Categorías

027 – PUESTA EN MARCHA DE UN MODELO DE PLANIFICACIÓN PARA EL MANEJO DE SITIOS PATRIMONIALES: EL CASO DE JOYA DE CERÉN, EL SALVADOR – Carolina Castellanos y Françoise Descamps – Simposio 22, Año 2008

Descargar este artículo en formato PDF

Castellanos, Carolina y Françoise Descamps

2009        Puesta en marcha de un modelo de planificación para el manejo de sitios patrimoniales: El caso de Joya de Cerén, El Salvador. En XXII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2008 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.333-344. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

27

PUESTA EN MARCHA DE UN MODELO DE PLANIFICACIÓN PARA EL MANEJO DE SITIOS PATRIMONIALES: EL CASO DE JOYA DE CERÉN, EL SALVADOR

Carolina Castellanos

Françoise Descamps

Getty Conservation Institute

ABSTRACT

PUTTING INTO ACTION A PLANNING MODEL FOR THE MANAGEMENT OF CULTURAL SITES:

THE CASE OF JOYA DE CERÉN, EL SALVADOR

Between 1999 and 2002, the Getty Institute of Conservation (GCI) in collaboration with the Consejo Nacional para la Cultura y el Arte of El Salvador developed a management plan for Joya de Cerén, a site on the UNESCO World Heritage list. This process was registered under the framework of the Maya Initiative of the GCI, which has a regional focus concentrated on the development of methods and processes that permit the integral preservation of this cultural site. The objective of this paper is to analyze critical aspects related to the participatory processes of planning, guided by values that currently drive the management of sites, such as the challenges faced when putting plans into action. We will present a critical review of the process, in particular for Joya de Cerén, and the essential themes that have led to reflection on the limitation and problems of planning and management of sites in the Maya area.

El sitio arqueológico Joya de Cerén inscrito en la lista del Patrimonio Mundial en 1993, se encuentra en el valle de Zapotitan, a 36 km de la capital de El Salvador. Es un lugar excepcional, en donde se preservan importantes vestigios arquitectónicos y artefactos enterrados por eventos volcánicos alrededor del año 600 DC. La conservación y presentación de estos elementos favorece la comprensión de las formas de vida cotidiana de los habitantes prehispánicos de la periferia sur de Mesoamérica durante el periodo Clásico (Figura 1).

EL SITIO ARQUEOLÓGICO Y SU ENTORNO

El área donde su ubica Joya de Cerén cuenta con una rica biodiversidad y un entorno que ha favorecido el asentamiento humano durante varios siglos. El lugar refleja las contradicciones de la actividad volcánica catastrófica en corto plazo, puesto que las erupciones devastan el área, sin embargo, a largo plazo la descomposición de las cenizas volcánicas crea los suelos más fértiles del país. El sitio arqueológico estuvo habitado por casi un siglo, durante lo que se conoce como el periodo Clásico en la cronología Mesoamericana hasta su abandono y enterramiento cerca del 590 DC como consecuencia de la erupción del volcán Laguna Caldera.

El sitio fue descubierto accidentalmente en 1976 durante la construcción de infraestructura agrícola y ha sido objeto de investigaciones arqueológicas y proyectos de conservación desde entonces. Joya de Cerén se localiza entre diversos poblados y pequeños asentamientos que son parte de la municipalidad de San Juan Opico. Aunque hoy en día es un entorno rural sin desarrollo urbano a gran escala, el uso de la tierra y los trabajos de infraestructura, principalmente vías de acceso y comunicación, han tenido un impacto significativo transformando el paisaje circundante y el medio ambiente. El sitio abarca un área de cinco hectáreas y está dividido en dos grandes sectores: el área restringida o reserva arqueológica y el área pública o parque arqueológico. Este último, corresponde a la zona anteriormente utilizada por el Instituto Regulador de Abastecimiento, cuya infraestructura moderna ha sido adaptada para diversos servicios al público visitante.

De las 18 estructuras identificadas a la fecha, diez han sido completamente excavadas y se localizan en cuatro pozos de excavación con dimensiones y profundidades variables. La forma particular en que se ha excavado el sitio no permite la lectura como un todo de lo que constituyó el asentamiento prehispánico y su entorno. Las relaciones espaciales, las funciones arquitectónicas y el uso del espacio sólo pueden apreciarse dentro de los grupos específicos.

Además, la arquitectura del sitio sufrió impactos como consecuencia del evento volcánico por lo que algunos muros se han colapsado por completo mientras que otros son sostenidos por bancos de tefra. La vista aérea está dominada por elementos modernos de infraestructura como las cubiertas de protección y el paisaje ha sido transformado por las actividades humanas actuales, dando la impresión de que el sitio es más bien un componente de la topografía subyacente (Figura 2).

IMPORTANCIA Y SIGNIFICADO CULTURAL DE JOYA DE CERÉN

Lo que hoy es El Salvador fue habitado por diferentes grupos culturales a través de los siglos. Las investigaciones arqueológicas en el país, así como otros proyectos en la región Mesoamericana, se han centrado en los grandes centros ceremoniales que evidencian el desarrollo cultural, político y religioso de los distintos grupos. Esto ha generado lagunas de conocimiento en cuanto a la vida cotidiana de los habitantes prehispánicos. Con el descubrimiento de Joya de Cerén y las subsecuentes investigaciones, se han comenzado a subsanar esas deficiencias, ya que el sitio proporciona información única con respecto al desarrollo e historia cultural de los pequeños asentamientos de la periferia sur de Mesoamérica durante el periodo Clásico.

Las circunstancias particulares de su enterramiento por capas sucesivas de ceniza volcánica, generaron condiciones para la conservación de estructuras, artefactos y otras evidencias que atestiguan el desarrollo cultural y la adaptación del hombre con su entorno. En el asentamiento prehispánico, los materiales y tecnologías constructivas en tierra, las formas arquitectónicas, la organización del espacio y los numerosos objetos, demuestran las habilidades y el avance de los habitantes de acuerdo a sus condiciones específicas. Por tanto, el sitio constituye una reserva científica de gran relevancia, dado que varias estructuras han sido parcialmente descubiertas mientras que otras han sido únicamente identificadas.

Los restos arqueológicos preservados fomentan una relación tangible entre el pasado y el presente. Muchos de los rasgos que caracterizan a las comunidades agrícolas contemporáneas en Centroamérica se encuentran en el sitio como congelados en el tiempo. Se pueden hacer paralelos entre los habitantes prehispánicos y los actuales, desde las formas de cultivo y el procesamiento de las cosechas, hasta los materiales y tecnologías constructivas en tierra y para la elaboración de cerámica. Consecuentemente, Joya de Cerén juega un papel fundamental en el proceso de fortalecimiento de una identidad cultural, es de hecho una fuente de orgullo y de referencia a un territorio específico y a una historia (Figura 3).

EL PROYECTO PLAN DE MANEJO PARA JOYA DE CERÉN EN EL MARCO DE LA INICIATIVA MAYA

La preparación del plan de manejo para el sitio de Joya de Cerén, en El Salvador, fue parte del programa Iniciativa Maya, desarrollado por el Instituto Getty de Conservación, en asociación con las instituciones responsables del patrimonio cultural en los países vinculados al área Maya. La Iniciativa Maya resultó de las discusiones sostenidas durante las visitas a sitios en El Salvador, Honduras y Guatemala, así como de las reuniones de trabajo en Los Ángeles (EE.UU.), en Mérida (México) y en Antigua (Guatemala) entre 1995 y 1998, con miembros del Instituto Getty de Conservación y representantes de las instituciones encargadas del Patrimonio Cultural, entre ellas CONCULTURA de El Salvador.

Este programa se insertó en la misión del Instituto Getty de Conservación que es parte del J. Paul Getty Trust, una organización internacional cultural y filantrópica, localizada en los Estados Unidos de América que se dedica a las artes visuales y al humanismo. En el ámbito internacional, el Instituto de Conservación trabaja para avanzar en las prácticas de conservación y en la promoción de la preservación y la comprensión de las artes visuales en todas sus dimensiones: objetos, colecciones, arquitectura y sitios. Para tal efecto, el GCI desarrolla programas de investigación científica, de educación y formación, así como proyectos de campo y difusión de sus resultados que busquen abrir nuevos caminos y generen metodologías para fortalecer la preservación del patrimonio (Castellanos et al. 2001, 2002).

En este sentido, en los proyectos de campo, el GCI no ejecuta acciones puntuales de intervención sino que desarrolla modelos y fomenta la aplicación de metodologías que permitan generar alternativas viables e integrales para la conservación del patrimonio. Así, la iniciativa tuvo un enfoque regional y buscó fortalecer la conservación del Patrimonio Cultural de la región mesoamericana a través del desarrollo de proyectos de común interés para los países integrantes. Estos proyectos incluyen, entre otros:

  • La planificación para el manejo de sitios.
  • La investigación sobre las causas de deterioro en materiales constructivos – piedra y tierra principalmente – y las alternativas para mitigarlas.
  • El desarrollo de metodologías para abordar los problemas estructurales en monumentos y las opciones para su adecuada conservación.
  • Los efectos, requisitos y normas para la construcción de cubiertas de protección.

El proyecto Joya de Cerén fue el primero de la Iniciativa Maya puesto en marcha e inició en marzo de 1999. Desde esa fecha hasta el 2002 se realizaron actividades sostenidas para la preparación del plan de manejo para el sitio. La selección de un proyecto de esta índole, respondió al interés de CONCULTURA y el Instituto Getty de Conservación para desarrollar un plan que sirviera como modelo en el campo de manejo del Patrimonio Cultural y que sustentara en el futuro las políticas y prácticas para la conservación del Patrimonio Cultural de El Salvador y de los sitios arqueológicos en general.

La estructura del proyecto se estableció a partir de una base metodológica que integró nuevas aproximaciones en la planificación para el manejo de sitios. A través de la aplicación de este método, se pretendía crear una dinámica para la administración y el manejo del sitio que integrara a diversas instituciones gubernamentales, grupos profesionales y comunidades con el objeto de fortalecer la colaboración en la conservación del Patrimonio Cultural y de promover el desarrollo de una política nacional para su manejo.

El proyecto se realizó en forma participativa con profesionales de CONCULTURA para generar las condiciones para la transferencia de conocimiento y así garantizar la continuidad de proyectos similares en el futuro. Los aportes del Instituto Getty de Conservación se concentraron en establecer las bases metodológicas del proyecto y en acompañar el desarrollo del proceso de planificación para el manejo. Paralelamente, dado que en el caso de Joya de Cerén la conservación de la materia física de las estructuras arqueológicas representa un reto importante, se desarrollaron estudios científicos de alto nivel.

Las investigaciones tuvieron como objetivo principal comprender los mecanismos de deterioro de los vestigios arquitectónicos de tierra con el objeto de establecer alternativas viables para su conservación. Para tal efecto, se elaboraron registros detallados de las condiciones en las estructuras, análisis de los materiales constitutivos y registros de las condiciones del medio ambiente. Con los resultados del registro puntual y continuo, se tuvieron los elementos para evaluar el impacto de distintos parámetros identificados como potenciales factores de deterioro.

ESTADO DE CONSERVACIÓN Y ANTECEDENTES DEL PROCESO

Como se mencionó anteriormente, sólo una parte del sitio ha sido excavada y el estado actual de conservación soslaya futuras excavaciones hasta que se esté en posibilidad de ejecutar medidas integrales para la mitigación de los factores que generan deterioro en el mismo. Desde el inicio de la investigación arqueológica, se han realizado diversas intervenciones para la conservación, desde la estabilización estructural y la consolidación superficial hasta la construcción de cubiertas masivas de protección sobre las cuatro áreas expuestas y la instalación de sistemas de drenaje. Además, ha habido diversas misiones de expertos para evaluar estas intervenciones y se han producido muchas recomendaciones para el sitio, algunas de las cuales ya se han hecho (Figura 4).

A pesar de las intervenciones continuas y el mantenimiento sostenido, las estructuras se han seguido deteriorando tanto como consecuencia de los mecanismos inherentes a la naturaleza y composición de los materiales de construcción así como las técnicas empleadas, sino también por las condiciones creadas por el clima tropical húmedo del área. Los vientos, terremotos, huracanes y variaciones extremas de temperatura y humedad constituyen amenazas para el sitio. Pero las amenazas no se limitan a factores ambientales o al deterioro material intrínseco. El sitio no existe de manera aislada, está inscrito en un entorno físico y humano que tiene un impacto en él.

Factores como el desarrollo industrial, la expansión urbana no controlada, la pérdida de tierras agrícolas, la contaminación, los residuos químicos derivados de la producción industrial, el incremento o la disminución de los niveles freáticos y la degradación de los recursos naturales, entre otros, tienen un impacto en la conservación de las estructuras y en la manera en que se percibe y aprecia el lugar (Figura 5).

A pesar de la relevancia de Joya de Cerén y aún cuando fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial en 1993, el sitio al igual que otros lugares patrimoniales en El Salvador, no contaba con un plan para su gestión y conservación. Se habían desarrollado diversas iniciativas para elaborar un plan de manejo pero no se habían concretado. Las razones por las que estos proyectos no habían tenido éxito estaban relacionadas con diversos factores, incluyendo un contexto donde no existe un mandato para la planificación integrada de los sitios patrimoniales y en donde las decisiones eran principalmente tomadas por la institución a cargo, la limitada capacidad técnica, la voluntad política y los marcos y capacidades institucionales, entre otros.

EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN

Por este motivo entre los años 1999 y 2002, se puso en marcha un proyecto para desarrollar un proceso de planificación que permitiera enfrentar los retos de conservar un sitio construido con arquitectura a base de tierra en climas tropicales húmedos y su manejo en un contexto de desarrollo. La iniciativa de planificación para el manejo fue ejecutada como un proyecto de colaboración entre el Instituto Getty de Conservación y el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA). El plan de manejo de Joya de Cerén y mayor información pueden ser consultados en la página web www.getty.edu, bajo el Proyecto Iniciativa Maya.

La metodología de planificación consideraba dos premisas principales: la conservación de los valores del sitio y su entorno como un componente crítico del desarrollo humano sostenible y la promoción de procesos participativos e integrales para definir el manejo y el futuro del mismo. De igual forma, consideraba que la conservación y manejo del sitio no se limitaba a atender las necesidades de conservación de la materia física sino también los asuntos relacionados con el entorno natural y el contexto social.

El proceso de planificación, al igual que otros, estuvo conformado por tres fases principales: la investigación, el análisis y la respuesta. Estas fases incluyeron respectivamente la identificación del lugar, el análisis de condiciones de la materia y del contexto, la evaluación del significado cultural, la definición de políticas y visión para el lugar y finalmente el desarrollo de programas y proyectos específicos, junto con un programa de ejecución en el cual se definen lineamientos para la evaluación, seguimiento y revisión del plan de manejo (Figura 6).

Dado que la comprensión precisa del sitio era esencial para el desarrollo de propuestas que conservaran y promovieran los valores del sitio de la manera más apropiada, gran parte del proyecto se enfocó en el análisis. Esto incluyó una documentación extensiva, desde levantamientos topográficos y dibujos arquitectónicos para el registro de condiciones, hasta la compilación de información gráfica y escrita de otras agencias relacionadas con el sitio, entrevistas, encuestas y otros esfuerzos para evaluar el contexto humano y natural del lugar (Figura 7).

En la práctica, ejecutar un proyecto participativo involucró distintos niveles de colaboración e interacción para atender la complejidad de asuntos relacionados con el sitio. Aún cuando Joya de Cerén es significativo en diversos aspectos y desde diferentes puntos de vista, esto no puede ser considerado como el argumento principal para su preservación. Existen necesidades específicas y expectativas legítimas por parte de diversos actores sociales relacionados con el lugar que no podían ser ignoradas.

Las comunidades aledañas y la Municipalidad de San Juan Opico tenían interés en los beneficios económicos potenciales derivados del turismo y de las actividades científicas, el sector turismo esperaba aumentar los ingresos en este rubro en El Salvador a través del incremento en el número de visitantes en el sitio y por tanto, deseaban mejores facilidades y más áreas abiertas al público. Durante el proceso, se invirtieron esfuerzos considerables para conciliar los diversos intereses con la conservación y manejo del sitio y para reconocer el impacto que las acciones en el entorno tenían sobre éste.

Por otro lado, se equilibraron los potenciales del sitio particularmente en cuanto al contexto social, para que los beneficios directos e indirectos derivados de la conservación del lugar contribuyeran a la mejora en la calidad de vida y al desarrollo humano. Estos potenciales se conciliaron, no sólo con las restricciones y limitaciones impuestas por la conservación de las estructuras arqueológicas, sino también con las expectativas de cada grupo, y así tener consenso en las prioridades sobre todo respecto al futuro de Joya de Cerén.

Consecuentemente, el proceso de planificación involucró un proceso constante de toma de decisiones en un ambiente interdisciplinario y multisectorial que conllevó a respuestas creativas para obtener resultados y mantener las discusiones centradas y para promover mecanismos efectivos de colaboración (Figura 8). Otro aspecto que tuvo influencia en el desarrollo y en el ritmo del proceso fueron los diferentes proyectos externos y las propuestas de inversión para el sitio, principalmente aquellas generadas a nivel nacional.

Estos proyectos no se podían ejecutar ya que se encontraban totalmente desarticulados del sitio y de la visión establecida y sólo conllevaban beneficios a corto plazo. Para poder integrarlos al plan de manejo, hubo que negociar y definir nuevamente sus metas y alcances con el objeto de que contribuyeran a la conservación en el largo plazo. Estas iniciativas incluían algunas a nivel del sitio pero también en el contexto macro como las propuestas para el Desarrollo Territorial para el Valle de San Andrés y los proyectos de infraestructura mayor como el sistema periférico de carreteras. El propio modelo teórico utilizado estuvo directamente relacionado con los resultados obtenidos.

Las filosofías promovidas dejaron en claro que todas las decisiones tienen implicaciones en los valores del sitio al conservar o promoverlos, pero también pueden comprometer algunos dependiendo en la manera en que se establezcan prioridades y se prescriban campos de actuación. Por tanto, las decisiones necesitaban estar bien fundamentadas, documentadas y justificadas con relación al contexto específico lo que llevó a la definición de políticas precisas y marcos de referencia para la actuación. A través del análisis integrado y la consulta amplia, se derivaron parámetros e intenciones que permitieron identificar las interdependencias entre proyectos y esferas de actuación en el nivel local y nacional.

Así, el Plan de Manejo de Joya de Cerén responde a una integración de evaluaciones con programas orientados a la conservación y a la promoción de valores específicos, a la atención de condiciones y al cumplimiento de una visión. En él se busca una aproximación sostenida y dinámica para enfrentar los retos que implican la conservación del patrimonio cultural y el manejo de su entorno, en estrecho vínculo con las condiciones sociales asociadas al lugar. En términos generales, el plan de manejo contiene:

  • La información sobre el sitio arqueológico y su entorno social y natural.
  • Las condiciones que se presentan en la actualidad.
  • El significado cultural y los valores adscritos en el proceso participativo.
  • Las políticas y la visión que conforman el marco de referencia consensuado para todas las acciones en el sitio y su entorno.
  • Los programas y proyectos que detallan los mecanismos para lograr la conservación integral y sostenible de Joya de Cerén.
  • Los instrumentos legales y administrativos para el óptimo manejo del sitio y para la ejecución estratégica de las propuestas definidas.

El resultado final en términos del nivel de detalle del plan, respondió también al contexto de El Salvador donde no se contaba con mecanismos institucionales para que las decisiones estratégicas se tradujeran posteriormente en un plan de acción. Por esto, se ha llegado al nivel de detalle de proyectos, que sólo requieren revisiones y adaptaciones antes de su puesta en marcha.

En cuanto a las fases de ejecución, los criterios y la lógica para su estructuración están también relacionados con las condiciones y con las posibilidades técnicas, económicas y materiales para la ejecución. Un factor importante fue el análisis de costos y beneficios, particularmente en cuanto a las inversiones financieras, lo que permitió equilibrar la viabilidad técnica y económica con la realidad del sitio y su contexto.

CONSIDERACIONES FINALES

La conservación de la materia física de los sitios patrimoniales es ciertamente una de las consideraciones esenciales para el manejo de un lugar. No obstante, los sitios no existen de manera aislada por los que las condiciones existentes en los entornos naturales y sociales deben ser integradas también en las propuestas prescritas en un plan. En el caso de Joya de Cerén como resultado del proceso de planificación el manejo del sitio se propone como una mayor articulación entre el patrimonio cultural y natural y la sociedad, con el objetivo principal de conservar y promover los distintos valores adscritos, tanto científicos, como históricos, económicos y sociales.

Todos los programas propuestos en el plan están estrechamente relacionados y su puesta en marcha contribuye a metas comunes por lo que la ejecución de sus respectivos proyectos no puede ser vista de manera aislada. Esta situación es particularmente evidente en el caso de los proyectos que se ejecutarán en la reserva arqueológica por lo que se ha establecido una programación específica para todos los proyectos a desarrollarse en esta área.

Se han establecido además líneas de actuación para responder a las demandas sociales, políticas y económicas en el nivel local y nacional, para contribuir de la mejor manera posible a la conservación sostenible del patrimonio, a la mejora en la calidad de vida y al desarrollo humano. Con el proceso participativo se han generado mecanismos que permiten coordinar intereses, fomentar la colaboración y crear un mayor sentido social de responsabilidad y compromiso con las tareas del patrimonio.

El manejo del patrimonio requiere de la colaboración estrecha entre las instancias que tienen mandatos que impactan directamente la conservación de un sitio, por eso de acuerdo a la naturaleza de cada proyecto y al área de ejecución, se han definido competencias y papeles para cada entidad con esquemas de gestión que varían según sea el caso. Estos mecanismos permiten facilitar la acción concertada entre los sectores públicos y privados y evitan en gran medida, la duplicidad de esfuerzos y la ejecución de acciones desarticuladas.

Los esquemas de co-gestión y co-responsabilidad definidos con la municipalidad y las comunidades adyacentes y la desconcentración de funciones han abierto nuevos campos de interacción entre los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil, acordes a las realidades locales. Además, se ha impulsado la discusión en torno a la gestión integrada y fortalecido el campo y la práctica del manejo del Patrimonio Cultural en la región mesoamericana.

En el caso de El Salvador, la estructura social e institucional existente significó retos importantes para aplicar un modelo teórico fundamentado en la participación amplia. Al igual que otros casos en la región, la toma de decisiones sigue siendo un proceso casi vertical donde hay participación limitada de grupos o actores sociales vinculados. Aún cuando ocurre la participación, esta no es sostenida a través del tiempo para que se fomenten cambios reales.

Sin embargo, esto es más evidente en el nivel nacional que en las prácticas cotidianas de las municipalidades donde hay mayor continuidad en los proyectos y menos dependencia de los cambios en gobiernos y políticas. Los riesgos que se enfrentan en el entorno sólo son manejables en la medida en que exista una conciencia y voluntad en el nivel local, donde las necesidades de un sitio pueden ser equilibradas con aquellas de las realidades locales.

Aún cuando al momento de iniciar el proyecto la instancia principal de El Salvador no tenía un mandato de planificación, el proceso de planificación ha servido como modelo para otros sitios y ha contribuido a la definición de políticas nacionales para la gestión y conservación del patrimonio. Con ellas, se espera rebasar la atención a situaciones de emergencias o agendas políticas cambiantes, aspecto importante si se considera que los proyectos culturales en la región siguen estando particularmente afectados por la falta de continuidad y continúan siendo determinados por cambios e intereses políticos volátiles. Las nuevas políticas implicarán un manejo y conciliación de diversas agendas para crear una colaboración efectiva en el nivel político a través de alianzas estratégicas.

El plan de manejo no es sólo importante para El Salvador, es también un ejemplo para otros sitios patrimoniales en la región. El modelo teórico y el proceso de planificación contribuyen a consolidar prácticas integradas para la conservación y el manejo de patrimonio y para generar un cuerpo de conocimiento aplicable al campo. La evaluación del resultado de la aplicación del proceso y su comparación con prácticas similares en América Latina, permitirán continuar desarrollando modelos de trabajo que puedan ser transferidos y aplicados en distintos contextos, aumentando las capacidades locales. La experiencia y el registro del proceso son una herramienta útil de referencia y de comparación de circunstancias que influyen en el éxito o fracaso de procesos de planificación y ha proporcionado lecciones importantes para avanzar en este campo.

En cuanto a la puesta en marcha, las condiciones actuales en El Salvador son importantes para que esto sea viable. Considerando la historia reciente del país, la promoción de tradiciones culturales y del patrimonio juega un papel fundamental en el desarrollo humano y en el fortalecimiento de una identidad colectiva. En un país que enfrenta importantes retos económicos y sociales, el patrimonio juega un papel esencial para el desarrollo humano sostenible.

Así, el Plan de Manejo constituye un instrumento y un marco de trabajo para la concurrencia de proyectos en el sitio y su entorno. Sin embargo, es importante destacar que el manejo de un sitio es una situación dinámica que no se limita en el espacio ni en el tiempo, por lo que la revisión continua y la retro alimentación conforme se ejecuten los proyectos, o se resuelvan condiciones que existen en la actualidad, son necesarias para definir nuevas condiciones precisas de atender.

La planificación tiene una naturaleza dinámica que requiere ajustar las decisiones prescritas con las realidades sociales cambiantes conforme se adscriban nuevos juegos de valores al lugar. El momento creado durante el proceso de planificación es importante: la preparación del plan es parte de la implementación porque se identifican proyectos e intereses comunes, se promueven alianzas y se definen responsabilidades para la puesta en marcha. Por este motivo, la sostenibilidad del plan estará estrechamente relacionada con la capacidad para anticipar y manejar los cambios.

AGRADECIMIENTOS

Los autores quisieran reconocer y agradecer a sus colegas en el Instituto Getty de Conservación y en el Consejo Nacional Para la Cultura y el Arte (CONCULTURA, El Salvador), así como a los individuos que participaron en la elaboración del Plan de Manejo para Joya de Cerén.

REFERENCIAS

Castellanos C., Descamps F. y M. I. Arauz

2001        Joya de Cerén. Conservation and management planning for an earthen archaeological site. The Getty Conservation Institute Newsletter, Vol. 16, No. 1, pp. 22- 24.

Castellanos C., Descamps F. y M. I. Arauz (ed)

2002        Joya de Cerén, El Salvador. Plan de Manejo. Mecanoescrito, Los Ángeles, California, The Getty Conservation Institute y Consejo Nacional para la Cultura y el Arte.

Figura 1

Figura 2

Figura 3

Figura 4

Figura 5

Figura 6

Figura 7

Figura 8

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *