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018 Resultados de las investigaciones realizadas en la temporada de campo 2010 en La Blanca y El Chilonche (Petén) – Cristina Vidal Lorenzo, Gaspar Muñoz Cosme, Patricia Horcajada Campos, Manuel May Castillo – Simposio 25, Año 2011

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Vidal Lorenzo, Cristina, Gaspar Muñoz Cosme, Patricia Horcajada Campos y Manuel May Castillo

2012        Resultados de las investigaciones realizadas en la temporada de campo 2010 en La Blanca y El Chilonche (Petén). En XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2011 (editado por B. Arroyo, L. Paiz, y H. Mejía), pp. 207-216. Ministerio de Cultura y Deportes, Instituto de Antropología e Historia y Asociación Tikal, Guatemala (versión digital).

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RESULTADOS DE LAS INVESTIGACIONES REALIZADAS EN LA TEMPORADA DE CAMPO 2010 EN LA BLANCA Y EL CHILONCHE (PETÉN)

Cristina Vidal Lorenzo

Gaspar Muñoz Cosme

Patricia Horcajada Campos

Manuel May Castillo

PALABRAS CLAVE

Noreste de Petén, El Chilonche, La Blanca, Acrópolis, arquitectura, entierros, conservación, mascarón

ABSTRACT

This paper presents the results of archaeological and architectural research conducted in the city of La Blanca (Petén) during the 2010 field season, with emphasis on the construction phases and the architectural study of the palaces and the substructure of the Acropolis, as well as the pyramid temples of the South Group, excavated during this last field season. It also presents other results from the new surveys and data collection conducted alongside the earlier mask façacde building (Substructure 3E1) inside the Acropolis of El Chilonche.

Entre los principales objetivos formulados por el Proyecto La Blanca, desde sus inicios en el año 2004, destacan la investigación y puesta en valor de las ruinas arqueológicas de La Blanca, así como ampliar dichas investigaciones a otros sitios del entorno, especialmente a aquéllos que se concentran en la cuenca del río Salsipuedes, a la que pertenece La Blanca. Uno de esos asentamientos es El Chilonche, cuyas exploraciones por parte del Proyecto comenzaron en el año 2009, año en que se descubrió, en el interior de un túnel de saqueo en el basamento de la Acrópolis, un mascarón de estuco de grandes proporciones y en buen estado de conservación, que formaba parte de la ornamentación escultórica de una edificación de época anterior (Muñoz, Vidal y Quintana 2010).

Por ello, durante la temporada de campo 2010 se abordaron nuevas investigaciones arqueológicas en ambos sitios, al tiempo que se continuaron impartiendo los talleres de sensibilización en la conservación del patrimonio que, como parte de las actividades de “patrimonio cultural y cooperación al desarrollo” contempladas por el Proyecto, se vienen realizando en La Blanca desde el año 2006.

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA BLANCA

Las excavaciones extensivas se llevaron a cabo en los palacios 6J1 y 6J2 de la Acrópolis, en las estructuras 4H1 y 6H1 (situadas en la Plaza Norte y en el lateral oeste de la Calzada, respectivamente), y en el templo piramidal 10L1 del Grupo Sur (Figura 1). Asimismo, y con el fin de garantizar la conservación de los edificios intervenidos de forma duradera y en condiciones de ser visitados adecuadamente, fue necesario elaborar cubiertas compuestas por elementos arquitectónicos perfectamente diferenciados y totalmente reversibles. La estructura de dichas cubiertas se apoya en postes de gran altura que, a su vez, deben asentarse a nivel de piso, es decir, es preciso introducir la base de esos postes en hoyos de escaso diámetro y profundidad (unos 0.50 m. aproximadamente).

Por último, otras exploraciones de carácter arqueológico estuvieron dirigidas a la limpieza y minuciosa prospección del Grupo Oeste. Este Grupo, formado por plazas rodeadas por montículos en los que se levantaron edificaciones de carácter perecedero, ya había sido excavado en anteriores campañas de excavación, sin embargo interesaba llevar a cabo otra serie de comprobaciones necesarias para completar la reconstrucción ideal de este asentamiento, la cual se encuentra en su última fase de ejecución.

EXCAVACIONES EN EL ALA NORTE DE LA ACRÓPOLIS

En la temporada de campo 2010 se procedió a la excavación del Ala Norte del palacio 6J2, de la que sólo se había excavado el cuarto central en la campaña 2008. Una vez liberado el potente derrumbe que cubría la fachada exterior de este monumental flanco del palacio de 43 m de longitud, se procedió al vaciado de sus cuartos, pudiéndose comprobar que está integrado por seis estancias de diferentes tamaños (Cuartos 13, 14, 15, 16, 17 y 18). (Figuras 2 y 3).

El Cuarto 13, de menores dimensiones que los de su entorno, tiene una profundidad de 1.80 m y una anchura de aproximadamente 2.50 m. Presenta unas características formales que recuerdan a la estancia simétrica en el Ala Sur, aún cuando si se estudian los cuartos aledaños, es posible apreciar que en un origen tuvo, sin duda, un carácter distinto. El lado sur de la bóveda que cubre esta estancia se encuentra bastante completo, así como los muros cabeceros a ambos lados, lo que nos ha permitido determinar que estamos ante una estancia con una bóveda de anchura inferior a la habitual en los demás cuartos de la Acrópolis. La hipótesis más plausible que explicaría este hecho es que este cuarto fue modificado cuando se erigió el Ala Oeste del edificio, con el fin de mantener el ritmo exterior de las fachadas. Para ello, los constructores de La Blanca se vieron en la necesidad de reducir casi en un metro la luz de la bóveda, adelantando el muro trasero y reconstruyendo la bóveda con menor luz. Al contrario de lo que pareció suceder en el Cuarto 6, ésta era una sola estancia de un solo vano, con lo que la transformación no cambió la tipología sino solamente las dimensiones internas. Prueba de lo expuesto es que en el muro interior oeste se puede comprobar cómo el estucado sobrepasa lateralmente a la banqueta y el muro trasero actual.

Los Cuartos 14 y 15, que antes de la excavación se consideraban como un único cuarto, son dos estancias de diferente tamaño. La mayor posee dos vanos que miran hacia la Plaza Norte, mientras que la más pequeña sólo tiene una puerta, sin que exista ninguna comunicación interior entre ambas. Del examen de los restos del muro divisor y del estuco del paramento trasero donde apoyaba el muro que está en perfecto estado  y de los restos de bóveda de esa zona, se puede deducir que, quizás, el cuarto se proyectó inicialmente para que tuviese tres vanos, como el Cuarto 11 del ala occidental, pero antes de construir la bóveda se realizó la partición del mismo, construyendo ya dos cuartos con sus bóvedas totalmente independientes. Ambos cuartos disponen de amplias banquetas. La del Cuarto 14 es de 2 m de anchura y recorre toda la longitud del cuarto; la del Cuarto 15, por el contrario ocupa  casi la totalidad de la estancia. Es de destacar la franja del muro trasero que estuvo tapada por el muro de separación y que aún conserva en perfectas condiciones un revestimiento de estuco de color blanco de excelente calidad.

El Cuarto 16, ya excavado en anteriores temporadas de campo, presenta la tipología propia de las estancias de paso, con dos puertas de mayor tamaño enfrentadas, de casi 3 m de luz, y banquetas a ambos lados, una de ellas de altura normal y la otra, la del lado oeste, más amplia y de escasa altura. Coincide en esta tipología con los Cuartos 3 y 10 de los otros dos flancos del edificio, que también desempeñan la función de paso desde el exterior al patio central de la Acrópolis. Esta estancia constituye un espacio singular ya que en su vano norte desemboca la gran escalinata que comunica la Gran Plaza con los palacios de la Acrópolis. Los Cuartos 17 y 18 pertenecen a la misma tipología que los cuartos simétricos del Ala Sur (Cuartos 1 y 2), es decir, fachada con dos vanos y un muro central, así como una enorme banqueta de más de 2 m de anchura que ocupa toda la longitud del cuarto (superior a los 6 m). En el Cuarto 17 la banqueta presenta brazos a ambos lados y su bóveda, hoy desaparecida, debió tener una luz cercana a los 3 m. El Cuarto 18 posee también una enorme banqueta con un sólo brazo de apoyo en el extremo oeste, que se extiende a lo largo de casi 7 m de longitud. En los paramentos de los muros de ambos cuartos se pueden apreciar interesantes grafitos.

Como era de esperar, del derrumbe que cubría estos cuartos se extrajeron algunas piezas líticas y numerosos vestigios cerámicos adscritos, en su mayoría, al Clásico Terminal. Los procedentes de las capas superiores pertenecen, sin embargo, al Postclásico Temprano, periodo durante el cual los edificios, ya semi-derrumbados de La Blanca, fueron esporádicamente ocupados por población postclásica.

Otro hallazgo de gran interés fue el del Enterramiento 14. Dicho entierro se localizó en la esquina noreste del Cuarto 18, es decir, en el reducido espacio comprendido entre esa esquina y la banqueta. Se trata de un individuo joven, aparentemente de sexo masculino, colocado sobre el piso en sentido norte-sur, en posición sedente, ligeramente girado hacia el oeste, con las piernas flexionadas, los brazos cruzados debajo de ellas y la cabeza, de la que lamentablemente sólo se conservaba el maxilar inferior, apoyada en las rodillas (Figura 4). Durante la profundización de la excavación y entre las costillas y uno de los brazos, aparecieron dos colmillos de felino con perforación superior y una pequeña cuenta de piedra verde fragmentada, que, sin lugar a dudas, debieron colgar del cuello del individuo en el momento de su fallecimiento. Dado el interés para el análisis y estudio bioantropológico y paleopatológico de este enterramiento, se decidió exhumarlo por el método de bloque exento, un procedimiento habitualmente utilizado por el Proyecto La Blanca con el resto de los enterramientos hallados en el sitio.

Todas las evidencias apuntan a que este entierro pertenece a los momentos finales del periodo Clásico Terminal, ya que presenta un patrón funerario muy similar al de otros entierros encontrados en La Blanca en anteriores campañas de campo y que constituyen un claro testimonio de los sucesos ocurridos en el ocaso de este interesante periodo de la historia de la cultura Maya. Asimismo, los abundantes restos cerámicos que se encontraron diseminados en el entorno del individuo pertenecen a ese periodo.

La fachada sur de este Ala Norte del palacio 6J2 también fue excavada mediante el establecimiento de diferentes trincheras de aproximación. Estas trincheras permitieron sacar a la luz los laterales de la escalinata central que parte del vano sur del Cuarto 16 y desemboca en el patio interior de la Acrópolis. La escalinata tiene 12 m de ancho y está compuesta por seis escalones, rematados en el lateral oriental por un paramento de sillería de muy buena factura, sin embargo, los extremos oeste y este de la misma presentan un precario estado de conservación, en parte debido a la ausencia de sillares que formaban las gradas o escalones, lo que ha hecho plantear la hipótesis de que fueron desmantelados por los propios habitantes del sitio en época antigua. Lo mismo ocurre en el basamento sobre el que descansa esta fachada del palacio, del cual sólo se pudo excavar la mitad oriental. Se trata de un basamento de 1.5 m de ancho formado por sillares perfectamente labrados, coronado por una capa de piedras irregulares de tamaño pequeño y mediano trabadas con mortero de cal.

Aún cuando no se han concluido totalmente las excavaciones de este espacioso patio, todos los indicios apuntan a que la vía de evacuación de aguas pluviales se encontraba en el extremo noreste del mismo.

De los restos de cultura material procedentes de estas trincheras sobresale el hallazgo de abundantes fragmentos cerámicos, líticos y óseos, adscritos al Clásico Terminal, principalmente. Algunos de estos materiales aparecieron sobre el piso de plaza mezclados con abundante ceniza, siguiendo el mismo patrón que el documentado en otras zonas de la Acrópolis, y que parecen ser los deshechos de la última ocupación de La Blanca a finales del Clásico Terminal.

EXCAVACIONES EN EL ALA SUR DE LA ACRÓPOLIS

El Ala Sur del palacio 6J2 ya fue excavada en las temporadas de campo 2005 y 2006, pero como parte de las intervenciones de acondicionamiento del sitio para su visita, se decidió retirar la tierra que aún cubría parte de la plataforma basal sobre la que se levanta esta fachada del palacio, así como realizar la reparación de dos de los postes que sostienen la cubierta del Cuarto 1. Y casualmente, en los dos pequeños hoyos abiertos para introducir dichos postes, se encontraron sendos entierros (Enterramientos 15 y 16).

El Enterramiento 15 se localizó en el interior del zócalo que recorre la fachada Sur de este flanco del palacio, es decir, en el relleno que forma parte de este elemento constructivo. A pesar del mal estado de conservación de los restos óseos, se pudo comprobar que pertenecían a un neonato, sin que se haya podido determinar la posición anatómica en que fue depositado. El Enterramiento 16 apareció en el lado opuesto, es decir, sobre el piso de plaza, al pie de la fachada norte de esta misma estructura. Al igual que el anterior, los huesos, presumiblemente pertenecientes a un infante de corta edad, presentaban un avanzado estado de deterioro. En el Enterramiento 15 no se encontraron restos materiales asociados, por el contrario, junto al Enterramiento 16 aparecieron abundantes fragmentos cerámicos adscritos al periodo Clásico Terminal, lo que constituye un testimonio más de los sucesos ocurridos en estos años de crisis y abandono del sitio.

EXCAVACIONES EN EL PALACIO DE ORIENTE (6J1)

Durante la temporada de campo 2010 se dio por concluida la excavación de uno de los edificios más significativos de La Blanca, bautizado con el nombre de Palacio de Oriente y, presumiblemente, residencia de los dirigentes de este asentamiento durante el periodo Clásico.

En temporadas anteriores se había excavado la totalidad de sus cuartos, sin embargo aún quedaba por descubrir el extremo norte, el cual presentaba un estado de conservación francamente crítico y con gran peligro de derrumbe. Afortunadamente se lograron salvar todos los elementos constructivos que aún permanecían en pie y localizar la cimentación del extremo noreste, ya que el muro de fachada había desparecido por completo. Por todo ello, fue preciso que los trabajos de excavación se realizaran en todo momento de forma coordinada con los de consolidación y restauración de la arquitectura.

Al Palacio de Oriente se le dotó de una cubierta provisional de corozo o manaco para sustituir los diferentes sistemas de protección provisionales que tenía. Esta cubierta presentaba la dificultad de la gran altura del edifico y las dimensiones de sus estancias, al mismo tiempo que se trató que no distorsionara la imagen del edificio, especialmente en su fachada oriental. Para ello se diseño un sistema mixto de pilares de madera hasta donde las longitudes lo podían permitir y para los de mayor longitud se diseñaron unos pilares ligeros de chapa metálica con la suficiente resistencia para poder apoyar los puntos más altos de la cumbrera de la cubierta.

De esta forma el edificio ha quedado protegido con una sola gran cubierta, que abarca la totalidad del mismo, y que se eleva lo suficiente para dejar contemplar el interior en las dimensiones que tuvo la edificación original. La fachada oriental queda libre de pilares para poder percibir en su totalidad la dimensión de la misma. Este tipo de cubierta ligera y natural puede proteger al edifico por un plazo de aproximadamente siete años, hasta que necesite la reposición de las hojas de manaco.

INVESTIGACIONES EN EL INTERIOR DEL BASAMENTO DE LA ACRÓPOLIS

Otra acción realizada en esta campaña fue reabrir el túnel de saqueo ubicado en la esquina noroeste del basamento de la Acrópolis, a los pies del Cuarto 12 del Ala Oeste del palacio 6J2, que ya había sido parcialmente documentado en la campaña de 2008, con el propósito de investigar la subestructura que se encuentra en su interior. Este túnel de saqueo, que seguía un eje este-oeste, fue ampliado en sentido norte-sur, siguiendo de forma paralela la cara este de una edificación (aparentemente un basamento escalonado), totalmente revestida con estuco de color rojo. Dado que los expoliadores habían entrado rompiendo varios pisos de estuco, se decidió continuar el túnel por encima del piso superior, es decir, sobre el que apoya la subestructura, evitando así continuar rompiendo los sucesivos pisos que corren debajo de éste.

Este primer acercamiento al corazón de la Acrópolis permitió registrar parte de otras dos subestructuras. La primera de ellas está formada, al parecer, por un único cuerpo de 0.94 m de altura rematado por una cornisa de 0.20 m de altura con un voladizo de 0.10 metros y dispone de un orificio de ventilación cuadrado de 0.24 m de lado en el lateral norte. La otra subestructura consiste en un basamento que corre en sentido este-oeste, estucado en una tonalidad marrón y que apoya sobre el mismo piso de estuco que el basamento estucado en rojo. Asimismo se pudo documentar uno de los muros de contención que forma parte del sistema constructivo de este monumental basamento de la Acrópolis. Dicho muro está formado por sillares labrados, probablemente reutilizados de edificios más antiguos ya que muchos de ellos presentan restos de estucado y, uno de ellos, parte de una inscripción jeroglífica incompleta.  No se descarta la posibilidad de que esta última haya sido en origen una estela o un dintel perteneciente a un edificio de época anterior a los palacios de la Acrópolis, pero únicamente el hallazgo de más fragmentos pertenecientes a esta pieza podrá corroborar esta hipótesis.

Los materiales cerámicos recuperados del interior del túnel pertenecen en su mayoría al Clásico Tardío (83%), si bien también se han documentado algunos fragmentos del Preclásico Tardío (1,7%) y el Clásico Temprano (15,3%).

EXCAVACIONES EN LOS EDIFICIOS 6H1 Y 4H1

El edificio 6H1, que corre paralelo al Ala Oeste de la Acrópolis, y está situado entre la calzada y el Grupo Oeste, ya había sido parcialmente investigado en temporadas anteriores, pero dado su gran tamaño se consideró oportuno continuar su investigación mediante la apertura de once trincheras de aproximación. Se trata de una estructura formada por un basamento, uno o varios edificios en su parte superior, y gradas de acceso a lo largo de su fachada oriental. Al igual que se ha podido documentar en otras edificaciones de La Blanca, presenta también indicios de que en el Clásico Terminal fue objeto de una importante remodelación que nunca llegó a ser concluida, patente sobre todo por la desmantelación parcial intencionada de la construcción original y la presencia de rellenos que cubren parte del basamento, de ahí la dificultad de su interpretación.

En el edificio 4H1, ubicado en el lateral oeste de la Plaza Norte, se realizaron tres trincheras de aproximación con el fin de continuar la investigación de su fachada oriental, que permitieron sacar a la luz un basamento escalonado de tosca factura. En la parte superior de este basamento se documentó un potente relleno de piedra y mortero de cal. Es posible que sobre este basamento se levantase un edificio, cuyo muro posterior es perfectamente visible en la fachada opuesta (oeste), pero que en un determinado momento fue rellenado por esa potente masa de cal y canto, como parte de las remodelaciones arquitectónicas que a finales del Clásico Terminal tuvieron lugar en La Blanca, y que como ya se ha comentado, han sido también documentadas en el resto de los edificaciones de este asentamiento.

EXCAVACIONES EN EL GRUPO SUR

Las investigaciones en el Grupo Sur se centraron este año en el edificio 10L1, ubicado contiguo al norte del templo piramidal 10L2, excavado en la temporada de campo 2009. Los materiales procedentes de las trincheras realizadas en este montículo pertenecen en su mayoría al Clásico Terminal, si bien la presencia de algunos fragmentos del Postclásico Temprano testimonian la existencia de una breve ocupación en ese periodo.

En el lado Oeste del montículo, bajo capas de humus y de derrumbe, se localizó en la parte alta de la estructura un muro vertical que corre en sentido norte-sur formado por piedras medianas unidas con mortero de cal y piedras de tamaño pequeño empleadas como cuñas. A los pies de dicho muro se documentó un relleno constructivo formado por piedras calizas irregulares mezcladas con mortero de cal. Se realizó un registro en profundidad retirando parte de este relleno, localizándose así una escalinata cuyas gradas presentan dimensiones y técnicas constructivas muy diferentes. Las tres superiores, es decir las inmediatamente adosadas al muro antes mencionado, están formadas por piedras de tamaño pequeño y piso de mortero de cal. A éstas le siguen dos gradas realizadas con piedras de tamaño mediano a grande con piso de mortero de cal. Y en la parte inferior otras tres gradas de mayor calidad, construidas con sillares perfectamente labrados y encajados.

A los pies de estas últimas gradas se encontró el Enterramiento 17. Se trata de un entierro primario de un individuo colocado boca abajo en sentido este-oeste, con las piernas flexionadas y con el brazo izquierdo sobre la espalda. Su estado de conservación era delicado ya que había sido cubierto por un relleno abundante en cal, el cual ha dañado considerablemente los huesos. Junto al fémur derecho del individuo se encontraron diferentes piezas de un posible adorno o collar formado por una cuenta de concha Strombus tallada simulando una flor estilizada; seis aros confeccionados con nácar, de los cuales tres están completos y un fragmento de colgante de hueso tallado. En torno al entierro se encontraron cerca de cincuenta fragmentos cerámicos, los cuales fueron fechados en su totalidad para el Clásico Tardío.

TRABAJOS DE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN EN LA BLANCA

LA CONSERVACIÓN DE ESTUCOS

De forma paralela a los trabajos de excavación se emprendieron acciones destinadas a la conservación y restauración de los estucos que cubren los muros de los palacios de La Blanca. La primera de ellas fue controlar y revisar los tratamientos realizados en los muros estucados de los distintos edificios intervenidos en anteriores campañas mediante limpieza mecánica con brocha para la eliminación de polvo y suciedad.

Asimismo se llevó a cabo la conservación, limpieza superficial y consolidación de urgencia de los nuevos estucos aparecidos durante los trabajos de excavación de la presente temporada (Ala Norte del edificio 6J2). Por lo general, los estucos de estas cinco estancias presentaban un buen estado de cohesión y en ellas se realizaron las siguientes acciones: poda de las raíces aéreas, limpieza mecánica con bisturíes para la eliminación de concreciones terrosas y calcáreas, limpieza mecánica con brocha para la eliminación de tierras superficiales, tratamientos de consolidación puntual mediante morteros para reforzar abolsamientos, reintegración de fracturas con morteros naturales y refuerzos perimetrales de estucos con morteros naturales (Carrascosa 2011).

ESTUDIO DE GRAFITOS Y VESTIGIOS PICTÓRICOS EN LA BLANCA

Una vez efectuados los tratamientos de conservación y restauración de estucos, en la campaña de campo de 2010 se pudo llevar a cabo la documentación gráfica de los grafitos localizados en los muros interiores de los cuartos del Ala Oeste del edificio 6J2, así como los del Cuarto 16 del Ala Norte y el Cuarto 5 del Palacio de Oriente. Para ello se siguió la metodología diseñada por el Proyecto, la cual contempla el calcado en papel de acetato, la toma de datos para la situación de los grafitos en los alzados de los edificios, así como el levantamiento fotográfico de los mismos (Vidal y Muñoz 2009).

Entre ellos son de destacar las representaciones de templos piramidales y otras edificaciones propias de la arquitectura Maya, como las que fueron plasmadas en los muros del Cuarto 10 del edificio 6J2, así como la procesión de personajes ricamente ataviados, en el muro sur del Cuarto 5 del Palacio de Oriente.

Asimismo, se tomaron micromuestras de vestigios pictóricos, de cuyos análisis cabe destacar la identificación del pigmento rojo que cubre una de las subestructuras de la Acrópolis, el cual está compuesto por óxido de hierro o hematites de procedencia local, así como una muestra de pigmento verde recuperada del Cuarto 14 en cuyo espectro se aprecia la arcilla fibrosa de atapulgita sobre la que se precipitó el índigo para preparar el verde Maya (Vázquez de Ágredos, Doménech y Osete 2011).

INVESTIGACIONES EN EL CHILONCHE

Como parte de las exploraciones llevadas a cabo en otros sitios de la cuenca del río Salsipuedes, se continuó con la investigación arqueológica y arquitectónica de la Acrópolis de El Chilonche, un importante asentamiento localizado a 17 Km en dirección sureste de La Blanca, y víctima de un destructivo expolio arqueológico. Uno de los objetivos de la presente temporada en El Chilonche era investigar a fondo los sistemáticos saqueos a los que ha sido sometida la Acrópolis del sitio recientemente, especialmente el saqueo norte, en el que fue hallada la Subestructura 3E-1, ornamentada con un hermoso mascarón de estuco, de algo más de 3 m de longitud.

Para ello se plantearon pequeños pozos de sondeo, de 0,50 m por 0,50 m en el piso de estuco sobre el que se levanta la subestructura, con el fin de obtener materiales cerámicos que nos pudieran ayudar a su datación. Lamentablemente la mayoría de estos pozos fue estéril en cerámica, de modo que sólo se recuperaron 33 fragmentos, pertenecientes en su casi totalidad a la Clase Uaxactún Sin Engobe, por lo que no se ha podido determinar con certeza si la pieza escultórica pertenece a un edificio del Preclásico Tardío o del Clásico Temprano.

Dado que en la temporada de campo 2009 se concluyó el levantamiento de la arquitectura visible de la Acrópolis, en la campaña 2010 los trabajos de estudio de la arquitectura se centraron, sobre todo, en la investigación de la subestructura 3E-1. Para ello se realizó una medición de los túneles que conducen al mascarón, con el propósito de situar geométricamente todos los vestigios arquitectónicos actualmente expuestos en el interior de esos túneles de saqueo. Para ello, se partió de los restos más próximos al mascarón, en su extremo occidental, y se ubicaron también dos cuerpos arquitectónicos estucados y con molduras que habían sido perforados por el túnel. De la restitución en planta del mascarón se puede deducir que, una vez que terminan sus paramentos laterales posteriores, surge una superficie arquitectónica estucada con una inclinación en planta de unos 135º aproximadamente en ambos lados. Es decir, es como si estuviera esculpido en el ángulo de una estructura rectangular pero siguiendo el eje de su diagonal.

A una distancia de unos 5 m respecto del eje del mascarón se ubica un paramento con faldón que, justamente en la zona donde fue perforado por los expoliadores, parece adelantarse 0.5 m hacia el sur, siguiendo luego en dirección hacia el este. Otro paramento de una plataforma similar, también con faldón, es visible a la entrada del túnel con dirección norte-sur hasta llegar a una esquina en que dobla hacia el oeste, y parece que enlaza geométricamente con el paramento antes reseñado. Todo ello nos permite concluir que existe una gran plataforma situada al norte del mascarón, cuyo frente se adelanta unos 6 m respecto al punto más oriental del mismo, y que a una distancia de 4.5 m dobla en ángulo recto en dirección oeste, definiendo un retranqueo de 0.5 m a 4 m de la esquina, para seguir luego el paramento en la misma dirección. Al ser coincidente esta plataforma con los niveles de piso sobre el que apoya la subestructura 3E-1, es posible que haya alguna solución de continuidad, no visible en la actualidad, que enlace este paramento con el posterior del lado norte de esta notable pieza escultórica.

Quizás es pronto para poder hacer conjeturas sobre las características de esta subestructura, pero estos datos ya nos van dando una información sobre la envergadura y características arquitectónicas de la misma.

TALLERES DE SENSIBILIZACIÓN EN LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL

Como parte de las actividades de desarrollo que, desde los inicios del Proyecto se vienen realizando en La Blanca de forma paralela a las investigaciones científicas durante la campaña de 2010 se impartieron dos talleres de formación de guías locales en el Centro de Visitantes recientemente inaugurado a la entrada del sitio arqueológico. El primero de ellos estuvo dirigido a los propios trabajadores del Proyecto, mientras que en el segundo los destinatarios fueron los maestros de las dos escuelas de la vecina aldea de La Blanca.  Con estos talleres se pretende implicar a la población de La Blanca, muchos de cuyos miembros ya han colaborado con el proyecto en anteriores campañas, en las tareas vinculadas con los temas de turismo cultural y sensibilización cultural, que puede ser un motor de desarrollo social y económico para estas poblaciones vinculadas al rico patrimonio arqueológico Maya.

REFERENCIAS

Carrascosa, Begoña

2011        La conservación in situ e investigación de materiales. En Informe de las investigaciones         arqueológicas del Proyecto La Blanca-El Chilonche, Petén, Guatemala (octubre-diciembre 2010),         (editado por C.Vidal y G. Muñoz), pp.155-174. Universidad de Valencia, Valencia.

Muñoz, Gaspar, Cristina Vidal, y Óscar Quinatana

2010        Hallazgo de un mascarón en el sitio arqueológico de El Chilonche. Ponencia presentada en el         XXIV Simposio de Investigaciones arqueológicas en Guatemala. Museo Nacional de Arqueología         y Etnología de Guatemala, Guatemala.

Vázquez de Ágredos, Mª Luisa, Mª Teresa Doménech y Laura Osete

2011        Caracterización químico analítica de los pigmentos y aglutinantes de la pintura mural. En Informe         de las investigaciones arqueológicas del Proyecto La Blanca-El Chilonche, Petén, Guatemala         (octubre-diciembre 2010), (editado por C. Vidal y G. Muñoz), pp.235-260. Universidad de         Valencia, Valencia.

Vidal, Cristina y Gaspar Muñoz

2009        Los grafitos de La Blanca. Metodología para su estudio y análisis iconográfico. En Los grafitos         Mayas. Cuadernos de arquitectura y arqueología Maya 2, (editado por C. Vidal y G. Muñoz), pp.         99-118. Editorial UPV, Valencia.

Figura 1.  Plano de La Blanca con indicación de los edificios investigados durante la temporada de

Campo 2010.

Figura 2.  Plano de la Acrópolis de La Blanca con indicación de las zonas intervenidas durante la

temporada de campo 2010.

Figura 3.  Levantamiento arquitectónico del Ala Norte del palacio 6J2 de La Blanca.

Figura 4.  Enterramiento 14 hallado en el Cuarto 17 del palacio 6J2, durante su excavación.

 

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