036. Nuevas investigaciones arqueológicas en Pueblo Viejo Quen Santo, Huehuetenango

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Nuevas investigaciones arqueológicas en Pueblo Viejo Quen Santo, Huehuetenango

Introducción

El sitio arqueológico Pueblo Viejo Quen Santo se encuentra en la parte occidental de la Región de Chaculá, en el norte del municipio de Nentón, Departamento de Huehuetenango, Guatemala. Esta parte de la región se caracteriza por un terreno kárstico con abundancia de barrancos, dolinas y cuevas. El clima es tropical. La elevación del sitio arqueológico es de 1225 m sobre el nivel del mar. El nombre del sitio, que se deriva del idioma Chuj, significa «piedra del Santo».

Debido a los trabajos arqueológicos realizados durante una temporada de dos meses y medio en el año 1896 por el investigador Alemán Eduard Seler, quién publicó sus resultados en un libro (Seler 1901), Quen Santo ha sido reconocido en la literatura arqueológica. Seler no solamente reporta el sitio de superficie llamado Pueblo Viejo Quen Santo, sino también dedicó parte de su investigación a las Cuevas de Quen Santo, la Casa del Sol y la Piedra Redonda, todos ellos formando un complejo arqueológico.

Después de la visita de Seler, otros investigadores han explorado el complejo arqueológico de Quen Santo resultando en (a) un nuevo mapa de Quen Santo Cueva 3 (Tracey 1972:25), (b) nuevas descripciones de los sitios (Heitzmann 1972) y (c) un estudio sobre las esculturas de la región, así como observaciones acerca de cerámica encontrada en la superficie (Navarrete 1979). En los años 2007 y 2008 las cuevas de Quen Santo fueron re-estudiadas por James Brady y Sergio Garza (Brady 2009).

El proyecto arqueológico de la región de Chaculá (PARCHA) se formó en 2013 con el fin de investigar de nuevo los sitios reportados por Seler, con (a) un reconocimiento regional que documenta la ubicación y el estado actual de estos sitios, (b) la elaboración de nuevos mapas de los sitios Chaculá y Pueblo Viejo Quen Santo y (c) un estudio sobre la cronología de estos últimos dos sitios a base de materiales recuperados por excavaciones estratigráficas. En las temporadas 2013 y 2015 se realizaron trabajos de reconocimiento en el área de Quen Santo y en 2015 se excavaron un total de once pozos de sondeo en Pueblo Viejo Quen Santo.

El sitio arqueológico Pueblo Viejo Quen Santo

El mapa original de Pueblo Viejo Quen Santo, dibujado por Seler (1901: Fig. 119), contiene un total de 44 estructuras que se distribuyen en una cresta delimitada por barrancos profundos en sus lados oeste, norte y este. Un breve reconocimiento durante la temporada 2013 de PARCHA mostró que hacia el este, al otro lado del barranco, existen grupos adicionales y que el mapa de Seler no es tan exacto en cuanto a la configuración espacial de los conjuntos.

Por tales razones, se llevó a cabo un nuevo mapeo con estación total en las partes ya mapeadas por Seler, así como un reconocimiento en los alrededores de estos grupos. Las partes que aparecen en el mapa de Seler han sido divididos en tres Grupos, con el Grupo A siendo la parte más al norte de la cresta, el Grupo B la parte sur y el Grupo C un conjunto al oeste, abajo de la cresta. En la temporada 2015 se mapearon los Grupos A y la parte norte del Grupo B (Fig.1). Se logró identificar varios edificios adicionales que no aparecen en el mapa de Seler. En el Grupo A se añadieron 17 edificios, resultando en un total de 24, mientras en el Grupo B son 22 edificios adicionales, llegando a un total de 35. Para evitar confusión con la nomenclatura para los edificios de Seler se continuó utilizando los números que él uso en su mapa. Edificios adicionales recibieron números a partir del último número del grupo dado por Seler, entonces en el Grupo A los números continuaron con A-45 y en Grupo B con B-35.

Los edificios principales del Grupo A flanquean dos pequeñas plazas (sur y norte). En la plaza norte, la Estructura A-41 es notable, porque cuando Seler excavó una trinchera en la misma (Seler 1901:122-125; Wölfel 2013:21-22, Fig. 3.39), encontró varios monumentos de piedra entre el derrumbe. Dos monumentos adicionales (Monumentos 12 y 13) fueron encontrados por PARCHA 2015 en el mismo lugar. Mientras el primero es un fragmento de una pequeña figura con brazos cruzados, típico de esta región, el segundo constituye un fragmento de un disco de piedra, cuya superficie plana tiene un círculo elevado en su centro. En su borde hay unos diseños que fueron identificados como glifos. Se reconoce parte de un signo de estrella (T-510) en forma individual y otra parte del mismo glifo afijado a otro glifo no reconocible. La presencia de estos glifos es importante, porque Seler (1901:Fig. 174, 174a) muestra una piedra redonda fragmentada, encontrada en el mismo lugar, con los mismos glifos en su borde y que también tiene parte de un circulo elevado en su centro. Por esto es muy probable que el Monumento 13 encontrado por PARCHA sea: (a) parte del mismo monumento que muestra Seler o (b) que es parte de otro monumento igual al de Seler.

Entre las plazas sur y norte se encuentran tres edificios aproximadamente alineados norte-sur, de los cuales solo uno (A-39) fue registrado por Seler. Enfrente de A-39 hay una pequeña plataforma cuadrada, al lado de la cual se encontró un pequeño pilar de piedra (Monumento 18). Es posible que sobre esta plataforma y la plataforma en el centro de la plaza sur (A-38) originalmente fueran erigidas estelas, como los monumentos que Seler encontró en Sacchanná (y que según él originalmente vienen de Quen Santo).

El terreno al sur del Grupo A baja ligeramente hacia el oeste, mientras al este se encuentra una pequeña colina. Encima de la colina, en la esquina sur-este, queda una pequeña plataforma. Una escalinata al sur de la colina llega al lado posterior de otro edificio, que se encuentra en un estado muy derrumbado, especialmente en su lado sur, aunque partes de su fachada frontal todavía son reconocibles. Cerca de la orilla del barranco occidental queda un edificio muy destruido, que solamente preserva partes de su fachada oriental, así como varias plataformas bajas que faltan en el mapa de Seler.

El complejo principal del Grupo B consiste de un edificio alto (aproximadamente 8.5 m) y ancho que por su forma fue llamado “el palacio”. Una plaza hundida queda directamente al oeste del palacio. En esta plaza se encuentra un conjunto para el juego de pelota (Fig.2). El edificio oriental que flanquea la cancha para el juego de pelota está integrado en el complejo del palacio, conformando al patrón de “Integración Cancha-Plataforma Principal”, descubierto por PARCHA 2013 (Castillo y Wölfel 2013:77). El estado de conservación del palacio generalmente es muy bueno, hay varias partes con muros, alfardas y secciones de escalinatas claramente visibles. Otras partes muestran más derrumbe, como la escalinata frontal al sur del edificio y el lado oriental del complejo. Se observaron algunos saqueos, incluso uno que ya fue marcado por Seler (1901: Fig. 125) en su mapa, un subterráneo abierto en la parte sur-occidental del edificio.

Atrás (es decir, al oriente) del complejo principal se encuentra una fila de cuatro edificios bajos, solo uno de los cuales aparece en el mapa de Seler. El terreno sube hacia el nor-este, donde dos terrazas grandes sirven para aplanarlo en dos niveles, sobre los cuales están construidos los edificios de un conjunto de carácter habitacional. Todos estos edificios no fueron registrados por Seler.

Grupos adicionales del sitio Pueblo Viejo Quen Santo

Al oeste, abajo de la cresta, encima de la cual quedan los Grupos A y B de Pueblo Viejo Quen Santo, se encuentran varios grupos adicionales de estructuras, como el Grupo C con la Estructura 44 en el mapa de Seler. Otro de estos grupos preliminarmente fue designado como Pueblo Viejo VI. En este grupo se observaron tres estructuras, dos de estas encima de una plataforma compartida, un patrón conocido para grupos habitacionales. Los muros están parcialmente preservados y en el interior se observan líneas de piedras talladas que indican la presencia de bancos.

En una visita al mojón Yal Oquil (Tzeltal / Tojolab’al: “agua del coyote”), que marca el límite entre la finca Tunalito y Gracias a Dios, se notó que antes de llegar al mojón el camino que baja desde las cuevas de Quen Santo a San Antonio pasa por varios grupos de ruinas. Se nombró estas ruinas con el topónimo Yal Oquil. Varios edificios se encuentran aislados en la pendiente del cerro. Un grupo de cuatro estructuras parece haber sido el “centro” de este sitio disperso. Al lado de la pequeña plataforma enfrente de uno de los edificios se encontró una piedra alargada quebrada en dos fragmentos. Es posible que esta piedra, que destaca por su forma, originalmente estaba erigida sobre la plataforma y que consta otro ejemplo de una “piedra parada”, como en Chaculá, Grupos A y B o en Uaxac Canal Dos de las estructuras muestran grandes agujeros de saqueo. Debido a que este sitio queda a medio camino entre Pueblo Viejo Quen Santo y la Casa del Sol (que distan menos que 600 m en línea recta), podría resultar que constituye nada más que otro grupo del sitio Quen Santo (que incluiría también la Casa del Sol).

Cronología

En el tiempo en que Seler realizó sus investigaciones en Quen Santo y publicó su libro todavía no existía una cronología absoluta para el área Maya. Sin embargo, gracias a las fechas de la cuenta larga en las dos estelas de Sacchanná que según Seler (1901) originalmente provienen de Quen Santo, Seler podía concluir la contemporaneidad de la ocupación de Quen Santo con las grandes ciudades clásicas conocidas en ese entonces, sobre todo Quiriguá y Copán. Con los avances en correlacionar los calendarios Maya y Cristiano, así como el desciframiento de los jeroglíficos Mayas, se sabe que estas fechas corresponden a los años 874 y 879 DC y se cuentan entre las cuentas largas más tardías registradas en monumentos del periodo Clásico. Con estas fechas, se puede inferir una ocupación de Quen Santo para finales del Clásico Tardío (600-900 DC). Además, las observaciones de Navarrete (1979:49) acerca de la presencia de cerámica San Juan Plomizo y Tohil Plomizo extienden esta ocupación por lo menos hasta el Postclásico Temprano.

Por tal razón fueron realizadas excavaciones estratigráficas en un total de once pozos en los Grupos A y B con el fin de recuperar materiales de contextos controlados que sirvieran para refinar la cronología local.

Las excavaciones en el Grupo A revelaron que se trata de un conjunto con una ocupación más breve que el Grupo B, donde al parecer se observa una presencia más temprana en el sitio. La estratigrafía en el primer conjunto es en promedio superficial, lo que indica una menor actividad constructiva en esta parte del sitio, cuando se le compara con la estratigrafía más compleja detectada en el Grupo B. Se hicieron pocas remodelaciones en la topografía, prefiriendo utilizar los propios accidentes del terreno como base para las edificaciones, haciendo modificaciones muy puntuales para aprovechar el espacio al máximo o para hacer ver un edificio más alto, aunque fuera muy poco el material invertido en su construcción.

Las excavaciones en el conjunto de juego de pelota en el Grupo B mostraron la presencia de un piso de estuco y otros materiales, que debió cubrir la cancha. No se lograron detectar marcadores del juego de pelota, pero se observó un monumento (Monumento 19) parcialmente enterrado al lado nor-occidental del Edificio B-21 que tiene una de las caras tallada con un posible rostro. Las excavaciones detrás del “palacio” detectaron un depósito grande de materiales diversos (basurero), que incluyó restos de huesos, cerámica, lítica, entre otros. Es posible que una revisión cuidadosa de estos restos permita hacer inferencias sobre la dieta y prácticas culturales de los habitantes de Pueblo Viejo Quen Santo durante el Clásico Tardío.

El análisis cerámico del material extraído de las excavaciones realizadas en los Grupos A y B del sitio, permitió realizar comparaciones importantes en cuanto a cronología y tipología con el sitio de Chaculá, y en general con el área de la frontera Guatemala-Chiapas, a partir de los referentes ya consultados de la zona del Grijalva y Chinkultic, Chiapas, México (Bryant et al. 2005a; Ball 1980), entre otros nuevos referentes (Piña Chan y Navarrete 1967).

La cronología preliminar muestra una ocupación aparente desde el Clásico Temprano (Fase Kau), sin embargo se identificó el mismo corpus tipológico de la región del Grijalva al igual que en el sitio de Chaculá, para el Clásico Tardío (Fase Mix). En este sentido se debe suponer que el auge tanto de Chaculá como de Pueblo Viejo Quen Santo, fue durante el Clásico Tardío, con la presencia de los mismos tipos cerámicos e incluso la aparición constante y abundante de los tipos domésticos más típicos del área (Chachalaca Rojo y Tasajo Rojo).

La ocupación de este sitio parece continuar hasta el Postclásico, con tipos menos frecuentes, siendo éstos Chachalaca Rojo V. Postclásico y el conocido Plomizo Tohil. A este propósito Navarrete (1979) menciona el sitio de Quen Santo con material cerámico proveniente de las cuevas, incensarios de pedestal y urnas con la representación de la deidad solar, vasijas con tapadera efigie, policromía y cerámica plomiza.

Como mencionamos anteriormente la frecuencia de tipos domésticos fue constante en el Grupo B, con tipos como Chachalaca Rojo, Lagarto sin Engobe (Cambio sin Engobe), Tasajo Rojo y Santa Cruz, en contexto de rellenos y basureros. Cerámica fina aunque en menor frecuencia también es constante, principalmente con engobe naranja pulido parecido al Saxché Palmar, incluso presente en cerámica de superficie en los reconocimientos realizados en el área; los tipos son Sasben Café Negro, Tang Nichel, Bon Polícromo, así como los incensarios de Nutria, Senso Compuesto y Tartaleta.

Es interesante la presencia de cerámica que se identificó como Rojo Mate, debido a su parecido con el tipo Mostaza Rojo sobre Natural (Arnauld 1986), presente también en Chaculá y cuya presencia en la región aún debe ser investigada ya que puede ser un elemento que muestre la interacción que el área tuvo con las Tierras Altas, y en el caso de este tipo, con la región norte de la Verapaz.

Con solo dos grupos excavados (A y B), los resultados del análisis son importantes para dilucidar la relación que este sitio tenía con Chaculá y con la región en general. A nivel de cronología aporta nueva información sobre una ocupación más temprana y más tardía en este límite fronterizo, sin embargo la constante parece ser una ocupación mayor durante el Clásico Tardío, con sus modos, formas y decoraciones típicas. El carácter doméstico de la cerámica, el constante color rojizo naranja y desgrasantes (calcita, mica y ferruginosos) de las pastas, pero principalmente el acabado ceroso de los engobes rojo y naranja, la policromía en los tipos finos, incensarios con aplicaciones y decoración de filetes y punzonado, son características constantes en la región.

Al parecer esta producción de cerámica local en la mayoría de sus tipos, también adopta rasgos y características de los tipos de Tierras Bajas, los mejores ejemplos son el Lagarto sin Engobe equivalente a Cambio sin Engobe; Musaraña, Tang/Nichel y Bon que son parecidos al Grupo Saxché Palmar, el Chanal Gubiado semejante al Pabellón Modelado; estos ejemplos nos hacen pensar nuevamente en la presencia de poblaciones de Tierras Bajas que durante este periodo tuvieron una fuerte relación o contacto con esta región (García y Torres 2015). La consistencia de tipos y características que van dándonos la idea de una tradición de producción cerámica típica del área.

El Paisaje de Quen Santo

El área de Quen Santo constituye un paisaje ritual (para este concepto véase también Palka 2014) conformada por cerros, barrancos y cuevas. La importancia de las cuevas de Quen Santo ya fue reconocida por Seler (1901:146-185) cuya descripción es una de las primeras de contextos rituales en cuevas en el área Maya. Posteriormente, las cuevas fueron re-investigadas por James Brady (2009), quién confirmó y extendió los resultados de Seler. Las investigaciones realizadas por PARCHA en 2015 han logrado ampliar los conocimientos sobre el paisaje ritual de Quen Santo con nuevos hallazgos.

Cerro Piedra Redonda

Buscando uno de los mojones de la finca, se encontró un cerro pequeño encima del cual se halló una pequeña estructura saqueada. Entre el escombro se encontraron varios fragmentos de incensarios con decoraciones aplicadas del tipo Tartaleta (Clásico Tardío). Al lado nor-este del cerro queda una escalinata que llega desde la planada al pie del cerro hasta la cumbre. La parte superior se encuentra en un buen estado de conservación y se identificaron 20 gradas bien visibles (Fig.3), mientras las partes más bajas están cubiertas con broza. Según un informante de Espino Malpaso había una piedra redonda encima del cerro cuya cara llevaba el «dibujo de un sol». Durante la visita no se logró encontrar esta piedra. Viendo desde el sitio Piedra Redonda, ubicado en la planada al sur del cerro, se nota que el edificio atrás del monumento está orientado viendo hacia el cerro, con una orientación de 30° al este del norte (Fig.4).

Cuevas

La presencia de cuevas con evidencia de utilización en tiempos prehispánicos ha sido reportado por Seler (1901), quién describe las Cuevas 1 – 3 de Quen Santo como los enfoques principales para rituales, y Kieffer (2009), quien añade las Cuevas 4 – 7 al registro. Al pie de la pared occidental del barranco que delimita la meseta de Pueblo Viejo, entre unas rocas grandes se abre la entrada de Quen Santo Cueva 8. Esta cueva tiene una profundidad de aproximadamente 13 m. Después de una entrada poco inclinada, pero muy angosta se llega a un saliente de roca, que se encuentra a unos 10 m arriba del fondo de la cueva. Para bajar se requiere un lazo. Uno de los asistentes locales del proyecto hizo un reconocimiento breve. Cerca de la entrada, hacia el sur, existe una parte plana, un rasgo natural que al parecer fue modificado para crear una pequeña plataforma. Existen varios lugares con artefactos, sobre todo de cerámica quebrada.

Además de esta cueva, se observó la presencia de varias grietas y cuevas en la parte de la meseta de Pueblo Viejo, en la cual se encuentra el Grupo A. Al lado sur de la Estructura A-49 se abre una cueva vertical con 8 m de profundidad. Al lado sur-oeste de la orilla se observaron unas piedras colocadas para nivelar el terreno en esta parte. La cueva tiene dos entradas, hacia el nor-este y el sur. Una exploración muy breve por uno de los asistentes del proyecto no resultó en el hallazgo de materiales culturales. Otra cueva notable se encuentra al este de A-37. Como en el caso anterior, tiene en su lado norte algunas piedras colocadas para nivelar la orilla. Debido a la profundidad medida de 22.60 m y la falta de equipo adecuado no fue explorada. Otras cuevas fueron observadas al norte de A-42, pero quedaron sin explorar.

Materiales provenientes de una grieta cerca de Quen Santo, Cuevas 2 y 3

Esta colección consta de un total de diez vasijas de cerámica, la mayoría completas y con aparente uso como urnas funerarias ya que aún conservan los restos de hueso y carbón. Cinco de las piezas corresponden al periodo Postclásico Tardío y las otras cinco al Clásico Tardío. Estas piezas fueron extraídas de una de las grietas de las cuevas de Quen Santo (French et al. 2009) aunque no se conoce las condiciones bajo las cuales estas vasijas quedaron resguardadas en la casa patronal de la comunidad Los Espinos.

Este tipo de cántaro ha sido encontrado en varias cuevas de la región adyacente de Chiapas (Municipio La Trinitaria), como las cuevas de la Calavera, Campo Alegre (observación personal U. W. en el Museo Regional de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez), la Mazacuata (observación personal en el Museo de los Altos de Chiapas, San Cristóbal de las Casas) y Cieneguilla (Wauchope 1951; Blom 1954). Bryant et al. (2005b:605) hablan literalmente de cientos de cremaciones en cuevas que se han hallado en el piedemonte de Morelos, Chiapas, área directamente avecindada con Quen Santo.

La diferencia en costumbres funerarias entre el Clásico Tardío y Postclásico constituye una ruptura y muestra que pasaron importantes cambios culturales entre el abandono del sitio en el Postclásico Temprano y el depósito de las urnas en el Postclásico Tardío. Por esto se puede asumir una re-utilización de las cuevas, en vez de una continuidad. El hecho de que el finquero Gustavo Kanter y luego Eduard Seler lograron recuperar incensarios y otros objetos del Clásico Tardío en forma entera, muestra que los visitantes postclásicos tenían mucho respeto a las cuevas y posiblemente percibieron sus actividades en acuerdo con la utilización anterior.

Arte Rupestre

Varias partes de la pared occidental del barranco, abajo de Pueblo Viejo Quen Santo, muestran arte rupestre. En una parte alta de la pared abajo de la Estructura B-23 de Pueblo Viejo y cerca de Cueva 8, se encuentran dos grupos de manos en negativo, pintadas en color anaranjado (Fig.5). El primer grupo tiene una mano completa y otra mano parcial y mal preservada, el otro grupo tiene dos manos completas. Cerca de las manos se encuentran varios grupos de pinturas en color rojo que forman pares entre una imagen zoomorfa – en todos los casos son mamíferos cuadrúpedos con colas – y un motivo abstracto. La Fig.6(1) muestra un círculo con un punto grueso en su centro y siete rayas alrededor, la Fig.6(2) también muestra un círculo, pero con un punto más pequeño en su centro y sin rayas, en ambos casos el animal se encuentra encima del círculo. En la Fig.6(3) el círculo se encuentra a la izquierda del animal y contiene dos líneas gruesas cruzadas en su centro, un círculo parecido al primero, pero sin punto en el centro y con ocho rayas se encuentra encima del animal. Finalmente, en la Fig.6(4) aparece un animal con una cola gruesa y hacia arriba que, debido a esta posición característica de la cola, fue identificado por uno de los asistentes del proyecto como un pizote. Encima del posible pizote se encuentra un motivo rectangular con unas líneas adjuntas. Todos estos pares de figuras se encuentran distribuidos en la pared de piedra en alturas grandes, por lo cual se supone que fueron pintadas desde ramas de árboles cercanos.

Otros diseños cerca de estas pinturas incluyen un dibujo con líneas onduladas y círculos con rayas y líneas adjuntas que son difíciles de interpretar. En una grieta que se encuentra abajo del Edificio B-23 y llega hasta la superficie en Pueblo Viejo, se encuentran unos motivos abstractos pintados en color negro.

Al lado de los círculos con rayas, se halló un espeleotema grande con varias caras grabadas en la caliza (Fig.7). Debido a la forma natural del espeleotema, la cara central con ojos y boca puede ser re-interpretada como agujeros de la nariz y boca de una cabeza con cráneo elongado (formado por la parte superior del espeleotema).

Unas de la pinturas rupestres y petrograbados fueron encontrados anteriormente por Christian Christensen (comunicación personal, 2014), integrante del proyecto de Sergio Garza y James Brady en las cuevas de Quen Santo entre 2007-2008, aunque no publicados hasta la fecha.

Más al sur de este grupo de arte rupestre se encuentran otros, aproximadamente abajo de las Estructuras B-16 y B-17 de Pueblo Viejo. En una grieta en la pared dos espeleotemas muestran caras grabadas. Existen varias pinturas, aunque la mayor parte no presenta motivos reconocibles y tiene un carácter mejor descrito como «manchas». Entre las pinturas reconocibles se notaron motivos antropomorfos, zoomorfos y un motivo con rayas circulares.

Conclusiones

El sitio arqueológico Pueblo Viejo Quen Santo muestra una secuencia cronológica más larga que el sitio Chaculá en la misma región. Sin embargo, por el momento los datos sobre las ocupaciones durante el Preclásico y Postclásico Temprano son escasos y, como en el caso de Chaculá, los materiales cerámicos del Clásico Tardío son mucho más abundantes. Es posible que el desarrollo de un paisaje ritual en los alrededores de Quen Santo coincida con la construcción de la ciudad antigua, pero se necesita más datos acerca de la cronología del uso de lugares sagrados, especialmente las cuevas, para poder corroborar esta hipótesis. La presencia de urnas funerarias del Postclásico Tardío en la fisura cerca de Cueva 3 muestra claramente que este lugar era considerado sagrado aún cuando la ciudad ya había sido abandonada por mucho tiempo. Se espera que futuras investigaciones logren un mejor entendimiento de este paisaje ritual y su importancia para los mayas prehispánicos de esta región.

Agradecimientos

La realización de la temporada de campo 2015 del Proyecto Arqueológico de la Región de Chaculá (PARCHA), fue posible gracias al apoyo incondicional de varias instituciones y personas que respaldaron las investigaciones efectuadas. Se agradece a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, al Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, a la Fundación Alemana de América Antigua (Deutsche Altamerikastiftung), al Dr. Nikolai Grube, la familia Villatoro, dueños de la finca Tunalito, y también a cada una de las personas de la comunidad Espino Malpaso por su colaboración e interés para el desarrollo del proyecto y a todos los trabajadores que participaron en esta temporada por su dedicación a cada una de las actividades realizadas como parte de trabajo de campo y quienes hicieron una inestimable contribución al éxito del proyecto.

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Fig. 1: Mapa del Grupo A y la parte norte de Grupo B de Pueblo Viejo Quen Santo, dibujo por U. Wölfel.

Fig. 2: Conjunto para el juego de pelota, Pueblo Viejo Quen Santo, Grupo B, fotografía por U. Wölfel.

Fig. 3: Escalinata al lado nor-este del Cerro Piedra Redonda, fotografía por U. Wölfel.

Fig. 4: Línea de vista conectando la Piedra Redonda (al sur) con el cerro Piedra Redonda, gráfica por U. Wölfel, basado en fotografía aérea del Instituto Nacional de Geografía, Guatemala.

Fig. 5: Manos pintados en negativo en la pared occidental del barranco delimitando Pueblo Viejo Quen Santo, fotografía por J. Pérez Camposeco.

Fig. 6: Pinturas rupestres en la pared occidental del barranco delimitando Pueblo Viejo Quen Santo, fotografías por J. Pérez Camposeco y U. Wölfel.

Fig. 7: Espeleotema grabado en la pared occidental del barranco delimitando Pueblo Viejo Quen Santo. fotografía por Ulrich Wölfel