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EL CETRO DE UAXACTUN: HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS RECIENTES Y EL MENSAJE ESCRITO EN LA PARAFERNALIA DE UN REY PRECLÁSICO
La temporada 2015 en Uaxactun fue bastante fructifera en cuanto a los hallazgos alrededor y directamente en el nucleo del sitio. Las excavaciones se enfocaron tradicionalmente en la zona de la Ciudad Antigua, es decir, en la zona preclásica de los Grupos H y F (Fig.1) que está separada de la zona clásica por una distancia de aproximadamente 2 km.
Excavaciones en El Tiburón
Excavaciones intensivas se llevaron a cabo especialmente en el complejo El Tiburón, localizado en la zona del Grupo F Norte. Este complejo ha sido investigado en las Temporadas de Campo 2009 (Arredondo y Carbonell 2009), 2010 (Carbonell y Arredondo 2011) y 2011 (Carbonell 2011) del Proyecto Arqueológico Regional SAHI-Uaxactun. Pero solamente desde el año 2014 se definió el complejo como una sola estructura (Lieskovský et al. 2014); con una altura que casi alcanza los 31 metros y sus dimensiones gigantescas de planta las cuales son de 165 x 115 metros. El complejo contiene dos plataformas con dos fachadas grandes y edificios que forman un grupo triádico doble. El objetivo de las excavaciones fue identificar la fachada principal, escalinatas de acceso, el edificio central F XI y distinguir las fases constructivas del complejo.
En la fachada de la Plataforma Baja se llevaron a cabo excavaciones bastante extensivas para obtener datos de ocho grandes sondeos realizados por Pavol Spišák. Las excavaciones amplias y profundas alcanzaron la roca madre y confirmaron varias fases constructivas de El Tiburón. En cuanto a de cerámica se distinguieron varias fases desde Mamom hasta Tzakol I. Notable es que en algunos sondeos se encontró solamente material de la fase Mamom que indica una construcción muy temprana. Parece que la primera fase constructiva se relaciona con la última fase de Mamom y tentativamente la podríamos fechar alrededor del año 400-350 AC. Probablemente durante esta fase se construyó una escalinata que termina en la mitad de la fachada contemporánea (Fig.2). Eso podría indicar que durante los tiempos de Mamom El Tiburón tenía casi la mitad del tamaño posterior. Luego empezaron varias fases constructivas dentro del periodo Chicanel. Se identificaron cinco pisos en la base de fachada de la Plataforma Baja que se podrían relacionar con cinco fases constructivas. Parece que ya durante la fase inicial de Chicanel se construyeron grandes rellenos para crear un complejo mucho más grande, cerca del tamaño actual. Probablemente todo el complejo fue habitado de manera continua entre los años 400 AC – 150 DC, así se puede constatar en el nivel cronológico que la ocupación de El Tiburón tardó alrededor de 550 años y se trata de una estructura ocupada continuamente en el Preclásico Tardío en todo Uaxactun. El Tiburón probablemente igual como sus grupos vecinos E y H Norte terminó su función original durante los tiempos bélicos alrededor de 150 DC aunque aquí todavía faltan evidencias parecidas a los del Grupo H Norte y E (Kovác 2012). Seguro es que el complejo posteriormente fue reocupado durante las fases clásicas pero con excepción del inicio de Tzakol sin remodelaciones considerables.
Durante las excavaciones de la fachada de la Plataforma Alta se llevaron a cabo seis unidades realizadas por Drahoslav Hulínek. En la misma fachada el año pasado,se identificó una escalinata con un ancho de 9.4 m (Hulinek 2015:236). En la presente temporada se trató de definir su dimensión total y unas remodelaciones posibles. Las excavaciones de esta fachada revelaron que la mayoría de los tiestos recuperados proviene de la fase Tzakol, esto indica una reocupacion intensiva del Clásico Temprano. Durante estas excavaciones se pudo identificar que la escalinata principal no subia directamente,sino más bien por medio de descansos y también sorprendió que la misma escalinata fue remodelada varias veces, hasta que al final fue completamente tapada por un muro enorme del cuerpo de un edificio. Así se eliminó totalmente la entrada central a la Plataforma Alta. Durante la existencia de la Estructura F-XI en el centro de la orilla norte de la Plataforma Alta ya no existió este acceso central. Por el momento se puede solamente especular que existieron pequeñas escalinatas laterales todavía no identificadas o la entrada a la Plataforma Alta estaba en otro lugar. De todos modos es cierto que en algun momento ya sea en Preclásico Tardío o a inicios del Clásico Temprano, decidieron los habitantes de El Tiburón hacer un cambio dramático de la fisionomía, tamaño y tal vez también de la función del edifico. Finalmente se realizó un sondeo en esta remodelación y se encontró una escalinata original medio deteriorada y abajo de ella, ya en la quinta subestructura, otra escalinata en estado de conservacion excelente. Se espera que en esta subestructura se pueda investigar mucho más de las formas y decoraciones preclásicas de este edificio impresionante.
Durante la temporada actual, en la Plataforma Alta, Mauricio Díaz realizó excavaciones de la Estructura F-XI. Al final se pudo concluir que en el caso de esta estructura se trata de un edificio de planta rectangular de 7.10 m N-S y 12.60 m E-O, orientada a aproximadamente 9° AZ (Fig.3). Presenta actualmente una altura máxima de 1.30 m, medidos desde el piso de plaza sobre el que se asienta.
El edificio estuvo recubierto de estuco pulido y modelado, como lo evidencian algunos fragmentos con restos de pintura roja encontrados dentro del nivel de derrumbe. Así mismo se pudieron definir tres cuerpos constructivos, muy deteriorados. Se pudieron identificar dos fases constructivas, ambas realizadas sobre la última versión del piso de plaza, construido 0.30 m por encima de la primera versión del mismo. Las excavaciones continuaron en la Plataforma Baja donde al frente de la ladera este de la Estructura F-XIV, se excavó un pozo de sondeo que buscaba hallar la secuencia estratigráfica de pisos de plaza. Se encontraron tres pisos de estuco que presentan tres ultimas remodelaciones de esta área. Debido a la naturaleza suelta del relleno, se detuvo la excavación a -5.50 m desde la superficie, sin llegar al otro piso o roca madre. Eso confirmaría la idea que la superficie antigua de la Plataforma Baja de la fase Mamom se realacionaba con la ultima escalinata del edificio la cual debe encontrarse todavía más abajo.
Durante las excavaciones en El Tiburón se confirmaron por lo menos cinco fases constructivas, encontrándose una figurilla interesante del PreclásicoTardío (Fig.4) y obteniendo secuencias de cerámica muy bien definidas por sus contextos, los cuales permitirán probablemente una nueva propuesta de la cronología cerámica preclásica de este sitio. Las excavaciones actuales confirmaron el tamaño e importancia política de este conjunto gigantesco. Su majestuosidad y continuidad notable durante todo el Preclásico Tardío implica que realmente se trató de un centro importante de poder real.
Excavaciones en el Grupo H Norte
En el Grupo H Norte se finalizaron las excavaciones que se han llevado a cabo por siete años ininterrumpidos. Uno de los objetivos más importantes fue finalizar las excavaciones de la estructura H-XVI y realizar excavaciones faltantes de las estructuras laterales H-VI y H-II. Estas últimas estuvieron a cargo de Camilo Alvarez, quién continuó con las excavaciones de la Estructura H-VI la cual se encuentra en el lado Norte de la estructura principal H I. Estas excavaciones iniciadas en el año 2014, revelaron una estructura redondeada en su límite Este, y una representación estucada de pata de animal, en la fachada Sur (Kendrala 2015). Después de nuevas excavaciones en este edifico en la temporada 2015, en la que se llevaron a cabo 13 unidades, se pudo constatar que la estructura de dimensiones 12.50 m de largo por 6.20 m de ancho y orientación Este-Oeste tenía en la fachada Sur también otra pata de animal y en la fachada Norte muy deteriorada, se pueden suponer dos patas más. También se encontraron restos de estuco modelado que permite distinguir una figura redondeada en su límite Oeste. Lo que llamó aún más la atención fueron los restos de un friso de la fachada sur que se asemeja al perfil de una tortuga, y que aún presenta indicios de pintura color rojo y negro con la que fue decorada. Las patas conservadas del mismo lado complementan la imágen de una estructura zoomorfa.
Además la Estructura H-VI es la única en el Grupo H Norte que presenta tres fases constructivas. La segunda fase está conformada por tres cuerpos del edificio que presentan características arquitectónicas típicas del periodo Preclásico Tardío. En la tercera fase es visible el cambio de arquitectura, ya que esta es un poco más burda, y el límite oeste de la estructura remata con una figura redondeada, en los restos de estuco que se observan en la estructura aún es posible ver el color rojo con el que se pintó.
Lamentablemente por la destrucción que presenta este edificio no se puede definir bien con certeza ni una de las fases constructivas pero por lo menos la primera presentó un edificio zoomorfo y el animal presentado tenía características de una tortuga. Las dos fases posteriores conservaron las patas, los extremos redondos –que representaron posiblemente la cabeza y cola, razgos interesantes de perfil y otros de varios lugares pero muy poco conservados. Sería posible que aunque en una manera transformada, el edificio a pesar de las remodelaciones posteriores siempre presentó un ser zoomorfo.
Otras excavaciones se llevaron a cabo en la estructura H-II, cual se encuentra en el lateral de la Estructura principal H-I y simétrica con H-VI mencionada anteriormente. Sus medidas son parecidas a la H-VI, 14.50 m de largo por 6 m de ancho y su orientación es igual Este-Oeste. Las excavaciones previas de este edificio se realizaron en 2010 (Quiroa 2011) y 2013 (Kendrala 2014). Las nuevas excavaciones no confirmaron la idea que se trata de otro edificio zoomorfo igual como su gemelo simétrico del norte, por la erosión tampoco podríamos descartar esta posibilidad, ya que por lo menos el lado Este cuenta con un extremo redondeado igual como la Estructura H-VI. También la fachada principal –en este caso la norte revela un friso deteriorado. En este friso no se distinguieron características zoomorfas sino una mano humana.
De todos modos los dos edificios –H-VI y H-II– presentan dimensiones, tamaño, orientación y forma muy parecida y sería muy probable que en algun momento presentaron unos frisos con iconografía complementaria, en los tiempos posteriores parcialmente transformada. La imágen de tortuga la cual se conservó en la forma fragmentada en la Estructura H-VI podría confirmar la hipótesis que la constelación maya de tortuga Ak Ek’ representada por la constelación contemporánea Orión jugó un papel importante en este conjunto arquitectónico, ya que según las medidas arqueoastronómicas se identificaron orientaciones principales relacionadas exactamente con Orión (Kovác y Karlovský 2015).
Del Grupo H Norte pertenece el hallazgo más importante de esta temporada y uno de los más importantes de los ultimos años del proyecto. Este hallazgo representa una ofrenda real encontrada bajo la Subestructura de H-XVI, del Grupo H Norte. La Estructura H-XVI se ha excavado continuamente desde el año 2010 (Goeting 2011) y desde el inicio se presentó como una estructura de gran importancia ritual. En el fin del Preclásico Tardío construyeron en su fachada principal (Norte) un nicho, como una cueva artificial, con piedras grandes. Encima de la estructura fue colocada una estela, es decir, una piedra del mismo tamaño, como las piedras del nicho. Dentro del nicho se encontró alrededor de 50 discos de piedra o cerámica y una ofrenda de cuencos de la fase Tzakol 1, colocadas labio a labio (Goeting 2010). Esta ofrenda de Tzakol, llevó a definirla como una reocupación del lugar porque varias han sido las evidencias, incluyendo en la misma estructura de abandono de este grupo alrededor del 150 DC (Kovác 2012).
En el año 2014 se encontró que la Estructura H-XVI tiene una subestructura y se trataba de definir su planta abajo de la estructura superior (Solis 2015). En la temporada 2015 las excavaciones se llevaron a cabo por Eva Jobbová, finalizando los trabajos de la planta de la subestructura. Luego se empezó a excavar un tunel en el centro de la misma para verificar si no existía otro edificio (tercer) debajo o una segunda subestructura. Durante este trabajo se encontró en el centro de la subestructura una acumulacion de piedras grandes que formaron una cueva artificial –parecido a lo encontrado en la fachada superior. Recordando las ofrendas e importancia del nicho de superficie, se profundizó al círculo de las piedras grandes y en el centro se identificaron unas huellas de humo. Al excavar en el centro se encontraron unas lajas que cubrían la entrada a un pozo cuadrado (Fig.5). El pozo de 2 m de profundidad estaba vacío, solamente cubierto por un poco de sascab. Sobre el relleno se identificó abundante polvo de hematita y en el fondo se encontró pigmento rojo (posiblemente cinabrio), especialmente en el lado Este. Abajo de esta capa, se encontró una ofrenda excepcional; dos cuencos grandes tipo Chicanel de 45 cm de diametro, colocadas labio a labio. En el interior se encontró otra vasija con algunas ofrendas de piedra verde. Se identificó una hacha ceremonial, una cuenta de piedra verde, una figurilla de animal fantástico y un cetro o perforador cubierto por unos glifos grabados muy finos. Todos los hallazgos, según su iconografía y según fechamiento cerámico, pertenecen al Preclásico Tardío. Notable es que las piezas más largas, el hacha y el cetro, fueron ubicadas u orientadas exactamente en puntos cardinales, el hacha este-oeste y el cetro sur-norte (Fig.6).
Un fechamiento de esta ofrenda excepcional requiere unos análisis de C14 que todavía están pendientes. Por el momento preliminar podríamos constatar que el contexto de cerámica y arquitectura permite ubicarlo entre 1-100 AC y el nivel de desarollo de la escritura plasmada en el cetro indica un fechamiento posterior, alrededorde 1-100 DC. Eso indica que, sin anticipar los resultados exactos de analisis de Carbono 14, se puede esperar un fechamiento promedio entre 100 AC y 100 DC. Estas fechas serían apropriadas para el desarollo del mismo grupo H Norte y corresponden con el fechamiento de carbones obtenidos de otras estructuras del mismo grupo.
Descripción y función de los objetos
- Hacha ceremonial, de 37 cm de largo está elaborada de piedra verde y no se ven huellas de su uso práctico. Hachas de este tipo y tamaño no son muy comunes y se distinguen como ceremoniales. Es muy probable que funcionara como un símbolo de poder.
- Cuenta de piedra verde, es muy pequeña, 0.8 cm de tamaño y es el único objeto, de esta clase. Por el contexto probablemente no proviene de un collar sino tiene un simbolismo particular, tal vez representa un símbolo de la vida o de sangre.
- Cetro/perforador de piedra verde: tiene 26 cm de longitud y 2.3 cm de ancho (Fig.7). Este objeto fue el que llamó más la atencion de todos los depositados en el interior de la vasija, por su forma, iconografía compleja y escritura presente en ambos lados. En cuanto a su función, se propone, al igual que otros objetos parecidos descubiertos en la historia mesoamericána, que tienen una punta en la parte inferior, que fue utilizado como un perforador para rituales de auto-sacrifico o sangría. A pesar que para perforar partes del cuerpo, especialmente el miembro viril, era mas común el uso de obsidiana, espinas o huesos, por su filo. En este caso más se podría hablar sobre un perforador simbólico que funcionó como un cetro; un simbolo de poder real, mostrando lo mas importante del poder sagrado de los soberanos mayas y su capacidad de ofrecer su sangre para los dioses (o ancestros) y así garantizar su merced para toda la comunidad.
- Figurilla zoomorfa de piedra verde, tamaño de 11.5 x 3.5 cm (Fig.8). Finamente grabada con varios elementos complementarios. Representa probablemente una combinación de animales: cabeza de iguana o lagartija, cuerpo de un felino y la cola representa probablemente una espina de mantaraya que la relaciona con el auto-sacrificio. Los animales combinados, especialmente de varias especies, frecuentamente representaron a unos wayob (acompañantes espirituales de los gobernantes mayas). Sería probable que esta figura represente un nagual o way de un soberano, en forma de un animal sobrenatural.
El cetro/perforador y su análisis iconográfico y epigráfico
Del mango del cetro/perforador sobresale una figura humana desnuda, con un tocado excepcional y cargando un símbolo en sus manos (Fig.9). En cuanto al símbolo, se puede constatar que se trata de un signo que brilla, representando una piedra preciosa o parafernalia real – un símbolo de poder. El tocado parece una mezcla entre un turbante con orejeras y una cinta con placas cuadradas, posiblemente represente jade o sea una diadema. Las orejeras o ‘carteras’ del tocado están grabadas con cabezas de serpientes/ciempiés sin mandíbula inferior, las cuales representan una fuerza real o vital, símbolo que substituye orejeras en fases tempranas como símbolos de poder y ‘divinidad’ (Clark y Colman 2014).
Este tocado de ‘poder real’ está confirmado por la cavidad de la coronilla atrás de la cabeza, en el cual se encuentra grabado un símbolo común del Periodo Preclásico, que se encuentra frecuentemente asociado con soberanos de alto rango y figuras representando seres celestiales (Quirarte 1977). Más que todo, es el gran pájaro principal y/o humano, representando este mismo ser con traje, máscaras, alas y cabezas de réptiles de esta misma deidad, conocido en el clásico como Yax Kok (aj) Muut Itzamna (Boot 2004, 2008).
Para el análisis paleográfico y epigráfico es importante recordar lo que el cetro simboliza y que tal vez funcionó como perforador para sangrado, además se puede sugerir que se relaciona con los ritos de sangrado de pene, un ritual bien conocido como ceremonia de consagración de reyes mayas. De tiempos tardíos sabemos que los reyes jóvenes (chak ch’ok kelem) han ejecutado el ritual llamado yax ch’ab “primer penitencia/ofrenda” (Houston 2007), como primer ritual de una secuencia de ceremonias para legitimar su futuro reinado con el acto de ofrecer su sangre y así conjurar sus ancestros o dioses saliendo de las ofrendas quemadas (véanse por ejemplo los dinteles 13, 14, 15, 17, 24, 25 de Yaxchilán). La función del objeto como perforador está confirmado por los grabados en dos lados de la punta, mostrando sangre estilizada y un árbol, que por su forma, recuerda al glifo LAKAM del Clásico Tardío, pero de facto simboliza el árbol de la vida o sea del sacrificio, como el árbol en frente de cual se ejecuta un auto-sacrifico.
Sin tomar en cuenta las dos imágenes en la punta y una en la cavidad de la coronilla, las cuales se han considerado como simbolos pictográficos, el mango del cetro está grabado con 17 glifos en total, 10 de estos decorando su frente, mientras que siete glifos decoran el lado revés (Fig.10). Se propone que la lectura empieza con el glifo grabado en el abdomen de la figura, aquí denominado pA1.
Glifos pA1, pA4 y pA8
El primer glifo es un signo preclásico bien conocido, el llamado cabeza del ‘viejo barbado’, la cual se encuentra notablemente escrito tres veces en este mismo texto en su forma común: una cabeza de un viejo con nariz en forma de gancho, con líneas que asemejan “pelos” saliendo de sus aretes, un elemento vegetal en su frente y un elemento oval con líneas curvas como boca (por eso el sobrenombre ‘viejo barbado’; (Saturno et al. 2005:44). Aunque varios autores han discutido ya sobre este glifo, el cual aparece frecuentemente al inicio de textos dedicatorios, la lectura del ‘viejo barbado’ todavía queda descononcida. Sin embargo, por la sintaxis y la posición del glifo antes mencionado, se encuentran similitudes con variantes de la cabeza del dios N del Clásico Temprano, que igualmente funciona como verbo dedicatorio. Parece claro que esta cabeza del viejo representa alguna frase, término o un verbo dedicatorio. Es importante mencionar que el mismo glifo se ha encontrado muy cerca del hallazgo en el mismo Grupo H en la Estela 28 de Uaxactun (Kendrala 2014) y se conocen variantes muy semejantes en estilo y caligrafía de otros objetos portátiles (tal vez los más significativos y contemporáneos son la figura del jaguar, como el pectoral de Dumbarton Oaks, una pieza de jade en el Museo De Jade, entre otros objetos del Preclásico Tardío). Por las posiciones del ‘viejo barbado’ se puede separar tres tramos del texto: pA1-pA3, pA4-pA7 y pA8-pA10. Cada uno, probablemente formándo una secuencia o concepto propio, separados y/o iniciados por este glifo.
Glifos pA3 y pA10
A la par de la variante típica del ‘viejo barbado’, se encuentran dos ejemplos del mismo logograma, en pA3 y pA10 respectivamente, las cuales están combinadas con signos adicionales (dos puntos en su lado superior izquierdo). Se puede suponer que estos dos puntos no funcionan en la escritura preclásica como se usan más tarde en el Clásico Tardío –para indicar un signo fonético repetido– al parecer, los dos puntos aquí tienen la función de marcar signos complejos o combinados, es decir conflaciones de dos signos de valor distinto o simplemente dos glifos combinados. De esta manera indican aquí una combinación entre el ‘viejo barbado’ con dos volutas y líneas paralelas sobre su supraorbital, en pA3; mientras que, en pA10 el viejito se encuentra combinado con otro signo conocido que cubre su boca en lugar de su ‘barba’ (compárese este signo con el Glifo A12 de la Estela de Seattle/Hauberg). Si es así, se puede interpretar los glifos combinados en pA3 y pA10 como partes de sujetos o frases nominales, la lectura de los cuales queda por el momento desconocida.
Glifos pA2, pA5 y pB2
Ya otro glifo que se encuentra repetido tres veces en esta inscripción aparece en cada ejemplo como inicio de frases nominales o eventos. Dado que se encuentra dos veces justo detrás del ‘viejo barbado’, con otro ejemplo empieza el texto dedicatorio al reverso. Por su forma típica y unos ejemplos semejantes del Clásico Temprano, así como la iconografía acuática de varios objetos (especialmente los de jade) preclásicos, se puede presuponer que se trata del glifo YAX que tiene los valores de ‘verde-azul’, ‘inmaduro’; así como ‘primer’, ‘principal’, dependiendo de su contexto (Stone y Zender 2011:122-123). En nuestro contexto se prefiere el valor ‘primer’.
Glifos pA5-pA7
La secuencia pA5-pA7 consiste en tres logogramas. Y sí se confía en la lectura sugerida para YAX, este tramo empezaría con ‘primer’. La propuesta está confirmada por secuencias semejantes más tardías, construidos por los glifos YAX CH’AB y un término que refiere a vasijas para ofrendas de sangrado. El glifo en pA6 tal vez representa una forma temprana del glifo CH’AB, lo cual está ilustrado por un perforador de obsidiana (pero igual puede simbolizar perforador de jade) (Stone y Zender 2011:74-75). Aunque el glifo en pA6 no se ve igual al glifo clásico CH’AB, es probable que tengamos que entender la secuencia pA5-pA7 en el contexto de este mismo ritual de YAX CH’AB? VASIJA. Tal vez con este glifo representado como verbo, su significado podría ser entendido como ‘ofrenda, mortificación’ o ‘perforador’. Se conocen por lo menos dos ejemplos, uno del Clásico Temprano y otro del Clásico Tardío, las cuales contienen la frase u-CH’AB-ja-wa y yu-K’I-bi-tu-YAX-CH’AB respectivamente, escritos como partes de textos dedicatorios. El primer ejemplo es especialmente notable por su presencia en un texto grabado en una vasija labio-a-labio, el cual fue identificado como la vasija para (la ofrenda de) sangría de una mujer de Tikal, de alto rango: Ix Ayin K’uk’ (Krempel y Matteo en prep.). La vasija no solo contiene la palabra clave para el nombre genérico de estos tipos de vasijas, labio-a-labio, uch’abjaaw “vasija para ofrenda/sangre”, sino también ofrece entendimiento en cuanto al uso y la función de estas vasijas de ofrendas. Dado que el texto continua con Ix Ayin K’uk’, tu k’uhil Akanyaxja(l) ‘es la vasija de sangría/ofrenda de Ix Ayin K’uk’, para su dios Akanyaxjal’. La vasija se entiende entonces como la ofrenda que contiene las herramientas, su sangre del auto-sacrificio y posiblemente contenía a la vez varias parafernalias o cosas personales de valor dentro de las vasijas labio-a-labio (como se conoce en varios ejemplos con parafernalias). Ejemplos emblemáticos vienen de Tikal (véase Ayala Falcón 2002). El objeto no era dedicado como ofrenda mundana para una persona, sino ofrecido a un dios patrono de su cognación. Es notable que también la frase semejante uyax ch’ab ….. de la estela de Hauberg sigue con los nombres de deidades al lugar de una frase nominal. Conceptos similares en contextos del ritual de ‘primer sangría’. Se conoce también de otras fuentes más tardías, como el panel 1 de Piedras Negras, mostrando la sangría del joven rey enfrente de su linaje, o la vasija del artista Sak Mo’ dedicada como ‘vasija para (ofrenda de) de sangría de “joven fuerte, digo yo, Sak Mo” (Houston 2007).
En vista de estas secuencias parecidas y considerando la forma del cetro como perforador y su contexto como interior de vasijas labio-a-labio; junto con la presencia del logograma en pA7 que muestra una vasija para ofrendas igual como están representados en unos ejemplos preclásicos o formativos, se cree que la secuencia completa se refiere al contexto arqueológico y así menciona el contexto de la dedicación como ‘primera (ofrenda de) sangría –vasija/ofrenda–’ que quiere decir: ‘ésta es la ofrenda/vasija de la primera sangría’.
Glifos pA9 y pA10
Otra vez comenzando por el ‘viejo barbado’, la secuencia pA9 hasta pA10 parece referir a una frase nominal, dado que el logograma que termina en una silaba típica –la muestra una cara joven comparable a la cara del joven que forma el cetro. Si tomamos en cuenta que también la frase de la estela de Hauberg termina en los nombres de dioses y un glifo emblema que es igual al signo que el viejo tiene en su boca en pA10. Se puede sugerir que pA9 y pA10 forman partes de un sujeto o una frase nominal. Queda desconocido por el momento si se trata del nombre del objeto, dueño, los ancestros o como indican otros ejemplos, nombres de una o más deidades.
Para resumir, en relación al texto del lado frontal, se puede sugerir que se distinguen tres tramos del texto: posiblemente, empezando con un nombre para el objeto o un verbo dedicatorio, luego una frase nominal que refiere a la ofrenda de la vasija para primera sangría y posiblemente una frase nominal que podría ser el nombre del objeto, el mismo joven representado como el cetro, los ancestros o el nombre del dios representado o venerado con esta ofrenda.
Glifos pB2-pB4
El tramo que inicia el texto del lado de atrás del cetro, comienza con el signo YAX, que probablemente forma un adverbio antes de un sustantivo representado en pB3 con la cabeza de un pájaro. Por la presencia de dos líneas curvas saliendo del pico del ave se propone que se trata de un ave rapaz, que del pico del mismo sale la cola de otra ave como su víctima. De manera similar se han encontrado representaciones de aves rapaces en el arte maya clásico y los contornos del perfil corresponden muy bien a aves rapaces, como el águila o el gavilán. Otras representaciones de águilas en el arte formativo, unos decorando los mangos de perforadores, confirman esta sugerencia.Y cuando se consideran los elementos indicando características del gran pájaro principal en la iconografía del cetro, el texto recuerda a un ser con nombre bien conocido: Yax Kokaj Mut (Itzam). Sin embargo, otro ejemplo del mismo logograma mostrando un pájaro rapaz en un objeto contemporáneo, la cuchara de jade en el Museo de Jade (véanse Mora-Marín 2001:fig.12; aquí con una variante cefalomorfa de YAX), indica que el nombre de este animal de facto debe terminar en –l, como está indicado por un complemento fonético ‘RAPAZ’-la. No está muy claro si el glifo en pB4 forma todavía parte del mismo nombre. El glifo tiene similitudes con el glifo mo del corpus clásico, sin embargo difiere en unos detalles considerables y en otra manera está cerca del logograma para ‘FLOR’. El glifo mo también tiene su origen en el signo mostrando una flor, como está frecuentemente representado en la iconografía maya. Sin embargo, por el momento no se conoce ni un ejemplo idéntico que muestra una voluta en lugar de un circulo en el centro de este signo, ni la línea ni los grabados al lado superior derecho, los cuales tampoco están presentes en San Bartolo, donde aparecen las variantes más semejantes ya conocidos para comparar con el glifo pB4 (Saturno et al. 2005:42, Fig.31). Aún su lectura queda desconocida por el momento. Se puede especular que se trata de un signo representando una flor o ‘floración’. En combinación con los glifos anteriores, que forman una frase nominal, llegando a una posible lectura de este tramo como YAX-’AGUILA’-’FLOR’ o yax …. –l …? tentativamente ‘Primer Rapaz/Aguila principal en cierne’. Un nombre adecuado para el así conocido Yax Kokaj Mut, el águila principal que tan frecuentemente está representado en el acto de extender sus alas y atribuido con diademas de piedra verde (jade) o el concepto de yax, igual en el arte formativo, así como en el arte maya (Boot 2004).
Glifos pB5-pB8
El glifo en pB5 claramente se relaciona con la iconografía del cetro, mostrando dos manos con brazos ajustados llevando o cargando un objeto ‘que brilla’ de forma oval. Basado en varios ejemplos, en los cuales se sustituye una mano levantando una piedra de jade, por dos manos levantando el mismo objeto. Se podría suponer que se trata de una variante preclásica del logograma K’AL ‘presentar, levantar, atar’, verbo que también se usa en textos dedicatorios como verbo inicial ‘se presenta’, mostrando un mano en perfil con piedra oval de jade (Kettunen y Helmke 2010:142) y frecuentemente en contexto de la frase nominal del así llamado dios GI.
El mismo objeto no solo está representado en las manos de la figura sino también se encuentra repetido en la posición pB6. Aunque aquí en su forma completa, o sea ‘genérica’, con extensión hacia abajo y dos volutas saliendo del ‘núcleo’, confirmado por varios ejemplos de textos dedicatorios adicionales donde este glifo nombra el objeto dedicado. Se puede concluir que el objeto designa ‘piedras preciosas’, ‘celtas’, ‘placas’, ‘diademas’, ‘pectorales’ así como hachas de jade o piedras preciosas de manera genérica/universal. Alternativamente, se puede interpretar el objeto como otra variante del glifo CH’AB ‘ofrenda, sangría, perforador’, porque existen ejemplos mostrando el mismo glifo en perfil, pero con elementos distintos al lugar de las volutas abajo y en la mayoría de casos con un infijo AK’BAL ‘obscuridad’ para marcar específicamente los perforadores de obsidiana para sangría, los cuales se encuentran frecuentemente representados en la iconografía clásica (Stone y Zender 2011: 75). En este sentido la frase verbal se entiende como ‘se presenta el perforador/ofrenda/parafernalia…’. El tramo sigue con el glifo en pB7, que se puede identificar por su semejanza con el glifo maya T565a (Thompson 1967) como el signo silábico ta. Este glifo nos sirve para entender la sintaxis de esta frase verbal, que posiblemente quiere decir ‘se presenta la parafernalia/piedra preciosa/ofrenda para …’. Por fin, el texto del cetro termina con el glifo pB8, lo cual no solo recuerda al símbolo decorando la cavidad de la coronilla de la figura, sino que probablemente representa la forma completa escrita, es decir, el logograma designando este ‘símbolo celestial de poder’. Para la interpretación del ultimo glifo quedan varias opciones en cómo entender la sintaxis de este tramo y considerando los muchos ejemplos del mismo símbolo en la iconografía preclásica. La frase puede terminar en un objeto, alternativamente en una frase nominal o sea un sujeto, o, tal vez lo más probable, en un concepto universal para ‘reinado’ o ‘soberano’ relacionado al concepto de ajaw o ajawle; ya otra opción es una serie de títulos terminando el texto. Esta propuesta parece confirmada por varios glifos semejantes de este signo, los cuales están combinados con el glifo AJAW –o mejor dicho, el elemento del ‘banco’ formando parte del glifo AJAW– en tiempos tempranos (San Bartolo, Uaxactun, objetos sin procedencia). Así parece sustituir a T141 /po/. Eso indica que las variantes de AJAW escritos con esta variante muestran este ‘símbolo de poder’ entronizado encima de una banca. En este sentido el signo bien podría sustituirse por el glifo AJAW, pero hasta hoy no se conoce ni un contexto donde este glifo aparece solo en lugar de AJAW, o en lugar de un glifo emblema sin ser combinado con otro glifo AJAW. Por su omnipresencia en la iconografía de San Bartolo, así como en el arte de Izapa, Tak’alik Abaj, Kaminaljuyu (compárense Estelas 10 y 11), así como en Tres Zapotes, entre otros, donde el mismo elemento representa el supraorbital encima del ojo del gran pájaro y otros seres celestiales. Se cree que se trata de un glifo complejo que simboliza de manera estilizada el dios principal como ‘simbolo de poder real’ –en forma de ajaw foliado– para legitimar el reinado de los soberanos preclásicos.
Conclusión
Considerando todas las evidencias y la propuesta de desciframiento, se espera que el contexto arqueológico corresponda muy bien y complemente la iconografía e inscripción en el cetro/perforador. Se piensa que la figura representa un hombre joven cargando parafernalia/s de piedra preciosa en sus manos, como representante de un príncipe en el acto de auto-sacrificio o ritual de sangría, antes o durante (porque todavía no recibió su traje y está desnudo) su primer ritual de sangría para legitimizar su futuro reinado.
El contexto arqueológico muestra una vasija entre dos cuencos labio-a-labio, la cual aparece también en la inscripción y es probablemente la misma vasija donde se realizó su primera sangría de pene. Su instrumento simbólico de la sangría el cetro/perforador, el cual legitimiza su poder real, está ubicado dentro de la misma vasija junto con el hacha –símbolo de poder político y con su way– simbolo de su poder espiritual. La inscripción bien corresponde con este contexto. Del lado frontal comunica sobre la primera sangría a la vasija y su ofrenda a los dioses o ancestros y la del lado versal tiene dos posibles lecturas: indica que, exactamente por este acto de auto-sacrifico, el dios celestial representado por el pájaro Yax Águila Floreciente, autorizó por los simbolos de poder sagrado, al futuro soberano ser un ‘ajaw foliado’. La otra lectura presupone que el nombre Yax Águila Floreciente sería el propio nombre del futuro rey y que gracias a su auto-sacrifico recibió o dedicó sus parafernalias que autorizó su función del ‘ajaw foliado’. De todos modos parece que aquí se tiene descrito un ritual de entronización de uno de los más antiguos reyes del mundo maya.
Agradecimientos
A Guido Krempel por la propuesta de desciframiento del cetro/perforador. Asimismo contribuyeron con sus opiniones y comentarios valiosos los epigrafistas: Nikolai Grube, Dmitri Beliaev, Sebastián Matteo y Albert Davletshin. La investigación del Grupo H Norte ha sido patrocinada por la Agencia Eslovaca de Investigación y Desarollo, Contrato No. APVV 0864-12. Las investigaciones epigráficas se realizaron gracias del proyecto VEGA 1/0011/13 dentro del Centro de Estudios Mesoamericanos, Comenius University in Bratislava.
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Fig. 1: Mapa de los Grupos H y F, indicando la Estructura H XVI (Dibujo Tibor Lieskovský).
Fig. 2: Parte de escalinata de la fachada de la Plataforma Baja más temprana de El Tiburón. Se relaciona con la base de la fase Mamom (Fotografía Pavol Spišák).
Fig. 3: Planta reconstruida de la Estructura F XI d la Plataforma Alta de El Tiburón (Dibujo Mauricio Díaz).
Fig. 4: Fragmento de figurilla, representando probablemente la cabeza o un casco de un guerrero preclásico, procedente de la Plataforma Alta de El Tiburón (Dibujo Lenka Horáková).
Fig. 5: Planta de la Estructura y Sub estructura de H XVI (derecha) y perfil del escondite con ofrenda al centro de la misma Sub esteructura (izquierda) (Dibujo Eva Jobbová).
Fig. 6: Perfil de la ofrenda con dos cuencos labio-a-labio y la vasija en el centro donde se encontraba la parafernalia (abajo) (Dibujo Lenka Horáková). Fotografía del hallazgo sin tapa superior, previo a mover los objetos en el interior (arriba) (Fotografía Milan Kováč).
Fig. 7: Perspectiva arqueológica del cetro/perforador de piedra verde (Dibujo Lenka Horáková).
Fig. 8: Dibujo de la figurilla zoomorfa de piedra verde encontrado en la vasija (Dibujo Lenka Horáková).
Fig. 9: Perspectiva epigráfica del cetro/perforador (Dibujo Guido Krempel).
Fig. 10: Detalle de los glifos del cetro/perforador (Dibujo Guido Krempel).