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Rodríguez Girón, Zoila
2009 La Ermita del Soldado, San Juan Chamelco, Alta Verapaz. En XXII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2008 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.117-132. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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LA ERMITA DEL SOLDADO,
SAN JUAN CHAMELCO, ALTA VERAPAZ
Zoila Rodríguez Girón
Universidad de San Carlos de Guatemala – ADESCA
ABSTRACT
THE CONVENT OF THE SOLDIER, SAN JUAN CHAMELCO, ALTA VERAPAZ
Don Eusebio Tzub Cuc, member of the Pro-Construction Committee of the Church of San Juan Chamelco, presented a Project for restoring a small convent located in the San Luis Barrio to the ADESCA committee (Aporte para la Descentralización Cultural). The small structure presented two significant challenges: 1) Due to urbanization taking place in the neighborhood, the south wall had become the street corner for 3a Calle without sidewalk or curb to protect it. In addition, the whole structure was at the point of collapse for lack of a roof and the resulting humidity caused cracks in the four walls; 2) The second challenge was to try to save murals on the church walls. All were stained green from humidity, scratched, suffering loss of color, etc. Upon obtaining funding from ADESCA, restoration began on the convent with manual labor provided by the community, the participation of Oscar Pérez, graduate student in the School of Architecture of the Universidad de San Carlos, and the oversight of architect, Víctor Sandoval. Margarita Estrada and Brenda Penados of the Salterio Estudio Taller were in charge of the restoration of the murals, as well as a Christ image also in a poor state of preservation. This work will present the sequence of salvage and restoration of this small convent.
El objetivo de esta ponencia es que se conozca el rescate y salvamento de una pequeña ermita localizada en San Juan Chamelco, Alta Verapaz.
El 13 de julio de 2005, el señor Eusebio Eligio Tzub Cuc, representante del Comité Pro-construcción de la iglesia católica de San Juan Chamelco, presentó ante el Aporte para la Descentralización Cultural (ADESCA) el proyecto para la “Restauración de la Ermita del Soldado”, localizada en el Barrio San Luis de esa población (Figura 1). En aquel momento, el interés era tratar de conservar el monumento, que según el Comité había sido construido hace:
“…más de quinientos años, de calicanto, con caimientos de agua en los cuatro lados, techo de tejas de barro cocido. En el interior, en sus muros, aún se puede apreciar el arte de dibujo y pintura, las que necesitan protección y conservación” (Expediente del Proyecto Restauración Ermita del Soldado, Barrio San Luis, San Juan Chamelco, Alta Verapaz. Convenio No. 38-2006: A-5).
El edificio cuenta con registro en la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural (DIGEPAN). Éste afirma que el mismo es de propiedad municipal, dedicado al servicio religioso, con valor histórico, artístico, arquitectónico y etnológico. El constructor es anónimo y su antigüedad data para la época hispánica, siglo XVII. Dice, además “que en su interior presenta pintura mural y un crucifijo del siglo XVI (Ibíd.: A-6; ver Figura 2).
Arriba se informa que el edificio es de propiedad municipal. Sin embargo, según escritura No. 240, firmada el 21 de agosto de 1990, el dueño de la Ermita, don Héctor Humberto Rax Cuc, celebra contrato de compraventa con el Representante del Comité, cobrando por ésta la suma de diez quetzales exactos, que “…a su entera satisfacción tiene recibidos y le vende, cede y traspasa” al Comité el terreno y la Ermita construida en el mismo (Ibíd.: A-8-10).
El proyecto fue calificado por la Comisión de Patrimonio Cultural de ADESCA, formada por tres distinguidos profesionales de la Arquitectura, Arqueología e Historia, para su posible financiamiento. Posterior a su evaluación, la citada Comisión recomendó su restauración, por “…el lamentablemente estado de conservación del edificio”. La cantidad asignada por el Consejo de Administración fue de Q. 162,440.00.
El Convenio entre ADESCA y don Eusebio Tzuc Cuc, se firmó el 22 de noviembre de 2006 (Convenio No. 38-2006, firmado entre el beneficiario y Zoila Rodríguez Girón, Directora Ejecutiva de ADESCA en aquel momento), aunque los trabajos arquitectónicos de conservación de los murales se iniciaron hasta principios del año siguiente, cuando ya se contaba con la autorización de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, firmada por el entonces Director, Licenciado Salvador López Aguilar.
El beneficiario del proyecto firmó convenios con los diferentes profesionales que se harían cargo de la restauración. La consolidación y conservación de las pinturas murales estuvo a cargo del equipo de Salterio Estudio Taller, dirigidos por las restauradoras Margarita Estrada y Brenda Penados. La restauración arquitectónica estuvo a cargo del arquitecto Víctor Sandoval, con la colaboración del estudiante tesista de arquitectura Óscar Caal y mano de obra calificada, proveniente de la comunidad.
EL EDIFICIO Y SU RESTAURACIÓN
La Ermita está localizada en el Barrio de San Luis, edificada de Oriente a Poniente, con 6.74 m de largo x 4.96 m de ancho. Se accede a ella por medio de cuatro escalones y un descanso en la puerta, localizada en la parte frontal. El diagnóstico inicial, evidenció grietas profundas tanto en el interior como en la parte posterior oriental. El único contrafuerte, localizado al norte, que aún permanecía en pie, estaba separado del muro y el techo estaba a punto de colapsar (Figuras 3 a 5).
Para iniciar los trabajos de restauración, ya se tenían claros los pasos a seguir, a continuación un breve resumen:
- Para liberar de humedad el edificio se excavó alrededor del mismo, se hicieron cunetas hacia el norte y oriente para que el agua corriera y no se estancara en los alrededores. Se excavaron también varios pozos de sondeo para revisar el estado de los cimientos y localizar algún material arqueológico (Figura 6).
- Se excavó también el sur, para recimentar el edificio, ya que cuando se amplió la calle, la Ermita perdió sus cimientos originales. Este trabajo evitó un posible colapso de la misma.
- El contrafuerte y las grietas se inyectaron con lechadas de cal y cemento.
- En el techo, se desmontó la teja, se limpiaron las que aún estaban enteras. Éstas y las nuevas, fueron impermeabilizadas con jabón de coche.
- La madera del artesón se desmontó y limpió. Antes de reponerla se curó con pentaclorofenol.
La humedad había formado hongos y moho fuera y dentro del edificio. El altar interior, por ejemplo, estaba cubierto de una capa verde de moho que imposibilitaba apreciar las pinturas integradas al mismo (Figuras 7 a 9).
Previo a iniciar los trabajos de restauración arquitectónica, Margarita Estrada y Brenda Penados procedieron a velar las pinturas murales, para protegerlas del trabajo de restauración que continuaría posteriormente. Estos murales ocupan un área rescatable de aproximadamente 14 m de largo por 1.80 m de alto. Se trata de pintura al seco, con estilo lineal sin corporeidad ni especialidad.
El Cristo es la única escultura de la Ermita. Sufre algunas grietas, pérdida de capa pictórica y acumulación de polvo. Se encuentra dentro de una cruz de madera ensamblada a manera de resguardo, en función de hornacina sin ningún tratamiento (Figura 10).
Todos los trabajos de arquitectura y restauración de los murales, se llevaron a cabo (Figura 11). Sin embargo, para finalizar el año 2007 estaba pendiente la escultura, que había sido trasladada al Convento del templo de San Juan Chamelco, para su custodia y resguardo mientras se efectuaban los trabajos. Hasta aquí estaba el estado de cosas para finales del año 2007; sin embargo, varios acontecimientos en la comunidad, cambiaron los plazos pactados de entrega de la obra.
Las restauradoras y miembros de ADESCA visitamos San Juan Chamelco para conversar con el Padre Denis Eduardo López, cura párroco del pueblo, sobre la entrega de la imagen resguardada en la Iglesia. Y, esa tarde del 2 de diciembre de 2007, en la Sacristía, se firmaron dos documentos legales de entrega de la escultura para que fuera depositada en la Ermita (Expediente del proyecto: escritura pública levantada por el Lic. Edwin Mauricio Meza y otras autoridades tanto eclesiásticas como del Comité. El segundo documento trata del Acta Administrativa No. 15-2007, firmada en esta oportunidad por Elsa Son Chonay, Directora Ejecutiva de ADESCA, Zoila Rodríguez, Belia Sican, Margarita Estrada y Brenda Penados. Por el Comité: Felipe Xol Caal, Domingo Xol Sí, Luciano Ton Chú. Actuaron como testigos de honor, Ricardo Cac, Marlen Garnica y Marvin Román Chei Yoj; Figura 12).
SAN JUAN CHAMELCO: SU IMPORTANCIA EN LAS VERAPACES
San Juan Chamelco, municipio del Departamento de Alta Verapaz, se accede al mismo por carretera asfaltada. Desde Cobán al centro del poblado hay más o menos diez kilómetros de distancia. Ésta es una de las poblaciones Q’eqchi’ donde los hablantes de este idioma alcanzan el 96.6%. La mayoría de sus habitantes se dedican a la agricultura y al comercio. El Santo Patrón del pueblo es San Juan Bautista, cuya fiesta se celebra entre el 21 y el 24 de junio.
El pueblo fue fundado el 24 de junio de 1543. El cacique principal de esta comunidad y sus alrededores era el señor Aj Pop, o Batz, conocido posteriormente como don Juan Matalbatz. Doce años después de la fundación de San Juan Chamelco, el 3 de agosto de 1555, el cacique mayor don Juan, fue nombrado Gobernador vitalicio de la provincia de la Vera Paz (ssegún Cédula Real firmada por la Princesa Doña Juana de Portugal, hija de Carlos V, Rey de España, transcrita por A. Estrada Monroy 1979:274, según documento A.G.I. Guatemala 386), con todos los privilegios inherentes a su rango. Pero alrededor del año de 1566, fue nombrado Alcalde Mayor don Pedro de Casa de Avante y Bamboa (Documento A.G.I. Guatemala 394), quien se autonombró consejero de don Juan Matalbatz. Las relaciones entre ellos no fueron cordiales, a tal punto que el cacique hubo de retirarse del centro de San Juan Chamelco, hacia las afueras del poblado.
A partir de este momento, se inicia en la historia del Cacique don Juan, un período basado en la tradición oral y posibles textos que cuentan la “Historia del Rey”. Personalmente pudimos observar en la población que esta tradición, después de más de cuatrocientos años, aún trasciende hasta nuestros días.
Durante el mes de junio de 2008, con el objeto de recabar datos para esta plática, conversé con don Ricardo Cac, miembro del Comité, quien me indicó que antiguamente la Ermita había servido como garita, “…porque todo el mundo sabe que el cacique Juan Matalbatz, vivía por el Barrio de San Luis, alejado del centro de San Juan. Los soldados que la cuidaban también estaban a cargo de vigilar que éste no fuera molestado, porque lo visitaba mucha gente que requería de su consejo” (Aproximadamente unos 50 metros antes de llegar a la Ermita hay un puente de acceso a la calle donde está el edificio. En ambos lados del puente puede observarse una especie de ciénaga. Según comentarios de don Ricardo Cac, anteriormente, cuando los inviernos eran más copiosos, en este lugar había pantanos que no permitían el libre acceso a la Ermita. Es posible que estos pantanos sirvieran de barrera e impidieran el paso para visitar al Cacique Don Juan).
Cuentan otros ancianos del pueblo que don Juan no murió en el barrio, que cuando éste se sintió enfermo se fue a unas cuevas de Chamil (una de las aldeas de San Juan Chamelco) y allí murió. Durante mucho tiempo estas cuevas fueron visitadas y ofrendadas, pero al parecer, posterior a los terremotos de 1976, éstas quedaron sepultadas. Actualmente, según los informantes, sólo queda un promontorio de piedras).
LOS TRABAJOS FINALES
La restauración del edificio, aunque pequeño, tuvo una duración de dos años, tiempo que fue interrumpido por varios factores. El clima fue uno de ellos, así como el fallecimiento del beneficiario y otros sucesos comunales surgidos a finales de 2007.
La Ermita, permaneció cerrada desde finales del año pasado hasta el mes de junio de 2008, cuando las restauradoras acompañadas de ayudantes y los materiales para la restauración, regresaron a San Juan Chamelco, para iniciar la limpieza de la imagen.
En la mesa del altar, se localizaron varias ofrendas, consistentes en 18 piedras pequeñas, candelas de colores blanco, amarillo, celeste y verde. Asimismo, varias monedas de cobre de un centavo, de cinco, diez y veinticinco centavos. Una moneda de un quetzal estaba pegada con copal en el talón del pie izquierdo.
Los miembros del Comité nos comentaron que la primera vez que se visita esta ermita, las personas dejan como ofrenda una piedra pequeña. Si esto es así, desde finales del año pasado visitaron este lugar, por primera vez, 18 personas. Las demás ofrendas probablemente sean peticiones de favores.
Finalmente, el Cristo fue puesto, sobre la mesa del altar (Figura 13). Nosotros, cuando salimos de la Ermita, nos despedimos del lugar y dejamos como ofrenda una piedra pequeña.
LOS MURALES
Las técnicas utilizadas para el rescate de los murales, no son objeto de este trabajo. Sin embargo, si podemos informar que la pintura de las figuras demostraba una pérdida de la capa pictórica hasta más de un 40%. Sólo el delineado en negro permitió cerrar cada figura hasta completarla en lo posible.
Las pinturas corren a lo largo del muro norte, oriente y sur, en una rica gama de colores amarillos, rojos, azules, verdes. Los motivos son de personajes (imágenes religiosas), flores y bejucos, triángulos, entre otros (Figuras 14 a 16).
Alfonso Aris de Castilla, cuando habla de la pintura, entre las artes mayas, dice que es la menos conocida “…por ser la más efímera, sujeta a destrucción por el tiempo, las lluvias, los materiales perecederos sobre la que se aplicó, han hecho desaparecer o han echado a perder el lustre y colorido de las figuras pintadas. Sin embargo, los dibujos aplicadas a la cerámica, los murales pintados al temple o al fresco, las ilustraciones en los Códices, son exponentes de un arte bien logrado y de gran fuerza expresiva” (Diccionario de Artes 1983:2429).
No sin razón comenta que en cuanto a pintura de murales, sobre todo en el período Clásico, los artistas se expresan con libertad y maestría. Sin embargo, en algunas ocasiones no preocupa el tamaño de las figuras, no guardan relación de tamaño lógico las figuras humanas y edificios o el entorno local, pero muestran un gran encanto (Figura 17).
Los murales de la Ermita se ajustan a lo expresado por Aris de Castilla, cuando posiblemente utilizan sistemas similares a los antiguos Mayas, donde a veces tampoco preocupa el tamaño de las imágenes. Un ejemplo de este caso podría ser la pintura de la figura quinta del muro sur: Se presenta un personaje, vestido en café con lazo y nudo al frente. Tiene una palma al lado izquierdo (¿mártir?), cabeza con tonsura, barba recortada, bigote y brazos extendidos hacia los lados.
Sin embargo, al lado izquierdo en la parte superior aparece otro personaje muy pequeño, en relación al primero, vestido en café rojizo. Cabeza con tonsura, las manos hacia delante, haciendo una especie de círculo. La pregunta sería: ¿se trata del alter ego del primero? O bien el autor quiso expresar algún mensaje, que ahora no podemos descifrar. Y así podríamos mencionar otros ejemplos en el mismo mural.
Según los historiadores del arte, existen varias maneras de describir una obra, por ejemplo, la imagen pintada hacia el lado sureste del Cristo: personaje femenino, localizado dentro de un marco de figuras geométricas, vestido de largo. En sus manos porta un ave y posiblemente un collar de cuentas. La descripción puede quedar hasta aquí, como una mera percepción formal (Figura 18).
Ahora bien, si dentro de la descripción se toman en cuenta el tiempo, el espacio, los colores, las posiciones, los atributos, etc., entonces, se entra al campo de la iconografía, que “…es la rama de la Historia del Arte que se ocupa del contenido temático o significado de las obras de arte”.
Esta ponencia, al inicio, pretendió trabajar la iconografía de esta rica gama de imágenes, colores y motivos religiosos. Sin embargo, ello no fue posible. El tiempo fue nuestro principal enemigo, ya que la Ermita fue entregada formalmente por parte de ADESCA al Comité, hasta el 12 de julio de 2008, cuando hubo fiesta en la comunidad y se pudo fotografiar el exterior del edificio que, en su esquina suroeste muestra un fragmento de mural que parece mostrar una posible figura felina ¿jaguar? (Figura 19).
Tenía razón doña Emilia Cab, una de nuestras informantes, cuando dice que ella vio, en el interior y exterior del edificio, la figura de un soldado, un rey y una garra de tigre. Esta última, como se sabe, representa la fuerza y la astucia. Dice Hans Biedermann (1993:448) que “dioses y héroes llevan pieles de tigre, sobre todo los terribles dioses protectores de la religión”.
Antes de agradecer a todos ustedes su atención a esta plática, quisiera invitarles a visitar San Juan Chamelco, pero también ir a la Ermita del Soldado, deleitarse con sus imágenes, frisos de enredaderas, frutas, zócalos, etcétera. Llevar una piedra pequeña y dejarla como ofrenda al pie del Cristo de la Ermita (Figura 20).
REFERENCIAS
Aporte para la Descentralización Cultural (ADESCA)
2005-8 Restauración de la Ermita del Soldado, Barrio San Luis, San Juan Chamelco, Alta Verapaz. Expediente del Departamento de Sistematización. Guatemala.
Aris de Castilla, Alfonso.
1983 Diccionario de Arte. Editorial José de Pineda Ibarra. Guatemala.
Biedermann, Hans
1993 Diccionario de símbolos. Editorial Paidós Ibérica, S. A. Barcelona.
Estrada Monroy, Agustín.
1979 El Mundo K‘ekchi’ de la Vera-Paz. Editorial del Ejército. Guatemala.
Figura 1 Ermita previo a Restauración
Figura 2 Crucifijo previo a limpieza
Figura 3 Dibujo de la Ermita del Soldado, San Juan Chamelco, Alta Verapaz.
Figura 4 Dibujo en Sección, Ermita del Soldado, San Juan Chamelco, Alta Verapaz.
Dibujó Víctor Sandoval; Digitó Jorge Cáceres
Figura 5 Dibujo de Ermita del Soldado. Procedimiento de Restauración
Figura 6 Excavaciones perimetrales, definición de cimientos
Figura 7 Altar previo a limpieza
Figura 8 Altar después de la limpieza
Figura 9 Altar restaurado
Figura 10 Cristo dentro de caja en forma de cruz
Figura 11 Ermita del Soldado restaurada
Figura 12 Traslado del Cristo, del Templo a la Ermita
Figura 13 El Cristo restaurado
Figura 14 Muro Norte, interior Ermita del Soldado
Figura 15 Muro Oriental, interior Ermita del Soldado
Figura 16 Muro Sur, interior Ermita del Soldado
Figura 17 Detalle de proporción de imágenes
Figura 18 Percepción formal de lo femenino
Figura 19 Reminiscencia de murales exteriores
Figura 20 El Cristo de la Ermita, versión final