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Namigata, Sakiko, Nobuyuki Ito y Shione Shibata
2008 Las investigaciones de las aves dentro del vaso ofrendado, Tazumal. En XXI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2007 (editado por J. P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.1227-1236. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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LAS INVESTIGACIONES DE LAS AVES DENTRO DEL VASO OFRENDADO, TAZUMAL
Sakiko Namigata
Nobuyuki Ito
Shione Shibata
Museo Nacional de Historia, CONCULTURA, y Universidad de Nagoya
Palabras clave
Arqueología Maya, El Salvador, Tazumal, ofrenda, aves ofrendadas
Abstract
RESEARCH INTO THE BIRDS REMAINS FOUND IN AN OFFERING VESSEL AT TAZUMAL
In Pit 15 at Tazumal an offering was discovered, which consisted of a cylindrical vase and polychrome bowl. The cylindrical vase was capped by the bowl. Within the vase various bird bones were found, many small branches, jade pieces, shell, mica, and red pigment. The bird remains found in the vessel were not food. These bones were well preserved. Nonetheless, only the crania, mandibula, and bones of the extremities were found, none of the bones from the body. One notes a special sentiment in the treatment of birds in the Prehispanic period. Here, we will interpret the finding of these bird bones from the Pit 15 offering within Mesoamerican archaeological contexts.
LA OFRENDA EN EL SITIO ARQUEOLÓGICO TAZUMAL
El Parque Arqueológico de Tazumal se localiza en el altiplano salvadoreño a 700 m sobre el nivel del mar (Figuras 1 y 2). Esta es un área de la ciudad prehispánica de Chalchuapa. Sus orígenes se fechan antes de 1000 AC y continuó a lo largo del tiempo hasta la conquista española en 1524. En el sitio se evidencia influencia de varias culturas entre ellas Olmeca, Maya y Teotihuacana.
Como parte de la investigación se excavó la sección sur de la Estructura B1-1, para confirmar la existencia de un Patio para Juego de Pelota y comprobar la hipótesis sobre el desarrollo arquitectónico del sitio. Dentro de estas excavaciones en el Pozo 15 se encontró una ofrenda de dos vasijas de barro.
La ofrenda se ubica alrededor del nivel de 720 m. Primero se encontró la laja (Figura 3) y bajo esta un cuenco. El vaso cilíndrico se halló tapado con un cuenco, el cual parece ser la tapadera del mismo.
EL VASO CILÍNDRICO
La ofrenda consiste en dos vasijas de barro (Figura 4). El cuenco en la parte superior, que funciona como tapadera y presenta la cara de un jaguar estilizado.
La escena (Figura 5) está dividida por dos bandas horizontales (superior e inferior) y dos bandas verticales, delimitando dos paneles. Dichos paneles muestran dos personajes con tocados. En el personaje del lado derecho se observa un tocado más elaborado que el del personaje en el lado izquierdo. Ambos individuos poseen deformaciones de cráneo, su atuendo es un taparrabo y colocan un recipiente al frente de su pecho. Sobre el recipiente se sacrificará una parte de sus cuerpos respectivamente, de donde brota sangre. En las bandas horizontales y verticales existe la repetición de un rostro humano con dos puntos en su parte posterior y una decoración en forma de peine al frente.
Al considerar las características antes mencionadas, se cree que los dos personajes podrían ser de alto rango, o bien alguno de ellos, un gobernante de Tazumal. Este vaso cilíndrico se encontró en la esquina sureste del Basamento Sur, el cual está cubierto por la Pirámide B1-1.
Basándose en los datos anteriores, podría decirse hipotéticamente que al momento de renovar el Basamento Sur, se llevó a cabo la coronación del nuevo gobernante junto con el anterior, para lo cual se realizaron autosacrificios a la hora de tomar la posesión oficial del trono. Por esta razón, las cabezas humanas que rodean esta escena podrían ser los dioses o gobernantes ancestrales, que observan la ceremonia oficial.
Figura 1 Sitio arqueológico Tazumal, Chalchuapa, El Salvador
LOS HUESOS DE AVE EN EL VASO CILÍNDRICO
Dentro del vaso se localizaron huesos de ave, ramas pequeñas, trozos de jade, pedazos de concha, una cantidad considerable de mica y de pigmento rojo.
Todos los huesos encontrados dentro del vaso pertenecen a aves, no se halló ninguno de otro animal. El número de fragmentos (NISP) es 382, teniendo un número mínimo (MNI) de 15 individuos. Se identifican huesos de aves del género de Glaucidium (Lechuzas), del género de Ceryle o Chloroceryle (Kingfishers), de la familia de Picidae (Pájaros carpinteros), de la familia de Tyrannidae (Flycatchers), de la tribu de Pyrrhuloxini (Cardenales), del orden de gorrión (Perching Birds) y del género de Coccyzus (Cucús).
Figura 2 Ubicación de la ofrenda en el Parque Arqueológico de Tazumal
Figura 3 Cortes de Pozo 15 y Plano de la ofrenda
a= Perfil Oeste, b= perfil Norte, c= Perfil Este
1= Corte, 2= Laja, 3= Cuenco (Tapadera), 4=Vaso Cilíndrico
Figura 4 Ofrenda: un vaso cilíndrico y un cuenco policromo
Figura 5 Calco del vaso cilíndrico
Las especies de ave dentro del vaso son limitadas y tienen muchas características. Las aves encontradas no son del orden de Galliformes (faisán) incluido la familia de Cracidae, del género de Colinus y Lophortyx y Odontophorus (codorniz), de la familia de Meleagridae (pavo), que son comidos por humanos. Son del género de Glaucidium (lechuza enana), la familia de Picidae (el carroñero), la familia de Ceryle y Chloroceryle y el orden de gorrión incluido la familia de Tyrannidae y la tribu de Pyrrhuloxini.
La característica de estas especies es la belleza de su apariencia. La influencia Maya en esta región puede haberles dado un valor especial a la hermosura de las plumas, como las del Quetzal y la Guacamaya, cuyas plumas eran utilizadas para decorar los tocados. Por esta razón, existe la posibilidad de que se escogieran aves de plumas hermosas para dedicarlas en ofrendas.
Un problema de introducir aves en un vaso, es su tamaño, ya que no caben aves grandes en un vaso que tiene 0.15 m de diámetro. Esto puede hacerse si se cortan los miembros superiores o se colocan solo las plumas, aunque es muy difícil que el ave tenga plumas grandes. Esto puede ser un problema si se considera que se hace primero el vaso y luego se capturan las aves, o bien se capturan las aves y luego se fabrica el vaso para la ofrenda.
Se observa un desequilibrio, pero no por especie, localizando en el vaso las siguientes partes de huesos: laxillas, mandíbulas, húmeros, radios, ulnas, metacarpos, tibias, metatarsos, huesos de los dedos, vértebras, carpos, costillas y esternón (Cuadros 1 y 2). La mayoría son maxillas, mandíbulas, cráneos, radios, ulnas, metacarpos, tibias y metatarsos. Huesos del tronco solo se hallaron tres vértebras, un esternón y varias costillas. Se ubicaron 40 costillas, pero este número incluye los fragmentos. A un ave la conforman 14 costillas del lado derecho e izquierdo, por lo que 40 costillas son poco numerosas. También se encontraron tres húmeros y ningún fémur.
En el cuadro se puede observar el total de fragmentos correspondientes a derecha e izquierda. La marca de estrella presenta la parte de tres o menos huesos. Es evidente que casi no se hallaron huesos del tronco, húmero y fémur. Es posible que se desecharan ya que no presentaban importancia para la gente.
Se localizaron 94 fragmentos de huesos de los dedos del pie (Ossa digitorum pedis), lo que presenta una muestra muy grande. La razón es la suma del primero (Digitus I) al cuarto dedo (Digitus IV). Sin embargo, las garras, que son los dedos distantes (Phalanx distalis) suman 26 fragmentos, siendo una muestra generosa.
En este trabajo se presenta la cantidad de individuos ubicados (Figura 6). Se hallaron pocos huesos del tronco, húmeros y fémures. Los huesos encontrados estaban bien conservados, así que una posible explicación a esta ausencia sería que se escogieron las partes más atractivas para la ofrenda.
LA MANERA OFRENDADA
Con mucha frecuencia se ubicó en los huesos restos de cortes en los mismos lugares, tanto en la izquierda como en la derecha de los individuos, en los radios, las ulnas y las tibias. Como mínimo se localizaron nueve tibias en once individuos (Figura 7).
Existe en algunos una marca de corte en el rostro mientras que en otros no se observa, por lo que posiblemente los huesos fueron rotos en los mismos lugares, luego de colocar en orden las plumas derechas e izquierdas de los radios y ulnas del mismo individuo.
Los miembros superiores no fueron cortados en la articulación entre el omóplato y el húmero. Fueron seccionados con un instrumento afilado, luego de apuntar la parte proximal de los radios y las ulnas, posiblemente porque se consideraban importantes las plumas.
También, los miembros inferiores no tienen fémures. La mayoría son fragmentos distantes de la tibia. Por esta razón, quizá se cercenaron las tibias en la parte del tronco con un instrumento afilado, sin desarticulación, respetando las garras.
En la cabeza, no se encontraron el occipucio, el atlas ni el axis. Cortaban los huesos de la parte posterior del cráneo, generalmente es más fácil amputar la cabeza a partir de la tercera vértebra, pero este corte a partir de la cabeza puede explicarse con que a las personas les importaba más conservar el pico que la cabeza.
Existe duda respecto al número de individuos. El número mínimo (MNI) es 15 por los metacarpos, pero podría ser once por las ulnas, radios, tibias y metatarsos. Se explica que por lo menos 15 individuos se ofrendaron en el vaso cilíndrico, escogiendo las cabezas, plumas y garras.
ESTUDIO DE LOS HUESOS DE AVE PARA LA OFRENDA
Por lo general las ofrendas de aves entre los Mayas son de orden de Galliformes (Faisán) incluyendo la familia de Cracidae, del género de Colinus y Lophortyx y Odontophorus (Codorniz), la familia de Meleagridae (Pavo). Se considera que existe una relación entre el hábitat y algunas familias. Para los Mayas, la familia del pavo (Meleagris gallopavo) y el pavo ocelado (Meleagris ocellata) son frecuentes, la codorniz se ubica más en el Altiplano de México. Pero en El Salvador estas familias de pavos se hallan muy poco, por ello no se localizan restos de estas especies.
Dentro de la ofrenda existen especies pequeñas y con plumas preciosas, como se ha dicho anteriormente, no hay un denominador común de estas ofrendas en el área Maya, por lo que se considera que buscaban especies de hábitat cercano que tuvieran plumaje hermoso.
Lo que sí es evidente en este hallazgo es que la gente tuvo un fuerte sentimiento por las plumas, garras y pico de algunas aves; las plumas por su belleza, y las garras y el pico por el temor. Se espera encontrar un ejemplo similar en cualquier otro lugar del área Maya, al ubicar nuevas evidencias, para así tener la posibilidad de hacer comparaciones con respecto a la importancia de las aves en ofrendas Mayas.
Figura 6 Tibias de corte
Figura 7 Radios y ulnas son del mismo individuo