumal o El Cuje, Los Gavilanes, por mencionar los más importantes.
Esta riqueza cultural de la zona arqueológica de Chalchuapa, hace que el crecimiento y desarrollo urbano de la nueva ciudad se confronte con la Ley de Patrimonio Cultural y con las instituciones responsables de velar por la protección, conservación y difusión de éste patrimonio, es así, que cualquier obra de infraestructura que se lleve a cabo en el municipio de Chalchuapa en la cual se altere el suelo y subsuelo, necesita de una previa prospección arqueológica para determinar la existencia o ausencia de vestigios que denoten ocupación humana en el lugar, y poder determinar su identificación, salvaguarda, protección, conservación y puesta en valor del mismo.
Figura 1 Mapa de El Salvador
EL POSTCLÁSICO EN CHALCHUAPA (900-1524 DC)
La zona arqueológica de Chalchuapa durante el Postclásico Temprano (900-1200 DC), denota una presencia extensa de características que muchas veces han sido relacionadas con la llegada de los Pipiles de habla Nahuat al sureste de Mesoamérica.
En el caso de Tazumal uno de los principales sitios de esta zona arqueológica, se presenta una remodelación urbana del Clásico Tardío al Postclásico Temprano. La estructura principal fue abandonada al final del Periodo Clásico, y posteriormente en el Postclásico Temprano (900-1200 DC), se adosó una estructura de estilo y construcción muy diferente conocida como la Estructura B 1-2, la cual refleja el ingreso de poblaciones de fuerte identidad mexicana en este periodo. Además, se construyeron otras estructuras afines a esta tendencia alrededor del sitio, como la estructura circular que fue excavada por Stanley Boggs antes de ser destruida por el crecimiento de la ciudad de Chalchuapa.
Así mismo, se han registrado otros tipos de materiales que hablan de las relaciones de estas dos regiones, como es el hallazgo de una figura de Xipe Totec de tamaño natural, la cual se registró cerca de la laguna de Cuscachapa y dos Chac Mool, los que suponen pertenecen al grupo Tazumal, además, es notable algunas de las influencias de Centroamérica por el registro de la cerámica Nicoya y por algunos trabajos en metal que suponen ser uno de los más antiguos registrados en el área.
El sitio Cementerio Jardín fue investigado por el arqueólogo Paul Amaroli en 1987, éste documentó una estructura contemporánea al periodo Postclásico Temprano, que demostró una distribución de estructuras relacionadas con Tazumal, siendo parte del último componente constructivo relacionado con la intrusión mexicana. Ésta fue identificada como una construcción multi-espacial, la que ha sido previamente documentada en territorio salvadoreño en el sitio Loma China, San Lorenzo, Usulután.
Según Amaroli, esta estructura pudiera indicar que la introducción de nuevos elementos y conceptos constructivos por la influencia mexicana durante el Postclásico Temprano tuvo una expansión hacia el sur del grupo Tazumal y demuestra que la arquitectura monumental no fue la única construida por estas nuevas influencias (Amador 1996:15).
Durante 1995, el arqueólogo Fabio Amador realizó un sondeo arqueológico en el lugar conocido como cementerio Vergeles del Edén en el cual se detectó una estructura:
“de forma rectilínea y está compuesta de piedras colocadas en líneas con el uso de tierra como mortero. En esta estructura se registró una gran cantidad de fragmentos de obsidiana en forma de debitage, seguramente es parte de los desperdicios de la fabricación de herramientas de obsidiana. La alta densidad de puntas de proyectil encontrada dentro de esta área sugiere que se estaban fabricando herramientas de guerra. Las altas cantidades de materiales relacionados con la intrusión de grupos mexicanos sugiere que esta estructura probablemente fue ocupada y construida durante las primeras olas migratorias hacia esta región” (Amador 1996:48-50).
De 1995 a 2000 durante el Proyecto Arqueológico Interdisciplinario Chalchuapa, El Salvador, dirigido por Kuniaki Ohi de la Universidad de Kyoto, Japón, en el sitio Casa Blanca se registraron varios rasgos arqueológicos fechados para el Postclásico, entre ellos, un entierro con sus respectivas ofrendas, localizado al este de la Pirámide 5, interpretado como una ofrenda hacia esta estructura. De igual manera se encontró en el lado sur de la Estructura 2 una ofrenda de tres vasijas plomizas, asociadas a la última etapa constructiva de dicho edificio (Ohi 2000:20-45).
De 2001 a 2003, se llevó a cabo un sondeo arqueológico por parte del Departamento de Arqueología de CONCULTURA, bajo la dirección del arqueólogo Shione Shibata, en el lugar conocido como Nuevo Tazumal.
Éste se ubica al noreste del parque arqueológico Tazumal y al sur de la laguna de Cuscachapa, fue mencionado por el investigador estadounidense Stanley Boggs en los años cuarenta con el nombre de El Cuje por estar ubicado en la finca del mismo nombre, en esa ocasión hablaba de siete estructuras prehispánicas grandes y otras pequeñas (Figura 2).
Hoy en día, Nuevo Tazumal cuenta con un aproximado de diez manzanas en las cuales Shibata menciona que se han registrado: “una plataforma circular (Estr.1), dos plataformas largas (Estr.2a y 2b), una plataforma poligonal (Estr.3), dos plataformas semi-ovaladas (Estr.4 y 7), cuatro plataformas cuadradas (Estr. 5, 6,8 y 9) ocho cimientos (Estr. 10, conjunto arquitectónico 1 y conjunto arquitectónico 2)” (Shibata 2004:565-572).
Todas las arquitecturas registradas en Nuevo Tazumal “…están construidas con piedras y lodo. La mayoría de las piedras utilizadas como material constructivo son de origen volcánico, las cuales abundan alrededor de la zona arqueológica de Chalchuapa” (Shibata 2004:565-572). Cabe mencionar que estas estructuras pertenecen al periodo Postclásico, según los datos arrojados por la investigación.
En febrero de 2006, durante unas investigaciones de sondeo arqueológico llevadas a cabo por Fabio Amador en el lugar conocido como Finca San Rafael en donde se pretendía desarrollar una urbanización, se registraron alrededor de nueve estructuras conformadas en dos conjuntos domésticos y terrazas que según el análisis de la investigación, se ubican cronológicamente para el periodo Postclásico (Amador 2006:1-10).
Figura 2 Exploraciones en El Cuje
SITIO ARQUEOLÓGICO LOS GAVILANES
Entre junio y agosto de 2005, el Departamento de Arqueología de FONCULTURA llevó a cabo una serie de pozos de sondeo arqueológico con el propósito de verificar sí existían o no vestigios culturales en un terreno donde se pretendía desarrollar una lotificación ubicada al oriente de la ciudad de Chalchuapa, al final de la 3ª calle oriente o calle vecinal que conduce a la laguna de Cuscachapa, contiguo a la Granja Los Gavilanes (Figuras 3 y 4).
La prospección arqueológica consistió en realizar un recorrido y recolección superficial de materiales culturales por las calles trazadas y los lotes sin construcción. Se comenzó recorriendo y recolectando material cultural por la calle principal de la parcelación que conduce de sur a norte y de noroeste a noreste, posteriormente se recorrió el sector sureste del inmueble.
Cabe mencionar que en todo el recorrido del terreno se registraron materiales culturales prehispánicos diversos, tanto fragmentos cerámicos como líticos (Figura 5).
En un principio se planificó realizar diez operaciones de sondeo arqueológico durante una semana de trabajo, posteriormente debido a los hallazgos se propuso trabajar una semana más para poder registrar todos los datos obtenidos de las excavaciones.
Figura 3 Plano topográfico de la zona arqueológica de Chalchuapa, ubicación del sitio arqueológico
Los Gavilanes (Sharer 1978; Adaptación Noboyuki Ito)
Figura 4 Sectores del sitio arqueológico de Chalchuapa
Figura 5 Ubicación de las Estructuras 1 y 2 en el plano topográfico y de distribución de los lotes de la lotificación “El Porvenir”, Escala. 1:500, presentado por: Ingeniero Civil Rudy Arnoldo Pimentel Pimentel, dibujo por: R.A.H.C., junio de 2001.ubicado en el final de la 3ª. Calle oriente, ciudad de Chalchuapa, Santa Ana
La Operación 1 se ubicó en el Lote 12 del Polígono B, en las coordenadas 13° 01′ 47.9” N y 89° 25′ 44.4” W, en esta operación se registró material cultural en baja densidad. La operación 2, ubicada en el Lote 1 del Polígono A, en las coordenadas 13° 58′ 50.4” N y 89° 40′ 2.8” W, se registraron los restos de una estructura prehispánica del periodo Postclásico (900-1524 DC), denominada Estructura 1. Lamentablemente estos restos se encontraron en mal estado de preservación, los que consistían en una línea de cimientos de piedra con una orientación de norte a sur de aproximadamente 4 m de largo y un piso empedrado que se encuentra muy dañado por el paso del tiempo tanto por la acción de la naturaleza como por la antrópica.
En la Operación 3, ubicada en el Lote 2 del Polígono A, en las coordenadas 13° 58′ 50.9” N y 89° 40′ 2.7” W, se registró material cultural en baja densidad; sin embargo, existen restos cerámicos importantes para el estudio de la ocupación humana de este sitio. En la operación 4, ubicada en el Lote 3 del Polígono A, en las coordenadas 13° 58′ 51.7” N y 89° 40′ 2.6” W, se registraron los vestigios de una estructura prehispánica del periodo Postclásico Temprano (900-1200 DC), denominada Estructura 2 (Figuras 6, 7 y 8), esta presenta un mejor estado de conservación que la Estructura 1, consiste en cimientos hechos de piedra con un ancho de 1.10 m.
Figura 6 Plano de la planta de la Estructura 2 y diferentes rasgos, del sitio Los Gavilanes, Chalchuapa, El Salvador. Elaborado por José Erquicia, Eulises Torres y Julio Alvarado
En la parte posterior de la estructura y en el lado sur tuvo un alto aproximado de 0.60 m, en el interior presenta un piso empedrado hasta cubrir la mitad del edificio, en la otra mitad se registró un piso de barro quemado. Las dimensiones proyectadas de la estructura basadas en los hallazgos sugiere que tuvo 8.20 m de ancho por aproximadamente 10 m de largo, cabe mencionar que prácticamente la mitad norte de la estructura no se excavó debido a que esta se encuentra en un terreno en el cual no se tenía permiso para investigar.
Figura 7 Exploración de la Estructura 2
Figura 8 Exploración de la Estructura 2
Uno de los factores que deterioró en gran medida esta estructura fue la acción antrópica, ya que se registraron seis basureros recientes los cuales tenían diámetros de 0.50 m hasta 1.50 m, con profundidades de 0.20 m a 0.40 m, los mismos dañaron directamente los cimientos hasta arrancar las piedras por completo, otros de estos cortaron los pisos de piedra y de barro quemado.
La estructura se encontraba a una profundidad máxima de 0.20 m desde el nivel actual de la superficie y en otros casos como el cimiento oeste se podía observar casi a flor de tierra.
Dentro de la estructura se registraron dos rasgos arqueológicos: El rasgo 1, se ubicó a 1.40 m al norte del cimiento sur, el cual consistió en una circunferencia con un diámetro de 0.80 m, se dividía en dos, parte una cortando el empedrado y la otra el piso de barro, este rasgo se excavó, sin embargo, no se obtuvo una mayor información que indicará en qué consistía.
El rasgo 2 se localizó a 3 m al norte del cimiento sur. Éste tenía una forma pentagonal, consistía en una especie de cajuela, hecha de piedras tipo lajas, conformadas en posición divergente, con una profundidad de 0.10 m, su base estaba hecha de piedra también.
En el fondo de registraron restos de carbón y se pudo notar la coloración rojiza de la tierra, esto indica que la cajuela probablemente servía como una especie de recipiente para poder quemar copal u otros productos que servirían en alguna ceremonia. Posiblemente esta interpretación del rasgo 2, esté sustentada con el hallazgo de dos fragmentos de una efigie de la deidad conocida como Xipe Totec, dentro del material registrado en la excavación de esta estructura.
En la Operación 5, ubicada sobre la calle principal al oeste del Polígono C, en las coordenadas 13° 58′ 52.6” N y 89° 40′ 2.4” W, se registró material cultural en baja densidad. La Operación 6 se ubicó a 3 m al este de la Operación 2, siempre en el Lote 1 del Polígono A en las coordenadas 13° 58′ 50.4” N y 89° 40′ 2.8” W, en esta se registró material cultural en baja densidad.
MATERIALES CULTURALES REGISTRADOS EN EL SITIO ARQUEOLÓGICO LOS GAVILANES
Aunque es muy preliminar hablar de un análisis a profundidad de estos materiales, se han podido identificar algunos grupos cerámicos anteriormente registrados por otros investigadores para la zona de Chalchuapa, el resto de El Salvador y Mesoamérica. En general, se identificó la variedad del grupo cerámico Cozatol, adscrito para el complejo cerámico Matzin y Ahal, en los niveles Matzin de la laguna de Cuscachapa y laguna Seca (Figura 9).
Figura 9 Fotografía que muestra un fragmento de plato y soporte de la variedad del grupo cerámico “Cozatol”
Otra variedad identificada es la denominada Mocal Modelado, con aplicaciones cónicas que representan espinas de ceibas perteneciente al grupo cerámico Chuquezate y a los complejos cerámicos Matzin y Ahal, aunque esta variedad aparece en el complejo cerámico Payu, es más frecuentemente en el complejo Matzin descritos por Robert Sharer para Chalchuapa (Sharer 1978:61-62).
Algunas otras variedades ya sumamente conocidas, descritas y registradas para toda mesoamérica y reconocida como marcadores del periodo Postclásico Temprano se registraron como son la cerámica Plomiza o Plumbate, y la cerámica policroma Nicoya o Papagayo.
En cuanto a los materiales líticos, se registró un cantidad razonable de restos de obsidiana que van desde navajas prismáticas, puntas de lanza y de proyectil, así como el hallazgo de una navaja prismática de obsidiana de coloración verdusca procedente del yacimiento de obsidiana de Pachuca, Hidalgo, en México, este material es otro de los elementos marcadores de éste periodo, interesantes por las relaciones culturales y de comercio en esta época con el Altiplano de México.
LA DEIDAD XIPE TOTEC
Como se mencionó anteriormente en la Estructura 2, se registraron dos fragmentos de una efigie de la deidad Xipe Totec, estos restos representan probablemente las escamas de alguna parte del cuerpo de la efigie y el otro resto pertenece al área del rostro, ya que se trata de la nariz, parte de los ojos, la boca y una especie de nariguera.
En las investigaciones multidisciplinarias realizadas en torno a la deidad de Xipe Totec llevadas a cabo en los últimos años, indican que es difícil ponerse de acuerdo en que esta deidad mesoamericana, la que estaba adscrita a una sola festividad o a una sola actividad, también se le ha denominado “Nuestro Señor Descarnado”, o era considerado como el “Dios de la renovación de primavera”.
Por otra parte, se le consideraba “El patrón del combate”, ya que Xipe Totec, presidía el festival Tlacaxipehualiztli, el cual consistía:
“…en que los guerreros desollaban la piel de sus prisioneros y representaban imitaciones de batallas en Tenochtitlan. Estas festividades duraban veinte días, durante los cuales se pudrían los trajes de piel humana en los cuerpos de los celebrantes. Al cierre del festival, los jóvenes varones salían de las conchas pútridas como retoños germinando de la semilla. El festival Azteca se realizaba en la primavera, y el renacimiento de los guerreros simbolizaba la renovación de esta estación y la fertilidad agrícola. A menudo la piel desollada que usaba el imitador de Xipe estaba decorada con plumas coloridas y joyería de oro (Traxler 2005:50).
A Xipe Totec también se le consideraba “el dios de la regeneración de la naturaleza, de las enfermedades de la piel y de los ojos, así como de los orfebres (Velásquez 2005:50). Por otro lado “…la ceremonia del cultivo nuevo era una de las importantes para los Aztecas, quienes creían que a través de la muerte germinaba la vida, ciclo que marcaba su supervivencia” (Sodi 2005:51).
XIPE TOTEC EN EL SALVADOR
En cuanto a las representaciones de Xipe Totec registradas en el territorio salvadoreño se encuentran las reportadas por Luis Casasola, consistentes en dos figuras huecas de Xipe Totec de estilo típicamente del centro de Veracruz y que aparentemente fueron encontradas en un lugar cercano al sitio Postclásico de Cihuatán (Casasola 1978:115-116), aunque es probable que estos Xipes pertenezcan al sitio Isla el Cajete, situado en los manglares de Barra de Santiago (Paul Amaroli, comunicación personal 2005).
Por otra parte, Stephan de Borhegyi, en un informe preliminar sobre sus exploraciones subacuáticas mesoamericanas, mencionó que el Sr. William Chippendale reportó haber descubierto objetos arqueológicos importantes en las porciones de poca profundidad del lago de Güija cercanas a la isla de Igualtepeque, en El Salvador.
Entre estos objetos, los más importantes consistieron de dos tapaderas de incensarios que representan al dios Xipe Totec sentado encima de un trono (Boggs 1976:109).
Otro objeto importante fue un hacha con la representación de Xipe Totec, publicada por Longyear, probablemente procedente de Quelepa, San Miguel (Longyear 1944:12-20). Otra hacha con representación de Xipe Totec, desgraciadamente de procedencia desconocida, se encuentra en una colección particular en San Salvador (Casasola 1978:116).
En Febrero de 1943, el Ing. Augusto Baratta, Director del Museo Nacional de El Salvador, fue informado por el Sr. Domingo Mendoza del hallazgo de “antigüedades”, las que pretendía venderle a dicho Museo, entre estas se encontraba una efigie hueca que representa a la deidad Xipe Totec (Boggs 1944:1), la cual que es la figura de Xipe Totec más conocida en El Salvador, supuestamente procedente de la finca Santa Margarita, barrio de Apaneca, en los límites del cantón El Cuje, aproximadamente a 1 km al este de la ciudad de Chalchuapa (Casasola 1978:117).
Los registros de figuras de dos Xipe Totec y otros artefactos asociados en el contexto de una excavación arqueológica son muy pocos, quizá el más importante es el que hizo Paul Amaroli de la Fundación Nacional de Arqueología de El Salvador FUNDAR, en las investigaciones de rescate arqueológico llevadas a cabo en el sitio arqueológico Carranza en el 2002, en las cuales se excavó la estructura que según los artefactos registrados, funcionaba como un templo (Amaroli 2002:1-13).
CONCLUSIONES PRELIMINARES
Las excavaciones en Los Gavilanes registraron los restos de dos estructuras prehispánicas que pertenecen al periodo Postclásico Temprano (900 a 1200 DC). La Estructura 1, presentó una línea de cimientos de piedra y un empedrado como piso, lastimosamente estos restos se encontraron en muy mal estado de preservación. Los vestigios de la Estructura 2 presentaron un mejor estado de conservación, se trató de cimientos hechos de piedra, un piso empedrado y un piso de barro quemado.
Además, se registraron otros rasgos arqueológicos en el interior de la estructura como una concavidad hecha de piedra, dentro de la cual existían señas de quema similares a un fogón, probablemente se tratase de algún espacio exclusivo para la actividad ritual.
El sitio arqueológico Los Gavilanes se ubica a solo 200 m al noreste del sitio Nuevo Tazumal, muy cerca de la laguna de Cuscachapa y es contemporáneo con la ocupación Postclásica de éstos, así como con las estructuras registradas en El Cementerio Jardín, Vergeles del Edén y la Estructura B 1-2 de Tazumal, anteriormente registradas en la zona arqueológica de Chalchuapa.
Cabe mencionar que por la importancia de los hallazgos registrados, se delimitó un área de reserva arqueológica denominada: Zona de Reserva Arqueológica del Sitio Los Gavilanes, con una extensión de 252.64 m², la cual se ubica en el lado suroeste del inmueble, exactamente en el Polígono A, Lote 3, en donde se registró la Estructura 2.
El sitio arqueológico Los Gavilanes es de gran interés para la comprensión del periodo Postclásico de la zona arqueológica de Chalchuapa y por ende de El Salvador, por lo que se necesita de su adecuada protección y posterior investigación a fin de determinar las funciones, actividades y demás ámbitos desarrollados por las comunidades Postclásicas del sureste mesoamericano.
REFERENCIAS
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1996 Rescate Arqueológico Vergeles del Edén. En Colección Antropología e Historia, Nº 22. Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, CONCULTURA, San Salvador.
2006 Informe de la investigación de sondeo arqueológico en Finca San Rafael, Chalchuapa. Archivo del Departamento de Arqueología, CONCULTURA, San Salvador.
Amaroli, Paul
2002 Segundo Informe de Avance: Investigaciones de rescate en el sitio arqueológico Carranza. FUNDAR. Archivo del Departamento de Arqueología de CONCULTURA, San Salvador.
Boggs, Stanley H.
1944 A Human Effigy Pottery Figure from Chalchuapa, El Salvador. Notes on Middle American Archaeology and Ethnology 2 (32):8-15, Carnegie Institution of Washington, Cambridge.
1976 Antigüedades Salvadoreñas Errantes. Dos Xipe Totecs del Lago de Güija. En Anales del Museo Nacional David J. Guzmán 49:109-116. Dirección de Publicaciones del Ministerio de Educación, San Salvador.
Casasola, Luis
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