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052 De vuelta a los asentamientos prehispánicos: Ixquisis, Huehuetenango, la cueva y sus muertos.
José Luis Garrido López, André Rivas Larios y Yeny Myshell Gutiérrez Castillo
XXVII Simposio de Investigaciones
Aqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
22 al 26 de julio de 2013
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Andrea Rojas
Referencia:
Garrido López, José Luis; André Rivas Larios y Yeny Myshell Gutiérrez Castillo
2014 De vuelta a los asentamientos prehispánicos: Ixquisis, Huehuetenango, la cueva y sus muertos. En XXVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2013 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y A. Rojas), pp. 647-654. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
De vuelta a los asentamientos prehispánicos: Ixquisis, Huehuetenango, la cueva y sus muertos
José Luis Garrido López
André Rivas Larios
Yeny Myshell Gutiérrez Castillo
Palabras clave
Tierras Altas, Ixquisis, Huehuetenango, cuevas, Clásico Tardío.
Abstract
Since 2009 the authors of this paper have attempted to make a humble tradition, head to the research presented: Back in the pre-hispanic settlements, thereby trying to maintain a latent interest archaeological site left by those outside the monumental archeology concentrate on smaller sites that have also had an important role in pre-Hispanic societies. This paper will try although the prehispanic Ixquisis, will on the one hand and archaeological research findings will plunge into less casual at first glance are exceedingly interesting. The discovery of hundreds of skeletal remains inside a cave (Juan Coshan) Ixquisis’s are has allowed relatively understand the complexity of this site even more enriching research questions about it. Are these components skeletal remains of a pre-hispanic ceremony?
Introducción
A grandes rasgos, Ixquisis (Fig.1) es una finca del municipio de San Mateo Ixtatán (DGN 2000:349), dicha comunidad fue fundada en 1972 cuando el Instituto Nacional de Transformación Agraria (INTA) entregó títulos de propiedad a campesinos del área. Actualmente es una aldea retirada del centro de Huehuetenango, para acceder a Ixquisis, así como a otras aldeas que convergen en la región, es necesario realizar el viaje desde la Ciudad de Guatemala hacia el centro de Huehuetenango y de allí partir con rumbo hacia La Democracia, Jacaltenango y Nentón, en donde finalmente se toma la carretera que conduce hacia la Finca La Trinidad y las aldeas vecinas de El Aguacate, río Seco, Yalanwitz y por último Ixquisis. En total, el tiempo invertido en el viaje es de aproximadamente once horas en vehículo y solamente se puede acceder al lugar empleando la doble transmisión. A partir de la aldea El Aguacate, el camino se encuentra seriamente deteriorado, con algunas partes con buena terracería, sin embargo los ganchos por los cuales hay que descender hacen que el camino tenga un alto nivel de dificultad. Igualmente, para salir de Ixquisis deben tomarse los mismos ganchos y por tanto el riesgo es incluso mayor. Las comunidades que convergen en el área son Ixquisis, Yulchén Frontera, Platanar, Nueva Concepción, El Rincón y Pojom, que pertenecen a San Mateo Ixtatán. Todas son comunidades que viven principalmente de la agricultura para su consumo y en el mejor de los casos, de la cosecha y venta de café a compradores del centro de Huehuetenango.
Ixquisis
Ixquisis (sitio arqueológico) se encuentra entre los ríos Ixquisis y Negro. Pese a la depredación del sitio por diferentes factores como la agricultura, el avance poblacional y así como la construcción de la Franja Transversal del Norte, el sitio aún tiene evidencia de haber sido un asentamiento arqueológico grande y que probablemente tuvo incidencia y relación con otros sitios cercanos tanto del territorio guatemalteco como mexicano. En el año 2011, un equipo de arqueólogos guatemaltecos fue contratado por la iniciativa privada para realizar un rescate en el área, previo a la construcción de un proyecto hidroeléctrico. En esa oportunidad, se practicó un reconocimiento arqueológico y la excavación de unidades de sondeo que, como resultado, pudieron indicar una ocupación relativa al periodo Clásico Tardío, aunque la muestra cerámica recuperada fue muy pobre y erosionada. Sin embargo fue una oportunidad totalmente aprovechable que permitió conocer el sitio en sí.
Desde aproximadamente 1960 Ixquisis fue visitado por el Dr. Edwin Shook aunque no reportó croquis, y según la ficha de registro que lo refiere, probablemente no fue un reconocimiento intensivo, sino más bien, una comunicación del señor Castillo que identificó el lugar. Tampoco se expresaron coordenadas ni se argumentó sobre la condición física de las estructuras. Hubo más investigadores que se acercaron al lugar pero en todos los casos el sitio fue reportado escuetamente. Probablemente hay documentos que sí mencionen un poco más de su ubicación y condición física, pero son documentos difíciles de obtener. Recientemente en una plática ofrecida por el Dr. Carlos Navarrete en la Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala (2012), el mencionaba que visitó el sitio en la década de 1980, y que estaba compuesto por al menos 200 estructuras de diferente configuración física que se esparcían a lo largo de la aldea del mismo nombre. Sin duda alguna, la aldea fue creciendo sobre el sitio y muchas estructuras fueron desapareciendo conjuntamente con esa expansión.
Posterior a la investigación practicada en 2011 se realizó una segunda fase. Es preciso aclarar que ésta se enfocó en que la construcción del proyecto hidroeléctrico no dañara ninguna edificación prehispánica. Por tal motivo la investigación suscitada en 2012 consistió en realizar más unidades de sondeo en las áreas susceptibles al proyecto y específicamente cerca de dos montículos que pudieron estar en riesgo. Ambos fueron excavados para conocer su morfología y posteriormente se determinó un área de protección para que los mismos no sufrieran deterioro alguno. La investigación en un montículo denominado “2”, permitió conocer al menos el patrón constructivo de las áreas residenciales, mismo que consistió en la colocación de piedras de caliza tallada con al menos dos hileras de piedra, proveyéndole sostén al edificio que también fue formado con tierra y arena de río. La escasa cerámica recuperada de la investigación a este montículo permitió determinar una cronología relativa al Clásico Tardío, aunque debe hacerse mención que los materiales culturales fueron recuperados de áreas residenciales y no de las plazas grandes que se han dado a conocer a través de los informes entregados a la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural (Garrido 2011, 2012).
Reconocimiento arqueológico
En la investigación practicada en 2011 y 2012 el equipo de arqueólogos intentó conocer un poco más sobre los vestigios encontrados en Ixquisis, lográndose ubicar las plazas denominadas 1 y 2 (Figs.2 y 3) consistentes en edificios relativamente grandes que, aunque han sufrido deterioro, manifiestan que el sitio fue extenso y que probablemente al estar tan cerca de la frontera actual con México, pudo tener interacción con otros sitios arqueológicos.
El reconocimiento efectuado también permitió indagar un poco en lo que el Dr. Navarrete ponía de manifiesto en aquella plática, él mencionaba que Ixquisis estaba compuesto por alrededor de 200 estructuras, sin embargo, 30 años después se hizo evidente que el sitio había sufrido deterioro y las estructuras que se pudieron contabilizar escuetamente alcanzaron la cantidad de 50 de distintas dimensiones físicas. Las investigaciones realizadas, aunque seguramente no alcanzan a entender la complejidad del sitio, permitieron suponer que Ixquisis debió ser un asentamiento grande aunque con una distribución física que no parece ser muy ordenada, pues a diferencia de las plazas 1 y 2 que muestra un patrón definido, el resto de estructuras están dispersas. Sin duda alguna la mayoría de montículos son habitaciones sin sobrepasar más que 1m de altura, algunos de forma cuadrada y otros de forma rectangular.
La plaza que más captó la atención del reconocimiento fue sin duda alguna la Plaza 1, ésta consiste en edificios de gran tamaño que tenían su acceso desde el oeste a través de escalinatas y con evidencia de espigas de estelas lisas que al parecer mostraban su cara principal hacia el río. Mucha de la configuración física de estos edificios cambió por el crecimiento poblacional, en la Plaza 1, por ejemplo, se construyeron dos letrinas, varios gallineros y se hicieron temascales luego de haber destruido los edificios con saqueos. Eventualmente, algunos saqueos permitieron entender de mejor forma la arquitectura de los edificios y los rellenos de los mismos, pues a diferencia de las estructuras habitacionales, en estos se empleó piedra caliza muy bien labrada (tallada) y los edificios al parecer fueron hechos al menos de dos cuerpos. Sin embargo, aún hace falta investigación que enriquezca la información que ya se tiene. Debe indicarse muy a convenir, que Ixquisis por estar relativamente cercano a San Mateo Ixtatán, pudo también ser parte de un intercambio de sal que se comercializó a varias regiones y de allí su crecimiento.
Con el reconocimiento efectuado también se pudo conocer más de las aldeas cercanas a Ixquisis, se recorrieron algunas áreas de Pojom, Yulchén Frontera, Nueva Concepción y Platanar, en algunas de ellas fue posible encontrar resumideros, cenotes y cuevas. Según los pobladores que efectuaron el reconocimiento con el equipo en 2012, los cenotes son grandes oquedades que tienen gran cantidad de agua, en verano el nivel es bajo, sin embargo, en invierno, el nivel de agua sube y la vista es impresionante. Por más que se intentó descender a las grandes oquedades, no se tenía el equipo adecuado así que no fue posible, sin embargo dicha tarea se realizará en el futuro para indagar si hay vestigios arqueológicos en el área. En el caso de las cuevas (Fig.4), se manifestó la ubicación de al menos dos, sin embargo la que más captó la atención fue una cueva ubicada dentro del casco de la aldea Ixquisis, de la cual inesperadamente se recuperó una vasija prehispánica gracias a la curiosidad de uno de los colaboradores.
La vasija consistió en una olla de forma compuesta (Fig.5), con pequeños soportes de botón, de color café oscuro, con pequeñas acanaladuras verticales y se encontró parcialmente completa. Dado que ésta resultó de un contexto no investigado a través de unidades de sondeo cercanas a la cueva, el equipo entró al depósito. Bastó caminar alrededor de 3 m dentro de la oquedad para ubicar el hallazgo de restos óseos humanos. La cantidad no pudo ser determinada, sin embargo, la presencia de los restos fue impresionante pudiéndose identificar restos de mandíbulas, cráneos fragmentados, dientes, húmeros, fémures, radios y cúbitos, es decir, todos aquellos huesos robustos que demoran más tiempo en erosionarse y desaparecer. Para poder documentar el hallazgo se tomaron fotografías con flash, (dada la oscuridad dentro de la oquedad) e incluso para poder caminar sin destruir los hallazgos. A esta cueva se le denominó Juan Coshan.
La cueva tiene una forma irregular, con una entrada relativamente angosta y al menos seis cámaras, de las cuales aún no se sabe con certeza su longitud, en cada una de ellas se encontraron restos óseos (Fig.6). Ante la presencia de tantos fragmentos se hizo el siguiente cuestionamiento: ¿eran estos restos del conflicto armado? Para intentar responder la pregunta se buscó cualquier rasgo que lo pudiese indicar, es decir, restos de vestimenta, botones plásticos, zapatos, cinchos, monedas, metal, etc., sin embargo no se encontró nada, en contraste, se hallaron envases vacíos de aguas gaseosas y basura en general, pero más reciente. Es necesario mencionar que, probablemente, con el solo hecho de entrar a la cueva se perturba un contexto, sin embargo para aminorar tal hecho, no se removió nada de lugar, más que la vasija que fue recuperada de forma inesperada. En el lugar específico de donde se recuperó esta pieza cerámica se encontró tiestos que corresponden al periodo Clásico Tardío y por lo cual se sugiere que el contexto pueda ser prehispánico. Para documentar el hecho, se tomaron algunas fotografías con escala para mostrar los hallazgos, mismos que fueron reportados a la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural. Los restos óseos no mostraron un patrón de entierro o de ceremonia, solamente parecían haber sido “arrojados” dentro de la cueva (Fig.7), probablemente solo una osamenta estuvo articulada y dispuesta en posición de decúbito dorsal, mientras el resto de fragmentos óseos solamente fue esparcido y parecía más bien el hallazgo de una masacre y no alguna ceremonia específicamente, sin embargo el hecho de encontrar cerámica prehispánica asociada a la vasija cuestiona si realmente este contexto está ligado al sitio arqueológico Ixquisis, su ocupación y ceremonias practicadas.
Para entenderlo mejor se trató de platicar con algunas personas de la comunidad aunque nadie pudo referir el hallazgo. Debe indicarse también que en el área se practicaron exhumaciones por parte de equipos de antropólogos forenses, pero al parecer no hubo para este caso específico investigación alguna. Debe hacerse mención también que muchas de las personas de etnia Chuj como lo sugiere Ruth Herrera Piedrasanta emigraron a otros sitios cuando el conflicto armado empeoró, por lo mismo es más complicado tener la referencia del sitio y asociados.
Haciendo énfasis en los restos óseos, es sabido que las cuevas fueron utilizadas como recintos para practicar ceremonias, sin embargo siempre es probable que las mismas consistieran en oraciones a los dioses para solicitar agua de lluvia o bien por sus cosechas, eventualmente en los casos en que se encuentran restos, los mismos se hallan en su mayoría articulados y no desmembrados. Para entenderlo mejor, se evocan algunos casos, como los restos óseos dentro de grietas, oquedades o cuevas, como el caso de Aguateca, en donde los investigadores reportaron el hallazgo de huesos articulados y desarticulados que sugerían implicaciones que se relacionaron con decapitación, cortes de tejidos, músculos y extracción de órganos vitales. El análisis osteológico practicado a tal muestra evidenció que la mayoría de depósitos de esqueletos eran colectivos y no individuales, al parecer con una fuerte tendencia de depositar los cadáveres desarticulados (Palomo 2008). Para explicar dicha tendencia Juan Manuel Palomo sugiere como probabilidad en Aguateca, que los restos óseos encontrados en las grietas hayan sido víctimas de sacrificio, guerreros, o bien huesos colocados en un contexto secundario.
Otro ejemplo podría ser el que Mariana Valdizón describió en su tesis de Licenciatura en Arqueología sobre las cuevas que se ubican en la región del río Poxté, en algunas de ellas, como la Cueva del grupo 23, se documentó la presencia de restos óseos que mostraron huellas de pintura roja (Valdizón 2003), aunque tampoco se enumeraron como entierros, sino más bien como asociados a prácticas ceremoniales.
Muy cerca de Naj Tunich en una cueva denominada Cueva de los Huesos, se recuperó una cantidad de aproximadamente 200 tiestos del periodo Protoclásico, Clásico Temprano y Clásico Tardío, además de restos óseos humanos sobre la superficie de la cueva, es decir no enterrados. En aquella oportunidad no se encontraron ofrendas asociadas a los restos óseos, sin embargo a juzgar por el tamaño de los huesos se infirió que se trataba de un individuo adulto (Sánchez 1993). Otro caso con evidencia de restos humanos consiste en las investigaciones realizadas por Mirza Monterroso en el sitio La Lima, en Alta Verapaz, en donde oquedades asociadas al sitio, como la cueva Los Metates evidenciaron depósitos funerarios y entierros, con altas densidades de huesos en la entradas, dientes humanos y algunos huesos de animales (Monterroso 2007, citando a Woodfill et al. 2004; Monterroso 2005).
En la Cueva de la Sangre en Petexbatun, también se encontró una enorme cantidad de tiestos que permitieron fechar el empleo de la cueva desde el periodo Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío. En la misma cueva se hallaron huesos humanos sin ofrendas funerarias, la abundancia de pelvis bien preservadas determinó la presencia de esqueletos femeninos (Urquizú 1997, citando a Brady et al. 1990:155).
En las cuevas El Rosario y El Respiradero muy cercanas al sitio arqueológico Uaxactun, también se encontraron restos óseos, algunos al parecer, asociados al fuego (Tec y Kovác 2011). Definitivamente aún no se puede estar seguro de si el contexto que muestra la evidencia en Ixquisis sea prehispánica, sin embargo el hallazgo de la vasija y demás tiestos del Clásico Tardío, además de los ejemplos citados sugieren dicha posibilidad, pudiendo suponer también algún tipo de conflicto bélico prehispánico que llevó a la concentración de los restos óseos, o bien que sus prácticas ceremoniales hayan sido tan extremas que hayan incluido la desmembración de individuos. Sea como sea, no deja de ser un misterio el hecho de que haya huesos esparcidos en el interior de la cueva.
Argumento final
Con lo que se pudo observar dentro de la cueva J.C., es decir a partir de la evidencia de restos óseos humanos en el interior, se puede inferir entonces que la misma resguarda parte de la historia prehispánica de Ixquisis, pero hasta no poder investigar el hallazgo más a fondo, será un misterio el hecho de que los restos óseos permanezcan en el área sin una razón que logre explicar el ¿porqué?; Hasta no investigar bien el hallazgo no se debe eliminar el supuesto de que los restos correspondan a la época del conflicto armado interno, lo cual también vendría a formar parte de la historia de Ixquisis aunque sin duda alguna de una etapa más reciente, si así fuera, el hecho por demás ameritaría una investigación científica más seria.
Referencias
Garrido, Jose Luis
2011 Proyecto Arqueológico de Rescate Caserío Yixquisis, San Mateo Ixtatán, Huehuetenango. Sistemas Integrales de Gestión Ambiental -SIGA-. Informe Final entregado a la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural. Enero 2012.
2012 Proyecto Arqueológico de Rescate Caserío Ixquisis, San Mateo Ixtatán, Huehuetenango. Investigación de los montículos identificados como 1 y 2 de Ixquisis. 2da Fase. Generadora San Mateo S.A. Informe Final entregado a la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural. Octubre 2012.
Monterroso, Mirza
2007 Investigaciones en el norte de Alta Verapaz: El sitio arqueológico La Lima. En XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006 (editado por J. P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp. 310-330. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Palomo, Juan Manuel
2008 Muerte, cerro y cueva: Los huesos humanos en las grietas de Aguateca. En XXI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2007 (editado por J. P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.770-789. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Sánchez, José Rómulo
1993 Un reporte preliminar sobre la Cueva de los Huesos. En III Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1989 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán), pp.136-140. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Tec Pool, Fátima y Milan Kovác
2011 Hallazgos recientes en las cuevas alrededor de Uaxactun. En XXIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2010 (Editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 796-808. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
Urqu izú, Mónica
1997 Una aplicación metodológica para la recuperación e interpretación de rasgos culturales en cuevas. En X Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1996 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.731-742. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Valdizón, W. Mariana
2003 Las cuevas del río Poxte en Poptun, Petén: Reporte de las cuevas Sebanal o Balam Na, 1992. En Reporte 17, Atlas Arqueológico de Guatemala, pp.140-144. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.
Fig.1: Mapa general del área de Ixquisis (PARYIX 2011).
Fig.2: Idealización de Plaza 1 de Ixquisis (Croquis: André Rivas y José Luis Garrido,
Adaptado por J. Garrido, PARYIX 2011).
Fig.3: Plaza 2 de Ixquisis (PARYIX 2011).
Fig.4: Entrada a cueva Juan Coshan con escala humana (PARYIX 2012).
Fig.5: Vasija recuperada de la cueva JC (PARYIX 2012).
Fig.6: Restos óseos dentro de cueva JC (PARYIX 2012).
Fig.7: Más restos óseos dentro de cueva JC (PARYIX 2012).