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008 Una mirada hacia Naachtun después de cinco años de investigación (Proyecto Naachtun 2010-214).
Philippe Nondédéo, Lilian Garrido, Alejandro Patiño, Alfonso Lacadena, Ignacio Cases, Eva Lemonnier, Dominique Michelet, Julien Hiquet, Chloé Andrieu, Carlos Morales-Aguilar, Julio Cotom, Louise Purdue, Divina Perla, Hemmamuthé Goudiaby, Giovanni González, Céline Gillot, Alejandra Díaz, Jackeline Quiñonez, Isaac Barrientos, Julien Sion, Lydie Dussol y Mariana Colin
XXVIII Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
14 al 18 de julio de 2014
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Lorena Paiz
Referencia:
Nondédéo, Philippe; Lilian Garrido, Alejandro Patiño, Alfonso Lacadena, Ignacio Cases, Eva Lemonnier, Dominique Michelet, Julien Hiquet, Chloé Andrieu, Carlos Morales-Aguilar, Julio Cotom, Louise Purdue, Divina Perla, Hemmamuthé Goudiaby, Giovanni González, Céline Gillot, Alejandra Díaz, Jackeline Quiñonez, Isaac Barrientos, Julien Sion, Lydie Dussol y Mariana Colin
2015 Una mirada hacia Naachtun después de cinco años de investigación (Proyecto Naachtun 2010-214). Transición del Preclásico al Clásico. En XXVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2014 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y L. Paiz), pp. 115-123. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Una mirada hacia Naachtun después de cinco años de investigación (Proyecto Naachtun 2010-214)
Philippe Nondédéo
Lilian Garrido
Alejandro Patiño
Alfonso Lacadena
Ignacio Cases
Eva Lemonnier
Dominique Michelet
Julien Hiquet
Chloé Andrieu
Carlos Morales-Aguilar
Julio Cotom
Louise Purdue
Divina Perla
Hemmamuthé Goudiaby
Giovanni González
Céline Gillot
Alejandra Díaz
Jackeline Quiñonez
Isaac Barrientos
Julien Sion
Lydie Dussol
Mariana Colin
Palabras clave
Tierras Bajas, Petén, Naachtun, Investigación, Clásico Temprano, Clásico Tardío, Clásico Terminal.
Abstract
In 2014 ended the Naachtun Proyect’s first phase of investigations. During five years, it focused mainly on the characterization of the site social, political, and economic organization during the period of apogee of this regional major Center, that is the Late and Terminal Classic periods, during which Naachtun’s population reached its peak. In this paper, we will emphasize the main results in terms of knowledge of Naachtun’s history, giving priority to the most recent progress and discoveries of the 2014 field season, in the archaeological as well as in the paleo-environmental fields
La Quinta Temporada del Proyecto Naachtun cierra una primera fase de investigación en la que enfocamos nuestros esfuerzos en la comprensión de la organización social, política y económica del sitio durante el Clásico Tardío y Terminal, dos periodos de apogeo en el sitio. El trabajo se orientó principalmente hacia el extremo este del sitio donde se concentraba la ocupación mayor para estos periodos. Antes de iniciar una nueva fase de trabajo con nuevos objetivos para los cuatros años siguientes, conviene presentar una síntesis de las investigaciones realizadas subrayando los resultados y avances de la temporada 2014 y ofrecer un panorama de la evolución del sitio.
Entre las distintas operaciones ejecutadas en el 2014, destacaremos dos en especial:
– El desarrollo de los estudios epigráficos que proporcionaron informaciones importantes para el conocimiento de la historia política del sitio, en particular la confirmación del Glifo-Emblema de Naachtun y su papel en relación con la conquista de Tikal.
– y la puesta en marcha de una nueva operación dedicada a lo funerario y destinada a evaluar, entre otros, la relación entre la población de los muertos y la de los vivos en una unidad habitacional dada, mediante trabajos de excavaciones intensivos permitiendo la localización de todos los individuos sepultados tanto a dentro de las residencias como en los espacios comunes (en el patio y en sus alrededores).
Actualmente el sitio se compone de un área monumental de alrededor de 50 hectáreas (ha), ocupado por los Grupos A, B y C, y delimitado al sur y noreste por una zona habitacional que rebasa los 150 ha (Fig.1). Si se compara el mapa inicial de 2010 con el actual, se puede apreciar el esfuerzo del equipo de levantamiento encabezado por E. Lemonnier y J. Cotom, y que trabaja desde 2010 en el registro de las zonas habitacionales con brújula de precisión y telemetro. Son más de 634 estructuras repartidas en 156 ha que fueron agregadas al mapa, proporcionando una densidad equivalente a la de Tikal. Las unidades habitacionales registradas pueden constar de 1 a 15 patios y tener una superficie aproximada entre 100 m² y a hasta 4 ha para las más amplias. Están rodeadas por zonas vacías que pudieron en ciertos casos, corresponder a campos agrícolas asociados con las viviendas.
Por otra parte, en el centro monumental los trabajos de mapeo se hicieron con estación total y concernieron la totalidad del Grupo B con sus tres complejos de patios (Fig.2). A cargo de Céline Gillot, este levantamiento se enfocó a completar y precisar el primer plano realizado por la Carnegie en el año de 1934.
La fundación de sitio y el Clásico Temprano
A pesar de las excavaciones año tras año, la ocupación preclásica queda muy leve en el sitio sin ningún contexto claramente identificado de este periodo. El material recuperado está tipológicamente relacionado con la cerámica de la esfera Chicanel, particularmente con aquellas presentes en la Región de Mirador, el norte de Belice y el sur de Campeche. La ocupación del sitio inicia realmente durante la Fase Balam 1 del Clásico Temprano, entre 150 y 350 DC, con los primeros contextos asociados. El material cerámico está marcado por cierta heterogeneidad caracterizada por menajes con acabados cerosos y lustrosos, así como por la introducción de decoración policroma y de nuevas formas. Se pudo identificar una dicotomía con implicaciones sociales muy fuertes en el material: la cerámica cerosa se encuentra en suelos arcillosos recubiertos por arquitectura y muestran claramente una influencia de Mirador, mientras que los materiales lustrosos se encontraron exclusivamente en rellenos sellados con pisos y se relacionan con el sur de Campeche, el norte de Belice y el centro de Petén.
El desarrollo del sitio tuvo un impulso muy fuerte durante la Fase Balam II (350-550 DC), en relación tal vez con la instalación de una dinastía real en el sitio. Los datos rescatados por I. Cases y A. Lacadena, en las Estelas 23 y 24, mediante fotos nocturnas con luz rasante y fotocomposición, muestran que Naachtun ha sido la cabecera del Reino Murciélago desde al menos 8.16.4.10.1 6 Imix 4 Sek, o sea desde 361 DC, tal como lo indica el título del gobernante local quien se designa como Suutz’ ajaw ‘señor de Murciélago’. Pocos años después hacia finales del Ciclo 8, en el último cuarto del siglo IV DC o principios del siglo V DC, la Estela 24 menciona a otro gobernante de Naachtun, con el nombre de ?-b’u-JOL o ?-mu-JOL quien se designa ahora como k’uh[ul] Suutz’ ajaw ‘Sagrado Señor de Murciélago’. Estas dos referencias son claramente locales e indican que Naachtun desde los orígenes de su dinastía era la sede del Murciélago.
El Reino de Murciélago fue una entidad política muy importante en el norte de Petén durante todo el periodo Clásico. Referencias a este reino aparecen en Calakmul, Oxpemul, Uxul y El Perú-Waka, en distintas épocas. Durante el Clásico Temprano está claro que Naachtun-Murciélago jugó un papel de preeminencia política en la zona, siendo reconocido por señores vecinos como los de Calakmul, antes de la llegada de la dinastía Kanu’l a Calakmul en la primera mitad del Siglo VII DC.
Por otra parte, la presencia en la Estela 24 de referencias a los eventos de 378 DC, esclarece el papel de Naachtun en la famosa “entrada” de Tikal. En esta estela, se alude a acontecimientos, desafortunadamente perdidos, ocurridos los días [9 Ok] y 10 Chuen, o sea los dos días que precedieron la “Entrada” del día [11] Eb’. El texto además identifica al gobernante local de Naachtun como yajawte’, es decir como capitán de guerra de Siyaj K’ahk’. Tendríamos aquí una de las evidencias epigráficas más claras de que la llegada de Siyaj K’ahk’ adoptó la forma de una invasión militar, tal como lo sugiere D. Stuart (2000). Que el gobernante de Naachtun se declare yajawte’ de Siyaj K’ahk’ implica que la llegada de los teotihuacanos fue una empresa que contó con aliados mayas dentro de las Tierras Bajas, algo que no quedaba claro hasta ahora. La toma de poder de Siyaj K’ahk’ en Tikal, la instalación ahí de una nueva dinastía y el papel activo de Naachtun en esta conquista, habrían favorecido el auge espectacular de este último en el Clásico Temprano, beneficiándose de esta alianza previa a la “entrada”.
No es de sorprender pues que la cerámica de esta fase se relacione tecnológica y estéticamente con los sitios del centro del Petén, en particular con los con afiliaciones Teotihuacanas (Uaxactun y Río Azul en particular). La presencia común en Naachtun de cerámicas de los grupos Águila, Dos Arroyos, Dos Hermanos, y Balanza indica interés por participar en redes de asentamientos localizados en el centro de Petén, el sur de Campeche, la Región de los Tres Ríos y el norte de Belice. Por otra lado aunque por un sesgo debido a la estrategia de excavación, la cual se enfocó más bien en contextos tardíos, no hemos encontrado muchas piezas de obsidiana verde en contextos Clásico Temprano, este material aparece algo abundante en el sitio (con 38 piezas de Pachuca) indicando cierta integración de Naachtun a redes de intercambios con el altiplano central.
Los trabajos en la Periferia Sur llevados a cabo por J. Hiquet y J. Cotom reflejan este auge del Clásico Temprano y muestran un aumento demográfico sustancial en Balam II (Fig.3). De los 61 sondeos realizados entre 2010 y 2014 en 29 unidades residenciales, solo cuatro se fechan para Balam I y sugieren que tal vez la mayoría de las residencias, difíciles de localizar, eran de materiales perecederos, mientras que en Balam II, al menos 25 sondeos repartidos en 15 unidades muestran numerosas construcciones de piedra. La ocupación se extiende sobre todo en la mitad oeste del sitio, donde se encuentra el Grupos C en pleno desarrollo.
Balam II es sin lugar a dudas un momento de apogeo constructivo en el sitio ya que varios edificios monumentales de los Grupos A y C están edificados. En 2014, se emprendieron por L. Garrido y J. Sots, los primeros sondeos en el Grupo C, los cuales revelaron una intensa ocupación en la Fase Balam. Los primeros trabajos constructivos parecen ocurrir en Balam I, pero la mayoría de las construcciones, inclusive el tríadico de la plaza que se extiende al norte, y tal vez de la primera fase de la estructura V, se fechan probablemente de la faceta Balam II, lo que coincide con la fecha de las Estelas 23 y 24.
En la pirámide La Perdida, un edificio de 12 m de alto por 45 m de lado, las excavaciones de D. Michelet indican que esta fue totalmente construida durante la Fase Balam II como lo atestiguan los diferentes pisos encontrados al pie de su escalera de acceso. Curiosamente, no llevaba un templo en la cúspide, tampoco una plataforma de materiales perecederos. Fue abandonada durante esta misma fase y sirvió de cantera para construcciones posteriores.
Muy cerca y en relación con ella, las excavaciones realizadas por C. Morales, en la calzada que une el Grupo A al Grupo C, mostraron que antes de iniciar esta construcción se dispuso una capa de tierra negra arcillosa procedente del cival, la cual contenía materiales Balam I y del Preclásico Tardío. La primera versión de la calzada –que tuvo hasta 5 etapas sucesivas de ampliación, hasta alcanzar 37 m de ancho–, fue construida en Balam II inclusive para su versión más temprana. La misma observación se hizo en la Plaza Sur, donde las excavaciones realizadas al pie de la Estructura XV revelaron capas de tierra negra de Balam I, recubiertas por el primer relleno de plaza que corresponde a Balam II. Cerca de ahí las excavaciones emprendidas en el Complejo Amurallado del Grupo A por P. Nondédéo, mostraron que tanto la plaza al pie de las estructuras VIII, IX y X como el muro perimetral, fueron edificados durante esta misma fase, Balam II. En la actualidad se trata de un muro de 3.8 m de alto por casi 3 m de ancho cuya construcción inició en Balam II, como lo indica el fechamiento de los 3 pisos que rematan contra el muro así como el relleno de la plataforma sobre la que descansa dicha pared. Al edificarla se colocaron en al menos tres fosas, depósitos de huesos humanos exclusivamente de las extremidades inferiores, pero en uno de los casos se encontró la extremidad superior izquierda en conexión, lo que evidencia según I. Barrientos, la manipulación de segmentos corporales aún con tejido blando.
Más al este en el grupo A, las excavaciones realizadas por J. Cotom permitieron determinar que la Estructura XIX (sur) del Grupo tipo E fue construida durante el Clásico Temprano simultáneamente a las XX y XXIII. Tanto el basamento-sub, ataludado, sobre la que descansa el basamento XIX, como el basamento mismo, fueron construidos durante la fase Balam II. El basamento, de 6.5 m de alto, tuvo dos fases: una primera con dos cuerpos ataludados y una segunda más tardía, siempre en el Clásico Temprano, la cual quedó inconclusa.
Finalmente, los trabajos paleo-medioambientales nos indicaron que para este periodo dos técnicas agrícolas habían sido registradas: primero, una agricultura de roza y quema sobre suelos naturales arcillosos, como lo parece atestiguar la presencia de carbones y materias orgánicas quemadas en horizontes cultivados; segundo, una agricultura más intensiva con el aporte de tierras negras ricas en materias orgánicas y procedentes tal vez del cival. Análisis paleo-botánicos y de suelos están en proceso para confirmar esta técnica.
El final del Clásico Temprano, faceta Balam III (500-600 DC), es por el momento enigmático ya que, a la fecha, solamente tres contextos fueron identificados en todas las excavaciones, tanto en el centro como en la periferia del sitio. El material cerámico recolectado sigue indicando vínculos fuertes con Tikal y sus sitios afiliados.
El Clásico Tardío
Es realmente un periodo que presenta dos momentos totalmente distintos en la historia del sitio. En una primera fase, hasta alrededor de 750 DC. Naachtun parece haber sido sometido a Kanu’l, lo que se traduce en un aparente hiato en la dedicación de estelas. Este sometimiento duró poco más de un siglo, desde aproximadamente los años 630 DC hasta los años 740 – 750 DC. A este dato, hay que añadir la presencia de posibles princesas Kanu’l casadas con gobernantes locales, como en la Estela 27, siguiendo la política de enlaces reales impuesta por Kanu’l.
Para este periodo, la ocupación en la periferia alcanza su apogeo ya que todas las unidades sondeadas muestran actividades, alcanzando Naachtun su máximo demográfico (Fig.4). Las excavaciones conducidas por H. Goudiaby, E. Arredondo y G. González, en la Unidad 5N6 muestran el desarrollo de un grupo habitacional del Clásico Tardío, ocupado posiblemente por artesanos relacionados con la corte real dada la cantidad y la diversidad de materiales hallados ahí. Cabe mencionar entre otros, los restos de un tambor pintado y un pulidor para cuentas y orejeras de piedra verde, lo que implica un trabajo in situ del material. Lo que destaca en este patio es la relación con el área de Tikal que se puede establecer a través del hallazgo de la Sepultura 45 en la estructura norte, la cual contenía un plato trípode de estilo “del danzante de Tikal”, cuyas vasijas fueron producidas entre 675 y 800 DC en la región de Tikal-Uaxactun (Coggins 1975; Culbert 1993:4; Looper et al. 2009:2842, 3015; Reents-Budet et al. 1994:197).
Durante la primera mitad del Clásico Tardío tal vez a raíz de cambios dinásticos, el centro político de Naachtun se desplaza hacia el este con la construcción de la Plaza Este y de su Complejo palaciego asociado, el Complejo Oeste. En la Plaza Este, J. Quiñonez excavó una de las estructuras (5O3) que las delimita en su lado oeste y, por la morfología (un cuarto alargado con cinco entradas) pudo comprobar que eran de tipo público, tal vez de reunión. Recubría una estructura anterior ataludada que aún no ha sido fechada. En el Complejo Residencial Oeste, se excavó en 2014 por D. Perla, parte de la fachada norte de la Estructura 6O51, una de las más importantes del Patio 6. El cuarto central del edificio con varias remodelaciones a lo largo de su ocupación, presenta en su última etapa una banqueta axial finamente estucada que cubre gran parte del cuarto a la manera de un piso sobre-elevado. Junto con la ampliación de la banqueta se incluyó una sepultura axial sin ajuar asociado. No sabemos aún si este tipo de residencias del Complejo Oeste corresponde o no a las residencias de la elite reales de Naachtun en el momento del dominio de Kaan.
En cambio, sabemos que durante la segunda mitad del Clásico Tardío, es decir alrededor de 750 DC otro importante complejo de patios está construido, el Complejo Central, que funcionó probablemente con la Plaza Río Bec edificada también alrededor de 750 DC. Esta nueva plaza con sus palacios asociados, ilustra sin lugar a dudas una nueva fase en la historia del sitio, que corresponde a la emancipación del sitio ante Kaan y la revitalización de los contactos con Tikal. Dos edificios del patio principal del Complejo Central fueron excavados en 2014 por C. Gillot y A. Díaz. Se trata de dos edificios alargados de dos crujías, que no conectan entre sí, y que se encuentran en los lados oeste y norte del patio. Fueron utilizados hasta el Clásico Terminal. Ambos son residencias de la elite como lo muestra la calidad de la arquitectura y la presencia, en los entierros, de vasijas con inscripciones. También la presencia en la Estructura 5O120 de fragmentos de dos vasijas cilíndricas del tipo Cabrito Crema Policromo de calidad distinta, pertenecientes al “estilo Holmul”, sugiere afiliación a las redes de alianza establecidas entre la corte real de Naranjo y otras elites menores de la región de Buenavista del Cayo afiliadas a la primera (Looper et al. 2009:2923). En el caso de los ejemplares del Patio 22, se aprecian diferencias notables en términos de la calidad de la superficie y la ejecución de los diseños de ambos vasos. El ejemplar con ejecución más virtuosa y cuidadosa presenta una serie de elementos distintivos que incluyen una banda celeste, las caderas y las piernas del Dios del Maíz representadas de frente y un enano. Estos son diagnósticos de vasijas cilíndricas producidas para consumo de la corte real de Naranjo, particularmente para uso de un individuo aludido en textos conocidos en dichos vasos como “El del Pedernal” (He of the Flint), identificado por Martin y Grube (2008) como K’ahk’ Ukalaw Chan Chaak, quien toma oficio como gobernante en 755 DC (Reents-Budet et al. 1994:184, Fig.5.21). El segundo ejemplar es similar a cerámicas producidas en un taller cerámico en el sitio de Buenavista del Cayo asociado a un palacio de elite también asociado políticamente a Naranjo durante los siglos VII y VIII y que produjo vasos cilíndricos “estilo Holmul” para elites menores, los cuales se caracterizan por su menor calidad de ejecución (Reents-Budet et al. 1994:184-185). La presencia de ambos tipos de vasijas en Naachtun sugiere filiación a las redes de alianza establecidas entre la corte de Naranjo y otras elites, incluyendo aquellas no reales.
La Estructura 5O120 ilustra además los ritos funerarios identificados en el sitio por I. Barrientos a lo largo de 5 años de investigación. A la fecha 50 sepulturas fueron encontradas, de las que 26 fueron excavadas sistemáticamente. Fechadas para el Clásico Tardío y Terminal, se encuentran sobre todo en cistas o a veces en fosas, siendo los cuerpos en posición decúbitos dorsal extendido, la cabeza al norte. Los adultos, generalmente hombres, se encuentran debajo de los pisos de las residencias mientras que las sepulturas infantiles están al pie de los accesos a plataformas o a cuartos. Finalmente, hay que destacar esta práctica común en Naachtun de reingresos en sepulturas ubicadas en espacios habitacionales, donde se recuperan elementos óseos que probablemente son utilizados en diversos rituales y depósitos de abandono.
Finalmente, lo que define claramente esta segunda mitad del Clásico Tardío, y más adelante el Clásico Terminal, es la apertura de Naachtun a redes de intercambios. A nivel cerámico, se nota un aumento de tipos no locales, que provienen del Usumacinta, Belice, el área de Tikal o el sur de Campeche. Esta impresión de prosperidad se encuentra también en la gran calidad de la manufactura cerámica así como en la diversidad de las materias primas importadas. La obsidiana aunque procede en su mayoría de El Chayal, muestra a partir de 750 DC un aumento de las fuentes del altiplano mexicano (Otumba, Ucareo, Zacualtipán), tal vez a la par de los contactos cerámicos con la región del Usumacinta. Otra región particularmente importante es Belice de donde viene, fuera de la cerámica, manos y piedras de moler de granito, así como otros materiales como las paletas de pizarra. El jade sigue llegando, tanto como objetos acabados como en materia prima tal como lo atestiguan desechos de producción y objetos sin acabar. Asimismo los elementos marinos, tanto conchas como peces, espina de manta raya o corales, llegan con frecuencia en el sitio, procediendo tanto de la región del Caribe como del Pacifico.
El Clásico Terminal
El último periodo de ocupación en Naachtun se inscribe en la continuidad de la segunda mitad de Clásico Tardío, con un incremento de los bienes importados, en particular de Belice y del este en general, con nuevos tipos, del Usumacinta con los tipos Naranja Fino, y del sur de Campeche y norte de Belice, lo que indica las primicias de una reorientación de los nexos.
A nivel del asentamiento en general, se observa una caída drástica de la ocupación en la Periferia Sur, la cual cuenta con menos de 10 unidades realmente con actividad (Fig.5). Estas se concentran en el extremo este del sitio a proximidad del Complejo Sur, el complejo residencial más activo de este periodo cuya construcción se remonta al último tercio del Clásico Tardío. Este Complejo Sur ilustra sin lugar a dudas la reorganización social, política y económica del sitio durante este periodo, primero con la contracción de la población en este complejo y en el central y segundo con un cambio en la organización política, pasando de un sistema de realeza sagrada a una sociedad sin reyes controlada por familias nobles. La caída de la realeza en Naachtun no coincide con un declive del sitio, al contrario tal como se vieron en las excavaciones intensivas por J. Sion y otros en los Patios 28, 31, 32, 33, 34 y 35, tres de los cuales con la totalidad de sus estructuras excavadas, donde los numerosos basureros, depósitos rituales y sepulturas, informaron tanto sobre las producciones de elite para un consumo local como sobre la prosperidad económica y la participación a redes de intercambio.
La ocupación en el Complejo Sur ha sido intensa a lo largo del Clásico Terminal, tal como lo sugieren las numerosas remodelaciones (adosamiento, subdivisión de los espacios, restricción de los accesos, entre otros) que sufren las unidades de este complejo al recibir nuevos ocupantes que se instalan ahí.
El abandono
La imagen que se tiene del abandono del sitio muestra un proceso progresivo y gradual, y los datos recolectados en los Complejos Sur y Central empiezan a mostrar toda una secuencia de abandono que habrá que afinar, que se caracteriza por la realización de numerosos rituales y depósitos de abandono en ciertos edificios mientras que otros permanecen ocupados o reutilizan materiales de edificios ya en ruina. Sin embargo la población no parece dejar el lugar, ya que año tras año estamos documentando ritos post-abandono acomodados en los escombros de edificios ya colapsados. Otra fuente de información y pista de reflexión para mejor entender este fenómeno de abandono viene de la antracología, cuyos primeros resultados en los basureros del Clásico Terminal, a cargo de L. Dussol, subrayan una gestión razonable del entorno natural, en particular de los bosques por los mayas de Naachtun ya que en los últimos momentos de ocupación en el sitio no se detectó un estrés particular en la colecta de madera y de leña, o una colecta diferencial con los periodos anteriores, sino más bien siempre una gran diversidad de taxones utilizados, entre ellos los sapotáceos, lo que significa la presencia de bosques aún en los últimos momentos de la ocupación.
Referencias
Coggins, Clemency C.
1975 Painting and Drawing Styles at Tikal: An Historical and Iconographic Reconstruction. Disertación doctoral no publicada. Departamento de Antropología. Harvard University. Harvard, MA.
Culbert, T. Patrick
1993 The Ceramics of Tikal: Vessels from the Burials, Caches, and Problematic Deposits. Tikal Report N. 25, Part A. University Museum Monograph 81. University of Pennsylvania, Philadelphia.
Looper, Matthew; Dorie Reents-Budet y Ronald Bishop
2009 Dance on Classic Maya Ceramics, en To Be Like Gods. University of Texas Press, Austin. Edición Kindle.
Martin, Simon y Nikolaï Grube
2008 Chronicle of the Maya Kings and Queens. 2nd edition. Thames & Hudson. Londres.
Reents-Budet, Dorie; Ronald L. Bishop y Barbara MacLeod
1994 Painting Styles, Workshop Locations and Pottery Production. En Painting the Maya Universe: Royal Ceramics of the Classic Period (editado por D. Reents-Budet), pp. 164-233. Duke University Press, Durham y Londres.
Stuart, David
2000 The Arrival of Strangers: Teotihuacan and Tollan in Classic Maya History. En Mesoamerica’s Classic Heritage (editado por D. Carrasco, L. Jones y S. Sessions), pp. 465-514. University of Colorado Press.
Fig.1: Mapa del sitio de Naachtun (Mapa E. Lemonnier, C. Gillot, J. Cotom y P. Nondédéo).
Fig.2: Mapa de los tres complejos de patios del Grupo B, construidos durante el Clásico Tardío
(Mapa C. Gillot).
Fig.3: Mapa del sitio donde se indica la ocupación durante el Clásico Temprano (250 – 600 DC)
(Mapa P. Nondédéo y J. Hiquet).
Fig.4: Mapa del sitio que muestra la ocupación durante el Clásico Tardío (600-800 DC). Se indican los espacios públicos fundados y aún ocupados para este periodo (Mapa P. Nondédéo y J. Hiquet).
Fig.5: Ocupación del sitio durante el Clásico Terminal, que se restringe al extremo este del sitio
(Mapa P. Nondédéo y J. Hiquet).